La comunicación para la eficiencia en el modo de actuación profesional del Licenciado en Estudios Socioculturales (página 2)
Enviado por Nidia Mar�a Rojas Carballo
DESARROLLO
El proceso de formación profesional es entendido como el proceso mediante el cual se contribuye a formar las cualidades de la personalidad del sujeto que se desempeñará como profesional durante la solución de los problemas que se le presenten en su esfera laboral con un profundo sentido innovador. (Álvarez de Z.C., 1996)
Son los problemas profesionales los que precisan el modo de actuación profesional considerado este como generalización de los métodos de trabajo del profesional, caracterizando la actuación del profesional independientemente del objeto sobre el cual se desarrolla su actividad.
Es la actividad el proceso de carácter práctico y sensitivo mediante el cual las personas entran en contacto con los sujetos del mundo circundante e influye sobre ellos en aras de su satisfacción personal y por tanto en la reiteración de acciones y operaciones es que se desarrollan como una forma de relación activa entre el hombre y el medio, como el proceso en el cual el hombre utiliza el lenguaje con el fin de trasmitir y asimilar la experiencia histórico-social, pues la comunicación es una actividad muy peculiar que contiene un fuerte componente afectivo.
En el acto de la comunicación como práctica social se instrumentan el proceso de formación y desarrollo de las habilidades que no son más que el dominio de un sistema complejo de acciones psíquicas y prácticas necesarias para la regulación racional de la actividad con ayuda de los conocimientos y hábitos que la persona posee.
Como generalización de estos momentos (detección, investigación e intervención), resulta la gestión, como actividad profesional que las integra, en tanto se considera a la gestión como acción y efecto de integrar procesos socioculturales en las comunidades.
Gestión social en la cultura es un proceso de diagnosis, organización, planificación, control, seguimiento y evaluación, enfocado sistemáticamente para acceder e incidir con eficacia en las intervenciones socioculturales de cualquier contexto. (Guerrero, M.).
Álvarez de Zayas Carlos M. (2001). El diseño curricular. Educación Superior. La Habana
El rol del profesional en el trabajo sociocultural es en la comunidad considerada esta como un fenómeno multidimensional donde intervienen elementos geográficos, sociológicos, naturales, territoriales, políticos, culturales y sociales que deben ser conocidos, respetados e integrados para hacer de la localidad un organismo social eficiente y efectivo en lo material y espiritual ,es un grupos de personas que comparten un territorio, con rasgos culturales comunes, de comportamientos, sentimientos y niveles de organización que les permita interactuar como un entramado de relaciones sociales donde el sentido de pertenencia, identificación y arraigo adquieren una validez importantísima.
La UNESCO ha planteado la necesidad de situar la cultura en el mismo centro de las concepciones y decisiones estratégicas del desarrollo, al ser "una de las dimensiones que más factores integran a una solución para cualquier problema crucial". (Hart, 2001)
En tanto la cultura ha sido entendida como "conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ello engloba además de las Artes y las Letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, tradiciones y creencias. (UNESCO, 1982)
. Las principales problemáticas socioculturales integran un conjunto de necesidades de las comunidades que van desde sus requerimientos básicos hasta las formas de recreación, esparcimiento y construcción de su futuro.
Estamos en condiciones de referirnos a una de las acciones fundamentales del trabajo sociocultural es la gestión cultural: entendido como todo aquello que concierne a los procesos de administración cultural (planificación, coordinación, dirección y evaluación) y a las dimensiones del quehacer cultural (animación, creación, preservación, divulgación), que asegura un adecuado y eficiente desenvolvimiento de las políticas tanto en los sistemas macro sociales como en aquellas relacionadas con el comportamiento de entidades, programas o proyectos específicos del sector cultural. (Russeau, B., 1999).
Hart Armando (2001). Cultura para el desarrollo. El desafío del siglo XXI. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana
Autores varios (1991). Las reformas de la educación: experiencias y perspectivas. UNESCO.
París
Russeau Buenaventura (1999). Instrumentos teóricos
Russeau Buenaventura (1999). Instrumentos teóricos y metodológicos para la gestión cultural. Universidad del Atlántico. Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes del Atlántico. Colombia
El análisis de estos conceptos y a partir de las bases teóricas asumidas en torno a lo sociocultural, se aborda el concepto de gestión sociocultural.
Entendida la gestión sociocultural como el proceso sistémico e integrador de los momentos de detección, investigación e intervención, que garantizan el desarrollo sociocultural de las comunidades, a partir de la dinamización de la cultura como eje transversal y transdisciplinar de dicho proceso. (Márquez, D., 2005).
En el proceso de Universalización tiene sus inicios con el nuevo siglo con el objetivo formar profesionales competentes incluyendo dentro de las especialidades la carrera de licenciatura en Estudios Socioculturales, que formados en sus municipios, tenga como centro de su quehacer el trabajo sociocultural comunitario, lo que garantiza, a partir del conocimiento de su realidad cultural, una actividad basada en la gestión cultural retomando este concepto dado por otro autor: es todo aquello que concierne a los procesos de administración cultural (planificación, coordinación, dirección y evaluación) y a las dimensiones del quehacer cultural (animación, creación, preservación, divulgación), que asegura un adecuado y eficiente desenvolvimiento de las políticas tanto en los sistemas macro sociales como en aquellas relacionadas con el comportamiento de entidades, programas o proyectos específicos del sector cultural. (Russeau, B., 1999).
Para el profesional de esta carrera urge la necesidad de la realización de un trabajo especializado de detección, investigación e intervención sociocultural, teniendo un sentido de pertenencia e identificación con su comunidad. Los campos de acción abarcan todos los ámbitos sociales, muy especialmente las instituciones culturales y educativas, los centros de trabajo y los consejos populares. Son facilitadores de la afirmación y construcción de la identidad personal y social, la apreciación y creación de valores éticos y estéticos y el despliegue de la creatividad, la comunicación y la participación social, formaciones todas de amplia aplicación en el porvenir de la sociedad cubana.
Debe tenerse en cuenta en su modelo de formación curricular la estructuración de manera sistémica y articulada las disciplinas básicas que propicien el desarrollo de habilidades profesionales que tributen a su encargo social, especialmente las habilidades comunicativas como competencia básica para el ejercicio de la profesión, capacidad que se puede lograr por la vía curricular, extracurricular y laboral investigativa con actividades diseñadas para el desarrollo de la expresión oral, escrita y gestual dado el amplio alcance de su perfil, procurando conjugar orgánicamente sus funciones cognoscitivas como práctico-trasformadoras para desempeñarse en el trabajo social comunitario, investigación sociocultural, animación y gestión cultural y turística, formación docente, asesorías y extensión cultural entre otras.
El licenciado en Estudios Socioculturales, como agente de cambio, está ligado al desarrollo sociocultural de la comunidad, ejerciendo un papel de facilitador, organizador e investigador. Por lo que resulta interesante tener en cuenta como instrumento intelectual para el ejercicio de la profesión el desarrollo de habilidades comunicativas como una forma de relación activa entre el hombre y el medio, como el proceso en el cual el hombre utiliza el lenguaje con el fin de trasmitir y asimilar la experiencia histórico-social, pues la comunicación es una actividad muy peculiar que contiene un fuerte componente afectivo.
Es por eso que el Licenciado en Estudios Socioculturales como ningún otro profesional necesita encontrar la palabra exacta, el ordenamiento lógico y coherente de las ideas y la expresión adecuada en ambos subcódigos del lenguaje: la lengua oral y la escrita. Desarrollando habilidades lingüísticas básicas que le permitan desenvolverse con eficiencia en los diferentes sistemas comunicativos imprescindibles para una adecuada competencia comunicativa.
El trabajo sociocultural prepara a los grupos de personas dentro de la comunidad para participar en el control y transformación de su cotidianidad, para ser protagonistas en la toma de decisiones sobre políticas y estrategias que conducen las acciones culturales y posibilita el no ser solo consumidores de bienes y servicios, sino promueve la creatividad colectiva y la promoción de la participación ciudadana. El ejercicio de esta profesión supone la formación científico – ética de los futuros graduados que, ante todo, deben tener conciencia y actuar en la práctica social, según dos principios básicos: el protagonismo real de las personas, grupos y comunidades y la participación activa de todos en los procesos socioculturales.
Dentro de estas problemáticas se destacan situaciones relacionadas con el medio ambiente, la salud, la educación, problemas higiénico- sanitarios, la prevención a manifestaciones sociales negativas y otras situaciones relacionadas con diferentes aspectos de la esfera bio-psico-social del hombre. Es esencial también lo relacionado a las tradiciones, expresiones artísticas, prácticas históricas, hábitos y costumbres. Estos elementos generan o dan vida a múltiples proyectos socioculturales, fundamento y exigencia en la formación de los profesionales en Estudios Socioculturales.
Según los fundamentos de la carrera es en la comunidad donde ocurren los procesos socioculturales, en diversos escenarios y contextos asociados a lo más cotidiano, de la reproducción de la vida y su supervivencia, donde cada vez resulta más importante, que se tomen en consideración las particularidades regionales para el trazado de políticas de transformación y rescate.
Lo cual justifica que el egresado, formado en su región, tenga como centro de su quehacer el trabajo comunitario, garantizando su efectividad a través del conocimiento de la realidad cultural que lo circunda, cuyo substrato universal resulta el patrimonio legado por las generaciones precedentes. El conocimiento científico sobre la cultura local, fundamenta las bases epistemológicas, que garantiza el desarrollo de una actividad basada en el sentido de pertenencia e identificación con su lugar de trabajo, y la herencia cultural presente en el mismo lo cual responde a la estrategia a seguir por la vía de formación extracurricular donde se propongan actividades que se orientan, a través de un enfoque sistémico, para el desarrollo de capacidades investigativas, en función del trabajo de promoción y orientación sociocultural en las comunidades, tomando en consideración la cultura local.
El diseño de planes de desarrollo sociocultural a partir del diagnóstico e investigación para conservar y difundir la cultura local garantizan el éxito en el desempeño del egresado en Estudios Socioculturales en su esfera de actuación.
Estos elementos, relacionados con la promoción y conservación de la cultura local son tratados de manera insuficiente en el modelo de formación del profesional de la carrera, debilitándose de esta forma toda proyección teórica en el modelo
Es por ello que la concepción de la capacitación en este contexto tiene que ser vista con una óptica integradora y buscando niveles superiores para el proceso formativo ejecutado en una organización que ha de aprender para servir a la cultura si tenemos presente que ella es "Escudo y Espada de la Nación Cubana"
CONCLUSIONES
La cultura local resulta el objetivo mismo del desarrollo, asumido este como la realización humana en toda su extensión, retomando rasgos distintivos materiales y espirituales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social.
La experiencia cubana confirma la necesidad de potenciar el desarrollo local asumiendo la cultura como eje central. Por lo que resulta cada vez más evidente de revitalizar lo local en función de lograr un desarrollo de la identidad sociocultural, enfatizando en la comunidad.
Los procesos de transformación en la comunidad están vinculados al trabajo sociocultural ya que detecte, investiga e interviene para lograr el desarrollo, operando a través de la estrecha relación que se debe lograrse, entre la gestión, promoción cultural y la comunicación como instrumento intelectual de la profesión en nuestro país Cuba están matizados por un alto compromiso a escala local, lo que confirma el proceso de la universalización de la educación superior en cada municipio.
El análisis del tema tratado constituye un gran reto, en la formación de un agente cultural gestor del desarrollo que contribuya a dinamizar las relaciones entre cultura y desarrollo desde una nueva perspectiva.
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- Russeau Buenaventura (1999). Instrumentos teóricos y metodológicos para la gestión cultural. Universidad del Atlántico. Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes del Atlántico. Colombia.
Autora:
Lic. Nidia María Rojas Carballo
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