Desarrollo y aplicaciones de la energía nuclear e influencia en la calidad de vida
Enviado por Felipe
- Introducción
- Desarrollo de la energía nuclear
- Riesgos radiológicos
- Sistemas de seguridad de los reactores
- Pruebas, incidentes y accidentes nucleares
- Uso pacífico de la tecnología nuclear
- Peligros de una guerra nuclear
- Tratado de Tlatelolco
- Salvaguardias fortalecidas
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La polémica acerca de la energía nuclear no hará que prevalezcan las exhortaciones de quienes proponen descartarla ni las de los propagandistas de un milenio movido fundamentalmente por el poder atómico. Ninguna fuente de energía es completamente segura. Pero la magnitud de las consecuencias de un accidente nuclear y los riesgos asociados al almacenamiento de desechos atómicos ponen sobre la mesa cuestiones de medio ambiente, salud y seguridad que el sector nuclear debe encarar. En el análisis final, los criterios económicos serán determinantes para el futuro de la industria nuclear, al tiempo que la manera en que ésta maneje las cuestiones ambientales y de seguridad tendrá impacto en nuestras economías.
La intensificación de la competencia hacia el libre mercado está cambiando la naturaleza y estructura de esta industria. La electricidad como otras formas de generación de energía se están convirtiendo en un lujo. Esto tiene impactos en el rol futuro de la energía nuclear y uno de los cambios más importantes en la industria eléctrica que tendría una decisiva influencia en el futuro rol de lo nuclear es la tendencia a la descentralización de la generación.
El poder nuclear se beneficia de un fuerte respaldo estatal y depende de él. Ahora, todos los gobiernos encaran severos recortes presupuestarios y sería por ello imprudente que la industria base sus esperanzas en la continuidad de ese apoyo. Todas las fuentes de energía deberán competir en el mismo terreno. Y es claro que la nuclear debe lidiar con los costos de cumplir con los estándares ambientales, de salud y de seguridad.
El desarrollo nuclear en América Latina está destinado a los usos pacíficos especialmente en la rama de la medicina, actualmente esta zona cuenta con un tratado que garantiza que todos los países miembros no portan armas nucleares sirviendo de ejemplo para las potencias nucleares y demás países del mundo.
Desarrollo
Desarrollo de la energía nuclear
La energía nuclear la consiguió por primera vez el científico italiano Enrico Fermi en diciembre de 1942 en la universidad de Chicago en Estados Unidos. Fermi construyó el primer reactor nuclear. En el se usaba uranio para producir calor. Este tipo de reactor se emplea solamente en las centrales nucleares de energía eléctrica.
La parte más pequeña que podemos ver al microscopio de una sustancia cualquiera, está formada por millones de pequeñas partículas que se llaman moléculas. Estas moléculas, a su vez, están formadas por uno o más átomos, y éstos contienen partículas aún más pequeñas llamadas electrones, protones y neutrones.
Los átomos se pueden imaginar como sistemas solares en miniatura. En su centro se encuentran los protones y los neutrones firmemente unidos formando el núcleo atómico. Alrededor de este núcleo, como si fuesen pequeños planetas girando alrededor del sol, se encuentran los electrones.
No todos los átomos son iguales, como no son iguales las sustancias que resultan cuando se agrupan estos átomos. Los elementos se diferencian por el número de protones que contienen en su núcleo. Así todos los átomos de azufre tienen en su núcleo16 protones, los de cobre 29, los de oro 79, etc. Los átomos de un mismo elemento pueden ser diferentes entre sí por contener diferente número de neutrones en su núcleo. Estos átomos se denominan isótopos.
Mediante métodos, generalmente complejos, podemos lograr que una partícula como el neutrón, choque contra el núcleo de un átomo. Al chocar contra él, el núcleo se excita debido a que su estructura se altera, pudiendo llegar esta excitación a partir el núcleo en dos núcleos más pequeños. Este proceso de división del núcleo se llama fisión.
Cuando ciertos núcleos, como los de los átomos del isótopo 235 del uranio, se fisionan, además de dividirse el núcleo en dos más pequeños aparecen otros neutrones libres. Si en las proximidades del núcleo hay más núcleos de uranio, estos neutrones libres producirán a su vez más fisiones con lo que se volverán a generar nuevos neutrones que volverán a producir más fisiones. Así en poco tiempo, el número de fisiones puede aumentar mucho, dando lugar a lo que se llama una reacción en cadena.
En cada una de las fisiones se produce una pequeña cantidad de energía en forma de calor; al producirse la reacción en cadena se suman las energías producidas en cada fisión y se puede obtener con este proceso una cantidad de energía considerable. Éste es el origen de la energía nuclear.
Ciertos núcleos, pertenecientes sobre todo a isótopos no muy abundantes o creados artificialmente, son inestables y para alcanzar su estabilidad emiten radiaciones. Estas radiaciones son de tres clases principales llamadas: alfa, beta y gamma. La primera está formada por partículas pesadas y tiene carga eléctrica positiva; la segunda consiste en partículas ligeras cargadas negativamente y la tercera es electromagnética con una naturaleza similar a la de la luz.
La energía que mantiene unidos los átomos de una molécula es mucho menor que la energía que une los protones y neutrones del núcleo de un átomo. Existen reacciones químicas mediante las cuales es posible liberar la energía de las moléculas, y existen reacciones nucleares que logran liberar la energía de los núcleos. Dada la distinta naturaleza del enlace químico y del enlace nuclear, una reacción nuclear desarrolla una cantidad de energía incomparablemente mayor que una reacción química. La energía liberada por una reacción nuclear es varios millones de veces mayor que la liberada por una reacción química.
La energía producida por la fisión de 1 kg. de uranio-235, es equivalente a la energía que se puede obtener de la combustión de 2 400 toneladas de carbón. El desarrollo de energía va acompañado de una desaparición de masa, según una ley de equivalencia entre masa y energía descubierta por Albert Einstein, la famosa fórmula E=m*c2, donde E es la Energía liberada, M la diferencia de masa o incremento, y C es la velocidad de la luz. Esta ecuación significa que la masa se puede transformar en Energía y al revés, la energía en masa. Según esta fórmula, cuando en un proceso se pierde masa, esta no desaparece sin más, se transforma en energía, según la fórmula anterior. Según dicha fórmula, una pequeña cantidad de masa, libera gran cantidad de energía, pues la velocidad de la luz al cuadrado es: 90.000.000.000.000.000, que al multiplicarlo por la masa, resulta una energía grande en comparación con la masa transformada. Por ejemplo, si se transforma un miligramo de masa en energía, tenemos que la Energía liberada es:
E = 0.000001Kg x 90.000.000.000.000.000 = 90.000.000.000 julios = 90 giga julios.
Se obtiene electricidad al aprovechar la energía almacenada en el núcleo de los átomos. En algunos átomos muy pesados, el núcleo se puede dividir en dos partes más pequeñas. El proceso de fisión nuclear libera una enorme cantidad de calor, que en una central nuclear se utiliza para hacer hervir el agua; el vapor impulsa una turbina que, al girar, acciona un generador y éste produce la electricidad.
La primera aplicación práctica fue la bomba atómica, en la cual se liberó una energía de 12 kilotones (energía equivalente a 12.000 toneladas de explosivo TNT), destruyendo una ciudad entera. Esta es una forma de liberación de energía de forma incontrolada. En las centrales nucleares, el proceso está controlado, de forma que la energía no sea gigantesca, ya que destruiría el reactor, y se transformaría en una bomba atómica.
Las armas nucleares son las más poderosas y destructivas que existen. Las modernas, que pueden tener una potencia equivalente a varios millones de toneladas de TNT, suelen tener de unas 8 a 40 veces la potencia de las que devastaron Hiroshima y Nagasaki en 1945.
En la década de los 70, hubo una gran crisis energética originada por la escasez del petróleo. Esto promovió la construcción de las primeras centrales nucleares del mundo, teniendo por combustible el Uranio, evitando así, tener que depender del petróleo, y de los países exportadores, dado que con las reservas de Uranio, se puede seguir produciendo energía mediante este, durante cientos de años.
Sin embargo, más allá del poder destructor de ese tipo de energía, el uso pacifista de le energía nuclear y las diferentes ventajas que le brinda a la humanidad así como los inconvenientes que lleva implícita, es necesario recapacitar.
Riesgos radiológicos
Los materiales radiactivos emiten radiación ionizante penetrante que puede dañar los tejidos vivos. La unidad que suele emplearse para medir la dosis de radiación equivalente en los seres humanos es el milisievert. La dosis de radiación equivalente mide la cantidad de radiación absorbida por el organismo, corregida según la naturaleza de la radiación puesto que los diferentes tipos de radiación son más o menos nocivos. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, cada individuo está expuesto a unos 2,5 milisieverts anuales por la radiación de fondo procedente de fuentes naturales. Los trabajadores de la industria nuclear están expuestos a unos 4,5 milisieverts (aproximadamente igual que las tripulaciones aéreas, sometidas a una exposición adicional a los rayos cósmicos). La exposición de un individuo a 5 sieverts suele causar la muerte. Una gran población expuesta a bajos niveles de radiación experimenta aproximadamente un caso de cáncer adicional por cada 10 sieverts de dosis equivalente total. Por ejemplo, si una población de 10.000 personas está expuesta a una dosis de 10 milisieverts por individuo, la dosis total será de 100 sieverts, por lo que habrá 10 casos de cáncer debidos a la radiación (además de los cánceres producidos por otras causas).
En la mayoría de las fases del ciclo de combustible nuclear pueden existir riesgos radiológicos. El gas radón, radiactivo, es un contaminante frecuente en las minas subterráneas de uranio. Las operaciones de extracción y trituración del mineral producen grandes cantidades de material que contiene bajas concentraciones de uranio. Estos residuos tienen que ser conservados en fosas impermeables y cubiertos por una capa de tierra de gran espesor para evitar su liberación indiscriminada en la biosfera.
Las plantas de enriquecimiento de uranio y de fabricación de combustible contienen grandes cantidades de hexafluoruro de uranio (UF6), un gas corrosivo. Sin embargo, el riesgo radiológico es menor, y las precauciones habituales que se toman con las sustancias químicas peligrosas bastan para garantizar la seguridad.
Sistemas de seguridad de los reactores
Se ha dedicado una enorme atención a la seguridad de los reactores. En un reactor en funcionamiento, la mayor fuente de radiactividad, con diferencia, son los elementos de combustible. Una serie de barreras impide que los productos de fisión pasen a la biosfera durante el funcionamiento normal. El combustible está en el interior de tubos resistentes a la corrosión. Las gruesas paredes de acero del sistema de refrigeración primario del RAP forman una segunda barrera. La propia agua de refrigeración absorbe parte de los isótopos biológicamente importantes, como el yodo. El edificio de acero y hormigón supone una tercera barrera.
Durante el funcionamiento de una central nuclear, es inevitable que se liberen algunos materiales radiactivos. La exposición total de las personas que viven en sus proximidades suele representar un porcentaje muy bajo de la radiación natural de fondo. Sin embargo, las principales preocupaciones se centran en la liberación de productos radiactivos causada por accidentes en los que se ve afectado el combustible y fallan los dispositivos de seguridad. El principal peligro para la integridad del combustible es un accidente de pérdida de refrigerante, en el que el combustible resulta dañado o incluso se funde. Los productos de fisión pasan al refrigerante, y si se rompe el sistema de refrigeración, los productos de fisión penetran en el edificio del reactor.
Los sistemas de los reactores emplean una compleja instrumentación para vigilar constantemente su situación y controlar los sistemas de seguridad empleados para desconectar el reactor en circunstancias anómalas. El diseño de los RAP incluye sistemas de seguridad de refuerzo que inyectan boro en el refrigerante para absorber neutrones y detener la reacción en cadena, con lo que la desconexión está aún más garantizada. En los reactores de agua ligera, el refrigerante está sometido a una presión elevada. En caso de que se produjera una rotura importante en una tubería, gran parte del refrigerante se convertiría en vapor, y el núcleo dejaría de estar refrigerado. Para evitar una pérdida total de refrigeración del núcleo, los reactores están dotados con sistemas de emergencia para refrigeración del núcleo, que empiezan a funcionar automáticamente en cuanto se pierde presión en el circuito primario de refrigeración. En caso de que se produzca una fuga de vapor al edificio de contención desde una tubería rota del circuito primario de refrigeración, se ponen en marcha refrigeradores por aspersión para condensar el vapor y evitar un peligroso aumento de la presión en el edificio.
Pruebas, incidentes y accidentes nucleares
A pesar de las numerosas medidas de seguridad, en 1979 llegó a producirse un accidente en el RAP de Three Mile Island, cerca de Harrisburg (Pennsylvania, EEUU). Un error de mantenimiento y una válvula defectuosa llevaron a una pérdida de refrigerante. Cuando comenzó el accidente, el sistema de seguridad desconectó el reactor y el sistema de emergencia para enfriamiento del núcleo empezó a funcionar poco tiempo después según lo prescrito. Pero entonces, como resultado de un error humano, el sistema de refrigeración de emergencia se desconectó, lo que provocó graves daños en el núcleo e hizo que se liberaran productos de fisión volátiles procedentes de la vasija del reactor. Aunque sólo una pequeña cantidad de gas radiactivo salió del edificio de contención lo que llevó a un ligero aumento de los niveles de exposición en los seres humanos, los daños materiales en la instalación fueron muy grandes, de unos 1.000 millones de dólares o más y la tensión psicológica a la que se vio sometida la población, especialmente las personas que vivían cerca de la central nuclear, llegó a ser muy grave en algunos casos.
La investigación oficial sobre el accidente citó como causas principales del mismo un error de manejo y un diseño inadecuado de la sala de control y no un simple fallo del equipo. Esto llevó a la entrada en vigor de leyes que exigían a la Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos que adoptara normas mucho más estrictas para el diseño y la construcción de centrales nucleares y obligaban a las compañías eléctricas a ayudar a las administraciones de los estados y los condados a preparar planes de emergencia para proteger a la población en caso de que se produjera otro accidente semejante.
Desde 1981 las cargas financieras impuestas por estas exigencias han hecho tan difícil la construcción y el funcionamiento de nuevas centrales nucleares que las compañías eléctricas de los estados de Washington, Ohio, New Hampshire e Indiana se vieron obligadas a abandonar centrales parcialmente terminadas después de gastar en ellas miles de millones de dólares. En 1988, se calculaba que el coste acumulado para la economía estadounidense por el cierre de esas centrales, sumado a la finalización de centrales con unos costes muy superiores a los inicialmente previstos, ascendía nada menos que a 100.000 millones de dólares.
El 26 de abril de 1986, otro grave accidente alarmó al mundo. Uno de los cuatro reactores nucleares soviéticos de Chernobil, a unos 130 km al norte de Kíev (en Ucrania), explotó y ardió. Según el informe oficial emitido en agosto, el accidente se debió a que los operadores del reactor realizaron unas pruebas no autorizadas. El reactor quedó fuera de control; se produjeron dos explosiones, la tapa del reactor saltó por los aires y el núcleo se inflamó y ardió a una temperatura de 1.500 °C. Las personas más próximas al reactor recibieron una radiación unas 50 veces superior a la de Three Mile Island, liberó unas 500 veces más radiación que la bomba atómica arrojada por Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945, mató en el acto a 31 personas, una nube de lluvia radiactiva se dirigió hacia el Oeste. La nube radiactiva se extendió por Escandinavia y el norte de Europa, según descubrieron observadores suecos el 28 de abril. A diferencia de la mayoría de los reactores de los países occidentales, el reactor de Chernobil carecía de edificio de contención. Una estructura semejante podría haber impedido que el material saliera del reactor. Alrededor del sitio del accidente hay un área contaminada de unos 30 kilómetros cuadrados, y los tres países que sufren peores consecuencias son Ucrania, Rusia y Belarús. La radiación lanzada a la atmósfera fue culpada por decenas de miles de muertes por cáncer y por el notorio aumento de enfermedades genéticas en esos tres países desde 1986.
El principal obstáculo para paliar las consecuencias del accidente ha sido la escasez de los recursos aportados por la comunidad internacional, que dejó la cuestión librada en gran parte a los esfuerzos de las tres naciones más afectadas, las cuales tienen importantes problemas económicos. Las estadísticas sanitarias de Ucrania, Belarús y Rusia muestran el aumento de enfermedades relacionadas con la exposición a radiactividad, y el riesgo de cáncer de tiroides se multiplicó por 10 para los ucranianos desde 1986.
En Ucrania más de 3 millones de sus ciudadanos han sido afectados por el accidente, incluyendo a más de un millón de niños, se ha registrado también un importante descenso de la natalidad y la mortalidad infantil casi triplica el promedio europeo. Tras el desastre los casos infantiles de cáncer de tiroides en Belarús se multiplicaron por más del 33 %. La contaminación causada por el accidente en Rusia afecta a unos 57.000 kilómetros cuadrados de territorio, en los cuales viven alrededor de tres millones de personas.
Unos 184.000 rusos sufrieron consecuencias de la radiactividad, en especial quienes trabajaron para paliar las consecuencias del desastre y las víctimas mortales fueron unas 10.000. En diciembre de 2001 las autoridades ucranianas desactivaron el tercer reactor nuclear de la central, que era el último que permanecía en funcionamiento. El primero instalado en 1977 fue desactivado en noviembre de 1997 y el segundo no fue reparado luego de que su edificio de turbinas se incendió en 1991. La central fue sellada con hormigón; en 1988 y se conoce como "el sarcófago" y está en malas condiciones y funcionarios de la central temen que un nuevo desastre libere en la atmósfera cientos de toneladas de polvo radiactivo letal.
El 15 de febrero de 2000 se produce una grave falla en las tuberías del reactor Indian Point 2 de la central nuclear Con Edison ubicada en Buchanan a 50 kilómetros de Nueva York; como resultado del mismo un escape de vapor radiactivo superó las instalaciones de contención y llegó a la atmósfera. La emergencia obligó a neutralizar el funcionamiento del reactor y el escape por procedimientos manuales. El accidente, el primero desde la inauguración de la planta en 1974, no habría provocado víctimas entre el personal pero produjo la consiguiente alarma en la población a pesar de no haberse detectado variación en los valores normales de radiactividad ambiental. El accidente nuclear de Fukushima I comprende una serie de incidentes, tales como las explosiones en los edificios que albergan los reactores nucleares, fallos en los sistemas de refrigeración, liberación de radiación al exterior, que se registraron en las instalaciones de la central nuclear Fukushima I en Japón, a consecuencia de los desperfectos ocasionados por el terremoto, y posterior tsunami, afectando al noreste de Japón en la jornada del 11 de marzo de 2011.
La central nuclear Fukushima Dai-Ichi Genshiryoku Hatsudensho, Fukushima I NPP, 1F), diseñada por la compañía estadounidense General Electric inició su funcionamiento en 1971. La central se compone de seis reactores nucleares del tipo BWR que juntos constituyen uno de los 25 mayores complejos de centrales nucleares del mundo con una potencia total de 4,7 GW. Fue construida y gestionada independientemente por la compañía japonesa TEPCO.
Unidad | Tipo de reactor | Inicio de operaciones | Potencia eléctrica |
Fukushima I – 1 | BWR-3 | 26 de marzo de 1971 | 460 megavatios |
Fukushima I – 2 | BWR-4 | 18 de julio de 1974 | 784 megavatios |
Fukushima I – 3 | BWR-4 | 27 de marzo de 1976 | 784 megavatios |
Fukushima I – 4 | BWR-4 | 18 de abril de 1978 | 784 megavatios |
Fukushima I – 5 | BWR-4 | 12 de octubre de 1978 | 784 megavatios |
Fukushima I – 6 | BWR-5 | 24 de octubre de 1979 | 1.1 gigavatios |
El 11 de marzo de 2011, a las 14:46 JST (tiempo estándar de Japón (UTC+9)) se produce un terremoto de 9,0 en la escala de Richter, en la costa noreste de Japón. Ese día los reactores 1, 2 y 3, operaban al mismo tiempo que las unidades 4, 5 y 6 estaban sometidas a una inspección periódica. Cuando el terremoto fue detectado, las unidades 1, 2 y 3 se apagaron automáticamente (llamado SCRAM en reactores con agua en ebullición).
A causa del corte eléctrico en los sistemas de refrigeración, fue necesaria la puesta en marcha de los generadores de emergencia para poder seguir bombeando agua al núcleo, pero el posterior tsunami también dañó estos generadores diésel a las 15:41, provocando una subida de la temperatura. Las autoridades dieron una categoría de 4 en una escala de 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares evacuando a más de 45 000 personas y comenzando a distribuir yodo, elemento eficaz contra el cáncer de tiroides derivado de la exposición a la radiación, calificando este incidente como el más grave desde el Accidente de Chernóbil.
En el reactor 1 se detectaron altas presiones de vapor superando más de dos veces el máximo establecido. La empresa Tokyo Electric Power Company decidió liberar vapor, que contenía material radiactivo, para reducir la presión en el interior del reactor. Este vapor estalla destrozando la mitad del edificio de contención secundario. La cámara de contención principal resiste. Posteriormente intentan enfriar el núcleo restableciendo el bombeo de refrigeración, incluso con agua de mar enriquecida con ácido bórico que actúa como barra de control líquida. El reactor 3 presenta problemas en su sistema de enfriamiento de emergencia, por lo cual las autoridades proveen de agua al núcleo del reactor para evitar la fusión del mismo.
El 14 de marzo, a las 11:01 a.m., hora japonesa, se registró una explosión de hidrógeno en el edificio del reactor número 3. Según informó la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) en un informe remitido al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la estructura que contiene el reactor "está intacta". Según dijo el portavoz del Gobierno Japonés, Yukio Edano, "la vasija que contiene el núcleo del reactor permanece intacta tras la explosión". En el comunicado se informaba que el reactor número 2 también tenía algún problema de refrigeración que hacía necesario inyectarle agua del mar como a los otros dos.
El sistema de refrigeración del reactor número 2 se detuvo el día 14 de marzo, según el periódico Yomiuri citando información recibida de la prefectura de Fukushima. Tokyo Electric comunicó que el agua de mar usada para enfriar los dos reactores está siendo retenida en la instalación. El viento en el área de Fukushima sopla a menos de 10 km/h, generalmente en dirección nor-noreste, de acuerdo al informe diario de la Agencia Meteorológica de Japón.
El Pentágono ordenó alejar los barcos que tiene desplegados en Japón y situarlos fuera de la dirección del viento tras detectar radiactividad en 17 militares del portaaviones USS Ronald Reagan (CVN-76) que se encontraba 160 kilómetros al noreste de la central. Una explosión ocurrió en el edificio del reactor 2 el 15 de marzo a las 6:10 JST y el sistema de supresión de presión, el cual se encuentra en la parte de abajo de la vasija de contención, se ha dañado. Se informó que los niveles de radiación exceden el límite legal y los operadores han comenzado a evacuar a los trabajadores de la planta. Tiempo más tarde, la agencia Kyodo News informó de que el nivel de radiación llegaba a los 8.217 micro sievert por hora.
El 15 de marzo se produjo una explosión e incendio en el edificio del reactor 4. La explosión se atribuye a acumulación de hidrógeno catalizado de las barras de combustible depositadas en la piscina de combustible usado del reactor. Las autoridades japonesas han informado al OIEA que se ha liberado radiactividad a la atmósfera tras la explosión y el incendio. Los niveles de radiación al norte de Tokio superan en diez a los normales. Los niveles de radiación en la ciudad de Maebashi a 100 kilómetros al norte de Tokio son 10 veces los normales y en Saitama 40 veces.
A las 5:45h, hora local, aparece un nuevo incendio en el reactor 4, apreciándose llamas en la esquina noroeste del edificio de cuatro plantas. La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos informó que las radiaciones en la central son "extremadamente altas" y que hay "altos niveles de radiación" alrededor del reactor que complican el trabajo de los operarios que trabajan allí ya que podrían recibir dosis de radiación letales si están expuestos aún durante lapsos breves.
El 18 de marzo las autoridades de Japón elevaron el nivel de alerta nuclear de 4 a 5 puntos, en la escala internacional con un máximo de 7 relativa a los accidentes nucleares. Por otro lado se está volcando agua en grandes cantidades en el reactor que contenía plutonio para enfriarlo y evitar una posible fusión del núcleo. El director general de la empresa TEPCO, Akio Komiri, ofreció una conferencia de prensa para explicar el desastre que provocaron en la instalación nuclear el terremoto y tsunami.
El 21 de marzo volvió a salir humo de dos de los reactores, el 2 y el 3. El reactor 3 emplea plutonio y es uno de los más dañados por el terremoto y el tsunami. Si bien, el humo no continuó saliendo durante todo el día lo ocurrido ha generado más preocupación cuando se pensaba que las operaciones estaban dando resultados. La OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), ha informado de que ha habido avances tendentes a controlar la situación, pero que la misma sigue siendo grave. El 28 de marzo la Compañía Tepco, que opera en la central nuclear de Fukushima, ha informado que se ha confirmado la detección de plutonio en dos de los cinco puntos de suelo muestreados en torno a la central de Fukushima. El plutonio detectado procede de muestras recogidas 7 días antes, tiempo necesario para realizar la medida en el laboratorio.
El sábado 2 de abril se descubre una grieta en la fosa de hormigón del reactor 2 por la que se filtra, según la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA), una sustancia radioactiva proveniente del combustible del núcleo del reactor 2. Ello contamina millones de litros de agua que terminan vertidos al mar. Los operarios de Fukushima Daiichi detectaron en las inmediaciones de la planta niveles de radioactividad de yodo-131 7.5 millones de veces lo permitido legalmente en agua de mar y 1.1 millones de veces superiores de cesio-137, según unas muestras recogidas el lunes 4 de abril.
El martes 5 de abril se vierte deliberadamente agua contaminada al mar para hacer sitio en los depósitos a agua más contaminada todavía. Al final de ese mismo día se anuncia el fin de la fuga tras haber conseguido cerrar la grieta, después de inyectar 1500 litros de silicato de sodio en la grava por debajo del fondo del depósito por donde se filtraba el agua radiactiva. El lunes 11 de abril, el gobierno Japonés eleva el nivel INES de 5 a 7, el mismo que tuvo el accidente de Chernóbil, y el más alto que existe. Ese día ocurre un incendio extinguido rápidamente en un edificio anexo al reactor 4. Para el 19 de abril La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón confirma que las barras de combustible de los reactores 1 y 3 en la central nuclear de Fukushima-1 se han fundido parcialmente.
El 21 de abril TEPCO confirma que el agua vertida al mar supera en 20.000 veces el máximo anual legal de radiación. El Gobierno de Japón ha decidido prohibir legalmente la entrada en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central nuclear de Fukushima. El día 27 de abril se detecta en España, y en otros países de Europa según el Consejo de Seguridad Nuclear, un aumento de yodo y cesio en el aire europeo que proviene del accidente nuclear de Fukushima. El Consejo de Seguridad Nuclear afirma que no existen peligros para la salud.
Pocos días después del accidente se detectó yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio así como altos niveles de radiactividad en leche producida en la proximidad de la central y en espinacas producidas en la vecina Prefectura de Ibaraki. Una semana después del accidente en la central nuclear se pudo detectar en California partículas radiactivas procedentes de Japón y que habían atravesado el Océano Pacífico. Algunos días después se detectó yodo radiactivo en Finlandia. En ambos casos se descartaba que los niveles de radiación detectados fuesen peligrosos.
Protección de la población.
En un principio se evacuaron a más de 45 000 personas en un radio de 20 km alrededor de la central y comenzando a distribuir yodo, el consumo de cuya forma estable (Yodo 127) limita la probabilidad de cáncer de tiroides derivado de la emisión a la atmósfera de yodo radiactivo (I-131). Se ha calificado este incidente como el más grave desde el accidente de Chernóbil. El 13 de marzo el gobierno aumentó el radio de evacuación de 10 a 20 km llegando a 170.000 personas evacuadas. El día 25 de marzo se volvió a aumentar el radio de evacuación hasta los 30 km desde la central en vistas del aumento de la radiación en los alrededores.
La policía estableció controles en un radio de 30 km para impedir el acceso de la población. Se cerraron comercios y edificios públicos y el gobierno recomendó a los habitantes de la zona no salir de sus casas, cerrar ventanas y desconectar sistemas de ventilación, no beber agua del grifo y evitar consumir productos locales. Varios países aconsejan no viajar a Japón por el riesgo de contaminación nuclear. Además las autoridades piden a la población permanecer en sus casas, no abrir ventanas e incluso secar ropa dentro de sus casas por la contaminación radioactiva que se expande por el aire. Muchas personas de la zona también buscan cómo salir del área afectada por lo que aeropuertos cercanos y estaciones de trenes se encuentran saturados y en algunos casos se ha quedado gente a dormir en espera de que el transporte llegue.
Los evacuados de los alrededores de esta central nuclear se les permitió el ingreso a la zona de exclusión de manera temporal por un máximo de 5 horas y un habitante por familia, ya que se le permitirán que ocupen 2 horas de ese tiempo para recoger las pertenencias y documentos importantes de sus hogares, esto por órdenes del Primer Ministro del país.
Consecuencias políticas.
En Alemania, la canciller Angela Merkel tras reunir un gabinete de crisis convocado con motivo de la situación en Japón, comunicó que hará comprobar la seguridad de las 17 centrales nucleares existentes en el país. Se ha establecido una moratoria de tres meses sobre la ley aprobada en septiembre para extender una media de doce años la vida de las centrales nucleares alemanas. El día 15 de marzo.
En España, la organización Ecologistas en Acción ha pedido el adelanto del cierre de la central nuclear de Garoña, cuyo modelo del reactor es el mismo que los de Fukushima fabricados por General Electric y en el mismo año, y ha organizado una concentración para pedir el cierre de las centrales nucleares.
El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, afirmó que debe comprobarse rigurosamente la seguridad en las centrales más antiguas sin descartar el cierre de aquellas que fuese necesario.
En Suiza, la ministra de Energía, Doris Leuthard anunció que el gobierno ha decidido suspender todos los procesos de autorización de nuevas centrales nucleares hasta que se examine la seguridad de las ya construidas. Se realizará una inspección federal que analizará las causas exactas de los accidentes de Japón, y se tendrá en cuenta para decidir si se revisan las normas al respecto en Suiza.
El gobierno de Austria que prohíbe en su constitución la instalación de plantas nucleares en su territorio pide que se lleven a cabo pruebas de resistencia en todas las centrales nucleares europeas para revisar sus niveles de seguridad.
En Chile, se ha generado una gran controversia sobre la instalación de centrales nucleares, a raíz de que el gobierno de este país además firmó un acuerdo de cooperación en la capacitación de personal chileno en materia de Energía Nuclear con el gobierno de los Estados Unidos.
Consecuencias económicas.
El índice Nikkei después de dos días de operaciones había perdido más del 14% significando casi 1.400 puntos a pesar de una inyección por parte del Banco de Japón de más de 43.761 millones de euros. Si bien en los días siguientes se produjeron rebotes al alza de más del 5% en un día. Pocos días después, algunos estudios valoraban en unos 75.500 millones de euros los daños producidos por el terremoto y posterior tsunami en Japón. El Banco Mundial por su parte, valoró los daños entre 87.000 y 166.000 millones de euros. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE recorta a la mitad su previsión de crecimiento de Japón hasta el 0,8% cuando antes era del 1,7%.
Críticas ante el accidente.
El 16 de marzo de 2011 Yuri Andreyev, responsable de descontaminar la ciudad de Chernóbil de 1986 a 1991, manifestó que el organismo del OIEA "es muy cercano a los intereses de la industria nuclear al proceder la mayoría de sus expertos de empresas del sector. Además considera al OIEA muy débil para tratar catástrofes nucleares por su falta de independencia. En palabras de Andreyev: "Después del accidente de Chernóbil, le dije al entonces director del OIEA, Hans Blix, "que era necesario crear una organización cuya función fuera tratar con accidentes" pero, evidentemente, no se ha creado.
El Secretario Ejecutivo del Acuerdo de Riesgos Mayores del Consejo de Europa, Eladio Fernández Galiano, después de abrir la cumbre científica sobre el accidente de Chernóbil en Kiev el 22 de abril de 2011 como parte de las actividades del 25 aniversario de dicho accidente nuclear declaró que los miembros de los organismos de control de la industria nuclear (OIEA y los Consejos de Seguridad Nuclear de los distintos países en el caso de Japón la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial) provienen de la propia industria, son endogámicos y después del accidente de Fukushima no han cumplido su labor reguladora y de control de las empresas que gestionan centrales nucleares. Después del accidente de Chernóbil la industria nuclear nos dijo que no iba a volver a pasar.
El 16 de marzo de 2011 Yuri Andreyev también señaló que el reactor 3 de la central de Fukushima I era el más peligroso ya que se estaba usando el combustible MOX mezcla de óxido de uranio y óxido de plutonio que la empresa francesa Areva estaba usando experimentalmente en dos centrales nucleares japonesas. Greenpeace ya en el año 2001 advertía a la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos que el uso del combustible MOX facilitado por la empresa francesa Areva debía abandonarse por su alto riesgo y dejar de enviarse a la central de Fukushima I ya que los reactores convencionales no estaban preparados para ese combustible. Además, desde 2002, la empresa japonesa TEPCO habría falsificado los controles de calidad. El MOX, que producía mayor rendimiento energético, habría demostrado su inestabilidad y por tanto la dificultad de su control ya que sufría dos diferentes reacciones la del uranio y la del plutonio en un mismo reactor.
El accidente de Fukushima ha vuelto a poner sobre la mesa las consecuencias negativas que la firma el 28 de mayo de 1959 del Acuerdo WHA12-40 entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) suponen para la consecución de los objetivos de la OMS. Según la agrupación de organizaciones no gubernamentales por la independencia de la OMS dicho acuerdo ha sido muy negativo, desde su constitución y de manera especial ante las catástrofes nucleares como han sido el accidente de Chernóbil y el accidente de Fukushima en Japón. Se considera que dicho acuerdo ha limitado gravemente la protección de la salud de los ciudadanos del mundo en relación con la contaminación radiactiva. Se señala que en los países con actividad nuclear, los estudios epidemiológicos son raros y casi inexistentes.
Principales pruebas e incidentes nucleares.
1945/07/06 – EE.UU: Primera prueba de una bomba atómica, denominada Trinity en Alamogordo, Nuevo.México.
1945/08/06 – Japón: Bombardeo de Hiroshima por parte de los EE.UU.
1945/08/09 – Japón: Bombardeo de Nagasaki por parte de los EE.UU.
Los resultados de su empleo contra Japón, poniendo fin a la guerra, no pudieron ser mas devastadores; al pavoroso número de victimas directas de los bombardeos siguió aun décadas mas tarde un sinnúmero de crueles muertes provocadas por la radiación liberada por las explosiones, cuya intensidad y características eran entonces en gran medida desconocidas.
1946/06/00 – Atolón de Bikini en el Pacífico:
En la Operación Crossroads se detonan dos bombas el 30 de junio y el 24 de julio respectivamente.
1949/00/00 – Primera prueba atómica realizada por Rusia.
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