- Hipótesis
- Poemas del Violín del Diablo
- Poemas de Miércoles de ceniza
- Poemas de La calle del agujero en la media
- Conclusión
- Apéndice
- Notas al pie
- Bibliografía
En esta propuesta se trata de analizar cuál es el sesgo peculiar que Raúl González Tuñón produjo desde su participación en la revista Martín Fierro. Tomar los tres libros iniciales de poesía del autor y relevar su singularidad (su estética) poética en seis poemas en los niveles fónico, sintáctico, retórico, métrico, simbólico, temático, etc.
Los tres libros son: El Violín del diablo (1926), Miércoles de ceniza (1928) y La Calle del Agujero en la Media (1930). Del primero se analizará: Sinfonía en rojo y negro y Aguafuerte. Del segundo: El monito del servio y El reloj de Beresford. Y del tercero: La calle del paso de la mula y Sobre las catedrales, sobre la guerra. Estos poemas aparecerán en el Apéndice.
La escritura de Tuñón funciona como bisagra entre ambas vanguardias del 20", Florida y Boedo.
En el Violín del Diablo toma del grupo de Florida la figura del flaneur1. Mientras que de Boedo el tema de mostrar, sin ningún tipo de carácter despectivo incluso con un fin didáctico, las zonas marginales de Bs.As y los personajes que la habitan. Entre ellos los prostibulos, los inmigrantes, los puertos, los marineros, las fabricas y el Bajo. Apareciendo así la injusticia y la ciudad.
Entre tanto en Miércoles de ceniza el flaneur sigue apareciendo, pero con menos frecuencia. En cambio el yo lírico comienza a compararse o identificarse con ciertos personajes que aparecen en los poemas. Para buscar cierto compromiso con la realidad como los de Boedo. Esto también ocurre con los temas. Ya que este realizará, con un fin pedagógico, un revisionismo trasgresor del pasado y el presente de la Historia Argentina tomando la política como uno de sus aspectos principales. Y a su vez se produce una revisión en el campo literario. Colocando a las vanguardias de esa época, principalmente la rival de Florida, como elementos primordiales para que Tuñón ejerza su tarea de poeta.
En La calle del agujero en la media se deja de lado la subjetividad, ya que el sujeto textual se vuelve colectivo. Porque no solo busca compararse con los personajes marginales de sus poemas sino transformarse en la voz de los mismos. Sin embargo también se distingue un yo que sabe por la actividad de viajero y periodista que tuvo el autor. Los temas que se tratan en este libro son: la vida cotidiana que agobia a las ciudades, los sectores marginales y los otros, los hechos contemporáneos como la futura guerra en Europa y la dominación social. Por lo tanto como en los otros libros se toman los mismos temas que los miembros de Boedo y con la misma función, enseñar sobre los mismos. Por lo tanto todo esto (los temas y la aparición o no de la subjetividad) tiene como finalidad encontrar en su poesía cierto compromiso con la realidad como los otros miembros de este grupo.
Teniendo en cuenta los otros aspectos poéticos, se usan las formas tradicionales. Menos en el último libro, que por la utilización de la nueva estética del surrealismo, se producen cambios en el nivel métrico, fonológico, simbólico y retórico. A su vez por el manejo de este nuevo movimiento se contribuye a una de las características propias del grupo de Florida.
Desarrollo
Sinfonía en rojo y negro
Según su métrica se trata de versos decasílabos, por lo tanto son de arte mayor. Las estrofas están organizadas en cuartetas. Con respecto al nivel fonológico hay rima consonante, ya que los finales de las palabras tienen igual las vocales y las consonantes. En este poema encontramos las siguientes terminaciones: ado, ica, ante, jos, ías, etcétera.
En el nivel sintáctico encontramos la repetición de estructuras similares o idénticas que van de arriba hacia abajo, denominadas paralelismos. Por ejemplo en el segundo y tercer verso de la séptima estrofa. También horizontalmente, llamadas correlaciones. Ejemplo: el tercero y cuarto verso de la segunda estrofa, el segundo y el tercer verso de la tercera. A su vez aparece un hipérbaton en los siguientes versos:"¿En su lejano, salvaje y cálido país?/" y "¿En su siberiano suelo frígido, blanco y gris?/"a. En ambos casos se lo considera de este tipo porque el sustantivo debería ir antes que los adjetivos. Además aparece la repetición de la palabra suena. También la eliminación de la conjunción y en el primer verso de la tercera estrofa. A esto se lo denomina asíndeton.
En el nivel simbólico están las siguientes metáforas: muertas primaveras, que se refiere al recuerdo de los tiempos felices de los marineros y las prostitutas; y el camino triste y largo que hace alusión a la vida de pobreza y decesión de ambos personajes (el negro y el ruso). Además hay una personificación del flautín y la balalaika, ya que se trata de objetos inanimados a los que se les atribuye conductas humanas como callar y dar las notas. También los labios gruesos funcionan como metonimia2 del negro al igual que los cabellos rojos en el ruso.
A su vez se distinguen diversos símbolos como los parroquianos. Debido a que estos personajes no solo son trabajadores de la iglesia sino que representan ese sector de la sociedad que no pertenece a los marginales y los desprecia. Otro símbolo es el platillo, ya que al mismo tiempo que es un lugar para poner el dinero de los espectadores representa la pobreza de los músicos ambulantes. Por último, en este nivel, encontramos la subjetividad. Aquí aparece el yo lírico3 ante la utilización de verbos en primera persona del modo indicativo. Este yo aparece como un flaneur, un bohemio que transita y observa las zonas periféricas o marginales. Debido a que en este poema se distingue que ese yo se encuentra dentro del White Corner porque ve que los parroquianos escuchan la música.
En el nivel temático el poema habla de la situación de pobreza de los dos músicos ya que menciona la mala condición de los instrumentos (el flautín estaba abollado) y que la paga de los mismos solo entraba en un platillo. También como viven los inmigrantes, ya que uno de ellos venía de Jamaica y el otro de Rusia. A su vez la poca importancia que le dan los otros sectores de la sociedad, representados en el poema con la figura de los parroquianos.
Mientras que en el nivel retórico están las exclamaciones que expresan el dolor por la pobreza de los dos músicos. Además de la nostalgia que poseen el negro y el ruso por sus lugares de origen, es decir, por tiempos mejores. A su vez aparecen las interrogaciones. Estas no se utilizan para obtener información sobre lo que piensan los dos artistas sino para afirmar y enfatizar que su pensamiento habla del recuerdo de sus respectivos lugares de nacimiento. También esta la comparación, a partir del verbo parecer, de los parroquianos con dos personajes de Andreief. Además de un apóstrofe por la aparición de los verbos en segunda persona del plural del modo imperativo. Porque a partir de ellos el hablante obstaculiza el discurso para dirigirse a las personas que se encuentran dentro del bar.
Aguafuerte
Este poema no tiene una métrica fija, ya que hay diversas medidas en los versos y una estructura indeterminada en las estrofas. En el nivel fonológico posee una rima consonante. Algunas de las terminaciones que constituyen esta rima son: ríos, res, cas, oja, íos, entre otros.
Dentro del sintáctico aparecen repeticiones de estructuras similares o idénticas dispuestas en correlaciones, como las que están en el quinto verso de la primera estrofa y la siguiente: "/Una prostituta coja y los cuervos del frío/"b. Y también en paralelismos, por ejemplo: el primer verso de la cuarta estrofa y el cuarto de la última estrofa, el quinto verso de la cuarta estrofa y el sexto de la penúltima estrofa. A su vez surgen diversos encabalgamientos en el primer verso de la primera y tercera estrofa. Debido a que al final de estos no se señala la pausa de costumbre y se enlaza con el siguiente como si se tratará de un texto escrito en prosa. También está el hipérbaton en el primer verso de la cuarta estrofa ya que el verbo camino debería ir antes que la estructura encabezada por como. Y cuando menciona que la gente viene de mares y ríos lejanos, este adjetivo tendría que estar después de los sustantivos que modifica y no se tendría que repetir dos veces. Sin embargo está repetición cumple la función de enfatizar dicha idea al igual que cuando se menciona la calle Pedro Mendoza y los bodegones. Por último se elimina la conjunción y en el quinto verso de la cuarta estrofa, el segundo de la anteúltima y penúltima estrofa.
En el nivel simbólico aparecen metáforas4 cuando se habla: de altares de alcoholismo y desvaríos, ya que esta idea se remplaza con las tabernas; de claustros siniestros donde hay misas rojas (hace referencia a los prostíbulos); del espíritu que le gusta las mañanas claras y las aguas frescas, hace alusión a los marineros; el fraile marino que hace referencia a la labor del poeta y el patio (las calles). También cuando se caracteriza a este último como sonoro y encendido está la sinestesia. Puesto que se combinan dos sensaciones pertenecientes a distintos sentidos, el auditivo y el tacto. Además los galpones, los botes, los navíos, los burdeles, las grúas, las máquinas y los barcos funcionan como metonimias. Debido a que con su sola mención se pueden imaginar como el puerto por el que pasa el poeta.
A su vez surgen diversos símbolos5 como el negro que representa lo siniestro, el aguafuerte como la zona marginal del puerto y sus alrededores (los galpones, los prostíbulos, etc), el cascabel mágico la tentación, el pajecillo negro la maldad o lo criminal y el niño representa al inmigrante. Con respecto a la subjetividad, el yo lírico esta representado con la primera persona del singular, los verbos de esta misma persona y el pronombre me. Al igual que el poema anterior aparece como un flaneur. Debido a que los verbos camino y vi hacen referencia a ese yo que recorre el puerto y observa detenidamente lo que sucede allí. Pero también su labor de poeta y viajante por las siguientes palabras: sé que certifica que ha recorrido otros puertos además de ese; siento, se identifica con lo que observa pero luego con soy y fraile marino se pone en el lugar de persona que se encargara de difundir eso que ve.
En el nivel retórico hay un pleonasmo, ya que al describir la mañana como clara, se utiliza una palabra innecesaria que no brinda información alguna. Se imitan palabras de sonidos naturales (onomatopeyas) como Ah. Por último la comparación de ese yo lírico con un sonámbulo, mediante la palabra como.
Con respecto a lo temático, este poema toma la vida cotidiana de los diversos personajes del puerto como los marineros y los inmigrantes. Y también lo describe al igual que los lugares que lo rodean como las tabernas y los burdeles.
El monito del servio
Encontramos que no hay una medida fija en cada uno de los versos. Y estos no están distribuidos en una misma cantidad de estrofas. Pero en la mayoría de los casos hay una rima asonante (las palabras con que terminan los versos finalizan con las mismas vocales). Ejemplo: a, e, i, o, etcétera. Sin embargo se distinguen algunos versos en que esta es consonante. Entre ellos: ino, nos, tal, isa, eta, entre otros.
En el nivel sintáctico aparece una correlación en el verso 16 y 17 de la última estrofa. Debido a que ambas estructuras separadas por una (,) empiezan con una preposición que encabeza un termino. También hay una alteración del orden normal de las oraciones (hipérbaton) en los primeros cuatro versos de la segunda estrofa. En el primer caso el verbo salta no debería ir después de ordenan sino luego de pero. A su vez la repetición en que el yo dice sentir un vinculo de hermandad con los gitanos, cuando se menciona que el mono daba un grito gutural y saltos mortales.
Con respecto al nivel simbólico encontramos que la caravana se le atribuye la capacidad de burlar, acción propia de los seres humanos (personificación). Además la metonimia, cuando se mencionan los ojos de la supuesta amada, ya que inmediatamente se puede pensar que estos se refieren a esta última. También está la metáfora, por ejemplo: los versos 10,11,16, 17 y 21 de la primera estrofa. Debido a que todos ellos se remplazan por otros significados, ya que es lo mismo uno que otro. En los versos décimo y undécimo de la primera estrofa se relaciona con la idea de que el poeta mostrara los diferentes aspectos en que viven los sectores marginales, no solo en la ciudad sino también en otros lugares. Los dos ejemplos que siguen a estos se sustituye con el tango por la aparición del organito y el arrabal. Y el último, la autoridad literaria y todo lo que esta considera legal.
Luego los símbolos, estos son parecidos a las metáforas pero con la diferencia que se pueden suplantar o no con otros significados. Este es el caso de la palabras hermanos que se refiere en este poema a la unión entre el yo que habla y los gitanos, sin camisa a la igualdad entre ellos, el color blanco lo puro y la canción (versos 14 y 15 de la última estrofa) al poeta. Todos estos ejemplos en otros textos pueden tener o no este significado. El último aspecto que encontramos en este nivel fue la subjetividad. A diferencia de los otros poemas del Violín del diablo el yo lírico no solo se limita a caminar y a observar lo que ve. Aquí se plantea la idea que tiene Tuñón. La cual consiste en no hacer caso a lo que la autoridad literaria dice y buscar su propio rumbo en la descripción de sectores marginales (como los gitanos). Esto puede verse de dos maneras diferentes: la primera mediante la utilización de la primera persona del singular, los verbos de esta misma persona y las palabras me y mi corazón; y la otro es por la identificación que hace ese yo con la figura del monito. En primer caso esto se da fuertemente con los verbos sentí (establece la sensación de unión con los gitanos), nací (la afirmación de poetizar a esos sectores), voy (que remite a la metáfora de la carreta) y doy (la decisión de ser un flaneur). Con respecto al monito se identifica con el yo lírico porque este último no quiere mantenerse en el mismo lugar (hacer lo que la autoridad literaria diga) sino buscar otros rumbos; es decir, busca saltar como lo hace el animal. Y así llenar su pandereta (cumplir su rol de poeta).
En el nivel retórico aparece la comparación por el vínculo: entre la mano del servio con la del pájaro y el palo, el monito con el signo aritmético mediante el verbo parecer y el corazón con los payasos a través de la conjunción como. Después esta el eufemismo cuando se refiere al trampolín. Aquí a partir de una intención irónica se busco remplazar un término escandaloso por otro más inofensivo. Luego las exclamaciones que expresan sorpresa de parte del yo lírico por los saltos que realiza el mono. Después encontramos un pleonasmo, ya que al decir calle es innecesario mencionar que esta quieta porque no brinda ninguna información. Y por último las interrogaciones, que en este caso no buscan una respuesta a si nació o no para ser un poeta diferente al ámbito tradicional. Sino que se trata de afirmar y enfatizar eso que constituye la pregunta.
En el temático se establece la función que va tener Tuñón como poeta, la misma aparece como diferente a la conservadora y más cercana a las vanguardias (especialmente a la de Boedo). Esto se da mediante las figuras de los gitanos y el monito. En el primer caso representa los temas que él quiere referir en su poesía y la siguiente encarna al poeta que desea pasar de lo tradicional a lo nuevo.
El reloj de Beresford
Teniendo en cuenta la métrica no hay una medida fija en los versos ni una misma distribución en las estrofas. Mientras que en el nivel fonológico aparece una rima asonante. Las terminaciones que surgen son: a, o, e, etcétera.
En el sintáctico hay paralelismos. Por ejemplo: los tres primeros versos de la cuarta estrofa con los dos versos que conforman la última estrofa. Debido a que se tratan de estructuras similares (sustantivo seguido de una proposición encabezada con que) dispuestas verticalmente. También surgen correlaciones, desde el verso 4º hasta el último de la cuarta estrofa. Puesto que hay un circunstancial de lugar encabezado por la preposición en, luego le sigue un verbo y después un sustantivo modificado por un adjetivo. A su vez hallamos la repetición de las palabras patios, Luján y la siguiente frase: "rieles que hieren todos los horizontes de mi patria"c. Además descubrimos un encabalgamiento en la primera estrofa. Porque al final de los tres versos que la conforman no se lleva a cabo la pausa tradicional y se conecta con la siguiente como si fuera un texto escrito en prosa. También se repiten conjunciones (polisíndeton) en dos últimos versos de la penúltima estrofa.
En el nivel simbólico surge la personificación del péndulo del reloj, el cepo y los rieles. Porque estos objetos no pueden guillotinar (como en el primer caso), apretar como el cepo ni herir como los rieles. Además este último ejemplo funciona a modo de metonimia del ferrocarril al igual que los patios y la piedad criolla con respecto al museo de Luján. A su vez hay una sinestesia, ya que se combina sensaciones que forman parte del sentido de la vista (la luz de las estrellas) y el tacto (mojada). También aparecen diversas metáforas, por ejemplo: el tercer verso de la penúltima estrofa se remplaza por el hecho en el cual el virrey Cisneros se oculto en Luján durante la primera invasión inglesa; el primero y segundo verso de la última estrofa. Porque uno de ellos se refiere a la dominación económica ejercida por los ingleses a través de los ferrocarriles y el otro suplanta el interés de dominar la Argentina que continua a pesar de las fracasadas invasiones del siglo XIX. A su vez la piedad criolla es una metáfora puesto que remplaza la idea de la falta de principios para impedir esa conquista extranjera.
Luego encontramos los símbolos: la ciudad de Luján representa a nuestro país; el reloj al pasado y al presente (de Tuñón) y el patio del museo los sucesos que forman la historia Argentina. Por último esta la subjetividad, en este poema el yo lírico no hace un recorrido por el museo de Luján sino por las diversas épocas de nuestro país que tuvieron como protagonista este lugar. Por lo tanto no hay un flaneur pero se mira detenidamente cada uno de los hechos históricos con un ojo crítico. Todo esto puede constatarse a través de la segunda estrofa en donde hay una comparación entre la primera persona del singular que representa a González Tuñón con su abuelo. Debido a que por medio del verbo descubro se produce una identificación entre dos tiempos: el pasado (el abuelo) y el presente (el yo que aparece escrito en el texto) como sucede en el poema.
Con respecto al retórico aparece la comparación anterior y una antonomasia. Esta última se refiere al adjetivo que modifica a virrey que sustituye un nombre propio (Cisneros).
El tema de este poema (nivel temático) es la política ejercida por la Argentina con Inglaterra en el pasado y en el presente del poeta. Esto se desarrolla aquí mediante un recorrido histórico tomando como figura el museo de Luján. A partir de este se habla de la falta de actitudes para evitar el dominio inglés en nuestro país mediante la mención: del virrey Cisneros, los unitarios (por la figura de Paz) que están a favor de Inglaterra y de los rieles (ferrocarriles) que expresan la dominación inglesa en el campo económico durante la época actual de Tuñón.
Poemas de La calle del agujero en la media
La Calle del Paso de la Mula
Este poema esta compuesto por versos libres, distribuidos en un versículo6. Debido a que no hay: una métrica fija, una distribución igualitaria de las estrofas ni rima.
En el nivel sintáctico encontraremos paralelismos en los versos 17 y 18; y en el tercero y el noveno. El primer caso porque esta formado por el artículo un, luego le sigue un sustantivo y una estructura encabezada por un pronombre relativo. Mientras que en el segundo ejemplo se considera un paralelismo puesto que esta formado por la palabra igual, después la estructura encabezada por que y una coma. Además esto último funciona como correlación, ya que también se da en forma horizontal. A su vez el verso veintiséis es de este tipo porque separados por una coma se encuentran un gerundio, luego la palabra cuatro y cosas. Dentro de este nivel aparece la repetición de los dos primeros versos, del dieciséis y del diecinueve. A su vez encontramos un encabalgamiento en los tres últimos versos, ya que al final de estos no se señala la pausa de costumbre y se enlazan con el siguiente como si se tratará de un texto escrito en prosa.
Con respecto al simbólico aparece la personificación del sol, de los ómnibus y de la muerte. Porque ninguno de estos objetos puede ser bondadoso y piadoso ni tener la capacidad de acostarse. También las palabras subterráneo, puentes y ómnibus funcionan como metonimia de la ciudad moderna. A su vez surgen diferentes símbolos como el afiche del jabón (de la modernidad y el consumo), la muerte representa la rutina de la ciudad y nuestro vecino que se refiere al sujeto invadido por lo habitual sin tener conciencia de ello. Además encontramos diversas metáforas como el verso que habla sobre la mosca, se puede remplazar por el hecho en el cual el hombre está atrapado por lo cotidiano; las esquinas donde se dirigen los ómnibus por las paradas de colectivo y "Estarán allí siempre"d por la idea en que todas las ciudades tienen las mismas rutinas y lugares (paradas de autobuses, afiches, puentes, etc).
A diferencia de los otros poemas analizados aparecen fenómenos visionarios. Los mismos no son imágenes tradicionales ni metáforas comunes; ya que no se pueden entender mediante la lógica. Por lo tanto la comparación no se da por parecidos entre las partes que forman la imagen sino por compartir una misma emoción. Este es el caso del muchacho silbando al mingitorio y la isla de los abrazos. Por último no aparece la subjetividad. Debido a que el sujeto textual se pluraliza, porque trasmite la voz de esas personas que no comparten la misma rutina que los restantes. Esto se desarrolla por medio de la primera persona del plural y los verbos de esta misma persona. A partir de esto aquellos sujetos se quejan de los hechos cotidianos de los otras personas, ya que ellos poseen unos diferentes (se dice que mientras los demás se levantan temprano ellos aún no han dormido). Por esta razón se encuentran solos en lugares apartados. Pero los otros los rodean porque se los denomina en el poema nuestros vecinos.
En el nivel retórico esta la paradoja, que consiste en un enunciado disparatado para el sentido común. Por ejemplo: se quejan de estar muertos y luego dicen que esperan morirse durante una tarde. Aparece la anáfora al repetirse al principio de una frase las palabras fíjate e igual que. También la interrogación retórica, ya que quien hace la pregunta no le importa si la persona sabe o no, sino la imposibilidad de una respuesta. Además encontramos el asíndeton puesto que cuando se menciona la igualdad entre ayer, hoy, mañana y siempre se evita la conjunción y. A su vez el ejemplo anterior puede tomarse como una comparación mediante la palabra igual. Además aparece un apóstrofe; ya que el hablante se dirige al lector para que se fije y sepa sobre esos dos grupos que se forman en este texto poético. Por lo tanto interrumpe la poesía por una especie de conversación.
A cerca del nivel temático se critica la vida moderna de las ciudades, especialmente la rutina a la que están sometidas las personas que viven allí. A partir de ello se hace una distinción entre dos grupos: los vecinos (no creen que los hechos cotidianos son agobiantes y los toman como algo común) y nosotros (los que poseen otra vida que los anteriores y por ello se encuentran solos, apartados de los demás)
Sobre las catedrales, Sobre la guerra
Al igual que el poema anterior encontramos versos libres. Debido a la imposibilidad de encontrar una métrica fija, una misma cantidad de estrofas y una rima.
En el nivel sintáctico aparecen estructuras similares e idénticas en forma vertical (paralelismo) como la segunda y tercera pregunta que se encuentran en el poema. Puesto que ambas están encabezadas por el pronombre qué, luego le sigue una frase verbal y un circunstancial de fin que tiene como nexo la preposición para. También en forma horizontal (correlaciones), por ejemplo: los últimos tres versos de la segunda estrofa. Porque separados por la conjunción y aparecen dos estructuras encabezadas por la palabra donde. Además hallamos un encabalgamiento en las dos primeras estrofas; ya que al final de cada uno de los versos que lo componen no se encuentra la pausa usual. Estos se unen a los siguientes como si se tratara de un texto escrito en prosa y no en poesía. A su vez está la repetición de las siguientes palabras: Dios, vitraux, catedrales, Europa y conquistar.
Con respecto al nivel retórico aparece la comparación, a través de la conjunción comparativa como, se establece un vínculo entre el porvenir y un juego de niños, y los esqueletos con otra circunstancia en que los mismos fueron protagonistas. También está el eufemismo, puesto que se remplaza mediante una palabra inofensiva (escenografía) otra desagradable. Esta última podría ser mostrar un panorama ideal distinto al que se esta viviendo. Además surge la anáfora. Debido a que las palabras: he, Qué y Alguien se repiten al iniciar varias frases para darle más importancia a una idea. A su vez la frase en que un cristo meditaba y tenía una bala en la sien, no tiene sentido porque esto último obstaculiza que pueda pensar y no es humano. Por lo tanto se trata de una paradoja. También en este nivel se distinguen diversas interrogaciones retóricas (no buscan averiguar sobre algo). La primera tiene la función de enfatizar la respuesta que se encuentra en la misma pregunta. Mientras que las otras le dan importancia al impedimento de una posible solución a lo que consultan. Además aparece un apostrofe ante el verbo le digo, ya que el yo lírico obstaculiza el discurso para hacer un tipo de conversación con otro que no aparece en el texto.
En el nivel simbólico hallamos que la palabra esqueletos resulta una metonimia de los soldados. A su vez aparece la personificación de un objeto inanimado, el cristo de palo. Porque este no puede meditar como lo haría un ser humano. Además encontramos diversas metáforas. Por ejemplo: cuando se dice que Europa es un soldado que duerme se puede remplazar por la idea en que pronto la paz se terminará y comenzará una nueva guerra en este continente; cuando se menciona que los hombres de allí conversan sobre ella se puede sustituir con que la guerra ya pasó pero todavía quedan secuelas; el juego de niños por formas en se puede conseguir el control en los diversos aspectos de la sociedad europea; y donde se alude a que uno de ellos es simple y desconocido se puede suplantar por la guerra.
También hallamos diversas imágenes visionarias como: " he pen/sado en los esqueletos que las sostienen exactamente como/ quedaron cuando estallaron los obuses"e y cuando se describe el cristo de palo (décima estrofa). Debido a que hay una unión entre dos imágenes que desequilibran la percepción habitual. Ya que hay un choque de significados que establece una multiperspectiva. Esta última rompe la coherencia y genera una propia, en donde no participa la lógica sino la emoción. Además encontraremos símbolos. Por ejemplo: Dios (modo en que se conquista a las sociedades) y catedrales (elementos por los cuales se lleva a cabo lo anterior). Por último esta la subjetividad. Aquí se puede distinguir por los verbos en primera persona del singular. Estos distinguen en el yo lírico un conocimiento anterior a lo que esta diciendo, producido este por la actividad de periodista y viajante que tuvo el poeta. Esto puede verse cuando habla de las catedrales de París como Nötre Dame, Charthres y Sainte Chapelle, ante el verbo he visto y le digo. Pero, se deja de lado esta al encontrarse verbos de la primera persona del plural. Debido a que a partir de ellos el sujeto textual se vuelve colectivo porque transcribe lo que dirían las personas que quieren dominar los diversos aspectos sociales o de otra índole.
Con respecto al temático, este poema habla sobre la necesidad de mantener el control sobre la sociedad europea (especialmente París) y los diversos modos para conquistarla. Para ello se habla sobre diversos métodos como la figura de Dios. Esto último se lleva a cabo a través de la construcción de catedrales. Y la guerra, como el que remplaza al anterior por ser más simple, y es el que se usa en la actualidad de Tuñón.
Los poemas analizados demuestran que el aspecto peculiar de Raúl González Tuñón dentro del grupo de Florida es la incapacidad de encasillarlo totalmente dentro de este grupo y el de Boedo. Esto se ve en El monito del servio (poema de Miércoles de ceniza). Aquí el autor establece su función como poeta. Él cual consiste en alejarse del ámbito literario tradicional y acercarse a las vanguardias de ese momento. Especialmente a la de Boedo ya que toma las figuras de los gitanos, un sector marginal, como representantes de los temas que va a tratar en sus poemas. Esto también puede verse en el primer libro escrito por el poeta. Porque se habla sobre zonas y personajes marginales. Con respecto a los lugares aparecen: el puerto, los bodegones, los galpones, los burdeles, los bares (como White Corner), la calle Pedro Mendoza, etc. Mientras que en los sujetos están: los músicos (el negro y el ruso), los inmigrantes, los marineros y las prostitutas. A su vez surgen quienes los juzgan e ignoran como los parroquianos.
A su vez el tema de la vida agobiante que tienen las ciudades modernas, que se trata en La calle del paso de la mula (poema del libro publicado en 1930). Se desarrolla los sectores marginales y los otros, como en los libros anteriores. Pero esto no se da de una manera directa, ya que los grupos laterales son descritos a partir de un nosotros y los demás como nuestros vecinos.
También lo político es uno de los temas que trata el grupo de Boedo y que puede identificarse en los dos últimos poemas seleccionados de Miércoles de Ceniza y La calle del agujero en la media. En el primer caso se revisa la política externa que tuvo la Argentina con Inglaterra a través del museo de Luján. A partir de ello se menciona la incapacidad de nuestro país por evitar el dominio inglés tanto en el pasado como en el presente del poeta. Mientras que en otro caso se habla sobre la dominación social en Europa. Para ello se mencionan dos tipos: Dios y la guerra.
Estos libros no solo comparten los temas con este grupo sino también la finalidad. Debido a que buscan que los lectores conozcan y sepan sobre la historia de nuestro país y de ciertos lugares de este, para que luego actúen sobre los mismos.
Sin embargo en El Violín del diablo se toma una de las características de Florida dentro de la subjetividad. Esta se desarrolla a partir de un yo lírico en calidad de flaneur. Puesto que a partir de la aparición de la primera persona del singular, de los verbos de esta persona y de ciertos pronombres como me. Se distingue un bohemio que pasa por diversas calles y lugares, y observa detenidamente lo que ve. Esto puede verse principalmente a partir de los siguientes verbos: camino y vi.
Pero en los otros dos libros la aparición y la no aparición de la subjetividad se acercan más al grupo de Boedo, ya que a partir de ciertas actitudes que toma la misma busca producir un compromiso en su poesía con la realidad del momento. Esto puede verse en el segundo libro escrito por Tuñón, ya que se desarrolla un yo lírico que se compara con los personajes que aparecen en las poesías: el monito y su abuelo. Estas comparaciones se asemejan con los temas tratados en los mismos. El monito hace referencia al alejamiento que quiere tener el poeta del sector tradicional de la literatura; y la vinculación entre el yo lírico y el abuelo del escritor representa la convergencia entre el pasado y el presente dentro del Reloj de Beresford.
Y también en el libro publicado en 1930 no hay subjetividad, ya que el sujeto textual se vuelve colectivo porque transcribe como si fuera propio lo que dicen los demás. Como ese nosotros del primer poema elegido y esas personas que quieren dominar la vida social de Europa (principalmente París) y diversos aspectos de la misma. A su vez en Sobre catedrales, sobre la guerra encontramos un yo lírico que mediante los verbos utilizados se trata de alguien que sabe. Esto puede verse por las diversas características que da sobre las catedrales que se encuentran dentro de la capital de Francia, que se desprenden de la actividad de viajante del poeta. Y cuando dice haber visto a los soldados, que proviene del trabajo de Tuñón como periodista. También ese yo lírico que se desarrolla como un viajante se ve en Aguafuerte a partir de ciertos verbos. Debido a que no solo toma la postura de flaneur.
A su vez se encontró que varios de los aspectos poéticos utilizados en los tres libros responden a las formas tradicionales. Debido a que en el nivel sintáctico aparecen paralelismos, correlaciones, repeticiones, hipérbatones, asíndetones, polisíndetones y encabalgamientos. También porque en el nivel retórico surgen comparaciones, interrogaciones, exclamaciones, apostrofes, pleonasmos, onomatopeyas, eufemismos, antonomasias, paradojas y anáforas. Además en el simbólico hay personificaciones, sinestesias, metonimias, metáforas y símbolos comunes. A su vez en los dos primeros libros publicados hallamos rima asonante y consonante en el nivel fónico. Sin embargo en el métrico, menos en Sinfonía en rojo y negro, no hay una misma medida en los versos ni una misma distribución en la cantidad de estrofas.
Además en el tercer libro publicado por Tuñón tampoco se cumple con la métrica ni con ningún tipo de rima, produciendo en el primer poema el surgimiento de un versículo. Aparecen en el nivel simbólico otro tipo de metáforas (imágenes visionarias) y en el retórico los apostrofes como fíjate, sabes y le digo que buscan entablar un cierto tipo de sentido coloquial entre los lectores y el hablante. Produciendo así un quiebre en el discurso poético. Estas excepciones dentro de estos cuatro niveles (métrico, fónico, simbólico y retórico) responden a la utilización del surrealismo. Y por lo tanto esto contribuye a una característica a favor del grupo de Florida. Debido a que este buscaba la vanguardia desde los nuevos movimientos estéticos.
Sinfonía en rojo y negro
En el White Corner murmuraron
y las miradas se volvieron,
cuando los músicos entraron
y sonrieron.
El uno es ruso y mutilado;
el otro, un negro Jamaica;
toca éste un flautín abollado
y aquél toca la balalaika.
Labios gruesos-cabellos rojos-
la balalaika dio sus notas
y el ruso aquel cerró los ojos
en las nostálgicas gavotas.
Y desacompasada y lento
sonó el flautín del negro aquél;
las desgreñadas motas al viento,
sobre las piernas, la gorra de piel.
Veo que escuchan silenciosos
los parroquianos del café.
Parecen estos haraposos
dos personajes de Andreief.
¿Qué piensa el negro? ¿En su lejano
salvaje y cálido país?
¿Y el otro? ¿En su siberiano
suelo frígido, blanco y grís?
¡Toca el flautín, negro ambulante!
¡Suena en tu suelo de Jamaica!
¡Suena en tu nieve, ruso errante,
y suena, suena la balalaika!
Es el camino triste y largo.
La balalaika y el flautín
harán mucho menos amargo
vuestro dolor y vuestro esplín.
¡Cesad en esas sinfonías
que los marinos y las rameras
están pensando en lejanos días
de las ya muertas primaveras!
¡Pasad, hermanos musicantes,
ese platillo entre las mesas
y que luego en vuestros semblantes
finja su risa, la tristeza!
Calló el flautín y la balalaika
y el ruso aquel abrió sus ojos,
y se fue el negro de Jamaica
con el hombre de cabellos rojos.
Aguafuerte
Calle Pedro Mendoza. Bodegones sombríos
gente que viene de lejanos mares
y de lejanos ríos
y oficia en los altares
del alcoholismo y de los desvaríos.
La parda y Juan Malevo
con las últimas quejas del bandoneón
han huído hacia un nuevo
rincón, a un ex refugio de Barracas.
(En la Boca, las últimas facas
abrieron paso a otra legión)
Lobos. Galpones. Botes y navíos.
Burdeles. Una prostituta coja
y los cuervos del frío.
Ah, los claustros siniestros
donde la misa es roja
y donde los crudos desafíos
son los padre-nuestros.
Y yo como un sonámbulo camino.
Me siento hombre de mar.
Soy un fraile marino
que oficia en el altar
del amor trágico, del dolor, del vino.
Nuestro espíritu gusta de las mañanas claras
y de las aguas frescas.
Pero va hacia las raras
comedietas grotescas.
Ve belleza en lo negro y en lo trágico
y busca el aguafuerte,
(en donde agita su cascabel mágico
el pajecillo negro de la muerte)
Yo que vi algunos puertos
los uno aquí, fantásticos, inciertos.
Porque todos los puertos se parecen.
-Grúas, máquinas, barcos
y almas que a los vientos se estremecen
y que manchan sus velas en los charcos.
Calle Pedro Mendoza. Bodegones sombríos
El niño buscador, triste, fogoso,
saldrá tal vez mañana en un navío
rumbo a un país lejano y misterioso
abandonando el patio luminoso
de la ciudad, sonoro y encendido.
Nadie sabrá su suerte,
nadie sabrá del niño vagabundo.
Solo yo sé que paso por el mundo
como un personaje de aguafuerte.
El monito del servio
Vino enarbolando un grito gutural
entre la enredadera de polvo del camino
el monito del servio, maravilloso y mohino.
La carreta de gitanos
estaba frente al portal.
Yo sentí que eran mis hermanos
y dije al borde de tu risa:
-¿Nací para ser poeta
jacobino y sin camisa?
Yo voy en una carreta
por el mundo.
Generoso, sensual, místico y vagabundo-
amo a Cristo, a Martín Fierro y a Facundo.
Y me diste
la limosna de una sonrisa triste.
Pasaba un organito caricatura
del arrabal.
La alegría escaló la tapia
y estalló en el balcón más alto de tu gracia.
¡Cómo saltó el monito del servio
el trampolín de la voz que ordenaba!
-¡A ver Pancho Palotes, otro salto mortal!
Tembló la mano del servio
pájaro amarillo,
palo largo y grueso
-¡Otro salto mortal!
El monito
parecía un signo aritmético.
Amada mía, así mi corazón
cuando le ordenan salta
saltos funambulescos,
pero de alma en alma.
Y se va
dejando huellas de recuerdos.
El mono baila
y giran los ojos del servio.
Se llenó de monedas la pandereta.
Mi corazón es blanco como el de los payasos.
La gitana colorea sus labios en el ocaso.
Enarbolando un grito gutural
se fué el monito por la calle quieta
que da al río manso del arrabal.
De mi arrabal cordial de farolitos
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