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Agrobiodiversidad, mercados e impactos en la pequeña agricultura


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Áreas de estudio, muestreo y métodos
  4. La agricultura peruana no es prioritaria en las políticas e inversiones nacionales
  5. Una condición para que la ABD de los campesinos sea conservada: sea parte de los planes de desarrollo económico de los gobierno locales y regionales
  6. Experiencias de pequeños agricultores y campesinos que están saltando barreras para llegar al mercado en mejores condiciones
  7. Restricciones y barreras de la ABD para su incorporación en el mercado y para su conservación
  8. Barreras para la conservación de la ABD
  9. Conclusiones
  10. Bibliografía

Resumen

Esta investigación, realizada en comunidades campesinas y en sistemas de pequeños productores independientes de varias regiones del Perú, tiene como objetivo construir un sistema de propuestas para que los pequeños productores posicionen sus productos agrícolas en el mercado a mejores precios y, por otro lado, que las repercusiones del mercado no dañen el equilibrio ecológico de los agroecosistemas de las chacras de los pequeños productores. En ese contexto se analiza cómo los agricultores aprovechan las oportunidades que les brinda el mercado, basándose en la Agrobiodiversidad (ABD).

Se parte por la tesis que los pequeños agricultores en el Perú no son homogéneos, donde a pesar de tener escasas extensiones agrícolas, en determinadas regiones, debido a diversas limitaciones (sobre todo climáticas y altitudinales) producen principalmente para el autoconsumo, en tanto que en otras regiones (donde tienen mayores potencialidades derivadas del clima o porque gozan de mayor cantidad de agua) los pequeños productores están más articulados al mercado. Otra variable importante de esa diversidad de tipos de pequeños agricultores son los tipos de ciudades intermedias con las cuales tienen relaciones y el estado de los medios de transporte y comunicaciones. Por esas y otras razones, las apreciaciones sobre la ABD y los impactos del mercado en la chacra de los agricultores deben ser distintas para cada región y para cada tipo de agricultores.

Palabras claves:

ABD, pobreza, estrategias, gobiernos locales, mercado, políticas y repercusión en los agroecosistemas.

Introducción

Los argumentos que han utilizado muchas instituciones para reducir la diversidad cultivada, entre otros, son los siguientes: que con un menor número de especies y variedades de cultivos en los predios se puede homogeneizar la producción usando tecnologías de mayor escala y, por tanto, se puede lograr rendimientos por cultivos más altos y seguros en comparación a los logrados con la diversidad de cultivos, argumento que se ha remozado últimamente con la teoría de la competitividad. Que la diversidad de cultivos está más relacionada con una economía tradicional de autoconsumo y que, por el contrario, para lograr que los campesinos se abran más a una economía de mercado deben reducir drásticamente la diversidad de cultivos en sus predios y deben especializarse en determinados especies cultivadas.

En este trabajo se asume una posición inversa a la planteada anteriormente. Se asume que los cambios poblacionales y socio-económicos en la sociedad peruana, sobre todo en la segunda parte del siglo pasado, han contradicho aquella tesis de la necesidad de la monoproducción y, por el contrario, la dinámica y los intereses sociales han exigido la ruta de la recomposición de la diversidad de cultivos antes que la monoproducción o la especialización productiva. En tal sentido, el objetivo principal de este estudio es tratar de verificar la hipótesis que los cambios del contexto en el Perú, particularmente el incremento de la dinámica urbana y los mercados, así como la parcelación de la propiedad de la tierra, han influido para que en los sistemas multifuncionales de los pequeños agricultores (Altieri, 1999) se haya profundizado la diversidad de cultivos, aunque no precisamente los cultivos nativos. Que este nuevo patrón productivo basado en la diversidad se está convirtiendo en una estrategia importante para lograr, no solamente un mayor equilibrio ecológico (Altieri, 1997), sino también para que los campesinos enfrenten la pobreza y se articulen con más ventajas en el mercado.

En todo caso, la dinámica peculiar de las pequeñas economías campesinas en un contexto determinado de la sociedad peruana (baja de los ingresos y la capacidad adquisitiva de la población urbana y rural), está obligando a que los pequeños productores agrarios (que son la mayoría en el país) reaccionen productivamente para adecuarse a ese contexto mediante la estrategia de la diversidad de cultivos, cuya base competitiva es la productividad de sus sistemas de producción antes de la especialización productiva (Rosset, 2000).

Esa tendencia a nivel familiar coincide con las tendencias a nivel nacional, pues en la medida que se modernizan los mercados y aumenta la población urbana, aumenta también la diversidad de cultivos precisamente en aquellas regiones agrícolas que están más articuladas a los mercados modernos.

Esta investigación ha sido realizada en la sierra sur y norte del Perú, entre los años 1996 y 2003, en el marco del Programa Conservación y Uso de Recursos Genéticos de Cultivos Andinos-Perú bajo los auspicios del CIED, así como también este estudio se basó en las sistematizaciones que otras instituciones han realizado en el país.

El propósito de este trabajo es analizar las condiciones en que el mercado puede contribuir a la conservación de los factores y las condiciones que hacen posible que el desarrollo de la oferta y demanda de los cultivos andinos y amazónicos favorezcan la variabilidad genética en las chacras respecto a los cultivos nativos ya posicionados. Evidenciar las barreras que impiden que el mercado opere favorablemente para la conservación in situ de la agrobiodiversidad (ABD) en el caso de los cultivos andinos y amazónicos ya posicionados. Identificar los próximos pasos a seguir en el caso de los cultivos nativos ya posicionados de tal modo que se reduzcan o se eliminen los impactos negativos que puedan provenir del mercado.

Se da particular énfasis a las estrategias que utilizan los campesinos y pequeños agricultores para posicionarse mejor en el mercado y disminuir las barreras para llegar a él sin que en el camino se produzcan catástrofes de quiebras y, de esa forma poder lograr que las repercusiones del mercado sean relativamente favorables para la conservación e, incluso, para el incremento de la ABD.

Áreas de estudio, muestreo y métodos

El estudio fue realizado en varias regiones muy distintas de la sierra, en la costa y en la selva del Perú, como Cajamarca, Chiclayo, Huancayo, Lima, Cusco y Puno. En algunas regiones el estudio fue mediante fuentes secundarias o mediante el acompañamiento a equipos técnicos de diversas ONGs en sus tareas de sistematización como en Lambayeque, la selva de la región de Cajamarca, la sierra de Lima, Huancayo y Cusco. En tanto que en otras regiones se recogido información directamente en el campo y por un lapso de 5 años en Cajamarca (ubicada en el extremo norte del país) donde se ha efectuado el estudio con 22 familias (muestreadas aleatoriamente) de tres caseríos en la microcuenca y cabecera del río Chonta, en la zona agroecológica denominada quechua alta (2750 – 3000 msnm). El clima en esta región es sub-húmedo, con precipitaciones de 900 – 1200 mm/año (Sánchez, 1999. Bernet et al, 1999), con precipitación cotidiana de granizo durante la estación lluviosa y con heladas durante la estación seca. Los cultivos son mayoritariamente de secano y con una cosecha al año.

La otra región de estudio directo fue el departamento de Puno, ubicado en el extremo sur del Perú. En esta región se trabajó con 28 familias (muestreadas aleatoriamente) de tres comunidades campesinas ubicadas en la zona circunlacustre del Lago Titicaca, denominada también zona agroecológica "suni" (3850 msnm.). Este es uno de los ecosistemas más frágiles en el Perú, pues su clima es seco (con precipitaciones de 500 – 600 mm/año), con heladas y granizo, inundaciones y sequías en la estación lluviosa. Al igual que en Cajamarca, los cultivos son en su mayoría de secano (sin riego) y con una cosecha al año.

Los métodos para la recolección de información fueron entrevistas, historias de vida, encuestas y fuentes secundarias. El análisis estadístico es descriptivo e inferencial multivariado.

La agricultura peruana no es prioritaria en las políticas e inversiones nacionales

A lo largo del siglo XX la agricultura disminuyó su importancia económica en comparación a otros sectores productivos. Las políticas macroeconómicas excluyeron al sector agrícola y dieron mayor importancia a los sectores secundarios y terciarios de la economía nacional. Sin embargo, en términos absolutos, el número de productores en el campo se incrementó debido a la escasa apertura del mercado de trabajo en los otros sectores de la economía nacional, aumentando la presión sobre la tierra y en otros recursos naturales como los pastos y bosques.

Desde la década del 70, empezó a predominar la población urbana sobre la rural, lo cual tuvo efectos en los cambios de los asentamientos humanos a nivel territorial y en los patrones de cultivos agrícolas. La nueva dinámica poblacional, debido al crecimiento urbano y a la conformación de nuevos ejes regionales, ha estimulado los siguientes cambios particularmente en la diversidad de cultivos por regiones:

a)Cambios en la diversidad de cultivos de acuerdo a las posibilidades de los cambios territoriales y la dinámica de los mercados:

En este periodo de 1970 a 1999, se intensifica la diversidad de cultivos (Mazurek, Hubert, 1999) y, por el contrario, se debilita la monoproducción (un factor interno fue la parcelación de la gran propiedad agropecuaria) . Esos cambios se deben a las siguientes razones: la reducción del mercado exterior para los productos locales cultivados bajo la forma de monoproducción como el algodón y el azúcar, que antes eran predominantes en la región de la costa (Zurita, Juárez y Nieto, 1999) y debido también a la parcelación de las empresas agrarias que habían sido creadas por la Reforma Agraria (Figallo, 1987, Gols, 1988, Quispe, 1988).

b)Organización de los pequeños agricultores para obtener ventajas en el mercado

A fines de la década de los 90s, en determinadas regiones y localidades, los agricultores y campesinos utilizaron diversas estrategias para posicionarse favorablemente en el mercado y que éste repercuta positivamente en sus sistemas de producción agrícola. Entre esas estrategias las más importantes son las siguientes:

  • Organizarse en asociaciones.

  • Asociarse teniendo como base la cultura andina, expresada en las familias extensas.

  • Mejorar las técnicas de producción.

  • Articularse con los sistemas de ciudades intermedias con nuevas estrategias.

  • Relacionarse con las instituciones del Estado en las localidades para poder ampliar la demanda para los productos agrícolas locales.

  • La agricultura (y con ello la ABD) se convierte en parte de las nuevas actividades no agropecuarias, donde muchas familias –en el marco de la nueva ruralidad- han empezado a entrar, con lo cual están cambiando su racionalidad productiva, donde el mercado ha pasado a ser otro de sus objetivos principales para su reproducción.

  • La ABD es puesta como un eje en los planes de desarrollo económico en los gobiernos locales y regionales.

Una condición para que la ABD de los campesinos sea conservada: sea parte de los planes de desarrollo económico de los gobierno locales y regionales

¿Cuáles serían las estrategias exógenas más importantes para que "in situ" se conserve la ABD? La tesis es que este tema debe ser incluído como uno de los ejes principales de los planes de desarrollo local y regional, como ya lo vienen haciendo las regiones de Ayacucho, Puno y Cusco. El proceso para la incorporación de la ABD en los planes de desarrollo local y regional es el siguiente:

  • Todo plan de desarrollo económico de los gobiernos locales o regionales deben tener como objetivo el desarrollo humano y competitivo. Lo cual significa, sobre todo para el caso peruano, superar la pobreza y lograr resolver el problema de la inseguridad alimentaria, donde la conservación de la ABD es una condición básica.

  • En ese contexto, el conservar y mejorar la ABD significa que la agricultura en general ofrezca mayor cantidad y variabilidad de alimentos, tanto para la familia de los productores agrícolas como también para el mercado.

  • Para ello se requiere que las instituciones locales se fortalezcan de manera que los productores agrícolas también se beneficien, ya sea porque esas instituciones –como PRONAA o el propio gobierno municipal- se conviertan en estimulantes y demandantes de la producción local, como también pueden ser las organizaciones de los propios productores agrícolas- ayudarían a que los productos provenientes de la agricultura tengan mejores precios y, por otro lado, logren comprar insumos agrícolas a precios más bajos.

  • De esa manera se requiere que todas las instituciones locales incorporen en sus planes de desarrollo a la ABD como un eje para la oferta interna de alimentos e insumos para la agroindustria.

  • Que los gobiernos locales incorporen los registros de las potencialidades de la ABD en los planes de desarrollo local y regional.

  • Que los principios sobre la conservación de la ABD se conviertan en ordenanzas municipales y en leyes regionales y nacionales.

Experiencias de pequeños agricultores y campesinos que están saltando barreras para llegar al mercado en mejores condiciones

En este acápite se presentan experiencias donde los productores agrícolas han venido utilizando diversas estrategias para saltar las barreras y llegar en mejores condiciones al mercado, lo cual ha permitido también que la ABD en la chacra de los campesinos se vea favorecida.

a) Estado, mesas de concertación, gobiernos municipales y mercado interno en la Selva y en la Costa Norte del país

Una de las estrategias novedosas viene siendo la nueva racionalidad de los productores agrícolas orientada a vincularse con las mesas de concertación y los gobiernos locales para obtener mayor demanda y, por tanto, mejores precios para sus productos. Veamos cómo fue este proceso.

En muchas localidades y regiones los productores agrícolas sostienen, en una posición crítica frente al Estado y los gobiernos locales, que determinados proyectos no compran los alimentos que provienen de su entorno agropecuario y que, por el contrario, prefieren comprar productos importados o de otras localidades. Es decir, que no crean oportunidades para la producción local. En el peor de los casos, usan el presupuesto municipal en obras o edificios que no se usan, como coliseos, teatros, oficinas, etc. (manifestación de José Távara, ex Alcalde de Carabayllo-Lima). No obstante que la mayoría de gobiernos locales está ubicados en el medio rural ( el 80% de los municipios en el país son rurales) (Urrutia,2002); sin embargo, la presión de las autoridades y de sus poblaciones rurales no tiene mucho eco entre los decisores nacionales. Adicionalmente, en los planes de compra de productos por parte de los gobiernos locales no se crea aún estrategias para incentivar la reinversión y la acumulación de capitales en la localidad.

Por el contrario, existen otras experiencias de los gobiernos municipales que van más allá de su labor convencional de realizar obras urbanísticas (lo cual también es necesario, pero no debe ser excluyente de los sectores productivos) y que han empezado a preocuparse por generar propuestas de desarrollo económico, cuya finalidad es promover la creación de riqueza en su entorno provincial o distrital. En el caso del norte del Perú, se han mostrado varios casos de municipios que ya vienen incursionando en estos procesos, aunque a veces con errores, pero después de asimilar las lecciones, se propone enmiendas. Por ejemplo, los sucesos en el Municipio de San Ignacio (zona de la ceja de selva en Cajamarca):

-Primero, los pequeños agricultores, asesorados por una ONG, introdujeron nuevas semillas y maquinaria de Colombia para la cosecha de café; las cuales resultaron inadecuadas para el tipo de unidades agrícolas basadas en la pequeña propiedad y los sistemas de cosechas locales. Pero después esos problemas fueron corregidos mediante un diagnóstico previo y con la introducción de maquinarias adecuadas para estos sistemas de producción. No obstante que se mejoró la producción, sin embargo, debido a los precios bajos que recibían por venta del café y debido a los sistemas de comercialización obsoletos (mercado imperfecto) no permitieron que los campesinos se beneficiasen con la innovación tecnológica y el aumento de la productividad.

Posteriormente, en parte se resolvieron esos problemas de la comercialización mediante la creación de la Asociación de Productores Ecológicos que organizó una microempresa y fue apoyada por el ODE (organismo del gobierno municipal), y recién se tuvo éxito en la comercialización. Con lo cual, se incentivó a que aumente las extensiones agrícolas para el cultivo del café orgánico bajo sombra y, de esa manera, se mejoró la ABD en el bosque amazónico, porque el café cultivado en esas condiciones exige que se incremente la forestería alrededor de este cultivo.

Por otro lado, al inicio de la nueva gestión municipal de ese distrito de San Ignacio, en cuanto a la compra de insumos para el Programa del Vaso de Leche tuvo problemas presupuestarios porque los precios de los productos que venían de fuera, eran muy altos; pero, después al ser reemplazados una parte de estos insumos con productos locales, como fue el caso de la harina de plátano, con ello se bajaron los gastos de la municipalidad e, incluso, se propició entre los productores la generación de excedentes para el mercado regional. Ello también favoreció el fortalecimiento de la ABD del cultivo de árboles frutales en las chacras de los campesinos.

-En Chiclayo, una de las más importantes regiones costeras del norte, existen diversas municipalidades que se han asociado para promocionar la organización de sociedades productivas empresariales con nuevos productos (en 8 distritos); y con productos tradicionales (19 municipalidades). También hay municipalidades comerciales (en 3 distritos), con alta participación de pobladores inmigrantes provenientes de la sierra y sociedades religiosas en la actividad de la pesca (en 4 distritos); así como municipalidades que han organizado empresas de turismo (en 4 distritos), las cuales se han convertido en referentes del turismo en el norte del Perú (Luis Espejo, CICAP-Chiclayo. 2004). Actividad turística que, al incrementarse, también ha favorecido a los productores agrícolas para que aumente la ABD cultivada destinada a la gastronomía de la población visitante.

b) Cajamarca andina: Sistemas de riego, concertación e inclusión de género como efecto de la fuerza de la identidad de la cultura local

Uno de los casos que muestra la fuerza de la identidad cultural con capacidad de movilización de la población, así como la viabilidad de los proyectos para el desarrollo son, por ejemplo, los cambios logrados en diversos caseríos de la región andina en las cuencas del Mashcón y el Porcón en Cajamarca. Estas experiencias se han logrado en ámbitos territoriales que se ubican en las zonas agroecológicas denominadas quechua y jalca entre los 2,5000 y los 3,500 msnm. La mayoría de los suelos agrícolas se ubica en las pendientes de los cerros que se estaban erosionando y tenían escasa cobertura vegetal, por lo tanto, la diversidad de cultivos era baja e, igualmente, la producción y productividad.

Los cambios logrados en estas cuencas fueron promovidos por las organizaciones locales integrantes de diversas mesas de concertación y planes de desarrollo local elaborados en diversos distritos de la zona. Entre las propuestas que dinamizaron los cambios se tiene la alternativa agroecológica tanto en la producción agrícola como también en las actividades agropecuarias a nivel de los predios familiares. Sobre esa base se diversificó la producción, se logró el manejo integral de los recursos naturales, la agroforestería y la diversificación de árboles con especies nativas y exóticas y la agroindustria rural. El cambio de la agricultura de secano hacia el sistema de riego artesanal por aspersión fue una de las propuestas ejes, por su impacto sistémico y porque permitió una sinergia entre las actividades agropecuarias, la transformación y los servicios.

Los sistemas de riego han sido construidos en ocho caseríos de la provincia de Cajamarca. Uno de los recursos básicos para la construcción de estos sistemas fue la ayuda mutua entre familias de los diversos caseríos, bajo la forma de trabajo denominada "mingas", mediante las cuales, en determinados periodos, las familias de los ocho caseríos se ayudaron en la construcción de los pozos para almacenar el agua, así como en la construcción de canales y la instalación de cañerías para el traslado del agua a cada una de las chacras de los campesinos. Estos sistemas de riego han permitido incrementar el área productiva, la diversidad cultivada (como puede observarse en el Gráfico 1), la innovación tecnológica y el fortalecimiento del capital social en los caseríos del ámbito de trabajo

GRÁFICO 1:INCREMENTO DE LA DIVERSIDAD DE CULTIVOS EN PREDIOS FAMILIARES: CHONTA-CAJAMARCA: 1997-02

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Fuente: Encuesta dinámica a panel de campesinos. CIED-EDAC.

Por ejemplo, en la campaña agrícola del año 1996-97 (Gráfico 2), que fue un año climáticamente normal, más del 50% (los ubicados en el lado derecho del gráfico y que tienen una producción per cápita superior a los 2150 kilocalorías) de los campesinos de una muestra recogida en la sistematización tuvo una producción adecuada para la seguridad alimentaria e, incluso, produjo excedentes significativos para el mercado. Esos campesinos adaptaron el riego artesanal por aspersión en sus predios, construyeron terrazas, incrementaron la diversidad en sus cultivos y los ingresos familiares[1]se organizaron para el manejo de recursos naturales y para relacionarse con el mercado. Hoy, muchos de esos campesinos se han organizado en cadenas productivas espontáneas para transformar y vender productos basados en los cultivos de frutales andinos en los mercados de Cajamarca y en la costa del Perú.

Entre los años 1996 y 2002 (y continúa en la actualidad), con el riego por aspersión se incrementaron las especies cultivadas en los distrito de Cajamarca y Baños del Inca, así como en las cuencas de Mashcón y Chonta. Son 165 familias que formaron microempresas.

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Fuente: Encuesta dinámica a panel de campesinos. CIED-EDAC.

Como impacto del mercado en el aumento de la ABD se incrementó los ingresos de los campesinos por venta de frutales nativos (como puede apreciarse en el Cuadro 1). Se movilizaron 8 TM de frutales nativos por los grupos de intermediarios, quienes vincularon a los campesinos con el mercado .Se han incorporado nuevos productos nativos como vino de sauco, tomatillo guayaba, poroporo etc .Se ha constituido legalmente la asociación de transformadores de frutales. A nivel de desarrollo humano y la equidad se está logrando en esas zonas la seguridad alimentaria en el 58% de las familias de los caseríos. Seguridad que denota también una estabilidad productiva y alimentaria debido a que las dietas de consumo reposan mayormente en los sistemas de producción propios de estas familias, así como también provienen de la venta de los productos agropecuarios transformados o sin transformar. Asimismo, han mejorado sus viviendas, la salud (con la instalación de pozos y tuberías para la conducción de agua para el consumo doméstico, la construcción de postas médicas y la atención por personal de sanidad humana) y la educación. Asimismo, se está incluyendo a las mujeres en las tareas productivas, en la administración de pequeñas empresas, negocios y en la gestión comunal.

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c) Centro andino ligado a la metrópolis, Nor-Yauyos: cambios de custodios de la ABD a pequeños empresarios

En la zona norte de la provincia de Yauyos, departamento de Lima, Stef de Haan[2]efectuó una sistematización de los procesos ocurridos respecto a la conservación de la ABD, la pobreza, la transformación, la organización empresarial, las relaciones con el mercado de Lima y Huancayo[3]los roles de las comunidades campesinas, los municipios y el desarrollo en esa localidad entre los años 1999 al 2001. De donde se dieron importantes lecciones para las propuestas del desarrollo de la ABD dentro de la nueva ruralidad. Sistematización de la cual hacemos la siguiente síntesis de acuerdo a los conceptos que utilizamos en el presente trabajo:

(i) Conservación de la ABD, un tema central de los planes del desarrollo local

Esa sistematización parte por reconocer que las tendencias de cambios culturales en la localidad no eran positivos para la conservación de la ABD. Esos cambios negativos son el incremento de la pobreza, la baja de la productividad de los cultivos agrícolas, el cambio en los hábitos alimentarios hacia la preferencia del consumo de los alimentos importados, la emigración de la población joven a las ciudades, etc.

El proceso de la pérdida de la ABD en el Nor-Yauyos era un problema complejo que al final termina con el deterioro del bienestar de la población. A fin de contrastar este proceso mediante soluciones viables y sostenibles para la conservación in-situ de la ABD se priorizó y ejecutó un proyecto sobre el "Uso Sostenible de Recursos Fitogenéticos Andinos en el Nor-Yauyos", donde participaron diversas instituciones de la sociedad civil y el Estado.

Dicho proyecto apuntó a un proceso de emancipación en el cual los beneficiarios se convirtieran en los actores principales para lograr la autogestión de su propio desarrollo y participaron las mujeres y hombres campesinos, autoridades comunales y municipales, profesores, niños, organizaciones de base, instituciones públicas, la CODENY y una serie de actores extra-regionales[4]

Algunos de los resultados más importantes de las intervenciones institucionales fueron los siguientes: Se incrementó la producción ecológica de la ABD andina en el Nor-Yauyos (Cuadro 2). Parte de esa ABD fue procesada localmente y con demanda asegurada en el mercado local y regional. Se logró la revalorización de los alimentos andinos por parte de la población de Nor-Yauyos y se fortaleció el capital social en la localidad, con lo que se incrementó la capacidad de negociación de los campesinos dedicados a la conservación de la ABD.

De estos resultados se destacan tres aspectos que se consideran vitales para explicar la nueva ruralidad y el incremento del mercado en esa localidad y, particularmente en el incremento de la ABD en la chacra de los campesinos: Uno, que el incremento de las capacidades de la población se logra mediante la capacitación participativa; dos, el rescate de los conocimientos y las prácticas agrícolas del pasado (como fue el caso de la reestructuración del cultivo de la ABD); y tres, la necesidad de incluir en los planes de capacitación los nuevos temas de la organización empresarial, como son la transformación de productos de acuerdo a la demanda, trazar planes de negocios y marketing.

CUADRO 2: NOR Yauyos: Comparación de la

ABD intra-específica de 10 Especies

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FUENTE: PROSIP.

(ii) Roles de los gobiernos locales y las instituciones para la ampliación del mercado para la ABD y la rentabilidad empresarial

El municipio provincial cumplió un rol ejemplar en estos procesos al dar prioridad a la compra de los productos procesados en esas empresas locales para el Programa del Vaso de Leche; asimismo, también se empezó a comprar los productos sin transformar de los campesinos de las comunidades locales. Antes de las acciones de este proyecto, el 100% de los productos para los Programas de Vaso de Leche de los municipios del Nor-Yauyos provenía de abastecedores extrarregionales (leche en polvo de la marca "Anchor", avena marca "Quaquer" y azúcar). Con el proyecto se logró que un 8.7% del presupuesto regional del Programa de Vaso de Leche se destinara a la compra de productos locales provenientes de la microempresa local "La Pallita S.R.L."[5]. Posteriormente, ocho municipios de la zona empezaron a comprar los productos procesados en la localidad.

La Pallita S.R.L. logró aumentar su índice de rentabilidad de un 14,4% pre-proyecto a un promedio de 19,3% sobre el periodo total del proyecto. A su vez, este cambio positivo para la agroindustria local permitió que se logre el uso sostenible y rentable de la ABD de los recursos fitogenéticos andinos en el Nor-Yauyos.

(iii) Organización y participación de los campesinos

La participación de los campesinos (hombres, mujeres y niños del Nor-Yauyos) fue muy activa y clave en el proyecto. En su gestión organizativa se enfatizó la necesidad de generar capacidades de autogestión a fin de garantizar la sostenibilidad de la intervención y pasar de una cultura de asistencialismo hacia una cultura de autogestión para el desarrollo.

Los campesinos se organizaron en Comités, en Grupos de Investigación Participativa y al final del proyecto se organizaron en la Asociación de Productores Ecológicos de Yauyos. Las acciones grupales fueron impulsadas por los mismos campesinos con el ideal de mejorar y organizar una producción rentable de la ABD. De esta forma, estos cambios fueron sostenibles porque tuvieron como sustento los recursos propios (participación, organización, gestión empresarial y uso de insumos de la agricultura local) y el empoderamiento de la población en la planificación y ejecución de los procesos de mejoramiento de la ABD y la transformación de la producción. Sin embargo, también se debe tener en cuenta las limitaciones que tiene la ABD para su transformación y los mercados. Advertencias que en esa sistematización fueron bien trabajadas.

d) Sur andino, San Jerónimo, San Salvador y Calca: la municipalidad y los planes de desarrollo económico local

Al sur de la ciudad del Cusco, en el distrito de San Jerónimo y en la provincia de Calca, desde 1999 se ha iniciado un programa cuyo objetivo es posibilitar que las municipalidades institucionalicen la función de promoción del desarrollo económico local (DEL) [6]para lo cual se generan políticas locales específicas para la promoción empresarial, empleo y competitividad local[7]En razón de ese objetivo muy expreso, donde se articula la municipalidad y el desarrollo económico, es importante conocer estas experiencias.

(i) Construcción de un desarrollo local basado en la nueva ruralidad y orientado hacia un desarrollo humano sostenible

En el caso de San Jerónimo, San Salvador y Calca, se han articulado los subsectores productivos y se han abierto nuevas oportunidades para las pluriactividades de los pobladores locales, tanto del medio rural como del medio urbano (turismo, pequeña industria, mejoramiento de los cultivos andinos, inserción más racional y organizada en el mercado, etc.). Como impactos se han incrementado los ingresos, el empleo, se ha mejorado la vivienda y la salud de la población.

(ii) Acumulación de los cuatro capitales, como efecto de la intervención de sus organizaciones locales

Esa acumulación se da en el capital natural, se rescatan cultivos andinos, por ejemplo se hace mejoramiento, transformación y comercialización de la kiwicha; el capital físico mediante la construcción de infraestructura para la comercialización; el capital social con la planificación y trabajo mancomunado entre cuatro municipalidades en la subcuenca del Huatanay; y el capital humano mediante la capacitación para la organización empresarial, gestión y posicionamiento en el mercado.

(iii) Políticas y acciones para superar la pobreza y generación de capacidades en torno a las potencialidades locales

Se cuenta con un marco normativo en los gobiernos locales, a partir de los cuales se impulsan programas y proyectos de promoción económica local. Desde marzo del 2001 se ha incorporado la instancia municipal a la Jefatura de Desarrollo Económico Local. Y entre el 2002 y 2004, se institucionaliza la función municipal de promoción económica[8]Se cuenta con un diagnóstico productivo del valle, planes estratégicos, planes concertados y proyectos de desarrollo económico locales.

(iv) Incentivos y proyectos para la transformación de la producción

Para apoyar la pluriactividad en las localidades, así como el fortalecimiento institucional y alianzas institucionales que propicien el desarrollo económico local, se promueven empresas transformadoras de cultivos andinos e insumos locales (pequeñas empresas de producción y servicios, inversión en infraestructura productiva, comercial y de servicios alimenticios y turísticos).

(v) Proyectos integrados mediante políticas y ordenanzas municipales que superan la "sectorialidad" del Estado tradicional

Todos los proyectos (sean productivos o de servicios) se movilizan bajo un tema central que es articulador; por ejemplo, en el municipio de San Jerónimo bajo un mismo proyecto de atracción turística para la localidad -como escriben en la sistematización- " se están integrando las principales actividades relacionadas al desarrollo local, posicionando al distrito como un espacio eminentemente gastronómico y comercial"[9], como base para el desarrollo económico local. Ello indica cómo, el capital simbólico expresado a nivel de las instituciones locales en sólo proyecto articulador para toda el distrito –el lema de un distrito "gastronómico y comercial"- propicie o estimule a que los productores agrícolas del entorno de esta ciudad intermedia aumente la ABD de cultivos nativos en sus chacras para venderlos en los restaurantes de la ciudad de San Jerónimo.

e) Ayacucho, Apurímac y Cusco: la cultura andina como propuesta para desarrollo rural y para una nueva educación

Otras experiencias de desarrollo rural en las comunidades campesinas andinas, de aumento de la demanda en los mercados regionales y de incremento de la ABD, basadas explícitamente en la cultura andina, así como en la incorporación de la modernidad (con un enfoque intercultural), se relacionan con los casos de la promoción de tecnologías y nuevas formas de organización mediante la denominada capacitación "de campesino a campesino" y los concursos entre comunidades o familias, eventos que se han basado en los valores andinos; por ejemplo, el "ruway" (valor trabajo), el "yachay" (saber), "el ayni" (ayuda mutua), el "collana" (líder del trabajo eficiente en la comunidad) o la competencia y la complementariedad expresados en los concursos y fiestas. Estas experiencias se han logrado en las regiones de Ayacucho, Apurímac y el Cusco, entre los años 1990 y el 2004.

(i) "Yachaqs" y el "pachamama raymi"

Las experiencias de la capacitación de "campesino a campesino" y los concursos denominados "Pacha Mama Raymi"[10] entre familias y comunidades campesinas, motivados por diversas instituciones promotoras del desarrollo rural, tienen una data en el sur andino de más de 10 años. El Proyecto MARENASS (Manejo de Recursos Naturales en la Sierra Sur, proyecto de MINAG[11]en las regiones indicadas, ha combinado la competencia en concursos denominados "Pacha Mama Raymi", basado en la cultura andina ancestral, así como las pasantías y la fiesta para lograr el mejoramiento de los recursos naturales, asimismo han promovido las capacidades de negociación entre los campesinos participantes (creación de organizaciones para alcanzar mejores precios en el mercado).

Con estos métodos se ha capacitado a los campesinos y varios de ellos se han convertido en expertos y ahora asumen el rol de capacitadores, los cuales pasan a ser denominados como "Yachachiq"; en cambio, los técnicos locales son denominados como "Yachaq" (los Yachachiq también se pueden convertir en "Yachaq, después de un entrenamiento especializado). Ambos son encargados de difundir y motivar el intercambio de conocimientos en las comunidades. Ellos promueven la organización de los concursos entre comunidades y familias para propiciar el proceso de interaprendizaje en el mismo proceso de producción. El ámbito de ese proyecto abarcó a trece provincias y 78 distritos de los departamentos de Apurímac, Ayacucho (zona sur) y Cusco. El proyecto atendió en forma escalonada a 360 comunidades en las que viven 55.000 familias. Los componentes de acción son principalmente dos: capacitación y cambio tecnológico y servicios de apoyo a la producción.

(ii) Resultados: el problema del rescate de conocimientos y técnicas tradicionales sin planes de desarrollo local

Entre los resultados más importantes de esta metodología participativa, basada en las culturas locales, se tienen los siguientes:

Se ha transferido fondos públicos a las comunidades campesinas para que estas contraten asistencia técnica y entreguen dinero a los ganadores de los concursos. Se ha logrado el crecimiento de la producción, la productividad en la diversidad de cultivos andinos y en cultivos nuevos, así como una mayor articulación con el mercado, con alternativas basadas en la demanda de los campesinos. Se ha proporcionado servicios no-financieros y financieros; las comunidades se han ubicado funcionalmente en los corredores económicos que articula el campo con las ciudades intermedias e incluyan el desarrollo rural en el desarrollo regional (Zutter, Pierre. 2004).

Uno de los resultados estratégicos de estos concursos se expresan en que los nuevos conocimientos adquiridos en determinadas comunidades eran replicados en otras comunidades. Por ejemplo, varios campesinos que entrevistamos concordaban con el siguiente testimonio: "Cuando ganamos los concursos, las demás comunidades se empiezan a interesar por ver nuestros trabajo, somos un ejemplo para las demás comunidades o para las demás familias"[12]. Como resultados –dicen los campesinos- "ahora hemos reconstruido andenes en nuestras chacras, estamos manejando mejor los suelos y el agua, aplicamos compost al suelo y tenemos mayor diversidad de cultivos".

f) Puno: la ABD entre la "Pacha mama" y el mercado

En la Región de Puno, uno de los resultados promocionados por las organizaciones campesinas y por la facilitación del CIED, se ha difundido la cultura andina y las relaciones interculturales (mediante las cuales los campesinos tienen acceso o información a los lugares donde pueden adquirir semillas que han desaparecido en sus comunidades o logran traer nuevas semillas), se ha logrado el fortalecimiento de la ABD, el mejoramiento de los recursos naturales en los predios de los campesinos, la soberanía alimentaria y el fortalecimiento de su capacidad de negociación en el mercado.

(i)Hacia el fortalecimiento de la ABD y mejoramiento de los recursos naturales

Como se conoce, en la actualidad, hay una significativa pérdida o modificación de la vegetación natural en la subregión andina. La introducción de variedades mejoradas de cultivos está generando una fuerte erosión de la diversidad intraespecífica de los "cultivares nativos" generados. Paralelamente a estos procesos se ha identificado un proceso de erosión cultural y pérdida progresiva de conocimientos tradicionales que afectan a la conservación in situ y al desarrollo del conocimiento sobre aquella ABD. En estas condiciones se está deteriorando la calidad de vida de una significativa parte de la población de campesinos que conforman las comunidades, debido a que ocupan espacios agrícolas marginales en altas montañas, por ser minifundistas y estar alejados de los grandes centros urbanos. Por estas y otras razones más, no logran ser competitivos permanentes en la dinámica anual del mercado, aunque sí son competitivos en periodos o fases determinadas del año, como más adelante lo veremos.

En ese contexto, en el programa sobre ABD del CIED y las comunidades de Capachica, se tiene como objetivos "contribuir a la conservación, desarrollo y revalorización de la diversidad vegetal cultivada, así como la diversidad silvestre, semidomesticada y subutilizada en los agroecosistemas de los campesinos"; así como: "Promover formas efectivas de cooperación y participación entre las familias de las comunidades, las instituciones civiles locales, regionales y nacionales para formular propuestas que permitan implementar y fortalecer los sistemas locales de conservación, innovación y difusión de los conocimientos sobre ABD andina". El mercado, que para los campesinos por muy pobres que sean, es otra variable muy importante en estos objetivos. Algunos resultados e impactos de estas actividades que implementan aquellos objetivos, se muestran a nivel cualitativo y cuantitativo en los siguientes acápites.

Partes: 1, 2
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