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La era de la "compresión espacio-tiempo

Enviado por vboutetgianina


    Indice1. Tiempo y clase 2. Guerras por el espacio 3. Turistas Y Vagabundos

    1. Tiempo y clase

    La empresa moderna pertenece a los inversores, no a los empleados, ni a los proveedores, ni siquiera a la localidad en la cual está situada la empresa. Dunlap es quien habla de pertenencia, en el sentido de que las decisiones de la empresa solo pueden ser tomadas por los inversores. Esta capacidad está en relación, con el proceso de cambio en el cual los centros de decisión, y los cálculos que fundamentan sus decisiones, se liberaron de las limitaciones territoriales, impuestas por la localidad. Este cambio se dio el último cuarto del siglo XX, en lo que Bauman llama: Gran guerra de la independencia del espacio. Si una empresa se traslada, solo los inversores, pueden seguir ligadas a la misma, porque no están sujetos al espacio, y ellos son los únicos que tienen la capacidad de decidir si quieren trasladar a la empresa ante la posibilidad de mejorar los dividendos en otra localidad. Con esta libertad para trasladarse que tiene la empresa, viene implícita la posibilidad de liberarse o huir de las consecuencias (no se quieren hacer cargo de impuestos para desocupados, inválidos).

    Propietarios absentistas de nuevo tipo Mundo Espacio de la y Posguerra Movilidad convertida en un factor estratificador cada vez más poderoso. Movilidad à liberadora de ataduras à no necesitan la efectividad de una inversión. pensar en las consecuencias, cuando calculan A partir del cual se construyen jerarquías sociales, políticas, económicas, y culturales de alcance mundial.

    Aparece una nueva asimetría entre: Naturaleza extraterritorial del poder. De la vida en su territorialidad Conjunto. La libertad de la cual goza el capital actualmente, hace recordar, a los terratenientes absentistas de antes, los cuales son recordados por descuidar las necesidades de las poblaciones que los alimentaban, y el rencor que ello causaba. Pero los terratenientes no tenían la movilidad que tiene el capital de fines de siglo XX, lo cual les permite liberarse <legalmente> de mayor cantidad de responsabilidades. Los terratenientes tenían límites reales. Los límites además de servir de frontera o separación, para Melucci permite el reconocimiento de un "otro" como diferente. Este reconocimiento de la alteridad puede generar: o bien la tentación de reducir al "otro" por la fuerza; o puede aparecer el desafío de la comunicación con ese "otro". Esto no se da en la actualidad gracias a la movilidad de recursos que ahora son líquidos, y no tienen límites, o los pocos que tiene, no alcanzan para que se de un enfrentamiento con el "otro local"; y en el caso de que ese otro se quiera imponer, el capital tiene movilidad para irse a otro lugar más maleable, y así evitar el reconocimiento de un "otro".

    La libertad de movimientos y la autoconstitución de las sociedades

    • Fronteras naturales y artificiales
    • Unidades territoriales factores vistos como posibles
    • Identidades poblacionales geofísicos límites de velocidad
    • Distinción entre "adentro" y "afuera" restricciones en la libertad de movimientos .

    Paul Virilio habla de que hoy, las distancias no importan, y se refiere a este momento como: Fin de la geografía. Bauman ve la distancia como un producto social, porque su magnitud varía en función de la velocidad empleada para superla. Vistos en retrospectiva, los demás factores producidos socialmente de constitución, diferenciación y conservación de identidades colectivas (fronteras estatales y barreras culturales) parecen solo efectos secundarios de esa velocidad. La oposición CERCA/LEJOS tiene una dimensión que es crucial entre CERTEZA e INCERTIDUMBRE, entre CONFIANZA EN SÍ MISMO y VACILACIÓN. La idea de cercano representa la ausencia de problemas, es lo familiar, lo conocido, lo cotidiano. Lejos: es un espacio en el cual uno penetra rara vez o nunca, donde suceden cosas que uno no puede anticipar o comprender; por lo tanto es una experiencia perturbadora, significa salir de lo conocido. La idea de "comunidad local" nace de la oposición entre: "aquí"/"cerca" y "allá"/"lejos". Los medios de transporte como trenes, aviones, automóviles, fueron los factores principales que dieron lugar al proceso moderno en el cual se erosionan y socavan todas las "totalidades" sociales y culturales arraigadas. Factor técnico de la movilidad-à transporte de la información à tipo de comunicación que no requiere en general ningún desplazamiento de cuerpos físicos. El movimiento de la información, sufrió una aceleración por la separación de los significantes de los significados, es decir, separación de la información de sus transportadores y sus objetos. La World Wide Web: puso fin al concepto de desplazamiento y de distancia, ya que la información está disponible instantáneamente en todo el globo. Antes las comunidades se conservaban gracias a la brecha entre la "Comunicación instantánea en el interior" y la "dificultad de comunicación entre localidades", esto permitía la conservación de la cultura intacta, no contaminada o mezclada con otras. Con los nuevos medios, el espacio se emancipó de las restricciones naturales del cuerpo humano, y se organizó por la capacidad de los factores técnicos, velocidad y coste de uso; por lo tanto el espacio proyectado por dichos factores es distinto al anterior: Ahora: * creado por la ingeniería humana *artificial *mediado por la herramienta *racionalizado *nacional

    Antes *providencia divina *natural *inmediato al cuerpo *comunal *local

    Los autores de las utopías modernas creían que la clave para imponer el orden en la sociedad, consistía en organizar el espacio. La totalidad social sería una jerarquía de localidades cada vez más grandes, supervisada por la autoridad supralocal: Estado. Sobre este espacio artificial territorial, urbanístico y arquitectónico; el surgimiento de la red global de información, impuso un tercer espacio: cibernético al mundo humano, y es gracias a dicho espacio que para Paul Virilio, ya no se puede separar a las personas por medio de obstáculos físicos o distancias temporales, y las distinciones entre "aquí y allá", pierden sentido. Para Bauman, esto es una exageración, ya que si se puede separar a algunas personas por obstáculos físicos o distancias temporales; y esta es una separación aún más implacable que tiene consecuencias psicológicas más profundas.

    Nueva velocidad, nueva polarización Para Bauman la anulación de las distancias de tiempo y espacio por la tecnología, en vez de homogeneizar la condición humana, la POLARIZA. Porque produce la emancipación de algunas elites, pero para otros seres humanos, presagia la imposibilidad de apropiarse y domesticar su localidad, además de que seguramente no podrán irse de la misma.

    • Velocidad
    • Despojo de lo físico
    • Ingravidez del poder, sobre todo en las finanzas
    • Dueños extraterritoriales à poder sin territorio
    • Libres de la presencia de vecinos indeseados
    • Separados de la comunidad local
    • Son inaccesibles para los "otros" que están atados a la localidad
    • Tienen todos los beneficios de la NUEVA LIBERTADà corporeizada en el CIBERESPACIO.

    Margaret Wertheim, hace una analogía entre el ciberespacio y el paraíso cristiano, en cuanto a que en los dos los cuerpos no tenían influencia, son vistos por algunos como un ideal por encima del mundo material, y como un lugar de liberación del "yo" ante las limitaciones físicas. Poder à aislamiento à ven la localidad como un mero terreno "físico" SEGURIDAD El aislamiento les proporciona, inmunidad contra las intromisiones locales. Desterritorialización del poder unida cada vez más a la estructuración del territorio. Espacios prohibitorios:

    • Son filtros, equivalentes modernos de los antiguos fosos y torreones de los castillos medielvales.
    • Tienen como finalidad: convertir la extraterritorialidad social de la elite supranacional, en AISLAMIENTO FÍSICO de la localidad.

    Aseguran la extraterritorialidad de forma material, ya que no permiten el ingreso físico a quien no forme parte de la elite Espacios públicos tradicionalesà permitían el intercambio social à son convertidos en espacios para el consumo en los cuales à la posibilidad de acceder à dependerá de la CAPACIDAD DE PAGAR à de esta forma las elites se aseguran el CONTROL de la entrada a los "otros". Las elites pagan por su seguridad, es decir por su aislamiento, y quienes no pueden pagar, quedan excluidos. La Guerra por el Espacio en el territorio urbano, se hace visible en algunos momentos, pero se libra diariamente bajo la superficie del orden rutinario de la ciudad. Estos factores pueden llevar al sistema al derrumbe. Extraterritorialidad Territorialidad Elite-poder "otros"-locales Libertad Prisión Movilidad Es más humillante cuanto más a la vista esté la libertad de movimientos de la elite. Alcances de la expoliación 0 0

    • Son muy profundos.
    • Localidad y población localizada temen poco en común con la "comunidad local. En el nuevo mundo de la alta velocidad, la localidad, no es la misma que cuando la información de desplazaba solamente con el cuerpo del transportador. Los espacios públicos de discusión y formación de opiniones comunes, fueron desterritorializados, quedaron fuera del alcance de la comunicación.
    • Lejos de engendrar comunidades, las poblaciones locales son como conjuntos de cabos sueltos.

    Los anteriores lugares de encuentro de la comunidad eran formadores de opiniones y por lo tanto de normas, aplicadas de manera horizontal; los conversadores se constituían en comunidad por los criterios de evaluación que compartían, los cuales eran formados en esos espacios públicos integradores. Con la deformación de los espacios públicos, esta posibilidad se pierde. Los centros comerciales no brindan la oportunidad del encuentro acompañado de conversación. Por lo tanto las normas hoy son dictadas desde lo más alto de la elite, y son indiscutibles, ya que no hay lugar para el encuentro con los líderes de opinión locales, ni siquiera para la opinión local.

    2. Guerras por el espacio

    Informe de una carrera. Medición antropomórfica: el cuerpo humano es usado para medir el mundo. Debido a que no todos los seres humanos tiene el mismo tamaño, dichas medidas eran muy inexactas, por lo tanto los poderosos, buscan la unificación de patrones obligatorios de medida, para racionalizar el pago de impuestos. De allí surge en principio la necesidad de "medición objetiva del espacio". Levi-Strauss, es quien habla de la Prohibición del incesto, como una imposición de distinciones conceptuales artificiales, a "individuos físico-corporal y naturalmente diferenciados", este fue para él el PRIMER ACTO CONSTITUTIVO DE LA CULTURA, es decir, insertar en un "mundo natural" (sin cultura), distinciones, divisiones y clasificaciones que reflejaban la DIFERENCIACIÓN DE LAS PRÁCTICAS HUMANAS. No eran atributos propios de la naturaleza sino propios de la actividad y el pensamiento humanos (cultura). Y en este sentido se parece a la tarea asumida por el estado moderno, la cual tenía como objetivo sustituir las prácticas locales (no objetivas), por las medidas de referencia única y universal.

    La Batalla De Los Mapas Bauman, dice la "guerra moderna de la organización del espacio", tenía como finalidad la subordinación del espacio social a un mapa elaborado por el estado, quienes tenían el mapa, tenían poder sobre otros que se manejaban en terreno desconocido, por eso se puso en juego el derecho de controlar el servicio de cartografía, la cual otorgaba legibilidad y transparencia al espacio. Querían terminar con las mediciones antropomórficas que, permitían a los locales ocultarse de intrusos, y escudarse ante las imposiciones de los poderosos, YA QUE DIFICULTABAN AL ESTADO LA TAREA DE RECAUDACIÓN DE IMPUESTOS. La invención de la perspectiva pictórica (siglo XV) de Alberti y Brunelleschi, fue un paso decisivo para la Concepción moderna del espacio, ya que el ojo del observador deja de tener importancia, fuera quien fuera el observador, solo importaba el hecho de que se situara en el punto de observación indicado. La disposición espacial de las cosas, no dependería ya del observador, sino de la situación cuantificable del punto de observación, su localización gráfica en un espacio abstracto y vacío, libre de seres humanos, un espacio social y culturalmente indiferente e impersonal. Lo que reemplazaría a la caótica y desconcertante diversidad premoderna de los mapas, no sería una imagen del mundo compartida universalmente, sino una jerarquía estricta de las imágenes, ya que no todos los seres humanos contemplan el mundo desde la misma perspectiva, las observaciones que se hicieran no podían tener el mismo valor, por lo tanto, el estado debía elegir el "mejor punto de observación" "objetivo"; (Perspectiva homogénea) que le permitiría, transformar al mundo en un lugar transparente y legible para la administración. PRINCIPAL OBJETIVO DE LOS MAPAS MODERNOS: HACER DEL MUNDO UN LUGAR TRANSPARENTE Y LEGIBLE (donde transparencia y legibilidad son señales de racionalidad y orden) PARA EL ESTADO. Bauman, marca la importancia de la manipulación de la incertidumbre en la lucha por el poder y la influencia. En cualquier sociedad estructurada, la posición dominante es ocupada por grupos que logran hacer de su conducta algo opaco e impenetrable para los de afuera; y a la vez logra hacer de la conducta ajena un factor constante, regular y previsible, es decir transparente. Para Focault, el poder que tienen los supervisores ocultos en la torre del Panóptico^ sobre los encerrados en las alas del edificio con forma de estrella, dicho poder es producto de la visibilidad que tienen los supervisores de los presos (transparencia de la conducta del "otro"), y la invisibilidad que tienen los presos para ver a los supervisores (opacidad de la propia conducta de los poderosos). El panóptico, como espacio artificial, era un lujo fuera del alcance de los poderes estatales modernos empeñados en manipularlo a escala estatal, por este motivo mientras perseguían sus objetivos panópticos, tuvieron que conformarse con levantar un mapa que resultara legible para el estado y a la vez violara los usos y costumbres locales. En la segunda fase de la "guerra moderna por el espacio", el objetivo buscado es el ideal panóptico, en el cual se trata de reformar el espacio físico de acuerdo a la perfección alcanzada en el mapa, elevar al territorio a la transparencia racional, liberarlo de los malsanos accidentes históricos.

    Del mapa del espacio a la especialización del mapa Todas las visiones utópicas modernas de la ciudad perfecta, giran entorno a los mismos principios urbanísticos y arquitectónicos:

    • Planificación del espacio.
    • Construcción desde cero. (no contaminado por la historia)
    • Diseños predeterminados, antes de iniciar la construcción.
    • Regularidad, uniformidad, homogeneidad del espacio.
    • Una plaza central, a su alrededor edificios administrativos (si se puede en lo más alto de una colina).
    • Fuera del círculo central, se disponen las viviendas, las cuales deberían ser del mismo tamaño y formas.
    • Los distritos deberán ser planificados de forma tal que si hay necesidad se puedan extender sin perturbar la regularidad.
    • Enfermos, discapacitados, presos, etc., quedan excluidos de la urbe.
    • Mantenimiento de la ley y el orden
    • Racionalidad y libertad, como forma de alcanzar la felicidad.
    • Nada debía ser caótico en estas ciudades, cada cosa cumple una función.

    Durante el movimiento de la Revolución Francesa, los sueños del espacio urbano perfectamente transparente, sirvieron a los dirigentes políticos como fuente de inspiración. La visión de la ciudad perfecta, rechazaba totalmente la historia, y no debía tener rastros de ella. Al terminar la diferenciación cualitativa del espacio que siempre es un sedimento del tiempo, igualmente diferenciado y por eso histórico, la visión de la ciudad perfecta , no solo desafiaba la autoridad del espacio, sino también la del tiempo. La desmaterialización del espacio y el tiempo, más la idea de felicidad racional, es el ideal de la perspectiva administrativa. Brasilia, fue la única oportunidad de construcción real de la "Ciudad Radiante" (ideada antes por Le Corbusier), que fue llevada a cabo por Oscar Niemeyer. El modernismo arquitectó-nico, fracasó en la práctica, Brasilia fue una pesadilla, con sus esquinas desiertas de seres humanos, los cuales estaban desprovistos de cualquier elemento que las pueda provocar desconcierto, o emoción, en definitiva un lugar desprovisto de todo factor humano, de todo lo que le da sentido a la vida. Solo era un lugar perfecto para la administración. La agorafobia y el renacer del localismo La reducción de espacios públicos, en la vida urbana, como consecuencia del plan abstracto del desarrollo, intenta homogeneizar el espacio urbano volviéndolo lógico, funcional y legible; provocando así la desintegración de los lazos humanos, vacío interior, miedo a los desafíos de la vida, y un analfabetismo a la hora de tomar decisiones autónomas y responsables, es decir habitantes urbanos con problemas de identidad casi insolubles. En nuestro tiempo posmoderno, los miedos urbanos concentrados en el enemigo interior, antes los muros estaban rodeando la ciudad para protegerla de los ejércitos extranjeros, hoy los muros que cruzan y entrecruzan la ciudad, vecindarios cercados, guardias armados, sistemas de seguridad, vigilancia, todo esto para mantener a ese "conciudadano inde-seable", alejado, esta estrategia de supervivencia en la megalópolis moderna, consiste en no ver al otro, no solidarizarse con él, mantenerlo a distancia, como condiciones indispensables para no tener siquiera que elegir entre amarlo u odiarlo.

    ¿Hay vida después del panóptico? La s técnicas panópticas, cumplieron una función, crucial en la transición desde los mecanismos de integración de base local, autovigilados y autorregulados, hechos a la capacidad del ojo y el oído humanos; hasta la integración supralocal administrada por el estado, de territorios demasiado bastos para el alcance de las facultades naturales. Dicha función exigía la asimetría de vigilancia, la existencia del vigilante profesional y una reorganización del espacio que permita al mismo realizar la vigilancia y a la vez inculcara al vigilado la conciencia de que ello sucedía, en todo momento. Para Bauman, el modelo panóptico de Focault, no alcanza para explicar nuestro tiempo, en el cual las vidas de la gente están reguladas por las bases de datos, modelo superpanóptico, el cual no tiene como propósito el inculcar patrones uniformes de conducta, elige quienes pueden ser usuarios, y quienes deben ser separados, por no poseer, las cualidades necesarias para el consumo, cuanta mayor cantidad de información hay sobre una persona, mayor es su libertad de movimientos, es un instrumento de separación, y un vehículo de movilidad para quienes son admitidos en el ciberespacio extraterritorial. En el "panóptico", pocos observan a muchos, por el contrario en los medios de comunicación de masas, "sinóptico", muchos observan a pocos, no hay coerción, si seducción, y los observados son famosos, en general globales, que tienen una autoridad dada por la lejanía, son inaccesibles para los locales, y muestran ejemplos luminosos de sus modos vidas, para que los otros, los sigan o sueñen con seguirlos.

    3. Turistas Y Vagabundos

    Bauman dice que en la actualidad, todos vivimos en movimiento, en un mundo en que la distancia no parece ser importante. Algunos se mueven físicamente, y otros no necesitan viajar, pero se desplazan por la Web, o miran la televisión satelital o por cable, entrando y saliendo de canales extranjeros. En este mundo la distancia no parece ser demasiado importante, dejó de ser un obstáculo, ya que se necesita menos de un segundo para conquistarla. Ya no existen "fronteras naturales" ni lugares evidentes que uno debe ocupar. Nos volvemos nómadas, también en otro sentido, más profundo, en el cual advierte, el autor, que en la vida posmoderna los puntos de referencia desaparecen sin dar aviso, además, hasta nuestros propios deseos, se vuelven temporales, efímeros y volátiles. La Globalización arrastra las economías a la producción de lo efímero, lo volátil (mediante una reducción masiva y generalizada del tiempo de vida útil de productos y servicios) y lo precario (trabajos temporales, flexibles, de tiempo parcial). Para tener la atención del público, frente a la gran competitividad global desrregulada los bienes y servicios deben despertar el deseo, por medio de la seducción a los consumidores. Pero una vez logrado el objetivo, deben ceder el lugar a otros objetos de deseo, para no detener esa búsqueda global de ganancias y más ganancias llamada hoy "crecimiento económico". La industria actual está hoy montada para producir atracciones y tentaciones; que deben seducir al consumidor. La tentación no sobrevive mucho tiempo a la rendición del tentado, así como el deseo jamás sobrevive a su satisfacción. La carrera en pos del nuevo deseo tiene algunos puntos clave en cuanto a su dimensión espacio-temporal: no hay demora espera

    Todo es instantaneidad. Jeremy Seabrook, decía que no se puede curar la pobreza porque no es un síntoma del capitalismo enfermo. Sino que es un síntoma de su vigor y salud…. Dice que hasta los ricos se quejan de cosas que no pueden tener, es decir que hasta ellos están obligados a padecer el ansia de adquirir.

    Ser Consumidor En Una Sociedad De Consumo Todos los seres humanos desde tiempos inmemoriales consumen. Pero en la actualidad (etapa: moderna tardía de Giddens, moderna segunda de Beck, sobremoderna de Balandier, o posmoderna) se necesita que todos estén comprometidos como consumidores. La formación que brinda la sociedad contemporánea a sus miembros está dictada, ante todo, por el deber de cumplir la función de consumidor. Si bien, en las dos etapas de la modernidad se consume; la diferencia entre una y otra es sólo el énfasis y prioridades, pero dicha transición, introdujo diferencias enormes en casi todos los aspectos de la sociedad, la cultura, y la vida individual. La gran incógnita hoy, es: "si uno debe consumir para vivir o vive para consumir", es decir si somos capaces de separar los actos de vivir y de consumir. Hoy sólo cuenta, la volatilidad, la temporalidad de todos los compromisos; ya que nos se les permite durar más que el tiempo necesario para consumir el objeto de deseo, es decir el tiempo necesario para que se desvanezca la deseabilidad de ese objeto. Existe una correlación natural entre la carrera del "ahora" impulsada por la tecnología de compresión del tiempo y la lógica de la economía orientada hacia el "consumo". Ya que la satisfacción del consumidor debe ser instantánea, en un doble sentido: por un lado el consumo de un bien debe producir satisfacción inmediata, pero a la vez debe terminar "enseguida" debe tomar el tiempo absolutamente necesario para el consumo. Para lograr esa reducción del tiempo, es necesario que los consumidores no puedan fijar su atención ni concentrar su deseo en un objeto durante mucho tiempo, que sean impacientes, impulsivos, inquietos, que su interés se despierte y se pierda con la misma facilidad. Se debe exponer al consumidor constantemente a nuevas tentaciones, para que permanezca en un estado de excitación perpetua, e insatisfacción permanente. La regla del juego consumista no es la avidez de obtener, ni acumular riqueza, sino la emoción de una sensación nueva e inédita. Los consumidores van de atracción en atracción, de tentación en tentación. El hace una comparación entre el consumidor y el viajero que no puede dejar de serlo.

    Divididos en marcha Aunque todos queramos ser consumidores, y disfrutar de las oportunidades que brinda ese estilo de vida, no todos podemos ser consumidores. Ya que no basta con desear, es necesario además, tener la esperanza razonable de poder alcanzar ese objeto de deseo. Todos estamos condenados a elegir durante toda la vida, pero no todos tenemos los medios para hacerlo. La sociedad posmoderna de consumo, es una sociedad estratificada. La escala que ocupan los de arriba y los de abajo es la del grado de movilidad, de libertad para elegir el lugar que ocupan. Los de arriba, tienen la satisfacción de andar por la vida a voluntad, de elegir sus destinos de acuerdo con los placeres que le ofrecen; en cambio a los de abajo, les sucede que los echan una y otra vez del lugar que quisieran ocupar, si no se mueven, a veces les quitan el piso de bajo de los pies, lo cual es otra forma de estar en movimiento. Si se lanzan a la ruta su destino en general es elegido por los otros, y rara vez es agradable y el placer no es uno de los criterios de elección. La combinación actual de la anulación de visas de ingreso y el refuerzo de los controles de inmigración, tiene un profundo significado simbólico; podría considerarse la metáfora de una nueva estratificación emergente. Pone al desnudo el hecho de que el "acceso a la movilidad global" se ha convertido en el más elevado de todos los factores de estratificación". Todos pueden ser viajeros, pero existe un abismo entre las vivencias en lo alto y lo bajo de la escala de libertad. El término, NÓMADA aplicado indiscriminadamente, es engañoso, porque pasa por alto las diferencias entre unos y otros.

    • Primer mundoà globalmente móviles à el espacio perdió para ellos sus cualidades restrictivas, ya sea que lo atraviesen real o virtualmente.
    • Para el Segundo à "localmente sujetos" à el espacio se cierra a pasos agigantados.

    Las diferencias se hacen más notables ante la exhibición ostentosa, a través de los medios de comunicación. La reducción del espacio entraña la abolición del paso del tiempo. Los habitantes del primer mundo viven en un presente continuo, están siempre ocupados y escasos de tiempo. Las personas atascadas en el mundo opuesto están aplastadas bajo el peso de un tiempo abundante, innecesario e inútil, en el cual no tienen nada que hacer, en su tiempo no pasa nada, no lo controlan, pero tampoco son controlados por él. Sólo pueden matar el tiempo, a la vez que éste los mata lentamente. Los residentes del primer mundo viven en el tiempo; el espacio no rige para ellos, ya que cualquier distancia se recorre instantáneamente. Esto es llamado hiperrealidad, es decir donde lo real y lo virtual son inseparables. Mientras que los residentes del segundo mundo viven en el espacio pesado, resistente, que ata el tiempo y lo mantiene fuera de control. Para este hombre los controles migratorios, las leyes de residencia, las políticas d "calles limpias" y la "aniquilación del delito" se vuelven cada vez más altos; los fosos que los separan de los lugares deseados y la redención soñada se vuelven más anchos, y los puentes, al primer intento de cruzarlos, resultan ser levadizos..

    Pasar por el mundo versus el mundo que pasa La POLARIZACIÓN tiene enormes consecuencias psicológicas. Diane Coyle dice: Para una persona instruida, emprendedora, con buen sueldo, la nueva flexibilidad del mercado laboral, significará oportunidades maravillosas. Pero para las personas sin la debida preparación, o recursos, la flexibilidad se reduce a: ser más explotado por el empleador. Coyle advierte: que hay un abismo social en EEUU entre una elite adinerada, encerrada en recintos vigilados; y una mayoría desempleada y empobrecida. Para los turistas de primera, la virtualidad del espacio, sirve para desmaterializar el espacio, sin exponerse a las incomodidades y el estrés del desarraigo, es una forma de libertad posmoderna. Pero para quien no posee medios, es otra forma de esclavitud, típica de los tiempos posmodernos. Están en movimiento, porque son empujados desde atrás, después de haber sido desarraigados de un lugar que no ofrece perspectivas, para ellos su suerte es cualquier cosa menos una expresión de libertad, estos son los vagabundos, monstruos marginados de la nueva especie feliz. El vagabundo son los desechos de un mundo que se ha consagrado a los servicios turísticos. Los turistas se desplazan o permanecen en un lugar según sus deseos. Los vagabundos, saben que no se quedarán mucho tiempo en un lugar por más que lo deseen, ya que no son bienvenidos en ninguna parte. Los turistas se desplazan en un mundo global atractivo, los vagabundos lo hacen porque el mundo a su alcance (local) es insoportablemente inhóspito. Los turistas viajan porque quieren, tienen libertad de elección, los vagabundos porque no tienen otra elección soportable. La aclamada globalización está estructurada para satisfacer los sueños y deseos de los turistas. Su efecto secundario, (colateral, pero inevitable) es la transformación de muchos más en vagabundos, los cuales no tienen derecho a transformarse en turistas, no se les permite quedarse quietos, ni tampoco buscar un mejor lugar. La polarización del mundo y su población, no son algo externo, o perturbador para el proceso de globalización, sino que son su consecuencia. Bauman dice que no hay turistas sin vagabundos, y los turistas no pueden desplazarse en libertad sin dejar de sujetar a los otros.

    Para bien o para mal… unidos El vagabundo es el otro yo del turista, ya que si se le preguntara al vagabundo, como quisiera que fuera su vida si pudiera elegir, la respuesta sería un retrato del turista: "tal como se ve por televisión". En esta época posmoderna, los dos polos (turistas y vagabundos), son consumidores, son buscadores de sensaciones, su relación con el mundo es ante todo estética, lo perciben como alimento de la sensibilidad, como una matriz de vivencias posibles. Ya no es el hombre exitoso el objeto de adoración, ahora es la riqueza misma el objeto de adoración, ya que es por ella que uno puede hacer lo que quiera, y no lo que debe hacer. Se admira la capacidad que da la riqueza de elegir el contenido de la vida, el lugar de residencia, y la posibilidad de cambiar todo a voluntad. El crecimiento económico agrava la pobreza, así como la recesión y la falta de crecimiento la intensifican. Los vagabundos, no aceitan las ruedas de la sociedad de consumo, no aportan nada a esta economía, son vistos como inútiles, y por eso son candidatos a la marginación, y a convertirse en chivos expiatorios. El vagabundo es la pesadilla del turista, es la visión de que podría convertirse él en vagabundo. "El mundo sin vagabundos, es la utopía de la sociedad de los turistas". La obsesión por "la ley y el orden", la criminalización de la pobreza, los ataques recurrentes a los programas de bienestar social, se explican en gran medida como un esfuerzo constante para elevar la realidad social, contra todos los obstáculos, al nivel de esa utopía. Pero paradójicamente, la vida del turista es más placentera, porque se ve acosada por la alternativa aterradora de convertirse en vagabundo. Para Bauman así seguimos en esta sociedad de consumo, turistas y vagabundos; semituristas-semivagabundos (que somos la mayoría), con nuestras suertes entrelazadas. Los dos destinos dan lugar a percepciones drásticamente distintas del mundo, de sus males y de la forma de cularlos, distintas, pero similares en sus defectos, en cada una hay una tendencia a pasar por alto tanto la red de dependencia mutua que subyace a cada una de ellas como su misma oposición. Por un lado una ideología que empieza en los discursos de los voceros globales, que incluyen según Friedman, a "los intelectuales vinculados a los medios de comunicación", la intelligentsia de los medios, con postulados tácitos que hacen creíble una ideología mediante el "negarse a cuestionarla" Por otro lado están las acciones de los locales y localizados a la fuerza. La paradoja, está en que esta realidad posmoderna del mundo consumista regulado/desregulado, globalizador/localizador, encuentra un reflejo pálido, unilateral, groseramente deformado en la Narrativa posmoderna. La hibridación y derrota de los esencialismos proclamada por el elogio posmoderno del mundo "globalizador", distan de transmitir la complejidad y las contradicciones que desgarran al mundo. El posmodernismo, como descripción de la realidad posmoderna no hace más que expresar las vivencias de la casta de los globales, de la categoría audible e influyente, pero pequeña de los extraterritoriales. La paradoja anterior conduce a otra: LA ERA DE LA "COMPRESIÓN ESPACIO/TIEMPO", la transferencia desinhibida de la información y la comunicación instantánea, es a la vez la RUPTURA DE LA COMUNICACIÓN entre las "elites cultas" y el "populus".

     

     

     

     

     

    Autor:

    Vanesa Boutet.