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Comparación del Test de Bender con el rendimiento escolar. Una crítica a la evaluación (página 2)


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DEMOSTRAR LA IMPORTANCIA DEL TEST DE BENDER EN LA MADURACIÓN DEL NIÑO A NIVEL PREESCOLAR

INTRODUCCIÓN

Uno de los tests psicológicos más empleados en la práctica clínica y psicopedagógica es, el test gestáltico vasomotor elaborado por Lauretta Bender en 1938. Este instrumento de medición psicológica, originalmente se construyó para diagnosticar problemas en la percepción gestáltica y desde su construcción hasta la década de los 60’s su empleo fue casi exclusivo con pacientes psiquiátricos adultos. A partir de esta década y de la publicación del libro "el test gestáltico vasomotor para niños" de Koppitz (1963) su mayor utilización y difusión fue con niños escolares, esto ocurrió en diversos países tales como: Canadá, Dinamarca, Alemania, Gran Bretaña, Japón, India, Israel, Chile, España, Noruega, Argentina y México.

Su uso con niños escolares se ha llevado a cabo, tanto para evaluar su nivel de maduración en la percepción visomotriz como para predecir el nivel intelectual, los problemas en el rendimiento escolar, la disfunción cerebral mínima y los problemas emocionales. La gran cantidad de estudios realizados con el test gestáltico visomotor de Bender permite afirmar que aún conserva la suficiente validez como para ser una de las técnicas más empleadas para el Psicodiagnóstico.

FUNDAMENTOS TEORICOS

En la construcción del test gestáltico visomotor, Lauretta Bender tomó como base teórica la psicología de la gestalt, la cual se originó en Alemania en el año 1912, principalmente en contra del análisis elementalista de la psicología Wundtiana. Los fundadores y máximos representantes de esta escuela psicológica fueron Max Wertheimer (1880-1934). Kurt Koffka (1886-1941) y Wolfgang Kohler.

Las investigaciones realizadas por estos tres psicólogos durante más de 20 años en el campo de la percepción visual principalmente, los llevaron a rechazar la idea de que la percepción es el resultado de la suma de las partes, y que el estudio de los fenómenos psicológicos se realice a través del análisis de sus partes. Afirman que los organismos tienen una tendencia a percibir los objetos o figuras como un todo estructurado, el cual es diferente a la suma de sus partes, esto es, lo que percibimos o experimentamos está en si mismo estructurado en grados variables, son configuraciones o formas mas o menos definidas con sus propiedades y leyes del todo, las partes aparecen no siempre aisladas sino organizadas como un todo y por lo tanto, el estudio de los fenómenos psicológicos debe de realizarse a partir del análisis del todo, no de sus partes aisladas.

De los estudios llevados a cabo, puede desprenderse que para los gestaltistas, el campo perceptual se organiza formando una gestalt o estructura, la cual se divide en dos partes: una figura y un fondo; la primera aparece sobre el fondo y tiene un contorno. La gestalt o forma que se percibe puede ser simple o compleja, y su grado de complejidad es su grado de articulación, es decir, una gestalt como el círculo o cuadrado en un fondo blanco se considera que está bien articulada, porque es una forma simple. Así mismo las gestalten bien articuladas se consideran una gute gestalt o buena forma.

La gute gestalt es una forma fuerte que tiene cohesión y se resiste a la desintegración por el análisis de la atención, o por su fusión con otras formas, porque tiende a persistir o dejar huella en el observador. Cuando hay un conflicto entre dos formas superpuestas, la forma más fuerte absorbe a la más débil.

Las gestalten son objetos o dibujos, y por lo tanto, tiene significados y tienden a preservar su forma, su tamaño y su color, a pesar de los cambios de la situación de estímulo (fondo). La forma, la organización y su carácter de objetos depende generalmente de las relaciones entre las partes y no de sus características particulares. De esto resulta que si las partes cambian, pero las relaciones se mantienen constantes, el objeto no cambia.

El énfasis en la organización de la percepción de la gestalt, llevó a Max Wertheimer y colaboradores a postular una serie de principios de la organización perceptual. Estos son los siguientes:

1. Ley de la proximidad.- Frente a una constelación de estímulos tendemos a agrupar los miembros más cercanos o próximos en el espacio, integrándolos en una unidad o un todo. Las partes se unen en el sentido de la menor distancia.

Ejemplo:

. . . . . …

1 2 3 4 5 6 7 8

La menor distancia entre 1-2, 3-4, 5-6, 7-8, hace que los puntos se visualicen como elementos integrados o relacionados entre sí, más que los puntos 2-3, 4-5 y 6-7.

2. Ley de la semejanza.- Este principio señala que frente a una constelación de principios diferentes, la percepción tiende a agrupar en una figura o estructura, aquellos elementos que son parecidos o iguales entre si.

En este caso la igualdad de tamaño de los puntos constituye un factor organizador y se visualizan espontáneamente en parejas.

3. Ley de la continuidad.- Esta se refiere a que frente a una serie de datos tendemos a agrupar en una figura, aquellos datos que manifiestan una dirección continua. De acuerdo con este principio las formas o líneas equilibradas o simétricas (círculo, elipse, etc.), se perciben más fácilmente que las vagas o mal construidas, así los puntos más próximos tienden a percibirse como líneas.

Cuando dos líneas de puntos forman un ángulo agudo, los puntos vecinos del vértice de ese ángulo son vistos como pertenecientes a la línea de la que son prolongación natural, aunque la influencia de la proximidad tienda a englobarlos en otra línea.

4. Ley del cierre.-Esta ley establece que frente a una constelación de estímulos, la percepción tiende a completar la forma y significado de conformidad con el todo cuando falta una parte pequeña. La ley del todo determina las partes. Ejemplo:

Una serie de puntos que casi forman un circulo son percibidos como si se tratase de un circulo.

5. Ley del destino común.-Establece que cuando una serie de elementos se mueven juntos en la misma dirección y a la misma velocidad, estos elementos tienden a ser agrupados en un todo perceptual. Ejemplo:

Cuando un tirador que esta perfectamente disimulado entre la hierba, es invisible mientras no se mueva. Cuando se mueve pasa a ser la figura y lo sigue siendo mientras esté en movimiento. Los elementos de su cuerpo comparten el sentido común.

6. Ley de la dominancia.- Frente a una serie de datos, la percepción tiende a visualizar aquellos que no se alejan demasiados de la forma en que más se destacan como pertenecientes a ella. Ejemplo:

Aun, cuando los puntos no se hallan exactamente sobre el perímetro de un círculo, se visualiza un círculo.

7. La ley de la buena forma.- Esta ley se refiere a que ante una constelación de datos, la percepción tiende siempre a las formas regulares, simples, simétricas. Toda figura tiende a ser lo mejor posible, a alcanzar el máximo de regularidad, simetría, totalidad, unidad, equilibrio, máxima sencillez.

A B A

. . . . . . . . .

Si un punto A aparece como extraño a una serie de puntos de los que está demasiado lejos, la adición de un punto B, simétrico del primero, crea una nueva unidad en la cual queda integrado el primer punto.

La escuela de la gestalt tal como fue desarrollada por Wertheimer, Koffka y Kohler, llegó a su apogeo en los años 30’s, y poco a poco fueron adhiriéndose investigadores europeos y norteamericanos distinguidos, y se fue internando a campos de la psicología más amplios tales como: "La psicología animal (kohler), la psicología infantil (Lewin, Werner y Wolf), el estudio de las Postimagenes (Rothsduld), del razonamiento ( Wertheimer y Duncker), de la memoria (Wulf, Lewin y Birenbaum), de la vida emocional y de la conducta (Lewin), de la estética (H. Read), de las perturbaciones psíquicas (Goldstein, Gelb, Gotschaldt)

En Estados Unidos, la Dra. Lauretta Bender, quien trabaja en el hospital Belleview, también impactada por la teoría de la Gestalt, se propuso investigar la percepción gestáltica en diversos tipos de pacientes psiquiátricos y de su evolución en los niños. Para llevar a cabo esta empresa, utilizó patrones vasomotores, los que consideraba como los más satisfactorios, dado que el campo visual se adapta con mayor facilidad al estudio experimental, y porque los sujetos de estudio se prestan sin dificultad a la copia de dibujos.

Las investigaciones de la Dra. Bender, la condujeron a conclusiones personales diferentes, y a formular nuevos principios, entre los cuales está la FUNCION GESTALTICA. Esta se define como "AQUELLA FUNCION DEL ORGANISMO INTEGRADO POR LA CUAL ESTE RESPONDE A UNA CONSTELACION DE ESTIMULOS DAD COMO UN TODO, SIENDO LA RESPUESTA MISMA UNA CONSTELACION, UN PATRON, UNA GESTALT. LOS PROCESOS INTEGRADORES DEL SISTEMA NERVIOSO SE PRODUCEN EN CONSTELACIONES, PATRONES O GESTALTEN. ESTA INTEGRACION NO SE DA POR SUMA, RESTA O ASOCIACION, SINO POR DIFERENCIACION O POR EL AUMENTO O DISMINUCION DE LA COMPLEJIDAD INTERNA DEL PATRON EN SU MARCO. LO QUE PARECE UN ORGANISMO INTEGRADO NUNCA RESPONDE DE OTRA MANERA. EL ESCENARIO TOTAL DEL ESTIMULO Y EL ESTADO DE INTEGRACION DEL ORGANISMO DETERMINAN EL PATRON DE RESPUESTA" (Bender, 1986, Pág. 24).

APLICACIONES DEL TEST DE BENDER

La finalidad principal del Test Gestáltico Visomotor de Lauretta Bender, es la evaluación de la Función Gestáltica, no obstante, debido a la gran cantidad de estudios realizados con esta prueba, ha hecho de él, un instrumento con múltiples aplicaciones clínicas y psiquiátricas, entre las cuales se encuentran las siguientes:

  1. La determinación del nivel de maduración en la integración visomotriz de los niños.
  2. Predecir los problemas en el aprendizaje escolar.
  3. Evaluar los trastornos emocionales.
  4. Predecir la lesión cerebral y el retardo mental.
  5. Evaluar la patología mental infantil y de los adultos (esquizofrenia, demencias, etc.)

EVOLUCIÓN GRÁFICA GESTALTEN

Uno de los intereses de la Dra. Bender fue estudiar los patrones evolutivos de la función gestáltica en los niños. En sus observaciones encontró que los niños de 2 años y medio realizan garabatos que expresan juego motor puro. Los ejecutan con movimientos dextrosos de los brazos en forma de espirales en la dirección de las agujas del reloj u ondulaciones pendulares. Esto ocurre cuando el niño emplea la mano derecha, en caso contrario, sus movimientos son siniestrosos en espiral, en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Los trazos efectuados por el niño carecen de significado y sólo lo adquieren una vez terminado el dibujo.

Posteriormente, hacia los 4 años de edad, los trazos son realizados en curvas cerradas o fragmentadas, los patrones o gestalten tienden a adquirir una forma diferenciada y se adaptan para asemejarse al estímulo o para representarlo simbólicamente.

Se le dificulta reproducir los patrones, pero durante varios ensayos motores suelen representar el modelo dado, le resulta más fácil la imitación de los movimientos de otra persona, de tal forma que los garabatos pueden estar limitados a un único movimiento del brazo, a rayas, puntos o zigzagues. Una vez que los ha aprendido mediante la imitación motora o la experimentación puede emplearlos con mayor facilidad para que se asemejen mas a las figuras del test.

De los 4 a los 7 años de edad se produce una rápida diferenciación de la forma. Es a esta edad en que los niños asisten a la escuela, y por lo tanto, se espera de ellos el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Los patrones vasomotores de estos niños surgen de la conducta motora modificada por las características del campo visual. Este campo se organiza alrededor de las primitivas espirales cerradas con tendencias hacia determinadas direcciones (dextrozas y horizontales al comienzo) y conducta perseverante. Existe un constante juego o interacción de los caracteres motores y sensoriales, los cuales no pueden ser separados, aun cuando uno u otro evolucionen rápidamente. (Bender, 1986)

ESTANDARIZACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR

Lauretta Bender estandarizó su test gestáltico visomotor en niños de 3 a 11 años de edad, su muestra fueron 800 niños extraídos de distintos grados de una escuela suburbana de Pelham, de dos guarderías públicas de la ciudad de Nueva York, y del consultorio externo de la sección de pediatría y psiquiatría del hospital Belleview. Además, se aplicó el test a los maestros de las escuelas y algunos miembros del personal del hospital. En la estandarización del test sus resultados fueron los siguientes:

5 AÑOS DE EDAD: A esta edad ya comienza a realizar una serie de cuadrados cerrados o figuras oblongas ovaladas o círculos abiertos. Empieza a cruzar líneas verticales u horizontales. Continúa perseverando en series de dibujos horizontales en dirección vertical.

6 AÑOS DE EDAD: Puede dibujar cuadrados cerrados en posición oblicua y de representar relaciones de oblicuidad mediante dos redondeles entreabiertos, y un segmento de redondel en relación con otro. En ocasiones traza series verticales aisladas, y otras en sentido horizontal, por perseveración.

La gran utilidad práctica que el Test Gestáltico Visomotor de L. Bender proporciona al campo clínico y psicopedagógico como instrumento de diagnostico, ha hecho que diversos investigadores se preocuparan en hacer de este test una prueba psicométrica. Hilda Santucci y Nadine Galiffret-Granjon desarrollaron una escala de puntuación. Cada una de estas figuras es evaluada con relación a tres aspectos: Angulación, Orientación y Posición relativa entre sí. Obtuvieron normas con base a una muestra de 305 sujetos de 5 a 14 años de edad de escuelas primarias de Paris. Estas normas pueden emplearse hasta un poco más allá de los 16 años de edad, después de esa edad los puntajes no discriminan.

Pascal y Sutell en 1951, desarrollaron otra escala de puntuación para el test de Bender. Su sistema consta de 105 items que discriminan entre pacientes psiquiátricos y pacientes normales. Las normas obtenidas por estos autores se basan en sujetos de 15 a 50 años de edad.

Un tercer sistema de puntuación para el test de Bender fue el desarrollado por Elizabeth M. Koppitz en 1963 y cuyo nombre es ESCALA DE MADURACION DEL TEST GESTALTICO VISOMOTOR DE BENDER. Koppitz publicó por primera vez su sistema de puntuación en el libro "EL TEST GESTALTICO VISOMOTOR PARA NIÑOS". Posteriormente lo revisó y lo publicó en el libro "EL TEST DE BENDER". La escala de maduración utiliza las nueve figuras propuestas por Bender y consta de 30 items clasificados en 7 categorías (Distorsión de la forma, rotación, sustitución de puntos por círculos o rayas, perseveración, desintegración de las partes, sustitución de curvas por ángulos, y adición u omisión de ángulos) que se califican con 1 (presente) y 0 (ausente), se puntúan sólo los errores. Koppitz construyó su escala para niños de 5 años 11 meses, y obtuvo normas en 1963 con 1104 niños, y en 1974 con 969 niños. Las normas de 1963 se llevaron a cabo, tanto por edades como por grado escolar (desde el último grado de jardín de infantes, hasta sexto grado de primaria).

La mayoría de las investigaciones realizadas con el test de Lauretta Bender desde los años 60’s en el campo psicopedagógico, han empleado la escala de maduración de Koppitz, y por está razón el presente manual presenta dicha escala.

EL TEST DE BENDER COMO INSTRUMENTO PREDICTIVO

Desde su creación el test de Bender había sido ampliamente empleado con niños en la clínica y con propósitos de diagnóstico de trastornos mentales. Sin embargo, debido a la necesidad creciente de contar con instrumentos psicopedagógicos de sondeo y de medios de diagnóstico rápidos, fáciles de administrar, confiables y seguros ha provocado que el test de Bender sea objeto de numerosas investigaciones (en su mayoría empleando la escala de maduración en la percepción visomotriz de Koppitz) y que hoy en día sea utilizado cada vez con mayor frecuencia no solo para evaluar el nivel de desarrollo en la percepción visomotriz en los niños, sino también como test predictivo de:

  1. el nivel intelectual
  2. el rendimiento escolar
  3. los problemas emocionales
  4. los problemas de aprendizaje
  5. la disfunción cerebral mínima y
  6. el retraso mental.

Las investigaciones desarrolladas hasta 1973 son analizadas por Koppitz en sus libros "El test gestáltico vasomotor para niños" (1986), y "El test gestáltico de Bender" (1981), A continuación se presentan las conclusiones a las que se ha llegado sobre el test de Bender como instrumento predictivo.

EL TEST DE BENDER COMO INSTRUMENTO PREDICTIVO DEL NIVEL INTELECTUAL

En 1963 Koppitz afirmó que el test de Bender puede emplearse como un test corto no verbal de inteligencia para niños pequeños, particularmente con fines de selección o nivelación, pero que este tiene que combinarse con un test verbal corto. Las investigaciones realizadas en años posteriores parece indicar que el test de Bender está íntimamente relacionado con las puntuaciones medias o por debajo de la media expresadas en CI.

Estos hallazgos parecen apoyar la hipótesis de que las puntuaciones del test están estrechamente relacionadas con las puntuaciones medias y por debajo de la media de CI. Son tres las razones para que esto ocurra:

1. Algunos niños brillantes cuando inician su escolaridad son muy jóvenes para su clase o tiene un retraso evolutivo en la percepción visomotriz, y en consecuencia sus puntuaciones en el test de Bender son aun muy inmaduras en el momento de ingresar a la escuela, pero cuando estos se hacen mayores y maduros, sus puntuaciones tienden a mejorar considerablemente hasta estar en armonía con su CI., hacia los 8-9 años.

2. Algunos niños brillantes destacan en casi todas las áreas, excepto en la percepción visomotriz. Debido a su inteligencia pueden con el tiempo superar y/o compensar sus deficiencias específicas. Por esta razón pueden ir bien en la escuela a pesar de que sus protocolos en el test sean inmaduros.

3. El tope en la ejecución del test de Bender es tan bajo que puede ser difícil o incluso imposible discriminar entre protocolos medios, superiores y muy superiores en alumnos de 8 o más años de edad, ya que una vez que los niños son capaces de copiar las figuras del test sin imperfecciones, y obtienen puntuaciones de 0 o 1 no pueden ya mejorarlas a pesar de que continuaran creciendo en edad y capacidad mental.

En suma, las puntuaciones obtenidas en el test de Bender parecen ser un buen predictor del nivel intelectual sólo para aquellos niños que tiene un CI. ligeramente por encima de la media, pero no pueden discriminar entre aquellos niños que tienen un CI. medio alto o superior.

Otros investigadores han estudiado también las relaciones entre:

  1. El test de Bender, la edad y el CI.
  2. El test de Bender y las puntuaciones de CI. tanto verbal como ejecutiva.
  3. La calidad de los registros en el test de Bender y el CI.

Las conclusiones a las que se han llegado son las siguientes:

a) Las puntuaciones en el test de Bender y los puntajes de CI, para la mayoría de los niños se hallan estrechamente relacionadas para cada nivel de edad entre los 5 y los 10 años. Sin embargo, las correlaciones tienden a disminuir cuando se utilizan grupos de niños con un rango de edad demasiado amplio. Este aspecto no debe ser ignorado cuando se seleccionen sujetos para una investigación (Koppitz en 1974 y Hartmen en 1972).

b) Las puntuaciones de CI tanto verbal como ejecutivo correlacionan positivamente con las puntuaciones del test de Bender pero las correlaciones con la escala ejecutiva son las únicas significativas (Koppitz en 1963 y 1974, McNamara y otros en 1969, Cerbus y Oziel en 1971, Ackerman y otros en 1971 y Kelly y Amble en 1970).

c) Cuando se utiliza el test de Bender como instrumento predictivo del nivel intelectual, también debe de considerarse la calidad de la copia de las figuras. Los niños de inteligencia superior de diferentes niveles socioeconómicos tienen una ausencia de distorsiones, un ordenamiento lógico e inteligente abordaje del proceso de copiado de las figuras del test, casi todos estos niños realizan:

1) Las figuras de Bender están bien organizadas y distribuidas en la hoja.

2) La mayoría de los niños utilizan menos de una hoja completa (generalmente abarcan la mitad de la hoja).

3) Los niños son concientes de sus imperfecciones en los dibujos e intentan corregirlos.

4) Los trazos de los niños no están no excesivamente gruesos ni muy finos. Por lo tanto, al parecer una buena organización y emplazamiento, las borraduras espontáneas y la corrección cuidadosa, así como las figuras pequeñas están asociadas a una puntuación alta en CI. (Bravo en 1972 y Koppitz en 1974).

EL BENDER COMO PREDICTOR DEL RENDIMIENTO ACADEMICO.

La escala de maduración del test de Bender elaborada por Koppitz se ha utilizado como instrumento predictivo del rendimiento escolar, puesto que para la validación de la escala en 1963, se correlacionó cada uno de los reactivos con el test de aprovechamiento metropolitan en niños de 1er. Y 2do. grado escolar y se incluyeron sólo aquellos reactivos que diferenciaban entre los niños con un rendimiento escolar arriba del promedio y los niños con rendimiento escolar por debajo del promedio. Además, por ese mismo año Koppitz dirigió 3 estudios con niños de primero al cuarto grado, para investigar la relación entre el rendimiento escolar y las puntuaciones en el test de Bender y encontró correlaciones significativas en los 3 casos (Koppitz, 1986).

Durante la década de 1963-1973 se realizaron diversas investigaciones para analizar la relación entre la escala de maduración infantil de Koppitz del test de Bender y el rendimiento escolar global. Las conclusiones a las que se llegó a partir de estos estudios fueron las siguientes:

  1. Los resultados confirman la suposición de que la escala de maduración infantil pueden diferenciar entre aquellos alumnos con un rendimiento escolar global por arriba del promedio y los niños con un rendimiento escolar por debajo del promedio. Por lo tanto, se puede afirmar que el test de Bender es un buen predictor del rendimiento escolar general en niños de educación primaria, sin embargo, el mejor momento para aplicar el test de Bender es a los 5 y medio o 6 años de edad, que es cuando el niño ingresa a la educación primaria (Dibner y Korn en 1969; Hammer en 1967; Keogh en 1965; Morfleet en 1963; Thweatt en 1963 y Koppitz en 1974).
  2. La magnitud del nivel de significancia de las correlaciones entre el test de Bender y el rendimiento escolar en los diferentes estudios varia de unos grupos a otros, lo cual parece indicar que hay diferentes factores que influyen y deben ser tomados en cuenta, entre estos factores se encuentran: a) el nivel socioeconómico, b) la capacidad mental, c) la edad, d) el nivel escolar al momento de aplicar el test de Bender (Koppitz, 1981).

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Existe subjetividad en la evaluación del docente al medir el nivel de maduración del estudiante?

JUSTIFICACIÓN

La evaluación como un instrumento que permite la vigilancia de la efectividad del proceso de enseñanza aprendizaje, de la relación maestro-alumno y de calidad de los conocimientos adquiridos sufre actualmente de una subjetividad de la que no se ha podido alejar. El docente aplica criterios subjetivos que impiden una medición objetiva de los conocimientos adquiridos, lo que ha provocado que la evaluación se convierta en un problema puramente técnico que se resolvería con la mera selección y aplicación de los instrumentos apropiados, pero esta simplificación ha provocado que la evaluación haya sido llevada únicamente al terreno de la calificación, la certificación y la acreditación.

El presente trabajo pretende mostrar las deficiencias actuales de la evaluación realizada por los docentes, a la luz de la comparación con un instrumento que ha demostrado su efectividad y objetividad como lo es el Test de Bender, con la finalidad de aportar información útil en la tomas de decisiones del proceso de aprendizaje, así como en posteriores análisis de este problema.

OBJETIVO

Comparar la evaluación del rendimiento escolar realizada por el docente con los resultados obtenidos en el Test de Bender en niños de 6 a 8 años.

CONCLUSIONES

Después de ser aplicadas las pruebas del test de Bender y comparar estos resultados con los obtenidos en la evaluación realizada por el docente, se puede apreciar como no existe concordancia debido en gran parte a una falta de objetividad en la forma de asignar una calificación numérica.

Esta falta de objetividad se presenta ya que los aspectos que se miden para asignar estas calificaciones carecen de parámetros objetivos, es decir, se toman en cuenta aspectos como la limpieza, conducta y actitud de los estudiantes; aspectos que necesariamente se encuentran supeditados a tendencias subjetivas por parte del docente. Pueden, y se presentan, dudas respecto a sí esta evaluación se hace de manera imparcial hacia todos los alumnos, si es que existe rechazo, afinidad o interés hacia algunos de ellos en particular.

El sistema imperante de evaluación se pone en duda, pues la asignación de una calificación numérica no puede ser objetiva al carecer de criterios objetivos, de una escala que permita le evaluación sólo de aspectos objetivos.

Es por esta razón que al confrontarse la evaluación realizada por el docente con los resultados arrojados por el test de Bender, que mide un solo aspecto de manera objetiva y con parámetros establecidos, se presenta una considerable discrepancia. Esto traerá problemas posteriores, ya que, un alumno que no es avaluado de manera objetiva al ser enfrentado a situaciones que le exijan el empleo de competencias que una calificación avala, se verá en la necesidad de retroceder en su formación, es decir, la subjetividad de su evaluación no será igual al de su desempeño en situaciones reales.

 

 

 

Autor:

Alejandro Barrera Damián

Elisa Garcia Benitez

Hugo Ruvalcaba Zapata

Paola Santamaría Villavicencio

MÉXICO DF. MÉXICO

PAIS, CIUDAD Y FECHA: MÉXICO, DISTRITO FEDERAL. DICIEMBRE 2006

BIOGRAFIA DE LOS AUTORES: Son todos estudiantes del cuarto semestre de la Carrera de Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. UNAM

 

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