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El amor de raza aguza la inteligencia (página 2)

Enviado por Pedro Sandrea


Partes: 1, 2

Ver con esto si el amor de Raza aguza la inteligencia; pero, necesariamente, triunfa la Raza Adámica.

Hay que cultivar con fe de progreso la raza que más influjo tenga en la consecución del tipo ideal y del sentimiento que mata el sentimentalismo, que ha dividido la hegemonía humana en naciones, en irracionales diferencias que se hicieron antagónicas, para resistirse a la absorción de la raza Adámica, pero que no han conseguido más que retardar el hecho un momento más, momento que equivale a decenas de siglos, por causa del Nacimiento o creación del Dios-Cristo-peligro, por el impotente derrotado Aitekes, yerno de Faraón; Egipto.

      Es necesario abundar en esas razones, probar que la raza Hispana es puramente Adámica y la causa del porqué fuera ella la elegida de descubrir y sembrar su semilla en las islas Vírgenes de América; y estas razones han de ser de todos los órdenes.

      1º – Es histórico, que Jafet, hijo de Noé, emigró y hoy ya es innegable que albergó en los valles de las vertientes Pirenáicas, al Occidente. Prescindiendo de la cuestión del símbolo del Arca de Noé y del Diluvio, que no existió como tal; pero Moisés, lo ideó representando el cuerpo y el alma del hombre colmado de todos los instintos de todo lo existen en el mundo.

      El nombre dado a este hijo tercero de Noé, es profético (crean los hombres lo que crean) y significa en Sánscrito (ya comprendido por los dialectos Asiáticos) Jafet, Engrandecimiento; y es el caso que algunos analistas de la Biblia han seguido un hilo directo de los hechos y comprueban que "el engrandecimiento de Jafet, por sus siete hijos, desde su sede Pirenáica a Grecia, Norte de Asia, gran parte de Europa y de sus posteridades, nació Roma; conformándose en los tiempos moderno del total ensanche y engrandecimiento de Jafet, en la América y Australia" – Diccionario de la Biblia, pág. 313.

     2º – Noé histórico, es el 11 patriarca en orden descendiente de Adán; y es en el siglo 11 de la era de Adán, histórico también. Por lo cual, Jafet lleva en sí pura la raza Adámica, que planta su raíz en el país Vasco, del que al fin toda España tiene de Etnicismo.

     3º – Que estando probado que el Vascuense puro de Navarra y Guipüzcua es el mismo Sánscrito, prueba evidente de que alguien llevó aquel idioma y fue Jafet.

     4º – Los Vascos se establecen en cualquier parte del mundo, y sin cambiar en nada el carácter, etnicismo, idiosincrasia, acaban siempre por "dominar sin imponer" y no se creen extranjeros y se aclimatan en todos los grados del globo. Lo que quiere decir que  todos los etnicismos y cualidades de todas las razas las tienen en sí mismos los Vascos.

      5º – El comercio de España con todos los pueblos de África, Asia, Grecia y Caucasia en la antigüedad, prueba la verdad de que la raza de Jafet estaba extendida por esas tierras, desde que la Ley de Afinidad demuestra la fuerza de atracción.

      6º – Que España, Iberia y Celtiberia, lo mismo que Goda y Visigoda, nunca dejó de ser país indomable; y por sus propias energías, cantando su grandeza, aun entre los suspiros de sus angustias, siempre se rehace y cura las heridas inferidas a traición, y nadie, cara a cara, se atrevió a desafiar al sereno y viejo León, que cuando reyes mentecatos y traidores pusieron en peligro el Españolismo, bastó el gesto sin igual de un alcalde de aldea, para deshacer las huestes de Napoleón.

      7º – El pueblo español es tan amante de la justicia en cuanto a la libertad, que da notas como la del día de Mayo en Madrid y el 25 de Mayo en América, y arrolla reyes y los depone, o los somete a su querer, porque sabe decirle al rey que cada español es tanto como el rey y todos juntos son más que el rey.

     Nadie puede dudar de que los sublevados en América eran Españoles venidos de España o nacidos en el suelo Español de América; y no fue aquel acto para renegar de la Madre, sino para castigar a los malos hermanos, como ahora está demostrado.

      Se pueden señalar muchos puntos más, pero son bastantes para probar que "la raza hispana es pura raza Adámica", y que por la ley de los destinos, es la que ha de hacer de  todas las razas una sola raza.

      Aun hay una prueba filológica de máximo valor sobre el último Español, y es que el Sánscrito se traduce al Español casi literalmente, como lo ha puesto de manifiesto en 1912 el Profesor D. José Alemany, traduciendo en los archivos de Alderabat (India) las leyes de Manú y lo hace observar cuidadosamente, señalando en notas las erratas de las traducciones Inglesas y Francesas, por falta de significado en estos idiomas, lo que nosotros decimos falta de afinidad.

      Si se toman las pruebas por los antiguos profetas, en Isaías Jehová llama a Jacob en Occidente, mandándolo: "Levántate. Levántate y ve a aquellas Islas aparatadas que aun no oyeron de mí". Y nosotros sabemos (por quien no puede equivocarse, porque está en los secretos de los destinos de este mundo y muchos millones de mundos) que "aquellas Islas apartadas" son las Américas, en las que aun no se había escrito ninguna vez la Ley máxima.

      Bastaría decir las cosas a secas. Pero lo arraigado que está el prejuicio sembrado por las religiones y las historias mixtificadas y adulteradas por esas mismas religiones con estudiada maldad; y por esto, aunque sea mortificándonos, preferimos acudir a las pruebas lógicas, filológicas y étnicas, para que, por medio de las ciencias, los hombres comprueben por sí mismos la verdad.

      Y tal es nuestro afán y desinterés, que otorgamos a los hombres prominentes de todas las razas, a que prueben su mejor derecho sobre el derecho adquirido (por destino) por España, a absorber todas las razas en su raza.

      Se debe prevenir una gran advertencia. En la Caucasía (parte de la antigua spania), a la emigración de Jafet, se llevó el nombre por cualquier razón; pero allí quedó la raza Adámica con sus hermanos nietos de Noé, viviendo en la beatitud, puesto que en muchísimos siglos no se vieron hostilizados por nadie, llegan a una gran perfección en el tipo, cuyas mujeres son bellezas y toda bondad y cariño, sin malicia.

     No era en vano esa misión muda; en siglos, fueron cruzando su raza con la Moscovia; acendraban su amor de hermanos y en su bondad no se daban cuenta de que por el Norte les llegaba el dominador fiero, egoísta, religioso, y que los ha tratado como perros; y ellos, en su bondad, por sus destinos Vedas, creyendo que el Jefe había de ser un cuidadoso Patriarca, lo llamaron Padre, aunque el látigo fuese sus caricias.

     Ha llegado el cumplimiento de la Ley del destino; los prevaricadores de siempre; las razas primitivas, menos mezcladas con la Adámica, ya no pueden extenderse, sino es a costa de los países donde la raza Adámica domina, y esto no podría ser, vencer a la Ley Suprema.

      La gran Rusia está ya transformada en la raza Adámica y debía estar neutral en la contienda de la Gran Babilonia; pero el Jefe, el Padrecito, procede de la raza prevaricadora y se plega con sus afines, lazando a su pueblo a una guerra, a la que no  tiene ninguna afinidad, ni finalidad.

      El otro punto ya abarca más de medio Globo y la ha cubierto la descendencia de Jafet, ha fundido todas las razas, en su raza; en la raza Adámica igual a de los azotados Rusos; todos esos pueblos hispanos pudieron oír la inspiración a pesar del peso de la corona y los muros clericales que le rodean; pero los Países Hispano-Americanos fueron y son neutrales.

     Bajo esta neutralidad, han podido los espíritus de la raza Adámica, inspirar y fortalecer a sus hermanos más dispuestos del País Ruso; y en una hora terrible para los supremáticos prevaricadores, hacen crujir el trono plutócrata de los Zares y el mundo todo tembló al estruendo de aquella mole, derribada por los azotados.

      Una mujer española estaba al lado del que metió la palanca y derribó a los Zares. La Ley lo previenen todo; el oso blanco y el león viejo, padre e hijo de la raza Adámica, en la hora justa del fatal destino, juntan su empuje, su fuerza y su genio, y todo, a su rugido, tiembla y cae hecho añicos.

      Rusia, con facilidad se entiende con Turquía, Armenia, Persia, Mesopotamia y los Países Hindúes; son todos de raza Adámica, manchada por mercenarios cambalacheros, que pronto serán barridos, y mil deciento millones  de hermanos se abrazarán.

     España se revoluciona: la España Adámica e ideal rompe con los advenedizos prevaricadores; y en ese maremágnum de revueltas sociales, se suceden los gobiernos, con los períodos lunares y sin embargo se estrechan las relaciones con sus hijas vírgenes de América, porque en ellos vivían los Españoles de cepa, los que saben su deber y… no lo duden las naciones de América son una misma casa que la España ideal, que, al decir Comuna, todos entenderá hermanos.¿Será preciso aislar a los hidrófobos?

     La Ley de higiene lo exige y la raza Adámica, fuerte, experta y sabia, dictará las medidas profilácticas; en efecto; ya dio las primeras recetas; en Madrid se escribió sobre las misiones Hispánicas-Americanas: "Como si fuera una sola Nación"; y en Ginebra gritó; "O todos, o ninguno". Son las primeras nociones de profilaxis de la raza en su triunfo.

     A la unión Hispano-América, con Portugal y Brasil, y quedará salpicado todo el mundo de fracciones territoriales del mismo amor y sentir, con sus pasiones de Africa y de la India.

      Por la fuerza del idioma, el archipiélago Filipino será su centro de transformación de razas, en la raza Adámica, por la raíz inmortal allí plantada por España, en medio de la Oceanía.

     ¿Y la unión Latino-Americana? Esta no cabe, aunque cupieran Italia y Francia. El verbo Latino murió, porque lo adoptó la Iglesia Católica, que no es Estado, ni cosa.

     Italia, la esclavizada, pero siempre rebelde a sus tiranos Pontífices y emperadores, correrá a nosotros y le abriremos los brazos a ese pueblo luchador, y ya se adelantó adhiriéndose a muestra Escuela, (es notorio la inmigración a estas islas apartadas) es la gran Cooperativa Comunista, de trabajadores del mar Garibaldi, ¿Esperamos a Francia?… Sí. Pero… cuando la tiara habrá caído, contestará.

      De los demás Países, la Ley sacará lo que debe salvarse de la hecatombe y América les dará asiento y fraternidad.

      Tal es en conjunto la raza Adámica, que vació su todo en España, para repartirlo al mundo entero.

      Que esto es verdad, lo prueba hoy mismo unas declaraciones de un personaje de la política de este País, Argentina, las que transcribimos junto con las críticas de los pequeños, de los estrechos, de los que aun pertenecen a la raza primitiva egoísta.    

      "En el banquete ofrecido al Dr. Pueyrredón, en la residencia del gobierno del vecino país, del Uruguay, el funcionario argentino, al contestar el discurso del Dr. Brum, expresó el concepto de Patria que, "acaso distinto a la generalidad de muchos hombres" sostiene individualmente y en sus actos de gobierno, el representante del Ejecutivo. Las palabras del ministro, que por la forma en que fueron dichas, aparecen como inspiradas y autorizadas por el Presidente señor Irigoyen, son una relación en materia nacionalista, que han de haber sido recibidas con sorpresa por el auditorio que las escuchó.

     "Refiriéndose al primer magistrado, dijo el Dr. Pueyrredón: "He sido colaborador y testigo, y puedo, señor, suscribir que, efectivamente, el Presidente argentino, del que me horro en ser, a la vez que su ministro, su admirador y su amigo, tiene un concepto de patria acaso distinto a la generalidad de muchos hombres. Entiende que es tanto más grande el patriotismo, cuanto más amplias son las fronteras y los horizontes en que se encausan; considera en que no debe limitarse ese sentir al amor estrecho y apretado del terruño, sino que, por el contrario, los pueblos, como los hombres, son tanto más fuertes cuanto más grande es el número de sus amigos y cuanto más generoso es el vínculo que les une a los demás pueblos, o a los demás hombres.

      "Sorprende en verdad semejante concepto, cuyo sentido, si bien no se precisa con claridad por términos ambiguos en que está concebido, deja de adivinar el espíritu que predomina en la Casa Rosada, acerca de los problemas de Nacionalismo, como de las premisas que le sirven de base para encararlos. Bien mirada esta definición, "que no se limita al amor estrecho y apretado del terruño", está enteramente de acuerdo con la política presidencial, a la que le merece mayores atenciones el arraigo de su personalidad en los pueblos extranjeros, que los intereses morales y materiales del propio pueblo que gobierna.

      "La actuación nacionalista del Ejecutivo falla, en efecto, por esa base angular: se separa de toda idea aceptada, de todo procedimiento aconsejado por la prudencia y por la experiencia, para aceptar la verdad dogmática de que la patria es un sinónimo de partidismo ya que termina en el último afiliado a sus idealidades políticas. El amor estrecho y apretado del terruño, sentimiento egoísta sí se quiere, pero primario de nacionalidad, que consolida la conciencia de los deberes individuales frente al progreso público, que fomenta el espíritu de cohesión social y contribuye en forma fundamental a la grandeza de las naciones, no le interesa, pero le interesa, en cambio, estrechar vínculos y aumenta el círculo amistoso en el extranjero.

     "El criterio que informa semejante concepción no puede ser más falso ni erróneo. Eso no es patria en ninguna parte. La esencia egoísta que encierra el concepto de patria, no puede ser la declaración sobre la armonía y la solidaridad internacionales, que constituye un sentimiento secundario, en el orden de los que se armonizan en el espíritu humano, donde el de la nacionalidad, el del lugar donde se nace, el de los efectos que crea la comunidad de vida, en una obra familiar y política y grande de esfuerzos definitivamente propios, lo ocupa por entero y no sucumbe jamás ante otro alguno.

      "Una vez consolidad el sentimiento nacionalista en términos definitivos, aparece el de la nacionalidad internacional en el espíritu, cuando de aquel no puede separarse una traición alevosa. Y en honor a la verdad, debe decirse que ésta no es la situación actual del espíritu nacionalista argentino, sacudido por tendencias extrañas, que reclaman del gobierno procedimientos enérgicos, distintos a los que viene siguiendo en su política.

       "Ante los sentimientos esbozados por el señor Ministro en el banquete en la sala de gobierno de Montevideo y por sobre todo otro, están los deberes nacionales, a los que se debe por entero el Ejecutivo, para marchar a la consecución de nuestro destino histórico, por el cause de un patriotismo bien entendido, sin las asperezas ni diferencias a que conduce la ofuscación partidista a los sectarismos ideológicos.

      "Obreros de la misma causa común, al calor del estimulo oficial, las naciones se engrandecen, se cohesionan y se vigorizan en el patriotismo, en el amor estrecho y apretado del terruño.

      "Después de esto, se comprende que los hombres que se inspiran en el bien nacional, estén de acuerdo en que el Ejecutivo "tiene un concepto de patria distinto al de la generalidad de muchos hombres"

      Como los conceptos vertidos por el Dr. Pueyrredón son los que se sustentan en toda nuestra doctrina y confirman además, cuanto estamos sosteniendo en estos datos de estudio, decimos en su honor: muy bien dicho; pero se le pide que lo lleve a la práctica, sin hacer caso a los críticos estrechos y encarcelas en su zurrón.

     El ensanche de Jafet no puede ser más que por la población Hispana o por su idioma; y en Australia, aunque haya algunos Hispanos, no forman ni siquiera colonia y el idioma es Inglés.

      Pero el periódico "Diario Español", el día 15 de febrero "En el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, se ha recibido una comunicación del consulado general de la República de Melbourne, Australia, en la que cuenta de la creación de una cátedra de idioma Español en la universidad de esa ciudad, la que comenzará a dictarse en el año escolar que se inicia el mes de marzo próximo".

      Con esto se ve: es Australia del ensanche de Jafet; y como se sabe que hoy en todas las naciones se estudia el Español y éste se impone por su fuerza y bellezas propias, no pasará mucho sin que todo el mundo, hablando Español, se fundirá en una sola raza y será la raza Adámica, nombrada "Raza Hispana" por el idioma, porque no se concibe raza sin idioma; ni puede haber idioma, sin la vida de una raza. Por esto cabe preguntar: ¿Existe la raza Latina?…

 El Latín murió asfixiado de la religión católica: la raza Latina ha muerto, pues. Sólo quedan sus despojos, que el viento del olvido borrará. Las demás razas vivirán transformadas; porque transformarse no es morir, sino progreso.

 

 

 

 

 

Autor:

Pedro Sandrea

Partes: 1, 2
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