Introducción
"Solo sé que no sé nada", es la frase que afirmaba Sócrates en un diálogo con Platón, pero en realidad la frase completa del maestro de Platón que quedó en la posteridad en la obra "Apología de Sócrates" escrita por su discípulo es: "Solo sé que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada".
La ciencia ha avanzado inmensurablemente en muchos campos, mientras más conocimiento adquirimos más conscientes somos de que es mayor el misterio sobre lo humano y la humanidad, el autor desarrolla este concepto descifrando la complejidad de la naturaleza humana desde el punto de vista individual, biológico y cultural.
Este misterio se hace cada vez mayor en la medida que el ser humano adquiere mayor conciencia de la capacidad de su mente y de lo que ella puede influir en su porvenir, ya sea para hacerlo exitoso o ya sea para desencadenar en un futuro funesto.
Mientras más avanzamos en el conocimiento menos herramientas tenemos para encontrar respuestas a las interrogantes frecuentes que nos hacemos en las distintas etapas de nuestro ciclo: ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos?, ¿A dónde vamos?, ¿Qué es la muerte?…
Anhelaría concluir este documento encontrando… simplemente…aproximaciones de respuestas asertivas a todas estas interrogantes; sin embargo, soy la validación de la afirmación de Sócrates "solo sé que nada sé". Aún cuando mayor es mi inquietud por descifrar el conocimiento profundo de la esencia de la humanidad, mayor es mi nivel de consciencia que la mente no puede explicar lo que es inexplicable.
No obstante, de las limitaciones de la consciencia y de la mente humana, pretendo focalizar el análisis en este documento rescatando el planteamiento de la trinidad desarrollada por el autor Morin: "individuo-especie-sociedad" y dilucidar su estrecha relación con la trilogía planteada por el autor mexicano Cesar Lozano: "pensamiento-sentimiento-actitud".
El poder de construir el porvenir esta en uno mismo y es el ser humano el actor principal de su propia vida. Depende de uno en aprovechar el don que tenemos de la libertad de escoger para determinar nuestras acciones, que son producto de nuestros sentimientos y que devienen de nuestros pensamientos.
Sencillamente para aceptar lo que uno es, debemos concentrar nuestro pensamiento retrayéndonos en el pasado y encontraremos el origen, la esencia, la fuente…. exactamente ahí descubriremos la consistencia y la racionalidad de la menta humana para pensar, sentir y actuar.
Nudo o cuerpo
"El cosmos nos ha creado a su imagen y nos dirige hacia la complejización y mientras mayor sea esta complejidad nosotros somos menores, la vida es una célula microscópica sumergida en el universo". Nosotros somos esa célula viva microscópica que habitamos en el universo.
Hace sentido la afirmación de Pascal "mientras más conocimiento adquirimos mayor es el misterio sobre la humanidad y lo humano", cuanto más conocemos lo humano menos lo comprendemos.
El autor define la humanidad de una manera muy singular, utilizando cinco conceptos que resaltan cada una de las cualidades que lo hacen ser diferente entre todos los demás componentes de la esfera viviente:
1. Un ser metaviviente, por sus aptitudes organizadoras y cognitivas, de crear nuevas formas de vida, psíquicas, mentales y sociales.
2. Un animal de la rama de los vertebrados, de la clase de los mamíferos, del orden de los primates. Inferior a los vertebrados acuáticos y aéreos, en cuanto a muchas de sus capacidades de ejecución.
3. Un hipermamífero, porque conserva hasta la edad adulta esa relación afectiva de amor y ternura, cólera y odio, que desarrolló durante la infancia a través de su relación con la madre.
4. Un animal hipersexuado, posee una sexualidad muy diferente a las que mantiene los primates, en el ser humano su sexualidad no está limitada al tiempo ni a un momento, y todo su ser.
5. Un superprimate, porque ha transformado en caracteres permanentes rasgos esporádicos o provisionales propiedad de los simios superiores, con un cuerpo capaz de adaptarse y realizarse en cualquier situación y ambiente; con un cerebro generalista que cada vez se hace más potente, que puede realizar innumerables tareas especializadas, con regresión de los programas o rituales de comportamiento, el cual es animado por un despegue complejo horizontal: cerebro- mano- lenguaje– mente- cultura– sociedad, propiedad única y exclusiva de los humanos.
Es este último término "superprimate" el que diferencia al humano de la humanidad, la capacidad de desarrollar pensamientos, atribuyendo la capacidad del poder de nuestra mente de generar nuevos conocimientos e ir evolucionando en el aprendizaje que la emergente realidad nos exige.
El autor plantea la disyuntiva sobre el origen del ser humano, que a mi juicio, seguirá siendo un tema de debate y continuará sin conclusión; mientras mayor sea el avance de la ciencia, del conocimiento y del cuestionamiento de la mente humana ¿creación divina ó evolución? … más lejana será la posibilidad de satisfacer la interrogante con una respuesta asertiva.
En lo personal, no existe margen para la discusión, es simplemente cuestión de fe: un Ser Supremo es el Creador de cuanto organismo vivo existe en el cosmos. Ni la teoría evolutiva, ni la biogenética, ni la biotecnología podrán refutar que Dios es "humanidad" y lo "humano" deviene de Dios, porque El nos creó a su imagen y semejanza (Génesis 1).
Morin, señala que "la finalidad humana pasa por el origen genérico", genérico significa que nace del origen o que nace de la esencia y para encontrar lo esencial de lo humano debemos ir al inicio de la historia; entonces es asumir la relación inicial de la trinidad: individuo-sociedad-especie; es retraerse al principio del origen de la vida, es -en conclusión- volver a la relación inicial: "lo humano es creación divina de Dios".
El autor desarrolla el concepto de humanidad partiendo de una pluralidad de trinidades:
1. La trinidad individuo- sociedad- especie.
2. La trinidad cerebro- cultura- mente.
3. La trinidad razón- afectividad- pulsión.
Nos vamos a centrar en este documento en la complejidad de la relación de la trinidad entre individuo, especie y sociedad como condición de la libertad; cuanto mayor es la complejidad de la trinidad humana mayor son las posibilidades de libertad. La libertad es el mayor reflejo del grado de cognición de la mente humana, el mayor don que Dios nos ha entregado es la libertad de "vivir"; es escoger el sentido que le damos a nuestra vida tomando conciencia de que nuestro accionar va marcar un sendero, que será producto de una célula microscópica viva en el inmenso cosmos.
El tiempo de esta célula viva puede estar encuadrado en simplemente sobrevivir…"de este modo en lugar de sobrevivir para vivir se vive para sobrevivir"…vivir para sobrevivir mata el germen de la libertad porque nos encasillamos en los deberes y obligaciones que debemos cumplir para continuar sobreviviendo.
La diferencia entre "vivir" y "sobrevivir" la marca uno mismo, porque gozamos de la libertad para escoger. La libertad se la encuentra cuando la humanidad dispone de las posibilidades mentales de tomar una decisión asumiendo las posibilidades físicas o materiales de actuar según nuestra elección.
Para Morin, la historia afectada por la sociedad y la cultura tiene influencia sobre el individuo y sobre su libertad de escoger. "La historia provoca desviaciones en el accionar accidentado de la humanidad", la libertad corre el mismo riesgo que la verdad que es "el riesgo del error", esto se explica por la incertidumbre sobre el futuro que tenemos cuando tomamos una decisión hoy, (es más fácil mirar treinta años después, disipada la confusión).
Los individuos no solo somos influenciados en nuestro accionar por la sociedad y la cultura sino también por los dioses (mitos) y por las ideas. Ellos han surgidos alimentados por la fidelidad y la fe, han adquirido un poder inaudito, "las ideas que nos mueven son ideas-fuerza, ideas-mito de poder sobrehumano y providencial".
Podemos prescindir de las ideas rectoras si hacemos uso de nuestra libertad y hacemos que la idea-libertad sea la que nos impulse en nuestro sendero. El tema de la libertad se plantea en términos de autonomía-dependencia, deberíamos ser autónomos para decidir con libertad y no crear dependencia de ideas impuestas por nuestros antecesores o por nuestra cultura o por nuestra religión.
El juego entre los caracteres individuales producidos por los genes-la historia ancestral- y por la incidencia cultural y de la sociedad, forman la personalidad del ser humano que se refleja en extremas diversidades de expresión de la humanidad. Seres humanos con virtudes y defectos, con aciertos y errores, con valores y antivalores; que en esencia nos hacen ser "un ser humano individual, indivisible e irreductible, pero al mismo tiempo, doble-plural, innumerable y diverso".
El autor esboza el rol de la identidad personal definida en primer lugar por referencia a los ancestros y a los padres. Y de forma más amplia se conceptualiza por referencia a su ciudad, provincia o estado, a su nación y a su religión. En tal sentido cada individuo se define por medio de multiplicidades internas y profundas encerradas entre su dualidad de cuerpo y mente, que lo hacen diferente de los demás.
Su carácter, personalidad y sus discontinuidades psicológicas y afectivas como: el estado de ánimo, el amor, el odio, el desprecio, la indiferencia, el deseo, el fervor, el éxtasis, la adoración, y el miedo, es el conjunto que define lo que comúnmente llamamos el carácter y la personalidad del individuo. La manera de cómo maneje cada una de estas situaciones es lo que le da forma individual y al mismo tiempo plural ante los demás de su especie.
Realizaré a continuación una analogía de la trinidad de Morin con el destacado motivador mexicano César Lozano (experto y conferencista sobre temas de superación personal, desarrollo humano y búsqueda de la felicidad; autor de los libros "Destellos", "Despierta que la vida sigue" y "Una buena forma de decir adiós") que en su Conferencia "Cómo tratar con gente difícil" enfatiza tres conceptos: el de la personalidad, un ser humano es difícil porque existe una historia difícil por detrás; el de la libertad, libertad que tenemos para afectar el entorno con nuestro pensamiento, sentimientos y actitudes y el de Dios, "Dios se basa en la personas para frenarnos o acelerarnos".
Se hace alusión a este autor para simbolizar la analogía entre la trinidad definida por Morin y la que es definida por él.
Los principios de Lozano que respaldan la actuación de la humanidad haciendo pleno uso de su libertad son los siguientes:
1. "El actor principal o la estrella principal de nuestra vida es uno mismo"
2. "Nadie puede hacerte la vida imposible al menos que uno lo autorice", a veces nos complicamos la vida porque existe un ser humano al cual permitimos que nos la complique.
3. "Trilogía: un pensamiento provoca sentimiento y el sentimiento provoca acción"; entonces todo depende de uno y nuestra actitud es el resultado de nuestro sentir y por ende de nuestro pensamiento. De uno depende quitarse los malos pensamientos, debemos cambiarlos o sustituirlos por pensamientos positivos. La mente es la que puede hacer que cambie nuestra actitud.
4. "El amor cambia" – el amor hace milagros en las personas, cambia las actitudes porque el amor cambia los sentimientos y porque el amor cambia los pensamientos.
5. "Nadie da lo que no tiene" – "Muchos somos buenos para dar pero no para darnos" primero debes quererte tú antes de querer al resto.
Posteriormente, Lozano clasifica las personalidades en cuatro, relacionando los polos positivos con los negativos:
a) Positivo con Negativo – "viven pero no dejan vivir" – el YO egoísta
b) Negativo con Positivo – "no viven pero dejan vivir" – mártir o victima
c) Negativo con Negativo – "ni viven ni dejan vivir" – amargado y triste
d) Positivo con positivo – "viven y dejan vivir" – optimista y segura
Manifiesta que existen cinco necesidades de mando para el ser humano que deben ser cubiertas, cuando alguna de ellas no es satisfecha, surge una personalidad humana difícil: "detrás de una persona difícil siempre hay una historia difícil". Estas son las cinco necesidades a las que hace referencia Lozano: a) físicas o fisiológicas, b) seguridad, c) afecto, d) autorrealización, y e) éxito.
Para llegar posteriormente a la definición de una persona con carácter difícil, sosteniendo que es "una persona con complejos y necesidades sin resolver que la lleva a agrandar su imagen pero humillando a los demás".
Con base a esta definición, Lozano describe las características de diez personalidades difíciles:
1) Posesivo(a) – busca que estés siempre disponible y necesita que le dediquen el tiempo que éste desee.
2) Sincero(a) – utiliza la sinceridad para decir lo que le molesta pero no son asertivos – ser asertivo es decir las cosas en la forma correcta, en el lugar correcto y en el momento correcto.
3) Víctima – todo los deprime, le agota y les entristece – utiliza el chantaje emocional para lograr su objetivo y siente que todos están en su contra
4) Indiferente – no le importa todo lo que les sucede a su alrededor – no expresa sus sentimientos por temor a ser rechazados – son apáticos e indiferentes para demostrar sus sentimientos.
5) Crítico(a) – es dueño de la verdad – da su punto de vista que generalmente es negativo – todo lo sabe y si no lo inventa.
6) Comunicativo(a) – no guarda ningún secreto – no se puede confiar en ellos
7) Volubles – hace comentarios fuera de lugar y de orden – obstinado
8) Obsesivo – quieren que se haga lo que ellos dicen – viven en un mundo cuadriculado
9) Agresivo(a) – carácter fuerte y humor explosivo – temperamental – no demuestra sus sentimientos- con sus palabras hiere a los demás
10) Cafres – impacientes – demuestra su agresividad y descortesía en la carretera
Reiterando lo esencial, existen personas difíciles porque la historia que tienen por detrás las ha hecho ser así. La concepción de Morin sobre lo humano tiene analogía con la trinidad que define Lozano: pensamiento-individuo, sentimiento-especie y acción-sociedad. Esta trinidad es la que acentúa la diferencia de lo humano -el aceptarnos primero a nosotros para aceptar al resto- conscientes de los principios de la libertad y el amor, que Dios nos ha obsequiado, para influir positivamente en nuestros pensamientos, sentimientos, y acciones.
Morin conceptualiza al ser humano en forma bipolar donde la afectividad siempre está presente por dondequiera que éste se mire. Esta bipolaridad está dominada bajo el homo demens sin la posibilidad de poder escapar de ella, ya que el demens es muy complejo en sí mismo, pues anima lo imaginario, la creatividad y el crimen. Esta bipolaridad la describe el autor de la siguiente manera:
1. sapiens/demens
2. faber/ludens/imaginarius
3. eoconomicus/consumans/stheticus
4. prosaicus/poeticus
Racionalizar al ser humano (ecce-homo) es el reconocimiento racional de lo humano que implica el reconocimiento de lo que en él excede al homo-sapiens. Rompe con la concepción que lo aísla al humano del mundo biológico y físico y más bien lo enraíza en este mundo. Rompe con las concepciones de homo sapiens, homo faber y homo oeconomicus y complejiza la noción del hombre insistiendo en la dualidad de lo femenino y masculino (ser humano).
Con ello, Morin, describe los límites no solamente de la razón sino también de la mente. Muestra que la inteligencia es difícil y que la ilusión es su riesgo permanente, así como su relación complementaria y antagonista como individuo-especie-sociedad. Su desarrollo técnico, industrial y económico va acompañado de un nuevo subdesarrollo psicológico, intelectual y moral. Sin embargo, la disyuntiva está en que el ser humano también es consciente de sus limitaciones y debe tomar decisiones sobre su futuro asumiendo que este es incierto. El porvenir no se puede descifrar porque es incierto, mientras más nos alejamos en el tiempo mayor es la incertidumbre en que vivimos.
Aunque el destino es impredecible podemos esperar lo inesperado y el autor prevé tres grandes posibilidades; a) el advenimiento de una sociedad -mundo, b) el advenimiento de las metamáquinas y c) el advenimiento de una metahumanidad. Los tres procesos están interrelacionados pero su destino sólo decidirá el futuro.
Estas posibilidades nos dejan ver el porvenir: el aprovechamiento de la información en red, las comunicaciones, el internet, la innovación tecnológica, rodeados de nuevo conocimientos para nutrir nuestra mente (inteligencia artificial y nuevos ordenadores). Al parecer todo es probable y el pasado se hace presente en condiciones nuevas; es volver a lo genérico: al origen-al principio- al Creador.
"El origen que quizá advendría de nuestra incierta agonía planetaria debiera ser el comienzo de la humanización". Nosotros somos el origen de nuestra vida y de nuestra humanidad. La mente es una emergencia de la dialógica entre el cerebro y la cultura, por ello la mente humana ha intervenido en el cerebro y nos da la libertad de escoger entre dos opciones: un porvenir mejor o uno funesto.
Un porvenir mejor hace que la mente extraiga de la máquina mental las mejores posibilidades, de este modo la mente humana será capaza de auto desarrollarse y de extraer de la máquina cerebral muchas virtualidades. El porvenir funesto es cuando la máquina mental lo contraloría todo menos a sí misma, la mente puede ser arrastrada por la locura egocéntrica del poder.
La humanidad todavía está en plena actuación dentro el cosmos y estamos a pasos cada vez más cercanos de la post-humanidad; obviamente el porvenir es más desconocido que nunca. "La diferencia entre el ser humano y una máquina trivial es que en ésta se puede predecir su comportamiento por la información que uno almacena de ella, en cambio el ser humano es una máquina no trivial porque nuestra afirmación de sujeto dispone de un dispositivo lógico genético cultural y egocéntrico".
Nuevamente llegamos a la relación de trilogía entre Morin y Lozano: pensamiento-individuo, sentimiento-especie y acción-sociedad. Esta trinidad es la base para aprovechar el poder que la mente dispone de aplicar en nuestro accionar la libertad humana para definir un porvenir mejor o uno funesto.
La mente dispone del mayor poder y sufre la mayor debilidad -su mayor debilidad es el poder -lo que siempre deberíamos tener presente es que el poder del amor es la mayor fortaleza del ser humano, pero su mayor debilidad- el propio poder- podría producir la aniquilación de la especie.
Conclusión
El autor refleja en su libro el gran misterio en el que vivimos, aún conscientes del avance del ser humano en sus distintas áreas: mentales, psicológicas, emocionales y culturales. Nos plantea una serie de interrogantes que la humanidad no ha podido responder: simplemente llegamos a deducir la existencia de un antagonismo existencial: "somos una parte microscópica del cosmos pero al mismo tiempo somos la única estrella estelar de nuestra vida escénica".
Cuando se hace alusión al fenómeno genérico, como el inicio de todo, nos remontamos a la historia de la humanidad y de nuestros antepasados y retrocedemos nuevamente al principio de los tiempos, porque la explicación del origen de nuestra vida está en el inicio de la historia. Si queremos avanzar en el conocimiento solo necesitamos retroceder en el tiempo y encontraremos la esencia de lo nuestro: Dios, como único Creador de cuanto ser vivo existe, y como la Máxima expresión de los dones del amor y de la libertad.
En otras palabras, no busquemos el porvenir en un futuro incierto, busquémoslo en el pasado, en su origen. De esta manera lograremos aceptar, tal vez no comprender, pero SI aceptar que somos un instrumento del cosmos y que hemos venido a este escenario a darle una razón al universo.
Seamos conscientes de la responsabilidad de asumir nuestro porvenir con éxito y no desencadenarlo en el fracaso, aprovechemos la sabiduría que nos ha dejado la historia para gozar de la libertad de determinar lo que pensamos, lo que sentimos y como actuamos. Descartemos de nuestro imaginario el concepto de "sobrevivir para vivir" y nos concentremos en el significado de "vivir", aceptando la realidad de cómo somos y gozando de la libertad de decidir que nuestro paso por el cosmos no sea microscópico ni se limite a la mera sobrevivencia.
La relación de la trinidad Morin-Lozano: individuo-pensamiento, especie-sentimiento y sociedad-actitud; debiera ser la trilogía de la racionalidad humana y su concordancia con el poder y capacidad de la mente así como de la consciencia de la humanidad, para aceptarnos primero a nosotros para luego aceptar y querer a los demás.
Los cuestionamientos "literales" de Morin expresados en la conclusión de su libro, validan, una vez más, el profundo desconocimiento que tenemos de lo humano y la humanidad, que transcribo a continuación:
¿Podríamos asumir el destino dialógico sapiens-demens, es decir, conservar la razón pero no encerrarnos en ella, conservar la locura pero no ensombrecerse en ella?.
¿Podemos soportar la consciencia del ser humano de ser todo en el cosmos y a la vez nada?
¿Podremos asumir la angustia e incertidumbre del destino humano, podremos aceptar ser abandonados por los dioses mitos o abandonarlos a ellos?.
¿Sabemos de la capacidad y el poder del amor y de la poesía sobre lo humano y la humanidad?
¿Podemos reprimir los monstruos que tenemos y vivir en el amor y la felicidad?
¿Podremos practicar la reforma interior que nos haría mejores?
¿Podremos algún día habitar poéticamente la tierra?
Como se mencionó en la introducción, anhelaría encontrar aproximaciones de respuestas a tanta incertidumbre. No induciré provocación alguna – simplemente concluiré revelando enfáticamente que:
"retrocederé mi mirada al pasado y me engrandeceré sumergiéndome en origen de la fuente: Dios".
Autora:
Claudia Manuela Nacif Muckled
VICERRECTORA ADMINISTRATIVA FINANCIERA NACIONAL – UCB