Indice1. Introducción 2. Los Inicios 3. Las dos ultimas décadas 4. Bibliografía
Si bien es cierto que los primeros estudios son realizados por los médicos psiquiatras interesados por analizar como situaciones estresantes producto de conflictos bélicos y posteriormente de desastres, afectaban a los sobrevivientes, estas primigenias investigaciones se caracterizaban por ser eminentemente descriptivas y permitieron en primer lugar descubrir como las personas reaccionaban durante y después de los desastres y como se diferenciaban estas reacciones en función de la edad y el sexo y por último como se veían afectados también los equipos de primera por el especial trabajo que realizaban al interactuar con el sufrimiento humano y la manipulación de cadáveres con alto grado de destrucción. Así mismo esta línea de trabajo propuso y desarrollo modelos explicativos del estrés desde la perspectiva de las emergencias y desastres . Con orientación eminentemente clínica por sus orígenes a estos trabajos se les debe el concepto actual de Estrés Trauma , la comprensión de su sintomatología, los efectos que causa en la bioquímica cerebral, en el organismo y en la conducta de las víctimas, así como la aplicación de los modelos de intervención en crisis, los Primeros Auxilios Psicológicos , la terapia multimodal de crisis,etc. Actualmente se sigue trabajando en esta área, describiéndose la conducta de las personas en accidentes industriales y radiactivos, así como accidentes de aviación y otros fenómenos naturales. También esta la corriente sociológica aparecida en Estados Unidos y cuyo principal aporte estriba en reconocer que las respuestas de las personas en situaciones de desastres no son desorganizadas, ni presentan profundos trastornos del comportamiento sino por el contrario, continúan siendo seres sociales aun en las condiciones más difíciles para su supervivencia, en suma nos a permitido entender que las personas que pasan por situaciones de desastres son personas normales reaccionando de una manera esperada ante una situación inesperada.
Así mismo se encargó de desmistificar la falsa creencia de que el pánico es la conducta típica de las poblaciones, esta corriente nos habla también de la importancia de los niveles de organización social preexistentes y el grado de preparación previa para poder predecir la duración de la respuesta de la comunidad ante el desastre. Bajo este mismo enfoque se han desarrollado estudios conducentes a explicar como la gente reacciona ante las alarmas y avisos de situaciones de emergencias, como se presenta el rumor y como manejar la información con la finalidad de neutralizarlo, orientar y tranquilizar a la población. Esta corriente nos a permitido entender que las víctimas de una situación de emergencias o desastres no son solamente los que sufren alguna lesión física o la perdida de algún bien sino por el contrario que el concepto de víctima es mas amplio y llega a extenderse a toda la comunidad.
Esta corriente a permitido la materialización de técnicas basadas en la dinámica de grupos como las que se emplean en los procesos de desmovilización psicológica de los equipos de primera respuesta y que son conocidas como Debrifin, Defusing, Brifing, entre otras, así como las técnicas de ludoterapia para niños y de intervención en albergues temporales así como las estrategias de intervención psicosocial en el manejo del duelo en situaciones de emergencias y desastres. Actualmente a ido proliferando en todo el mundo la preocupación por los efectos Psicosociales de las emergencias y desastres, así como los grupos de psicólogos que se interesan por intervenir en estas circunstancias, conformando los equipos de primera respuesta, organizando sociedades o grupos de intervención locales creando redes nacionales de ayuda psicológica. Este trabajo trata de ser un ensayo sobre la evolución histórica de la psicología en emergencias y desastres, no pretende ser completo pero servirá para darnos una visón panorámica de su desarrollo y de los profesionales que han ido forjando su crecimiento y desarrollo. Dedico este trabajo a los psicólogos que integran el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú del cual tengo el honor de formar parte, equipo pionero de la psicología de Emergencias y Desastres en el Perú
Los antecedentes se remontan a fines del Siglo XIX y comienzos del XX , en dos Continentes el Americano y el Europeo, quizá motivados por las guerras en los que estuvieron comprometidos, apareciendo términos como los de "fatiga de batalla", "neurosis de guerra", propios de los años 1887 a 1939. Sin embargo nos dice Luis De Nicolás (1997) que en el diario de Samuel Pepy del siglo XVII como consecuencia del gran incendio de Londres se narra lo que hoy conocemos como "flashbacks" en la sintomatología del Estrés Trauma. Sin embargo hay investigaciones que se remontan a 1909, año en el cual Eduard Stierlin en Zurique trabajo con 21 sobrevivientes de un accidente en una mina en 1906 y con 135 personas dos meses después del terremoto de Italia en 1908.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) se realizan estudios con poblaciones civiles sometidas a los intensos bombardeos en especial en Inglaterra, en Japón se realizan trabajos relacionadas con los sobrevivientes del ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki . Un estudio primigenio en este campo es el de Freud y Burlinghom (1944) sobre las reacciones de los niños durante la II Guerra mundial en el cual entre otros comunican diversos niveles de ansiedad presentes entre padres y niños. Sin embargo el estudio que es considerado pionero es el de E. Liderman (1944) el cual trabajo con los sobrevivientes y sus familiares víctimas del incendio del Club Nocturno Coconut Grove en Boston Massachusset (EU), en el cual describe que aquellos sujetos que usaran como mecanismo de defensa psicológica a la negación y fracasaron en ello sufrían una alta frecuencia de trastornos psicosomáticos, síntomas neuróticos, depresión y otros trastornos psiquiatricos, la importancia de este estudio orientado al estudio del manejo psicológico de la perdida estriba en que sentó las bases para la teoría de la crisis de Helen Caplan, compañera de Liderman en el Hospital de Boston Memorial.
En los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial , el Gobierno Estadounidense auspició la investigación por medio del National Academy of Sciences y el National Research Coucil. Este último fundó un Comité para Estudios sobre desastres, como un organismo destinado a seleccionar información. En 1957, fue reorganizado y nominado Grupo de Investigación en Desastres (DRG) y la investigación se amplio para cubrir calamidades acaecidas en otros países. Las investigaciones de DRG fueron continuadas por DRC en 1963. Tyhurst (1951) en su publicación "Individual Reactions to Community Disaster" (EU), manifiesta que después de la fase de impacto psicológico durante el desastre se presenta otra de compensación en la cual la víctima supera el "pasmo" inicial y "valora" mejor la situación en la cual se encuentra. Estos descubrimientos vienen a servir de base a los posteriores trabajos de Quarantelli y los actuales principios de la Federación Internacional de la Cruz Roja, cuando nos dice que las comunidades no se quedan inmovilizadas esperando la ayuda sino que estas asumen su propia ayuda. Así mismo Tyhurst es uno de los primeros investigadores que plantearon modelos operacionales iniciales del comportamiento humano en situaciones de desastres. A través de esto se pudo ir conceptualizando las reacciones como un proceso, el autor propone y describe tres fases superpuestas: Periodo de impacto, período de recuperación y período Postraumático. Tyhurst publicó que durante la fase de impacto de los desastres naturales una relativa minoría, entre el 12% y el 25% de los individuos, es capaz de captar rápidamente los aspectos más importantes de la situación de peligro y permanecer "frío" y "contenido", manteniendo la atención, valorando la situación, desarrollado un plan y poniendo en marcha las acciones constructivas. Los líderes naturales que actuarán antes de la llegada de los equipos de rescate surgirán de este grupo. Un 75% igualmente normal, va a reaccionar transitoriamente con aturdimiento, sorpresa y desconcierto, sin expresar emociones, con poca capacidad de atención, limitación en la concentración, indecisión y falta de respuesta y con un comportamiento automático bloqueado o ausente. Janis (1954) presenta un modelo explicativo del estres desde la perspectiva de los desastres, este modelo consta de tres segmentos principales, el evento desastroso, la respuesta psicológica a este por parte de los individuos y las determinantes intrapsiquicas y situacionales de tales respuestas. Nos explica además que la forma en que una persona responde al evento desastroso depende de factores tales como las expectativas previamente formadas por los individuos en cuanto a las formas de evitar situaciones peligrosas, la cantidad y calidad de un entrenamiento previo, que la persona haya recibido con respecto a estrategias defensivas y tácticas para afrontar el peligro, los niveles crónicos de ansiedad e intensidad de las necesidades de dependencias personales y por ultimo de la percepción por parte de la persona del rol que desempeña en la situación correspondiente. Marks y Fritz (1954) manifiestan que existen sobrevivientes que tienden a mostrarse poco comunicativos y algunos llegan a presentar sentimientos de culpa por haber sobrevivido. Estos sentimientos de culpa han sido identificados como mecanismos de defensa de las personas ante situaciones de emergencias o desastres, pueden llegar a ser muy dañinos e inclusive causar la muerte de las personas que los sienten, sin embargo se recomienda tolerarlos en un primer momento para evitar una descompensación psicológica mayor entre las víctimas sobrevivientes. Silber (1956) y Block (1958) entrevistan a los padres de niños que asistieron a una función cinematográfica y se convierten en víctimas de un tornado; concluyendo de que existen una serie de factores intrapsiquicos y familiares y la respuesta de la comunidad, los autores manifiestan presencia de síntomas clínicos que incluyen regresión, dependencia, enuresis, terror nocturno, fobias y reacciones de evitación ansiosa. Wallace, Antony (1957) EU, también manifiesta que la conducta comúnmente observada era la de un estado temporal de "Choque" por lo que la gente experimenta confusión, aturdimiento y cierta desorientación.
El primer intento sistemático de estudiar las reacciones al impacto de un desastre lo realizó Tyhurst (1957) en Canadá, según la opinión del noruego L. Weisaeth (1989ª, 1989b) porque Tyhurst basó sus generalizaciones en los estudios de campo realizados en diferentes áreas como los incendios ocurridos en los bloques de apartamentos, el incendio en un barco y diversas inundaciones, el método empleado fue de tipo prospectivo y longitudinal que es el que más se sigue, siendo objeto de estudio "describir las reacciones comportamentales durante el impacto, la distribución de las frecuencias de respuesta y su intensidad". En estos años 50 gracias a la labor pionera del Prof. Eitinger, sobreviviente del 3% de judíos noruegos del campo de concentración de Auschwitz y considerado como padre de la psiquiatría noruega sobre el estrés, temas militares y desastres (L. De Nicolás 1997). comenzó a publicar sus observaciones y experiencias clínicas como exprisionero. En 1957, bajo los auspicios de la Asociación Noruega de Incapacitados de Guerra (Krigsinvalideforbundet) se crea el "Grupo de Doctores Noruegos" bajo el liderazgo de los profesores Strom, Eitinger, Lonnum y otros, con el fin de realizar diferentes investigaciones controladas con supervivientes de campos de concentración y en las que demostraron el incremento de la morbilidad y mortalidad general, la sobrecogedora influencia del trauma comparada a la modesta importancia de la personalidad preexistente y las limitadas posibilidades terapéuticas ante el trauma en los años subsiguientes al impacto.
Las conclusiones obtenidas por los investigadores noruegos Eitinger (1958) y Strom (1968) respecto a los rasgos sintomáticos definitorios del "Síndrome del campo de Concentración" mostraron claras similitudes con los identificados en la neurosis de guerra. Las investigaciones descriptivas van descubriendo posteriormente que las reacciones de las víctimas no son iguales durante el impacto del evento y posterior a este en este sentido Friedman y Linn (1957) EU, trabajando con los sobrevivientes del hundido barco "Andrea Dorian" describe que al tratar con víctimas de sucesos traumáticos se debe de tener en cuenta sus diferentes respuesta a las fases de "Choque inicial" y la "Recuperación" en una situación de desastre. Moore, Harry Estill y Friedsam en el "Reported Emotional Stress Following and Disaster" (1959) EU, igualmente describe este impacto emocional durante la fase de "Choque" como un efecto "Narcótico" que impide temporalmente que las personas asimilen el grado en que cambia su mundo y la posición que guardan en el. Leigthton (1959) EEUU se interesa por la variable social estudiando el grado de integración de la comunidad, manifestando que esta ejerce un efecto selectivo en los trastornos psicológicos y psicofisiológicos y que la desintegración de la misma antecede a la presencia de problemas psiquiatricos, dando inicio quizá sin proponérselo a la corriente sociológica . Prof. Henry Quarantelli basándose en los trabajos que se venían realizando en los EEUU en la década del 50 sobre el comportamiento de las poblaciones en situaciones de desastres publica obra clásica publicada en 1959 "The Nature and Conditions of Panic" se desmistifica la creencia de que este es la conducta típica de la población y que por el contrario en lugar de huir en desbandada, la gente tiende a congregares, posteriormente en 1963 crea y dirige el Disaster Research Center en la Universidad Estatal de Ohio USA.; dicho centro a realizado a lo largo de 41 años descubrimientos que proceden de más de 500 estudios de campo. Actualmente continua con sus investigaciones desde el Centro de Investigación para desastres de la Universidad de Delaware (EU) Fritz Charles (1961) EU en su trabajo "Desastres un problema social contemporáneo" manifiesta que las personas ante situaciones de desastre tienden a sentirse seguras al estar dentro de una muchedumbre y presentan un estado muy sugestionable pero que en casos más graves estas pueden presentar "petrificaciones, alucinaciones y delirios". Popovic y Petrovic (1963) en Yugoslavia, trabajan describiendo reacciones psicológicas adversas después del terremoto de Skoplje. Dillon y Leopoldo (1963) analizan durante cuatro años los efectos a largo plazo de una explosión marítima El 26 de julio de 1963 se produce un terremoto en Skopje, de una población de 200,000 personas, 1,070 fallecieron, 3300 resintieron daños el 80% de las casas sufrieron deterioros con el terremoto. El Instituto de Salud mental de Belgrado envió inmediatamente a un grupo de psiquiatras, el cual llego al área afectada unas 22 horas después de acaecido el sismo, el grupo permaneció durante 5 días, los autores calcularon que inmediatamente después del sismo sólo 25% de la población fue capaz de prestar auxilio activo, un casi el 75% presentó perturbaciones psíquiatricas leves y en promedio el 10 sufrió alteraciones mentales graves que obligaron a un tratamiento médico especial. Lifton Robert (1967) EEUU, fue el primer investigador en hacer notar en su obra "Survivors of Hiroshima: Death in Life, el impacto y deterioro psicológico de los integrantes de los equipos de primera respuesta que participaron después del bombardeo atómico en Hiroshima y los problemas psicológicos a largo plazo que se presentaron. Anderson (1968) EEUU siguiendo con la corriente social define a los desastres con base a la reacción de la población afectada y a la amenaza que esta representa en la comunidad, afirmando que un desastre tiene consecuencias diferentes en el individuo, la familia y en las diversas instituciones de la sociedad, produciéndose una situación de crisis aguda cuando la comunidad es tomada por sorpresa. Healy Richard (1969) EEUU, centrándose en la fase Postraumático, manifiesta que en esta fase se pueden presentar reacciones psicoficiológicas intensas e incapacitantes como los vómitos severos, estados nauseoso e histeria de conversión.
A partir de los años 70 en Europa se estudian con mayor intensidad las consecuencias Psicosociales de los desastres naturales e industriales, frente a los provocados por las guerras propias de las etapas anteriores, y por otro lado la frecuente utilización del criterio diagnóstico de Estrés Postraumático como variable evaluable tanto independiente como dependiente. Así, Bennet (1970) estudia los efectos provocados por las pérdidas materiales y personales debidas a las graves inundaciones ocurridas en Bristol Gran Bretaña. Los resultados revelaron que aproximadamente el 33% d e las víctimas desarrollaron algún tipo de síntoma físico y psíquico. Manifiesta que los desastres pueden ser clasificados como parte de un grupo mas amplio de situaciones de estres colectivo que surge cuando muchos miembros de un sistema social no reciben las condiciones de vida que esperan de dicho sistema, tal estres colectivo puede provenir de fuentes externas al sistema o de este mismo, considera al sistema social como una colectividad de humanos cuya interacción se mantienen en la forma de patrones identificables durante un periodo relativamente prolongado y afirma que el desequilibrio sistemático es el resultado del estres de eventos catastróficos. Los factores que deben de ser considerados en la evaluación de situaciones de estres por desastres son: el alcance de la situación, la velocidad de inicio, la duración del factor estresante y la preparación social. Mientras tanto en EEUU la Asociación de Psiquiatría Americana (1970) publica un manual de "Primeros Auxilios Psicológicos en casos de Catástrofes" el cual es traducido y adaptado en el Perú por el Medico Psiquiatra Baltazar caravedo, Asesor en Salud Mental de la Dirección General de Servicios Integrados de Salud del Ministerio de Salud; en el cual se describen cinco tipos de reacciones clásicas a los desastres (Reacciones normales, pánico individual, reacciones depresivas, respuestas demasiado activas, reacciones corporales), así mismo se describen principios básicos que se deben de tener en cuenta para la ayuda a las personas "perturbadas emocionalmente".
El Dr. Raúl Jerì quien con un grupo de médicos del Hospital central de policía se constituyeron en los dias subsiguientes al terremoto de Huaraz en 1970 a las zonas más afectadas por el aluvión posterior, en sus conclusiones de su trabajo investigativo "Problemas de conducta en los desastres" presentado en el marco de la VII Conferencia Mundial de Defensa Civil, celebrada en Caracas Venezuela en 1974 describe las perturbaciones psicológicas observadas en el la zona del terremoto y la importancia de tratarlas rápidamente; concidiendo con los postulados de Kinston y Rosser 1974 opinaban sobre la necesidad de llevar profesionales en salud mental rápidamente al área del desastre Barton Allen (1970) EU en su trabajo desastres en comunidad incluye a los desastres como situaciones de stress colectivo en el cual se presenta cuando muchos miembros de un sistema social no reciben las condiciones de vida que esperan de dicho sistema y esta situación de stress puede provenir de una fuente externa o interna del sistema social. Esta concepción mucho más amplia engloba no solo como desastre a aquellas circunstancias provenientes de medios externos como los desastres naturales sino de aquellos provenientes de medios internos como las guerras, los conflictos sociales, etc. El San Fernando Valley Child. (1971) EU; publica una clásica Guía Clínica orientada a ayudar a los padres y los maestros en la comprensión y ayuda en las reacciones emocionales que presentan los niños víctimas de terremotos y otros desastres, esta guía nace como una necesidad para la ayuda de la población infantil que sufriera el impacto del terremoto de 1971 en el área Metropolitana de los Angeles E.U. el cual se produjo a las 05:59 hrs. Como consecuencia del terremoto de Managua – Nicaragua en 1972, se crean 10 centros de Salud mental comunitarios para los 300,000 refugiados del terremoto, al termino del proyecto en febrero de 1974 más de 7,000 víctimas habían recibido algún tipo de servicio psiquiatricos de dichas clínicas gracias al esfuerzo de 31 profesionales de salud mental nicaragüenses y estadounidenses. En el Perú en 1972 se difunde por la Revista militar del Perú, en artículo "Primeros auxilios psicológicos en caso de desastres, adaptando la traducción de la publicación del manual de "Primeros Auxilios Psicológicos" de la Asociación de Psiquiatría Americana (1970)
Kinston y Rosser (1974) Inglaterra opinan sobre la necesidad de llevar psiquiatras rápidamente al área del desastre, debido a que más del 10% de las víctimas sufren de disturbios psicológicos, confirmando la frecuencia de reacciones agudas de duelo o depresión, neurosis postraumatica y disturbios transitorios emocionales en los niños.
En 1974, en los Estados Unidos se promulga la Ley de Socorro en casos de desastres (Sección 413 de la Ley Publica 93-288), sentándose las bases para el desarrollo sistemático y organizado de este campo (Cohen 1999), la ley reza como sigue: "Asistencia y capacitación para la orientación en situaciones de crisis. Se autoriza al Presidente (por conducto del Instituto Nacional de salud mental) a prestar dichos servicios o la capacitación a los trabajadores que prestan atención a las víctimas de desastres catastróficos, a fin de aliviar los problemas de salud mental que cause o agrave dicho desastre o sus consecuencias".
Esta ley se promulgó en respuesta al reconocimiento de que los desastres producen una variedad de trastornos emocionales y mentales que, si no se tratan, pueden volverse crónicos e incapacitantes. Los programas de orientación en crisis financiados conforme a la sección 413 están destinados a proporcionar alivio inmediato y a evitar los problemas a largo plazo. Titchener y Ross, en su publicación "Acute or chronic stress as determinants of behavior, character, and neurosis", siguiendo los pasos de Tyhurst (1951) describen cinco fases de las reacciones psicológicas ante los desastres: fase de pre-impacto, fase de impacto, fase de desorganización aguda, fase de regresión y fase de reconstrucción; en caso de que los desastres aparezcan sin previo aviso la fase de pre-impacto puede no existir. Dennis S. Mileti, John H. Sorensen (1975, 1988, 1989) en sus artículos, "Natural Harard Warning Systems in the United States : A research assesment", "Planning and implementing warning systems, en Mental health response to mass emergencies: Theory and practice", "La eficacia de los sistemas de alarma en América Latina" exponen sobre como las personas responden a las alarmas y cuales son los procesos psicológicos que se dan en estas circunstancias, así como los principales mitos que tienden a confundir a las autoridades al momento de decidirse a dar la alerta, así como la mejor forma de redactar y difundir los mensajes. Erikson (1976) EU en su investigación realizada en la inundación de Búfalo Creek llamo "SEGUNDO DESASTRE" a las consecuencias de tipo emocional que se derivan de la desorganización social y física de una comunidad por la acción de un desastre natural así mismo, manifiesta que existen factores intrapsiquicos que tienen que ver con el nivel de desarrollo mental de los niños, el nivel premorbido de la salud mental y tener presente que algunos niños son más vulnerables que otros. Newman (1976) trabajando con los sobrevivientes d e esta inundación, específicamente con 224 niños observa que el nivel de desarrollo de los niños, la percepción de las reacciones familiares al desastre y el grado de exposición a los horrores del evento, son variables que van a contribuir a los problemas emocionales, Titchener y Kapp (1976) describe que un 80% de los niños presentaban "Neurosis traumática", cuadros clínicos, fobias y otras respuestas de ansiedad, disturbios del sueño y reacciones de pesar.
Newman (1976) trabajando con 224 niños en Bufalo Creek, observo que también influye en sus reacciones la percepción de las reacciones de los familiares al desastre y el grado de exposición a los horrores del evento; indicando que la herencia común que un desastre deja a muchos niños es el sentido modificado de la realidad, mayor vulnerabilidad a tensiones futuras y una idea alterada de sus capacidades interiores, así como una conciencia precoz de la fragmentacion y la profundidad. Titchener y Kaap (1976) trabajando con 80.pacientes describió la presencia de enuresis traumática, cuadros clínicos de fobias y otras respuestas de ansiedad, disturbios en el sueño y reacciones de pesar. Milgram y Milgram (1976) Israel describen el incremento significativo de la ansiedad en niños después de la guerra del Yom Kippur. Muchos niños israelitas vivieron al borde de las comunidades que estuvieron expuestas a bombardeos por periodos prolongados, sin embargo no exhibieron altos niveles de ansiedad comparados con los niños de comunidades que nunca estuvieron bajo fuego, posiblemente se deba comenta el autor a un resultado de la cohesión y el soporte social existente previamente en estas comunidades, tomándose la situación de bombardeo como parte del estilo de vida de estos niños. En Febrero de 1978 en Massachusetts, EEUU se vio afectado por una terrible ventisca que produjo una inundación devastadora a causa de marejadas en el litoral del estado, numerosos profesionales respondieron con celeridad a la emergencia, con la esperanza de brindar ayuda psicológica a quienes la necesitaban, desarrollándose un programa desentralizado en los barrios afectados.
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