Descargar

El laboratorio de microbiología frente al bioterrorismo (página 3)

Enviado por Lic. Eric Caballero J


Partes: 1, 2, 3

Transporte de la muestra:

Si se anticipa un retraso de varios días se anticipa; las muestras (suero o heces) se deberán mantener congeladas mediante hielo seco, empacadas en un contenedor aislado térmicamente y con el material de amortiguamiento apropiado para envíos (espuma de poliestireno). El congelamiento no afecta significativamente la estabilidad de la toxina botulínica en las muestras; la congelación no reduce la probabilidad de recuperación de C. botulinum. Dado que la detección directa de la toxina botulínica proporciona la mejor confirmación de botulismo por parte del laboratorio, se le debe dar prioridad a la conservación de la toxina formada antes de la transportación.

d) Tularemia:

Enfermedad zoonótica producida por la Francisella tularensis, un cocobacilo Gramnegativo. Es originada principalmente por roedores y conejos.

La enfermedad en humanos se produce por picadura de insectos infectados, manejo de animales muertos e ingerir agua o alimentos contaminados. Recientemente se ha asociado con mordedura de Hamster. ( CDC- MMWR, January 7, 2005 )

Síntomas : Fiebre, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, tos seca que progresa a neumonía, úlceras en la piel, boca, dolor glándulas linfáticas.

edu.red

Nódulo linfático inflamado en paciente con F. tularensis

Datos relevantes :

Contagiosa de persona a persona : No

Dosis de infección : 10-50 organismos.

Periodo de incubación : 3 a 21 días.

Duración de la enfermedad : 2 semanas.

Persistencia del organismo : Meses en el suelo.

Mortalidad :

Con tratamiento : Bajo

Sin tratamiento : Moderado

Eficacia de la vacuna : 80 %.

edu.red

Francisella tularensis

Muestras aceptables

 1. Cultivos de sangre o hemocultivos: Extraiga la cantidad apropiada de sangre en volumen   y número de juegos establecidos por el protocolo del laboratorio.

 2. Se prefieren tejidos de biopsia o raspado de úlceras; un hisopo con muestra de úlcera es   una alternativa aceptable.

 3. Tejido aspirado.

 Manejo de muestras

 1. Sangre: transpórtela directamente al laboratorio a temperatura ambiente. Manténgase a temperatura ambiente hasta que se coloque dentro de un instrumento de cultivo de sangre o incubadora. No se refrigere. Siga el protocolo establecido del laboratorio para procesar cultivos de sangre.

 2. Biopsia: Remita los tejidos, raspado, o aspirado en un contenedor estéril. Para muestras pequeñas de tejidos añada varias gotas de solución salina estéril para preservar la hidratación de la muestra. Transporte a temperatura ambiente para ser procesado de inmediato. Si el procesamiento de la muestra se retarda mantenga la muestra fresca a 2-8°C

 3. Hisopos: Obtenga una muestra firme del margen avanzado de la lesión. Si se usa un recipiente de transporte para hisopos, este debe reinsertarse en el paquete de transporte y el material del hisopo humedecido con el medio de transporte dentro del paquete. El transporte de la muestra se debe hacer de 2-8 °C; pero a temperatura ambiente es aceptable. Si el procesamiento de la muestra se retarda manténgala a baja temperatura, de 2-8°C.

Medios de cultivo

 1. Agar nutritivo enriquecido: Agar sangre de cordero SBA o equivalente

 2. Agar suplementado con Cistina: Agar chocolate (CA), Agar Thayer-Martin (TM),   medio enriquecido y amortiguado con carbón y levadura (BCYE), u otro agar   similar.

3. Agar selectivo: Agar MacConkey (MAC) o agar eosina-azul de metileno (EMB) caldo tioglicolato

  •   4. Cultivo en sangre, sistema estándar de cultivo en sangre

Frotis por Gram :

  •  Características: La tinción de F. tularensis frecuentemente revela la presencia de cocobacilos pequeños, (0.2-0.5 &µm por 0.7-1.0 &µm), pleomórficos, débilmente teñidos y gram negativos, más frecuentemente observados como células aisladas . La interpretación de la tinción de Gram puede ser complicada porque las células son diminutas y débilmente teñidas. Las células de F. tularensis son más pequeñas que las de Haemophilus influenzae.

Cultivos:

 1. Use los procedimientos establecidos para la inoculación y cultivo en placa. Coloque cinta adhesiva en dos lugares de las placas de cultivo para evitar su apertura accidental.

 2. Incubación de cultivos

 a. Temperatura: 35-37°C

 b. Atmósfera: ambiental, el uso de atmósfera de COB2 Bal 5% es aceptable.

 c. Duración de la incubación: Retenga los cultivos primarios por cinco días. Si se conoce que el paciente ha sido tratado con antibióticos bacteriostáticos, entonces retenga los platos hasta 7 días para permitir que transcurra el tiempo de recuperación de la bacteria.

 3. Características: F. tularensis crece en medios de cultivo comerciales de sangre. Estos organismos requieren de un suplemento de cistina; por lo tanto F. tularensis puede en un principio desarrollarse en SBA, pero ante la resiembra subsecuente deja de crecer en SBA estándar. En placas de agar con suplemento de cistina se manifiesta una colonia gris-blanca opaca, usualmente demasiado pequeña para verse a las 24 horas de incubación en la mayoría de los medios de cultivo generales tales como CA, TM, y BCYE. Después de la incubación por 48 horas o más las colonias son de uno a dos milímetros de diámetro, color blanco a gris, a gris-azulado, opaca, plana con la orilla completa, lisa y con superficie brillante . F. tularensis no crecerá en placas de MAC ni en EMB.

Criterio de sospecha:

Se debe sospechar de cualquier muestra de cultivo aislado del tracto respiratorio, sangre, o nódulo linfático que contenga las características que se describen más abajo para F. tularensis.

1. Cocobacilos pequeños débilmente teñidos, Gram negativos vistos en su mayoría como células individuales. La morfología con la tinción de Gram podría no distinguirse porque las células son sumamente pequeñas. colonias vistas del tamaño de la punta de un alfiler en agar chocolate (AC) y frecuentemente en agar sangre de cordero (SBA) después de 24 horas y colonias de 1-2 mm más visibles; se obtendrán después de 48 horas.

 2. No se observa crecimiento en MAC ni EMB.

 3. Oxidasa negativa

 4. Catalasa débilmente positiva

 5. Beta-lactamasa positiva

 6. Prueba de cultivo satélite o XV negativa

 7. Ureasa negativa

 8. No móvil

 9. Aerobio estricto

11. Requiere cisteina para crecer. Se recomienda el medio Cysteine Hearth Agar. Crece en Ach con 9% de sangre de carnero y cisteina.

12. Antibióticos : Sensible a Aminoglicósidos , Tetraciclina y Fluoroquinolonas. Resistente a betalactámicos.

Limitaciones

La identificación de F. tularensis no se debe de intentar realizar con sistemas comerciales de identificación debido a la potencial de generación de aerosoles y la

alta probabilidad de identificación errónea.

  •   B. F. tularensis del tipo silvestre crecerá inicialmente en SBA pero crecerá pobremente o no crecerá en subcultivos subsecuentes. Los medios enriquecidos con cistina ( CA,TM y BYCE) permitirá el crecimiento de sus cultivos.

  •   C. La identificación errónea más común de F. tularensis es la de Haemophilus influenzae. (que presenta positivas la pruebas de satelitismo o XV) y Actinobacillus spp. El uso de sistemas de identificación comerciales para identificar cultivos aislados no se recomienda dado a su alta probabilidad de identificación errónea. El panel de identificación Vitek NHI puede proveer un nivel tal alto como del 99% de confianza en la identificación de Actinobacillus actinomycetemcomitans con cepas deF.tularensis.

Diagrama de flujo para la identificación de F. tularensis

edu.red

e) FIEBRE HEMORRÁGICA VIRAL :

Las fiebres hemorrágicas virales (su sigla en inglés es VHF) es un término que se refiere a un grupo de enfermedades causadas por varias familias distintas de virus. Aunque algunos tipos de virus de la fiebre hemorrágica causan enfermedades que son relativamente leves, muchos de estos causan enfermedades severas, que ponen en peligro la vida, sin una cura conocida.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ( CDC ) identifican a los virus de la fiebre hemorrágica como agentes que se podrían usar como armas biológicas debido a

que algunos que son altamente infecciosos, se pueden propagar fácilmente a través del

aire y tienen el potencial para causar un gran número de enfermedades y muertes.

También son conocidos por haber sido objeto de investigación de armas biológicas.

La identificación etiológica es mas clínica de laboratorio y todos requieren ser manipulados en niveles de máxima seguridad BSL-4, utilizando respiradores y completa cobertura. El mayor riesgo de infección de persona a persona es el estadio tardío. El aislamiento del paciente debe ser estricto con presión negativa y ante-cuarto.

Los virus de la fiebre hemorrágica pertenecen a cuatro familias de virus distintas:

  • Arenavirus

  • Filovirus

  • Bunivirus

  • Flavivirus

Estos virus comparten las siguientes características comunes:

  • Su supervivencia depende de un animal o insecto que los hospede, denominado reservorio natural.

  • Los virus están geográficamente restringidos a las zonas donde viven las especies que los hospedan.

  • Los humanos no son los reservorios naturales de ninguno de estos virus; se infectan cuando entran en contacto con un portador infectado. Sin embargo, con algunos de estos virus sucede que tras la transmisión accidental desde el organismo portador, las personas pueden transmitirse el virus de unas a otras.

  • Los casos o brotes de fiebres hemorrágicas causadas por estos virus en humanos ocurren de manera esporádica e irregular, lo cual hace difícil la predicción de los brotes.

  • Salvo unas pocas excepciones dignas de mención, no existe cura o tratamiento establecido.

Para la mayor parte de ellos, los roedores y los artrópodos constituyen las reservas de estos virus. Algunos ejemplos de los roedores implicados incluyen a la rata , la rata del algodón, el ratón doméstico y otros roedores de campo. Las garrapatas de los artrópodos y los mosquitos son vectores para algunas de las enfermedades. Sin embargo, los huéspedes de otros virus, tales como los del virus Ébola y Marburg, permanecen desconocidos.

Los seres humanos pueden infectarse de varias maneras:

  • El contacto con la orina, material fecal, saliva u otras excreciones corporales de roedores infectados.

  • El contacto con el cuerpo de animales infectados muertos.

  • El ser picado por mosquitos o garrapatas infectados.

  • El contacto con animales que han sido picados por mosquitos o garrapatas infectados.

  • El contacto estrecho con personas infectadas o con sus fluidos corporales. Los virus de la fiebre hemorrágica Ébola, Marburg, fiebre de Lassa y de Crimea pueden propagarse de persona a persona.

  • Las personas también pueden infectarse al tocar objetos tales como jeringas y agujas hipodérmicas que han sido contaminadas con fluidos corporales infectados.

Los virus que causan la fiebre hemorrágica son transmitidos inicialmente a los seres humanos cuando las actividades de los huéspedes y reservorios o vectores y las de los humanos se superponen. Los virus alojados en roedores reservorios se transmiten cuando las personas entran en contacto con la orina, materia fecal, saliva u otras excreciones corporales de roedores infectados. Tienen un contagio altos, con una dosis infectiva de 1 a 10 partículas y un periodo de incubación de 4 a 21 días.

Los virus asociados con artrópodos vectores se propagan con mayor frecuencia cuando el mosquito o garrapata vector pica a un humano o cuando un humano aplasta una garrapata. Sin embargo, algunos de estos vectores pueden propagar el virus a animales tal como el ganado. Entonces, las personas contraen la infección cuando cuidan o faenan a los animales.

Los síntomas específicos de las enfermedades de la fiebre hemorrágica viral varían según la enfermedad específica, y cada persona puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los signos y síntomas iniciales a menudo incluyen lo siguiente:

  • Fiebre marcada.

  • Fatiga.

  • Mareos.

  • Dolor en los músculos.

  • Pérdida de fuerza.

  • Cansancio.

Los pacientes con casos severos a menudo muestran signos de hemorragia bajo la piel ( el daño ocurre en el endotelio vascular, causando incremento en la permeabilidad capilar produciendo el rash característico ), en órganos internos, o en orificios del cuerpo, tales como la boca, los ojos o los oídos. Aunque la hemorragia podría ocurrir en muchos lugares del cuerpo, la pérdida de sangre pocas veces es la causa de la muerte. Los pacientes severamente enfermos podrían también experimentar shock, convulsiones, fallo del sistema nervioso, coma y delirio. Algunas formas de la enfermedad de la fiebre hemorrágica viral están asociadas con insuficiencia de los riñones.

e1) Virus de Ebola

Se trata de un Filovirus que produce la Fiebre Hemorrágica Africana. Debe su nombre a ser identificado en 1976 a la orilla del río Ebola, Zaire.

Es altamente contagioso. En su primera epidemia mató a 500 pobladores. Tiene un periodo de incubación de 2 a 4 días y se transmite por sangre, secreciones y órganos de personas infectadas.

edu.red

Virus de Ebola

e2) Virus de Marburg :

Es un filovirus cuya enfermedad fue descubierta en 1967 en Marburg, Alemania, al importar monos de Uganda. El reservorio natural no se conoce, pero los casos investigados se han transmitidos por monos. Tiene un periodo de incubación de 3 a 10 días. El cuadro clínico es semejante al del Ebola, pero más leve, con una mortalidad menor. Puede haber transmisión de persona a persona a través de la sangre. Existen sistemas de diagnóstico por ELISA, PCR y cultivo celular.

edu.red

Marburg virus

e3) Virus de Lassa :

La Fiebre de Lassa es una grave y a menudo fatal fiebre hemorrágica, que es causada por un Arenavirus transmitido a los humanos desde roedores asintomáticos infectados. Es endémica en Africa occidental, con 500,000 casos/año, 20% de los cuales son fatales. La enfermedad se descubrió en 1969 cuando dos enfermeras misioneras murieron en Lassa, Nigeria. La enfermedad se transmite a través de inhalación o por contacto del ser humano con orina o ingestión de alimentos contaminados con excretas de los roedores ( ratas ) que actúan como transmisores de la enfermedad. También de persona a persona a través de sangre, orina o secreciones infectadas, e incluso pinchazos con sangre de personas infectadas.

Los síntomas se acompañan de fiebre, dolor abdominal, náusea, diarrea, tos, dolor en el pecho y hemorragias nasales.

UDiagnóstico de LaboratorioU : ELISA para detectar IgM, IgG y Lassa antígeno. Cultivo en VERO Cells. También por RT-PCR. Todos en BSL-4.

Se ha descubierto una nueva cepa del virus en Alemania. ( Ref. CDC- Emerg. Inf. Dis. Vol.6,No.5 ).

edu.red

Virus de Lassa

e4) Otros virus productores de fiebre hemorrágica :

Guaranito …….. Fiebre hemorrágica de Venezuela.

Junin ……………. Fiebre hemorrágica de Argentina.

Machupo ………. Fiebre hemorrágica de Bolivia.

Sabia …………….. Fiebre hemorrágica de Brazil.

Todos al igual que el virus de Lassa, pertenecen a los Arenavirus.

Recientemente se ha adicionado un nuevo test denominado MassTag-PCR que identifica 10 diferentes tipos de agentes de fiebre hemorrágica viral. El test es rápido, sensible, específico y económico. ( Ref. CDC- Emerg. Inf. Dis. Vol.12, No.4, Pag. 692-695, April 2006 )

f ) VIRUELA :

La viruela ( Smallpox ) es una enfermedad contagiosa, que a veces conduce a la muerte y que es causada por el virus de la viruela y se caracteriza por un sarpullido cutáneo característico y progresivo. Es un virus DNA, de la familia Poxviridae, subfamilia Chordopoxviridae, género Orthopoxvirus

edu.red

Virus de la Viruela

Las epidemias de Viruela han cambiado el curso de la historia humana.

  • Ultimo caso en EEUU en 1949 (Texas).

  • Ultimo caso natural en el mundo en 1977 (Somalia).

  • En 1979 OMS anuncia al mundo que la viruela ha sido erradicada de la faz de la tierra.

Su periodo de incubación es de 7 a 17 días después de la exposición. Los síntomas iniciales son fiebre alta, dolores de cabeza y corporales y pueden incluir :

Vómito

Fatiga

Rash característico, especialmente en la cara y brazos, después de 2 a 3 días.

Por lo general, la viruela se propaga por el aire a través de minúsculas gotas procedentes de la boca o la nariz de personas infectadas. Generalmente, el contagio de la viruela de una persona a otra requiere el contacto cara a cara. También puede propagarse a través del contacto directo con erupciones cutáneas, fluidos corporales u objetos contaminados, tales como la ropa personal o la ropa de cama. El contagio indirecto es menos común. La viruela es diseminada de persona a persona por gotas de saliva infectada.

El contacto es cara-a-cara. Personas con viruela son más infecciosas durante la 1a semana de la enfermedad, cuando gran cantidad de virus está presente en la saliva. En muy raras ocasiones, la viruela se ha propagado a través de un virus transportado por el aire en trenes y edificios cerrados. A continuación se produce un sarpullido cutáneo que se extiende por el cuerpo y agrava hasta convertirse en protuberancias abultadas que se tornan en costras y postillas, y que se desprenden alrededor de tres semanas después, dejando en la piel cicatrices profundas. No se conoce ningún caso en que insectos o animales hayan transmitido la viruela.

No se dispone de medicinas para tratar la viruela una vez que las lesiones han comenzado a desarrollarse. En ocasiones, las medicinas antivirales resultan útiles para prevenir el desarrollo de la viruela, si se administran inmediatamente después de que se haya producido la exposición a la enfermedad.

La propagación deliberada de la viruela como enfermedad epidémica se considera hoy en día una posibilidad, especialmente después de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ( URSS ) y el desplome de la economía de sus estados que provocó un gran desempleo, especialmente en su fuerza científica.

edu.red

Secuelas de la enfermedad

La vacuna

El virus de la viruela se guarda en dos laboratorios aprobados en los Estados Unidos y Rusia. Existe la preocupación de que los terroristas pudieran haber obtenido el virus de la viruela y lo usaran como arma.

La vacuna contra la viruela ayuda al cuerpo a crear inmunidad a ésta enfermedad. La vacuna se hace con un virus llamado TvacciniaT que es otro tipo de virus "pox" relacionado con la viruela. En esta vacuna, el virus TvacciniaT está "vivo"—no muerto como en muchas otras vacunas. Por esa razón, hay que cuidar muy bien el sitio donde se aplica la vacuna para evitar que el virus se extienda a otras partes del cuerpo. Además, la vacuna puede tener efectos secundarios, algunos leves y otros muy graves. La vacuna no contiene el virus de la viruela y, por lo tanto, no puede causar la enfermedad.

La vacuna vaccinia está accessible desde la década de 1970. Es una preparación liofilizada del virus infeccioso Vaccinia (Dryvax ®, manufactured by Wyeth Laboratories, Lancaster, Pennsylvania). No hay que olvidar que en el pasado en 1796, Edward Jenner utilizó satisfactoriamente el cowpox virus para vacunar a la gente contra la viruela.

Efecto de la vacunación :

  • antes del contacto protegerá a la mayoría de las personas contra la viruela (la vacuna tiene una eficacia del 95%).

  • hasta 3 días después del contacto puede prevenir la enfermedad o por lo menos hacer que sea menos severa.

  • 4 a 7 días después del contacto todavía puede hacer que la enfermedad sea menos severa y reducir la posibilidad de muerte.

La vacuna crea un alto nivel de inmunidad contra la viruela durante un período de 3 a 5 años y, de allí en adelante, la inmunidad empieza a disminuir. La vacuna contra la viruela no se aplica con una aguja hipodérmica. No se trata de una inyección como la que conoce la mayoría de la gente. Se utiliza una aguja bifurcada, es decir con dos puntas, que se sumerge en la solución de vacuna. Cuando se saca de allí, queda una gota de la vacuna en las puntas. Con la aguja, se pincha la piel varias veces en pocos segundos. Si la vacunación es exitosa, luego de tres o cuatro días aparecerá, en el lugar donde se aplicó, un abultamiento rojo que produce comezón.

Cualquier persona con un sistema inmunológico debilitado NO deberá vacunarse contra la viruela, incluyendo toda persona que:

  • Tiene VIH/SIDA

  • Padece de lupus u otra enfermedad que debilite el sistema inmunológico.

  • Tiene leucemia, linfoma y la mayoría de los otros cánceres.

  • Toma, o ha tomado recientemente, medicamentos que afectan al sistema inmunológico.

  • Tiene problemas cardiacos.

  • Está embarazada

  • Sufre de alergias severas

  • Recibe corticosteroides

Reacciones de la vacuna

edu.red

Reacción normal de la vacuna

edu.red

Autoinoculación accidental

edu.red

Reacciones adversas

Esquema general de identificación de diferentes agentes de bioterrorismo

edu.red

Tecnología utilizada para detectar agentes de bioterrorismo

Como parte de la alarma mundial generada por los acontecimientos de 2001 en los Estados Unidos, las empresas de biotecnología, pensando en el buen negocio que representaba la seguridad para todos ), empezaron una extraordinaria carrera para ofrecer sistemas de detección e identificación de agentes de bioterrorismo, especialmente en el aire o en materiales.

La casi totalidad de los nuevos sistemas se han enfocado en el Bacillus anthracis. Entre ellos tenemos :

  • Inmunofluorescencia directa de ambiente y tejido pulmonar.

  • Prueba de Inmunotransblot (EITB) para detectar el factor letal y antígeno protector en suero.

  • Inmunohistoquímica ( anticuerpos monoclonales ) en tejido.

  • Anthrax Bio Threat Alert ( BTA ) Strips.

  • Bio Warfare Agent Detection Devices ( BADD ).

  • Biohazard Detection System (BDS)- autonomous detection system (ADS).

  • Anthrax (spore) Smart II (Ref. Journal of Clinical Microbiology, Vol. 41, No. 7, July 2003)

  • Biodesign International ® ( USA) produce un kit de inmunoensayo que detecta el Factor Letal por anticuerpos monoclonales.

  • Roche Diagnostic ® y la Clínica Mayo desarrollaron un DNA Test para la identificación rápida ( 1h ) del Anthax en humanos y el ambiente.

  • PCR ( A. Fasanella et al. J. of Clin.Microb. Vol.41, 2003 )

  • Redline Alert Test ® (Tetracore Inc ). Test a partir del cultivo >> cambio de color en 15 mts. ( FDA News, Dec. 9, 2003) .

  • LightCyclerPTMP ,Roche Diagnostics Corporation, Indianapolis, Ind.

  • Smart CyclerPTMP, Cepheid, Sunnyvale, Calif.

  • GeneAmpPTMP 5700, ABI PRISMPTMP 7000, and ABI PRISMPTMP 7700 Sequence Detection Systems, Applied Biosystems, Foster City, Calif.

  • iCycler iQ Real-Time PCR Detection System, Bio Rad, Hercules, Calif.

( Ref. Current and Developing Technologies for Monitoring Agents of Bioterrorism and Biowarfare, Clinical Microbiology Reviews, October 2005, p. 583-607, Vol. 18, No. 4 )

RED DE LABORATORIOS DE RESPUESTA PARA MONITOREAR ATAQUES POR BIOTERRORISMO:

Para incrementar la vigilancia y asistir a los laboratorios en su preparación para hacer frente a los eventos de bioterrorismo, el Centro para el Control de Enfermedades y prevención ( CDC ) ha propuesto una Red de Laboratorios de Respuesta ( RLR ) contra el bioterrorismo, la cual puede ser implementada en cualquier país. La red consiste de 3 niveles de laboratorios, con diferentes capacidades de detección e identificación de agentes biológicos. Para nuestro país proponemos implementar el esquema recomendado por el CDC, utilizando en su primera fase solo los laboratorios clínicos de la Caja de Seguro Social.

Al implementar la Red, es necesario consolidar los esfuerzos tanto de laboratorios públicos, como de privados, tanto clínicos como veterinarios, de alimentos, agua, universidades, militares, de investigación, etc, tal de proyectar una fuerza multidisciplinaria que ha de retroalimentar a todo el grupo.

Descripción de los laboratorios de la red

Laboratorios Centinelas : Corresponden al primer nivel, el cual es un laboratorio clínico clásico. Ellos son la línea frontal para las víctimas de bioterrorismo, ya que estos pacientes visitan en primer lugar las clínicas, hospitales y cuartos de urgencias. Este laboratorio debe tener la capacidad de detectar posibles agentes y/o descartar otros, asi como enviar a un laboratorio de nivel de referencia los aislamientos sospechosos. De éste laboratorio depende la detección temprana de los agentes biológicos.

Laboratorios de Referencia : Están en el segundo nivel y que ofrecen exámenes para confirmar la identificación y caracterizar la sensibilidad a los antibióticos de estos agentes. Corrientemente éstos exámenes incluyen anticuerpos por fluorescencia directa, pruebas de aglutinación, tipificación de fagos y sensibilidad a los antibióticos. Debe contar al menos con facilidades de BSL-2 de bioseguridad. En adición, debe estar entrenado para realizar pruebas de PCR y manejo de cabinas de seguridad BSL-3. Debe trabar en estrecha relación con los laboratorios centinelas y ofrecer consultoría en protocolos de identificación y bioseguridad.

Laboratorio Nacional : Es el último nivel en la red y le corresponde confirmar cualquier aislamiento y concluye investigaciones iniciadas por los laboratorios de referencia. Debe contar con facilidades de nivel BSL-3 de bioseguridad. Es de su competencia informar a las autoridades la confirmación de casos de bioterrorismo. Creemos que por ley ésta responsabilidad le corresponde en nuestro país al Laboratorio de Referencia en Salud Pública, del Ministerio de salud.

De más está decir que los miembros de los equipos de laboratorio involucrados en la red, deben estar muy bien preparados en la detección e identificación de los potenciales agentes de bioterrorismo, a través de constante entrenamiento, cursos de afianzamiento en microbiología , biotecnología y ejercicios de preparación sin previo aviso.

Clasificación de las instituciones de salud por nivel en la red

UProvincia de Panamá

Laboratorio de referencia en salud pública –Nacional

Complejo Hospitalario Dr AAM, – Referencia

Policlínica Pte. Remón – Centinela

Polic. Carlos Brin – Centinela

Polic. Manuel María Valdéz – Centinela

Polic. Alejandro de la Guardia – Centinela

Polic. Generoso Guardia – Centinela

Polic. J.J Vallarino – Centinela

Hospital de especialidades pediátricas – Centinela

Hospital Dra. Susana Jones – Centinela

Polic. Dr Blas Gómez ( Arraiján ) – Centinela

Hospital de Chepo – Centinela

Polic. Santiago Barraza ( Chorrera ) – Centinela

Polic. Juan Vega Méndez ( San Carlos ) – Centinela

Polic. Cañitas – Centinela

UProvincia de Chiriquí

Hospital Dr. Rafael Hernández – Referencia

Polic. Gustavo A Ross – Centinela

Polic. Pablo Espinoza – Centinela

Hospital Dionisio Arrocha ( Puerto Armuelles ) – Centinela

UProvincia de Colón

Hospital Manuel A Guerrero – Centinela

Polic. Dr. Hugo Spadafora – Centinela

Polic. de Sabanitas – Centinela

Polic. Nuevo San Juan – Centinela

UProvincia de Coclé

Hospital Rafael Estévez – Referencia

Polic. Manuel Ocaña ( Penonomé ) – Centinela

Polic. San Juan de Dios ( Natá ) – Centinela

Polic. Manuel de Jesús Rojas ( Aguadulce ) – Centinela

UProvincia de Herrera

Hospital El Vigía – Referencia

Polic. Roberto Ramírez de Diego – Centinela

UProvincia de Los Santos

Polic. Dr. Miguel Cárdenas Barahona ( Las Tablas ) – Centinela

Polic. San Juan de Dios – Centinela

UProvincia de Veraguas

Hospital Ezequiel Abadía ( Soná ) – Centinela

Polic. Ignacio Díaz Gómez – Centinela

UProvincia de Bocas del Toro

Hospital de Changuinola – Referencia

Hospital de Almirante – Centinela

Hospital de Chiriquí Grande – Centinela

edu.red

Propuesta de la Red Nacional de Laboratorios de Respuesta contra el

Bioterrorismo

edu.red

edu.red

El incremento en las comunicaciones, la tecnología actual y la introducción de nuevos métodos de diagnóstico, hacen posible una coordinación más eficiente de la Red de laboratorios para detectar, reportar y responder ante cualquiera enfermedad infecciosa, incluso, no necesariamente de bioterrorismo. En éste sentido, la introducción de los sistemas computarizados de identificación, han significado un paso adelante en la vigilancia moderna de éstos agentes.

Con la computarización de los sistemas, los datos demográficos del paciente y los resultados del laboratorio clínico, la notificación de los casos a las autoridades de salud se hace más eficiente; sin embargo, los sistemas computarizados siempre deben ser considerados como un complemento en el diagnóstico y mantenidos en todo momento bajo estrictas normas de control de calidad y validación. ( Ref. CDC Emerg. Inf. Dis. Vol. 9, No. 9, September 2003 ).

En el marco de la detección de casos que puedan ser catalogados como potenciales actos de bioterrorismo, hay que tener presente que algunos animales domésticos y de vida salvaje, pueden resultar primeramente afectados debido a sus hábitos de vida y propagar la enfermedad de animal >> animal >> humanos, por lo que después de un ataque agudo, una vigilancia activa en los consultorios veterinarios puede ayudar a detectar casos tempranos ( Ref. Animal as sentinel of bioterrorism agents. CDC- Emerg. Inf. Dis. Vol.12, No.4, pag. 647-652, April 2006 ).

Bibliografía de interés

  • 1. Zinder J – Coordinating editor. Cumitech 33. Laboratory safety, management and diagnosis of biological agents associated with bioterrorism. ASP Press, 2000. American Society for Microbiology.

  • 2. Weyant et al. 1999. Laboratory Protocols for Bioterrorism Response Laboratories for the Identification of Bacillus anthracis. APHL.

  • 3. Brubaker R. R. 1972. The genus Yersinia: biochemistry and genetics of virulence. Curr. Top. Microbiol. Immunol. 57:111-58.

  • 4.  Campbell G. L., D. T. Dennis. 1998. Plague and other Yersinia infections, p. 975-983.

  • 5. In: Kasper DL, et al., (ed). Harrison"s principles of internal medicine. 14 Th ed. McGraw-Hill, New York, NY.

  • 6.  Chu M. C. 2000. Laboratory manual of plague diagnostic tests. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, GA.

  • 7. Gage K. L. 1998. Plague. In: L. Colliers, A. Balows, M. Sussman, W. J. Hausles (ed). Topley and Wilson"s microbiology and microbiological infections, vol. 3, p. 885-903. Edward Arnold Press, London.

  • 8. Koneman E. W., S. D. Allen, W. M. Janda, P. C. Schreckenberger, W.C. Winn Jr. (ed). 1997. Enterobacteriaceae, p. 171-252. In: Color atlas and textbook of diagnostic microbiology, 5 th ed. Lippincott, Philadelphia, PA.

  • 9.  Perry R. D., J. D. Fetherston. 1997. Yersinia pestis – etiologic agent of plague. Clin. Microbiol. Rev. 10:35-66.

  • 10. Wilmoth B. A., M. C. Chu, T. J. Quan. 1996. Identification of Yersinia pestis by BBL Crystal Enteric Nonfermentor identification system. J. Clin. Microbiol. 43:2829-2830.

  • 11.  Murray et al. 1999. Manual of Clinical Microbiology 7 th Edition. ASM Press.Washington, D.C.

  • 12. Perry RD and JD Fetherston. 1997. Yersinia pestis – Etiologic agent of plague. Clin Microbiol Rev 10:35-66.

  • 13. Weyant et al. 1999. Laboratory Protocols for Bioterrorism Response Laboratories For the Identification of Yersinia pestis. APHL. TUwww.aphlnet.orgUT

  • 14. Cross, J. T., and R. L. Penn. 2000. Francisella tularensis (Tularemia), p. 2393-2402. In G. L. Mandell, J. E. Bennet, and R. Dolin (ed.), Mandell, Douglas and Bennet`s principles and practice of infectious diseases. Churchill Livingstone, Philadelphia.

  • 15.  Dennis, D. T., T. V. Inglesby, D. A. Henderson, J. G. Bartlett, M. S. Ascher, E. Eitzen, et al. 2001. Tularemia as a biological weapon–medical and public health management. JAMA 285:2763-2773.

  • 16.  Ellis, J., P. C. Oyston, M. Green, and R. W. Titball. 2002. Tularemia. Clin. Microbiol. Rev. 15:631-646.

  • 17. Fortier, A. H., S. J. Green, T. Polsinelli, T. R. Jones, R. M. Crawford, D. A. Leiby, K. L. Elkins, M. S. Meltzer, and C. A. Nacy. 1994. Life and death of an intracellular pathogen: Francisella tularensis and the macrophage. Immunol. Ser. 60:349-361.

  • 18.  Olsufjev, N. G., and I. S. Meshcheryakova. 1983. Subspecific taxonomy of Francisella tularensis McCoy and Chapin 1912. Int. J. Syst. Bacteriol. 33:872-874.

  • 19.  Prior, R. G., L. Klasson, P. Larsson, K. Williams, L. Lindler, et.al. 2001. Preliminary analysis and annotation of the partial genome sequence of Francisella tularensis strain Schu 4. J. Appl. Microbiol. 91:1-7.

  • 20.  Weyant et al. 1999. Laboratory Protocols for Bioterrorism Response Laboratories For the Identification of F. tularensis. APHL. TUwww.aphlnet.orgUTU.U

  • 21. Centers for Disease Control and Prevention. 2000. Biological and chemical terrorism: strategic plan for preparedness and response: recommendations of the CDC Strategic Planning Workgroup. MMWR Recomm. Rep. 49(RR-4):1-14. Gilchrist, M. J. R. 2000. A national laboratory network for bioterrorism: evolution from a prototype network of laboratories performing routine surveillance. Mil. Med. 165(suppl. 2):28-31.

  • 22. Hoffmaster, A. R., R. F. Meyer, M. P. Bowen, C. K. Marston, et al. 2002. Evaluation and validation of a real-time polymerase chain reaction assay for rapid identification of Bacillus anthracis. Emerg. Infect. Dis. 8:1178-1181.

  • 23. Jernigan, J. J., P. L. Raghunathan, B. B. Bell, R. Brechner, E. A. Bresnitz, J. C. Butler, et al. 2002. Investigation of bioterrorism-related anthrax, United States, 2001: epidemiological findings. Emerg. Infect. Dis. 8:1019-1028.

  • 24. Jernigan, J. J., D. S. Stephens, D. A. Ashford, C. Omenaca, M. S. Topiel, M. Galbraith, M. Tapper, et al. 2001. Bioterrorism-related inhalational anthrax: the first 10 cases reported in the United States. Emerg. Infect. Dis. 7:933-944.

  • 25.  Kaufman, A. F., M. I. Meltzer, and G. P. Schmid. 1997. The economic impact of a bioterrorist attack: are prevention and postattack interventions justifiable? Emerg. Infect. Dis. 3:83-94.

  • 26.  CDC – Bioterrorism Response Guide for Clinical Laboratories.. TUwww.bt.cdc.govUT

  • 27. Henderson DA. The looming threat of bioterrorism. Science 1999;283:1279–1282.

  • 28. Doyle TJ, Glynn KM, Groseclose SL. TCompleteness of notifiable infectious disease reporting in the United States: an analytical literature review.T Am J Epidemiol 2002; 155:866–74.

  • 29. Brennan PF. AMIA TRecommendations for national health threat surveillance and response.T Journal of the American Medical Association.

  • 30. Millar J, Engelberg S and Broad W. Guerra bacteriológica. 2002. Ediciones B, S.A Barcelona, España.

  • 31. Delgado Jian Carlo. La amenaza biológica. 2002. Editorial Plaza Janés. Barcelona, España.

  • 32. Department of Health and Human Services. 1999. Biosafety in microbiological and biomedical laboratories, 4th ed. U.S. Government Printing Office, Washington, D.C.

  • 33. CDC- Ebola hemorrhagic fever transmission and risk factors of contacts, Uganda. Emerg. Inf. Dis. Vol. 9, No. 11, Nov.2003

  • 34. Department of Health, Education, and Welfare. 1974. Biohazards safety guide. Department of Health, Education, and Welfare, Bethesda, Md.

  • 35.  Pike, R. M. 1976. Laboratory-associated infections. Summary and analysis of 3921 cases. Health Lab. Sci. 13:105-114.

  • 36. American Society for Microbiology. 2005 SENTINEL LABORATORY GUIDELINES FOR SUSPECTED AGENTS OF BIOTERRORISM. Clinical Laboratory Bioterrorism Readiness Plan.

  • 37. WHO. Health aspects of chemical and biological weapons: report of a WHO Group of Consultants, Second edition, 2003.Ginebra, Organización Mundial de la Salud.

  • 38. Mount Sinai Hospital. 2002. Bioterrorism Procedure Manual TMLMSH Microbiology Department Policy & Procedure Manual. Toronto medical Laboratories, Microbiology Department.

  • 39. Gustavo Barriga Angulo y Silvia Giono Cerezo. Papel del laboratorio clínico ante el bioterrorismo. Revista Mexicana de Patología Clínica . 2001. Número 4 . Volumen 48.

  • 40. World Health Organization. Food Safety Department. 2002. Terrorist Threats to Food Guidance for Establishing and Strengthening Prevention and Response Systems ISBN 92 4 154584 4 NLM classification: WA 701).

  • 41. Utah Department of Health Laboratory . 2004. Guidelines for Bioterrorism Sample Collection, Packaging, and Transport to the Utah Department of Health Laboratory. Salt Lake City. TUwww.health.utah.gov/els/microbiologyUT.

  • 42. CDC- MMWR, Update: Adverse Events Following Civilian Smallpox Vaccination — United States, May 9, 2003 /52(18);419-420.

  • 43. Jernigan J, Stephens D, Ashford D, Omenaca C, Topiel M et al: Bioterrorism Related inhalation anthrax: the first ten cases reported in United States. Emerging Infectious Diseases 2001; 7: 933-44.

  • 44. CDC– Biological and Chemical Terrorim: Strategic Plan for Preparedness and Response. Recommendations of the CDC strategic planning workgroup. MMWR 2000; 49 (RR04); 1-14

  • 45. Marcela Ferrés G. Agentes biológicos y bioterrorismo. Rev. chil. pediatr. 2002. v.73 n.1 .

  • 46. TJames W. ZinderP. . TPRole of the Hospital-Based Microbiology Laboratory in Preparation for and Response to a Bioterrorism Event . TMINIREVIEW. TJournal of Clinical Microbiology, January 2003, p. 1-4, Vol. 41, No. 1.

  • 47. CDC- Automated laboratory reporting of infectious diseases in a climate of bioterrorism. Emerg. Inf. Dis. Vol.9, No.9, Sep. 2003.

  • 48. English, J. F. 1999. Overview of bioterrorism readiness plan: a template for health care facilities. Am. J. Infect. Control 27:468-469.

  • 49. Henchal, E. A., J. D. Teska, and J. W. Ezzell. 2000. Responding to biological terrorism: a role for the clinical laboratory. Clin. Lab. News 26:14-18.

  • 50. Klietmann, W. F., and K. L. Ruoff. 2001. Bioterrorism: implications for the clinical microbiologist. Clin. Microbiol. Rev. 14:364-381

  • 51. Morse, S. A. 2001. Bioterrorism: laboratory security. Lab. Med. 32:303-306

  • 52. Snyder, J. W., and W. Check. 2001. Bioterrorism threats to our future: the role of the clinical microbiology laboratory in detection, identification, and confirmation of biological agents. American Academy of Microbiology, Wa

  • 53. Snyder, J. W. 2002. Packaging and shipping of infectious substances. Clin. Microbiol. Newsl. 24:89-93

  • 54. CDC– Cardiac Adverse Events Following Smallpox Vaccination — United States, 2003. MMWR, March 28, 2003 / 52(12);248-250.

  • 55. CDC– Responding to Detection of Aerosolized Bacillus anthracis by Autonomous Detection Systems in the Workplace. MMWR, June 4, 2004 / 53(RR07);1-12.

  • 56. Rosandra Mazzali de Ilja. El papel del Laboratorio Microbiológico en el Manejo de eventuales Actos de Terrorismo. Rev. Soc. Ven. Microbiol. v.21 n.2 Caracas jul. 2001.

  • 57. Henchal, E. A.; Teska, J. D. and Ezzell, J. W.: Responding to Bioterrorism. Biotech Lab International, Nº 5-6: 14-15, 2000.

  • 58. Bruno Coignard. Preparación y respuesta frente al bioterrorismo en los institutos de salud europeos. Euro Surveill 2001;6(11):159-166.

  • 59. CDC- Investigation of anthrax associated with intentional exposure and interim public health guidelines, October 2001. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2001; 50: 889-93.

  • 60. Christopher GW, Cieslak TJ, Pavlin JA, et al. Biological warfare: a historic perspective. JAMA 1997;278(5):412-7

  • 61. Lindstrom M and korkeala H. Laboratory diagnostic of botulism. Clin. Microb. Rev. 2006. 19:298-314.

  • 62. ASM , Cumitech 33 : Biological agents associated with bioterrorism. ASP Press. J. Snyder Editor, 2000.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Lic. Eric Caballero J.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente