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La gestión ambiental urbana para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de una localidad


  1. Introducción necesaria
  2. La gestión ambiental urbana para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de una localidad
  3. Contexto de la Gestión Ambiental Urbana
  4. Nuevos paradigmas sobre gestión, planificación y desarrollo para América Latina y el Caribe
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Introducción necesaria

El ambiente urbano constituye un sistema estrechamente vinculado a los ecosistemas naturales en los cuales se asienta, que lo circundan (como son las áreas rurales y otras áreas urbanas de influencia) y con los cuales interactúa constantemente. En este sentido, la gestión del ambiente urbano o gestión ambiental urbana es una tarea compleja y que demanda la atención en forma simultánea y complementaria de diversos aspectos de los asentamientos humanos que impactan sobre el ambiente, pero también sobre los habitantes de los mismos.

La gestión se traduce en un conjunto de acciones encaminadas a lograr la máxima racionalidad en el proceso de decisión y manejo del ambiente urbano, relativo a la conservación, defensa, protección y mejora del ambiente, a partir de un enfoque interdisciplinario y global. Estas acciones, desarrolladas por los actores urbanos se orientan a construir relaciones armónicas y deseables en varios niveles en el territorio (o ambiente urbano) en el cual se desenvuelven:

(iii) con el sustrato físico o medio natural (que incluye a otros seres vivos).

La gestión ambiental urbana tiene como fin mantener y preservar el ambiente urbano, y redefinir en el tiempo y en el espacio las relaciones entre los seres humanos y su ambiente, en especial en relación a los patrones de vida y consumo. Esta redefinición procura revertir los efectos de la degradación del suelo, del aire y agua producidos por los modelos de desarrollo urbano insostenibles que reiteran la exclusión y empeoran las condiciones y calidad de vida de los seres humanos que habitan las ciudades.

La gestión ambiental urbana para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de una localidad

Gestión ambiental, es un conjunto de acciones encaminadas al uso, conservación o aprovechamiento ordenado de los recursos naturales y del medio ambiente en general. Implica la conservación de especies amenazadas, el aprovechamiento cinegético, el aprovechamiento piscícola, la ordenación forestal, la gestión industrial e, incluso, la gestión doméstica.

El concepto de gestión lleva implícito el objetivo de eficiencia, por lo que la gestión ambiental implica aprovechar los recursos de modo racional y rentable aplicando criterios de materia y energía. Se debe tender a una filosofía de ahorro y aprovechamiento sostenible.

Es una disciplina muy reciente conceptualmente, si bien se ha venido realizando en una u otra forma desde el momento en que el ser humano comenzó a aprovechar los recursos naturales, en un principio en busca de un aumento de la cantidad de alimentos mediante la gestión del suelo.

Dado que esta labor implicaba la interacción con su medio ambiente, ya puede ser considerada como una forma de gestión ambiental. No obstante, el sentido que se le otorga a este concepto en la actualidad es de un carácter más conservacionista en relación con el medio ambiente; de hecho se asimila la gestión ambiental a aquellas acciones encaminadas a preservar el medio ambiente de la acción del ser humano, que tiende a sobreexplotar y a degradar su entorno natural.

Como se ha dicho, la gestión ambiental implica la práctica totalidad de las actividades humanas, ya que transcurren o afectan al medio en mayor o menor grado, y está supeditada a una ordenación previa del territorio y de los usos del mismo. Esta ordenación marca para qué usos puede destinarse el suelo en función de su aptitud potencial como terreno agrícola, como poseedor de minerales aprovechables, como suelo industrial en función de su escasa aptitud para un uso más directo, como residencial en función de la existencia de agua disponible y de una climatología adecuada, o como reservado en función de su valor natural intrínseco, entre otros.

Una vez que se ha establecido la ordenación, se diseña una estrategia para gestionar cada parte y uso. A la gestión más o menos productivista o economicista, diseñada para la explotación y aprovechamiento del suelo, se superpone la gestión ambiental.

El paradigma de la gestión urbana actual postula que el proceso de creación de la localidad depende del protagonismo de los gobiernos locales y del grado de participación de sus habitantes.

Los elementos que sostienen la gestión urbana están reclamando una verdadera integración de todos los sectores dentro del ámbito urbano para disminuir las tremendas desigualdades que se expresan simultáneamente.

Actualmente se reconocen tres principios básicos que sostienen cualquier gestión ambiental urbana:

• La cuidad es de todos.

• La cuidad es para todos.

• La ciudad somos todos (Cela,1992).

Los procesos de urbanización comprenden la concentración de personas y actividades. Los espacios en que tienen lugar se le denominan urbanos. Las ciudades y zonas urbanas son un producto social, que no pueden desvincularse de las condiciones naturales en las cuales se han desarrollado, ni de las trasformaciones de esas condiciones. En el ambiente urbano concurren varios subsistemas donde se producen múltiples interacciones entre ellos y sus elementos, son:

  • el subsistema natural (animales, plantas, microorganismos, suelo, agua, aire, ecosistemas);

  • el subsistema social (individuos, colectividades, sus características, costumbres, relaciones, manifestaciones culturales, problemas sociales, su historia); y el subsistema construido, que constituye las formas y estructuras del espacio resultante de la dinámica social (edificios, viviendas, obras de infraestructuras de industrias, equipamientos y otros).(Yunén, 1997)

Tiene lugar en este ambiente un proceso de intercambio entre la base natural de una ciudad o zona urbana (componente de la naturaleza), la respectiva sociedad allí existente (lo social) y la infraestructura creada (estructuras que ocupan el espacio). Intervienen factores (cuyos orígenes son tanto internos como externos a ese ambiente) de tipo histórico, económico, político, social, natural, ecológico, y cultural en general. Cada una de estas instancias es al mismo tiempo una condicionante de las otras dos y una resultante de ambas. Para entender como se deteriora o se mejora el ambiente urbano hay que determinar cómo cada instancia lo condiciona.

Los problemas ambientales surgen cuando la sociedad le traspasa a su vez presiones a la otra. De esta manera se comprende como finalmente, todo se revierte sobre la organización social que originó los problemas.

Los problemas ambientales urbanos son aquellos en los que existe variación o alteración de los elementos de un lugar, de manera que atenta contra la calidad, cantidad o diversidad de los recursos humanos, recursos naturales y del patrimonio construido, con deterioro de la calidad de vida y donde se dificulta o impide además el desarrollo sostenible.

Una de las principales causas que genera problemas ambientales urbanos es la pobreza, resultado del modelo de desarrollo imperante en el mundo, caracterizado por la inequidad y la injusticia social, que permite y promueve el libre juego de las fuerzas del mercado, el aumento de la productividad, de la producción y el consumo; pero no persigue satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto. Todo ello genera marginalidad, inseguridad alimentaría e insalubridad,

manifestaciones de la correlación existente entre la pobreza y la falta de control sobre los recursos y de acceso de todos los derechos ciudadanos.

Las causas y el grado de incidencia de los problemas ambientales urbanos son múltiples; sus manifestaciones y comportamiento varían de una zona urbana a otra, en dependencia de sus características sociales, naturales y económicas. Entre esas causas se pueden señalar: la migración a las ciudades, la ausencia o deficiente cobertura de saneamiento: deficiente cobertura y calidad del agua; ausencia y deficiencias en los métodos de recolección y manejo en general de desechos sólidos tanto urbanos como industriales y peligrosos de cualquier tipo; procesos de producción y servicios que generan residuales que contaminan al aire, al suelo y las aguas; las concentraciones de vehículos; el mal estado de las viviendas y la insuficiente cultura ambiental.

Los problemas que tienen lugar en el medio ambiente urbano inciden de forma diferenciada de acuerdo con la escala en que actúan. En la escala del hogar se ponen de manifiesto e inciden directamente todos los problemas ambientales urbanos, como: hacinamiento, malas condiciones de las viviendas, falta de cobertura de saneamiento y de agua potable, generación indiscriminada de desechos y su acumulación en lugares inadecuados, mal manejo de los alimentos y falta de educación ambiental, entre otros.

Asimismo, en esta escala juega un papel decisivo la formación de los individuos para actuar responsablemente, tanto en el ambiente interno como en todo el ambiente urbano, ya que estos son los que generan los desechos domésticos en sus casas, áreas públicas, centros de producción o de servicios, los que pueden o no despilfarrar el agua o consumir altos niveles de energía.

La escala comunidad o barrio (consejo popular) es una escala básica del ambiente urbano. Aquí se producen conflictos ambientales importantes, tales como ausencia o déficit de infraestructura de servicios básicos, ineficiencias en el sistema de recolección de los desechos sólidos urbanos, ausencias de áreas verdes, falta de áreas recreativas, etc. La interacción comunidad-dirigentes, locales-empresas-organizaciones sociales y la educación ambiental son fundamentales para la solución o mitigación de los problemas ambientales que se manifiestan en éste nivel.

Generalmente la escala municipal traspasa el límite de la ciudad y las zonas urbanas y comprende también zonas rurales, de producciones agropecuarias y naturales y los problemas generados en los asentamientos inciden en el resto de las otras zonas o áreas.

Es una escala mucho más compleja por la diversidad e interacciones de los problemas e intereses que inciden, los cuales en muchos casos se multiplican y hacen mucho más complejo el manejo urbano.

Se le añaden en particular, los problemas generados por la concentración de vehículos, su estado técnico, el bajo índice de áreas verdes por habitante, la deforestación, la contaminación de diverso tipo, el mal manejo de los desechos y problemas sociales entre otros. En este caso juega el papel principal la gobernabilidad y la incidencia efectiva de las instituciones y tomadores de decisiones en el liderazgo de los procesos y acciones para la solución o mitigación de los impactos ambientales negativos, con la amplia participación de las comunidades, barrios y de más organizaciones sociales.

Por otra parte la escala regional comprende provincias y regiones. Los ecosistemas naturales son el soporte de las zonas urbanas creadas por los seres humanos y no se corresponde con las divisiones políticas administrativas de municipios provincias regiones y otras. El ecosistema natural puede soportar más de esas divisiones o zonas urbanas o ciudad o estas últimas están vinculadas con más de un ecosistemas. De forma similar sucede con una cuenca hidrográfica que puede o comprende varios tipos de ecosistemas naturales y álgebra diferentes zonas urbanas y ciudades.

La ausencia de correspondencia señalada hace que problemas ambientales manifiestos en una zona urbana o acciones realizadas en ella, produzcan impactos en otras áreas urbanas o naturales.

La contaminación por residuales y desechos generados en una ciudad mal manejados y vertidos en ríos o aguas marinas, tienen efectos negativos y se manifiestan en otros lugares, inclusive muy alejados del lugar de origen.

Los procesos de urbanización, el desarrollo urbano y su crecimiento, ejercen presiones directas en sus áreas aledañas y en otras, aunque no sean cercanas por sus demandas de tierras agrícolas y forestales, de modificaciones para la realización de actividades económicas y sociales. Por lo general en esta escala se requiere de la intervención de dirigentes de la provincia o región y la solución de los problemas estarán en este nivel o en otros de mayor jerarquía.

El desarrollo sostenible persigue el mejoramiento de la calidad de vida humano y constituye una nueva forma de desarrollo social que establece un vínculo equilibrado entre la sociedad y el ambiente natural. La degradación ambiental no es una consecuencia ineludible de la actividad humana, es más bien el resultado de los modelos de desarrollo que han tenido lugar.

A diferencia de los ecosistemas naturales, que pueden tener procesos espontáneos y alcanzar su equilibrio, las zonas urbanas solamente lo pueden hacer sobre la base de la gestión ambiental.

Cuando esta premisa no se tiene en cuenta se pueden romper los equilibrios establecidos y aparecen las manifestaciones ambientales negativas que a corto plazo repercuten sobre la salud de la población y en su calidad de vida.

La gestión ambiental constituye un instrumento muy eficaz para los tomadores de decisión en cada localidad. Estos son en definitiva los máximos responsables de las acciones intersectoriales que posibiliten el flujo de materiales, energía y otros recursos, la minimización de la generación de desechos sólidos y residuales líquidos así como el destino de las producciones industriales, agrícolas y manufacturadas y la dirección de la labor de organización y educación de la población con el fin de lograr su participación consiente y sostenida en el cuidado y mantenimiento de los asentamientos humanos.

Se manifiesta una toma de conciencia acerca de la necesidad de una gestión para el desarrollo urbano que mediante acciones y actividades posibiliten el uso sostenido de los recursos humanos y naturales, así como el espacio físico con el objetivo de satisfacer las necesidades de toda la población actual y futura. Esas nuevas ideas han llevado a la evolución de la concepción de la gestión urbana, incorporándole la dimensión ambiental.

La gestión ambiental urbana es el conjunto de acciones, actividades, mecanismos e instrumentos dirigidos a la administración, uso sostenible de los recursos naturales y sociales de las zonas urbanas y de las aledañas interrelacionadas con ellas. Tienen en cuenta las relaciones e interrelaciones con otras zonas urbanas y naturales, así como las necesidades y objetivos de desarrollo del país. (Serrano, 2006)

Una gestión ambiental urbana eficaz establece sus objetivos y metas dirigidas a lograr:

  • (i) Mayor equidad en la distribución de las riquezas y en el uso del medio ambiente.

  • (ii) Crecimiento económico basado en la planificación que parte de las necesidades reales de la población.

  • (iii) Mejoramiento de la calidad de vida de la población. La satisfacción de las necesidades materiales y espirituales, el acceso a los servicios básicos de agua, saneamiento, salud, educación, cultura y seguridad social.

  • (iv) Conservación y rehabilitación del medio ambiente, que parte del conocimiento y la información sobre los problemas ambientales.

  • (v) Elevación de la cultura ambiental de todos los actores sociales.

  • (vi)  Fortalecimiento del liderazgo de los gobiernos locales, su capacidad integradora y de control, así como de las capacidades de gestión de todas las instituciones locales.

  • (vii)  Participación efectiva de la comunidad, de las organizaciones sociales y de los ciudadanos en la búsqueda de soluciones a los problemas urbanos.

En la localidad se puede establecer un sistema de gestión ambiental integrado a la gestión local, donde la comunidad juega un papel activo y participativo y cuyo marco institucional son todas las estructuras locales, constituidas para los diferentes fines económicos y sociales, mediante las cuales se emplean los instrumentos definidos para la gestión ambiental.

Contexto de la Gestión Ambiental Urbana

Para entender en más detalle el ámbito donde la Gestión Ambiental Urbana interviene, es importante describir las siguientes dimensiones referidas al contexto urbano:

Dimensión física y funcional de los centros urbanos: Una primera variable que nos permite identificar el contexto de lo urbano es su escala o tamaño. De acuerdo a esta variable podemos encontrar ciudades pequeñas, ciudades intermedias, ciudades grandes y finalmente, las metrópolis. Por lo general, éstas últimas abarcan varias municipalidades y jurisdicciones.

Una segunda característica de los centros urbanos es la de su actividad o función económica dentro del contexto territorial, ya sea local, regional o nacional. En la mayoría de los casos, los centros urbanos ofrecen una diversidad de actividades y funciones, y de acuerdo a éstas enfrentan problemas ambientales específicos.

Por otra parte, y de acuerdo a su escala y función, los centros urbanos tienen una relación con su periferia y los ecosistemas que los rodean. Desde la perspectiva de la Gestión Ambiental Urbana, esta relación está determinada por la demanda de los recursos naturales y los impactos que las actividades urbanas ejercen sobre ellos. Por ejemplo, las ciudades dependen del agua que proveen las cuencas hidrográficas, por lo que su protección (en cuanto a cantidad y calidad del agua) resulta primordial para el sostenimiento del ecosistema urbano, el cual incluye las áreas urbanas y su entorno rural. Por lo tanto, la calidad del agua de la ciudad no solo depende del aseguramiento de un buen sistema de provisión y tratamiento, sino que también está relacionada con la protección de fuentes de agua en áreas periféricas de la ciudad, el control de descargas contaminantes y el impulso de actividades económicas ambientalmente sostenibles tanto en áreas urbanas como rurales.

Dimensión administrativa y financiera para la Gestión Ambiental Urbana: Los centros urbanos poseen estructuras administrativas e instrumentos financieros que posibilitan el desarrollo, operabilidad y mantenimiento de la infraestructura básica (Ej. Provisión de agua, saneamiento y recolección de residuos), el manejo de los recursos naturales y el medio ambiente.

Los gobiernos municipales son los principales responsables de actividades de planificación territorial y el control de los usos del suelo, la administración de la catástrofe, la provisión de servicios básicos y la conservación de su entorno natural. En la medida que estas funciones sean fortalecidas, los centros urbanos podrán alcanzar un desempeño adecuado frente a los retos impuestos por el desarrollo urbano y ofrecer mejores condiciones de vida para sus habitantes. A

su vez, la administración municipal debe asegurar la operabilidad y sostenibilidad financiera de sus actividades, a través del cobro adecuado de tarifas, acceso a fuentes de recursos nacionales e internacionales y la generación de recursos económicos propios.

Dimensión social del crecimiento urbano y su relación con el medio ambiente: La gestión ambiental urbana está estrechamente ligada a problemas de orden social y atención a la pobreza.

En Latinoamérica y el Caribe aproximadamente la mitad de los habitantes en los centros urbanos vive en condiciones de pobreza. Las poblaciones pobres, están generalmente localizada en asentamientos marginales los cuales no tienen una cobertura ni calidad adecuada de servicios básicos. En consecuencia, las condiciones ambientales y de salud de estas poblaciones tienden a generar mayores riesgos y vulnerabilidades. En la región, es notoria la relación directa entre el deterioro ambiental, la calidad de vida y la pobreza urbana. Muchos de los barrios pobres están ubicados en sitios poco propicios y de alto riesgo (zona en pendientes, humedales y otros suelos ambientalmente frágiles), lo que aumenta la vulnerabilidad a los impactos de las amenazas naturales tales como deslizamientos, inundaciones y sismos, además de impedir o imposibilitar la extensión de infraestructura de vialidad, alcantarillado y otra infraestructura de servicios.

Nuevos paradigmas sobre gestión, planificación y desarrollo para América Latina y el Caribe

Uno de los objetivos principales de cualquier institución que trabaje por el desarrollo sostenible a través del mejoramiento del medio ambiente urbano, radica en: como involucrar a los diversos sectores de una localidad en la detección de sus principales problemas ambientales, en la formulación de alternativas frente a los mismos y en la participación de dichos sectores en la búsqueda de un desarrollo sostenible para su localidad. ( Yunén ,1997)

Para éste y otros de los objetivos del desarrollo, tradicionalmente se contaba con los métodos de la planificación física y social. Sin embargo, los paradigmas de la planificación se han revisado para destacar que esta forma de planificar el desarrollo es irrealizable o irrelevante sin la constante intervención de la gestión comunitaria. Por este motivo, se necesita comprender las relaciones que hay entre las actividades propias de la gestión (una de cuyas formas es la gestión urbana) y aquellas propias de la planificación (una de cuyas formas es la planificación urbana) que buscan el desarrollo sustentable (en este caso a nivel de localidad).

Lo que se está planteando ahora es la necesidad de considerar a los seres humanos como los actores de su propio desarrollo. En otras palabras: hay que reparar en la gente cada vez que se quiera proponer una idea, un plan o una acción con el propósito de mejorar algo, ya sea con fines personales o colectivos. (Cela, 1992)

En realidad, cada vez que se plantea como mejorar la situación de un lugar, lo que se busca es cómo llegar a un desarrollo armonioso, que permita beneficios locales para la gente y a la naturaleza de dicho lugar, así como aportes significativos para la nación a la que pertenece. Es por eso que el concepto de gestión va íntimamente ligado al concepto de desarrollo, tanto en la escala local, como en la nacional. Lo que más se enfatiza en estos momentos es el desarrollo a escala humana en ambientes locales; de lo que se trata es de un desarrollo local sostenible.

Para hablar de desarrollo local (uno de cuyos componentes es la gestión urbana) la reflexión debe centrarse en los agentes de dicho desarrollo, esto es los actores y los protagonistas, y no exclusivamente en las medidas o instrumentos para llevarlo a cabo

Conclusiones

La gestión ambiental urbana es el conjunto de acciones, actividades, mecanismos e instrumentos dirigidos a la administración, uso sostenible de los recursos naturales y sociales de las zonas urbanas y de las aledañas interrelacionadas con ellas. Tienen en cuenta las relaciones e interrelaciones con otras zonas urbanas y naturales, así como las necesidades y objetivos de desarrollo del país.

Bibliografía

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Cela, Jorge. Gestión Urbana y participación popular./ Jorge Cela. – Santo Domingo: Editorial Amigos del Hogar, 1992. — 15 p.

Cela, Jorge. La ciudad del Futuro/ Jorge Cela. – Santo Domingo: Editorial Amigos del Hogar, 1992. — 8 p.

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http://www.iadb.org/sds/ENV/site_7024_s.htm, Febrero 2008.

López Guerra, Yanisleydi. Diagnóstico estratégico de Gestión Ambiental Urbana

Participativo en la localidad de Perseverancia, Aguada de Pasajeros. /Eduardo López Bastida, Luisa de los A. Rodríguez Domínguez, Tutor.-Trabajo de Diploma, UCf (Cf), 20078– 121 h.

Yunén, Rafael Emilio. Guía metodológica de capacitación en gestión ambiental urbana para universidades de América Latina y el Caribe. / Rafael Emilio Yunén, Roberto Eliseo Rodríguez. – República Dominicana: Editorial CEUR/PUCMM, 1997.-206 p

 

 

Autor:

Marisol Escalona Zárraga

 

Estudiante de la Maestría en Desarrollo Socio Económico Local, de la Universidad de Cienfuegos, CUBA