- Factores internos y externos presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la matemática y de la lectoescritura
- Características de los estudiantes con discalculia
- El Rol del Docente y de los Padres y Representantes en el proceso de intervención de las dificultades de aprendizaje en matemática
- La actividad lúdica y los proyectos de aulas como estrategias para desarrollar y fortalecer los conceptos lógico-matemáticos y lecto-escritos
- La importancia de la comunicación en el aula para el aprendizaje de la matemática en estudiantes con deficiencias visuales y auditivas
- Bibliografía
Factores internos y externos presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la matemática y de la lectoescritura
Discalculia es un término que hace referencia a un amplio rango de problemas relacionados con el aprendizaje de las habilidades matemáticas. No existe una única forma de trastorno del aprendizaje de las matemáticas y las dificultades que se presentan varían de persona a persona y afectan de modo diferente en cada momento del ciclo vital de las personas.
Las dificultades en el aprendizaje de las habilidades para realizar cálculos pueden señalar un tipo de trastorno de aprendizaje denominado Discalculia. Este trastorno supone una incapacidad para aprender a realizar operaciones aritméticas y confusiones numéricas inusuales. Esta alteración es poco conocida e infrecuente lo que suele dificultar que sea detectada por el entorno del niño. En general, la discalculia es el resultado de un retraso en el desarrollo general del niño, no una patología del cerebro.
El niño o niña con dificultades específicas en el proceso del aprendizaje del cálculo va a presentar una serie de errores y dificultades que van a ser la clave para detectar el trastorno. Estos signos consisten en:
Confusión entre los signos aritméticos (confunden + por el signo –)
Errores en las operaciones aritméticas
Fallos en el razonamiento de la solución de problemas matemáticos
Dificultades para la realización de cálculo mental
Escritura incorrecta de los números
Errores en la identificación de los símbolos numéricos
Confusiones entre números con una forma (el 6 por el 9) o sonido semejante, (el seis por el siete)
Inversiones numéricas (69 por 96 ó 107 por 701…)
Fallos en la seriación numérica como la repetición de números (en vez de 1,2,3,4,5… 1,2,2,3,4,5,5,5…) o la omisión de éstos (1,3,4,5,7,8…)
Este trastorno se produce en niños con una capacidad intelectual normal, es decir, la capacidad para afrontar los aprendizajes escolares de los primeros años es la adecuada excepto para el área específica del razonamiento numérico y la capacidad aritmética. Además, las dificultades en la capacidad de cálculo no se explican por una lesión o enfermedad que el niño o niña haya sufrido sino que se trata de un Trastorno en el desarrollo del niño.
Normalmente, el niño que sufre un trastorno de habilidades matemáticas suele presentar otras alteraciones del aprendizaje como la disgrafía o la dislexia, es decir, puede aparecer asociado al trastorno dificultades en su escritura y lectura.
Sin la adecuada intervención, el niño o niña con discalculia puede arrastrar a lo largo de su escolarización serias dificultades aritméticas que pueden provocar su fracaso, o incluso, abandono escolar.
Características de los estudiantes con discalculia
La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades en:
Perceptivo-visuales
Dificultades amnésicas
Orientación espacial
Esquema corporal
Figura y longitud
Distancia y tamaño
Para un tratamiento eficaz en las dificultades de las matemáticas se debe realizar un plan de tratamiento en el cual prime la estimulación del pensamiento matemático, a través del desarrollo de estrategias centrada en los siguientes aspectos:
· Lenguaje matemático
· Resolución de problemas
· Auto- monitorización
· Memoria
· Orientación en el espacio
· Habilidades sociales
· Conceptualización
· Orientación temporal
· Organización espacial
El Rol del Docente y de los Padres y Representantes en el proceso de intervención de las dificultades de aprendizaje en matemática
Partiendo de que todos los procesos educativos bajo un modelo de atención educativa integral exige la participación de la familia, así como la comunidad en general, es importante incorporar a los padres y representantes para que conozcan y participen activamente en los proyectos educativos llevados a cabo en la institución escolar en materia del desarrollo y atención educativa de la población estudiantil.
En ocasiones, los padres pueden observar durante los 4 ó 5 primeros años de vida en sus hijos, dificultades en el desarrollo provocándole ciertas dudas, teniendo en cuenta que son ellos los que mejor conocen y describen el desarrollo de sus hijos. Los padres aportan datos importantes, tales como: desarrollo evolutivo, ritmo de crecimiento, primeros aprendizajes, edad en que comenzó a hablar, actividades preferidas, situaciones en las que se encuentra más cómodo y entretenido, y la relación con los miembros de la familia.
Los padres de familia, a pesar de ofrecer información fundamental, son una fuente que se ve influida por aspectos emotivos que puedan alterar la descripción sobrevalorando e, incluso, infravalorando las habilidades de sus hijos.
Es recomendable que lo conversen con la educadora y le soliciten una evaluación psicopedagógica, la que permitiría realizar un diagnóstico precoz dentro del marco de intervención temprana. Esta evaluación posibilitaría despejar dudas y orientar el proceso escolar desde el inicio, ubicando al niño en un ambiente adecuado que responda a sus requerimientos. Según los resultados de la evaluación, en algunos casos es posible indicar el ingreso a tratamiento psicopedagógico y en otros casos la intervención consistiría en sugerir posibles colegios con lineamientos, características apropiadas a las necesidades del niño y planes de integración. Evaluar el proceso de aprendizaje en diferentes etapas con sugerencias tanto al hogar como al ámbito escolar.
Cuando las dificultades son observadas una vez iniciado el proceso escolar, dentro del los dos primeros años, se recomienda del mismo modo una evaluación y tratamiento psicopedagógico. La intervención estaría orientada a estimular funciones y habilidades en el proceso de lecto-escritura inicial, cálculo y desarrollo de estrategias de pensamiento.
Es por ello que hoy día las dificultades de aprendizajes son concebidas desde la multifactorialidad y se entienden como las interferencias que presenta un alumno sin compromiso intelectual en la forma de apropiarse de conceptos y habilidades, limitando su desenvolvimiento escolar y su manera de relacionarse con el medio que le rodea, sin embargo hay que resaltar que estos alumnos pueden tener capacidades extraordinarias en actividades artístico-culturales, que bajo un modelo de atención integral pueden ser aprovechadas y explotadas.
A lo largo de la historia, el término Dificultades de Aprendizaje ha sido motivo de investigación y éste ha evolucionado a diversos vocablos tales como: incapacidad, problemas, trastornos y actualmente dificultades, según lo refieren Santiuste y Beltrán (2000), muchas de estas definiciones contemplan solo un elemento de las dificultades de aprendizaje, bien sea aspectos lingüísticos, habilidad para la lectura, la escritura y los cálculos matemáticos; déficit neurológicos, aspectos sensoriales o mentales, entre otros, lo que no responde a las exigencias del mundo moderno por no considerar los diversos factores que intervienen en el proceso de construcción del aprendizaje, ya que el hombre se concibe en estos tiempos como un ser global e integral.
Para el caso de la discalculia se observan dificultades:
En el aprendizaje de las nociones básicas de clasificación, correspondencia, equivalencia, número natural, conservación, o reversibilidad.
Errores abundantes en la lectura y escritura de cifras, e incomprensión de la serie numérica.
Errores en las operaciones, con números naturales, fraccionarios o decimales, no imputables a fallos de memoria, sino a un claro desconocimiento de su significado.
La familia espera de la escuela mucho apoyo, que sus hijos sean bien atendidos por la escuela, saber que van aprender esperan que preparen a sus hijos en diversas áreas y situaciones además de que lo incorporen a la sociedad; ellos necesitan en quien confiar; porque sienten temores y tienen conflictos personales.
La familia es el acoplamiento de la continuidad en la vida de la mayoría de los niños, son los responsables para sus niños. Su futuro está, en gran parte en la capacidad que tengan los padres de abogar por ellos y es donde los educadores deben ser socios con los familiares de los estudiantes. La familia se convierte en un fiel colaborador dentro del trabajo en equipo haciendo frente a las barreras que pueden influenciar en la relación hogar-escuela. Los profesionales deben centrarse en la fuerza que tiene la familia, en su cultura, costumbre, capacidad y actitudes ya que esto ayudara a una buena comunicación, deberán aprender a escuchar a los padres y valorar, para dar respuestas acertadas, respetando así sus propios valores, y dar solución al problema.
La buena voluntad y paciencia entre los educadores y familiares del niño es muy importante en el desarrollo del mismo. Los educadores deben proporcionar una variedad de información y modalidades de trabajo a la familia, de acuerdo a sus intereses, con métodos formales e informales.
La actividad lúdica y los proyectos de aulas como estrategias para desarrollar y fortalecer los conceptos lógico-matemáticos y lecto-escritos
El juego es la actividad natural de la infancia; las escuelas han puesto direccionalidad pedagógica al carácter lúdico de la actividad de los niños y las niñas. El juego es un proceso que permite a los niños y las niñas dominar el mundo que les rodea, ajustar su comportamiento a las exigencias del mismo, aprender sus propios límites para ser independientes y progresar en la línea del pensamiento y la acción. Lo anterior reafirma la necesidad de que las estrategias educativas se enmarquen dentro de una propuesta de juego como medio para la socialización y el aprendizaje, y que la selección de los materiales didácticos se haga de acuerdo a los propósitos que se persiguen a través de su utilización, a los contenidos a desarrollar y a las estrategias que van a facilitar dicho aprendizaje. El juego con materiales didácticos tanto estructurados, como no estructurados, ofrece a los niños y a las niñas, la oportunidad de combinar actividad y pensamiento, desarrollar su curiosidad, compartir experiencias, sentimientos y necesidades, articular la realidad y la fantasía, el conocimiento y la emoción, afianzar su autonomía y autoestima, crear, indagar, observar, y sobre todo relacionar los nuevos descubrimientos con experiencias vividas y así generar nuevos conocimientos. En relación a las maestras y los maestros, el material didáctico les ofrece la oportunidad de enriquecer su práctica pedagógica y obtener mejores resultados en cuanto a la calidad de los procesos y del producto final, lo que redunda en beneficio de la comunidad educativa: alumnos, alumnas, maestras, maestros, padres y madres de familia.
Dentro de las funciones que se le asigna al material didáctico y a las actividades que con este desarrollan los niños y las niñas, podemos señalar:
Función Educativa:
Hábitos de observación y curiosidad.
Conocimiento de las propiedades físicas de los objetos.
Desarrollo de la lengua oral.
Comprensión de conceptos.
Hábitos de orden y limpieza.
Desarrollo de aptitudes, competencias y habilidades intelectuales, artísticas, motoras y psico-motoras.
Motivación por aprender.
Desarrollo de valores de solidaridad, responsabilidad y ayuda mutua
Desarrollo de la confianza y la autoestima.
Función Social:
La dimensión social del juego se pone de manifiesto en la relación del niño y de la niña con su entorno, con sus padres y las demás personas que le rodean.
Hábito de compartir, cooperar y de jugar en grupo.
Respeto a los demás.
Respeto a la naturaleza y al trabajo ajeno.
Respeto por los acuerdos y los compromisos.
Promoción de sentimientos de generosidad y tolerancia.
Utilización del juego como fuente de alegría.
Promoción de valores, actitudes y normas de conductas que enaltecen la condición humana.
Materiales que favorecen el desarrollo del pensamiento lógico-matemático.
Al seleccionar los materiales para el desarrollo del pensamiento lógico- matemático se toma en cuenta que las características de estos favorezcan el logro de las siguientes competencias:
Planteamiento y resolución de problemas (incluye planear, formular y resolver problemas de la vida diaria).
Competencias comunicativas (expresa contenido matemático sencillo de forma oral y gráfica).
Razonamiento lógico-matemático (integra conceptos topológicos, relaciones, series numéricas y/o patrones, compara, agrupa, clasifica, e infiere sobre elementos sencillos de acuerdo a un orden propuesto).
Uso y aplicación de tecnología y otras herramientas: recursos manipulativos físicos (ábacos, bloques lógicos, reglas, cuerpos geométricos, CD, softwares).
Procedimientos para el uso del material lógico-matemático.
1- Al introducir un nuevo concepto la educadora o educador debe recordar que estos no deben presentarse de manera aislada. Cada nuevo concepto debe relacionarse con los demás ya aprendidos, para que el nuevo conocimiento forme con los anteriores una estructura.
2- Antes de utilizar un material, se realizan actividades con materiales concretos. Por ejemplo, antes de presentar los números en la pizarra, en un cartel, libro u otro soporte, se ofrece la oportunidad a los niños y las niñas, de manipular números plásticos, recortados en cartón, hule o lija. También realizan actividades como formar conjuntos o grupos, con materiales no estructurados, (palitos, semillas, caracoles, piedrecillas u otros objetos del medio) asignarles el número que le corresponde y hacer comparaciones entre los agrupamientos, para determinar cuáles tienen la misma cantidad de elementos, cuáles tienen menos o más.
3- Es importante que la educadora o educador esté pendiente de los juegos y realizaciones infantiles, para que hagan preguntas en el momento oportuno que ayuden a los niños y las niñas a reflexionar sobre su actividad y comiencen a relacionar lo concreto con lo abstracto.
4- Antes de utilizar un material con un fin didáctico concreto, se dejará a los niños y las niñas que tengan un primer contacto con éste, a través de la manipulación y la experimentación de manera libre. De esta manera obtendrán un conocimiento sensorial sobre el mismo.
5- La educadora o educador debe prestar atención al desarrollo de los juegos infantiles, pues es importante que las tareas iniciadas sean concluidas en el tiempo establecido, sin que el horario convierta la vida del aula en una rígida rutina. Para que la culminación del juego no se haga de manera brusca, es aconsejable anunciar su término algunos minutos antes, diciendo por ejemplo: dentro de unos minutos vamos a terminar, recuerden que cada material debe ser guardado en su lugar. Es necesario que los niños y las niñas, sepan donde guardar cada material que han utilizado, así como el orden que éstos deben tener en los estantes.
La importancia de la comunicación en el aula para el aprendizaje de la matemática en estudiantes con deficiencias visuales y auditivas
Una de las características diferenciales del alumno ciego es la limitación para recibir información real del mundo que le rodea. El alumno que ve recibe mucha información a través de los estímulos visuales del medio, que amplían su conocimiento. Para el alumno ciego, esta información espontánea del medio queda reducida, deformada y necesita muchas veces otra persona que vea (adulto o compañero) para que le ayude a interpretar el medio y acumular así información. Es por ello por lo que la verbalización de los contenidos y de las experiencias tiene tanta importancia en el aprendizaje de estos alumnos.
Se puede solventar esta limitación por medio de sencillas explicaciones, con comparaciones del objeto con otro más concreto y vivenciado por él, o bien, con modelos, maquetas o representaciones del objeto a escala.
Su implicación educativa es que, teniendo en cuenta esta premisa, siempre debemos partir de lo concreto y de lo particular hasta llegar a lo global y general.
Un aspecto a tener en cuenta es cómo llega nuestro alumno al control del espacio que le rodea. El alumno ciego interioriza este espacio a partir de una percepción analítica de los distintos elementos referenciales de su alrededor. Es importante que llegue a dominar su entorno y pueda moverse libremente por él.
Otra característica fundamental de la falta de visión es la ausencia de modelo visual al que imitar. Muchos de los aprendizajes de juegos, conductas, hábitos, técnicas para realizar trabajos…se aprenden por imitación del contexto cultural que rodea al alumno. Al faltar la visión, esta imitación no existe y habrá que conducir a la inducción para que el alumno ciego llegue a realizar todos estos aprendizajes.
Área de matemáticas.
El primer aspecto a tener en cuenta es el de apoyarse en la actividad manipulativa, con ello se está posibilitando al niño ciego a acceder a la actividad en cuestión a través de la percepción háptica.
El segundo aspecto está ligado a la comunicación, la interacción que haya entre el profesor y el alumno es muy importante a la hora de exponer problemas, desarrollo de sistema actividades…
Y el tercer aspecto es el de motivar al descubrimiento.
Todo ello lleva consigo un aprendizaje anterior de la signografía específica en braille. Además de realizar actividades de cálculo mental para que la realización de las actividades sea más ágil.
En cuanto a la geometría destacar que el alumno ciego tiene que manipular todo es la única manera de poder realizar una representación lo más real posible.
Por tanto y atendiendo a los aspectos más específicos que tienen que contemplarse en una programación son:
El ritmo, tanto en la elaboración como en la interpretación de las representaciones, que siempre será más lento.
La precisión y la presentación formal, elementos que no deberán ser valorados desde criterios generalizados;
La importancia del apoyo verbal, que será básico para afianzarlo en su trabajo, tanto en el proceso de interpretación como de elaboración.
Bibliografía
Bravo Valdivieso, Luis. Psicología de las dificultades del aprendizaje escolar: introducción a la educación especial (5a ed.).
Coll, Cesar. Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento (1996) ·
Fernando Cuetos, Fernando. Psicología de la escritura. (1991)
Autor:
Cornivel Krisbelys
Prof. José J. Cabrera
Julio del 2011
República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio
Extensión- Carúpano