Influencia de actividades físico recreativas en las relaciones sociales (página 2)
Enviado por Aida M. Glez Companioni
Como ya se ha visto, a pesar de los beneficio físico y mental que lleva consigo la práctica de actividades físico-recreativas, se ha podido comprobar que en la mayoría de la población que se estudia, El Trigal Norte del Municipio Valencia, Estado Carabobo, no existe hábito de realizar actividades físicas recreativas programadas, lo que contribuye entre otros aspectos al padecimiento de afecciones como la obesidad, hipertensión arterial y otras y a la proliferación de conductas poco asociadas a las relaciones sociales de los ancianos residentes en un mismo contexto social, o sea en su mismo barrio.
Se pudo conocer en entrevistas realizadas a los adultos mayores en esta comunidad donde se realiza la investigación que se sienten poco motivados y alcanzan un bajo conocimiento sobre la importancia de las actividades físico – recreativas en beneficio de la salud, y las relaciones sociales, aunque no dejan de reconocer sus beneficios.
Como se aprecia una situación problémica conduce el camino investigativo de esta obra, por una parte se conocen los beneficios que ocasiona la práctica de actividades físico – recreativas en el adulto mayor, sin embargo, estas no se ejecutan de manera sistemática en la población objeto de estudio. Por tal razón la autora se enfrenta a la solución del siguiente problema científico:
¿Cómo propiciar la ejercitación física y recreativa sistemática del adulto mayor como una de las alternativas en el mejoramiento de las relaciones psicosociales en el círculo de abuelos en el Trigal Norte Valencia, Carabobo?
El desarrollo de la investigación se produce sobre el siguiente objeto de estudio:
El mejoramiento de la salud y calidad de vida de los adultos mayores en la comunidad.
Y su campo de acción se desarrolla a través de un:
Programa para la práctica sistemática de Actividades físicas y recreativas.
Para brindarle solución al problema científico de la investigación la autora se propone el siguiente objetivo general:
Proponer un programa de actividades físico – recreativas para el mejoramiento de las relaciones sociales en el círculo de abuelos en el Trigal Norte Valencia, Carabobo.
La solución al objetivo general propuesto será conducida por medio de las siguientes preguntas científicas:
¿Cuáles son las características psicosociales del adulto mayor?
¿Cuáles son las necesidades e intereses del adulto mayor de esta comunidad entorno a las actividades físico – recreativas?
¿Qué elementos debe contener un programa de actividades físico-recreativas para el adulto mayor que responda a sus necesidades y posibilite su participación activa como alternativa compensatoria para mejorar la salud y calidad de vida las relaciones psicosociales en el círculo de abuelos en el Trigal Norte Valencia, Carabobo?
¿Cuáles son los criterios que permiten afirmar que la propuesta del programa realizado reúne todos los requisitos para su aplicación efectiva?
Para el desarrollo del trabajo se tomarán en cuenta las siguientes tareas de la investigación:
Estudio de las características psicosociales definidas por la literatura especializada en el tema.
Elaboración de instrumentos para la realización de los estudios de diagnósticos.
Caracterización social de la comunidad adulta mayor en el círculo de abuelos en el Trigal Norte Valencia, Carabobo.
Diagnosticar las necesidades e intereses del adulto mayor para la realización de actividades físico-recreativas.
Elaboración de un programa de actividades físico-recreativas para los adultos a través del criterio de especialistas y la revisión bibliográfica.
Determinación de la validez que alcanza la propuesta para su aplicación a través de los criterios de especialistas en el tema.
Justificación de la investigación
Se ha hecho referencia a que la tercera edad constituye una etapa de la vida influenciada o determinada por la opinión social y cambios degenerativos en el orden psicofisiológico y social.
En ello se tiende a estimular para la vejez el sentimiento de soledad, la segregación, limitaciones para la vida sexual y de parejas y de la funcionalidad e integración social del anciano.
La poca participación en las actividades en estos ancianos va reduciéndose cada vez más, mermando sus capacidades físicas y actividad psicosocial.
Por una parte, la reducción de las facultades motrices explica con suficiencia la frecuente inseguridad de movimiento y la necesidad de ayuda al adulto mayor, el fenómeno de la falta de relaciones sociales en el marco de un grupo de personas asociadas por la edad y la cercanía de sus viviendas se ha hecho algo cotidiano, pero puede ser atenuado si las actividades físico recreativas no se abandonan en este período.
Las actividades físico – recreativas ofrecen grandes posibilidades para las personas de mayor edad, las cuales abarcarán en esta propuesta una gama de ellas.
Las actividades específicas desde el punto de vista físico – recreativo que hoy se generan y proponen en la solución de la problemática planteada por los especialistas de la cultura física para el adulto mayor son variadas, pero en esta hay un elemento esencial y es que estén debidamente adaptadas a las posibilidades del grupo, teniendo en cuenta la adecuación de las mismas y el lugar oportuno donde se enmarque dentro del programa o plan que se establezca así como el tratamiento didáctico que permita a todos los participantes un nivel de realización óptimo en función del mantenimiento de la salud.
De ahí que la elaboración e implementación de esta propuesta de programa de actividades físicas-recreativas favorecerá una alternativa para mejorar la salud, calidad de vida y relaciones sociales del adulto mayor en la comunidad objeto de estudio por lo que a través de su aplicación se obtendrían beneficios en el estado de salud, en las relaciones sociales y con ellos una disminución de los planes de atención médica a los cuales estas personas acuden en condiciones normales.
Para muchas personas la vejez es un proceso continuo de crecimiento intelectual, emocional y psicológico. Se hace un resumen de lo que se ha vivido hasta el momento, y se logra felicitarse por la vida que ha conseguido, aún reconociendo ciertos fracasos y errores. Es un período en el que se goza de los logros personales, y se contemplan los frutos del trabajo personal útiles para las generaciones venideras.
La vejez constituye la aceptación del ciclo vital único y exclusivo de uno mismo y de las personas que han llegado a ser importantes en este proceso. Supone una nueva aceptación del hecho que uno es responsable de la propia vida.
Por esta razón, una vejez plena de sentido es aquella en la que predomina una actitud contemplativa y reflexiva, reconciliándose con sus logros y fracasos, y con sus defectos. Se debe lograr la aceptación de uno mismo y aprender a disfrutar de los placeres que esta etapa brinda. Entonces, recuerde: hay que prepararse activamente para envejecer, para poder enfrentar la muerte sin temor, como algo natural, como parte del ciclo vital.
En casi todas las etapas de la vida, incluyendo la vejez, se podría dar más de lo que se ha dado.
La calidad de vida ha sido estudiada desde diferentes disciplinas. Socialmente calidad de vida tiene que ver con una capacidad adquisitiva que permita vivir con las necesidades básicas cubiertas además de disfrutar de una buena salud física – psíquica y de una relación social satisfactoria.
Entre los investigadores no hay consenso en la definición de "calidad de vida". N concepto que involucra muchas variables subjetivas satisfacción, felicidad, autoestima…es difícil de medir. Las variable s objetivas son de medición más fácil, la economía, el nivel socio – cultural los déficits funcionales, problemas de salud.
En 1870 no había problemas de jubilación. La mayoría de los hombres morían a los 61, cuando todavía estaban trabajando duro, y los que vivían más no podían retirarse porque no había pensiones ni seguridad social.
La vida no tiene que ser fácil para ser maravillosa. De hecho, la vida fácil es le camino más corto hacia la monotonía. Hay que pensar en un retiro dinámico, disparado hacia el porvenir. El trabajo debe concebirse en todo momento como un medio de realización personal, aun en los años de vejez. La persona retirada debe conservar siempre el derecho a ser útil y a serlo con dignidad. Cada individuo debe descubrir a tiempo sus capacidades y limitaciones.
En la planificación para la vejez uno no debe quedarse en el nivel de la mera actividad. El retiro exige, como una condición esencial, la preparación psicológica anticipada.
La vida activa en la vejez será posible siempre y cuando la persona haya planeado su retiro desde el punto de vista financiero, a fin de que no le sorprendan las estrecheces económicas. Condición esencial además es que se disfrute de una razonable salud física y mental. Las muertes rápidas después del retiro son frecuentes, pero hay pruebas de que la mala salud precede el retiro y no lo sigue. Hay individuos que se retiran a una edad temprana, tan pronto sus ingresos lo permitan, para así abandonar el trabajo como dominio principal de ocupación personal y poder dedicarse a actividades que les resultan más satisfactorias.
El ser humano necesita vivir en sociedad. La soledad engendra inseguridad. Depresión y deterioro. Es en las labores diarias, dedicadas a ganar el pan, donde establecemos con frecuencia las mejores formas de convivencia. Todo individuo normal necesita mantener un mínimo de intercambio con su ambiente social
Si se ha llevado una vida de provecho, si se han dejado huellas decorosas en el mundo, si se ha vivido digna y eficazmente, si a la hora de hacer el balance pesan más los créditos que los débitos, si se experimenta la satisfacción de haber vivido plenamente, habiéndose realizado en forma adecuada y ayuda a los semejantes, si la conducta estuvo razonablemente regida pro elevados valores éticos, entonces la muerte no será la experiencia difícil y angustiosa que es para aquellos que no han sabido dar un significado noble a su vida.
El hombre en el proceso evolutivo utiliza el movimiento para la realización de las actividades de la vida diaria e interactuar con su entorno. La realidad muestra que conforme se envejece se tiende a adoptar estilos de vida cada vez más sedentarios y pasivos.
Los ancianos validos que viven en sus casas, a pesar de que mantienen las actividades de autocuidado (aseo, alimentación,…) y también las instrumentales (compra, cuidado del hogar, arreglo del jardín, desplazamientos en un radio de acción relativamente amplio, etc.), hacen poco ejercicio físico. En cualquier caso, mucho menos del que precisarían para poder contrarrestar ciertos aspectos negativos del envejecimiento. Se ha comprobado que el ejercicio físico juega un papel primordial en la prevención de las enfermedades ligadas a la vejez.
Peor es la situación de los ancianos discapacitados o que viven en residencias geriátricas pues, por las mismas limitaciones que sufren o por falta de estimulación, pasan sentados, en posición ociosa, el 90% de las horas de vigilia.
Es necesario potenciar la actividad física y el ejercicio físico entre la población anciana, sean cuales sean su edad y limitaciones.
La calidad de vida de los viejos y muy viejos esta relacionada con las posibilidades de realizar de manera independiente, las actividades de la vida diaria que su medio social y cultural les atribuye, de forma que cuando esta capacidad se ve comprometida, es necesaria la institucionalización total o parcial del anciano.
Todas las actividades de la vida diaria requieren del uso preciso del cuerpo y el movimiento porque en ellas está siempre implicada la actividad física. Favorecer la buena coordinación psicomotriz, el equilibrio, una buena actitud postural, la resistencia al esfuerzo, la fuerza, la flexibilidad, etc. ayuda a que el anciano se sienta seguro y capaz de desempeñar las funciones de la vida diaria y a que se mantenga con independencia y autonomía. Todo ello redunda en el mantenimiento de la salud y la calidad de vida y procura al anciano una mayor sensación de bienestar.
…"mantener y potenciar el máximo dinamismo corporal posible, factor imprescindible para vivir una vejez sana y disfrutar de una buena calidad de vida" este es el propósito de los programas elaborados por el INDER encaminados a su plan de trabajo para los Círculos de Abuelos.
"Si los beneficios de la actividad física son cada vez mas aceptados para la población en general, aparecen todavía mas evidentes en la tercera edad" [1]
Según Pont, P. (2001) el ámbito de la actividad física para las personas mayores se centra en cuatro apartados:
Prevención. La actividad física ayuda a prevenir posibles problemas y deficiencias tanto físicas como psíquicas, siempre y cuando se realice periódicamente y adaptada a las posibilidades de cada persona.
Mantenimiento. Las personas mayores pueden realizar actividad física con el objetivo de mantener, en la medida en que sea posible, sus capacidades físicas y psíquicas en condiciones óptimas. De esta actividad física lo que variará es el fin último para el que se va realizar.
Rehabilitación. El concepto terapéutico, va unido a una terapia continua de movimiento dosificada y adaptada adecuadamente en la rehabilitación preventiva y en la posrehabilitación de enfermedades cardíacas, etc.
Recreación. Se encuadran en este apartado aquellas actividades que se realizan con el fin de pasarlo bien y divertirse. [2]
Además la actividad física – recreativa se ha identificado constantemente como una de las intervenciones de salud más significativas de las personas de edad avanzada. Dentro de sus beneficios inmediatos en el aspecto físico se pueden citar: mayores niveles de auto – eficacia, control interno, mejoría en los patrones de sueño, relajación muscular entre otros.
Las personas que se mantienen físicamente activos tienden a tener actitudes más positivas en el trabajo, están en mejor estado de salud y tienen mayor habilidad para lidiar tensiones.
Los ejercicios en las personas de la tercera edad comprendidas en estas edades deben estar orientados de acuerdo a la obtención de los siguientes objetivos:
Ejercer una acción estimulante sobre los procesos del sistema nervioso central.
Elevar las posibilidades funcionales de los sistemas cardiovascular y respiratorio.
Mejorar los procesos metabólicos.
Fortalecer el sistema muscular.
Incrementar la movilidad articular.
Mantener el nivel de los hábitos y destreza motoras vitales.
Enseñar la actividad a realizar y fomentar la adquisición de hábitos positivos.
Posibilitar la interrelación social.
Calentamiento suficiente previo al ejercicio y recuperación total al finalizar.
La clase debe durar aproximadamente 50-60 minutos.
Actividad diaria o en días alternos.
Intensidad en torno a 50-65% de la frecuencia cardiaca máxima.
Evaluaciones periódicas.
Individualizar la planificación.
Al iniciarse el trabajo de ejercitación física con grupos de salud, además de la edad, se han de considerar los siguientes factores:
Estado general de salud de cada participante.
Sexo.
Tipos de enfermedades o padecimientos anteriores.
Reviste también gran importancia como información el conocimiento por parte del profesor de Cultura Física y el médico del nivel de clasificación físico-deportiva que presentan las personas de edad avanzada, las que pueden estar en los siguientes grupos:
Las que a lo largo de toda su vida han venido realizando ejercicios físicos con cierta intensidad.
Las que desde siempre han mantenido una actividad constante, pero moderada.
Las que en alguna etapa de su vida participaron en actividades vigorosas, que fueron abandonadas y esporádicamente retomadas.
Las que nunca realizaron ejercicios físicos.
Conclusiones
Los estudios teóricos-metodológicos realizados en relación a las actividades físico recreativo para el adulto mayor y sus relaciones psicosociales en las diferentes literaturas consultadas, evidencian la necesidad de la búsqueda de alternativas que desde nuestras propias realidades propicien el mejoramiento de las relaciones sociales en el círculo de abuelos en el Trigal Norte Valencia, Carabobo.
Autor:
Lic. Aida Marisel González Companioni
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