Pide y el universo te complace ¿Cómo convertirte en millonario sin trabajar duro y sin tener mucho dinero? (página 2)
Enviado por Alexander Ortiz Oca�a
Antes de analizar la naturaleza del Universo en tu entorno, debes valorar la forma en que percibes al Universo. Antes de mirar hacia el exterior en busca de respuestas referentes a la vitalidad del Universo, debes primero mirar hacia tu interior. Allí está la naturaleza del Universo.
El Universo se conoce con el corazón, no con métodos científicos. Si tú sientes al Universo en tu corazón, si lo vivencias dentro de ti, es porque el Universo vive. Y eso no tienes que demostrarlo científicamente, basta con sentirlo, esa es la mayor evidencia. No lo ves, pero lo sientes. Vive. Por supuesto que el Universo no siente, piensa y actúa físicamente, no podemos demostrar eso, no podemos verlo sentir, pensar y actuar. El no vive en un espacio específico donde podamos buscarlo y encontrarlo, como tú y yo. El Universo no tiene tres dimensiones como nosotros. El Universo es energía y espíritu, está en nuestras almas, y como tal permea todo cuanto nos rodea.
El Universo está diluido en el espacio y en el tiempo, así como está la sal en el mar. El Universo es el creador de todo cuanto habita en El. Está fuera del Universo y está dentro del Universo. El Universo es fortuito, autónomo, aleatorio e independiente, no tiene causa que lo haya originado, es eterno, inmensamente poderoso e infinito.
El Universo no tiene límites, no tiene principio ni final, es amplio, profundo y atemporal. No tiene tiempo ni espacio, es dueño de todo el tiempo y de todo el espacio. El Universo es omnipresente y omnipotente.
Estoy plenamente convencido de que el Universo sí vive. A ti, amigo lector, que no crees en la vitalidad del Universo, te afirmo con toda seguridad que El si cree en ti, y además te confieso que hace algunos años yo pensaba igual que tú, pero cuando conocí quién, qué, para qué y cómo siente, piensa y actúa el Universo, realmente mi vida cambió y dio un giro de 180 grados.
El Universo está más cerca de ti de lo que tú te imaginas. Te invito y te exhorto a que lo descubras dentro de ti, en tu corazón, y elimines tus dudas, temores, incredulidades y escepticismos. Estoy seguro que el Universo que yo conozco es el mismo Universo que tú necesitas.
Sigue leyendo y me darás la razón……
Una conversación con el universo
Después de varias semanas mirando y hablándole al cielo, pidiéndole al Universo que me escuchara y me dijera la forma de obtener mucho dinero y hacerme rico, me sentía decepcionado por su ausencia. El no aparecía en mi vida para escucharme y brindarme su ayuda. El crepúsculo me acusaba por mi soledad.
Se marchaba el añejo sábado y llegaba el joven domingo. Esa resplandecida noche, a la una de la madrugada, el Universo se apareció ante mí, en mi propia casa, en mi propia habitación.
– ¡Universo!, ¿Qué haces aquí? – exclamé admirado.
– Vine a escucharte, amigo – me dijo con dúctil y sosegada voz, al parecer salida de una afligida nube -. ¿No eres tú quien me ha estado llamando durante todos estos días?
– ¿Y por qué tardaste tanto en venir? – le reclamé encolerizado -, ¡pensé que ya no vendrías!
– Pues, heme aquí – objetó.
– Además, jamás imaginé que te presentarías en mi propia casa, en mi propia habitación – le dije incrédulo. ¿Por dónde entraste?, la puerta está cerrada. ¿Alguien te vio llegar? – le pregunté un poco enojado por su tardanza y a la vez atónito por su impresionante presencia ante mí.
– No te preocupes amigo – me dijo para tranquilizarme – , nadie me vio entrar y nadie me verá. Te lo aseguro. – Él estaba seguro que sólo yo tenía en ese maravilloso momento el privilegio de verlo y conversar con Él -. ¿Qué necesitas de mí? – me dijo complaciente y con espíritu de servidor.
– Quiero que me muestres el camino para obtener mucho dinero – manifesté al instante y sin hacer ninguna pausa, quizá por la ansiedad que me invadía.
– ¿Y para qué quieres mucho dinero? – me preguntó extrañado. Quien busca la plata, jamás estará satisfecho con ella.
– Para ser rico. Quiero ser rico – le dije mostrando una extraordinaria convicción en mis deseos y aspiraciones de hacerme rico.
– ¿Y para qué quieres ser rico? – preguntó otra vez muy extrañado.
– Para tener mucho dinero – respondí.
– ¿….?
El Universo hizo un gesto de asombro y confusión a la vez, que me dejó un poco preocupado con lo que me dijo:
– No me agradan tus pensamientos, amigo.
– Pero, ¿por qué Universo?, ¿qué tiene de malo poseer mucho dinero?, ¿qué tiene de malo desear ser rico y ser feliz con mi dinero? – repliqué confundido por su actitud.
– No te esfuerces en hacerte rico, amigo mío, deja de preocuparte por eso – me dijo con una increíble tranquilidad -, si te fijas bien, verás que en realidad no existen las riquezas; de pronto se van volando, como águilas, como si les hubieran salido alas. Y además, los mejores placeres son gratis.
A pesar de sus argumentos yo insistí con la fuerza de mis deseos, y al ver mi intransigencia me argumentó con una fuerza en sus palabras que las paredes de la habitación se estremecieron cual montaña sumergida en un peligroso volcán.
Seguidamente, sin esperar apenas a que Él hiciera su segunda reflexión, le lancé una ráfaga de preguntas que engalanaron de incertidumbre su adorable alma.
– ¿Entonces si soy rico soy una mala persona? ¿Todos los millonarios son malas personas? ¿No podré nunca jamás en mi vida ser exitoso y tener mucho dinero?
– ¡Cuánta confusión hay en tu mente, amigo mío! – me dijo con rostro de preocupación. No es lo mismo tener dinero, ser millonario, ser rico y ser exitoso. Una persona puede ser rica sin tener mucho dinero, alguien puede tener mucho dinero y no tener éxito en su vida.
– ¿Quiere eso decir que una persona puede ser exitosa sin ser millonaria?, ¿Se puede ser millonario sin tener mucho dinero? – le dije manifestando interés en el tema.
– Así es, amigo mío, todo depende de tus pensamientos, de tu mente, de las ideas que tengas acerca de la riqueza y del éxito. Tener dinero no es una condición para alcanzar el éxito – puntualizó. Las cosas materiales de la vida no son las que te definen como una persona exitosa – añadió -, si miras a tu alrededor te darás cuenta que los mayores placeres de la vida son gratis: el amor, los amigos, los hijos, los nietos, el amanecer, el anochecer, el viento, el mar, la luz, los árboles, una puesta de sol, la luna, las estrellas, los niños, el gusto, el tacto, el olfato, la vista, el oído, el sexo, la salud, las flores, la lluvia, e incluso la propia vida es gratis.
Mientras Él exponía sus argumentos, yo fruncía el ceño cual niño privado de un delicioso helado o de su juguete preferido.
– La verdadera riqueza no está en el dinero, sino en estar desprendido de lo material, en renunciar voluntariamente al dominio sobre las cosas. Por eso hay pobres que realmente son ricos y al revés, ricos en dinero que no son exitosos ni felices, son pobres en amor y espiritualidad. Si no eres egoísta, pon tu empeño en no priorizar las riquezas materiales, con el mismo empeño que ponen la mayoría de las personas del mundo en poseerlas, ostentarlas y priorizarlas en su vida.
Cuando terminó de hablar le repliqué diciendo:
– ¿Y de qué manera se puede ser exitoso y feliz sin tener dinero? ¿Cómo puedo convertirme en millonario sin tener dinero?
– A eso precisamente vine, amigo, a aclararte esa confusión que tienes en tu mente.
– ¿Entonces me convertirás en un millonario? – le pregunté mostrando más regocijo que las flores cuando saborean la lluvia.
– Eso no es posible, amigo – me dijo con firmeza.
– ¿Cómo que no es posible? – le dije extrañado por su afirmación tan inequívoca -, quiero una maravilla de ti y tú sí puedes concedérmelo, quiero ser millonario.
– Eso no es posible, amigo – repitió con una fuerza en sus palabras, capaz de arrancar de raíz un árbol frondoso.
– Oh, Universo, con tu grandeza, posees la luz, el día y la noche, el cielo, la tierra, los ríos y el mar, el sol, la luna y las estrellas, los animales, tú todo lo posees, Universo, para ti no hay nada imposible. ¿Cómo es posible que no puedas convertirme en millonario? Tu palabra es fuerza, es energía, y tu voluntad es realidad, si lo deseas y lo dices, entonces yo seré rico y millonario – le dije con la convicción de que accedería a mi petición.
– No es lo mismo ser rico o millonario, que tener bienestar, abundancia y riqueza en tu vida. ¿Sabes qué es la riqueza? – me preguntó insinuando mi ignorancia al respecto -, antes de querer ser rico y millonario debes saber primero qué es la riqueza – acentuó para demostrarme que yo quería algo sobre lo que no sabía ni su definición.
– No – respondí apesadumbrado.
– Antes de averiguar cómo convertirte en millonario, debes analizar qué es la riqueza – dijo enojado -, porque si no sabes qué es la riqueza, es difícil saber qué deseas atraer en realidad a tu vida y cómo atraer eso que deseas.
En ese momento pensé: ¿Cómo definir a un rico o a un millonario?
Pensé que lo mismo ocurre con la prosperidad, con la abundancia, con el éxito, que son conceptos muy abstractos y subjetivos. Y, por supuesto, lo mismo ocurre con la riqueza.
– Cuando estamos en presencia de la riqueza, lo sabemos, la sentimos, pues algo dentro de nosotros la reconoce – le dije perceptiblemente contento al Universo.
– Sí, eso es cierto – dijo -, pero…………..trata de definirla.
– ¿…..?. No, Universo – le dije con una manifiesta impotencia -, no soy capaz de definirla.
– Bueno, después que logres delimitar bien lo que deseas, pídemelo, que yo te complazco.
A manera de introducción
Mientras que no busquemos soluciones definitivas, de impacto, trascendentales e integrales a nuestros principales problemas seguiremos siendo personas subdesarrolladas, individuos sin rumbo fijo, sin destino, o peor aún, con rumbo al abismo; seres humanos sin expectativas y sin sueños, o peor aún, con un sueño eterno del que no despertaremos jamás.
El ser humano del siglo XXI necesita iniciar un proceso de cambio en su forma de sentir, pensar y actuar respecto al dinero. Necesitamos cambiar nuestra mentalidad sobre la riqueza y la prosperidad. En este libro se hace un llamado a la acción de todos los seres humanos para implicarnos en un proceso que nos convierta verdaderamente en personas ricas y prósperas.
Los principales principios de la riqueza que aporta este libro brindan una base para que todos los seres humanos trabajemos de manera mancomunada en la implementación de un proceso autoformativo que incluya estos componentes básicos para atraer riqueza y prosperidad a nuestras vidas. Sólo personas responsables, con sentido de pertenencia y comprometidas a cambiar nuestra propia vida podemos tener una significativa, estable, positiva y duradera influencia en la vida de aquellos que nos rodean, incluyendo a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que hoy buscan desesperadamente modelos a seguir e imitar.
En este libro propongo un nuevo estilo de vida basado en los principios básicos de la abundancia y la riqueza. El propósito de este libro es ayudarte a reconstruir tu estructura mental para convertirte en una persona rica y próspera.
Una persona próspera construye su prosperidad sobre principios básicos que garantizan una estabilidad en el tiempo y la cultura, y no perecen ante las circunstancias o el reto que implican los problemas de hoy y de mañana.
La comunicación interpersonal es un acto muy difícil y complejo. Es muy difícil saber si realmente nuestras ideas son comprendidas o no por los que las reciben. Por eso, al escribir este libro lo hago con prudencia, porque deseo comunicarte de una manera clara y sencilla los principios básicos para que atraigas riqueza y prosperidad a tu vida.
Para ser rico y próspero necesitas tener una clara comprensión acerca de lo que es la riqueza y la prosperidad. No tengo una definición exacta acerca de lo que es la riqueza y la prosperidad, ya que son conceptos muy amplios, profundos, complejos, polisémicos, y sobre todo tienen un carácter resbaladizo, subjetivo e individual, ya que todos nos dirigimos hacia lo que personalmente definimos como riqueza. Generalmente se asocian la riqueza y la prosperidad a lo físico, lo terrenal, lo material, el dinero, la abundancia de cosas externas que no son vitalicias ni trascendentales. De ahí que la riqueza y la prosperidad sean también conceptos tramposos, engañosos y falaces.
Para iniciarte en el camino de la riqueza y la prosperidad y luego transitar por él, debes tener una base sólida acerca de la riqueza y la prosperidad, es decir, debes tener una idea más o menos cercana acerca de lo que expresan y significan estos conceptos. Es por ello que en varios capítulos y epígrafes del libro, se dedican espacios a la reflexión sobre los pensamientos o la imagen mental que todos nosotros tenemos acerca de nosotros mismos, de la vida, de nuestros problemas y sobre todo del dinero, de la riqueza y de la prosperidad.
No hay recetas para atraer riqueza y prosperidad a tu vida, sin embargo en este libro se explican diez principios básicos que te pueden dar una luz, sentar algunas pautas y ayudarte a triunfar, ser rico, feliz, vivir en paz y en armonía, y sobre todo lograr lo que desees en tu vida. Ahora bien, los principios básicos de la riqueza y la prosperidad deben estar siempre en consonancia con las Leyes del Universo, fundando los cimientos de una estructura mental que proporcione la riqueza y la prosperidad en la persona que los aprenda, los comunique y los aplique en su vida cotidiana.
En ese sentido, este libro es una alternativa de solución a los males de un mundo caracterizado por la ambición, el narcisismo, odios de todo tipo, enfermedades incurables, la división, la discriminación racial y sexual, la miseria, las guerras, el hambre, el desempleo, las persecuciones, la explotación, las injusticias, la apatía generalizada, las desesperanzas, el tedio, el temor al fracaso, la soledad, la depresión y el suicidio, lo cual, a nuestro juicio, son consecuencias de un sistema en decadencia, hogares e instituciones educativas que han colapsado porque proporcionan un aprendizaje que ya no es válido para el tercer milenio.
En este libro obtendrás LO QUE DESEES TENER en tu vida, encontrarás EL VERDADERO SECRETO SOBRE EL BIENESTAR y la riqueza, descubrirás LA CLAVE PARA RESOLVER CUALQUIER PROBLEMA que tengas, aprenderás cómo ATRAER PROSPERIDAD a tu vida, profundizarás lo que nos dijeron sobre EL SECRETO PARA SER RICO y conocerás LOS PASOS PARA CONSEGUIR RIQUEZA.
En este libro se plantea una nueva interpretación sobre EL SECRETO PARA VIVIR EN ABUNDANCIA, propongo una visión espiritual acerca del dinero, la riqueza y la prosperidad, y por ello te conectarás con un UNIVERSO MILLONARIO, revelarás el poder invencible que tienes dentro de ti y, por supuesto, aprenderás a INVOCAR Y ENRIQUECERTE.
Ahora bien, cuando se plantea una nueva teoría, concepción o interpretación, a veces resulta útil indicar los enfoques a los cuales se opone de manera más radical y contundente. En este caso, sólo la Fe es un categórico y contundente argumento de oposición a otras concepciones acerca del dinero, la riqueza y la prosperidad. Lo más importante es que creas en el Universo, aunque no veas explícitamente sus actuaciones.
El amor debe ser la base de nuestra relación con el Universo y con el dinero. Debemos asignarle al dinero, a la riqueza y a la prosperidad una dimensión espiritual, lo cual implica que la búsqueda del dinero deje de ser un fin en sí misma para convertirse en un resultado de nuestra conexión mística con el Universo, un efecto de nuestras relaciones armoniosas basadas en la Fe y una consecuencia de darle vida a nuestra dimensión espiritual.
Sin embargo, en la actualidad los jóvenes ya no son tan amorosos, bondadosos, responsables, laboriosos, estudiosos, racionales, amables, solidarios, disciplinados, ni justos. Su vida está sustentada en el dinero, en bienes materiales, y la posesión o no de esas cosas que supuestamente proporcionan felicidad determina su estatus social y condiciona sus relaciones humanas.
Tanto la sociedad humana en general como las relaciones personales individuales están plagadas de violencia, alienación, irracionalidad, ingratitud, atraco, enajenación, brutalidad y egoísmo.
Estos criterios, preceptos y fundamentos basados en la Fe nos llevan a plantear algunos principios básicos sobre la riqueza y la prosperidad, conformados en una ESTRATEGIA, integrada por PASOS PARA OBTENER LO QUE DESEES EN TU VIDA, estructurados mediante acciones y preguntas problematizadoras que te guían hacia la riqueza y la prosperidad.
Pasos para atraer riqueza a tu vida
(DECÁLOGO DE LA ABUNDANCIA Y LA PROSPERIDAD)
1. Plantea un problema, la situación que te incomoda (situación, hecho, evento, acontecimiento). Define el objeto de transformación y modificación. [Identifica, formula y plantea un por qué]
2. Formula un propósito humano (objetivos, deseos, metas, intenciones, motivaciones, intereses, sueños, aspiraciones, expectativas, anhelos, fines, esperanza, resultado esperado). [Redacta un para qué]
3. Despliega tu energía emocional. [Define qué y con qué]
4. Manifiesta una actuación afectiva. [Cumple con el cómo]
5. Logra una conexión mística. [Te conectas con el Universo]
6. Ten Fe. [No te preocupes por cuándo, dónde o cuánto, el Universo se encargará de resolver el problema y de cumplir tu propósito. Espera pacientemente el resultado de tu labor. El te complace.]
7. Muestra gratitud. [Cumple con el cómo]
8. Da congratulaciones. [Cumple con el cómo]
9. Practica elogios. [Cumple con el cómo]
10. Recibe la acción mágica del Universo. [No investigues cómo lo hizo, sencillamente reconoce que el Universo responde tu por qué, soluciona tu problema]
El libro se estructura en ocho capítulos a través de los cuales voy describiendo a profundidad estos pasos propuestos para conseguir lo que desees en tu vida. Espero que estos modestos conocimientos, extraídos de mi experiencia y de mi vida real, sean útiles para ti, amigo lector, en el proceso de atraer riqueza y prosperidad a tu vida, con la ayuda del Universo.
La riqueza, la abundancia y la prosperidad existen sobre la tierra y se les conquista con el uso prudente de la razón, la práctica constante de la generosidad y el conocimiento de la armonía del Universo.
Pide y el Universo te complace.
Consideraciones finales
En este Año de la Astronomía se han hecho muchos planteamientos relacionados con las tesis sobre el origen del universo[1]y se ha ampliado la discusión sobre si la expansión del universo tendrá un fin o será seguida por una contracción, y cuándo llegará. Pero, a pesar de estas reflexiones, siempre queda pendiente la pregunta de todos los siglos: ¿Qué existía antes del Big Bang? Aquí la ciencia no tiene cabida, no puede intervenir con sus métodos sofisticados, no puede opinar, emitir criterios y mucho menos llegar a conclusiones, por cuanto estamos hablando de una realidad muy difícil de comprobar científicamente.
Muchas preguntas se han hecho al respecto buscando una respuesta convincente, desde los filósofos presocráticos en Grecia, y quizás la más avanzada fue la de Aristóteles con su teoría del motor inmóvil, que "mueve sin estar sometido al movimiento".
Si la filosofía no nos ha dado una respuesta convincente, lo único y más valioso que queda es la fe. Tanto los materialistas como los que aceptamos la existencia del espíritu estamos de acuerdo que el camino para encontrar el origen del universo no es otro que el acto de fe. Aceptamos entonces científicamente que el universo tuvo un comienzo, por lo tanto, o tenemos fe en que surgió espontáneamente a partir de la nada, o asumimos que alguien inteligente lo creó y lo puso en marcha. Y ese alguien inteligente es Dios.
Me gustaría preguntarte ¿en cuál de estas tres posiciones estás tú?:
1.- ¿Crees en la teoría de la evolución de las especies, de Darwin, sin la intervención de Dios?
2.- ¿Crees que el ser humano se ha desarrollado durante millones de años a partir de formas menos perfectas con la autorización de Dios?
3.- ¿Crees en la teoría creacionista de la Biblia que planea que el hombre fue creado de una vez como somos en la actualidad hace 20.000 años?
En el año 2004, en un estudio que se hizo en Estados Unidos, el 17 % de los encuestados eligió la opción 1, el 38 % escogió la opción 2, y el 45 % de está en la posición 3.
Francis Collins (2007), uno de los científicos que descubrió el genoma humano, uno de los hallazgos más fascinantes en la actualidad, nos revela que los principios de la ciencia se complementan con los principios de la fe.
La diversidad de votos en las respuestas a la encuesta aplicada se estrecha cuando los científicos nos muestran la maravilla que constituye una célula humana.
En cada célula está contenido un manual de funcionamiento de más de 3 mil millones de letras. Este es el instructivo que explica nuestros procesos habituales de vida (afectivos, cognitivos e instrumentales). ¡Inverosímil!. Pero cierto.
¿Es posible seguir sin creer en Dios ante semejante hallazgo?
Es más creíble la idea de que el hombre como invento creativo es el resultado del diseño inteligente y perfecto de Dios, que creer en cualquier otra concepción de la creación por causa del azar. Sólo basta con analizar la perfección del funcionamiento del ser humano para darnos cuenta que tuvimos que haber sido diseñados por alguien o algo, y ese alguien o algo es precisamente Dios.
Si analizamos el perfecto funcionamiento del ojo humano, con tantas partes y minicomponentes desempeñándose de manera simultánea, la maravillosa y espectacular estructura interna de nuestros oídos, nuestro extraordinario sentido del olfato y del tacto, nuestra hermosa capacidad de amar y de pensar, y los perfectos, rítmicos y sonoros latidos de nuestro corazón, sobran razones para confiar y tener Fe de que fuimos creados por Dios.
Y para creer en la existencia de Dios, no necesariamente debemos ser religiosos, basta con preguntarnos:
1. ¿Por qué existe todo esto tan bello y precioso, tan preciso, fiel y exacto dentro del Universo en un mundo tan asombrosamente diseñado?
2. ¿Quién, qué y cómo organizó todo esto tan sorprendente, admirable y milagroso?
3. ¿Quién, qué y cómo creó el maravilloso Universo?
Si quieres puedes seguir esperando para ver cuánto se avanza en este debate que nunca va a concluir. Sin embargo, es paradójico que, existiendo tanta gente común con muchas dudas, los científicos cada día acepten con mayor ahínco la existencia de Dios. Ya expuse el caso de Francis Collins, y podemos hablar también de Sir Bernard Novell, director del observatorio y radiotelescopio de Jodrell Bank, a quien, al finalizar una conferencia, uno de los participantes le preguntó qué había antes del Big Bang, y el sabio le contestó con sencillez y humildad que si en verdad quería saber eso, debía remitirse al primer capítulo del Génesis. ¡Espectacular respuesta! ¿Cierto?
A ti, amigo lector, que no crees en la existencia de Dios, te exhorto a que no lo desafíes, no cuestiones su existencia, no dudes sobre su vitalidad, no busques razones "científicas" para argumentar que no existe. Te afirmo con toda seguridad que El si cree en ti, y además te confieso que hace algunos años yo pensaba igual que tú, pero cuando conocí quién, qué, para qué y cómo es Dios, realmente mi vida cambió y dio un giro de 180 grados.
Dios está más cerca de ti de lo que tú te imaginas. Te invito y te exhorto a que lo descubras dentro de ti, en tu corazón, y elimines tus dudas, temores, incredulidades y escepticismos. Estoy seguro que el Dios que yo conozco es el mismo Dios que tú necesitas.
Algún día me darás la razón.
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Autor:
Alexander Ortiz Ocaña
Ph. D.
[1] Las posibles dimensiones del "átomo" o "huevo primitivo", la separación entre materia y energía, la progresiva distinción entre las CuatroFuerzas fundamentales, la asombrosa, maravillosa, extraordinaria y admirable ruptura de la supersimetría inicial que hizo posible las realidades discretas, o sea, que existan "cosas".
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