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Mujeres en la antropología británica (página 2)


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La antropología, en un primer momento, se nutrió de otras disciplinas que acumulaban cierta experiencia en torno al ser humano (biología en lo físico, historia en lo temporal, geografía en lo espacial, filosofía en lo ideacional) y así, fue moldeando y precisando su objeto de estudio a través de la reflexión, del análisis autocrítico constante, el cual le ha permitido constatar el alto grado de complejidad de la cultura como cualidad humana y humanizadora.

Con el transcurso del tiempo se fueron acumulando y sistematizando los conocimientos tanto de las culturas como de los grupos humanos. Esto trajo consigo la aparición de varios campos del conocimiento que tributaban una amplia información a la antropología general, tales como: la antropología social, cultural, económica, física o biológica, ecológica, lingüística, simbólica, médica, etnohistoria, del arte, pedagógica, geográfica y muchas otras que han tratado de enfocar la problemática antropológica.

Según Leif Korsback (2007), una de las tendencias que más se destaca en la antropología es la tradición británica. La antropología británica – nacida en el siglo XVIII con su pensamiento ilustrado y su proyecto de una sociedad civil – tomó la forma de antropología social, a diferencia de la antropología que se desarrolló en los Estados Unidos (la antropología cultural) así como de la antropología francesa (etnología). Esta antropología social que surge tiene un trasfondo cultural y científico en una vieja y sólida tradición británica: el empirismo. La misma se desarrolló por dos vías distintas: una es la vía de la antropología funcionalista que funda el emigrante polaco Bronislaw Malinowski[1]la otra es la vía de la antropología estructural- funcionalista, autóctonamente británica, cuyo fundador fue Radcliffe Brown[2]La antropología social británica, abarcando ambas vías, se autoproclama como una ciencia natural que toma como su ideal las ciencias físicas.

Haciendo ahora un poco de historia, en plena ilustración, alrededor de 1690, se encontraron en la obra de John Lock[3]raíces concretas de la antropología que ejemplifican las tempranas raíces británicas en esta ciencia.

El año de 1878 es también de importancia, como el año de las condiciones del nacimiento de la antropología social británica, fue el año del Congreso de Berlín en el cual todas las naciones europeas se repartieron el pastel colonial.

La antropología se dice que nace ligada a los movimientos, intenciones y guerras colonialistas. Fue un instrumento para conocer la esencia y debilidades de los pueblos para poder dominarlos, controlarlos. Por tanto, una de las primeras funciones de la antropología, tal y como plantea Isabel Monal en su artículo "La antropología y la filosofía", es justificar la inferioridad con diversas argumentaciones que justifiquen, que le den un basamento ideológico, conceptual y teórico al colonialismo (Monal, s.a).

Alrededor de 1968 surgió una auténtica búsqueda de las raíces de la profesión antropológica y un estudio intensivo del proceso histórico que había sido el nacimiento y el desarrollo de la disciplina, búsqueda y estudio que produjeron la nueva historiografía de la antropología.

La antropología, durante la ilustración, nació como la teoría de la historia y en el mismo período se crea un entusiasmo por combinar los viajes y la historiografía, para así escribir una historia universal que incluyera a los salvajes y el desarrollo de un marco teórico que llevara también hacia la creación de una antropología científica: la teoría evolucionista.

En la transición de una antropología evolucionista, evidentemente diacrónica, a una antropología sincrónica y antievolucionista, se da un coqueteo entre el evolucionismo y el difusionismo, un paulatino alejamiento de la psicología y de la psiquiatría hacia una antropología social en su propio derecho y un cambio en el modo de producir la necesaria información empírica, abandonando la dependencia en la información proporcionada por viajeros, misioneros, comerciantes y oficiales coloniales y colocando la confianza en el trabajo de campo llevado a cabo por los mismos antropólogos.

Un temprano caso de trabajo de campo en la antropología británica fue la grandiosa expedición al Estrecho Torres en 1898 bajo la dirección de A. C. Haddon. Posteriormente, se sustituye la concepción de expedición por estudio intensivo de una pequeña comunidad, modalidad que hasta hoy sigue dominante en una buena parte de la antropología social y cultural.

Hasta cierto grado se puede ver, de forma general, a la etnología y a la antropología de aquellos años como una búsqueda de datos empíricos, a través del trabajo de campo, en un espíritu de enfoque comparativo, cuyo fin sería comprobar o refutar planteamientos psicológicos.

La moderna antropología británica nació encima de las ruinas de un evolucionismo desprestigiado. En el desarrollo de la antropología social británica en el período de la primera guerra mundial (1914-1918) se da una revolución contra todo lo establecido en la antropología evolucionista, una revolución que llega a modificar la disciplina antropológica. Los revolucionarios fueron: Radcliffe Brown (con su trabajo de campo en las islas Andamán) y Malinowski (en las islas Trobriand).

En la antropología británica llama la atención la presencia de la mujer durante el período entre las guerras mundiales y después de la segunda guerra mundial, en el proceso de descolonización. Su destacada participación tanto en la enseñanza de la antropología como en el trabajo de campo y en el análisis de los datos empíricos, se notó desde la mencionada revolución en la antropología, a partir del trabajo de campo de Radciffe Brown y Bronislaw Malinowski.

Entre las mujeres que participaron en el quehacer antropológico británico se encuentran las siguientes:

Daisy Bates

Fue junto a Camila Wedgwood[4]y Laura Bohannan[5]una de las precursoras de esta antropología. Nació en Tipperary (Irlanda). A pesar de haberse conformado como una antropóloga de forma autodidacta, que no estudió ni logró finalizar ninguna carrera, es meritoria su labor al escribir y, por tanto, aportar información acerca de las lenguas indígenas de Australia del Sur, de los sistemas australianos de matrimonio y parentesco. Además, fue una persona que dio muestras de valentía al haber sido la única mujer presente en una expedición realizada al mando de Radcliffe Brown.

En el plano de las antropólogas formales se haya:

Audrey I. Richards (1899-1984)

Nació en Londres. Fue una mujer que tuvo una formación, una sólida preparación, que le permitió convertirse en una brillante trabajadora de campo, en una antropóloga muy capaz. Estudió Ciencias Naturales en Newnham College en Cambridge. Estudió antropología en London School of Anthropology, donde recibió su doctorado en 1931 con una tesis dirigida por Malinowski. Hizo trabajo de campo en varias partes de África, principalmente (primero acerca de la dieta, de la nutrición, luego dedicándose a los sistemas de parentesco matrilineal) entre los bemba en la anterior Rhodesia del Norte (ahora Zambia). Dirigió el East African Institute of Social Research en Uganda (donde estudió la antropología política y el ritual). En 1962 fundó y dirigió el Centre of African Studies en la Universidad de Cambridge. Fue profesora en London School of Anthropology, en la Universidad de Witwatersrand, y en la Universidad de Cambridge.

Lucy Mair (1901-1986)

Nació en Inglaterra. Fue una introductora importante de la antropología. Estudió clásicas en Cambridge y antropología en la London School of Anthropology (con Firth, Fortes y Evans-Pritchard) bajo Malinowski. Hizo trabajo de campo en África del Este (en Uganda y Nyasaland). Se interesó por la antropología política, la brujería, los sistemas de parentesco y el estudio de la antropología como administración colonial, todo en el molde de una antropología aplicada de la cual fue fundadora dentro de la tradición británica de la antropología social. Fue profesora de antropología en la London School of Anthropology. Perdió prestigio por afiliarse a la Universidad de Londres y promover una antropología al servicio del colonialismo. Escribió el libro "New Nations", publicó "Primitive Government", una de la aplicaciones de "Sistemas Políticos Africanos".

Phyllis Kaberry (1910- 1977)

Nació en los Estados Unidos. Estudió antropología en Sydney (Australia) antes de estudiar bajo Malinowski en la London School of Anthropology, donde recibió su doctorado en 1939. Hizo trabajo de campo en Australia, Nueva Guinea y Camerún. Su principal interés es la situación de las mujeres nativas, la posición de estas en su contexto social. Enseñó antropología en Sydney antes de ser nombrada profesora en la University College of London; redactó la obra póstuma de Malinowski "The Dynamics of Culture Change". Es considerada la madre del estudio de género en la antropología social británica.

Mónica Wilson

Nació en la Provincia del Cabo en África del Sur. Estudió en Griton College, Cambridge donde recibió su Licenciatura. Esta es una antropóloga brillante que pone énfasis en las interpretaciones que hacen los nyakyusa de sus propios rituales.

Hortense Powdermaker

Nació en Philadelphia. Descubrió las virtudes de la antropología en el seminario de Bronislaw Malinowski. Hizo un doctorado. Trabajó en la universidad de Yale (Estados Unidos). Se interesó por la dimensión psicológica en la antropología. Hizo estudios de las relaciones raciales en Indianota en Mississippi. Esta se limitó a estudiar la población negra, y en este sentido, realizó importantes análisis acerca del racismo. Fundó un Departamento de Antropología. Estudió la producción cinematográfica en Hollywood, introduciendo el estudio antropológico de los medios de comunicación. Esta antropóloga fue influenciada por Bronislaw Malinowski y Edward Sapir.

Hilda Beemer Kuper

Nació en Bulawayo en Rhodesia (Zambia). Estudió en la Universidad de Witwatersrand. Hizo una maestría en Antropología Social y un Doctorado en Antropología Social de la London School of Economics. Impartió clases de antropología en diferentes universidades.

Elizabeth Colson

Nació en 1917 en los EEUU. Estudió antropología en la Universidad de Minnesota, luego en la Universidad de Harvard, donde recibió su doctorado en antropología en 1945. Su primer trabajo de campo lo hizo entre los indígenas makah en la Bahía Neah en Washington, en el cual se vislumbra las influencias británicas al acercarse al concepto británico de "comunidad", que discute en su artículo acerca del estudio intensivo en pequeñas comunidades de muestra. Se desempeñó como investigadora en el Rhodes-Livingstone Institute y cayó allí bajo la influencia de Max Gluckman. Publicó una serie de libros acerca de los tonga de la planicie. Se integró al equipo de docentes de la escuela de Manchester[6]También se dedicó al estudio de la antropología política. Ha enseñado antropología en diferentes universidades (Manchester, Boston, Brandeis) y, actualmente, es profesora de la universidad de California.

Mary Tew Douglas

Nació en 1921 en Italia, donde recibió una educación básica católica, estudió filosofía, ciencia política y economía en Oxford. No fue alumna de Malinowski ni Radcliffe Brown, sino de los alumnos de estos padres fundadores: Max Gluckman, Meyer Fortes y E. E. Evans- Pritchard. Se hizo doctora en Antropología. Hizo trabajo de campo entre los lele de Kasai en el Congo Belga. Fue influida por Levi- Strauss. Aplicó un análisis estructuralista a lo "que está fuera de lugar", expresión que se volvió famosa y que se refiere a la suciedad. Impartió clases de antropología en diferentes universidades (en Londres, en Northwestern University en Illinois, Estados Unidos). Se interesó por la antropología económica, los estudios de parentescología, la sociología de la percepción, exégesis bíblica, la reglamentación ambiental, el revivalismo religioso, la justicia social, el sida y la contaminación, la sociedad de consumo, el cuerpo como artefacto cultural, el simbolismo de los alimentos y el gusto estético.

Shirley Ardener

Es una antropóloga que de muchas maneras ilustra las tensiones y las contradicciones de ser mujer, en un mundo dominado por los hombres y en una profesión que desde su inicio había sido la propiedad de los hombres. Estudió sistemáticamente a las mujeres. Uno de los conceptos fundamentales que utilizó para analizar el papel de las mujeres fue el de"muted group" (grupo sordo) el cual había sido formulado por su esposo, Edwin Ardener.

Después de haber hecho este recorrido por la ciencia antropológica, ¿a qué conclusiones se pueden llegar?

En primer lugar es válido plantear, compartiendo el criterio del antropólogo Leif Korsback, que la antropología social británica no hubiese sido la misma sin la presencia de las mujeres.

El acceso a la educación, le dio la posibilidad a la mayoría de estas mujeres, de tener instrumentos para pensar, analizar la realidad por sí mismas e incluso, le abrió las puertas a la independencia económica.

Ellas se convirtieron en un ente productivo de la sociedad en su momento. Conquistaron su derecho a la autorrealización personal, su acceso a la ciencia. Mostraron la amplitud social de la antropología como disciplina.

Dejaron sus huellas en la antropología al desempeñarse básicamente como profesoras en las universidades, transmitiendo sus conocimientos a muchas generaciones, y como investigadoras en el terreno.

Sus estudios y trabajos de campo realizados en distintas islas y comunidades, fueron muy importantes en la medida en que aportaron elementos que permiten reconstruir cómo eran las mismas en etapas tan tempranas del siglo XVIII y XIX. Desde sus perspectivas, aportaron una visión diferente a la de los hombres. Demostraron poder viajar, aventurarse hacia lo misterioso y desconocido, ser capaces de observar científicamente a las sociedades humanas hasta llegar a un conocimiento global de las mismas.

Bibliografía

Arés, Patricia (1996)."Virilidad ¿Conocemos el costo de ser hombre?" En: Sexología y sociedad. Abril, año 2, No 4.

Basail, Alain y Dávalos, Roberto (s. a) "Ante el espejo del otro: ¡nosotros! Sobre la necesidad de la Antropología". (Inédito) (fotocopia).

Engels, Federico (s.a). "La familia". En: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Moscú: Editorial Progreso.

Guanche, Jesús (s.a). Antropología y transdisciplinariedad. (Inédito) (fotocopia).

Korsback, Leif (2007). La antropología social británica: de la ilustración al estructuralismo. Texto y traducciones. México. (Inédito).

Monal, Isabel (s.a). La antropología y la filosofía. (Inédito) (fotocopia).

O´ Halloran, Dulce María (2008). Introducción a la antropología. Conferencia ofrecida en el teatro del Instituto Cubano de Antropología, La Habana.

Rodríguez, Herminia y Lorenzo, Anaray (2000). "Mujeres. Bienvenido el siglo que se va". En: Revista Bohemia, No1, año 92, 1 de enero.

 

 

 

Lic. Yacelin Vazquez Falcón1

[1] (1884-1942). Antropólogo británico, considerado el fundador de la escuela funcional de la antropología. Realizó sus estudios en las universidades de Cracovia, Leipzig y Londres. Se dedicó a estudiar los pueblos de las islas Trobriand. Impartió clases en la universidad de Londres. Fue profesor invitado de la universidad de Yale. Sus investigaciones acerca de la formación de la cultura humana lo llevaron a realizar estudios en África, América Latina y Estados Unidos. Para él, la noción de contexto e interdependencia de los hechos sociales son fundamentales para el estudio de las culturas.

[2] (1881-1955). Antropólogo social británico formado en la Universidad de Cambridge. Es uno de los fundadores de la antropología funcionalista. Fue discípulo del sociólogo francés Emile Durkheim, quien defendía que se debían aplicar métodos científicos al estudio de las sociedades y de sus valores compartidos. Estudió los sistemas de parentesco de las sociedades aborígenes de Australia. Fue profesor de diferentes universidades. Se convirtió en el primer catedrático de antropología social de la Universidad de Oxford. Su obra "Estructura y función en las sociedades primitivas" constituyó una exposición general de sus teorías funcionalistas.

[3] Se considera como el padre del liberalismo político. Dos palabras claves en su filosofía son la libertad y los derechos humanos.

[4] Estudió antropología en Newnham Collellage, en la Universidad de Cambridge.

[5] Moldeó sus observaciones subjetivas en la forma de una novela Return to Laughter que firmó con el seudónimo de Eleanor Smith Bowen. Con su esposo, Paul Bohannan, cumplió el papel tradicional de la mujer en el campo al hacer observaciones poco serias y científicas, a diferencia de su esposo.

[6] Fundada por Max Gluckman un poco antes de 1950 y siempre estuvo íntimamente relacionada con los estudios antropológicos en África en general y, más específicamente, con las actividades del Rhodes-Livingstone Institute. Las dos principales líneas de investigación de esta escuela fueron el estudio intensivo de la pequeña comunidad y el enfoque estadístico y cuantitativo. Se interesó por la antropología política, jurídica, la migración de los obreros, la sociedad plural.

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