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Lo africano en la cultura cubana. Principales exponentes históricos y culturales (página 2)


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¿Por qué existe en la religiosidad popular y la cultura cubana, la fuerte influencia de lo africano?

Es un hecho sobradamente reconocido en la actualidad la influencia de lo "africano" en la cultura cubana; esta se advierte en todas las manifestaciones de la cultura cubana: las artes plásticas, la música, la danza, la literatura y los instrumentos musicales, el español hablado en Cuba, la comida, las formas de trabajar la tierra, la religiosidad, la existencia de plantas que tienen su origen en la cultura africana, también en el modo de ser cubano, de percibir la realidad incluso en ideas sobre la vida o la muerte. No obstante no es sencillo determinar un origen específicamente africano o español; como dijera el poeta nacional Nicolás Guillén "aquí está todo mezclado".

Un campo en el que se hace evidente y notorio esa incidencia africana lo constituye el marco religioso. Las religiones africanas originales fueron traídas a Cuba entre los siglos XVI y XIX, formaban parte de las culturas de diversos pueblos del continente negro, y en un movimiento de cambios y persistencias se insertaron en la nacionalidad cubana como una de las partes mas importantes de sus raíces etnoculturales. Separadas de su medio original y de su desarrollo socioeconómico normal, las culturas de estos pueblos sufrieron modificaciones bajo las condiciones de la esclavitud y posteriormente de un capitalismo subdesarrollado. En estas condiciones las religiones africanas fueron pasando, en especial, por un proceso de adaptación de representaciones, ritos y modos organizativos, mediados por un sincretismo entre sí y con otras expresiones religiosas extintas en Cuba, en particular con el catolicismo, impuesto en nuestro país como religión oficial por los colonizadores y más tarde el espiritismo con el que existen ciertas proximidades.

Condicionantes socioeconómicas, ideológicas, políticas y culturales junto a deficiencias en el trabajo del clero, pero mas aún el hecho de que la evangelización, en tanto proceso de conversión religiosa, tropezó con dificultades objetivas que limitaron su efectividad, determinó que predominase una cierta tolerancia práctica por encima de disposiciones formales y se verificase una temprana sincretización entre elementos del Santoral Católico y las del Panteón Yoruba.

Sincretismos entre el Santoral Católico y el Panteón Yoruba

Orishas

Santo

Principio que se le atribuye

Agayu

San Cristóbal

Paternidad

Babalu Aye

San Lázaro

Enfermedad

Eleggua

San Antonio de Padua

Abridor de caminos

Ibeji

San Cosme

Niños

Obatalá

Las Mercedes

Claridad

Ogún

San Pedro

Hierro

Orúla

San Francisco

Sabiduría, destino

Oshún

Caridad del Cobre

Eros

Shangó

Santa Bárbara

Fuerza

Yemayá

Regla

Maternidad

En las condiciones de la sociedad cubana en las etapas prerrevolucionarias las expresiones religiosas africanas encontraron factores que favorecieron su extensión a la población.

La iglesia Católica se identificó con los intereses políticos de la Corona Española, a través de las disposiciones contenidas en las bulas, papeles de la época y el establecimiento del Patronato Regio, que en conjunto situaron a esta institución dentro de la estructura de dominación colonial. Ello implicó la terminación sobre bases religiosas del régimen español y el sistema esclavista.

Las disposiciones civiles y eclesiásticas a lo largo de la etapa de la Colonia establecían normas para la educación cristiana de los africanos, sometidos a la esclavitud. Estas regulaban la evangelización de los esclavos. Sin embargo debían ser cumplidas por los esclavistas, que no encontraban beneficios prácticos en la evangelización. Por otra parte no era conveniente la unión religiosa, sino que resultaba más provechoso, como recurso contra las sublevaciones, conservar la división

El africano y sus descendientes no eran seres aculturales ni irreligiosos, cristianizarlos significaba borrar su cultura y creencias y en ello hubo la lógica resistencia a que desapareciera su propia identidad.

Por otra parte es importante recordar que la esclavitud tuvo una duración que alcanzó las postrimerías del siglo XIX. De esa peculiaridad se derivaron varios aspectos importantes para la sociedad cubana:

  • Por un lado contribuyó a que fuese cualitativamente considerable la significación africana en la composición étnica y racial de Cuba.
  • Por otro lado facilitó la fijación y extensión de valores culturales y religiosos africanos, adaptados a la sociedad de entonces y posterior.

Todos estos elementos conjugados favorecieron que en Cuba se mantuvieran vigentes representaciones religiosas africanas. Su carácter empírico y su referencia a lo cotidiano, sus características por las que ofrece soluciones mágicas a problemas, la adivinación y rituales de protección, el atractivo de sus ceremonias y las leyendas han constituido condiciones propicias para su extensión en la población.

Como hemos podido apreciar es inevitable la presencia de elementos africanos en la cultura cubana. A partir de sus prácticas religiosas se insertaron elementos en otras aristas del arte como la música, el lenguaje, las costumbres, las plantas, etc.

Lo africano en el campo religioso

Cuba es un país surgido desde el punto de vista social de la heterogeneidad del mestizaje racial y cultural, debido a la interacción constante, transmutación, tolerancia consciente e inconsciente que ha creado un conjunto cultural nuevo e independiente, aunque sus bases descansen en los elementos precedentes.

Dado el proceso de transculturación elementos religiosos de diferentes culturas se relacionaron dando origen a nuevas. Una de las variantes donde se manifiesta este fenómeno y la tolerancia entre las religiones lo constituye el Santo Cruzao, el cual se caracteriza por el predominio de los elementos de las diferentes variantes de la Regla Conga y la Regla Ocha

Regla Conga.

  • Proviene de los grandes lagos del Este de África (siglo XIII principios del XIV).
  • Estas comunidades se caracterizan por fundirse bajo una autoridad central, la del Manicongo.
  • Deidad suprema: Nzambi
  • Vertientes: Mayombe, Brillumba, Chamalongo y Kimbisia.

La Regla Kimbisia del Santo Cristo del buen viaje, es un producto netamente cubano. Se fundó a mediados del siglo XIX por Andrés Facundo de los Dolores Petit.

  • Guía de sus templos: San Luís Beltrán.
  • Las deidades son: Las del santoral católico.
  • Objetos de veneración: los ancestros, la naturaleza y sus energías.

Santería

La santería es una religión pagana fruto del sincretismo yoruba y el catolicismo. Esta adora una fuerza central y creadora llamada Olodumare; de él procede todo lo que existe y todo regresa a él.

Su base esencial la constituyen los Orishas.

Orisha: Deidades del panteón Yoruba, cada uno viene y es dueño de un elemento de la naturaleza.

Yemayá es dueña de los mares.

Ochún es dueña de los ríos.

Shangó es dueño del fuego.

La santería reconoce cuatro rituales:

  • La adivinación.
  • El sacrificio.
  • El trance.
  • La iniciación.

Similar situación ocurre con el Vudú, esa expresión religiosa puede considerarse como parte integrante de la identidad cultural cubana.

Según se tiene concebido en esta cultura, el monte es sagrado, porque los santos están en el monte, y es el monte engendrador de la vida, todos somos hijos del monte y todo se encuentra en el monte, los fundamentos del cosmos, y todo hay que pedírselo al monte, que nos lo da todo. En esta explicación exponen que la vida salió del monte, y somos hijos del monte, o sea concibe el monte como equivalente a tierra en el concepto de madre universal, fuente de vida, tierra y monte son lo mismo.

Esta cultura manifiesta, como mismo el católico va a la Iglesia, la casa de Dios, para atender sus necesidades, porque sin la ayuda de Dios ¿qué puede un hombre? El negro va al monte que está lleno de santos y de difuntos a pedirle por su salud y por los negocios, pero para ello no puede entrar irrespetuosamente, pues si en casa ajena se es respetuoso en casa de los santos lo será más. El monte encierra para el negro todo lo que necesita para su magia, para la conservación de su salud y su bienestar; todo lo que le hace falta para defenderse de cualquier fuerza adversa, suministrándole los elementos de protección y de ataque más eficaces, pero para que consienta que se tome la planta o el palo o la piedra indispensable a su objeto deberá pedir permiso y sobre todo que le pague religiosamente con agua ardiente, tabaco, dinero. Un palo no hace al monte, y dentro del monte cada árbol, cada mata, cada yerba, tiene su dueño y con un sentido de propiedad perfectamente definido.

Se cuenta que ni el ladrón más osado en poblado se atreverá en descampado a apoderarse de un bejuco para un hechizo, sin un reverente – con licencia – y sin abonarle en buena ley al dueño invisible y temido unas monedas de cobre; y si no las posee, unos granos de maíz.

Árboles y plantas desempeñan un papel demasiado importante en la religión y en la vida mística de los negros de Cuba – y todo el pueblo mestizo de Cuba- pues para ellos árboles y plantas son seres dotados de alma, de inteligencia y de voluntad, como todo lo que nace crece y vive bajo el sol, como todo lo que es obra de la naturaleza.

Plantean que cuando un árbol no es precisamente la vivienda o el trono de una divinidad posee, las virtudes que le confiere aquella a que pertenece, tiene su aché, su gracia. La tradición popular cristiana, que recoge toda una vieja costumbre anterior y universal, también sabe mucho de hierbas y de árboles milagrosos; algunas plantas porque nacieron en el calvario, porque sanaron las llagas de nuestro señor, o fueron sembradas por la misma virgen y recibieron sus propiedades benéficas de estas manos divinas. En otras, también como en todo, anduvo metido el diablo.

Oricha

Dominio

Color

Símbolo

Sincretismo

Elegguá.

Los caminos

Rojo y negro

El futuro y el destino

San Antonio

Oggún

Los metales

y el monte

Verde y

negro

El trabajo, la fuerza y la energía

San Pedro

Ochosi

El arco, la flecha y la

cárcel

Coral y azul

prusia

La caza y la

cárcel

San Norberto

Obbatalá

Las cabezas de los hombres y la creación

Blanco

La paz y la pureza

Virgen de

las Mercede

Changó

El rayo, el fuego, y

los tambores

Rojo

La virilidad

Santa Bárbara

Ochún

Las aguas

dulces

Amarillo

El amor y la

sensualidad

Virgen de la Caridad del Cobre

Yemayá

El mar

Azul

La maternidad

Virgen de Regla

Babalú – Ayé

Las enfermedades de la

piel y los huesos

Morado

Las enfermedades

San Lázaro

Orula.

Adivinación

Verde y

amarillo

La sabiduría

San Francisco

de Asís

Pero en fin por las facultades curativas, por el poder mágico que atribuye a árboles y plantas el negro no puede prescindir, casi a diario, de utilizarlas y de invocar la protección de los espíritus o fuerzas que en ellas fijan. La magia es la gran preocupación de nuestros negros; y la obtención, el dominio de fuerzas ocultas y poderosas que lo obedezcan ciegamente, no ha dejado de ser su gran anhelo.

Ellos asumen que toda calamidad tiene su antídoto o preventivo en algún palo o yerbajo y por supuesto esto mediante la intervención de otro espíritu más fuerte que actuará en este, combatirá y vencerá al espíritu contrario que ha producido el mal, por ejemplo:

Propiedades de plantas pertenecientes a las deidades del Panteón Oricha

Almácigo

Dueño: Elegguá y Changó.

Propiedades: El cocimiento de sus cogollos corta el resfriado intestinal. Los de la raíz, corteza y cogollo, se prescriben en caso de diarreas sanguinolentas. La resina se aplica en parches sobre heridas producidas por clavos, latas o cualquier objeto herrumbroso.

Para el catarro, se debe poner cuatro o cinco hojas cruzadas debajo de la almohada y si es un niño específicamente se le puede envolver los pies con las hojas tibias.

Es estimada esta planta además, por la facultad que Dios le dio de curar en viernes Santo las hernias y los ombligos de los niños.

Mastuerzo

Dueño: Elegguá.

Propiedades: Para curar un resfriado, se hierve la raíz y se cuela y se da a tomar tres veces al día sin decir lo que es, además es muy refrescante, disminuye el azúcar de la sangre y cura también los padecimientos del riñón y el hígado.

Yagruma

Dueño: Obbatalá.

Propiedades: Machacada con ron se aplica a las llagas rebeldes, al primer emplasto arde mucho, pero al segundo se va perdiendo el ardor y después del tercero o cuarto emplasto se acaba con la ñañara.

De esta planta se cuenta, que la Virgen María y Santa Ana habían ido al monte a buscar yerbas. Santa Ana arrancó una, la olió y la probó y dijo: "esta es yerbabuena". Pero la Virgen María que había arrancado otra al mismo tiempo, le contestó: " esta es mejor, Ana" es por eso que desde entonces a la yerba que encontró María se llamó Mejorana y a la que encontró Ana Yerbabuena.

De la Mejorana cuenta la leyenda además que cuando crece en abundancia es augurio de prosperidad, pero si se marchita y no prende de ruina. Una ramita de por sí, sin que se le encante, tiene poder de amuleto y debe llevarse siempre en el bolsillo y en cocimiento es muy efectiva para provocar los pujos a las parturientas.

Canutillo

Dueños: El blanco, Obatalá, Yemayá. El morado, Changó.

Purificaciones: Con canutillo se lavan todos los orichas femeninos. En cocimiento es diurético. El blanco, para lavar los ojos. El morado, en baños, es beneficioso.

Para despojos y buena suerte: canutillo morado, campana blanca, albahaca y paraíso, todo hervido y se hecha en la tina con espíritu vencedor, espíritu tranquilo y amansaguapo.

Caña Brava

Dueño: Babalú Ayé

Babalú Ayé bendijo a la caña brava y por esta razón el trueno no la daña nunca. Se cuenta que a las 12 de la noche en punto, una luz o una flor, efímera como un destello, brota en la caña más alta. Es como una flor de luz que da vueltas durante unos segundos y va de un tallo a otro. El que ve esta luz muere y si no muere, sufre una conmoción terrible y deberá hacer inmediatamente rogación.

Propiedades: La raíz en cocimiento tiene propiedades que calman el asma o el ahogo, cuando se siente en la boca sabor de sangre, de lo contrario, no debe tomarse. También se aplica su infusión en inyecciones vaginales, es buena para la cistitis y para purificar la sangre. Y hace crecer el pelo en lavados de cabeza.

Caña Coro

Dueños: Yemayá y Changó.

Propiedades: Toda la planta en infusión, para limpiar los riñones y la vejiga.

Cañamazo Amargo

Dueño: Yemayá y Babalú Ayé.

Propiedades: El cocimiento de cualquier parte de la planta para baños de asiento, también sirve este cocimiento para lavar y rociar maderas que estén invadidas por polillas y otros insectos.

Caoba.

Dueño: Changó.

Propiedades: Se corta un pedazo de la corteza del lado del poniente y otro del naciente: tres flores de las llamadas de muerto y tres goticas, exactamente, de aceite de palo. Todo se bate y se dan en caso de pulmonía, tres tasitas al día. Si el enfermo echa cuajarones de sangre negra, no hay motivo para asustarse.

Cebolla

Dueño: De todos los santos.

Propiedades: Es diurética; se supone que disuelve los cálculos del riñón y de la vejiga. Cruda evita los catarros. Cocida al acostarse, hace conciliar el sueño a los que padecen de insomnio.

Copetuda

Dueño: Oshún.

Propiedades: Se emplea en cataplasmas resolutivas, y en infusión es calmante para los dolores de muelas y de oídos.

Culantro

Dueño: Yemayá.

Propiedades: Con las hojas tiernas se condimentan las comidas de los orichas. El jugo es abortivo y en infusión regula el período menstrual.

Lo sincrético no es en definitiva, la característica diferencial, el uso de este término, en nuestra opinión impide que se aprecie otro de los aportes africanos a nuestra identidad; la cubanía de las expresiones religiosas, desde la Regla Ocha hasta la Briyumba y la Kimbisia, de ascendencia yoruba la primera y bantú la segunda; a las que debemos incluir las Sociedades Abakuá.

Sociedades Abakuá

En Cuba la fundación de las Sociedades Abakuá estuvo ligada a la actividad laboral de los puertos.

Sociedad Abakuá: Conjunto de pequeños grupos o potencias integradas únicamente por hombres. La solidaridad entre hermanos de cada juego (ekobios) es incondicional.

Se encuentra organizada en grupos que reciben el nombre de:

  • Potencias.
  • Juegos.
  • Tierras.
  • Naciones.

Las ceremonias que realizan son las de iniciación y el Plante.

Deidades adoradas:

  • Abasi (dios).
  • Obebe (Las Mercedes).
  • Okún (Changó).
  • Okande (Yemayá).

Elementos sagrados:

  • Tambores.
  • Palos percutientes.

Lo africano en la música

La música que se conserva en Cuba de las prácticas rituales africanas es música cubana, incluso los instrumentos (tambores, sonajas, pitos zumbadores, palos percucientes etc.)Han sufrido cambios en su morfología y en sus funciones, esos cambios obedecen al complejo proceso de contactos culturales experimentados en nuestro medio.

Así en los desfiles de conga y comparsas que forman parte de nuestros tradicionales carnavales, se observa la huella de personajes, elementos decorativos, y recursos musicales de estos ancestros.

Según los musicólogos, el son es un género de nuestro folclore donde concurren una serie de influencias. En las agrupaciones soneras ocurrió el saldo cualitativo de un instrumento hacia otro. De una parte el tres y la guitarra que aparecen en las manos del negro y la pequeña marimba que se incorporó después al conjunto instrumental de la parranda campesina.

La presencia del bongó nos plantea otro aspecto de la gran síntesis que se da en el son, el bongó deviene de las variadas combinaciones instrumentales de los negros que utilizaban un tipo de tambor doble hecho de pequeñas bateas.

Las maracas presentes en la organología africana se incorporan al conjunto sonero para ocupar el plano rítmico de sonoridad diferente.

Los instrumentos utilizados por los negros asumieron dentro de nuestro medio musical y social una esencia cualitativamente nueva, que va mucho más allá de lo morfológico para convertirse en instrumentos netamente cubanos.

Características de los Bailes de cada una de las deidades del Panteón Oricha.

Elegguá: Cuando este oricha se "sube" o sea cuando uno de sus creyentes se siente poseído por él, va enseguida a colocarse tras la puerta que es su lugar ritual. No cesa de saltar y moverse según su capricho y hacer gestos insólitos como un muchacho inquieto y revoltoso. Elegguá muequea de manera risible, juega al trompo o a las bolas. Con la mano derecha abierta y su pulgar en la punta de la nariz hace señales de burla. Utiliza un palo como de medio metro, terminando en forma de gancho, que se denomina "garabato". Este garabato es movido de un lado a otro como si con el fuese apartando la maleza o abriera senda en la selva, así simboliza su función de "abrir caminos".

Elegguá viste una chaquetilla y un pantalón ceñido en las rodillas y un gran gorro como el típico del cocinero, todo ello de los colores rojo y negro.

Oggún: En sus bailes Oggún tiene dos mímicas: la belicosa, como en danza pírica, en la que blande amenzadoramente un machete, y la del trabajo, así el agrícola, en el que corta con este instrumento las yerbas y espinas del monte y el herrero, en el que golpea con un martillo. Los que bailan en la rueda no hacen sino imitarlo.

Oggún se adorna como Elegguá pero se distingue de éste en que su vestido es todo de color verde y negro, su gorro es bajo y lleva ceñido al cinto un largo festón de fibras de palma, simbolizando protección contra lo malo.

Ochosi: Sus emblemas son el arco y la flecha, armas que usa para la danza pantomímica de la cacería, la cual se presta mucho a la improvisación coreográfica, en medio de sus bailes emite gritos como los que suele dar para levantar la caza.

Ochosi viste igual que Elegguá y Oggún, pues también él es "santo guerrero", pero su vestido es todo de color azul y su gorro es de piel de tigre, como su bolsa.

Babalú – Ayé: Este oricha cuando "se sube" aparece casi siempre enfermo, cañengo, "todo jorobeteado", con sus manos engurruñadas, cojeando y tan debilito que se cae. (a este santo se le viste con tela de saco, sus utensilios emblemáticos son las muletas y también el ja, o sea una escobilla o mazo de varetas de palma de corojo, atadas en su empuñadura con cordeles adornados con caracoles).

Durante el baile va encorvado, como achacoso y apoyádose en muletas o un bastón, y en ocasiones hace como si se espantara las moscas y otros insectos que se posan en sus lesiones, o agita el ja en el aire, como en un rito de limpieza, en la rueda los danzantes van también cojeando y doblados por imitación.

Obbatalá: El utensilio simbólico que utiliza es el iruke, de rabo de caballo blanco. Los bailadores, en honor de esta deidad remedan los movimientos suaves del viejo numen, encorvado, tembloroso, apoyado a veces en un bastoncito, o bien imitan los movimientos del jinete y blanden un espadón como guerrero, o sacuden el iruke limpiador. Obbatalá es considerado en África la deidad creadora del mundo. Andrógina, pues puede presentarse lo mismo de varón como de hembra.

Changó: Al subirse embiste con su cabeza y da tres "vueltas de carnero" hacia los tambores, luego abre desmesuradamente los ojos, saca la lengua para simbolizar que la tiene de fuego, agita en alto su oché o hacha sagrada. Ningún otro oricha da saltos más altos que él, ni hace contorsiones más violentas, ni figuras más raras, ni extravagancias más inverosímiles, como comer candela. Se viste de calzones y chaquetilla de color rojo con listas blancas y en su cabeza ciñe una corona.

Los bailes de Changó son de guerreros eróticos, de Changó se dice que es sato, o sea lujurioso, muy "meneón y cinturero". Sus compañeros de danza en el coro imitan sus movimientos de guerrero con el oché y sus meneos libidinosos.

Yemayá: Este oricha hembra es la madre del mar y del agua salada, es la diosa de la maternidad universal. Su emblema manual es un abanico, llamado agbégbe, hecho de guano de palma o de plumas de pavo real, con adornos de caracoles y cascabeles que tintinean. Su color es el azul con algo de color blanco que simboliza la espuma de las olas. Cuando ella se "sube" ríe a carcajadas, y sus danzas son muy vivaces dando largas vueltas como las olas y remolinos del océano.

Yemayá viste una bata ceñida con una especie de cinto de tela con un peto o ampliación de forma romboidal sobre el ombligo. Es una diosa virtuosa, púdica y sabia pero a la vez alegre y sandunguera.

Ochún: Esta es una diosa como Afrodita, alegre, atrayente, coqueta. Su música y sus bailes son los más sensuales, sus versos son los más salaces. La bailadora de Ochún la evoca agitando los brazos para que suenen sus manillas de oro y de lo alto como desde la cima de las montañas, sus manos bajan y corren a lo largo de su cuerpo, como los manantiales y arroyos.

En sus danzas con voluptuosidad y con las manos tendidas hacia delante, en imploración y con alusivas contorsiones pelvianas de furor libidinoso, pide ¡oñí!, ¡oñí¡, o sea miel, afrodisíaco símbolo del dulzor, de la sabrosura, de la esencia amorosa de la vida.

Orula: Este Oricha de los oráculos no "se sube", por tanto no baila.

Cada una de las deidades representadas se alimentan de animales diferentes, tomando de ellos solamente la sangre, lo que nosotros utilizaríamos para confeccionar sabrosos platos con las carnes de estos animales y así podríamos diferenciar el menú por cada uno de los Kimbos, por ejemplo:

Elegguá – Pollo.

Oggún – Chivo y Gallo.

Obbatalá – Gallina Blanca y Paloma blanca.

Ochún – Gallina amarilla.

Changó – Carnero y Gallo blanco o amarillo.

Yemayá – Pato

Orula – Gallina negra.

Ochosi – Paloma.

Todo lo que hoy podemos considerar como aportes del hombre africano y lo que iba quedando de las poblaciones indígenas y sus descendientes en la cultura de la América Latina y El Caribe, hay que situarlo en correspondencia estrechamente interaccional con los aportes ibéricos, en el complejo trayecto que siguió la Colonización y Neocolonización a lo largo de las luchas del hombre, en su constante búsqueda de su independencia.

Conclusiones

Lo africano forma parte de la identidad latinoamericana y caribeña, construida en un largo y complejo proceso calificado acertadamente por Fernando Ortiz de transculturación (Ortiz 1986), con aportes hispano lusitanos y en diversos grados de culturas aborígenes, más marcadamente mesoamericanas e incaicas, en unas zonas y africanas en otras.

En variada medida han convergido influencias culturales norteamericana, inglesa, francesa y en menores niveles de otros países europeos y asiáticos. La resultante es un nuevo producto síntesis de esos aportes llamada Transculturación.

Bibliografía

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  • Torres Cuevas Eduardo. Historia de Cuba 1492-1898, Formación y Liberación de la Nación. Editorial Pueblo y Educación.

 

Autoras:

Yanerkis Díaz Ozuna

Gretel Báez Padrón

Universidad Pinar del Río "Hermanos Saiz Montes de Oca" – Cuba

III Coloquio Internacional África en nosotros, ayer, hoy y mañana

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