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Ocho días en psicología profunda (página 2)


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05 de Octubre

Esto de la sincronía y su relación con el sentido y el significado, es casi mágico. Las coincidencias se atribuyen al azar, pero hay quienes dicen que el azar no existe. El determinismo ha sido un factor importante en la percepción de los pueblos sobre la periodicidad de los eventos. Por otro lado, la estadística me dice, en un dicho popular entre los profesores, que hasta tres veces, la ocurrencia de un fenómeno es producto del azar; de ahí para arriba, es otra cosa… ¿sincronía?… La magia atribuible a lo que no podemos discernir racionalmente, nos deja más tranquilos; se conecta con nuestras percepciones ancestrales, que están ahí, agazapadas, esperando la ocasión de desplazar cualquiera una de nuestras subrutinas racionales incorporadas a nuestro consciente. La estadística es en sí misma, una disciplina matemática, rigurosa, pero muy susceptible de ser manipulada por los usuarios que no tienen el prurito científico y tienen el poder comunicacional. La ironía inglesa de Disraeli ha prevalecido en el tiempo: "Hay tres grados en la mentira: la simple mentira, la mentira diabólica y la estadística".

06 de Octubre

Hoy, el profesor nos ha hablado sobre la identidad, la vivencia de la subjetividad y el espíritu. Temas bastante extensos por sus ramificaciones y proyecciones.

En este proceso de la búsqueda de identidad no se puede hacer descripciones en base a un logotipo; no hay aquí una estructura definida, a priori, como cuando creamos una axiomática que define las fronteras operativas.

Hay una dinámica que construye la combinación lineal entre la utopía y ucronía. Los ponderales obtenidos de la ecuación particular, también le son propios a ese individuo en particular; al sujeto que sufre el proceso. De esta manera, la identidad es fruto del poseer conciencia y libertad. Esto atenta contra la creencia popular de que los seres humanos poseemos, desde que nacemos –o al menos, a partir de los siete años-, facultades como la conciencia, la voluntad y el poder de pensar.

Hace algún tiempo, conocí un colega de matemáticas que era adepto del Raya Yoga. Hablando sobre el tema, me preguntó si yo pensaba. Frente a mi ingenua respuesta afirmativa, me espetó: entonces, deja de pensar, ya, ¡ahora!.

Evidentemente, nunca había considerado al acto de pensar como un acto volitivo.

Recordé algunas imágenes de un libro que estaba preparando Jung en discusión con su gran amigo Hesse y citadas en un libro del chileno Serrano, que pertenecía al mismo grupo de agnósticos en Alemania, cuando era embajador en Berlín. El libro de Serrano se intitulaba Elella y trataba sobre el arquetipo, el origen de los tiempos y la individuación. Los dibujos de Jung eran imágenes de yoguis y príncipes indios que simbolizaban, en diferentes posturas, los procesos de identidad y voluntad, llenos de color, flores y anagramas.

Las palabras Geschhenlassen, Betrachten y Sich Ausenandersetzen cobraron significado a través de esos símbolos y colores.

La palabra Enantiodromía no la conocía. Había leído a Buber en su ensayo hermenéutico "Yo y Tú" y conocía su postura sobre los opuestos y la dualidad en el Universo, pero esta específica carrera hacia lo opuesto, explicitada en esta palabra, era desconocida para mí. El lenguaje dialógico, relacional, también lo conocía a partir de Buber; muy distinto a la relación dialógica de Goethe con la naturaleza.

Las disquisiciones de Fausto son las conversaciones con su naturaleza interior y los ofrecimientos de la naturaleza; pero no hay un Tú con el cual dialogue. Mefistófeles es la negación de la naturaleza y un Ello en el diálogo; lo efímero dentro del infinito.

07 de Octubre

Hoy se ha conversado sobre el lenguaje y sus procesos. El lenguaje emergente, en el ámbito de lo educacional; el dialógico, en el terreno de lo grupal; y el espiritual, como producto de un proceso iniciático.

El lenguaje emergente y su relación con el origen del habla, donde la ontogenia se relaciona con la filogenia, maneja los conceptos más primigenios de la especie. En todas las disciplinas del conocimiento humano, hay conceptos primitivos centrales que no se definen pero que se manejan a través de interpretaciones y representaciones. No se pueden definir porque la descripción no encuentra elementos de comparación de menor grado jerárquico que ellos. Por ejemplo, en Teología, el concepto de Dios no se define; antes que Él, nada. Y sin embargo se tiene múltiples representaciones de Él. Aún la romántica definición por aproximación de Einstein, "la luz es la sombra de Dios", es una representación. En matemáticas esto es muy claro. En geometría, por ejemplo, los conceptos de punto y recta no se definen; se tiene sólo malas aproximaciones visuales de esas ideas. Si se definiesen, la axiomática que viene a continuación tendría problemas estructurales.

Tal vez una de las líneas de investigación más interesantes del lenguaje emergente es la endolinguística, esto es, el estudio del lenguaje interno… ¿qué ocurre con un individuo que dialoga internamente consigo mismo en relación a sus conceptos primigenios, incorporados genéticamente o por formación familiar?… El lenguaje emergente comporta un notus; la percepción personal no racionalizada del mundo.

El lenguaje dialógico es el encuentro con sentido; no es el simple coloquio donde uno se sienta a escuchar; es el compartir la idea y construirla.

El lenguaje espiritual comparte el aliento de vida, el espíritu con el otro; manifiesta la capacidad latente del maravillarse frente a las posibilidades del otro y de la naturaleza. Recordaba aquí, la diferencia que hacían los griegos entre alma y espíritu: el alma, conjunto de las cuatro inteligencias que se correspondían con los cuatro elementos, perecía con el cuerpo; el espíritu; aliento de vida de los dioses, nunca moría y evolucionaba a través de la metempsicosis. El dios de los dioses era perfectible, nunca perfecto.

08 de Octubre

Hoy hemos visto un film llamado "La tierra de las sombras", basado en parte de la vida de C. S. Lewis y sus apreciaciones sobre el problema del dolor. Lewis, profesor de literatura en Oxford, escribe a la muerte de la mujer de la que se enamora, una norteamericana que irrumpe en la académica y muy formal vida de Lewis, una especie de epitafio sobre su dolor y la separación del ser amado. Este libro ya es un clásico traducido a varios idiomas, "The problem of pain". La película, excepcionalmente bella y muy bien ambientada en los claustros de Oxford, subió el tono de sensibilidad inicial del grupo.

13 de Octubre

Hoy hemos comenzado con unas palabras de Lewis, traducidas desde el catalán por el profesor. Ha evocado la película y nos ha transmitido todo su sentimiento y dolor, con una finura notable.

Se ha hablado sobre el valor del sufrimiento desde la perspectiva de la propia construcción e individualización. Se ha conectado este valor con las características polares de personalidad extraversión versus introversión y se ha hecho un pequeño ejercicio de evaluación.

A partir del sufrimiento, como lo demuestra Lewis, el hombre puede transformar su conducción de vida, su anagogía, e iniciarse en una percepción nueva; aún cuando el sufrimiento mismo sea una etapa iniciática. Es la iniciación dentro de la iniciación.

El alma y la psique son tratados de manera diferente, pues el sufrimiento que no es estéril, conlleva a la paciencia y a la tolerancia. Se aprende a estar con el dolor aunque este aprendizaje sea doloroso.

El cuestionamiento y el silencio son canalizados por la humildad que se deriva de la paciencia y la tolerancia. El ejemplo de Job, relatado en la Biblia, es también un parámetro de búsqueda.

Me pregunté si esta iniciación no es tanto más difícil en nuestros días, en términos del entorno; el mundo del individualismo que disgrega, en oposición a la cohesión que intenta el individuo que sufre.

14 de Octubre

El camino del hombre es ir bordeando los límites de este callejón formado por los opuestos. Los opuestos definen las fronteras de este deambular que se mantienen en un estado de equilibrio inestable. Hay en las paredes de este sendero, una tensión que mantiene las distancias y permite la movilidad del hombre y su conciencia.

Se ha perdido el símbolo. Los hombres que se iniciaban hace medio siglo, todavía iban provistos de símbolos y arquetipos que les permitían mantener el sentido y buscar el significado en el camino. La psicosis de nuestro tiempo se deriva de la pérdida del símbolo. La psicología y la psiquiatría entienden esto, y la psicoterapia, esta cura desde el alma y con alma, procura de algún modo proveer al paciente de símbolos que les permitan encontrar sus significados. La psicopatología, este estudio del sufrimiento, deriva de esta manera en la psicoterapia.

El hombre actual debe aprender a conocer el valor del silencio. El silencio le da fuerza a la palabra. La palabra no es simplemente asociaciones de distintos sonidos que expresan una idea; es también creatividad, es creación en el espacio donde se mueve el hombre.

Los mantrams hindúes expresan esta idea. De tanto repetir una palabra con la conciencia puesta en ella, se genera un campo de fuerza en el decir y en el obrar por la palabra.

15 de Octubre

Después de hacer el comentario sobre el logograma del grupo, esta técnica de asociación entre los colores, los valores y los contravalores, el profesor nos introdujo en el tema de la Educación y no violencia.

El tema de la violencia es muy propio de nuestros días; es muy recurrente. El siglo veinte ha sido un siglo violento.

Educar en la no violencia es educar en la paz para la paz. Pero esto es posible solamente cuando hay armonía entre pensamiento y acción. De hecho, la violencia, generada por el miedo y el falso éxito, es potenciada por el pensamiento y la acción.

Educar en la no-violencia es educar para la defensa de la paz, aún cuando esta defensa eventualmente utilice la violencia como último recurso.

El hombre no se ha percatado del todo de ello, y confunde la eclosión de su conciencia con la generación y auto-aceptación de ideologías que le permiten en lo racional soportar la tensión y la angustia de la pérdida de sus mundos míticos. Gandhi postuló la fuerza de la verdad y el testimonio como generadores de la no–violencia. La consecuencia y la consistencia van de mano del símbolo, van creando la conciencia individual, que es mucho más que la percepción: es un estado espiritual que ha ido conectando la volición y el alma.

Hemos terminado el ciclo. Pronto vendrá un trabajo de reflexión más profunda.

 

 

Autor:

Dr. Walter Walker Janzen

Pedagogía Básica UCINF

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