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Consideraciones constructivistas sobre el diseño y uso de indicadores para políticas de acceso público a Internet (página 2)


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Tenemos entonces un efecto/impacto que nos es incierto o desconocido, pero una necesidad respecto a la causa de ese efecto-desconocido en progreso. Tal necesidad de acceso es construida comercial y políticamente como un nuevo derecho ciudadano y aun humano. Debido a ello, es decir, a que se trata de una necesidad en construcción, en nuestros países no existen políticas públicas explícitas, claras y coherentes sobre la satisfacción de necesidades sociales respecto a las TI.

Para sustentar la hipótesis de la necesidad del efecto desconocido, me referiré brevemente a una teoría que busca explicar por qué surgieron una sociedad y una economía del conocimiento. Esta teoría es alterna a la teoría de la sociedad industrializada que sostiene que la demanda de conocimientos teóricos es el motor impulsor de su producción. Contrario a esta visión lineal y acotada, Peter Drucker y Nico Stehr sostienen con diferentes matices que el tránsito de una sociedad industrializada hacia la sociedad y la economía del conocimiento, no fue movilizada por las tecnologías de información como lo sostiene Castells, sino que la causa fue una demanda configurada por la confluencia fortuita de una oferta de mano de obra sobrecalificada, de un cambio tecnológico, y de una demanda social que exigió premiar a los individuos con las más altas certificaciones educativas y habilidades tecnológicas.

¿Sucederá lo mismo en el campo de las TIC?, es decir, en unos 10 años la presión de diversos grupos sociales por mayor infraestructura y empleo en labores relacionadas con las TI y el conocimiento se extenderá hasta llegar a una sociedad altamente calificada y tecnologizada, simplemente por el hecho que existen personas con habilidades y capacidades en su uso (es decir, que tuvieron acceso, las condiciones contextuales adecuadas y lo aprovecharon) y no porque en realidad tecnología e información tengan como correlato mecánico desarrollo, bienestar y felicidad de las personas?

Así las cosas, resulta pertinente entonces ubicarse en el campo de la demanda social, no en el de la oferta político-tecnológica. Por esa razón en lugar de discutir sobre el diseño de políticas públicas en el campo de las TI (que no existen o son contradictorias o extremadamente imperfectas aun), esta comunicación discute sobre indicadores como factores constructores o transformadores de esas políticas, no únicamente de su evaluación. Pero existe otra razón para hablar de indicadores de evaluación de una política casi inexistente al menos en México. Los comentarios de este trabajo se basan en un estudio solicitado por el Sistema Nacional e-México (2) , que es un programa de conectividad y no una política pública como tal. Aunque no existe por parte de e-México un entendimiento cabal de las necesidades y perfiles de sus usuarios reales o potenciales, hace un año se preocupó por contar con indicadores tanto cualitativos como cuantitativos para su programa de reducción de la brecha digital a través de centros de conectividad llamados CCDs (Centros Comunitarios Digitales).

El diseño de los indicadores cuantitativos estuvo a cargo de una empresa privada de estudios sobre la industria de TI, y los cualitativos fueron solicitados al Dep. de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana. Conviene precisar que el equipo de trabajo estuvo conformado por antropólogos quienes trabajamos junto a colegas del Instituto para las Tecnologías de Información y la Cultura de la Universidad de Wayne, en Detroit, Michigan.

Punto de partida teórico-metodológico del estudio

La centralidad del conocimiento como motor de cambio social y económico y de sus formas de producción-gestión y consumo preferentemente interactivas y en forma de red, viendo siendo cada vez más documentada y reconocida teórica y metodológicamente. Lamentablemente, las políticas públicas aun no han sido capaces de aplicar este marco de acción en beneficio de los sectores más vulnerables económica y socialmente y, sobre todo, en aquellas poblaciones que vive al margen o en el limite (es decir, en peligro de deserción) de las instituciones oficiales de educación.

Términos como "sociedad del conocimiento", "economía basada en el conocimiento " y "sociedad del aprendizaje", más allá de dispositivos simbólicos que realzan los discursos, señalan maneras de producir, transmitir y administrar el conocimiento, basadas en nuevas formas de relación social, económica y aún espacial. Como lo señala Gibbons, hemos pasado de un Modo 1 de adquirir conocimientos, caracterizado por una estrategia individual, disciplinaria e institucionalizada de ir de lo básico a lo aplicado; a un Modo 2, en donde se adquiere y produce conocimiento en un contexto práctico de aplicación que es resultado de una negociación. El Modo 2 incluye los intereses de todos los actores, es transdiciplinario y heterogéneo (comprende habilidades y experiencias provenientes de interacciones en red), y flexibilidad organizativa.

Entonces, una política pública promotora de la sociedad del conocimiento como vehículo de bienestar social y empoderamiento, no debe estar orientada meramente a la producción de información y conocimiento, sino a procurar los mecanismos institucionales y aun culturales para su producción, mantenimiento y reproducción a través de la interacción social. Este señalamiento es central para evitar ser arrastrados en el determinismo tecnológico en que suelen caer los gobiernos al privilegiar la infraestructura material y las fórmulas de la administración de las organizaciones en la construcción de la sociedad.

Generalización de hallazgos:

Los indicadores que proponemos fueron diseñados en base a tres estudios de caso levantados en México. Aunque por supuesto no es un número estadísticamente representativo, los datos arrojados indican que los tres casos contienen las características y los problemas más presentes en otras experiencias semejantes en México y aun en ALC. Se trata de locaciones promovidas y administradas por los gobiernos locales en coordinación con otras instancias oficiales. Uno en un contexto urbano-marginal, otro en un contexto semi-rural y un tercero en un contexto rural.

Los casos estudiados se seleccionaron atendiendo a criterios de contrastación para alcanzar una visión más amplia de cómo y qué estaba pasando con los modelos de política local para la apropiación de Internet. A pesar de ello, y debido a que responden a objetivos similares y enfrentan problemáticas coincidentes, ha sido posible obtener un importante nivel de generalización a partir de los datos recolectados.

En términos muy generales, las locaciones estudiadas funcionan de manera aceptable de tal modo que son proyectos viables, con un público cautivo y una infraestructura adecuada a la demanda. Sin embargo, se observó que los servicios se encuentran en un estado estacionario, los usuarios son cautivos, es decir, no aumentan ni en número ni en diversidad (la mayoría son estudiantes), y el uso que hacen de las facilidades de Internet y cómputo es pasivo, limitándose a buscar información que, por otro lado, no proviene necesariamente de las fuentes más actualizadas dentro de la misma Internet, por lo que si bien estas locaciones actúan como completo a la escuela, no agregan el valor que las autoridades esperarían. En suma, no hay un movimiento evolutivo en la trayectoria de las locaciones estudiadas.

¿Por qué sucede esto? En el estudio encontramos que el principal factor inhibidor de la trayectoria de las locaciones es la gestión, es decir, el modo en que los servicios son proporcionados y el respaldo institucional necesario para ello. Se observó que por diversos motivos existe desatención en mayor o menor grado por parte de las autoridades responsables más allá de abrir un local y equiparlo con computadoras y conexión a Internet.

Las políticas locales estudiadas se apoyan formal o informalmente en los tres niveles de gobierno y/o en diferentes actores de la comunidad (empresarios, partidos políticos, maestros, etc.), esto es de hecho una medida positiva para reducir la incertidumbre (al no depender de los recursos o decisiones de una sola institución) y aumentar las posibilidades de éxito y sustentabilidad. Sin embargo, las relaciones de cooperación no están claramente definidas y resultan ineficientes o son estrategias desplegadas a iniciativa de los encargados de dar el servicio.

Otro factor que inhibe la evolución, es la escasa interacción entre los propios usuarios, sea por la obligatoriedad de observar reglas de conducta, o porque las condiciones del servicios (número de máquinas y tiempo disponible) no lo permiten. Esto ocasiona que el facilitador se erija en una instancia de control y saber, centralizando las respuestas y con ellas el conocimiento, limitando las posibilidades de experimentación personal y de trabajo en equipo.

Estado del arte de los indicadores en relación a las SI

Para el tema de la Sociedad de la Información, algunos indicadores buscan evaluar y monitorear su desarrollo, identificar oportunidades, presionar a los gobiernos, impresionar a los ciudadanos y rara vez sirven para explicar(se) la dinámica de la realidad. De acuerdo a un estudio realizado para la UNESCO por Susana Finchelievich en el 2002, en ALC hay una predominancia de producción gubernamental y nacional de estadísticas e indicadores, así como de estadísticas relativas a telecomunicaciones y poca atención a otros actores sociales. A excepción tal vez de Brasil, de acuerdo a este estudio los indicadores están avocados a cuantificar tecnología, infraestructura y lo que buscan es la comparación y ubicación en el cuadrante de la brecha digital, más que la relación de correspondencia con un modelo o política nacional.

Indicadores propuestos:

Los indicadores que proponemos como resultado de nuestro estudio se refieren únicamente al acceso a servicios de facilidades de cómputo y acceso público a Internet. Por obligaciones contractuales de confidencialidad con e-México, no es posible describir a detalle cada uno (3) .

A. Indicadores de gestión

Se propusieron cinco referidos al modo en que los servicios son organizados y ofrecidos al público. Una visión más completa sería aquella que los complementara con indicadores de tipo cuantitativos.

a.1. Grado de Institucionalización (GI)

Refleja la relación entre las metas y los objetivos y los medios reconocidos para hacerlo. Se proponen las siguientes parámetros para definir el indicador:

· Valor del indicador: baja, media, alta, saturada

a.2. Relación oferta /demanda (OD)

Relaciona magnitudes de satisfacción del usuario con los medios y servicios ofertados

· Valor del indicador: pasiva, activa; estacionaria, dinámica

a.3. Condiciones para la innovación (INOVA)

Mide el cambio incremental en la sofisticación de la oferta y demanda de servicios. Se proponen los siguientes parámetros:

· Valor del indicador: propicia; restrictiva

a.4. Inserción en la comunidad (IC)

Permite identificar el grado de penetración y aceptación de los servicios en la comunidad a la que se busca beneficiar por medio de su conformación como agentes de apropiamiento

· Valor del indicador: agentes cautivos; agentes emergentes; agentes en proyecto

a.5. Estrategias de difusión (DIF)

Una medida que permite ubicar el grado de consolidación de la locación es el tipo de estrategias que utiliza para dar a conocer sus servicios.

· Valor del indicador: de lanzamiento; de mantenimiento; informativas.

De acuerdo a los datos etnográficos recolectados, consideramos que los valores proporcionados por cada indicador adquieren una importancia diferente de acuerdo a la etapa del ciclo de vida en la que la locación de acceso público se encuentre o desee posicionar. La definición de las variables a medir, así como los valores también se deberán adecuar a las condiciones específicas de cada locación. Por ejemplo, en un contexto de desorden social y violencia puede ser recomendable empezar con un ambiente de innovación restrictivo orientado más al aprendizaje en un entorno controlado, en lugar de promover experimentación en la etapa inicial.

B. Indicadores de apropiamiento

El apropiamiento tecnológico, es un proceso social a través del cual los individuos incorporan a la definición y realización de sus objetivos y acciones, una nueva forma de pensar (entender y construir) y de resolver problemas derivados directa o indirectamente de su habilidad y conocimiento tecnológicos. Bajo este entendimiento, los indicadores sugeridos para medir y comparar la trayectoria del apropiamiento están definidos a partir de la capacidad de la locación para propiciar la construcción de redes sociales para la difusión de tales conocimientos y habilidades.

El marco para entender estos indicadores es pues la generación de redes de conocimiento junto con la conexión técnica a redes de datos.

b.1. Morfología de relación social entre usuarios

Identifica el patrón de vinculación o construcción de lazos sociales entre los usuarios.

· Valor del indicador: espontánea, inducida

b.2. Densidad de los lazos sociales

Describe la calidad de las relaciones sociales que se instauran en el contexto de la locación en términos de confianza, número y contenido de las interacciones.

· Valor del indicador: débil, fuerte

b.3. Apertura de la red social

Expresa la capacidad de una red social de recibir miembros nuevos iguales o distintos a los presentes.

· Valor del indicador: cerrada, permeable, abierta

b.4. Dinámica de las redes socialesMide la capacidad potencial que tiene una red de expansión

· Valor del indicador: positiva, negativa

b.5. Articulación con otras redes sociales

Describe la posibilidad interna y externa de que una red establezca relaciones con otra similar para un propósito determinado.

· Valor del indicador: flexible, inflexible

Conclusiones:

  1. Para el tema de la Sociedad de la Información y su forma de evaluarla y diseñar políticas, los trabajos de organizaciones de la sociedad civil están siendo una fuerza crítica a los discursos y cifras de los gobiernos. La academia trabaja rezagada o peor aun, separada. Pero consideramos que su aporte es valioso cuando recoge las iniciativas de los organismos de la sociedad civil y trabaja en coordinación con el gobierno.
  2. No existen indicadores cualitativos porque no existe un modelo de acceso o una política integral que se pueda relacionar con la realidad. Pero, si aplicamos el criterio de la dudad razonable al argumento de Sterh y Drucker sobre que es la oferta de tecnología y de una base de conocimientos la que crea la demanda de institucionalizar una sociedad y una economía del conocimiento, entonces, hacer indicadores de evaluación o de explicación, sobre el uso de las TIC y las relaciones sociales que capitaliza y detona, es contribuir a que el efecto desconocido se plasme verdaderamente en formas de organización social donde los individuos y los colectivos se plateen escenarios y tomen decisiones en una situación más ventajosa en la eterna lucha entre las fuerzas restrictivas del contexto y el ímpetu de la razón y la libertad.

Bibliografía

· Castells, Manuel, 1999, La Era de la información, México, Siglo XXI

· Gibbons,M., C. Limoges, H. Nowotny, S. Schwartzman, P. Scott and M. Trow 1994, The New Production of Knowledge. The dynamics of science and research in contemporary societies, Sage Publications, London, Thousand Oaks, Nueva Delhi.

· Lundvall, Bengt-Ake, 1996, The social dimension of the Learning Economy, DRUID Working Paper, 1996-1.

· Lesemann, Frédéric, 2004, Sociedad del conocimiento: los cambios en el mundo del trabajo y las nuevas competencias de los trabajadores, Documento de trabajo de la Cátedra UEAL, FLACSO / SER / SEP, México.

· Finquelivich, Susana, 2003, "Indicadores de la Sociedad de Información en Educación, Ciencia, Cultura. Comunicación e Información en América Latina y el Caribe", Ponencia presentada en el Segundo Taller sobre Indicadores de Sociedad de Información, Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana / Interamericana (RICYT) y Observatorio das Ciências e das Tecnologías (OCT), Lisboa, 27 y 28 de febrero de 2003. http://www.links.org.ar

· Stehr, Nico, 2002, Knowledge and Economic Conduct. The Social Foundations of Modern Economy, Toronto, U of Toronto Press.

· Yoguel, Gabriel y Fuchs M. 2003, Las redes de conocimiento en Argentina, CEPAL, http://www.eclac.cl

· Yoguel, Gabriel, 2004, "Información y conocimiento: las vinculaciones entre difusión de tics y competencias tecnológicas", Documento de trabajo de la Cátedra UEAL, FLACSO / SER / SEP, México.

NOTAS

· [1] – El presente trabajo refiere una investigación llevada a cabo por el Dpto. de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana en colaboración con el Institute for Information Technology & Culture (IITIC) de Wayne University, auspiciada por el Sistema Nacional e-México (Contrato AD/113/07/2003).

· [2] – El Sistema Nacional e-México, perteneciente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, fue iniciado en diciembre de 2000 con el fin de conducir y propiciar la transición de México a la sociedad de la información y el conocimiento. Sus objetivos son conectividad, participación digital, apropiamiento, infraestructura y sistemas, contenidos y servicios y diseño de e-servicios.

· [3] – Sin embargo, a la fecha no es conocido que e-México los haya implementado de una u otra manera. Aunque esta información no ha podido ser corroborada por algún funcionario del Sistema, en su página web no existe ninguna información que haga suponer su aplicación. (http://www.e-mexico.gob.mx fecha de consulta: 8 octubre 2004).

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Maria Teresa Márquez Chang

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