Marco histórico
En el periodo posrevolucionario, al inicio de los años veintes, se trataba de democratizar el sistema educativo del país, de acuerdo a los postulados del artículo tercero constitucional, por lo que era necesario realizar una acción a nivel nacional, pues no bastaba declarar a la educación como gratuita, laica y obligatoria, surgiendo así el proyecto de crear una Secretaría de Educación Pública.
Con Álvaro Obregón en la presidencia de la República, se iniciaron las reformas estructurales del gobierno revolucionario. José Vasconcelos fue nombrado rector de la Universidad Nacional de México en 1920 y en octubre de ese mismo año publicó su Proyecto de Ley para la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con su respectiva reforma constitucional, con el fin de darle coherencia a la educación en sus distintos niveles. Su fin era proporcionar por medio de la educación, todos los elementos necesarios que requerían los nuevos mexicanos surgidos de la revolución, con el fin de llevar a cabo el "ideal democrático" por el que se había luchado.
Vasconcelos realizó una gran obra al querer dar educación a la clase popular. Pero esto fue muy difícil por las condiciones políticas y sociales en que se encontraba el país. Sin embargo, a pesar de tener un equipo con escasa experiencia en el campo educativo, hizo lo que creyó conveniente, llevar la educación a la clase mayoritaria. Atribuyó mucha importancia al mestizaje en la conformación de una cultura nacional. No habría indios, sino, mexicanos conformando un solo país. Con el mestizaje quería integrar una personalidad nacional a la cual se debía incorporar poco a poco a los indígenas. Él creía que el mestizo, con el apoyo de una mejor preparación escolar, lograría superar las condiciones que favorecían su manipulación por parte de tiranos y hacendados. Consideraba que la educación debía participar directamente en programas tendientes a resolver los problemas nacionales de los sectores mayoritarios.
Vasconcelos concibió la educación como una labor misionera que debía llevarse por todos los rumbos del país y dirigirse a todos los sectores sociales, para inculcar un fuerte espíritu nacionalista. Vasconcelos resumió la función de la SEP como un servicio público para "salvar" a los niños, educar a los jóvenes, redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir una cultura generosa y enaltecedora.
Durante su periodo como rector, incorporó a los universitarios a una campaña nacional de alfabetización. Para cumplir con sus objetivos recurrió a maestros improvisados; es decir, personas que supieran leer, escribir y hacer cuentas para que fungieran como maestros ambulantes. Estos no recibían ningún sueldo, sólo el reconocimiento de su labor, a través de un diploma.
Esta situación planteó la necesidad de ofrecer una formación a los nuevos maestros y actualizar a los que se encontraban en servicio para cumplir con los objetivos previstos.
Los ideales de Vasconcelos señalaban a la educación como el principal factor para la creación de un nuevo ciudadano y como motor de desarrollo del país, y al maestro como el principal factor para la concretización de estos ideales. Con estas ideas, se creó la Secretaría de Educación Pública el 25 de septiembre de 1921 y cuatro días después, se publicó en el Diario Oficial el decreto correspondiente.
En torno a esto se crearon en el transcurso de los años veinte, instituciones como las escuelas normales rurales, con el propósito de formar a los maestros que irían al campo; en dichos centros estudiaban jóvenes campesinos, que conocían la problemática del campo, ello facilitaba su arraigo educativo en estas zonas.
De igual forma en la capital del país, en el año de 1925, se funda la Escuela Nacional de Maestros con el propósito de "ser un magno laboratorio de pedagogía, basado en los postulados más modernos de la ciencia de la educación y orientar las tareas educativas a escala nacional".[1] Propósito que en su momento era lo adecuado a las necesidades del país; en sus aulas se formaban maestros, tanto rurales como urbanos, de educación primaria y educadoras para jardines de niños.
Ahora bien, así como se necesitó formar a los docentes, de igual forma fue necesario actualizar y capacitar a los que ya estaban en servicio, por lo cual se crearon las Misiones Culturales; consideradas como escuelas normales ambulantes, tenían el propósito de "capacitar maestros sin más preparación que su buena voluntad de servicio, su celo de misioneros y su calidad de lideres sociales, donde se les ayuda a mejorar su trabajo docente y se propicia el desarrollo integral y armónico de las comunidades rurales mediante la acción de la escuela"[2] se trataba de satisfacer la necesidad de dotar a los maestros que no habían sido formados en escuelas normales o que no habían concluido sus estudios, de herramientas tanto teóricas como metodológicas que la tarea docente requería a partir de cursos.
.Las misiones culturales, recorrían el país y se reunían en determinados pueblos con los maestros de la región, procurando estudiar los problemas que ellos presentaban y enseñar a los maestros a resolverlos sobre el terreno mismo.
En estos años el maestro era considerado como "un guía social que trabaja por la integración y el desarrollo comunal con programas operantes y vitales para guiar a la comunidad como un todo",[3] por ello, las medidas de formación y actualización docente obedecieron a la necesidad de unificar la formación docente, así como la de llevar educación a todos los rincones del país, donde el maestro era remitido para cumplir las exigencias educativas del estado.
Para los años treinta en el transcurso del gobierno cardenista, se continuó de forma más intensiva, con la política de formación y actualización de docentes diseñadas en el periodo postrevolucionario, aunque cabe resaltar que el impulso que dio Cárdenas a la ideología de la educación socialista, hizo que tales políticas tuvieran orientaciones diferentes.
Debido a la atención que dio Cárdenas al campo mexicano, la educación rural se convirtió en una tarea prioritaria de estos años, al considerarla como la promotora y formadora de los nuevos ciudadanos que la sociedad y el país requerían.
El aliento que dio el cardenismo a la educación y particularmente a la educación rural, sirvió para estimular de igual forma la formación y actualización de los docentes, ya que Cárdenas observaba en ellos un grupo de apoyo potencial muy importante para instrumentar las transformaciones sociales que su gobierno pretendía realizar. Por ello se incrementó el reclutamiento de maestros para poder llevar acabo esta misión educativa, donde frecuentemente "estos maestros contratados eran campesinos originarios del lugar donde enseñaban y con un gran arraigo e influencia sobre la población"[4] , cosa que no fue impedimento para que esto funcionara. La formación docente se intensificó en las escuelas normales rurales bajo la doctrina de la educación socialista, basando su enseñanza en el desarrollo de las capacidades humanas para la realización de actividades u oficios relacionados con la explotación del campo.
En lo referente a la actualización magisterial para este momento, se crearon las Escuelas Regionales Campesinas donde además de formar maestros se actualizaba a los docentes rurales con conocimientos prácticos de agricultura y de otros oficios, para que contribuyeran no sólo al crecimiento de la comunidad sino a la del país mismo; además de la creación de otras organizaciones, como los Centros de Cooperación Pedagógica, que fungían como centros de capacitación y actualización para maestros.
Las Misiones Culturales fueron la avanzada de la educación rural, preparando maestros y abriendo su paso en las comunidades, también cubrieron una etapa difícil en la difusión de la educación socialista, aunque por su carácter vanguardista en cuanto a lo que enseñaban, fueron consideradas peligrosas por algunos grupos que se sintieron amenazados en sus intereses, por lo que fueron disueltas a partir del año de 1938.
Otra medida orientada a la formación y actualización en este periodo fue la creación de las Escuelas Normales Nocturnas, donde se capacitaba y actualizaba a los docentes en servicio con el fin de que no interrumpieran sus actividades docentes,[5] estas medidas de formación y actualización docente si bien fueron creadas para mejorar la preparación de los maestros y simultáneamente la del sistema educativo en cuestión, también obedecían a los intereses del estado y a la nueva forma de desarrollo que se estaba dando, donde el maestro es un instrumento al servicio de los intereses políticos y económicos dominantes.
Si bien en los años veinte y treinta se dieron importantes políticas orientadas a la formación y actualización de docentes, para los años cuarenta persistió un insuficiente número de docentes así como la falta de preparación de los que ejercían la tarea de enseñanza, por lo que la administración del presidente Ávila Camacho puso en marcha un conjunto de políticas para la formación y actualización de los maestros, acordes con las nuevas políticas gubernamentales y el desarrollo social y económico que se gestaba en el país.
La educación al estar condicionada por una nueva postura política gubernamental, enfocada al desarrollo social y económico del país, tuvo que transformarse, por lo que nació la Escuela de la Unidad Nacional, bajo la consigna de que "en ella se formasen, el hombre y a su vez el trabajador que exigía el desarrollo económico del país, constituida ésta como el eje de la transformación social y de igual forma como propiciadora de la unidad de todos los mexicanos."[6]
Esta política consideraba: una escuela de amor que fomentara la unidad nacional y rechazara cualquier ideología; los maestros fueron considerados como promotores directos de esta nueva educación e ideología para así formar a los sujetos que el país requería.
Ahora bien, de acuerdo con la importancia que tenía para el estado el apoyo del magisterio, en la transmisión y difusión de esta nueva ideología, fue necesario intensificar la formación y actualización del magisterio para cumplir los fines que la nueva escuela se planteaba, por lo que aparte de los planteles de educación normal donde se preparaba y actualizaba al docente, se creó en 1942 la Escuela Normal Superior con el propósito de "formar a maestros de carrera con un título correspondiente para ejercer su trabajo,"[7] además de buscar el reconocimiento social del magisterio y una mejor calidad de su docencia.
Aunado a esto y con la necesidad de actualizar y capacitar a los docentes en servicio, se creó en 1945 el Instituto Federal de Capitación del Magisterio (IFCM), con el propósito de " resolver la capacitación de los maestros en servicio que ejercían sin estudios profesionales sistémicos",[8] con la finalidad de otorgarles el título correspondiente de nivel primaria y evitar así que los maestros abandonasen sus centros de trabajo, además de que se continuaba en la tarea de unificar la formación del magisterio en lo referente a planes, programas y doctrinas educativas.
A los docentes se les daban cursos intensivos durante los meses de vacaciones, los cuales eran impartidos por especialistas en las diferentes materias. Dada la amplitud de la tarea realizada por el IFCM fue considerada en estos años como "la más grande escuela normal de todo el continente".[9] Estas medidas, como ya se ha mencionado, no sólo estuvieron relacionadas con la unificación del currículum de las escuelas normales rurales y urbanas, en un intento por lograr la unidad y la igualdad para todos los maestros del país, sino que además se pretendía elevar el nivel de preparación de los profesores con una visión de profesionalidad, ya que se requería de los maestros una formación pedagógica moderna.
Dichas políticas de formación y actualización que significaron importantes avances en la preparación del magisterio en los años cuarenta, se mantuvieron a lo largo de la década de los cincuenta, donde la industrialización seguía marcando el desarrollo económico de la nación; la escuela era considerada como la principal fuente de conocimiento y adiestramiento en técnicas modernas para formar a los sujetos que requería el desarrollo del país y el docente como el principal transmisor de esta enseñanza.
A principios de los años sesenta, la educación siguió siendo el eje para apoyar el desarrollo del país y al maestro se le veía como un factor imprescindible para cumplir con esto. Se buscaba proporcionar mediante la educación, la capacitación técnica, que hacia falta para alcanzar mayores beneficios en la explotación productiva de nuestros recursos y satisfacer los requerimientos de la industrialización; al respecto López Mateos presidente de la república de estos años, señalaba:
"Será meta que habremos de alcanzar la de proporcionar en nuestro sistema educacional capacitación técnica para el mayor número, y mejoremos constantemente nuestra actual organización de la enseñanza técnica. Para conseguir buen éxito en esta obra tendremos que pedir a nuestros maestros, todavía mayor esfuerzo, más disciplina, más competencia y mayor fervor en su misión."[10]
Es decir, se concede especial importancia a la educación técnica, como formación para el trabajo, pero sin desatender la expansión de la educación primaria, por ello siguió procurando a los maestros de una mejor formación en nuevos métodos pedagógicos, congruentes con el desarrollo del país, con la intención de encontrar en el maestro la ayuda que el sistema necesitaba.
Con la implantación del Plan para el Mejoramiento y la Expansión de la Educación Primaria en México, se iniciaron reformas para propagar la educación primaria y para ello era tarea esencial contar con un número suficiente de maestros bien preparados, por lo que la tarea de formación y actualización del magisterio no disminuyó sino, por el contrario, se incrementó; por tal motivo, se crearon los Centros Regionales de Educación Normal, para fortalecer la formación y capacitación de un mayor número de maestros y, por lo tanto, profesionalizar al maestro mexicano.
En lo referente a la actualización magisterial hubo reformas importantes, una de ellas fue con relación al IFCM, ya que se decidió en el año 1971, darle un nuevo enfoque a sus actividades. El IFCM fue integrado a la Subsecretaría de Educación Primaria y Normal, creada en 1971, y más tarde este instituto se transforma en la Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio en el año de 1975, La DGMPM tenía la misión de "orientar y promover el mejoramiento y la calidad del trabajo docente de los maestros de los diversos niveles del sistema educativo nacional."[11] Con este fin procuraba la actualización del magisterio en servicio.
Dicha institución atendió a los maestros sin título, impartió cursos de actualización en materia pedagógica y científica, para que estos pudieran obtener su título de maestro en educación primaria, además de mejorarlos profesionalmente.
Con la reforma del plan de estudios de educación normal en el año de 1972, se incrementa a siete años la educación normal incluida los tres años de educación secundaria; con ello el normalista al egresar contaba también con el grado de bachiller.
Ese mismo año da inicio el primer Programa de Actualización y Mejoramiento del Magisterio a cargo de la (DGMPM), que permitía al profesorado en servicio aspirar a la licenciatura en educación por medio de cursos abiertos complementados con talleres de verano; "tales cursos permiten a dichos maestros incrementar su nivel académico y dominar nuevas técnicas y conocimientos, además de obtener mejoras económicas ameritando a cada grado acreditado un aumento salarial"[12], lo cual contribuyó a mejorar la situación personal y laboral de los docentes.
Asimismo, se facultó a la Dirección de Educación Normal de la SEP organizar e impartir cursos de licenciatura en educación preescolar y primaria; para ingresar a la licenciatura era necesario acreditar estudios completos de normal como profesor de educación preescolar o primaria. Por dichos estudios igualmente, los docentes reciben un estímulo económico que se incorporaba a su sueldo regular.
Para el año de 1978 y debido a la rápida expansión del sistema educativo nacional la DGMPM se transforma en la Dirección General de Capacitación y Mejoramiento Profesional del Magisterio (DGCMPM), con el propósito de complementar y mejorar de forma constante la formación del magisterio en los diversos niveles del sistema nacional.
La DGCMPM, tenía la función de llevar a cabo acciones de actualización para los docentes, por lo que desde esta dirección se abre un programa nacional de formación y actualización con la intención de "mejorar a los docentes con conocimientos pedagógicos así como actividades de estrategia al nivel de licenciaturas de preescolar, primaria y secundaria,"[13] ya que con el pasar de los años se iban rezagando los maestros en sus conocimientos, es decir, se daban una educación que ya no iba acorde con el contexto del país.
Para ese mismo año en respuesta a las demandas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que buscaba la tan ansiada profesionalización, se creó la Universidad Pedagógica Nacional, con el propósito de "favorecer el desarrollo profesional de los docentes en conocimientos de investigación, pedagogía, psicología y gestión educativa";[14] se trataba de formar no tan sólo maestros con un mismo perfil, sino que daba la opción de salir con más conocimientos. Sobre esta institución el SNTE y la SEP tenían diferente proyecto, mientras el sindicato de maestros incluía a esta universidad como parte de la red de escuelas normales, la SEP consideraba un proyecto de universidad pequeña con un crecimiento perfectamente planeado y operando de manera distinta a las normales, donde se ofrecerían diferentes licenciaturas, las cuales pudieran ser cursadas por todos aquellos interesados que hubieran terminado el nivel medio superior. Un año después en 1979, fueron transferidas las licenciaturas que ofertaba la DGCMPM a la UPN, con el propósito formar y profesionalizar al magisterio en servicio y no sólo actualizarlo.
A principios de los años ochenta, el magisterio pasaba por una profunda crisis la cual también afectaba a la formación de maestros, por lo que se exigía no sólo la renovación de los planes y programas de estudio, sino también que éstos fueran a nivel licenciatura con el fin de profesionalizar al magisterio y a su vez mejorar sus condiciones de trabajo.
En el año de 1984, en el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, se elevan a nivel licenciatura los estudios de educación normal para maestros de preescolar y primaria para mejorar la calidad de la educación mediante la profesionalización del magisterio. En relación con la capacitación y actualización del magisterio en servicio, se crean, los Centros de Actualización para Maestros CAM con el propósito de "adaptar al maestro a los cambios producidos por las diferentes reformas educativa y las transformaciones de desarrollo del país"[15] proporcionándoles conocimientos sobre pedagogía y actualización en contenidos curriculares. A los maestros que realizaban estos cursos o diplomados, se les otorgaban como recompensa beneficios en su salario y puntos dentro del escalafón escolar.
En mayo de 1989 siendo presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, se publicó el Plan Nacional de Desarrollo (PND), donde se reconoció que: "los avances del conocimiento han generado necesidades nuevas, sin eludir la presencia de factores negativos que siguen obstaculizando el rendimiento escolar, la permanencia y la calidad educativa"[16], por lo que se hace necesario un proceso de transformación, denominada modernización de la educación, como una estrategia fundamental para mejorar el nivel de vida y obtener un mayor desarrollo y crecimiento.
El 18 de mayo de 1992, se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), el cual se planteó el propósito de "transformar el sistema de educación básica y asegurar que se otorguen conocimientos y capacidad para elevar la productividad nacional y la promoción económica de los individuos y eleve la calidad de vida"[17], y en donde la prioridad es la educación básica, ya que ésta, impulsa la capacidad productiva, además de fortalecer la unidad nacional y fomentar el respeto a los derechos humanos.
Dentro del acuerdo también se plasmó la idea de conformar un sistema nacional de formación, actualización, capacitación y superación profesional para maestros de educación básica, ya que los maestros son considerados dentro de los planteamientos de la modernización educativa como los promotores del cambio educativo, ellos son los encargados de construir la nueva escuela de la reforma educativa. Un apartado importante está referido a la revalorización del magisterio; con este fin se creó el programa de Carrera Magisterial, definido éste como "un sistema de promoción horizontal de escalafón para elevar el estatus de la fuerza docente y a la vez contribuir a mejorar la calidad de la educación,[18]" es decir, que la carrera magisterial está orientada al desplazamiento del criterio de antigüedad para la promoción y/o incremento del salario, por uno de desarrollo profesional y mejoramiento de desempeño en el aula.
En ambos documentos (PND y ANMEB), se planteó elevar la calidad de la educación, porque se argumenta que ésta ha sido deficiente en virtud de que no ha proporcionado en forma adecuada los conocimientos, habilidades, capacidades y destrezas, así como los valores necesarios para que contribuyan al progreso social y al desarrollo del país, con lo cual se impulsa en gran medida la actualización de los docentes de acuerdo con las reformas educativas que se estaban llevando a cabo.
En el año de 1992 se creó el Programa para la Modernización Educativa, donde se estipulaba que la tarea central en materia educativa de ese gobierno sería "asegurar calidad y cobertura en materia educativa"[19] la intención de este programa radicaba en transformar al sistema educativo basándose en su modernización entendiéndose esto como "un sistema más participativo, eficiente y de mejor calidad"[20], para ello se propuso la renovación de los métodos de enseñanza, de los planes y programas de estudio y también de mejorar las condiciones académicas y laborales de los docentes.
Desde el acuerdo para la modernización educativa, se expresó la necesidad de establecer un sistema que asegurara una formación útil, permanente y sistemática para los maestros; se acordó reformar los contenidos educativos, crear materiales emergentes de apoyo y atender la actualización de los profesores; cómo lo planteó Albert Hargreaves,:
"La gente pretende siempre que cambien los profesores por lo que se cree necesario comenzar por la actualización de los maestros dándoles las herramientas necesarias para que mejore su trabajo docente, ya que ellos tienen en sus manos la educación de niños y jóvenes que demandan estos cambios".[21]
De esta manera se creó un Programa Emergente de Actualización del Maestro (PEAM) fundado en el verano de 1992, que tenía como propósito transmitir un conocimiento inicial, suficiente y sólido sobre la innovación de contenidos y materiales para la educación básica.
En los meses de julio y agosto de 1993, considerando las necesidades del magisterio en materia de actualización obtenidas del programa emergente (PEAM), se puso en marcha el Programa de Actualización del Maestro (PAM), cuyo propósito fue dar a conocer los avances en el diseño de los nuevos planes y programas de las diversas asignaturas. Tanto el PEAM como el PAM tuvieron los mismos propósitos, ambos propusieron que el profesor debe ser responsable de su formación y que además la escuela en que labora debe convertirse en un centro de actualización docente. Estos dos programas promovieron en los maestros las actividades de actualización docente, estableciendo la necesidad de construir un programa permanente de actualización que fuera una opción continua de desarrollo para los docentes.
Otro programa que se creó para fortalecer la actualización de los maestros, pero que funcionaba de manera relativamente independiente de la SEP es el Programa para Abatir el Rezago Educativo (PARE), el cual tenía como objetivo:
"Proporcionar educación a las poblaciones marginadas mediante el establecimiento de infraestructuras, materiales educativos para el salón de clases y bibliotecas, cursos para maestros y administradores (directores y supervisores), así como incentivos para aquellos que trabajan en las áreas marginadas".[22]
Con este programa se pretendía no sólo apoyar al docente en servicio, sino también mejorar la calidad de la educación. Aunque a diferencia del PEAM, este programa era auspiciado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), a través de sus grupos de coordinación estatal y mediante un préstamo del Banco Mundial.
Es así como la SEP establece un programa para elevar y mejorar la calidad de la educación en México, ya no sólo haciendo reformas en los planes y programas de estudio de las escuelas normales, sino también, con los maestros en servicio. Se emprende en el año de 1995 la creación del Programa Nacional de Actualización Permanente, (PRONAP), reconociendo que la actualización docente es un elemento indispensable para mejorar la calidad de la educación, teniendo como componentes centrales: programas de estudio, paquetes didácticos, centros de maestros, mecanismos de evaluación y acreditación. Y se fijaron los propósitos que a continuación se mencionan:
1. "El dominio de los conocimientos de las distintas disciplinas que son indispensables para enseñar adecuadamente los contenidos de los planes y programas de estudio.
2. La comprensión de los enfoques y los contenidos de los planes y programas de estudio.
3. El dominio de los métodos de enseñanza y de los recursos educativos adecuados al nivel escolar y los contenidos programáticos.
4. El trabajo colegiado para lograr la innovación y mejoramiento de la práctica docente".[23]
Con estos puntos se puede notar que el PRONAP se encarga de proporcionar un servicio de actualización para los profesores, atendiendo su formación continua mediante cursos y talleres. Tiene como propósito central "atender con calidad, pertinencia y flexibilidad las necesidades de actualización profesional de los docentes de educación preescolar, primaria y secundaria y contribuir al mejoramiento de los resultados educativos de los alumnos".[24] Es decir que en este programa se combinan la educación a distancia, el aprendizaje en cursos, sesiones colectivas de estudio e intercambio de puntos de vista, y además acciones individuales de los docentes en donde ponen en práctica las estrategias aprendidas; funciona con dos modalidades:
1. Los Talleres Generales de Actualización (TGA) dirigidos a los maestros de educación básica, se llevan a cabo durante todo el ciclo escolar y se sustenta en guías que recibe cada profesor.
2. Los cursos nacionales de actualización, son una opción que tienen un carácter voluntario, para que los maestros renueven sus conocimientos disciplinarios, conozcan los enfoques en que están basados los contenidos, y transformen esos enfoques en contenidos específicos en clase.
El modelo formativo del PRONAP señala la importancia de dotar al maestro de metodologías y propuestas didácticas nuevas, con esta idea, Francisco Imbernón marca la importancia que tiene el PRONAP de "brindar a los maestros nuevos instrumentos intelectuales que sean de ayuda para el conocimiento e interpretación de las situaciones problemáticas complejas que se sitúan en el aula."[25]
Es decir, toda acción de formación permanente ha de apuntalar una tendencia muy marcada hacia la innovación en el desempeño profesional del maestro; por ello el PRONAP en su modelo formativo trata de renovar e innovar a través de nuevos y mejores postulados metodológicos y recursos didácticos de todos los maestros adscritos a su programa.
Si bien el PRONAP es un programa de carácter nacional, que ofrece la oportunidad permanente de actualizar los conocimientos y las destrezas de los profesores de educación básica en servicio para que éstos logren la calidad educativa; es importante mencionar que no se puede centrar la actualización de todos los docentes del país en una modalidad única, ya que las necesidades de trabajo que presentan los docentes son diferentes en cada una de las regiones del país, por tal motivo el PRONAP integra una serie de programas con el propósito de satisfacer las necesidades profesionales y los intereses del magisterio de educación básica del país de acuerdo a la región en que labora y contempla el desarrollo de programas diversos como son:
1. "Los programas generales, los cuales buscan establecer una sólida base compartida por todos los maestros y que atienden a problemas que afectan globalmente a la educación básica.
2. Programas estatales y regionales orientados a coadyuvar a la resolución de la problemática educativa de la zona escolar.
3. También se integran al PRONAP programas para apoyar a los maestros de educación básica para la atención correcta de problemas actuales de relevancia social, tales como: ecología, educación para la salud, educación para la paz y formación de valores".[26]
Según el PRONAP, con estos programas cada maestro podrá optar por la modalidad de actualización más acorde con sus necesidades y todos tendrán acceso a materiales diversos de apoyo al trabajo docente y ofertas generalizadas de actualización continua en los docentes.
La creación del PRONAP como programa de actualización encuentra su sustento en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, siendo presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, donde se establece que los maestros desarrollen sus capacidades profesionales, se actualicen en los enfoques y contenidos de los nuevos programas de estudios, como se establece en el PND, en el punto 3.3, titulado: La formación, actualización y superación de maestros y directivos, en el que se señala:
"La actividad más amplia ha de concentrarse en la operación de un programa de actualización destinado al personal en servicio de los tres niveles de educación básica, la función inicial del programa será la de facilitar el conocimiento de los contenidos y enfoques de los nuevos planes de estudio, así como de promover la utilización de los nuevos métodos, formas y recursos didácticos congruentes con los propósitos formativos del currículum." [27]
En el plan también se contempla la creación de un mínimo de 500 centros de maestros a escala nacional, que debía de contar con espacios de trabajo y los recursos necesarios para la actualización. De acuerdo con ello, en el año de 1996 surgen los Centros de Maestros, aunque en un número mucho menor que el originalmente previsto (283 centros)[28], como apoyo a la actualización y capacitación del magisterio.
En el Programa de Desarrollo Educativo 2001-2006 del presidente de la República Vicente Fox Quezada, siguiendo la línea de actualización magisterial, se señala que para superar los problemas que enfrenta la educación "es necesario contar con un docente que además de poseer un dominio cabal de su materia, alcance una autonomía profesional, que le permita tomar decisiones informadas y de manejar su propia formación permanente"[29] es decir, fortalecer las competencias y habilidades profesionales de los maestros mediante una educación continua.
También se establece la política de formación inicial, continua y desarrollo profesional de los maestros. El propósito que se persigue con estos objetivos es reorientar y fortalecer la formación inicial, y continua en el desarrollo profesional de los maestros de educación básica, para que responda adecuadamente a los fines que se persiguen en la educación de los niños y jóvenes, buscando la consolidación de las capacidades estatales en la materia.
Se busca con ello impulsar una formación continua de los maestros, que asegure la congruencia de los contenidos y prácticas educativas con los propósitos de la educación básica, así como la transformación académica y administrativa de las escuelas normales para garantizar que el país cuente con los profesionales que la educación básica requiere. El Programa determina las siguientes líneas de acción relativas a formación inicial y continua de los docentes:
A. Establecer y renovar las normas que permitan el fortalecimiento y articulación del sistema nacional de formación. actualización, capacitación y superación profesional para maestros de educación básica, de manera coordinada entre la SEP y las autoridades educativas estatales.
B. Fortalecer las instituciones de formación inicial para maestros de educación básica, mediante la consolidación de la reforma de los planes y programas de estudio, el mejoramiento de la gestión institucional, la regulación del trabajo académico y la evaluación sistemática de las escuelas normales.
Dentro de la proyección enfocada a la formación inicial y continua de los docentes, el Programa plantea fomentar el desarrollo profesional de los maestros asegurando una oferta de formación continua, variada, flexible y congruente con los propósitos educativos, así como las condiciones institucionales para esa formación. Para la consecución de ese objetivo, el Programa establece diferentes acciones:
Promover la evaluación del Programa Nacional para la Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica en Servicio y de los sistemas estatales de actualización y capacitación para maestros.
Incrementar la capacidad institucional de la SEP y de las autoridades educativas estatales para proveer, de manera continua, servicios de actualización y capacitación para maestros, adecuados y de alta calidad.
Fortalecer la planeación y la coordinación de las dependencias e instituciones que conforman los subsistemas estatales de actualización y capacitación para maestros, sobre la base de normas generales y estándares nacionales de desempeño.
Impulsar la profesionalización del personal dedicado a la formación de los docentes en servicio.
Regular la operación de los servicios de apoyo técnico pedagógico para transformarlos en un servicio especializado y permanente de asesoría y acompañamiento académico para los maestros y las escuelas.
Lo expuesto va enfocado a la mejora continua tanto en los instrumentos de la educación considerados como los programas y planes de estudio, como en el docente, a través de una formación permanente que haga posible su desarrollo profesional a través del conocimiento y de la acción enfocada hacia una mejora continua de los educandos, fortaleciendo así su práctica docente.
Además se señala que, corresponde a la Dirección de Actualización y Centros de Maestros (DAyCM), de la Dirección General de Extensión Educativa instrumentar las acciones necesarias para llevar a cabo este logro. Por lo que la DAyCM, se le confiere la misión de fomentar entre los docentes la participación en acciones de actualización que promuevan las competencias básicas para la enseñanza y el aprendizaje, que permitan acceder a la cultura, la formación, la tecnología.
Desde la creación del PRONAP hasta el año 2005, se habían realizado 30 cursos nacionales de actualización, 20 de ellos profundizan en contenidos educativos del programa escolar y en elementos necesarios, como las estrategias metodologicas de enseñanza aprendizaje, dinámicas grupales, y la interacción grupal para la enseñanza de alguna asignatura del curriculum de primaria y secundaria. Un logro importante del programa de 1998 al 2005 fue que "519,509 profesores de educación primaria y secundaria han acreditado un curso nacional de actualización, esto representa 63.9% de la población docente total de primaria y secundaria en servicio".[30] Con estos datos, se puede decir que el PRONAP ha ofrecido en todos los estados del país poniendo en práctica diversos programas que se proponen atender algunas carencias en la formación de los profesores, e introducirlos en el manejo de los nuevos contenidos educativos. (Los resultados de la cobertura de los cursos de actualización docente en el presente año 2006, se darán a conocer a mediados del próximo año).
Ahora bien, corresponde a la Subdirección de Actualización coordinar el diseño y operación de estrategias de actualización, tales como: los Talleres Generales de Actualización (TGA), los Cursos Nacionales de Actualización y los cursos propios de cada entidad llamados cursos estatales; vinculadas con el PRONAP. Con estas acciones se pretende mejorar y perfeccionar al docente para contribuir al desarrollo integral de la educación y del país.
En este proceso histórico de la formación docente, la política del estado mexicano con respecto a la actualización de los docentes ha dado una mayor importancia a las siguientes asignaturas de la educación básica y aplicando de manera constante los siguientes cursos y talleres de actualización:
Español:
La Formación de lectores en nuestras escuelas. (Realidad o Utopía).
Comprensión de la lectura con una visión integral..
Red Escolar en los contenidos de la asignatura de español.
Evaluación de la Narración.
La acentuación.
La tradición oral, una manifestación cultural ancestral.
Matemáticas:
Ejercicios para matemáticas: Los cuadros mágicos
Figuras Geométricas
Las Matemáticas y el Arte
Matemáticas sin problemas
Números con Decimales
Geografía:
Climas y Regiones Naturales de México
El Sistema Solar
Conociendo mi estado
Ciencias Naturales:
Las cadenas alimenticias
Las plantas fabrican su alimento
Los ecosistemas
Los seres vivos
Estadística Escolar:
Material administrativo para facilitar el trabajo del profesor
Promedios
Registro de evaluación continua
"Juguemos a lo opuesto"
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