Indice1. Marco Geográfico 2. Divisiones Administrativas 3. Organización del estado 5. Principales temas de la arquitectura 6. Luxor-ubicación geográfica 7. El Templo De Luxor
Egipto estaba situado en el ángulo nordeste de África. Antiguamente era un angosto territorio que bordeaba el valle del río Nilo en un ancho variable entre tres y seis leguas. Se extendía 1100 Km. desde el mar Mediterráneo al norte, hasta la primera catarata (Siena) por el sur. Dos cadenas de montañas paralelas, la Arábiga al este y la Líbica al oeste, protegían la región contra los terribles viento del desierto. Los antiguos habitantes decían que el Nilo era " el rey y el padre del Egipto". En efecto, si el río alterara su curso, el país se convertiría en un desierto de arena. El Nilo nace en los grandes lagos ecuatoriales Victoria y Alberto Nynza; recibe por el oeste, las aguas del Bar-el-Ghazal y por el este, las del Atbara, que desciende las montañas de Abisnia. Luego corre torrentoso en un estrecho corredor limitado por montañas pertenecientes a las cadenas Arábiga y Líbica. Salva seis grandes cataratas y se dirige –a través del desierto- hacia el norte. Antes de desembocar en el Mediterráneo, forma con sus aluviones un Delta, facilitando el comercio. Esta región, muy densamente poblada, formaba el Bajo Egipto, y la porción Sur, comprendida entre Siena y Menfis, el Alto Egipto. El estado egipcio poseía las fronteras más "naturales" que se pueden imaginar; al Sur las cataratas, los desiertos que se desploman en los altos acantilados sobre el estrecho corredor de los valles, y, por último un frente de mar limitado. Todos los años en primavera (junio) el río aumentaba su caudal con las lluvias ecuatoriales y los deshielos de las montañas; entonces salía de su cause e inundaba la región comprendida entre la catarata del Siena y el Delta. Antes de la inundación, el país presentaba un aspecto desolador, debido a la falta de lluvias, a la sequedad del ambiente y al molesto jazmín, viento cargado de arena que soplaba durante cuarenta días. El riacho que apenas se distinguía en medio del lodo. A principios de junio, comenzaba a llover copiosamente en la región ecuatorial. El viento del norte despejaba la atmósfera en pocas horas. El Nilo subía lentamente y sus aguas tomaban un color verdoso por las grandes masa herbáceos que llevaba en suspensión. Era llamado Nilo Verde y nadie bebía sus aguas malsanas. A los pocos días cambiaba de coloración y aparecía ala vista como una enorme sábana de sangre: era el Nilo Rojo. El fenómeno se debía a los sedimentos que arrastraban sus afluentes. La vida renacía en Egipto, mientras el río continuaba subiendo hasta cerca de ocho metros. A fines de septiembre comenzaba a descender. Para que la inundación produjera resultados beneficiosos, los habitantes construyeron diques de contención y abrieron canales. Al retirarse las aguas quedaba una capa de cieno fértil, que permitía el cultivo sobre la tierra mojada, casi sin prepararla. Toda la vida humana, animal y vegetal depende del agua y del limo que aporta la crecida fluvial, concediendo con los más fuertes calores –de junio a octubre-. Debido al Río bienhechor, el Egipto se caracterizó por la abundancia de sus productos vegetales. Crecían el trigo, la cebada el mijo, el haba, el guisante y la lenteja. Las huertas contaban con gran variedad de cebollas, pepinos, ajos, puerros y melones. En la región del delta se encontraba el papiro, planta con cuyos tallos se obtenía una especie de cartón, que proporcionaba buen material para escribir. Además, el loto, cuyo fruto –llamado "el haba de Egipto"- era comestible; lo estilizaban en las decoraciones murales como símbolo religioso. Entre los árboles podemos citar las palmeras, acacias y sauces, aunque –en general- la madera utilizada en las construcciones era importada. No menos abundantes fueron las especies animales. En las orillas del Nilo podían observarse gran cantidad de hipopótamos y cocodrilos. Entre los domésticos merecen citarse los caballos, asnos, carneros y cabras. El halcón, el ibis y el buitre eran considerados aves sagradas. De canteras de File, Siena y Elefantina se extraían un hermoso granito, verdadera riqueza mineral del país. También abundan la piedra arenisca y la caliza, elementos todos, muy empleados en las construcciones. El Egipto posee un clima muy seco, circunstancia que favoreció la conservación de los monumentos, en los cuales pueden observarse –aun frescos- los diversos coloridos de las pinturas.
El gobierno fue una monarquía teocrática hereditaria. Los reyes se llamaban Faraones, que significa "gran casa", lo que nos indica que en el soberano se concentraba el mayor poder y al cual le debían acatamiento todos los súbditos del imperio, " todo lo que sale de la boca se Su majestad se realiza inmediatamente". El faraón era considerado un dios viviente y destinado a unirse con otras divinidades después de su muerte aparente. Se le daba el título de Hijo del Sol. Esto garantiza que las sentencias del rey no pueden ser arbitrarias: siendo él Hou, "fuerza creadora"; Sia, "comprensión", y Maat, "justicia" o "verdad". La vida del monarca estaba cuidadosamente regimentada, cono sus horas de trabajo, descanso, alimentación, arreglo personal y culto. Diariamente escuchaba la lectura de los libros sagrados, en los cuales figuraban los deberes que debían respetar en el desempeño de sus funciones. Los ministros aparecen al lado del rey con un carácter de empleados, simples agentes de acción y ejecutantes de sus órdenes. Se les llama frecuentemente su "boca", su "lengua", sus "ojos " y sus "orejas". Según la voluntad del soberano, son nombrados, destituidos y sus atribuciones son según la voluntad del soberano. Uno de ellos, sin embargo, tiene un papel más importante: es el visir, tati, el hombre de confianza que soluciona personalmente muchos asuntos y a los cuales el rey se limita a dar las instrucciones generales sobre la manera de ejercer el poder. Otro que merece especial mención es el jefe del sello, que fiscalizaba el cobro de impuestos. Generalmente, los monarcas egipcios usaron bien de su autoridad y, a pesar de su omnipotencia, su poder estaba limitado por la gran influencia de los sacerdotes. Dependían del Faraón, los gobernantes de las diversas provincias o nomos, cuya autoridad era también muy amplia. La justicia estaba administrada por un tribunal superior, integrado por 30 sacerdotes, procedente de los colegios de Tebas, Menfis, y Heliópolis. Sus miembros juraban no respetar la autoridad del soberano, si éste les ordenaba proceder injustamente. Las leyes egipcias penaban la cobardía, la pereza, el perjurio y la calumnia. Ordenaban el respeto a los ancianos, la sobriedad y el agradecimiento. Sin embargo no castigaban el robo y otorgaban a los padres omnímodas facultades sobre sus hijos.
3. Organización del estado
La historia de Egipto comprende tres grandes períodos: 1) Arcaico; 2)Del imperio; 3) Decadencia.
- ARCAICO: primera y segunda dinastía (3300 a 2800 a. C.)
En los primeros tiempos, los pobladores del valle de Nilo, vivían agrupados en varias familias o clanes, que adoraban el mismo tótem (dios protector). Estos clanes nómades permanecieron aislados hasta que se unificaron en diversas comunidades mayores, conocidas con el nombre de nomos (del griego: circulus. Posteriormente, el número de nomos aumento hasta cuarenta dos, y debido a su poderío, comenzó a luchar entre sí. A consecuencia de las guerras los nomos se fueron agrupando, y finalmente se dividieron en dos grandes reinos: el del Bajo Egipto, en la región del delta, bajo el tótem del dios Horus, y el Alto Egipto, en el valle del Nilo. Ambos Estados siguieron guerreando durante muchos años, hasta que un rey llamado Menes, logró dominar todo el territorio y estableció la capital en Tinis, (3200 a.C.). Este soberano, bajo el tótem de Horus, realizó la unidad política del Egipto; Llamándose Faraón e inició la primera dinastía. Mantuvo la división del país en nomos o provincias, pero colocó al frente de cada una de ellas a gobernadores de su confianza. Las dos primeras familias de monarcas o dinastías, se llaman tinitas, nombre derivado de la ciudad donde residía la corte.
a)Antiguo Imperio, III a X dinastías (2800 a 2100 a. C.) Cuando subió al poder la tercera dinastía el centro de la actividad política y comercial se trasladó a Menfis, iniciándose en esta forma el periodo Menfitas. Esta ciudad estaba situada en la orilla izquierda del Nilo, próxima al lugar dónde el río se bifurca para formar el Delta. Es considerado por muchos como el período más feliz de toda la historia egipcia. Durante este período de la historia egipcia es cuando se crearon las primeras leyes civiles y religiosas, se fijaron los cánones artísticos y nació la escritura. El gobierno de la tercera dinastía, el faraón Zoser ordenó construir en Sakarah, la pirámide escalonada. Además Zoser llevó a cabo varias expediciones militares hacia Nubia, allende la primera catarata, y hacia el Sinaí. Kheops, Kefren y Micerino se deben a los faraones de la cuarta dinastía dieron gran adelanto a la cultura y las artes en general. Hicieron construir las tres grandiosas pirámides que se observan en Gizeh. Se supone que durante el reinado de Kefren se erigió la Esfinge. La quinta dinastía tomó el nombre de "heliopolitana" por haberse originado en Heliópolis y también porque según la leyenda sus tres primeros faraones fueron concebidos por la mujer de un sacerdote de Ra, por obra del mismo dios. Es a partir de aquel tiempo que todos los faraones tomaron el nombre de "Hijos de Ra" La personalidad más notable de la VI dinastía del Antiguo Imperio es la de Pepi II, cuyo reinado fue el más largo de toda la historia de Egipto: subió al trono a la edad de seis años y lo ocupó por noventa y cuatro años. Pero ya el poder central iba debilitándose debido a la influencia de los sacerdotes, que le negaron su apoyo, y al creciente poderío de los nomos, a cuyo frente se hallaban los nomarcas, personaje de la nobleza. Estos funcionarios aristocráticos se convirtieron en una especie de señores feudales que desconocieron el poder del faraón. Empieza entonces el primer período intermedio. Se originaron sangrientas revueltas, situación que aprovecharon los esclavos y mercenarios, para levantarse en armas. Menfis dejó de ser la capital de Egipto. El país sufrió la invasión de los libios y también de algunos pueblos asiáticos, lo que aumentó el caos de la situación. Durante cerca de cuatro de siglos se prolongó un estado de completa anarquía.
B) Imperio Medio (Dinastías XI a XVII 2100 a 1500 a. C.) Aproximadamente en el año 2100 a. C. , afines de la XI dinastía, buscando el apoyo en la clase acomodada, el faraón Muntuotep I logró reestablecer su poder sobre el Bajo Egipto. Durante el reinado de sus sucesores Montuotep II y Montuohotep III, toman mayor impulso los tráficos, se abre una vía comercial hacia el Mar Rojo y prosigue la política de expansión en Nubia. Hacia el año 2000 a. J.C. tiene comienzo la XII dinastía, una de las más célebres y más grandes de la historia egipcia. Su fundador de Amenemhet intensifica su culto a Amón, a quién eleva él más alto rango entre las divinidades. Es un administrador de gran habilidad y bajo su autoridad Egipto conoce un nuevo período de prosperidad. La política exterior Amenemhet lleva confines de Egipto al corazón mismo de Nubia llegando hasta Kososko, y trataba batalla con los pueblos líbicos. Le sucede su hijo Sesostris I, quien se adueña de las minas de oro del Uadi Alaki. A fin de asegurar la continuidad de la dinastía asocia al trono a su hijo mayor, y éste es un ejemplo que todos sus sucesores seguirán. Queda muy poca documentación acerca del reinado de Amenemhet II y Sesostris II, sus sucesores se sabe sin embargo que entablaron relaciones comerciales con Fenicia y sanearon la región palustre de Fayúm, donde Amenemhet III hará construir más tarde un lujosos palacio, tan complejo que los Griegos lo mencionarán como "El Laberinto". Su sucesor Sesostris III fue uno de los soberanos más gloriosos de Egipto. Llevó a cabo cuatro expediciones militares contra Nubia, la que colonizó definitivamente. Avanzó hasta Palestina y mandó a edificar fortalezas en los confines con el Sudán. En aquella misma época la vida cultural floreció notablemente, con la creación de obras célebres como el libro de las Dos Vías y los Preceptos de Amentemhet. Para impedir nuevas revueltas establecieron la igualdad religiosa, política y social. Esta importante medida, si bien lesionaba a sus propios intereses – pues limitaba el despotismo de los faraones- benefició las clases populares, que obtuvieron derechos, hasta entonces desconocidos. La XII dinastía pone fin al Medio Imperio, dando comienzo al segundo imperio intermedio, aún hoy el más desconocido y el más dudoso entre los periodos históricos del antiguo Egipto. Es dominado por la invasión de pueblos extranjeros de raza semítica procedentes de Oriente. Estos invadieron las fértiles planicies del Delta y fortalecieron Avaris, que hicieron su capital. La victoria de los Hicksos sobre los egipcios debió ser muy fácil, no sólo porque encontraron un gobierno ya vacilante, sino porque disponía de una potencia militar muy superior a la de Egipto. Los Hiksos ocuparon Egipto por cerca de un siglo, por fin algunos príncipes tebanos, aliados con otras dinastías del Alto Egipto, lograron derrotar el ejército de los invasores.
C) Nuevo Imperio (Dinastías XVII a XX 1580 a 1100 a. C.) Los príncipes de Tebas que por cerca de dos siglos había estados sometidos a los hicsos, terminaron por sublevarse y luego cruentas luchas lograron libertar al Egipto. El faraón Amasis inició un periodo de gran prosperidad, y de conquistas territoriales sobre los pueblos de Asia occidental. El faraón Tumosis I cruzó Siria y en su lucha contra los cananitas y mitanios, llegó hasta las orillas del Eufrates. Luego gobernó en Egipto una enérgica mujer, la reina Hachepsut, que fue proclamada faraón y dedicó los 20 años de su mandamiento a promover grandes construcciones, como el conjunto funerario Deir el-Bahari. y fomentar lejanas expediciones marítimas. Posteriormente subió al poder el faraón Amenofis III, bisnieto de Tutmosis. Llevó una vida fastuosa y convirtió a Tebas en una ciudad cosmopolita a la que convergían todas las riquezas del mundo antiguo. Arquitectos, escultores y pintores trabajaron sin descanso para erigir magníficas construcciones, entre las cuales se destacó el hermoso templo de Luxor. Al término de su reinado las querellas religiosas amenazaban la unidad del imperio. Le sucedió Amenofis IV, que debido al estado de corrupción a que había llegado el culto de dios Amón, trató de implantar el monoteísmo y propició el respeto exclusivo hacia Atón que significaba el disco solar. Su muerte significó el triunfo de los sacerdotes de Amón. Le sucedió su yerno Tutankamón que restableció el culto a los viejos dioses y fijó nuevamente a Tebas como capital. La XIX dinastía gobernó en Egipto a fines del siglo XIV (a. C.) Seti I realizó varias campañas contra Siria, aunque finalmente debido a la tenaz resistencia, decidió pactar con ellos. Su hijo Ramsés II ocupó el trono a los dieciséis años. Luchó en Sirio contra los hititas luego de la batalla de Kadesh, firmó un tratado de paz y fraternidad con uno de sus reyes. Ramsés II reinó por espacio de cuarenta y dos años y dedicó buena parte de su largo gobierno a vigilar la construcción de templos y palacios. Entre esas grandes obras arquitectónicas se destacó el de Amón en Tebas y los dos templos Abu-Simbel, en la Nubia. Posteriormente se sublevaron los extranjeros, que –como prisioneros de guerra– eran ocupados en diversas construcciones, lo que originó un período de anarquía. Ramsés III consiguió derrotarlos y también pudo rechazar una nueva invasión de pueblos del mar.
- Del Imperio
- Periódo De Decadencia O Saita
( Dinastías XXI a XXVI. (1100 a 525 a. C.) El faraón Sreonok, con el objeto de impedir nuevos ataques, inició una campaña que culminó con el saqueo de Jerusalén. Sien embargo, el imperio egipcio continuaba perdiendo su poderío, mientras que los asirios -pueblo procedente de la mesopotamia– ambicionaba conquistarlo. Nuevas luchas internas originadas por rivalidades entre dinastías del Alto y del Bajo Egipto, dieron ocasión propicia al rey asirio Asaradón, para invadir y someter al territorio. No demoraron mucho en reaccionar contra la usurpación y Psamético I, consiguió libertar el país e iniciar la XXVI dinastía. Fijó la capital en Sais ( en le Delta) e inició un periodo de gran prosperidad. Propició a sus mercenarios griegos la fundación de colonias en territorio egipcio, para familiarizar a sus súbditos con la civilización helénica. También emprendió diversas campañas militares, en una de las cuales logró vencer a josías, rey de Judá, pero finalmente fue derrocado por Nabucodonsor, rey de Babilonia. Luego gobernó en Egipto el faraón Apriés que tomó con su ejército la ciudad de Sidón (fenicia). Posteriormente Amasis lo derrocó y fomentó las relaciones con los griegos, quienes tenían en Naucrates un emporio comercial. Le sucedió Psamético III y durante su reinado, Cambises, rey de Persia, invadió y ocupó todo el territorio ( 525 a. C.), con lo que termina la historia de Egipto independiente.
Características de la sociedad En el aspecto social, los egipcios estaban divididos en siete clases. En realidad no constituían castas –como sucedió en la India-por cuanto era posible elevarse a una categoría superior en virtud de la capacidad de trabajo. Además estaba permitido el matrimonio entre personas pertenecientes a distintas gradaciones. Las clases fueron:
- Los nobles o señores: comprendían los miembros de la familia reinante, o bien pertenecientes a dinastías anteriores. Generalmente desempeñaban los puestos oficiales.
- Los sacerdotes: les corresponia cuidar de los templos y por sus privilegios, riquezas y cultura superior, representaban la clase más influyente. A ella pertenecían muchos personajes que no participaban en los oficios religiosos, de manera que lo integraban legisladores, poetas, historiadores, médicos y magos. Poseían extensas propiedades y estaban eximidos de todo impuesto. Cuando el faraón deseaba iniciar una empresa de importancia, consultaba previamente a los sacerdotes, pues eran considerados los mediadores entre los dioses y los hombres.
- Los militares: desde niños, sus integrantes eran adiestrados severamente en el manejo de las armas, pues su misión consistía en defender el territorio y cuidar los templos. El faraón retribuía sus sacrificios, obsequiándole tierras, que debían cultivar durante los periodos de inactividad. A esta clase pertenecían muchos mercenarios extranjeros, pues los egipcios carecían de espíritu guerrero. Los infantes se protegían con casco, coraza y escudo. Para los combates cuerpo a cuerpo utilizaba el hacha, la jabalina, flechas y hondas. La caballería egipcia era famosa, por el empleo de carros de guerra.
- Los escribas: eran empleados del Faraón, que sabían leer, escribir y contar. Ocupaban los puestos subalternos y sus funciones eran múltiples, pues vigilaban las construcciones, recaudaban impuestos y llevaban una rigurosa contabilidad del imperio. Los sacerdotes, los nobles, los militares y los escribas formaban las clases más beneficiadas; las siguientes no tenían derechos políticos y les estaba prohibido tener propiedades.
- Los agricultores: cultivaban la tierra y debían pagar una renta al Faraón o a os sacerdotes, que eran sus propietarios. En la época de sequía los campesinos eran utilizados como trabajadores en la construcción de pirámides, caminos, palacios y sepulcros.
- Los artesanos: pertenecían a esta parte de la población, los albañiles, embalsamadores, escultores, tejedores, y obreros dedicados al trabajo de la madera, el cuero y los metales. En igual categoría se encontraban los mercaderes y comerciantes.
- Los pastores y porqueros: formaban las clases más baja, envilecida y despreciada. Los prisioneros de guerra se consideraban esclavos.
La familia era monogámica y desde el punto de vista legal, hasta el Faraón debía tener una sola esposa. La mujer ocupaba una posición muy destacada y en el hogar se respetaba la autoridad de la madre (matriarcado. El matrimonio se efectuaba dé acuerdo con los rituales religiosos y no por compra, como sucedió en otros pueblos.
Características de la religión La observación de las fuerzas de la naturaleza, convirtió a los egipcios en un pueblo profundamente religioso. En los comienzos de su evolución histórica, tuvieron tendencia al monoteísmo, pues cada clan adoraba un solo dios (tótem). Posteriormente, los elementos naturales –el Sol, el Nilo, las tormentas- fueron diversos misterios que impresionaron su mentalidad, y para explicar el origen, creyeron que todo se debía a la poderosa acción de elementos superiores o dioses. Imaginaron que la divinidad estaba en todo lo que tenía o terminaba la vida, por eso, la muerte también se consideraba sagrada. Los egipcios fueron politeístas y acudieron al reino animal y vegetal para representar los dioses. Rindieron culto al espíritu que –según sus creencias- residía en un animal, planta u objeto y representaban con figura humana. Muchas veces, una misma deidad podía figurarse con aspecto de hombre, a veces de animal, o bien en forma mixta. Cuando el territorio se funcionó en un solo Estado, los sacerdotes de la ciudad de Heliópolis ordenaron el grosero politeísmo y establecieron una jerarquía de dioses, que adoraban en todo el país. La divinidad principal fue el Sol, creador y bien hechor, imaginado con distintos nombres y formas. Tenía una esposa y un hijo divinos, con los cuales formaban la trinidad. El nombre de los dioses cambió con el apogeo de las distintas ciudades. Durante el predominio de Menfis, la trinidad estaba encabezada por Path, creador del mundo y patrono de los artesanos, su esposa era Sekkes y su Hijo Imthes. En el período de supremacía de Tebas, divinizaron a Amón- Ra, su esposa Muth y su hijo Khons.. Los sacerdotes de la ciudad de Abydos, reverenciaron a Osiris, con su esposa Isis y su hijo Horus, luego fue uno de los dioses más populares. Se relaciona con el día, la noche y el culto a los muertos. Horus significó el sol naciente, cuyos rayos vencieron a Seth, dios del mal y de las tinieblas. Osiris representó el sol con todo su poderío, e Isis fue la luna, cuya débil luz impedía el triunfo de la noche.
Adoración de los animales: Los egipcios representaban a sus dioses con cuerpo y cabeza de animal, o viceversa. Así Horus figuraba como un hombre con cabeza de gavilán e Isis, una mujer una mujer con cabeza de toro; el caso inverso se producía cuando el mismo dios era venerado con un cuerpo de gavilán y cabeza de hombre. El culto del pueblo se basaba en la zoolatría u adoración de ciertos animales considerados sagrados, entre los que figuraba el buey, el león, el cocodrilo, el chacal, el gasto, la ibis y el escarabajo. Ninguno se destacó tanto como el buey Apis, que representaba a los dioses Osiris y Path. Fue adorado primero en Menfis y luego en todo el territorio. Y aparte el culto tributado a los dioses identificados con animales, los egipcios también adoraban al animalmismo cunado {este ten{ia requisitos particulares o presentaba determinado signos Sólo podía vivir veinticinco años. Al término de ese periodo, los sacerdotes lo ahogaban en una fuente consagrada al sol. Luego era embalsamado, y, por último, depositado en una tumba Serapeum.
El culto de los muertos: Uno de los aspectos más destacados de la religión egipcia, es el de haber considerado al alma humana como un elemento inmortal. Tanto as{i las pir{amides como las mastabas y las tumbas de los valles fueron construídas para albergar el amla del difunto. Creían que el hombre estaba formado por tres elementos: uno carnal, el cuerpo y dos espirituales: el alma y el Ka o doble. El ka es un espíritu, una imagen sueño, un doble o reproducción idéntica del individuo, especie de "otro yo" que lo dirige y protege. En cambio, el alma es sólo una parte, algo así como el corazón, representa el verdadero asiento de una fuerza vital. El Ka escapaba por la boca en momentos de exhalar el último suspiro. Al dejar el cuerpo –luego de un viaje peligroso- comparecía ante el tribunal divino, precedido por Osiris e integrado por cuarenta y dos jueces, cuya misión era comprobar si el difunto había cometido alguno de los cuarenta y dos pecados capitales. Con el objeto de que Ka defendiera su causa ante el tribunal, colocaban en las tumbas, un rollo de papiro, llamado El Libro de los Muertos, en el que figuraban diversas enseñanzas morales y la forma en que debían dirigirse a Osiris. Los egipcios creían que el doble del difunto –de naturaleza sutil e impalpable- necesitaba del cuerpo para subsistir, por esto –para evitar su destrucción- embalsamaban los cadáveres y los convertían en momias. La condición social de los hombres destinados a estos trabajos era humillante y estaban obligados a vivir en barrios apartados, pues se consideraba impuro, todo aquél que tocaba un cadáver.
Características de la economía Los egipcios se dedicaron principalmente ala agricultura y al cuidado de animales, aunque no por eso descuidaron la industria y el comercio. Los egipcios se destacaron en la industria del lino, con el cual tejían finísimas telas, que eran empleadas en su mayoría, para fabricar las velas de las embarcaciones o los vendajes de las momias. Fueron muy hábiles en el trabajo de los metales (oro, plata, bronce) y descollaron en el difícil arte de practicar incrustaciones con marfil y maderas preciosas. Practicaban numerosos oficios, entre ellos el de los ceramistas, cuyos operarios empleaban el trono; el de los vidrieros, dedicados a la fabricación de vasos; madereros, albañiles, etc. En las distintas ocupaciones se ayudaban con palancas, escoplos, sierras, balanzas, tenazas, jeringas y navajas de afeitar. Con el tallo del papiro –que trabajaban en láminas, engomaban y prensaban-, obtenían una especie de cartón oscuro, que utilizaban como papel para escribir. En principio, el comercio exterior fue reducido, pues los egipcios temían al mar. Posteriormente, gracias a os diversos camino que- cruzando desiertos- se dirigían a Damasco, Babilonia, Cartago, y otras importantes ciudades de la antigüedad, pudieron aumentar su actividad comercial. Diversas flotas, tripuladas en su mayoría por marinos fenicios, llevaban al Egipto, los productos de otros países. El comercio consistía en tejidos, armas, joyas, perfumes, esclavos, caballos y camellos. No conocían la moneda, por eso intercambiaban los productos.
Características del arte egipcio Cuando hablamos de arte egipcio, debemos abstraernos del concepto propiamente dicho, los objetos artísticos no se creaban con una intencionalidad propia del artista, sino por el contrario, pocas obras fueron producto del "arte por el arte". Encontramos como datos del arte Egipcio, el anonimato de los creadores (la figura que nos llega es la del faraón, quien era el que encargaba los trabajos) y el estilo independiente. Este arte nunca se vio influenciado por los acontecimientos de la época, ni por las tendencias extranjeras. Las influencias del arte egipcio tienen que ver con lo religioso y con el centralismo político, que trataba de exaltar el poder absoluto de los reyes y la grandeza de su imperio. También determinaron su producción artística ideas como la creencia en el más allá. Los artistas eran enseñados en escuelas que enseñaban los cánones establecidos, y normalmente el oficio pasaba de padres a hijos. El arte egipcio fue repetitivo y falto de originiladidad a lo largo de los siglos, el artesano debía basarse en los principios básicos de creación, de los cuales algunos son: la Representación Bidimensional, la Frontalidad, la Falta de Perspectiva ( en ese entonces no era conocida) y la Horizontalidad. Los temas de las obras de arte no eran a la libre elección del artista, sino por el contrario, no existía una interpretación personal de los temas. Las características anteriores lo convierten en un arte conceptual y no perceptivo. Se grababan y pintaban escenas de batallas y conquistas de los faraones, para preservarlas por la eternidad. Figuras de animales, flores y temas religiosos también fueron representados. Otra de las funciones que cumplía la pintura en las tumbas era la de proteger la habitación, a la momia y a sus riquezas. Los egipcios acostumbraban a tallar esfinges, obeliscos, bajorrelieves, estatuas, etc. Y a pintar grandes murales (los egipcios no conocieron la pintura colgada en la pared), en los templos, salas y tumbas (cabe destacar que las habitaciones y corredores de las pirámides del Imperio Antiguo no poseían ningún tipo de pinturas, relieves o molduras en sus paredes o techo). Existían regulaciones estrictas en cuanto a formas, colores, materiales y disposición de las obras.
Pintura La pintura se encuentra en función de la arquitectura, y por lo tanto se encuentra en sus muros y columnas. Se llevaban a cabo mediante un fondo de piedra preparado con una fina capa de yeso. Sus pinturas consistían en vistosas policromías de colores exóticos, las más bellas pertenecieron al Imperio Nuevo. Una técnica empleada en la representación de la figura humana era la de pintar la cabeza y piernas de perfil, mientras que el torso se representaba de frente (exceptuando los senos de la mujer que se mostraban de perfil). Esta era la forma que el cuerpo se vea mejor y más bello, de acuerdo su criterio. El faraón debía ver claramente su vida cuando volviera de su muerte, por lo tanto las pinturas debían ser de fácil lectura, y la imagen representada debía reproducir el modelo en su totalidad. La composición se ordena sobre la base de lo que llamamos perspectiva jerárquica, que atribuye tamaños mayores a los personajes más importantes, y menor a los de menor jerarquía social. También se basan en las leyes de simetría aproximada, esto se refiere al ordenamiento que ambos lados de un eje, las formas se sitúan con la misma importancia y atracción visual. El espacio era bidimensional, esto significa que no hay noción de profundidad. La superficie en que se apoyaban los personajes son planos neutros, que no aluden a un fondo específico; las figuras están de pie sobre las líneashorizontales que pueden representar el suelo. La línea es completamente cerrada y homogénea, es decir que, tiene igual grosor en todo su recorrido, no sufre engrosamientos ni adelgazamientos paulatinos. En muchos casos las figuras se suceden creando ritmos de gran belleza, se repiten motivos o se alternan, con pausas e intervalos. Los egipcios trabajaban el color en forma plana, sin apelar al modelado o esfumado, y anulando de este modo la idea de volumen. Casi siempre predominan los naranjas, ocres, azules, verdes, rojos y blancos. Usaron colores locales y también simbólicos. El color local en el arte es el color propio del objeto representado, y el simbólico es la cualidad subjetiva por la que se le atribuye a un color un significado del tipo religioso, místico, político, poético, etc. En la pintura egipcia encontramos ambas variantes de representación. Pese a la rigidez de los cánones, la pintura egipcia se nos muestra ágil, fresca y llena de vida. En todas las obras pictóricas egipcias hay una idealización omnipresente, puesto que las cosas se muestran como deberían ser, y no como son en realidad.
Escultura El escultor egipcio prefiere materiales resistentes como el granito, el basalto o el pórfido, pues son durables y susceptibles al pulimiento, rara vez utilizan materiales blando. También fueron utilizados metales, especialmente el oro, para recubrir sarcófagos, o enriquecer pequeñas esculturas, la estatuaria se concibió sobre todo como decoración de los templos y tumbas, además de su significado religioso y místico. El escultor tiende a sacralizar sus models, los depura y ennoblece. La escultura se caracteriza por el uso de la ley de la frontalidad. La cabeza siempre en el eje del busto y los brazos rigurosamente pegados al cuerpo, dan a las obras la apariencia de elemento arquitectónico. Son cúbicas de cuatro perfiles, inmóviles e inertes. La regularidad de los rasgos y la calma del rostro van bien con esas miradas asombrosas, que traspasan y se cargan de eternidad. Son imágenes hieráticascon mucho respeto a la divinidad. El model de las figuras es poderosamnete sintético, los pliegues son geométricos y hay abstracción en la concepción de la formas. La escultura egipcia siempre persiguió un esquema constante; la inmovilidad, sus figuras nunca nos dan idea de movimiento. En la estatuaria egipcias se distinguen: estatuas sentadas, de pie, arrodilladas o en cunclillas. Las estatuas de parejas familiares, demuestran el orgullo egipcio por su familia y el deseo de perpetuar en el más allá su buena fortuna en la tierra. Para la eternidad, el hombre sería representado joven y viril, la esposa cariñosa y fraternal, los hijos pequeños y dependientes. Las estatuas colosales tenían un papel más arquitectónico, y fueron ergidas para embellecer los templos, olo que es más importante para la glorificación de los reyes cuyo nombre portaban. Los colosos son simplementegrandes estatuas hechas del mismo modo que las pequeñas. Esto habla de la maestría con que fueron ejecutadas. Son imágenes majestuosas y solemnes. Los bajo relieves, ligados a la arquitectura como decoración de los mmuros, columnas, pilastras, sepulcros o templos bien en estelas funerarias (piedra de sepultura), muestran geometrización de ritmos creadps por la repetición de personajes o formas. El relieve puede ser alzado o hueco. Es alzado cuando se excava la superficie que rodea las figuras de manera que estas sobresalgan del fondo. Es hueco cuando los perfiles de las figuras se graban en la superficie. Podríamos decir entonces que el arte egipcio es:
- Trascendente, fue concebido para la vida.
- Simbólico, impregnado de sentido religioso propio.
- Atemporal, sin tiempo, eterno.
- Racional e intelectual, regido por la razón y no la emoción.
- Estático, sin idea de movimiento, pero dinámico.
- Majestuoso y Colosal, es monumental en tamaño y metáfora.
- Geométrico y sintético, no apela a los detalles, va hacia la abstracción de las formas.
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