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Una reflexión al concepto de desarrollo sostenible desde la óptica económica

Enviado por lidiadg2000


    de Carlos Rafael Rodríguez en el ámbito de la globalización neoliberal

    VI Coloquio Internacional Carlos Rafael Rodríguez In Memoriam

    1. Resumen
    2. Conclusiones

    Resumen.

    El pensamiento sobre el desarrollo ha progresado desde un enfoque economicista a una concepción que entiende el mismo como un proceso, que abre el marco de posibilidades del hombre, como objeto y sujeto de transformación, y donde la cultura se complementa dialécticamente bajo el pensamiento de que ésta es clave para el desarrollo.

    Fue Carlos Rafael Rodríguez el pionero de nuestros economistas en plantear el desarrollo como un proceso tendente a incrementar el bienestar de la comunidad, mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales utilizando de forma racional y sostenible los propios recursos humanos y materiales.

    Este nuevo modelo de desarrollo no se centraba solo en el progreso económico, sino también en el progreso humano y ecológico, siendo una de sus políticas principales el fomento de la cooperación entre los distintos países, y apuntaba, "…"… disponer de colaboración en términos de recursos financieros, tecnológicos, y su capacidad de utilización; posibilidades de intercambio equitativo de valores y cooperación e integración económicas entre países afines".

    El trabajo tiene como objetivo la reflexión sobre la posibilidad real de instrumentación de políticas de desarrollo desde la óptica de la globalización y la preservación del medio ambiente.

    "La humanidad se encuentra en un momento decisivo en la historia. Nos enfrentamos con las disparidades entre naciones y dentro de las naciones y con el continuo empeoramiento de los ecosistemas de los que depende nuestro bienestar. No obstante, si se integran las preocupaciones relativas al medio ambiente y al desarrollo y se presta más atención se podrán satisfacer mas las necesidades básicas, elevar el nivel de vida de todos, conseguir una mejor protección y gestión de los ecosistemas y lograr un futuro mas seguro y mas prospero. Ninguna nación puede alcanzar estos objetivos por si sola, pero todos juntos podemos hacerlos en una asociación mundial para el desarrollo sostenible" Preámbulo de la Agenda 21, adoptada por la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil, 1992.

    En los últimos tiempos el vocablo «globalización» ha ido ganando espacio en las tribunas a escala mundial, lo que se debe, en gran medida, a la preocupación manifiesta de los gobiernos, entidades nacionales y comunidad en general, por la creciente interdependencia económica de los países y las consecuencias adversas que pueden asociarse a este proceso.

    Sin embargo, debe significarse que resulta una simplificación extrema asociar el proceso de globalización exclusivamente con la actividad económica, ya que el mismo ejerce influencia, en mayor o menor grado, en todas las esferas de la actividad humana y, por tanto, su caracterización reviste gran importancia, ya que permite establecer acciones conscientes que reduzcan los impactos negativos de su presencia.

    Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De ese modo, los eventos, crisis del sistema económico y sus ecosistemas cada vez afectan con mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.

    En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones, ejemplo de ello es el uso de Internet.

    Este proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos.

    La globalización es una ley universal del desarrollo social que conduce a la progresiva mayor interdependencia entre los individuos, entidades y naciones, que ha estado presente a lo largo de la historia, y por tanto, no es un fenómeno nuevo ni creado por la actividad del hombre.

    La población y sus necesidades económicas crecen de forma progresiva, pero no sucede lo mismo con los recursos naturales en que se basa, y por consiguiente hemos llegado a una era en que la prosperidad global depende cada vez más de un uso más eficiente de los recursos, de su distribución más equitativa y de la reducción de los niveles de consumo en general.

    Si nos remitimos al pensamiento económico de Carlos Rafael, en una de sus definiciones sobre desarrollo apuntaba que… "Para nosotros, para los economistas que amamos el desarrollo, desarrollar es, en primer término, crecer armónicamente: crecer en una forma que permita el desarrollo auto sostenido de la economía.", es decir desarrollo económico no significaba la mera tecnificación de la agricultura o el crecimiento cuantitativo de algunos parámetros de la economía nacional, sino que solo puede lograrse mediante el crecimiento armónico y proporcional de los sectores de la economía nacional, es decir debe ser un proceso de crecimiento balanceado y auto sostenido de la economía que asegure las transformaciones de la estructura económica y social capaces de garantizar la satisfacción creciente y estable de las necesidades materiales y espirituales de la colectividad humana en cuestión, y apuntaba "El desarrollo tiene que ser doble: en la conciencia y en las formas de distribución.", por tanto, plantea el desarrollo como un proceso tendente a incrementar el bienestar de la comunidad, mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales utilizando de forma racional y sostenible los propios recursos humanos y materiales.

    Analizando estas concepciones, nos damos cuenta del basamento lógico y metodológico del pensamiento económico de Carlos Rafael, pues desde ya estaba potenciando una idea que aparecería después en la década del 70 del siglo pasado, cuando los males estructurales se fueron haciendo irreversibles en los países de la periferia. Sin embargo no es hasta los finales de los años 80 que se inicia en el ámbito internacional un importante giro en las políticas de desarrollo.

    Este nuevo modelo de desarrollo no se centraba solo en el progreso económico, sino también en el progreso humano y ecológico, siendo una de sus políticas principales el fomento de la cooperación entre los distintos países, y apuntaba, "… disponer de colaboración en términos de recursos financieros, tecnológicos, y su capacidad de utilización; posibilidades de intercambio equitativo de valores y cooperación e integración económicas entre países afines".

    El desarrollo sostenible no es una idea nueva. Muchas culturas a través de la historia humana han reconocido la necesidad de armonía entre la naturaleza, la sociedad y la economía. Lo que es nuevo es la articulación de estas ideas en el contexto de una sociedad global industrial y de información. El progreso en la evolución de los conceptos del desarrollo sostenible ha sido rápido desde la década de los 80. En 1992, los líderes en la Cumbre de la Tierra desarrollaron el marco del Informe Brundtland para crear acuerdos y convenciones sobre problemas críticos como el cambio climático, la desertización y la deforestación. También, bosquejaron una estrategia amplia de acción (Agenda 21) como el plan de trabajo para los asuntos del ambiente y del desarrollo durante las próximas décadas. A lo largo del resto de la década de los 90 se han generado planes de sostenibilidad regionales y sectoriales. Lamentablemente, como lo demostró el proceso en 1997 de la revisión +5 de la Cumbre de la Tierra, el progreso en llevar a cabo los planes para el desarrollo sostenible ha sido lento.

    Por todo el mundo, vemos señales de tensión severa en nuestros sistemas globales interconectados, económicos, medioambientales y sociales. Como lo destaca el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) GEO 2000, "el tiempo para una transición racional bien planificada hacia un sistema sostenible se está acabando rápidamente". Y todavía continuamos adoptando un enfoque de "negocios como de costumbre" para tomar decisiones, lo que aumenta la posibilidad de que nuestros sistemas globales se rompan y se derrumben. Ya enfrentamos emergencias de gran magnitud en la escasez de agua dulce, destrucción del bosque tropical, extinción de especies, contaminación del aire urbano y cambios climáticos. ¿Cómo invertimos rápidamente estas tendencias?

    En 1987 la World Commission on Environment and Development recomendó siete pasos críticos necesarios para asegurar una buena calidad de vida para las personas alrededor del mundo: 1. Reanimar el crecimiento. 2. Cambiar la calidad del crecimiento. 3. Reunir necesidades y aspiraciones esenciales para trabajos, comida, energía, agua e higienización. 4. Asegurar un nivel de población sostenible. 5. Conservar y reforzar la base de los recursos. 6. Reorientar la tecnología y prever riesgos. 7. Incluir y combinar consideraciones del ambiente y de la economía en el proceso de la toma de decisiones

    La Comisión de Brundtland proponía profundas reformas al modelo de crecimiento económico, introduciendo mecanismos que hicieran posible un desarrollo sostenible, es decir, un sistema económico que "satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades" .

    El desarrollo sostenible se enfoca en mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos de la Tierra, sin aumentar el uso de recursos naturales más allá de la capacidad del ambiente de proporcionarlos indefinidamente. Requiere una comprensión que la inacción tiene consecuencias y que nosotros debemos encontrar formas innovadoras de cambiar estructuras institucionales e influenciar conductas individuales. Se trata de tomar acción, de cambiar políticas y prácticas en todos los niveles, desde el ámbito individual hasta el internacional.

    Sin embargo, la globalización:

    Es un proceso universal, que afecta a todos los países del planeta, independientemente de la posición que ocupen dentro de la economía mundial y del orden político.

    Es un proceso irreversible de integración de los mercados, se parte de la existencia de países mejor posicionados que otros, es decir que su naturaleza económica es excluyente, por tanto aquellas naciones o regiones que no pueden ser competitivas, quedarán a la saga del desarrollo,

    Al ser el mercado el elemento primordial de la globalización, el Estado como unidad política y como espacio en el cual se desarrolla el gobierno y la soberanía de los países, queda en segundo plano,

    Al ser el mercado el mecanismo que rige las relaciones entre los países y regiones, la capacidad de consumo determinará su valor y no su condición humana. Por esa razón se dice que la globalización es deshumanizante;

    Está cimentada por los Medios Masivos de Comunicación, y su influencia es sobre los aspectos socio-culturales, políticos y económicos de los involucrados (el mundo entero, en otras palabras), porque permiten difundir ideas a cientos o miles de millones de personas.

    Los mercados, el capital, la producción, la gestión, la fuerza de trabajo, la información, el conocimiento y la tecnología se organizan en flujos que atraviesan las fronteras nacionales.

    La competencia y las estrategias económicas, tanto de grandes como de pequeñas y medianas empresas, tienden a definirse y a decidirse en un espacio regional, mundial o global.

    En este proceso, contradictorio en sus manifestaciones y efectos, el debate sobre el ambiente ha tenido un papel fundamental. Desde la aparición de las primeras críticas a la industrialización por sus efectos nocivos sobre la naturaleza y el ambiente en general, no se ha dejado de discutir acerca del valor que tiene la preservación y conservación de los recursos naturales renovables y no renovables con que cuenta el planeta, así como de la influencia de estos recursos en la calidad de vida de la población. Un ejemplo claro de esto se encuentra en la nueva noción de desarrollo. Si bien el desarrollo se conceptualizó en un primer momento como crecimiento económico y más tarde se le incluyeron elementos relacionados con la distribución del ingreso y la justicia social, ahora es la conservación del ambiente el nuevo añadido. Es así como nos encontramos con el concepto de desarrollo sostenible de amplio horizonte sobre el que pretende habitualmente ser aplicado; hablamos entonces del mundo industrializado, en vías de desarrollo, el medio urbano y rural , etc, pero también pretende cubrir una gran diversidad de problemas, tales como la distribución de las riquezas, y la lucha por la pobreza , la preservación de la diversidad biológica, de optimización del crecimiento económico, de producción de transferencia de tecnologías mas limpias, etc. El Informe Brudlant (1987) centra su atención en los "estilos de desarrollo", y sus repercusiones para el funcionamiento de los sistemas ecológicos, subrayando, que los problemas del medio ambiente y por ende de las posibilidades de que se materialice un "estilo de desarrollo sostenible", se encuentran directamente relacionados con los problemas de la pobreza, de la satisfacción de las necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda, de una matriz energética que privilegie las fuentes renovables, y del proceso de innovación tecnológica.

    En este marco de ideas el Informe Brudlant propone como alternativa la búsqueda de un "desarrollo sostenible", dejando una definición que opera en relación con un destino, que implica responsabilidad intergeneracional, al plantear a este como "un nuevo sendero de progreso que permite satisfacer las necesidades y aspiraciones del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades." , pero, ¿hasta que punto la idea del desarrollo sostenible propuesta desde la perspectiva de los países capitalistas desarrollados constituye una alternativa o un destino que es posible alcanzar en las condiciones socioeconómicas en que se despliega la concepción de la globalización neoliberal? En un intento de acercamiento a la respuesta de problema, debemos decir que este concepto tiene severas implicaciones para América Latina, en tanto modelo de desarrollo. Si partimos de la idea de que el desarrollo es algo deseable y un objetivo para nuestros países, nos encontramos en que este modelo lo hace inviable. Todos sabemos que los países europeos, así como Estados Unidos, han basado su alto desarrollo industrial en la degradación y destrucción salvaje del ambiente y de los recursos naturales; por lo tanto, el modo privilegiado de alcanzar el modelo deseado se encuentra vetado para América Latina. El factor ambiente tiene otras formas de expresión en el marco de la globalización, las cuales también representan serios problemas para la región. Dada la importancia de la protección del entorno natural, en los últimos tiempos se ha creado una importante legislación ambiental, la cual se orienta básicamente hacia los estándares de calidad que deben tener las empresas y sus productos para producir el menor impacto ambiental. Muchos gobiernos parten de esa normativa para evaluar los productos y las empresas con posibilidades de ingresar en el mercado interno de su país, es decir, aquellos productos contaminantes (según sus criterios) y aquellas empresas de alto impacto ambiental no pueden entrar ni funcionar en su territorio. Ese es el caso de muchos productos y empresas de América Latina.

    Para nadie es un secreto que los estándares de protección ambiental exigidos a las empresas y productos sólo pueden ser cumplidos si se trabaja con tecnología de punta, recurso escaso en Latinoamérica. Por lo tanto, esta normativa ha servido para la consolidación de los grandes monopolios industriales de los países industrializados, en la medida en que excluyen de la posibilidad de competir a nuestras empresas.

    Por su parte, las grandes corporaciones no dejan de quebrantar las normas. En un momento no muy lejano las grandes empresas se desplazaban por el mundo hacia donde la mano de obra fuese más barata, buscando incrementar su nivel de productividad a través de la superexplotación del factor trabajo. En esos movimientos lo deseado era quebrantar la legislación laboral que tantas luchas costó a los trabajadores. Más recientemente, las transnacionales ya no sólo se desplazan buscando escapatoria de la legislación laboral, sino también de la legislación ambiental. Como no todos los países cuentan con al mismo poder para la implementación de las leyes, ahora la "migración empresarial" se dirige hacia aquel territorio donde menos obstáculos exista a la hora de ejecutar actividades proclives a la degradación ambiental. No por casualidad son los países latinoamericanos los más débiles en la protección del ambiente, motivo por el cual las firmas más importantes del mundo han instalado sus maquilas en nuestro continente. El impacto de esto es doblemente grave, pues no sólo se explota a la población con largas jornadas de trabajo y bajos salarios, sino que también se está dejando una secuela de destrucción y contaminación de consecuencias impredecibles para la población.

    Como podemos notar, igual que en muchos otros aspectos, a pesar de la belleza del discurso ambientalista que sustenta estas prácticas, las mismas no benefician a los países en vías de desarrollo las políticas ambientales son un factor reproductor de las bajas condiciones de vida de la población, en vista de que disminuyen las posibilidades de nuestros países de insertarse en la economía global.

    En síntesis, la globalización muestra implicaciones a nivel mundial. La conservación de los recursos naturales se ha constituido en una tarea de todos los seres humanos. Esto por cuanto el desarrollo industrial desmedido y no planificado de los últimos años implica mayores perjuicios al medio ambiente, ya que se han contaminado los ríos y océanos, y también han aumentado los problemas en el manejo de los desechos sólidos y la globalización pone de manifiesto lo que podemos llamar amenazas globales, entre ellas tenemos el manejo de los desperdicios nucleares y el uso de mayor cantidad de aerosoles, que agravan el problema de la capa de ozono.

    El primer desafío de la globalización para la región tiene que ver con sus posibilidades de integración con la región latinoamericana, por ello es imperativo que estos países emprendan proyectos de cooperación y desarrollo. Además es conveniente que nuestros países pongan su mirada en nuevos mercados, la inversión en educación es otro de los nuevos desafíos que impone la globalización, porque el crecimiento del capital humano (definido por el aporte que la educación hace al crecimiento económico del país) es un factor primordial que incide en el desarrollo del país.

    El resguardo y la protección de la biodiversidad es una tarea muy importante. Nuestros países pueden sacar gran provecho económico de sus recursos naturales. La explotación racional y la creación de áreas para la protección de la flora y la fauna puede garantizarle una posición ventajosa en el contexto internacional.

    El refuerzo y desarrollo de la democracia participativa (referéndum y plebiscito) es una meta muy importante en pleno desarrollo de la globalización.

    Conclusiones.

    • La concepción del desarrollo en el contexto de la globalización, se ha hecho más interdisciplinaria. En su conjunto esta deja ver que el desarrollo, no es sólo crecimiento económico, sino, cambios estructurales, económicos, tecnológicos, políticos y ecológicos, que deben colocar en su esencia al hombre como sujeto y objeto histórico de transformación de su entorno, en una dimensión espacial y temporal que incluya interrelaciones, de carácter global, regional, territorial y local.
    • La forma de pensar el desarrollo sostenible en sus orígenes se basa en experiencias del mundo desarrollado, lo cual ha sido influenciado por el pensamiento globalizador. Por lo que su pretensión de validez universal, debería ser rechazada, ya que una teoría universal, supone la unidad de lo diverso, reflejando las experiencias de diferentes sociedades en correspondencia con las exigencias que demanda el desarrollo en su sentido social.
    • El pensamiento sobre desarrollo ha progresado desde un enfoque economicista a una concepción que entiende el mismo como un proceso, que abre el marco de posibilidades del hombre, como objeto y sujeto de transformación, y donde la cultura se complementa dialécticamente bajo el pensamiento de que esta es clave para el desarrollo. Por lo que el desarrollo humano sostenible es exigente con los fundamentos de la diversidad como fuente de riqueza y condición misma de sostenibilidad.

    BIBLIOGRAFÍA.

    Alfonso, Rita M. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (I)./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 74, May – Jun 1983. –11-29 p.

    ___. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (II). )./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 75, Jul – Agosto 1983. –11-27 p.

    ___. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (III). )./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 76, Sep – Oct 1983. –11- 23 p.

    ___. Las bases del desarrollo económico de Cuba./Carlos R. Rodríguez. Economía y Desarrollo (La Habana): 56, Mar – Abr 1980. –15- 28 p. Alfonso, Rita M. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (I)./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 74, May – Jun 1983. –11-29 p.

    ___. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (II). )./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 75, Jul – Agosto 1983. –11-27 p.

    ___. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (III). )./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 76, Sep – Oct 1983. –11- 23 p.

    ___. Estudio del pensamiento económico de Carlos Rafael Rodríguez en la década del 50 (IV). )./ Rita M. Alfonso, Félix Torres. Economía y Desarrollo (La Habana): 77, Nov – Dic 1983.–11- 31 p.

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    Autora:

    Msc Lidia Inés Díaz Gispert

    Lic. Yuderquis Padillas Sánchez