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Los Dones del Espíritu Santo según 1 Corintios 12:4,7-10

Enviado por Andro Velarde


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Marco teórico
  3. Marco metodológico
  4. Análisis e interpretación exegética del objeto de estudio de 1 Corintios 12:4,7-10
  5. Conclusiones y recomendaciones

CAPITULO I

Introducción

Tema.

Los Dones del Espíritu Santo según 1 Corintios 12:4,7-10

Antecedentes

El Espíritu Santo en el antiguo testamento siempre estuvo proveyendo de diferentes facultades sobre naturales que muchas personas, las cuales deberían cumplir una misión específica. Así mismo el Espíritu Santo no es muy conocido y nombrado, hasta después de pentecostés.

Las características del Espíritu Santo como miembro de la trinidad de Dios nos muestran sus beneficios para los cristianos, sus atributos naturales nos muestran la importancia que debemos darle a nuestra relación y comunión, durante todo el proceso de nuestra vida.

Justificación

La siguiente investigación se realiza para proveer conocimiento acerca de los dones del Espíritu Santo a los cristianos en general con el propósito de que cada uno pueda tener los beneficios de tales dones.

Metodológico

La investigación se realizará por medio del uso de métodos teóricos para alcanzar los objetivos definidos que amerita el estudio del libro de 1 Corintio 12:4,7-10

Social

Los dones del Espíritu Santo según 1 Corintios 12:4,7-10 dentro de la sociedad, no es fácil de explicar y aplicar, según la Biblia en la iglesia de corintios se presentaba esta situación, produciendo una mala representación de Cristo a la sociedad, por esta razón la investigación que se realiza será de ayuda a ministros y miembros de iglesias para su correcta aplicación en medio de la interacción con la sociedad.

Contemporáneo

En la presente situación actual los conceptos aun no son claros en relación a los dones del Espíritu Santo encontrados en 1 Corintios 12:4,7-10, las practicas de los dones espirituales llegan a ser cuestión de debates y polémicas para los espectadores, por lo tanto la investigación esclarecerá estos detalles.

Planteamiento del problema

¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo, mencionados en 1 Corintios 12:4,7-10?

Las prácticas de los dones del Espíritu Santo son expuestas por miembros de la iglesia, para el crecimiento en número y calidad de seguidores.

Formulación del problema

¿Cuál es la manera correcta de practicar los dones del Espíritu Santo según 1Corintios 12:4,7-10?

Objeto de estudio

Análisis Bíblico sobre los dones del Espíritu Santo.

Campo de acción

Estudio de la Biblia en 1 Corintios12:4,7-10 y comentarios de apoyo.

Objetivos

Objetivo general

Realizar una explicación clara sobre los dones del Espíritu Santo, mencionados en 1Corintios 12:4,7-10.

Objetivo especifico

Analizar los dones del Espíritu Santo de una forma exegética

Profundizar en el tema de los dones del Espíritu Santo para un mejor entendimiento.

Estudiar los dones del Espíritu Santo

Desarrollar el estudio por medio de la investigación acerca de los dones del Espíritu Santo tanto en la biblia como en algunos comentarios.

Idea a defender

En la presente investigación se defenderá el siguiente tema: Los Dones del Espíritu Santo, en base a la cita Bíblica de 1Cor. 12:4

CAPITULO II

Marco teórico

Marco Histórico

1 Historia de la ciudad de Corintio

La ciudad de corintios pertenecía al imperio griego y se encontraba en un punto estratégico de comercio y se convirtió en una de las ciudades más importantes esto nos dice el autor Simón J. Kistemaker 1998 en su libro comentario al nuevo testamento de la primera epístola de corintios

En su obra La Iliada, Homero hace mención de Corinto. Esto significa que la ciudad se remonta por lo menos al segundo milenio antes de Cristo. Su influencia se dejó sentir en toda la península, en el istmo y en partes de Grecia central. Por ser una ciudad atractiva desde el punto de vista económico, Corinto llegó a la cima de su poder en el siglo séptimo a.C. Fue Periandro quien fomentó la influencia económica de Corinto, equipando a los pequeños barcos para que pudieran transitar por el istmo. Pero durante los dos siglos que siguieron, Corinto tuvo que vérselas con Atenas,poderoso rival. Después vino el conflicto bélico entre Atenas y Esparta, la llamada guerra del Peloponeso (431–404 a.C.). Corinto tomó partido en favor de Atenas. La guerra debilitó tanto a Atenas y a Corinto que Filipo II de Macedonia logró conquistar Corinto en el año 338 a.C. Su hijo, Alejandro el Grande, utilizó a Corinto como centro de comercio y de atracción turística.

Después de la muerte de Alejandro (323 a.C.), Corinto se convirtió en la más importante de las ciudades estado griegas del Peloponeso y del sur de Grecia. Cuando los romanos conquistaron Grecia (196 a.C.), pusieron a Corinto a la cabeza de la confederación de las ciudades de la provincia de Acaya. Cincuenta años después, Corinto se sublevó contra Roma, lo que forzó a Lucio Mumio a destruir la ciudad. La ciudad permaneció en ruinas por todo un siglo, hasta que Julio César la restauró el año 44 a.C. El emperador también construyó el puerto de Licaonia y el de Cencrea. De esta forma, Corinto se convirtió en una colonia romana, conocida como la Colonia Laus Julia Corinthiensis (la colonia de Corinto es una alabanza a Julio). Se trataba, pues, de una colonia que daba honor a Julio César. La ciudad volvió a prosperar, llegando a ser un centro de comercio que atrajo a gente de muchas partes del mundo. (Página 12)

2. Historia de la iglesia de Corinto

La Iglesia de Corintio fue fundada por el Apóstol Pablo en su segundo viaje misionero, después de visitar otras iglesias esto nos dice el autor Simon J. Kistemaker 1998 en su libro comentario al nuevo testamento de la primera epístola de corintios

Después de la reunión en Jerusalén, Pablo empezó su segundo viaje misionero visitando las iglesias de Asia Menor (Hechos 15:36–16:5). Después cruzó el Mar Egeo y viajó hasta Filipo, Tesalónica, Berea y Atenas (Hechos. 16:8–17:33). Suponemos que Pablo llegó a Corinto en el otoño del año 50, quedándose allí por ocho meses (Hechos. 18:11). En la primavera del año 52, Pablo partió de Corinto. Junto con Aquila y Priscila zarpó rumbo a Éfeso, donde se separaron, porque el apóstol continuó viaje a Cesarea, Jerusalén y Antioquía (Hechos. 18:18–22). Luego viajó otra vez por Asia Menor, fortaleciendo las iglesias, hasta llegar a Éfeso, probablemente en el otoño del año 52 (Hechos. 18:23; 19:1). (Página 17) (Biblioteca e-Sword)

Marco contextual

La ciudad de corintio

1. Ubicación geográfica de la ciudad de corintio

La antigua ciudad de Corinto estaba ubicada en la amplia llanura que está debajo del elevado Acrocorinto, una inexpugnable cima de 630 metros de altura que se alza en la península del Peloponeso. La escarpada pendiente del Acrocorinto convirtió el lugar en una fortaleza casi invencible, por lo que la ciudad misma gozaba de una relativa seguridad. Entre la antigua ciudad de Corinto y la ciudad puerto de Licaonia, en el golfo de Corinto, sólo había una distancia de más o menos 3.2 kilómetros hacia el norte. A unos 11 kilómetros hacia el este, estaba el puerto de Cencrea, en el golfo Sarónico. Fue a través de estos dos puertos que Corinto se llenó de comercio y riqueza. Los barcos que venían del occidente (Italia, España y África del Norte) traían sus mercancías a Licaonia; y los barcos que llegaban del oriente (Asia Menor, Fenicia, Palestina, Egipto y Cirene) atracaban en Cencrea. (Biblioteca e-Sword)

2 Ámbito socio económico.

Capitanes y tripulación evitaban navegar las doscientas millas náuticas que había alrededor del cabo que estaba al sur de la península (cabo Malea), porque las impredecibles tormentas podían convertir la navegación en una aventura traicionera. Tanto propietarios como marineros sabían que jamás podrían olvidar la pérdida de vidas, barcos y cargamento.

Así que preferían anclar en Licaonia o en Cencrea. A partir de estos dos puertos, las mercancías se distribuían en pequeñas naves que recorrían las islas que conectaban la península con Grecia central.

De esta forma, Corinto podía recaudar una considerable suma de impuestos, cobrando peaje por el tránsito de mercancías a través del istmo.1

1 Jerome Murphy-O"Connor, «The Corinth that Saint Paul Saw», BA 47 (1984): 147–59. (Biblioteca e-Sword)

3. Población

Como se trataba de una colonia romana, Corinto estaba sujeta al derecho romano. Así que, su gobierno era similar al de la ciudad imperial.4 La lengua oficial era el latín, aunque el pueblo en general hablaba griego. Pablo registra los nombres latinos de algunos hermanos que vivían en Corinto: Tercio, Gayo, Cuarto (Ro. 16:22, 23); la pareja judía Aquila y Priscila, Tito Justo Crispo, principal de la sinagoga, y Fortunato (Hch. 18:2, 7; 1 Co. 1:14; 16:17). Militares o civiles, los oficiales romanos residían en Corinto, como era el caso del procónsul Galión (Hch. 18:12). (Biblioteca e-Sword)

4. Religión y cultura

En los siglos anteriores al cristianismo, autores griegos y romanos con frecuencia describían a Corinto como la ciudad de la fornicación y la prostitución. Los griegos acuñaron el término corinthiazethai (literalmente: «vivir a lo corintio») para describir la inmoralidad de la ciudad. Corinto tenía más de una docena de templos. El antiguo templo dedicado a Afrodita, la diosa del amor, era famoso por su inmoralidad. Antes de que Corinto fuese destruida por los romanos (en 146 a.C.), Estrabón ya había escrito sobre el templo de Afrodita. Y aunque muchos eruditos han puesto en duda la exactitud de sus palabras, Estrabón afirmó que en dicho templo había miles de prostitutas. Como Corinto tenía dos puertos, es posible suponer que alojaba una multitud de marineros, comerciantes y soldados.

Esto hacía difícil que la ciudad fuese conocida por tener una moral respetable. El que Pablo tenga que exhortar explícitamente a los corintios a que huyan de la inmoralidad sexual (5:1; 6:9, 15–20; 10:18) es una indicación precisa de que la promiscuidad era algo bastante común en la ciudad. Corinto daba libertad para que diferentes grupos religiosos practicaran su fe. No sólo estaba el culto a Afrodita, también se adoraba a Asclepio, a Apolos y a Poseidón. También había altares y templos para las deidades griegas como Atenas, Hera y Hermes. Otros altares estaban dedicados a los dioses de Egipto, Isis y Serapis.

Los judíos constituían otro de los tantos grupos religiosos. Los emperadores Julio César y Tiberio concedieron a los judíos libertad para practicar su religión, siempre y cuando se cuidaran de no participar en actos sediciosos contra el gobierno romano. El emperador Claudio confirmó este edicto imperial. Así que, los judíos tenían su propia sinagoga, a la que Pablo fue invitado a predicar, para luego ser expulsado de allí. Lucas nos relata que los líderes judíos arrastraron a Pablo hasta el tribunal de justicia (bema) del procónsul Galión, para acusarlo de enseñar una religión contraria a la ley (Hechos. 18:12, 13). Sabiendo que la religión judía estaba autorizada, Galión no hizo caso de los alegatos de los judíos, porque nada tenían que ver con el derecho romano. Para él, sólo se traba de un asunto religioso de carácter privado. Como no era un asunto civil, desestimó los cargos. A nadie le pareció mal que el cristianismo se instalara en Corinto. Por un lado, la gente estaba acostumbrada a convivir con diferentes corrientes religiosas. Por el otro, se tenía la impresión de que era otra versión de la fe judía, aunque para los gentiles de Corinto era más fácil aceptar la fe cristiana que la religión judía. Pablo enseñaba que los gentiles que se convertían al cristianismo no estaban obligados a guardar los ritos de la fe judía, tales como la circuncisión. Esta enseñanza terminó enfureciendo a los oficiales de la sinagoga local, quienes llevaron a Pablo ante Galión. Como los judíos no ganaron el juicio, Pablo y la iglesia pudieron continuar predicando el evangelio sin temor a ser agredidos (Hechos. 18:10).

La iglesia continuó creciendo, porque el Señor tenía mucho pueblo en aquel lugar. En contraste con los judíos, en Corinto los creyentes se empezaron a reunir en las casas de los hermanos. Usaron, por ejemplo, la casa de Ticio Justo, que quedaba al lado de la sinagoga. Se establecieron congregaciones en los hogares. Una casa grande albergaría a unas cincuenta personas, mientras que casas más pequeñas, a unas treinta. Uno de los eventos más destacados de esta ciudad cosmopolita del siglo primero eran los juegos ístmicos, cuya importancia sólo era opacada por los juegos olímpicos. Los juegos ístmicos se realizaban cada dos años al llegar la primavera, e incluían pedestrismo, boxeo, lucha libre y carreras de carros (cf. 9:24–27).10 Durante su estadía de dieciocho meses en Corinto, Pablo debió asistir a los juegos ístmicos de la primavera del año 51 d.C.

Suponemos que poniendo en práctica su principio de «a todos me he hecho de todo» (9:22, 27), usó la ocasión para comerciar con las carpas que fabricaba y para proclamar el evangelio de salvación. (Biblioteca e-Sword)

Marco conceptual

Dones

Transliteración de la palabra griega «Charis», que significa «don, regalo, gracia, favor, poder, oficio, misión».

Son dones que, procedentes de Cristo ascendido, Cabeza de la iglesia, son distribuidos por el Espíritu Santo. Todos los creyentes, habiendo recibido la unción del Espíritu. (Ap. 1:6; 2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20, 27), son receptores del los dones del Espíritu (o dones espirituales), que son capacidades sobrenaturales concedidas a cada creyente, en vista del servicio y función que tienen dentro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:7, 11). (Diccionario Biblico expocitivo)

(Microsoft Encarta 2009. 1993-2008 Microsoft Corporation)

Espíritu

Traducción de la voz hebrea Ruakh y la griega Pneuma, que significan «aire en movimiento», «viento» o «aliento».La ruakh es la señal y el hálito de vida. Se considera el principio vital tanto del hombre como del animal, y es sensible de debilitamiento por causas como la sed y el cansancio. Los ídolos no tienen ruakh.

Pneuma denota en primer lugar el viento (relacionado con pneo, respirar, soplar); también aliento; luego, de forma especial, el espíritu, que, a semejanza del viento, es invisible, inmaterial y poderoso. Los usos que se hacen de este término en el NT se pueden analizar de una forma aproximada de la manera siguiente: a) el viento (Jn 3.8;) b) el aliento que da al margen la traducción alternativa «soplo»; «aliento de su boca». (Vine Diccionario Expositivo)

Santo

Las lenguas semíticas tienen dos formas originales de la raíz que son distintas. Una significa «puro» y «consagrado» como en el acádico qadistu y el hebreo qadesh («santo»). La palabra describe algo o alguien. La otra quiere decir «santidad» como una circunstancia o como un abstracto, de la misma manera que en arábigo al-qaddus («lo más santo o puro»). En hebreo el verbo qadash combinan ambos elementos: descriptivo y estático. La comprensión tradicional de «separado» es solo un significado derivado y no el principal.

Perfecto y libre de toda culpa. En el mundo cristiano, se dice de la persona a quien la Iglesia declara tal, y manda que se le dé culto universalmente. Dicho de una persona: De especial virtud y ejemplo. Dicho de una cosa: Que está especialmente dedicada o consagrada a Dios. (Microsoft Encarta 2009. Microsoft Corporation)

Espíritu Santo.

Espíritu Santo, en la fe cristiana, la tercera persona de la Trinidad, siendo las otras Dios Padre y Dios Hijo. En el Nuevo Testamento Jesucristo se refiere al Espíritu Santo como 'el Consolador… que mi Padre enviará en mi nombre' (Jn. 14,26). (Microsoft Encarta 2009. Microsoft Corporation)

CAPÍTULO III

Marco metodológico

Tipos de investigación

Histórico

Métodos teóricos

Análisis Sintético

Análisis.

(DRAE) Análisis

edu.red

Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. Examen que se hace de una obra, de un escrito o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual.

Un análisis, en sentido amplio, es la descomposición de un todo en partes para poder estudiar su estructura, sistemas operativos, funciones, etc. (enciclopedia libre)

Existen tantos tipos de análisis que centrarse en una única definición aplicable en todos los ámbitos resulta muy complicado. A nivel general, puede decirse que un análisis consiste en identificar los componentes de un todo, separarlos y analizarlos para lograr acceder a sus principios más elementales.

Por ejemplo: "Vamos a tener que someter al paciente a un análisis toxicológico para saber por qué llegó a la clínica en este estado", "El gerente dedicó varias horas al análisis del informe", "Creo que el análisis del partido que hizo el entrenador es muy acertado".

Un análisis, por lo tanto, puede ser una evaluación, un examen o una investigación de una obra intelectual. El término también se utiliza en referencia a la terapia del psicoanálisis.

Síntesis:

Es un término que proviene del latín synthesis y cuyo origen más remoto se encuentra en un vocablo griego. El concepto hace referencia a la composición de un todo por la reunión de sus partes. En otras palabras, la síntesis es la composición de un conjunto a partir de sus elementos separados en un proceso previo. (Enciclopedia libre)

Una síntesis es un compendio condensado de los conceptos más relevantes sobre el tratamiento de un tema determinado. El acto de reducir la elaboración de un tópico a sus elementos más substanciales es especialmente importante para llevar a cabo cualquier tipo de estudio. Así, el empleo de resúmenes es de gran utilidad para afrontar toda educación formal. (Diccionario Encarta)

Método Lógico:

La lógica estudia las estrategias que sigue la inteligencia, para conocer de manera ordenada y eficaz. Esas estrategias vienen a ser los pasos que dan la filosofía y la ciencia, para abrirse caminos en las complejidades de los real. En griego camino se dice métodos y sus pasos principales son el análisis y la síntesis, la inducción, la educación, la definición, la división y la clasificación. Analizar es dividir un método en dos partes que lo constituyen, para facilitar su estudio de forma ordenada y minuciosa.

Método Biográfico

El método biográfico es la utilización sistemática de documentos que reflejan la vida de una persona, momentos especiales de ella o aspectos destacados. Las experiencias personales de científicos, artistas, dirigentes u otras personas sobresalientes, suelen reflejar tanto la vida como el contexto histórico-social en el que la obra de esa persona cobra sentido. (Diccionario Encarta)

El método biográfico permite, a través de las narrativas de los protagonistas, de contemporáneos, o de estudiosos, la reconstrucción de una época, de un momento histórico de producción científica, tecnológica o artística. (Enciclopedia libre)

Método Exegético

El método de interpretación exegética es el método de interpretación por el cual se estudia artículo por artículo, de las normas jurídicas, en tal sentido sólo puede ser utilizado para estudiar o interpretar normas legales y no otras fuentes o partes del derecho. El método de la exégesis, como su nombre lo indica, consiste en conocer el código civil, por las mismas palabras y proposiciones empleadas en su redacción. (Microsoft Studen Encarta)

Exegética (vocablo que en el idioma griego significa "extraer," en este caso, la verdad). Procura establecer el significado verdadero de las Escrituras. Este ramo de la teología requiere conocimientos de los idiomas originales en los cuales fueron escritas las Sagradas Escrituras. (Teología Bíblica y Sistemática Myer Pearlman, Editorial Vida Deerfield, Florida primera 1990)

Método Histórico:

El método histórico o la metodología de la historia es la forma de método científico específico de la historia como ciencia social. Comprende las metodologías, técnicas y las directrices mediante las que los historiadores usan fuentes primarias y otras pruebas históricas en su investigación y luego escriben la historia; es decir, elaboran la historiografía .

Que estudia los eventos, procesos e instituciones de las civilizaciones, con el propósito de encontrar los orígenes o antecedentes de la vida social contemporánea y de esta manera comprender su naturaleza y funcionamiento. Se parte de la idea de que nuestras costumbres y formas de vida social tienen sus raíces en el pasado.

CAPITULO IV

Análisis e interpretación exegética del objeto de estudio de 1 Corintios 12:4,7-10

edu.rededu.red

Segun el comentario del nuevo testamento de William Barclay

1 Corintios 12:4

Lo que Pablo se propone en esta sección es hacer hincapié en la unidad esencial de la Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo; y la característica de un cuerpo sano es que cada uno de sus miembros o sistemas realiza su propia función para bien del conjunto; pero unidad no quiere decir uniformidad; y, por tanto, dentro de la Iglesia hay diversos dones y funciones diferentes, que son, colectiva e individualmente, dones del mismo Espíritu diseñados, no para la gloria del miembro individual, sino para el bien de todo el Cuerpo.

Pablo empieza por decir que todos los dones especiales (jarísmata) proceden de Dios, y está convencido de que, por tanto, deben usarse en el servicio de Dios. El fallo de la iglesia, por lo menos en los tiempos modernos, es que ha interpretado la idea de los dones especiales con excesiva estrechez. Demasiado a menudo ha actuado sobre la supuesta base de que los dones especiales que puede usar consisten en cosas como hablar, orar, enseñar, escribir -es decir, más o menos dones intelectuales. Estaría bien que la iglesia se diera cuenta de que los dones de la persona que puede hacer cosas con las manos son tan dones de Dios como los otros. El albañil, el carpintero, el electricista, el pintor, el mecánico, el fontanero, todos tienen dones especiales que proceden de Dios y pueden usarse para Dios.

Es sumamente interesante examinar la lista de dones especiales que da Pablo, porque por ella podemos aprender mucho del carácter y obra de la Iglesia Primitiva.

Según el comentario de Jamieson-Fausset-Brown

4. hay repartimiento de dones-Esto es, variedad de dotes espirituales peculiares a los diferentes miembros de la iglesia. Compárese: "repartiendo a cada uno particularmente" (v. 11). mas el mismo Espíritu es-Aquí se menciona la Santa Trinidad: el Espíritu Santo en este versículo; Cristo en el v. 5; y el Padre en el v. 6. Los términos "dones," "ministerios," y "operaciones," corresponden a las tres divinas personas. Se trata del Espíritu en el v. 7, etc.; del Señor en el v. 12, etc.; de Dios, en el v. 28. Véase Eph_4:4-6.

4. Hay variedades de dones, pero el mismo Espíritu. 5. Hay variedades de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6. Y hay variedades de actividades, pero el mismo Dios está obrándolo todo en todos.

Si para concentrarnos en los sustantivos de estos versículos suprimimos por un momento la repetición de las expresiones hay variedades y pero es el mismo, descubrimos el siguiente arreglo:

Hay variedades de dones ministerios actividades, pero el mismo Espíritu [Santo] Señor [Jesús] Dios [Padre] está obrándolo todo en todos.

Podemos hacer tres pares: dones y Espíritu, ministerios y Señor, actividades y Dios. La frase «todo en todos» sirve de conclusión. Para decirlo de otro modo, en relación con el Espíritu hay variedades de dones; en relación con el Señor esos dones son ministerios; y en relación con Dios son actividades. Miremos ahora el pasaje versículo por versículo. a. «Hay variedades de dones, pero el mismo Espíritu». El término variedades está en plural para revelar la forma tan completa en que la gracia de Dios se ha propagado en el pueblo de Dios. Quiere decir que estos dones tenían funciones distintas y que estaban ampliamente distribuidos entre la comunidad cristiana. De tal manera que, cada creyente tiene algún don o dones, pero nunca los posee todos (véase 1 P. 4:10). La palabra variedades quiere decir que la iglesia de Cristo tiene unidad y diversidad. Pensemos, por ejemplo, en un árbol bien formado. Aunque el árbol produce una multitud de hojas, ninguna es igual. De la misma forma, la iglesia refleja unidad en su totalidad, pero uniformidad en sus partes. La iglesia ha sido bendecida con una variedad de dones que reflejan la diversidad y que contribuyen a la unidad.

¿Qué son estos dones? En el versículo introductorio (v. 1), Pablo mencionó los pneumatikon (=dones espirituales), pero ahora los llama jarismata (=dones de gracia).

Según el comentario de Jamieson-Fausset-Brown

7. Empero-Aun cuando todos los dones manan de un Dios, un Señor, y un Espíritu. la "manifestación" de los actos del Espíritu varía en cada individuo. a cada uno-de los miembros de la iglesia en particular. le es dada manifestación del Espíritu para provecho-con el fin de dar provecho a todo el cuerpo.

Según Simón J. Kistemanker

7. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien común.

Con demasiada frecuencia se cree que son los pastores, los evangelistas y los misioneros los únicos que han recibido dones especiales. La gente a menudo hace una distinción entre una ocupación secular y una sagrada. Se cree que el servicio al reino lo realizan los que han sido ordenados para servir al Señor en ministerios especiales.

Pablo escribe que cada creyente recibe la manifestación del Espíritu. Como el Espíritu Santo mora en cada creyente (6:19), hace sentir su presencia por medio de algún don. De una forma u otra, el Espíritu Santo se revela en la vida de cada creyente. Esto no quiere decir que cada creyente tiene sólo un don. Por ejemplo, Pablo mismo había recibido el don de la continencia y el de hablar en lenguas (7:7; 14:18).

La frase la manifestación del Espíritu podría ser un genitivo objetivo o subjetivo. Si es objetivo, quiere decir una acción que revela la presencia del Espíritu. Si es subjetivo, apunta a una acción que el Espíritu genera. En vista del verbo pasivo es dada, quizá debiéramos aceptar la interpretación objetiva, ya que el verbo implica que Dios es el que da los distintos dones.15

La evidencia de la presencia del Espíritu en la vida del creyente sirve al bien común de toda la comunidad. El Espíritu usa los dones de cada creyente para la edificación de la iglesia (cf. Ef. 4:12), la cual es un tema que Pablo aplica más adelante a su discusión del uso de las lenguas (14:4). La intención aquí es promover el bien común, lo cual prohíbe que el cristiano use sus dones para beneficio personal. Pablo no niega que un don pueda ser de beneficio para el que lo posee,16 pero Dios confiere sus dones a su pueblo para que todos sean edificados (14:26).

Segun el comentario del nuevo testamento de William Barclay

1 Corintios 12:8 Empieza con dos cosas que suenan muy parecidas: la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento. La palabra griega que traducimos por sabiduría es sofía. Clemente de Alejandría la define como " el conocimiento de cosas humanas y divinas y de sus causas.» Aristóteles la describía como " proponerse los mejores fines usando los mejores medios.» Esta es la clase superior de sabiduría; procede, no tanto de los pensamientos, como de la comunión con Dios. Es la sabiduría que conoce y reconoce a Dios. Conocimiento -la palabra griega es gnósis- es una cosa mucho más práctica. Es el saber qué hacer en una situación determinada. Es la aplicación práctica de la sofía a la vida y las cuestiones humanas. Las dos cosas son necesarias -la sabiduría que conoce las cosas profundas de Dios mediante la comunión con Él, y el conocimiento que puede poner esa sabiduría en práctica en la vida cotidiana de la iglesia y del mundo.

Según Simón J. Kistemanker

«A uno le es dada una palabra de sabiduría mediante el Espíritu». La sabiduría es el primero de los dos dones pedagógicos. Dios da este don de sabiduría y comunica su contenido por medio del Espíritu Santo. Literalmente, el griego dice: «palabra de sabiduría»; otros traductores colocan: «que hablen con sabiduría» (VP, cf. BP, CB, LT). El don tiene que ver con la habilidad de hablar sabiduría divina, la cual los creyentes reciben a través del Espíritu Santo (cf. 2:6, 7). Se contrasta la sabiduría divina con la humana (1:17, 20, 25).

En Jesús se cumplió la profecía de Isaías, quien decía que el Espíritu de sabiduría descansaría sobre el Mesías (Is. 11:2). Jesús creció en sabiduría (Lc. 2:52). Esteban estaba lleno de sabiduría y del Espíritu (Hch. 6:10), siendo un ejemplo de cómo Jesús cumplió su promesa de que daría sabiduría a sus discípulos. Por último, Santiago le dice a sus lectores que si alguno tiene falta de sabiduría, debe pedírsela a Dios, quien la imparte con generosidad sin reprochar ninguna cosa (Stg. 1:5). Los creyentes deben con fe pedir sabiduría, y Dios se las dará.

«A otro una palabra de conocimiento según el mismo Espíritu». El segundo don pedagógico es el conocimiento. En esencia, se trata de «un conocimiento íntimo y personal de Dios que no depende del intelecto sino del amor, que depende del conocimiento que Dios tiene del hombre».18 El término denota afinidad y apunta a una relación personal que existe entre Dios y el redimido en Cristo. Dios imparte este conocimiento por medio de su Espíritu y debe usarse dentro de la comunidad cristiana para el beneficio de todos sus miembros. Se expresa en el saber, entender y explicar al pueblo la revelación de Dios en la Escritura y en la creación.

Segun el comentario del nuevo testamento de William Barclay

1 Corintios 12:9 Lo siguiente en la lista es la fe. Pablo quiere decir más de lo que normalmente entendemos por fe. Esta clase de fe se ha definido como la fe potente, y como el poder que hace realidad lo espiritual. Es la fe que de veras produce resultados; la que, según la frase que mejor la define, puede de veras mover montañas. No es sencillamente la convicción intelectual de que una cosa es verdad, sino el creer apasionadamente en algo que le hace a una persona invertir en ello todo lo que tiene y es. Es la fe que le acera la voluntad y le infunde valor a una persona para la acción, la que hace realidad la visión.

Según el comentario de Jamieson-Fausset-Brown

9. Fe-No de doctrina, sino de milagros: la confianza en Dios, por el impulso del Espíritu, de que él los haría capaces de obrar cualquier milagro necesario (comp. cap. 13:2; Mar_11:23; Jam_5:15). Su naturaleza o principio es el mismo que el de la fe salvadora. a saber, una dependencia consciente en Dios; la causa productora también es la misma, a saber, un poder del todo sobrenatural (Eph_1:19-20). Pero los objetos de la fe difieren unos de otros respectivamente. Por tanto, vemos que la fe salvadora no salva por su mérito intrínseco, sino por los méritos de aquél quien es el objeto de ella.

Según Simón J. Kistemanker

«A otro le es dada fe por el mismo Espíritu». El tercer don es la fe. Junto con los milagros y las sanidades, pertenece a la categoría de dones sobrenaturales. Como todo verdadero creyente tiene fe en Jesucristo, Pablo no se refiere a la fe salvadora. Más bien se refiere a la convicción completa y firme de que Dios va a realizar un milagro.

Jesús les dijo a sus discípulos que si tenían fe como un grano de mostaza, podrían mover montañas (Mt. 17:20; 1 Co. 13:2). Con la llegada de Pentecostés, los apóstoles mostraron tener esa fe. Por ejemplo, Pedro y Juan valientemente se opusieron a los miembros del Sanedrín, predicaron el evangelio y en el nombre de Jesús sanaron a un lisiado (Hch. 3:1–4:2). Pablo obedeció la palabra de Jesús que lo enviaba a testificar en Roma (Hch. 23:11). La fe de Pablo no vaciló cuando vino una tormenta en el Mar Mediterráneo y todos los que estaban a bordo del barco perdieron toda esperanza de conservar la vida. Por el contrario, animó a la tripulación y a los pasajeros diciéndoles que confiaran en Dios, porque todos estarían a salvo y lograrían llegar a una de las islas (Hch. 27:23–26, 34).

Un número incontable de creyentes ha demostrado su confianza en Dios, y su fe ha sido ecompensada en formas milagrosas. El autor de Hebreos presenta una lista de los héroes de la fe del Antiguo Testamento (Heb. 11), la cual tiene su contraparte no escrita en los tiempos del Nuevo Testamento. Aquel autor pasa por alto la fe de Elías, pero Santiago menciona su nombre y dice que era un hombre como cualquiera de nosotros (Stg. 5:17, 18). Por lo tanto, el don especial de la fe no se limita a un profeta del Antiguo Testamento ni a un apóstol del Nuevo.

Segun el comentario del nuevo testamento de William Barclay

A continuación Pablo habla de los dones especiales de sanidades. La Iglesia Primitiva vivía en un mundo en el que los milagros de sanidades eran corrientes. Cuando un judío se ponía enfermo, era más probable que fuera al rabino que al médico; y lo más probable era que se pusiera bueno. Esculapio era el dios de la sanidad en la mitología griega. A sus templos iba la gente corrientemente a pasar una noche allí para curarse, y a menudo se curaban. Frecuentemente se encuentran en las ruinas de aquellos templos inscripciones conmemorativas de sanidades y exvotos. (La definición de esta última palabra que da el D R.A E. es: «Don u ofrenda, como muletas, mortajas, figuras de cera, cabellos, tablillas, cuadros, etc., que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a los santos en señal y recuerdo de un beneficio recibido. Cuélguese en los muros o en la techumbre de los templos. También se dio este nombre a parecidas ofrendas que los gentiles hacían a sus dioses»). Se supone que no se molestarían ni gastarían dinero en hacer un exvoto por nada. En el templo de Epidaurus hay una inscripción que dice que un cierto Alketas, «aunque ciego, tuvo una visión en sueños. Le pareció que el dios se dirigía a él y le abría los ojos con sus dedos, y lo primero que vio fueron los árboles que había en el templo. Al amanecer se fue curado.» En el templo de Roma -hay una inscripción que dice: «A Velerius Aper, un soldado ciego, el dios le dio un oráculo para que viniera, tomara la sangre de un gallo blanco mezclada con miel y se la pusiera en los ojos como colirio durante tres días, y recibió la vista y vino a darle las gracias al dios públicamente.» Era un tiempo de milagros de curación.

No hay la más ligera duda de que los dones de sanidad existieron en la Iglesia Primitiva; Pablo no los habría citado si no hubieran sido reales. En la carta de Santiago (5:14) se da la instrucción de que, si una persona está enferma, debe dirigirse a los ancianos de la iglesia para que la unjan con aceite. Es un hecho histórico indudable que, hasta el siglo IX; el sacramento de la unción era para impartir sanidad; a partir de entonces pasó a ser la extremaunción, para preparar a morir a los fieles. La Iglesia nunca perdió del todo este don de sanidad; y en tiempos recientes se ha redescubierto en cierta manera. Montaigne, uno los escritores más sabios de todos los tiempos, decía acerca de la educación de un chico: «Me gustaría que entrenara sus miembros no menos que su cerebro. No es una mente ni un cuerpo lo que estamos educando, sino a una persona humana. Y no debemos dicotomizarla.» La iglesia ha pasado mucho tiempo dicotomizando al ser humano en cuerpo y alma, y asumiendo responsabilidad por el alma pero no por el cuerpo. Es una cosa buena que en nuestro tiempo hemos aprendido una vez más a tratar a la persona como un todo indivisible.

Según Simón J. Kistemanker

«Y a otro dones de sanidad por un solo Espíritu». Los dones de la fe y de sanidad están íntimamente relacionados. Santiago escribe que la oración de los ancianos de la iglesia que oran con fe sanará al enfermo (Stg. 5:14, 15). Cuando los ancianos reclaman las palabras escritas por Santiago y confían que Dios oirá su oración ferviente, con frecuencia se produce el milagro de la sanidad. No obstante, es bueno que digamos dos palabras de cautela: primero, los ancianos no deben suponer que han recibido en forma permanente un don que los capacita para sanar a cualquier miembro de la iglesia que esté enfermo. Segundo, a pesar de oraciones elevadas con fervor y fe, Dios puede decidir que no va a devolverle a alguien la salud y fuerza que antes tenía.

En los primeros años de la iglesia cristiana, no sólo los apóstoles sino que también los diáconos recibieron la habilidad de sanar. En aquel tiempo, los apóstoles sanaron a todos los enfermos que acudieron a ellos (Hch. 5:16b). Pedro sanó a la gente tocándolas con su sombra (Hch. 5:15, 16). Esteban y Felipe hicieron milagros de sanidad en Jerusalén y Samaria (Hch. 6:8; 8:6, 7). En la ciudad de Listra, en Asia Menor, Pablo sanó a un cojo (Hch. 14:8–10) y, sin embargo, él mismo estaba afligido de una dolencia que él llamaba una espina en la carne. Aunque Pablo le rogó al Señor que lo sanara, Jesús le respondió: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad» (2 Co. 12:9).

Además, en sus epístolas Pablo admite indirectamente no haber podido sanar a Epafrodito (Fil. 2:27), a Timoteo (1 Ti. 5:23) o a Trófimo (2 Ti. 4:20). ¿Por qué el Señor no le dio a Pablo la habilidad de sanar a sus amigos? La respuesta está en el fin para el cual se sana un enfermo. El Nuevo Testamento enseña que las sanidades por lo general se realizaban para fortalecer la fe y ampliar el círculo de creyentes. En algunas circunstancias, Dios no sanará a un enfermo para sólo promover su bienestar físico. Hoy en día los creyentes no poseen el don de sanidad que los apóstoles tenían en el tiempo de la naciente iglesia del Nuevo Testamento. En nuestra época cuando los creyentes oran con fe y esperan una respuesta divina, por lo general no se produce ninguna sanidad.

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