- El lugar donde nacen los gordos y su importancia
- Los Estados Unidos: baluarte de la obesidad mundial
- ¿Qué sucede en el resto del planeta?
- La Paradoja de Easterlin
- Como siempre, sucedió antes en los Estados Unidos, entre los 1970 y 1980"s, para ser exactos
- En resumen
- Bibliografía
"La dieta escueta que la vida en una isla remota les brindara a los nauruanos, la dieta espartana que el suelo les ofrecía a los Pima y la dieta escasa de los aborígenes australianos, fueron reemplazadas por la dieta de alta densidad en calorías que caracteriza la dieta de los Estados Unidos; donde hoy reside la población más gorda del mundo". FEF en Las Políticas de la Gordura y la Indiferencia Hacia lo Irrefutable.
Investigaciones recientes, justifican que nuestras consideraciones ominosas acerca de las políticas de la gordura y de las consecuencias nefastas de esta condición en el equilibrio y la sostenibilidad mundial sean reconsideradas.
Thomas R. Malthus
Cuando el clérigo inglés Thomas Robert Malthus publicó en el año 1798 su famoso Ensayo Acerca de la Explosión Demográfica (Precisamente: An Essay on the Principle of Population as It Affects the Future Improvement of Soviet [Londres, 1798]) conocido mejor como The Esa on Population).
En esta contribución, la cual hizo con la intención de amonestar a la Inglaterra (y al mundo) de entonces, de las graves consecuencias que resultarían para la Humanidad, la continuación de un crecimiento desbocado en la población mundial. El famoso eclesiástico predijo que "el poder de [el crecimiento] de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra de proveer para la subsistencia humana".
Que estuviera equivocado en muchos respectos no resta de la precisión general ni de la importancia de sus conclusiones.
Malthus, durante su vida, no podría ni remotamente soñar, que sus ideas serían la base central acerca del hambre universal, las que en nuestro siglo pasado fueran observables y que serían contrastadas por un fenómeno imprevisto, el de la sobrealimentación en forma de gordura mundial.
En el año 1825, cuando Malthus le estaba haciendo las últimas revisiones a su tesis, cerca de mil millones de personas habitaban la Tierra. En los cien años que siguieron, la población mundial se duplicó a 2 mil millones, en los próximos cincuenta años (del 1925 al 1976) se duplicó de nuevo, a 4 mil millones. Para el año 1990 había crecido una vez más a 5,330 millones.
Se estima, que a esa velocidad de crecimiento demográfico, que para el año 2,025 — tiempo durante el cual por lo menos la mitad de los que lean estas páginas estarán aún vivos, la población mundial llegará a unos 9,400 millones de personas. (Véase mi ponencia: Las Políticas del Hambre). (Para leer más: http://www.monografias.com/trabajos50/el-hambre/el-hambre).
Hambre…
Si la población total del mundo pudiese ser puesta en una balanza para ser pesada, se calcula — usando formulas matemáticas muy precisas — que, con tantas personas con sobrepeso en existencia, que la carga adicional que representan las personas obesas añadiría 300 millones agregadas de personas al total, si en lugar de ser gordas todas fueran de peso promedio.
En otras palabras, lo que la importancia de esta cifra nos dice es que, cuando pesamos a todos los seres humanos — debido al uso en exceso que algunos hacen de los recursos alimentarios — que unos pesan más que otros.
Nada nuevo.
Quienes pesan más de lo equitativo, por supuesto, son los gordos. Ellos consumen más de su parte de lo que a todos corresponde…
El lugar donde nacen los gordos y su importancia
Para determinar la presión que la explosión demográfica ejerce en la población general, de estas conclusiones se colige que nuestra preocupación actual debe de ser con el lugar dónde los nuevos bebés nacen en este mundo, y no de cuántos brotan en números, ya que en algunos países unos serán obesos y en otros no.
Veamos las conclusiones derivadas de las fórmulas matemáticas que aquí fueron aplicadas.
Los Estados Unidos: baluarte de la obesidad mundial
Por ejemplo, hace unos pocos años que la población de los Estados Unidos se estimó a estar aproximando los 260 millones de almas.
Hoy, se cree que este guarismo debe de ser ajustado a ser un 30% más elevado — poniéndolo en la vecindad de los 340 millones — debido a que tantos americanos hoy son gordos.
Esta nueva cifra se logra calculando como si todos los habitantes de ese país fueran, como promedio, de un peso normal — que, por supuesto, no lo son.
Ejemplo: Una persona pesa 185lb, otra 135 y una tercera 250. Promediados entre sí, el peso de las tres personas = 570lb. Las que divididas entre 125lb (peso promedio "normal"), tenemos como coeficiente 4.56 personas…
La diferencia, como podemos apreciar, es enorme.
Et tu? China
Los científicos, investigando el golpe que la gordura asesta al resto de la población mundial, concluyen que con tantas personas obesas que habitan el globo terráqueo, que nuestro pobre planeta está superpoblado, como se había vaticinado hacen dos siglos.
Ellos estiman que si la cantidad de individuos residentes en todas las naciones del mundo fuera tan gorda como la norteamericana, que esto representaría un extra mil millones de personas que alimentar en la Tierra.
El temor, por Malthus expresado en su tesis del 1798, era que la rápida explosión demográfica sobrepasaría la provisión de comida y con ello la difusión de hambrunas generalizadas y disturbios civiles como consecuencia.
Malthus, por su parte, contrajo nupcias relativamente tarde en su vida y procreó tres hijos de los cuales solamente uno sobrevivió hasta la edad adulta.
Respondiendo a los temores de Malthus, hacia en el 1968, el biólogo norteamericano, Paul R. Ehrlich, ya favorecía la imposición de la contracepción compulsoria para limitar el crecimiento desenfrenado de la población mundial.
Recientemente, Jeffrey Sachs, otro investigador norteamericano, dictó una serie de conferencias, aptamente llamadas Nuestro mundo está estallando en las costuras.
En estas charlas el científico afirmó lo siguiente: "Nuestro planeta está tan atiborrado de gente, que está explotando en términos humanos, económicos y ecológicos".
El experto no pausa, sino que continúa enfatizando que no son sólo las bocas que hay que saciar en nuestro planeta, sino que asimismo hay que calcular el exceso de comida que algunas de esas bocas (las de personas obesas) demandan.
La dolce vita…
Cuando se habla de la importancia de determinar dónde los nuevos bebés están naciendo es porque éste es el factor que explica el diferencial ponderal que existe entre todos los países del mundo.
En tiempos pasados cuando se hablaba de crecimiento estadístico de la población mundial, siempre se hacía referencia a los habitantes de África con una tendencia a tener abundante progenie.
Ahora esto ha cambiado porque las nuevas generaciones dejan una huella más profunda — por el peso que acarrean — en ciertas partes del mundo.
Cuando los individuos son tan gordos como los habitantes de Tonga, los Estados Unidos y Samoa (los tres países con el índice de obesidad más alto del globo) ellos necesitan más energía para poder desplazarse y más comida para compensar por el exceso de calorías necesarias para sus necesidades individuales.
De hecho, las personas con sobrepeso y las obesas consumen más calorías que las delgadas, aun cuando están en reposo.
¿Qué sucede en el resto del planeta?
Sabemos que los individuos de origen asiático poseen los índices de masa corporal (IMC) más bajos del orbe. Con menos de un veinticinco por ciento de ellos exhibiendo el sobrepeso.
Lo que representa que la persona adulta promedio de esa estirpe pesa unas ciento veinticinco libras.
Lo que quiere decir que si cada persona en el mundo pesara lo que pesa una persona de origen japonés la población total fuera un cinco por ciento más delgada.
Lo que es el equivalente a 235 millones menos de gente que alimentar en el planeta.
Por su parte, el hombre y la mujer norteamericanos promedios pesan 189 libras, mientras que aproximadamente tres cuartas partes de sus compatriotas tienen sobrepeso marcado, y cerca de una tercera parte de las personas obesas del mundo reside en esa nación, seguidas muy de cerca por los nativos de Toga y Kuwait.
Mientras que, en el resto del globo…
Investigadores analizaron datos obtenidos en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para estimar el peso total de toda la biomasa humana, tomando en cuenta la estatura y el peso de adultos en la mayoría de las naciones de la Tierra.
El resultado sorprendente fue que 4.6 mil millones de adultos en este planeta que habitamos inclinan la balanza alrededor de 290 millones de toneladas métricas.
La biomasa engendrada por tanto peso en exceso, representaría cientos de millones de personas adicionales de peso normal (utilizando la fórmula anteriormente descrita).
Gente con sobrepeso — aquellos que tienen un IMC mayor de 25 — acarrean alrededor de 15 millones de toneladas de grasa en exceso.
Utilizando el mismo método de evaluación, las personas obesas (IMC mayor de 30) arrastran 3.5 millones de toneladas agregadas.
Come, bebe, vive, y acapara los recursos de todos…
Entonces si — se fuese posible hacerlo — alguien drenara toda la grasa en exceso de quienes tienen sobrepeso y de quienes son obesos, para crear personas de peso promedio, tendríamos 298 millones de seres humanos adicionales.
Lo antedicho, representa un 6.2% de la población mundial total.
En su forma actual, hay más de mil millones de adultos con sobrepeso en el planeta, y de acuerdo a estudios muy recientes, en la mayoría de los países del mundo, la gordura de los habitantes sigue avanzando.
Muchos científicos modernos se preocupan acerca del hecho de que la globesidad existente no sólo constituye un asunto de salud, sino que asimismo representa uno que pertenece al argumento muy debatido de la sostenibilidad de nuestro astro.
Económicamente, tener un cuerpo gordo se asemeja a manejar un "carro chupa-gas".
Si se tiene un auto mini se utiliza menos combustible que si, por ejemplo, se anda en un Hummer.
La derivación, siendo, que la persona que es de menor envergadura consume menos energía calórica para mantener su masa corporal. Lo que refleja no solamente en su salud individual, sino en la salud planetaria total.
Pero, ¿cómo podríamos poner todo el mundo a dieta?
El problema resulta ser mucho más complicado de lo que parece.
La obesidad mundial — como daño colateral — es un efecto de la batalla por la modernidad, y un resultado no deseado e inevitable, consecuencia del progreso económico general.
Epítome absurdo del chupa-gas…
La obesidad, como antes hemos repetido, no es una enfermedad en el sentido formal del término, sino evidencia de que la población ha sobrepasado los límites de su reciente bonanza económica.
El crecimiento monetario actual, en sus etapas iniciales, impulsó mejoras en nuestros estándares de vida y en nuestra longevidad, pero ahora está teniendo un corolario negativo.
La Paradoja de Easterlin
En la "economía de la felicidad", esta paradoja representa el dilema que el crecimiento económico local y avances en las riquezas personales no resultan necesariamente en un incremento proporcional en el bienestar o satisfacción del individuo.
Puesto de diferente manera, si poseer un automóvil te hace feliz, tener diez más no te hará diez veces más feliz.
Como siempre — sucedió antes en los Estados Unidos — entre los 1970 y 1980"s — para ser exactos
En ese país singular los niveles de obesidad repentinamente aumentaron de manera extrema e inesperada, consecuencia del impacto de los fast food y consumo indiscriminado del azúcar como droga legalizada de uso generalizado.
Solecismo al sobrepeso
Los americanos, entonces, habían sobrepasado los límites de la buena salud, ya que en esos tiempos ciertas enfermedades como la tuberculosis, el sarampión y el tétano habían desaparecido casi totalmente.
Mientras que los "grandes verdugos" — como fueran las enfermedades cardiovasculares, cánceres y la enfermedad clásica atribuible a la gordura, la diabetes II — se habían convertido en achaques crónicos pero controlables.
Sin embargo, y mientras América engordaba, el resto del mundo seguía su ejemplo, con un patrón de comportamiento muy parecido, principalmente en Brasil, Rusia, India y China.
El curso de la historia nos suministra la evidencia.
Los americanos, supuestamente, enflaquecieron durante la Gran Depresión, engordando, poco después.
Más flacos durante la Segunda Guerra Mundial, se tornaron obesos, inmediatamente que la guerra terminara.
Y, ahora están estancados en el módulo de la gordura interminable (Para leer más: http://www.monografias.com/trabajos78/gordura-metodos-adelgazar-futuro-ilusion/gordura-metodos-adelgazar-futuro-ilusion).
Sería de interés estudiar qué pasará luego de la actual crisis económica europea.
En esto consiste nuestro mayor dilema, la comida se usa no sólo para sobrevivir, sino para satisfacer otros propósitos de índoles emocionales.
Sea como sea, el hecho es que la gordura nos está destruyendo — económica y físicamente — a un nivel universal.
En resumen
En esta lección hemos incorporado el concepto, que de antes hubiésemos avanzado, expresando como idea novel que la gordura, y los gordos, quienes la acarrean en sus cuerpos, ocupan un exceso del espacio remanente en este planeta en el cual vivimos.
Asimismo, hemos estresado el hecho de que los políticos hablan y no cumplen — por lo menos en lo que a los problemas globales respecta.
Helmut Kohl
Además de que la gordura no es un asunto limitado al interés personal de quienes desean perder de peso, ni debe de ser relegado al albedrío individual, como si fuese un argumento estético de simple solución propia.
La gordura, y ser gordo son problemas de índoles políticos, ecológicos y económicos que a todos nos atañen sin excepción alguna.
Tratar de resolverlos es asunto que, hasta el momento, ha evadido y evade el interés genuino de todos los gobiernos del mundo.
Ángela Merkel, su predecesor Helmut Kohl, Chris Christie, César Chávez, y otros dignatarios (la Reina Isabel II incluida) se distancian de su ponderosidad en exceso, como si ésta no existiera y viven sus vidas derrochando recursos para disfrutarlas en esplendor hedonista.
Nuestros líderes existen pretendiendo que la pobreza mundial ha sido erradicada, y actúan como si la obesidad universal y el hambre fuesen tragedias inexistentes.
En este respecto están trágicamente errados (la ausencia de la hache en la última palabra es opcional).
Après moi le déluge… (Luis XV de Francia).
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: Las Políticas de la Gordura y la Indiferencia Hacia lo Irrefutable en monografías.com
Larocca, FEF: El Hambre y sus Paradojas en monografías.com
Larocca, FEF: Abecedario "I" es por Indigencia y Hambre en monografías.com
Larocca, FEF: Los Enigmas de la Obesidad: Sus Causas en monografías.com
Larocca, FEF: La Gordura Terminable e Interminable… en monografías.com
Larocca, FEF: El Sobrepeso y lo que nos Cuesta Cuando lo llevamos a Cuestas en monografías.com
Las tres gracias por Rubens
Coda:
Tin Marín de do Pingüe ¿Cuántas mujeres usted ve?
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca