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A propósito del Bicentenario de la Batalla de Urica. Fue Zaraza quien mató a Boves

Enviado por Víctor Manuel Belis


  1. Una ciudad para la historia
  2. Venezuela en deuda con Úrica
  3. Perdimos la batalla pero ganamos la guerra
  4. ¿Quién mató a Boves?

Una ciudad para la historia

Urica, ciudad capital de la parroquia del mismo nombre del Municipio Pedro María Freites del Estado Anzoátegui, situada a 45 Km. al sureste de la población de Santa Inés, en los límites con el Estado Monagas, fue fundada el 17 de agosto de 1799 por el Capitán Pascual José de Guevara "a la que le dio el nombre de Villa de San Jacinto de Urica, según Plácido José Chacón en "Origen, Vida, Gloria y Trascendencia de Urica", 1994. (pág. 28). Su población se calcula en unos 11.500 habitantes, aproximadamente.

Cuna de notables hombres y mujeres, entre los cuales destacan el escritor, docente y quinto cronista de Urica, Don Plácido José Chacón; el historiador José Eduardo Guzmán Pérez; Pbro. Jesús María Guevara Carrera, insigne sacerdote y escritor del Estado Anzoátegui, cuarto cronista de Urica; el famoso indio, botánico y curandero Juan José Yaguarín Yaguare; el General Santos Carrera "El Caudillo de Guayuta"; el prócer de la Guerra Federal General Deogracia Rondón y su esposa Patricia Barreto, padres de los también generales: Maximiano Rondón Barreto "El Berraco", poeta, escritor y tercer cronista de Urica, Alberto, Diego y Pedro Rondón Barreto.

En esta población también nació uno de los héroes de la Guerra Federal, el General José Desiderio Trías Guzmán, quien ocupó la Presidencia de la República en 1864. Igualmente vino al mundo en Urica el general Domingo Monagas Marrero, quien fue encargado del Ejecutivo Nacional en 1868, hijo del General José Gregorio Monagas Burgos y de su segunda esposa, Clara Marrero, con la cual se casó en Urica.

Aunque no nacieron en Urica, los generales Manuel Guzmán Álvarez y José Gregorio Monagas, estuvieron estrechamente relacionados con esta población, donde establecieron residencia. El primero, casado en Urica con Ana Muzzi Barrios, ejerció la presidencia de la República en 1898. El segundo, fue presidente de la República entre1851 y 1855. En su mandato decretó la libertad de los esclavos.

Por su ubicación geográfica estratégica, en el centro de los Llanos Orientales, esta ciudad desde la Independencia en adelante ha sido epicentro de las actividades militares que han tenido lugar en esta región. Esta misma situación ventajosa le ha servido para el intercambio comercial de sus productos agrícolas y pecuarios-considerados de muy buena calidad-con las poblaciones circundantes.

Uno de sus principales ríos, el Amana, aparte de beneficiar a Urica y otras poblaciones cercanas, surte de agua a la capital del Estado Monagas, Maturín, al igual que a otros de sus centros poblados.

Más allá de los anteriores acontecimientos, la importancia y fama de Urica deviene de una de las siete batallas que a lo largo de su historia han tenido lugar en su territorio. Se trata de la célebre Batalla de Urica, realizada el 5 de diciembre del año 1814 entre las fuerzas patriotas conformadas por menos de 4000 integrantes, bajo el mando del General José Félix Ribas y las realistas con el temible Comandante José Tomás Boves a la cabeza de más de 7000 hombres, de la cual se cumplieron doscientos años el pasado 5 de diciembre.

Antes de esta contienda se realizó la primera Batalla de Urica, el 12 de septiembre de 1814, entre Bermúdez con 248 hombres y Morales con 670, ganada por Bermúdez. Las otras batallas fueron: la de Altagracia (29-04-1870), la tercera. Se enfrentaron los generales Manuel Guzmán Álvarez y Deogracia Rondón con 295 hombres contra el general Cuervo, que contaba con 790 hombres. El triunfo correspondió a los primeros. Cuarta batalla: La Puente, el 20-02-1902. Quinta batalla: Las Lomas de la Viuda Paula, el 27-12-1915. Sexta batalla: la del cerro El Corazón, el 27-12-1915. Y la séptima batalla: Punta de Piedra, el 18-04-1914.

Los uriqueños conmemoraron tan magna fecha en medio de los múltiples problemas que actualmente padecen: desabastecimiento y escasez de alimentos, inseguridad, apagones, falta de agua, deterioro de sus vías, pésimo servicio de salud, inflación cada día más alta, entre otros.

A tal efecto la programación incluyó: ofrenda floral al Libertador en la plaza Bolívar de la localidad, desfile cívico-militar, presentación de diferentes corales del Municipio Freites, escenificación de la Batalla de Urica con la actuación de talentos locales a lomo de más de diez caballos, Sesión Especial de la Asamblea Nacional donde se aprobó un acuerdo en conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Urica y la muerte de José Tomás Boves, en el que se nombró a la ciudad de Urica como capital del Estado Anzoátegui por un día, siendo la oradora de orden la joven estudiante Gloria Estefanía Cañas.

Dicha sesión fue dirigida por el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, quien estuvo acompañado por autoridades y diputados tanto nacionales como estadales, con presencia de representantes del Poder Popular provenientes de diferentes ciudades de los estados orientales.

El presidente de la República, Nicolás Maduro, a través de una carta emotiva fechada en este día aniversario, dirigida al pueblo de Urica, se sumó a estos actos. En ella, además de destacar la importancia de esta acción bélica y su influencia en la pérdida de la Segunda República, nos dice que "…también, caía en combate en Urica el Taita José Tomás Boves: se le atribuye al General Pedro Zaraza el lanzazo que le quitó la vida."

Venezuela en deuda con Úrica

Habría que decir que esta deferencia de la cual fue objeto el pueblo de Urica en esta ocasión bicentenaria no salda la deuda que tiene Venezuela con esta histórica ciudad, por haberse realizado en sus predios en el transcurso de esta batalla la muerte del temible Boves, con los consecuentes beneficios que esto acarreó para las fuerzas republicanas. Sin el influjo que ejercía en vida este caudillo hacia las masas desposeídas, éstas se volcaron en lo sucesivo a respaldar la causa republicana haciendo posible finalmente el triunfo total sobre el ejército realista en la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, iniciándose así la independencia del dominio español.

Posteriormente el 24 de julio de 1823, con la victoria obtenida por nuestros patriotas sobre la flota realista en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, terminó el largo dominio de España sobre Venezuela.

Perdimos la batalla pero ganamos la guerra

Urica se merece muchísimo más que los honores recibidos en esta oportunidad de parte del Gobierno Revolucionario Bolivariano, que lleva casi 16 años en el poder. Si de hacer justicia se trataba con esta heroica e histórica población, un verdadero gobierno revolucionario no habría esperado la fecha del Bicentenario de la Batalla de Urica para hacerle este merecido reconocimiento.

Más que nombrarla capital del Estado Anzoátegui por un día, cosa que ya se hizo durante los gobiernos de la Cuarta República (Según nos narra el cronista de Urica, el Maestro Don Plácido Chacón, en "Origen, Vida, Gloria y Trascendencia de Urica, 1994: el "…24 de julio de 1883, primer centenario del nacimiento del Libertador, Urica es designada (…) Capital Provisional del Gran Estado Bermúdez. (…) Urica es nombrada Capital por un día del Estado Anzoátegui, el sábado 18 de Agosto de 1.990."); Urica merecía ser designada Capital Provisional de la República, así como también merece que todos sus problemas sean resueltos para mejorar la calidad de vida de sus moradores; que sea elevada a la categoría de municipio autónomo, una vieja aspiración por la que han luchado sus habitantes, entre ellos su cronista Don Plácido Chacón; que sea designada patrimonio histórico de Venezuela; que se le construya un museo para preservar para la posteridad toda su memoria histórica.

Por eso compartimos lo expresado por la vecina de Urica, Rosa Rondón, presente en los actos referidos, quien dijo: "Durante todo el año aquí hacen muy pocas cosas, pero cuando se aproxima diciembre hacen alguito, porque saben que van a realizar actos y vienen personas de todas partes. Es importante que se recuerde la historia y lo que aquí sucedió, pero este pueblo necesita muchas cosas". (Diario El Tiempo, Puerto La Cruz, 06-12-2014). 

En lo que se refiere al desarrollo de la acción bélica homenajeada, tomamos del relato de la misma, escrito por un patriota que estuvo directamente bajo el mando del Generalísimo Francisco de Miranda y de Simón Bolívar, algunos fragmentos. José De Austria, "Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela en la Guerra de su Independencia". Tomo Primero. Valencia, 1857 (pág. 340)

Llegados los patriotas a competente distancia, dispuso Ríbas que los cuerpos de Zaraza y Monágas, abriéndose impetuosamente paso por ambos flancos del enemigo, saliesen á retaguardia de su infantería (…) "Bóves inmóvil, como si le preocupase un grave pensamiento, se estuvo á aguardar el ataque, viéndose con sorpresa que, por la primera vez, se abstuviese de prevenir á su enemigo. Valeroso, empero, como siempre, se colocó á la derecha, por ser aquel flanco el mas débil de su línea. Sobre él cayó Zaraza con tal ímpetu y coraje, que sobrecojidos [sic] los realistas, volvieron la espalda en el desórden mas completo: entónces fué cuando Bóves, después de haber hecho los mas heroicos esfuerzos para detener á los suyos, quiso retirarse; su caballo indócil á la voz y al freno, se encabritó, y un oscuro soldado republicano, cuyo nombre jamas se ha podido descubrir, le atravesó el pecho de un lanzaso [sic], derribándole en el acto al suelo, muerto.

Esta narración de la Batalla de Urica es coincidente con las de otros autores. También hay acuerdo en cuanto a que los resultados catastróficos para las fuerzas republicanas marcaron el final de la Segunda República, y dejó bajo el control absoluto del ejército realista el territorio venezolano. En contraste con esto la muerte del sanguinario Boves le puso un límite al respaldo popular a las filas enemigas de la Independencia, a la vez que creó las condiciones propicias para que el vacío de liderazgo dejado tras su desaparición física fuera sustituido por el surgimiento de un nuevo caudillo, esta vez al servicio de la Patria: José Antonio Páez; a quien entonces se unieron los sectores empobrecidos que antes apoyaron al asturiano fallecido.

¿Quién mató a Boves?

En lo que si hay discrepancias entre los historiadores es en cuanto a quién fue el autor de la muerte de Boves, ya que este hecho ha sido atribuido a diferentes personas que participaron en la batalla. Estas son algunas de las versiones sobre su fallecimiento:

Ramírez, Juan J. La muerte de Boves en Urica. Semanario El Maturinés (1972). Se disputan la muerte del sanguinario Boves el cabo Juan Sotillo, Zaraza, el Negro Mina y Cedeño.

Valdivieso M, Acisclo (1955). Nos dice que el soldado Pedro Martínez, integrante del escuadrón "Rompelíneas" de Zaraza, mató a Boves de un lanzazo.

PÉREZ T, Tomás (1969) En cierta ocasión hizo acto de presencia en las oficinas del gobierno republicano en Angostura un ciudadano de nombre Nicolás Silva, quien aseguró haber participado en la Batalla de Urica como soldado, siendo él mismo, con sus manos, quien acabó con la vida de Boves. Esta aseveración fue desestimada por cuanto el mentiroso personaje fue incapaz de probarla.

Uslar P, Juan (1972). Señala como posibles causantes de la muerte de Boves al General Andrés Rojas, al General Pedro Zaraza y a Francisco Tomás Morales, según tres versiones expuestas en su obra.

Zaraza, Lorenzo (1933) Afirma que Boves fue muerto por Zaraza con una mortal lanzada por el pecho.

Betancourt M, Fidel (2010). Sostiene que Zaraza alanceó a Boves, situación aprovechada por un soldado para también alancearlo dejándolo agonizante hasta que fue recogido y trasladado a otro lugar, donde fue rematado por Morales.

Mientras existen estas opiniones encontradas entre los historiadores acerca de la muerte de Boves, la creencia popular en todo el país con un alto nivel de certeza, en especial en los llanos de los Estados Guárico, Anzoátegui y Monagas, es que el autor de la muerte de Boves fue Zaraza.

Esa convicción fue la atmósfera que rodeó los actos del Bicentenario de la Batalla de Urica, donde algunas autoridades presentes se manifestaron en ese sentido. Es el caso del diputado Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, quien aseguró (Diario Panorama, 5-12-2014): "Zaraza venció a Boves con todas las de la Ley. No le echen la culpa al caballo de Boves todos los historiadores".

Por su parte el Gobernador del Estado Anzoátegui, profesor Aristóbulo Istúriz reivindicó la figura de Zaraza (Periódico El Norte, 6-12-2014) de quien destacó es "ejemplo de los hombres y mujeres de esta patria y que participó de forma inminente en aquella batalla del 5 de diciembre de 1814". Ninguno de estos dos dirigentes fue contundente en estas afirmaciones en cuanto a la autoría de Zaraza en la muerte de Boves, sin embargo se puede decir que de alguna manera lo insinuaron.

En el caso del presidente Nicolás Maduro, éste va un poco más allá de estas opiniones cuando refiere en la carta ya comentada: "se le atribuye al General Pedro Zaraza el lanzazo que le quitó la vida", emulando así al presidente Hugo Chávez que ya había dicho en el programa nro. 212 – Aló Presidente, desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, el domingo, 13 de febrero de 2005:

Muere Boves en Urica, lo mata Pedro Zaraza de un lanzazo, vamos a recordar también a mi general Pedro Zaraza y aquella expresión, allá, cuando estaba, dicen que estaba afilando la lanza y mirando la sabana de Urica, allá estaba Boves y Pedro Zaraza, dicen en Urica: "O se rompe la Zaraza o se acaba la bovera." Dos horas más tarde estaba muerto José Tomás Boves de un lanzazo en el pecho, lo mató Pedro Zaraza, lo fue a buscar, lo cazó entre la masa de caballería y lo alanceó de frente, en combate memorable, personal, era el Jefe de patriotas contra el Jefe de la masa popular.

Como vemos, sobre la muerte de Boves se han formado diversas y contradictorias opiniones en la historiografía venezolana, en tanto que a nivel popular la situación es distinta; el común de la gente siempre se ha inclinado a creer que fue Zaraza el que lo mató. Y es que quienes así piensan tienen razón, pues en el caso de la muerte de Boves, desde hace mucho tiempo se conoce con certeza que fue Zaraza el que puso fin a la vida de este ser despiadado, sustentado en un testimonio que así lo demuestra, pero que es poco conocido.

Fue el mismo Zaraza quien aclaró el misterio que había envuelto tan comentado fallecimiento. Finalizando el año 1922, habiendo transcurrido 8 años de la Batalla de Urica, en un apartado lugar del Estado Guárico donde estaba residenciado, Zaraza reconoció públicamente ante un grupo de personas que él había dado muerte a Boves.

Los detalles de esta anécdota son dados a conocer, por primera vez, por el prestigioso escritor de Maturín, Dr. José María Núñez, en la obra "APOTEOSIS DE BOLÍVAR", publicada en Caracas el año 1883 en la imprenta al vapor del diario caraqueño "La Opinión Nacional", ubicado frente a la Plaza Bolívar y dirigido por Fausto Teodoro de Aldrey, como ofrenda del Estado Bermúdez en el Primer Centenario del Libertador.

Uno de los temas seleccionados para formar parte de este libro, bajo la firma de Núñez, se titula "APUNTES HISTÓRICOS Y ESTADÍSTICOS CONCERNIENTES AL ANTERIOR ESTADO, HOY SECCIÓN DE MATURÍN EN EL ESTADO BERMÚDEZ", y uno de sus capítulos, el N° 5, con el nombre de "LA MUERTE DE BOVES" nos dice:

Hasta ahora ignora la República quien fue el arrojado campeón que alanceó á uno de los más valientes, prestigiosos y bárbaros jefes españoles, José Tomás Bóves, arrebatándole la vida. Hecho de tamaña importancia no debe quedar desconocido en la historia de la Independencia de Venezuela; y hé aquí como un accidente casual vino á revelarlo.

En Noviembre de 1822 se encontraba el señor Comandante Antonio Padilla Urbaneja, Ilustre Prócer, en el sitio de Apamate, Sección Guárico, en compañía del General Zaraza cuando en una mañana se presentó allí un hombre blanco, alto, de apellido Delgado, y de regular porte, con algunas cargas de café, cacao y papelon procedentes de los Valles de Orituco, que había negociado por aquellos lugares. Zaraza, dotado de una prodigiosa memoria, al verlo le dirigió inmediatamente la palabra; y hé aquí el diálogo entre ámbos sugetos [sic].

Zaraza- ¿No sabe usted qué hombre mató a Bóves, puesto que usted era uno de los que venían á la cabeza de las caballerías godas?

Delgado- Quien mató á Bóves fue la misma persona que me lo pregunta.

-Me parece que está usted equivocado, porque usted no me conocía ántes.

-He tenido ocasion de verlo á usted varias veces en Chaguarámas y el Valle de la Pascua, antes de que fuera usted militar.

-Eso es otra cosa; pero se duda hasta ahora quién fuese el autor de la muerte de Bóves.

-Voy á probarle que fué Usía, de modo que no le quede duda. Yo iba á la cabeza de la caballería goda y á la derecha de Bóves: á la izquierda de éste, un zambito ñato, muy acreditado de valiente, llamado José, á quien aquel dijo al ver que la caballería de Usía venía sobre él: José, ¿tú serás de los primeros conmigo? Contestándole: Si, señor. Entónces Bóves dijo: avance esa caballería y se colocó á su cabeza. Venía Usía montado en un caballo rucio azul, de cobija calada echada sobre el hombro izquierdo, y el sombrero amarrado á la barba con un pañuelo.

-Exactamente.

-Bóves se adelantó y se encontró con Usía, que le derribó del caballo de un lanzaso [sic], y en la confusion que esto produjo, por el fuerte empuje de la caballería de usted, nos pusimos en completa derrota, no oyendo sino el crugido [sic] de las lanzas en el cuerpo de nuestros compañeros. Yo me confundí con los patriotas dando gritos de "avancen," y pude así escaparme é ir á incorporarme en la ala izquierda de nuestro ejército, donde ví que la caballería de Monágas había sido derrotada y la infantería patriota también. Después no supe la suerte que corriera el espaldero de Bóves, ni lo volví á ver más tarde en el ejército en Maturin cuando ocupamos aquella plaza.

-Reconozco que usted dice la verdad, pues en efecto fui yo quien le quité la vida á Bóves, á quien conocia perfectamente desde el año de 1813; y es esta la primera vez que lo digo, porque nunca he querido hacer ostentación de tal hecho, que pudiera atribuirse á jactancia de mi parte, y por lo cual deseo que esto no pase de nosotros.

-Lo que acabo decir se lo he referido á varios en los Valles de Orituco; pues habiendo presenciado los asesinatos cometidos en los prisioneros en Urica, resolví no servir más á los españoles y me retiré a Orituco.

"Este diálogo, añade Padilla Urbaneja, fué presenciado por el Comandantes Bartolo Alfonzo (ó Bartolete), el Comandante Domingo Padrino, los espalderos de Zaraza, Valerio Muñoz y Anselmo Hernandez, Don Lorenzo Ramírez y yo; advirtiendo que el escuadron que mandaba Zaraza en Urica se denominaba "Rompelíneas", compuesto de 200 hombres de Chaguarámas y el Alto Llano de Carácas; que aunque estos vieron que Zaraza derribó de un lanzaso á un jefe ú oficial enemigo, ignoraban si era Bóves el muerto; que fue después de la derrota que vinieron á saberlo por un posta de Moráles, participando a Carácas el triunfo obtenido sobre los patriotas y la muerte de Bóves; posta que fué capturado por Zaraza y le perdonó la vida."

Más adelante se vuelven a editar estos "APUNTES HISTÓRICOS Y ESTADÍSTICOS CONCERNIENTES AL ANTERIOR ESTADO, HOY SECCIÓN DE MATURÍN EN EL ESTADO BERMÚDEZ", del Dr. José María Núñez, esta vez con el nombre más corto de "MATURÍN HASTA 1883", publicado por Ediciones Cultura del Estado Monagas, Volumen IV, Maturín, 1956.

Llama la atención que el anterior diálogo sostenido entre Zaraza y Delgado, una vez hecho público, haya sido ignorado por la mayoría de los historiadores venezolanos. Más aún si el mismo se dio en presencia de un grupo de testigos, varios de ellos compañeros de lucha de Boves, y además participantes en la Batalla de Urica como sus espalderos, por lo tanto conocedores de lo que realmente pasó ese día, razón por la cual avalaron lo dicho por Zaraza en el sentido de haber sido éste quien mató al Taita.

Entre los pocos escritores que han hecho mención a dicha conversación están:

Telasco A. MacPherson. "Diccionario Histórico, Geográfico, Estadístico y Biográfico del Estado Miranda". Caracas. El Correo de Caracas, 1891. En la biografía del General Pedro Zaraza (págs. 531 a 532) incluye íntegramente el diálogo Zaraza-Delgado, tomado de la obra citada de Núñez.

Juan Uslar Pietri. "Historia de la rebelión popular de 1814". EDIME. Caracas-Madrid. 1962. Copia parcialmente el comentado diálogo, tomado del referido diccionario de MacPherson (Págs. 184 a 185).

Francisco Salazar Martínez. "Historias civiles e inciviles", editado por Librería Piñango, Caracas, 1978. Con el título: "Zaraza reconoce que él mató a Boves" (pág. 83) este autor reproduce el diálogo entre Zaraza y Delgado tomado del libro "Zaraza, desde una esquina con faroles" escrito por el cronista de la ciudad de Zaraza, Moisés Rodríguez, impreso por Publicaciones Vale Juan González, 1972.

Ante la imposibilidad de encontrar esta última obra para consultarla, hicimos contacto vía telefónica con su autor, el cual nos informó que antes del año 1972 encontró el mencionado diálogo bajo la firma del historiador Dr. José María Núñez en el local de la Imprenta El Unare, adquirida por Luis María Aguirre Graterol el año 1881, donde se editó el primer periódico de la ciudad de Zaraza con el mismo nombre de esta imprenta.

Juan José Ramírez, Cronista de la ciudad de Maturín, en su libro "Monagas y su saber tradicional", Biblioteca de Temas y Autores Monaguenses, Ediciones Gobernación del Estado Monagas, Maturín, 1985, con el título: ¿QUIÉN MATÓ A BOVES? (Págs. 213 a 216) incluye el diálogo Zaraza-Delgado, copiado en su totalidad de su original publicado por el Dr. Núñez en el texto antes mencionado.

El cronista Ramírez nos dice que esta versión sobre la muerte de Boves fue recibida por el historiador Núñez "…personalmente del anciano prócer comandante Antonio Padilla Urbaneja, quien residiera en Maturín hasta su muerte, formando una respetable familia entre quienes hemos tratado a algunos de sus miembros como las honorables hermanas Sérres Domínguez".

También el Diario El Progreso, de Ciudad Bolívar, en su edición del día Domingo, 13 de Diciembre del 2009, en la columna Voces del Orinoko, con la denominación: "Zaraza y la muerte de Boves", publicó el diálogo en referencia, reproducido del libro "Zaraza desde una esquina con faroles", de Moisés Rodríguez.

No puede haber ninguna duda acerca de la persona que mató al Urogallo, en un acto de justicia ante los horrendos crímenes cometidos por tan inhumano personaje. FUE ZARAZA QUIEN MATÓ A BOVES.

P. D.: Estas notas forman parte de un trabajo de historia local y regional, en preparación, sobre el rescate de la memoria histórica de los Rondón de Urica, unos personajes que tuvieron una destacada actuación en defensa de esta población, al igual que en las acciones militares de las guerras civiles que se realizaron en los Llanos Orientales en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Para lo cual contamos con la valiosa colaboración de Agustín Hidalgo Rondón, biznieto del General Pedro Rondón Barreto, uno de los hijos del General Deogracia Rondón.

Caracas, 11 de diciembre de 2014

http://www.aporrea.org/actualidad/a199655.html

 

 

Autor:

Víctor Belis