Determinación de indicadores medioambientales a incluir en el informe de gestión
Enviado por José Angel Hernández Pérez
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Normativa y regulaciones medioambientales
- Propuestas para la gestión medioambiental
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
El presente trabajo tiene como objetivo determinar los indicadores medioambientales a incluir en el Informe de Gestión de la Central Termoeléctrica "Antonio Guiteras", analizando el marco conceptual sobre antecedentes y tendencias de la presentación de información medioambiental, indicadores utilizados, así como su desarrollo práctico en el ámbito nacional e internacional, caracterizando la empresa objeto de estudio y la incidencia de su actividad en el medio ambiente, estableciendo la secuencia metodológica, así como los métodos y técnicas que faciliten la determinación de los indicadores medioambientales. Como conclusión principal del mismo se tiene que es muy importante determinar y analizar estos indicadores para la toma de decisiones en la empresa.
Palabras claves: Indicadores; Medioambiente; Informe de Gestión.
El deterioro del Medio Ambiente es hoy uno de los problemas más importantes y difíciles de resolver. Desde hace algunas décadas se comenzó a hablar de la necesidad de lograr un desarrollo sostenible, es decir, que el desarrollo actual no se haga en detrimento del de las generaciones futuras. Una de las premisas fundamentales para llegar a este desarrollo es que el uso que se realice de los recursos naturales no supere la tasa de renovación de los mismos, con esto se lograría no solo preservar el medio ambiente, sino que además permitiría que estos recursos estén disponibles para las generaciones futuras. (Iturria Cammarano, D.E, 2003)
Actualmente el interés y la preocupación por el medio ambiente y su conservación ha pasado a estar contemplado por numerosas ciencias. La mayoría de los estudiosos de las mismas comienzan a plantearse las posibles soluciones y en su caso, qué puede aportar cada una de ellas para evitar el grave deterioro medioambiental que está sufriendo nuestro entorno.
El término verde, para hacer referencia al medio ambiente, se aplica en la actualidad constantemente a productos e ideas que tienen alguna relación con el mismo, así, se habla de productos verdes, publicidad verde, economía medioambiental, información medioambiental, y contabilidad medioambiental. Respecto a esta última, partiendo que la Contabilidad es la ciencia que se encarga de suministrar información sobre todas las transacciones que desde el punto de vista económico ocurren en la entidad, con vistas a proporcionar una base informativa para el proceso de toma decisiones (Horngreen, Ch. T. 1997), se considera que podrá también aportar su grano de arena a la conservación y protección de nuestro medio ambiente.
Hay especialistas a quienes les ha costado creer la estrecha relación que existe entre la ecología y la contabilidad, porque suponen que no tienen nada en común. La unión de la ecología con la contabilidad se ha visto plasmada en virtud de la problemática medioambiental presentada en las empresas. Así, ahora son testigos de la fuerte influencia que está ejerciendo la ecología en la economía de las empresas. Es aquí donde entra la contabilidad, cuyo objetivo es medir los hechos económicos que afectan a la entidad, para brindar información relevante, fidedigna, confiable, oportuna, comprensible, objetiva e íntegra.
La contabilidad ambiental aplicada en el ámbito de una empresa consiste en la identificación, análisis y uso de información relativa a los flujos de energía, agua, materiales y residuos, e información monetaria relacionada con los costes asociados (Báidez González, A; Rojas Tercero, J.A; Tejada Ponce, A; 1999).
Las diferentes metodologías de la contabilidad ambiental ayudan a identificar los costos ambientales incurridos y los beneficios que se obtendrían en las distintas empresas. La contabilidad ambiental es una herramienta que contribuye a construir indicadores para la valoración de los costos ambientales de una compañía.
En la actualidad la mayoría de las empresas siguen utilizando contabilidad tradicional, en donde los costos medioambientales en los procesos productivos de las empresas continúan sin un pleno reconocimiento y análisis, es decir, a pesar que en el proceso productivo se utilizan los recursos naturales, en la inclusión en los costos no se considera el valor real de reposición del recurso, teniéndose sólo en cuenta los costos de almacenamiento, transporte, y explotación de los mismos.
La principal limitación radica en que ésta información mayormente ya está registrada contablemente, pero no se identifica explícitamente aquellas operaciones ya sean gastos, inversiones, ingresos, que tienen relación con la protección del medio ambiente, esto repercute en que no se cuenta con detalles sobre este aspecto para la toma de decisiones y por otra parte, tal y como plantea Polar Falcón, E. (2007) las dificultades técnicas, que se refieren al problema que supone la evaluación de los costos y beneficios medioambientales.
En otros estudios realizados por varios autores, no se ha llegado a identificar la revelación de información de carácter financiero de una manera clara y precisa, mientras que las políticas ambientales sí se han publicado con mayor detalle. Se quiere establecer esta relación, con la finalidad de investigar si las empresas que revelan sus políticas ambientales han manejado de manera paralela la recopilación de datos relacionados con sus flujos económicos, para darlos a conocer a través de sus informes.
Por tanto, es necesario contar con información precisa acerca de los costos medioambientales para poder elaborar indicadores financieros ambientales confiables. La principal dificultad es que la mayoría de las empresas no están preparadas para ofrecer ese tipo de información, debido a que los sistemas tradicionales de contabilidad ocultan los costos ambientales. Asimismo, los costos históricos no suministran información apreciable para eliminar los futuros costos ambientales.
Por todo lo anterior y por las características de la empresa objeto de estudio, la Central Termoeléctrica "Antonio Guiteras", generadora de energía eléctrica y emisora de gases al medio ambiente, reviste una gran importancia la protección del mismo y se considera como imprescindible en los momentos actuales la presentación de un informe complementario con indicadores y notas explicativas sobre el accionar de la empresa en este sentido.
La búsqueda de soluciones al problema medioambiental exige a las empresas el perfecto conocimiento del problema; conocerlo implica explicar el impacto de hoy sobre el futuro, y explicar es un concepto que comprende conocer, identificar, denominar, medir, divulgar, reportar y comunicar. Es aquí donde se empieza a relacionar la ecología con la contabilidad. (Santa T. Carrillo Ramos, Pedro R. Ó"Reilly Espinosa, Arístides Pelegrín Mesa, Kenia Urra López, 2007).
La protección del medio ambiente aparece hoy como una oportunidad de éxito en los negocios y para ello será fundamental incluirlo en la Gestión Empresarial. No debe perderse de vista un propósito general de las empresas, que es el nivel de competitividad que desean alcanzar. En la actualidad, la protección del medio ambiente se ha trasformado en un factor de competitividad. Por lo tanto, para que las organizaciones acompasen su desarrollo con la cuestión ambiental, precisan incorporar en su planeamiento estratégico y operacional un adecuado programa de gestión ambiental, compatibilizando los objetivos ambientales con los demás objetivos de la organización.
Esos programas de gestión ambiental establecen actividades a ser desarrolladas, la secuencia entre ellas, así como quienes serán los responsables de su ejecución. Normalmente deben abarcar los aspectos ambientales más importantes y buscar una mejora continua, ampliando su ámbito de actuación con el pasar del tiempo. Deben poseer dinamismo y flexibilidad suficientes para adaptarse a los cambios que pueden ocurrir tanto en su ambiente inmediato como en el futuro.
La valoración económica de los recursos naturales es importante en la búsqueda del desarrollo sustentable, en términos económicos el usuario de los recursos naturales tenderá a no tratarlo como un bien gratuito; esto debido, a que su objetivo será el mantenimiento del flujo de beneficios provenientes de los bienes y servicios proveídos por ellos. En otras palabras, el usuario racional de estos recursos tenderá a prevenir la depreciación innecesaria del patrimonio materia prima e internalizado en la contabilidad empresarial y nacional (Tietemberg, 1988).
La degradación del medio ambiente y de los recursos naturales, conocidos también bajo el nombre de bienes y servicios ambientales, puede ser ocasionada por un excesivo desarrollo económico o por un desarrollo económico insuficiente. El crecimiento de la población, la extensión de los asentamientos humanos y la industrialización provocan creciente contaminación en los factores físico-naturales más importantes para la supervivencia de las especies vivas. Estos problemas son el resultado de un desarrollo inadecuado y parte de su solución se encuentra en un crecimiento económico bien planificado.
El crecimiento económico por si mismo, frecuentemente ocasiona degradación del medio ambiente y de los recursos naturales. El asunto no es escoger entre desarrollo y medio ambiente, sino proponer incorporar medidas de costo–eficiencia para restablecer, sustentar y proteger los sistemas naturales. (De Oro Díaz, Aimara. 2005)
La calidad ambiental es entonces el resultado de la propia actividad de la sociedad y es el reflejo de sus aspiraciones. Se establece una interacción entre proceso de producción y el entorno, el cual se muestra a través de la Figura 1. Se toma como referencia el esquema realizado por Moisés H., acerca de la interacción de la producción y el medio ambiente y la definición dada por Marx de Modo de Producción. (Marrero, 2002)
Figura 1. Relación entre proceso de producción y medio ambiente.
Fuente: Tesis en opción al título de Doctor en Ciencias Económicas de Mercedes Marrero (2002).
Como se observa en la Figura 1 en el proceso de producción (producción-distribución–cambio–consumo), se establece la interrelación Hombre–Naturaleza, dada a través del tipo de Relación de Producción existente. En el mismo participan la fuerza de trabajo (FT), el objeto de trabajo (OT) y los medios de trabajo (MT), cuyo resultado final es: la producción de bienes y servicios y los residuos.
En todo este proceso ocurren impactos de tipo social, económico y ambiental a través de la propia producción y los residuos que se generan en el mismo, una parte de estos puede recuperarse como materia prima y reincorporarse al proceso de producción, de hecho esto implica un costo social que afecta directa o indirectamente la calidad de vida de la población.
En este contexto teórico sería válido preguntarse la necesidad o no de valorar económicamente la calidad ambiental. La respuesta estaría dada en cual sería el objetivo y bajo qué condiciones se realizaría el análisis, no se trata de considerar la magnitud de un daño ambiental que rompe el equilibrio del mercado y perjudica el beneficio en los agentes económicos. (Díaz de los Santos, Y. 2005)
Se trata pues, de realizar el análisis económico del impacto ambiental, determinando la verdadera causa del mismo y teniendo en cuenta el entorno socioeconómico del objeto de estudio, cuyo resultado contribuiría a elevar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones.
A pesar de ello, existen decisiones que se postergan por parte de las empresas. Entre ellas se encuentran, en general, las que tienen que ver con la introducción de tecnologías limpias, la sustitución de materias primas y materiales por otras menos contaminantes, la utilización de energías renovables, etc.
Por ello, la problemática del deterioro ambiental pone de relieve ciertas cuestiones impostergables. Entre ellas (Contreras S., Díaz A. Doris, 2007):
Es que se trata de un asunto global que merece soluciones inmediatas ante un inminente peligro.
El despilfarro de los recursos naturales ha sido y es obra de un estilo de desarrollo extendido en todo el mundo, donde se ha privilegiado éste sobre el medio ambiente. Además, que los costos de este deterioro deben ser asumidos por los que más contaminan y que son los que han dado pie al subdesarrollo.
Es el Estado el que gesta las políticas ambientales, la sociedad civil tiene el derecho y el deber de participar de manera activa en las decisiones que se tomen.
Los cambios que se producen en el medio ambiente, como consecuencia de los efectos de los impactos ambientales sobre el entorno natural, se manifiestan en daños (degradación y/o agotamiento) que pueden ser previstos (en forma directa o indirecta) o imprevistos.
Esos daños, en término de efectos pueden ser mitigados, para ello se hace necesario implementar medidas para reducirlos a un nivel inferior del umbral crítico considerado significativo.
A fines de la década del '60, el enfoque del crecimiento económico fue revisado a la luz de las críticas que argumentaban que aún cuando muchos países alcanzaron un crecimiento económico sustancial, este no frenó la pobreza de Tercer Mundo, ni revirtió los procesos de degradación natural y contaminación ambiental del Primer Mundo.
La definición e interpretación de este concepto ayuda a aclarar que los recursos naturales son los insumos de cualquier actividad económica desarrollada por el hombre y es imposible dejarlos de utilizar porque implicaría para la humanidad dejar de producir, alimentarse y por ende morir. (Machín Hernández, María M.; Casas Vilardell, M. 1999)
La valoración económica del medio ambiente arroja información sobre el valor monetario que los miembros de un determinado colectivo le otorgan a las distintas alternativas medioambientales con las que se les confronta, definiéndose esta, como un conjunto de técnicas y métodos que permiten medir las expectativas de beneficios y costos derivados de algunas de acciones tales como: uso de un activo ambiental, realización de una mejora ambiental, generación de un daño ambiental, entre otros.
La diferencia entre los términos anteriores viene dada por que los primeros son recursos tangibles utilizados por el ser humano como insumos en la producción o en el consumo final y que se gastan y transforman en el proceso, los segundos tienen como características que no se gastan y no se transforman en el proceso, pero generan indirectamente utilidad al consumidor, y los últimos también conocidos como externalidades, son el resultado o el efecto de la actividad económica de una persona sobre el bienestar de otra.
Un rasgo característico de muchos bienes ambientales, es la multitud de beneficios que proporcionan. Algunos de ellos están relacionados con el uso, directo o indirecto, del bien ambiental, mientras que otros, cuya cuantificación es más complicada, nada tienen que ver con su uso.
La existencia de infinitas situaciones reales en las que se hace necesaria la valoración económica ambiental trae consigo que los profesionales de la economía hayan desarrollado una serie de métodos y técnicas que permitan abordar estos problemas.
La Economía Ambiental puede aportar en ese objetivo: (Machín Hernández, María M.; Casas Vilardell, M. 1999)
Ayudando a entender las causas económicas de los problemas ambientales en una economía de mercado.
Colaborando en la búsqueda y diseño de los instrumentos de política a ser utilizados para tratar los problemas de contaminación (incentivos de corto y largo plazo, implicancias económicas, costo-.efectividad),
Analizando las implicancias económicas de las iniciativas de política ambiental.
Es de interés acotar que dentro de las posibilidades que ofrece la economía ambiental para valorar el medio ambiente, el análisis económico presenta diversos métodos y técnicas de valoración. Generalmente se clasifican bajo distintas formas, según el concepto de valor adoptado, los algoritmos de solución usados, a través de los enfoques de mercados y el grado de disponibilidad de la información requerida (Agüero, 1995).
Se evidencia la necesidad e importancia del uso de la valoración económica de modo que permita la práctica de políticas efectivas y económicamente eficientes para un manejo sustentable de especies y ecosistemas.
El proceso de valorar económicamente el medio ambiente se da a través de la medición y cuantificación de la calidad ambiental debido a que los cambios que se producen generan cambios en el bienestar de las personas.
Algunas técnicas permiten estimar en unidades monetarias el efecto externo sobre las personas de ciertas políticas, acciones y proyectos con impacto ambiental. Son más fiables cuando la valoración se realiza sobre los usuarios o personas más directamente afectadas (valores de uso).
El empleo de los métodos de valoración económica ambiental permite conocer los beneficios que la sociedad atribuye a mejorar la calidad ambiental y los costos que los distintos niveles de intervención implican en el desempeño de los bienes y servicios ambientales.
Es innegable que para la Economía y la Contabilidad el principal dilema es la valoración de los recursos ambientales. El Nobel de 1991 Ronald H. Coase propone la plena privatización de los recursos y derechos ambientales, confiando en que sus propietarios los intercambiarán a precios idóneos a través del mercado; otros autores reconocen la inviabilidad práctica de estos planteamientos y se limitan a defender la evaluación monetaria de los "costos ambientales" mediante diversas técnicas de simulación; sin embargo hay quienes argumentan que existen sólidas razones de orden económico teórico y ético para atribuirle un valor de cambio a dichos bienes.
El sistema de gestión ambiental, como parte del sistema de gestión global de una empresa o industria, incluye la estructura organizativa, las actividades de planificación, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para desarrollar, implantar, lograr, revisar y mantener la política ambiental.
Normativa y regulaciones medioambientales
La gestión ambiental empresarial ha tomado, últimamente, mucha relevancia. Llevarla a cabo origina flujos de recursos económicos que afectan las operaciones de la empresa; por tanto se deben manejar herramientas que permitan incorporarlos a la contabilidad.
Ante esta situación, las organizaciones que regulan la ciencia contable se han pronunciado al respecto y han emitidos normas, declaraciones y principios relacionados con los temas medioambientales para que puedan ser interpretados e incorporados a la información que se procesa en las empresas.
Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) identifica políticas, procedimientos y recursos para cumplir y mantener una gestión ambiental efectiva en una empresa u organización. Estos sistemas conllevan evaluaciones rutinarias de impactos ambientales, compromiso de cumplir con las leyes y regulaciones ambientales y oportunidades de continuar mejorando en cuanto al comportamiento ambiental.
En este sentido, es importante destacar que en Estocolmo de 1972 se crea el PNUMA que es el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente; este programa inicia una serie de propuestas en el sentido de explorar la posibilidad de crecimiento económico sin deterioro ambiental. A esta fórmula se le denominó eco desarrollo, la cual sustenta la posibilidad de compatibilizar el desarrollo con la preservación del medio ambiente, el hoy llamado desarrollo sustentable.
Hay que hacer notar que, si bien fueron los Estados los primeros en organizarse en este foro internacional, la falta de respuestas claras, reales y concretas en relación a las políticas ambientales determinaron el surgimiento de movimientos ecologistas espontáneos y, sobre todo, la toma de conciencia acerca de la capacidad de la sociedad civil de incidir en políticas ambientales.
En este sentido también se firmó un Protocolo en Kioto, el 11 de diciembre de 1997, ratificado actualmente por 142 países, y en vigor desde febrero de 2005, es un acuerdo internacional vinculado a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual reconoce que existe un peligro real de que el clima cambie rápida y espectacularmente en los decenios y siglos venideros, siendo inciertas las consecuencias de este cambio climático. Para reducir este peligro, establece como objetivo reducir las concentraciones de gases contaminantes en la atmósfera a un nivel que impida interferencias humanas peligrosas en el sistema climático, lo cual promueve el desarrollo sostenible.
Cada país y el conjunto mundial de países deben alcanzar estas metas y proponer mecanismos de carácter marcadamente económico para cumplir con ello.
Existen diferentes normas referidas a los SGA, siendo las de mayor difusión y aplicación las siguientes: (Iturria Cammarano, D.E, 2003)
Reglamento 1836/93 de la Unión Europea, conocido como reglamento EMAS ó simplemente EMAS. Este Reglamento define al SGA como "aquella parte del sistema general de gestión que comprende la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a cabo la política ambiental".
Serie de normas ISO 14000, de aplicación internacional, define al SGA como "la parte del sistema de gestión general que incluye la estructura organizativa, las actividades de planificación, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para desarrollar, implementar, realizar, revisar y mantener la política ambiental".(UNIT-ISO 14001)
Estas normas, que constituyen estándares internacionales para medir la Gestión Ambiental Empresarial, fueron creadas dado el éxito alcanzado mundialmente por la serie de normas ISO 9 000 sobre Sistemas de Gestión de la Calidad.
ISO (Internacional Standard Organization) es una institución internacional no gubernamental, organizada en comités técnicos los cuales se encargan de elaborar las normas ISO 14 000 (término genérico utilizado para designar a la familia de estándares internacionales), diseñadas para ayudar a empresas a establecer y evaluar objetivamente sistemas de gestión ambiental.
ISO 14 000 se centra en la organización proveyendo un conjunto de estándares basados en procedimientos y unas pautas desde las que una empresa puede construir y mantener un sistema de gestión ambiental.
En especial, la norma NC- ISO 14001 es aplicable a cualquier organización que desee: (Almea León, Y. 2007).
implantar, mantener y mejorar un Sistema de Gestión Ambiental;
asegurarse de su conformidad con la política ambiental establecida;
demostrar tal conformidad a terceros;
solicitar la certificación/registro de su sistema de gestión ambiental por una organización externa;
realizar una autodeterminación y una autodeclaración de conformidad con esta norma.
El éxito en la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental se basa en principios básicos entre los que se destaca como fundamental, el compromiso de la dirección superior con relación al mejoramiento del desempeño de la organización, donde se establezcan claramente los objetivos y metas ambientales, así como un necesario involucramiento coordinado y responsable en todos los niveles de la estructura organizacional.
La más alta dirección debe definir la política ambiental de la organización, y asegurar que la misma: sea apropiada para la naturaleza, la escala y los impactos ambientales de sus actividades, productos o servicios; incluya un compromiso para el mejoramiento continuo y la prevención de la contaminación; incluya un compromiso de cumplir con la legislación y reglamentación ambiental pertinentes, y con otros requisitos a los que se adhiera la organización; provea el marco para establecer y revisar los objetivos y metas ambientales; sea documentada, implantada, mantenida y comunicada a todo el personal; esté disponible para el público.
En nuestro país, La Ley No. 81 del Medio Ambiente, promulgada por la Asamblea Nacional del Poder Popular en correspondencia con el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), tiene entre sus objetivos, establecer los principios que rigen la política del Estado, las acciones de los ciudadanos y la sociedad en general, a fin de proteger el medio ambiente y contribuir a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenido del país.
Cuba es parte hoy de más de más de 90 tratados internacionales, globales, regionales y bilaterales, convencionales y no convencionales.
Los principales instrumentos de la política y la gestión ambiental cubana tienen como base de su contenido fundamental conceptos jurídicos y principios del Derecho Ambiental Internacional derivados a su vez de instrumentos internacionales aprobados por Cuba.
La Estrategia Ambiental Nacional, el Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo, la Ley 81 del Medio Ambiente, y la gran mayoría de las disposiciones normativas nacionales están relacionadas directa o indirectamente con uno o más instrumentos jurídicos internacionales. Situación similar se refleja con la regulación jurídica ambiental del resto de los países.
En la estrategia nacional se identifican los principales problemas ambientales del país, la afectación significativa que éstos producen sobre la salud, la calidad de vida del hombre, las actividades económicas priorizadas, los ecosistemas de alta fragilidad y su importancia económica y social.
La identificación de los problemas ambientales permite jerarquizar su atención, dirigiendo hacia ellos los principales esfuerzos de la gestión ambiental, dentro del universo de los problemas existentes. (Reymond Álamo, A ; Ferrer Oquendo A. , 1997)
Para llevar a cabo esta política ambiental, el país cuenta con una serie de instrumentos de gestión ambiental, como las leyes ambientales, planes de educación, evaluaciones de impacto ambiental, inspecciones y auditorías ambientales, así como fondos para el medio ambiente, tomando como base fundamental la serie de normas internacionales (ISO 14000).
En especial, la Unión Eléctrica Nacional, ha tomado una serie de medidas para la protección del medio ambiente y sobre todo, para reducir las emisiones de chimeneas industriales, ya que el dióxido de carbono, de azufre y otros contaminantes emitidos por éstas, contribuyen a la contaminación atmosférica.
El dióxido de carbono contribuye al calentamiento global, y el dióxido de azufre es la principal causa de la lluvia ácida en el norte y este de Europa y el noreste de Norteamérica. Otros problemas ambientales incluyen enfermedades respiratorias, el envenenamiento de lagos y ríos y los daños a los bosques y las cosechas.
En la NC 242: 2005: Guía de datos tecnológicos para inventario de emisiones de los contaminantes atmosféricos desde fuentes industriales estacionarias, se establece los datos tecnológicos que se han de tener en cuenta para la realización de un inventario de emisiones de contaminantes a la atmósfera generados por fuentes puntuales industriales, teniendo además por objetivo habilitar a los especialistas y técnicos de una herramienta practica para obtener los datos tecnológicos necesarios para la realización de un inventario de emisiones de contaminantes a la atmósfera.
Propuestas para la gestión medioambiental
La consideración del medioambiente en la contabilidad financiera se puede realizar desde múltiples perspectivas, que van desde un enfoque crítico que cuestiona el statu quo hasta una simple integración del concepto en algunas partidas claves, como gastos y provisiones. En este último extremo se sitúa la postura del International Accounting Standards Committee (iasc), que utiliza las reglas derivadas del marco conceptual básico (iasc, 1989:12). En este sentido, cabe recordar que las normas de iasc se alcanzan por un amplio consenso que implica a representantes de países con muy diferente grado de evolución de sus regulaciones medioambientales (aeca, 2002).
En una posición intermedia se han situado otras propuestas con un objetivo más ambicioso que el del iasc, y que se han manifestado en la integración de los aspectos medioambientales en el sistema de información de la empresa, recogiendo una mayor aproximación a la interrelación de la actividad con el entorno natural. En esta línea, algunos organismos, como la Fedération des Experts Comprables Européens (Fee), han optado por la configuración de un marco conceptual adaptado a la presentación de información medioambiental, en paralelo a la actuación de los organismos reguladores más importantes para la normalización y armonización contable, entre los que destacan el Financial Accounting Standards Borrad (Fasb), el iasc y aeca. Sobre la base de este enfoque conceptual se han desarrollado modelos de información medioambiental de gran aceptación, como la Guía de información sobre sostenibilidad, publicada por la Global Reporting Initiative (gri) en el año 2000 (aeca, 2002: 21).
El sistema de gestión ambiental, como parte del sistema de gestión global de una empresa o industria, incluye la estructura organizativa, las actividades de planificación, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para desarrollar, implantar, lograr, revisar y mantener la política ambiental.
Internacionalmente, se aceptan como instrumentos de la gestión ambiental los siguientes:
1. Inspección ambiental.
2. Evaluación del impacto.
3. Estudio del impacto.
4. Auditorías.
Los que se definen como:
Inspección ambiental: Actividad de control, fiscalización y supervisión del cumplimiento de las disposiciones y normas jurídicas vigentes en materia de protección del medio ambiente, con el objetivo de evaluar y determinar la adopción de las medidas pertinentes para garantizar dicho cumplimiento.
Hasta el presente Siglo, las normas jurídicas dirigidas a la protección de algún componente de lo que hoy entendemos como medio ambiente, se caracterizaban por ser exiguas, dispersas y marcadas por un fuerte carácter utilitario.
Si bien las leyes, que son hechas por y para los hombres, no pueden escapar de una tendencia antropocentrista, en el caso de la legislación ambiental se hace necesario comprender que esta óptica, en cuanto a los componentes del medio ambiente se refiere, debe ser supeditado al reconocimiento de sus valores intrínsecos y por tanto, al deber inalienable a ser conservado y utilizado de forma sostenible independientemente de la utilidad que el hombre vea en algunos de ellos.
Por tanto se hace necesario tener en cuenta al legislar, que la estimación de los efectos de una acción sobre el medio ambiente consta de dos operaciones fundamentales: predicción y valoración; y si bien estas operaciones, que corresponden básicamente a los ámbitos científico, técnico y económico, son las más necesitadas de una sólida base, no deja el ámbito legal de quedar afectado por la falta de precedentes.
Evaluación del impacto ambiental: Proceso dirigido a identificar, predecir, evaluar e informar de los efectos sobre el medio ambiente de los planes, programas, proyectos y obras y del uso que se hará de los recursos disponibles. Ello permitirá tomar decisiones con el fin de organizar el cumplimiento de las medidas de mitigación que deben ser consideradas.
Los impactos hay que identificarlos y una vez identificados deben valorarse indicándose los criterios utilizados para ello.
Las metodologías orientadas a la predicción y evaluación de impactos, cubren un amplio espectro y no pueden ser rígidamente separadas ni clasificadas. Varían en complejidad, desde las que son totalmente intuitivas, a las basadas en hipótesis sobre el funcionamiento de los procesos ambientales.
No obstante se puede aventurar una clasificación considerada en sentido amplio:
-Análisis cualitativo de impactos
-Sistemas cuantitativos (globales y parciales)
Es importante establecer, no sólo la magnitud del impacto probable, sino también, el umbral a partir del cual los impactos provocados imponen limitaciones sobre el desarrollo de la actividad, tanto para la fase de construcción como para la de explotación y cierre.
Según las necesidades específicas del usuario y del tipo de proyecto bajo análisis, una metodología puede ser más útil que otra. Cada individuo, deberá seleccionar la herramienta más idónea a sus necesidades.
Los criterios y métodos de evaluación del impacto ambiental pueden definirse como aquellos que permiten valorar el impacto ambiental de un proyecto, acción, aspecto, y/o proceso sobre el medio ambiente.
En ese sentido estos criterios y métodos tienen una función similar a los de la valoración del medio, puesto que los criterios permiten evaluar la importancia de los impactos producidos.
Los criterios de valoración del impacto que se han propuesto son variados y su selección depende en gran medida del evaluador.
Impacto ambiental: Cualquier cambio sobre el medio ambiente, adverso o beneficioso, resultante total o parcial de las actividades, productos o servicios de una organización (ISO 14050). La denominación de impacto ambiental se emplea fundamentalmente en las situaciones de pronóstico cuando se pretende examinar lo nuevo.
Cuando se habla de los problemas ambientales existen dos términos fundamentales a comprender que son los de "efecto" e "impacto". Regularmente estos términos se utilizan indistintamente para hacer referencia a las consecuencias que puede provocar o provoca cualquier actuación humana sobre el medio. Se puede entonces decir que se entiende por "efectos o impactos ambientales", a las alteraciones que se producen en el medio ambiente como consecuencia de las acciones que forman parte de las actuaciones humanas.
Cuando las consecuencias están relacionadas con acciones principales, estos se denominan impactos directos o primarios. Por ejemplo el movimiento de tierra asociado a la construcción de una carretera puede dar lugar a superficies desprovistas de vegetación – se está en presencia de un impacto directo.
Si son consecuencias de acciones derivadas de otras principales entonces se denominan impactos indirectos o secundarios. Un ejemplo de esto último, se puede relacionar con el ejemplo descrito anteriormente; la erosionabilidad del terreno que se produce en las superficies desprovistas de vegetación seria el impacto indirecto del movimiento de tierra.
Por otra parte se considera adecuado destacar que el término "impacto", hace referencia a la valoración cualitativa o cuantitativa de la alteración del medio ambiente.
Auditoría: Proceso de verificación sistemática y documentada, que consiste en obtener y evaluar objetivamente evidencias para determinar si el sistema de gestión ambiental de una organización es conforme con el criterio de auditoria del sistema de gestión ambiental, comunicándose los resultados de este proceso a la gerencia.
El término auditoria está preservado al diagnóstico, y éste puede ser interno y externo.
Los criterios según los cuales se evalúan las evidencias obtenidas durante una auditoría ambiental se establecen a partir de un conjunto de requisitos que contemplan requerimientos legales y regulatorios, normativas, disposiciones fijadas en políticas, procedimientos o prácticas aplicables a la entidad, así como cualquier otro indicador que dé una medida del desarrollo exitoso de la gestión ambiental.
La Auditoría Ambiental ha demostrado ser un instrumento muy útil para verificar y ayudar a mejorar el desempeño ambiental de cualquier entidad, así como para proporcionar seguridad sobre el cumplimiento de requisitos legales aplicables a la misma.
Las auditorias ambientales pueden perseguir distintas finalidades, como son entre otras, las siguientes:
Controlar la contaminación ambiental en todos sus posibles aspectos: atmosféricas, hídricas, residuos sólidos y peligrosos o limitarse a uno sólo de ellos, convirtiéndose en lo que se podría denominar auditoria ambiental sectorial ¨, por ejemplo auditoria ambiental atmosférica
Verificar el cumplimiento de la legislación vigente
Evaluar los sistemas de gestión ambiental y su efectividad
Identificar riesgos futuros en materia ambiental
Valorar el tratamiento, almacenamiento y la disposición de materiales
Valorar las responsabilidades sobre materiales adquiridos o productos vendidos
En función de la finalidad de la auditoría deberán diseñarse unos objetivos adecuados. Estos deben ser claramente definidos, como en cualquier modalidad de auditoría. Del acierto en la elección de los objetivos y en la fijación de los alcances, dependerá en gran medida el éxito de la misma.
La realización de las Auditorías Ambientales se extiende a todas las actividades que se llevan a cabo dentro de una entidad, y cubre aspectos administrativos, sociales y operativos. Estos aspectos se evalúan contra los parámetros existentes, tales como la legislación, las normativas, las políticas ambientales corporativas, los procedimientos operaciones y de mantenimiento, etc.
Es de gran importancia el cuidado y protección del medio ambiente en las empresas, así como estudiar y analizar las regulaciones vigentes y la incidencia de la actividad empresarial en este sentido.
La ciencia contable frente a la problemática para presentar información al respecto presenta retos y limitaciones, por lo que es necesario la revisión de enfoques de análisis, sistemas de gestión y sistemas de indicadores medioambientales que permiten la toma de decisiones con respecto al medio ambiente.
La consideración del medioambiente en la contabilidad financiera se puede realizar desde múltiples perspectivas, considerando que todos los recursos con que se operan influyen en el entorno.
El sistema de gestión ambiental, como parte del sistema de gestión global de una empresa o industria, incluye la estructura organizativa, las actividades de planificación, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para desarrollar, implantar, lograr, revisar y mantener la política ambiental.
Es de vital importancia la inclusión en el Informe de Gestión de cualquier empresa de los indicadores medioambientales que permitan la toma de decisiones de los directivos y determinen las acciones y estrategias a trazar para regular la influencia de la actividad de la empresa en el entorno.
BÁIDEZ GONZÁLEZ, A; ROJAS TERCERO, J.A; TEJADA PONCE, A; 1999. Contabilidad medio ambiental: los estados financieros como portadores de información medioambiental. Jornadas Científicas: Contabilidad 99 Calidad-Eficiencia-Competitividad. Palacio de las Convenciones. La Habana. Cuba.
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Autor:
Lic. Yenni Rodríguez Casallas
Ing. Ariadna Hernández Cabrera
Enviado por:
José Ángel
Central Termoeléctrica "Antonio Guiteras", Zona Industrial Final, Versalles, Matanzas, Cuba