El obrero discapacitado. Episodios Nacionales de Angelillo de Uixó
Mañana soleada de primavera, brisa cálida de primeros de mayo. Manifestaciones turbias y sin armonía se suceden por el país cantando himnos revolucionarios. Gargantas solitarias, carraspeantes, carajilleras, pronuncian palabras guerreras y tatarean notas de solidaridad sin ningún convencimiento. Silban con los dedos de la mano: paz y el bienestar para los ciudadanos. No a los recortes.
A las banderas desteñidas que portan los anarquistas al hombro, tras discutir sobre que hombro la debe llevar por no haber voluntarios por el peso y la molestia, las admiran con el ojo bueno, le hacen un guiño cínico al rojo y negro, y tararean una tarantela recordando a Angiolillo.
Los pobres, los mendigos, los parados, los empresarios, en las esquinas escupen a los manifestantes.
Los manifestantes les llaman socarrones a que se unan con ellos a las barricadas, quizás con el cinismo de los tiempos, por qué las barricas no se ven por ninguna parte.
La sombra del ciprés se larga sobre el patio del cementerio de Vall d' Uixó.
Junto al campo santo retirado del pueblo un par de kilómetros llega un polígono industrial de nueva planta realizado en los cercanos tiempo del auge inmobiliario y financiado por bankia.
Transformaron los liberales los silenciosos campos de naranjos que rodeaban el cementerio, regados por milenarias acequias que transportaban aguas turbias, mortecinas y oscuras, donde la rana reinaba en las clochas formadas junto la trampilla, en naves industriales vacías con puerta nuevas sin estrenar donde se lee el cartel:
Se vende, se alquila, me compran.
Ahora reina el grillo en agosto sobre el asfalto chirriando junto a las puertas.
En una pequeña cantera clandestina cerca de la parte posterior de una fabrica de piensos de animales cerrada, quedan las cenizas de los naranjos quemados y restos de cerámica mudéjar.
Rodeado de naves industriales y un bar, se alzan las paredes encaladas, construidas a base de mampostería del campo santo municipal de vall d' Uixó.
Tapias blancas bajo el cielo azul , repican las campanas plateadas espantando a las lagartijas que caminan en vertical. En el centro del patio del cementerio, un pequeño grupo engalanados a las citas de difuntos se agolpa junto a un finado con los brazos recogido sobre su pecho dentro de un ataúd.
Descansando en las alas de broce de los ángeles los gorriones alzan el vuelo y desciende a la frente del difunto cantando con el batir de sus alas un réquiem.
El cura con el cirio encendido y goteando blanca cera mira admirado la erótica novia del finado que pasea la mirada por su bello y joven novio de rostro apagado pero hermoso.
¿Por qué lo habrá hecho? -Pregunta en voz baja con pena e incomprensión, es un amigo del difunto que espera respuesta de otro amigo que está a su lado confuso entre los latines del párroco y la hermosa novia del difunto con la que tiene fantasías eróticas.
Quizás por el desempleo, las deudas- responde pasándose la mano por el flequillo y con el pensamiento repleto de instintos sexuales que le dominan. Entre cruces y huesos sepultados por lapidas le flaquean las hormonas al farandul y se agita bajo agotador deseo enfermizo y mortal del sexo.
La novia lanza un grito y se arroja la féretro esperpéntica, conmocionada, al ver sobre la corbata la cicatriz de la soga. Se abalanza a cuatro patas de rodillas marcando los pliegues de la falda su prieto trasero.
Los asistentes de forma brusca e instintiva caen sobre ella para levantarla. Una vez la retiran, la madre, cómo manda el acto, ocupa su lugar de rodillas frente al difunto. Agarrada y puesta en pie busca a la eternamente futura yerna. Se abrazan y besan en la boca. El cura con el cirio en la mano les ofrece un ansiolítico. Las retiran a una pequeña habitación contigua para que reposen. Se extienden en dos sofás las mujeres, desde fuera el resto espera hablando bajo. A través de las ventanas los amigos del finado observan el bello rostro angelical de María. Su cabello rubio cayendo del posa manos hasta el suelo de baldosas negras donde brilla cómo espigas de oro, sus pechos turgentes bajo la seda oscura del traje, sus delicados ojos verdes entre abiertos pestañeando al compás de sus labios rojos y gruesos que contrastan con su delicada blancura de rostro virginal. Su voz aguda, tierna, femenina, repiten incesante suspirando el nombre de su amente fallecido.
El cura se santigua extasiado de tanta belleza, entra con el cirio entre las manos y da un beso largo sobre la frente de María que jadea agitando lentamente. Mueve lentamente sus serpenteantes largas piernas sedosas cubiertas hasta el liguero rojo por unas medias de rejillas negras. Acaricia en éxtasis de Santa Teresa su cuerpo. Pasa sus manos por su vientre liso cómo lo hacia el difunto 8 veces al día.
La madre del fallecido barrunta de dolor.
En el bar contiguo al cementerio, una cabeza de toro colgada y con gravedad en la expresión del cabestro preside una pared azul en la que es el protagonista. Junto a él hay dos banderillas y una foto del cabestro del Cordobés.
Bajo de la cornamenta asoman tres cráneos emparentados. Son los únicos clientes del local que parece un cementerio, los hombres juegan al domino.
minusválidos, minusválidos- rompe el silencio el más bajo de los tres hermanos y de mayor edad. Se le conoce por Joe.
Los tres hermanos son de idéntico aspecto. Característica es su nariz bulbosa y grande, bigote negro largo que les oculta los delgados labios, sus barbillas alargadas sobresalen puntiagudas. Los pómulos enjutos, ojos negros con expresión animalesca que escudriñan las oportunidades para robar. Tira el cabestro una ficha de seis doble.
El dueño del bar, un viejo verde , al escuchar esas palabra misteriosas presta su oreja grande que le cuelga hasta la altura de las quijadas, de detrás de la barra se dirige con aceitunas hacia los hermanos ventura. La camarera, una joven rumana se santigua cómo los hacen los herejes ortodoxos.
No te enciendo Joe, que quieres decir- le dice Averell , el mediano de los Ventura, cuya única diferencia física con Joe es que es más alto y menos inteligente, el resto del físico un calco, incluida la nariz bulbosa que tanto les ha servido para encontrar carroña y conocer por el olor a concejales del PP, accionista y banqueros con los que hacer negocios.
tira ficha: seis y cinco.
Que nuestras empresas deben contratar minusválidos- aclara Joe mirando a su hermano.
¿Y eso por qué? Con los moros y los rumanos nos va muy bien- le responde Averell.
Si, eso Joe, los inmigrantes son el mejor invento, nunca hemos ganado tanto cómo desde que han venido a Vall d' Uixó moros y rumanos- replica impertinente y haciendo cuchufletas de chimpancé a su hermano Joe. tira una ficha sonoramente y derrama el vaso con whisky y hielo. La ficha: el cinco y cuatro. Ratamplan, el menor de los ventura, tiene el mismo aspecto que sus dos hermanos, es el más alto, y por consiguiente el más tonto. Viste cómo ellos dos, chaleco negro liso, camisa a rallas negras y blancas , pantalones vaqueros y botas de campo con espuelas.
Lo de los inmigrantes se ha acabado hermanitos, la teta rumano cosobar no da para más- les dice solemne y tétrico Joe.
No te entendemos Joe- dicen al unisono los dos hermanos- si ahora vamos a construir el palace pádel. La alcaldesa, así nos lo ha prometido.
La nueva construcción de palace pádel la deben hacer minusválidos- asevera Joe imponiendo su voluntad.
¿ Te has vuelto loco Joe? Grita asombrado Averell que no comprende.
Joe guarda silencio y deja que sus hermanos hagan gestos cómicos, se rasquen la cabeza, se miren y se pongan el dedo en al sien girándolo en ademan de locura. Joe va cambiando la cara, ríe sarcástico bajo los cuernos del toro. La confusión de sus hermanos es palpable: ojos abiertos de par en par, pupilas dilatadas, agitación del sistema nervioso parasimpático que les hace tener hipos en las piernas, sequedad en la boca que mitigan bebiendo whisky, escozor en el ano que se rascan con sus largas uñas. El camarero deja las olivas y se queda escuchando, al camarera le reza a Stalisnao VIII, patrón de Rumanía, teniendo un mal presentimiento.
Joe solemne tira un cuatro doble que cierra la jugada y grita:
He ganado.
Retira el dinero de sus hermanos y lo mete en una bolsa. Les sigue hablando mientras ellos se aseguran de que no haya hecho trampas. No conformes protestan airadamente y dicen que no vale la partida, que empiecen de nuevo. Joe indiferente a los lloros de sus hermanos les sigue hablando de su nueva jugada de domino:
Los minusválidos hermanitos, los engendros tienen bonificaciones de más de 3000 euros, son además baratos en el sueldo, y no dan problemas laborales, de hecho algunos ni pueden hablar por qué no tiene lengua.
Oh Joe eres un genio– los dos hermanos abrazan a Joe una vez comprenden, lo hacen a la vez y lo tiran de la silla. Desde el suelo Joe les lanza patadas. Se levanta y los persigue por el bar para pegarles.
Imbéciles debiera empezar por contrataros a vosotros, me habéis tirado al suelo y hecho daño en la espalda subnormales- les grita masajeando su espalda amoratada.
Los dos hermanos de rodilla le suplican.
Joe, Joe, no te cabrees por favor.
Los familiares del difunto abandonan cabizbajos el cementerio con aires de desesperanza. Caminan iluminados por el sol del medio día. En la puerta tropiezan con los manifestantes anarquistas que recorren el polígono industrial sin encontrar trabajadores por estar todos en paro. Cómo las únicas personas que encuentran los anarquistas son los asistentes al funeral, les dan el pésame y el alto el piquete. Les invitan a unirse y salvar el 1 de Mayo.
Camaradas, todos estamos de luto por la clase trabajadora- junto a la tapia del campo santo con aires de beato, con los ojos cansados, brazos abiertos de acogida, y expresión de depresivo, habla un delegado sindical al ver de difuntos al grupo, cree que son obreros que en huelga que representan una habitual performance.
Nosotros estamos de luto por qué la clase trabajadora muere- le dice Bella Mari que eclipsa la lucha sindical con su belleza- Mi novio ha muerto y le hemos dado sepultura.
¿Suicidio por el paro?- pregunta una voz al ver a la criatura joven, y un joven en España no muere de trabajar, por qué no se trabaja, ni de aburrimiento, por qué los bares están llenos.
Si- responde la madre- de la cantera de hermanos ventura.
Se abrazan los dos grupos.
Un nuevo asesinato de los hermanos ventura- dice una voz del fondo de la comitiva.
Respetar por favor, no se dicen nombres- se gira un hombre mayor bajito a la voz, es un gordo que hace de secretario general. Les da un folleto a los familiares del difunto que versa sobre motivos para hacerse sindicalista: ir a huelgas , celebrar el 1 de Mayo, y descuentos en tiendas de alimentos alternativos.
La familia con el pin del Che en la camisa del luto siguen su camino al pueblo. La Bellísima Mari, la mujer más hermosa de Vall d' Uixó y del mundo, sin poder evitar su natural coquetería, gira su rostro ante el cristal del bar para admirarse de lo buena que esta. Su preciosa silueta se refleja en el cristal y sonríe involuntariamente, observa a los ventura y lanza un grito grave que sobrecogería a cualquier hombre que sentiría la necesidad de acudir a ayudar a la doncella y yacer con ella, pero los hermanos ventura malos hasta la saciedad, no se conmueven del lamento de bella Mari, aunque si piensan en yacer con ella.
La bellísima y sin par Mari, con lagrimas en los ojos se lanza valientemente hasta la mesa de los infames ventura, villanos de Uixó.
Asesinos, asesinos, mi chico se ha suicidado por qué no le pagabais.
Cuidado bella Mari con esas palabras, que son castigo de ley– le dice Joe levantándose y señalando con su dedo a la preciosa muchacha de ojos verdes cómo las esmeraldas.
Llama a la policía Ernesto- dice Averell al mesonero.
Este da ordenes a que lo haga la rumana mientras saca una escopeta de debajo de la mesa para proteger a los caciques.
En mi bar no quiero problemas, ni escuchar esas palabras, aquí nadie es un asesino- dice el mesonero apuntado a Bella Mari con una escopeta recortada. Mira a la chica con ojos de viejo sátiro de falange española, pasea las manos adelante y atrás por el cañón con deseo de disparar cómo suele pasar a muchos hombres ante las mujeres bellas, ya que la belleza se desea poseer y destruir con una escopeta.
¿ Acaso mujer, nosotros le disparamos? Dice Joe en tono conciliador.
No, no, no- dice Averall.
Yo creo que no- responde dudoso Ratamplan que recibe una colleja de su hermano.
Se suicido, el sabrá los motivos, igual no te quería tanto y encontró otra querida- dice riendo Joe.
La familia del difunto coge delicadamente a Bella Mari que llora cayéndole sus benditas lagrimas puras cómo diamantes sobre las aceitunas en salmuera.
Monstruos- les dice con la voz ahogada y desfalleciendo.
Vamos Bella Mari, aquí no hacemos nada- le dice la madre del difunto pasando su mano por la cadera de la muchacha y besando su delicado cuello de cisne.
La familia se van en silencio mientras los ventura ríen.
Joe come una aceituna de pie observando cómo se alejan, escupe el hueso, y toma asiento respirando hondo.
¿ Veis por que es un problema contratar mano de obra nacional?- les dice Joe a sus hermanos que dicen que si con la cabeza asertivos.
Pero si se suicidan los españoles, tenemos menos que pagar- replica Ratamplan haciendo pose de intelectual y asombrado de haber llegado a esa conclusión.
Joe le mira y levanta la mano, Ratamplan temeroso de que le pegue una colleja da dos pasos atrás.
La verdad es que has tenido una buena idea- le dice Joe asombrado de la perspicacia- te felicito.
Barman- otra ronda que invita el difunto- exclama feliz Joe de saber vencida otra deuda. Tacha de la libreta de trabajadores muertos y suicidados otro nombre.
Los hermanos ríen y brindan a la salud del muerto.
Vamos a buscar discapacitados- les anima Joe una vez apura la copa.
Esperadme, yo también voy- les dice el mesonero.
La rumana se santigua de nuevo.
Señores ventura, señores ventura, por favor cojan mi curriculum– les dice un hombre mayor que les ve por el polígono industrial al que ha acudido a tirar curriculum. No ha entregado ninguno por estar todo cerrado pero ha sacado un pin del Che, una camisetas anarquistas, y dos banderitas anarquistas que ondea al acercarse suplicante a los hermanos ventura.
¿Tienes carnet de minusválido? Le pregunta Ratamplan a un hombre de cincuenta años, ojos de sapo cara de preocupado, medio calvo y feo cómo la madre que lo pario.
El pequeño hombre se mirada simple, encorvado le responde que no.
Entonce no molestes- le dice Averall- largo de aquí.
Hay que ver está gente lo valientes que son, saben que no pagamos y vienen a pedirnos faena, deberían darles a todos los parados del pueblo un carnet de subnormales- comenta asombrado Joe ventura reflexionando sobre la naturaleza humana.
¿Donde vamos Joe? pregunta Ratamplan cansado de andar
Te lo he dicho varias veces Ratamplan, a buscar tontitos para el pádel- le dice paciente Joe.
¿Y adonde? Estoy cansado, ¿que vamos a cruzarnos todo el pueblo o qué? Replica Ratamplan.
Vamos a los servicios sociales- le dice paciente Joe.
Buenos día señores ventura- saluda un joven vestido de adidas apoyado junto un BMW aparcado frente a la puerta open cord en el espacio para minusvalidos. Dentro del coche hay una rubia con cara de puta maquillándose.
¿Qué, de paseo? Le dice Averall al conductor contemplando a la joven de reojo.
A ver, hay poca faena, hemos comprado unos bocatas y vamos al corte ingles a pasar la mañana. Me preguntaba si me pagarían- exclama tartamudeando el joven quitándose la gorra de adidas en señal de respeto.
No puede ser José, mira, hoy no llevo nada, y estos días está complicado, tenemos que construir la pista de pádel y no podemos pagar, estamos hasta el cuello- le dice Joe poniéndose la mano en el cuello en señal de ahogo.
¿Y trabajo no tendría para mi? Le pregunta el joven.
No. de momento no puede ser, vamos a contratar subnoramlitos, lo manda inspección de trabajo.
! Que más quisiéramos contratar a normales! ten paciencia, ten paciencia, que la cosa está muy mal, lo que hay que tener es paciencia y confianza ¿Tu tienes confianza?- le pregunta inquisitorial con ojos firmes y tétrico Joe.
Claro soy español y de España 2000- responde el joven alto cómo un pino con cara de bruto haciendo el saludo falangista.
Pues muy bien- le da una palmada Joe ventura- eres un patriota.
EL joven sube al coche arranca y sale a toca velocidad fumando un porro que le ha hecho la novia bakaladera de barrio.
Mal parit- dice una anciana a la que casi atropella en el paso cebra. El BMW frena chirriando ruedas y baja José.
¿Que me has llamado abuela? Le pregunta dándole dos empujones.
Nada, nada chiquet, es que me he asustat, perdó- le dice la mujer temblando.
Los Ventura entran en la gusanera de los servicios sociales. Negros, cojos, paralíticos, tullidos, drogadictos, depresivos, vagos, abarrotan sentados las escalera y bancos aguardando turno.
Las mujeres jóvenes, muchas de ellas madres solteras, hijas de obreros en paro del barrios marginales, abocadas a la prostitución, exhiben sus pechos para que algún funcionario entre café y café las suba a los despachos de arriba para hacerles algún favor y ellas demostrar que están agredecidas.
Los acogotados derrotados de la vida alzan sus miradas ante la presencia de los ventura que tapan con sus cabeza la poca luz que entra de las ventanas.
Son los ventura ¿qué harán aquí? Se preguntan.
Señores Ventura ¿Han venido a pagar? Ya se lo decía yo a mi mujer que algún día ustedes pagarían, yo siempre tuve fe- exclama un viejo trabajador de los Ventura con aspecto de valenciano, cara redonda, grueso, nariz roja, ojos claros de persona alegre y por consiguiente idiota.
No Pascualet no, no venimos apagar, siempre estáis pensando en el dinero. ! Qué país, que país! Eso en Alemania no pasa- exclama penitente y patriótico Joe con expresión socarrona. Los deshechos sociales vuelve a acogotarse.
Queremos hablar con el encargado- dice Ratamplan en voz alta.
¿Quien es el encargado? Da voces Joe ventura dirigiendo la mirada y clavándola cual lanza zulu en la tripa de un simio, en un negro apoyado en un pilar abanicándose con un refrescante CD de Bisbal.
Tu, mayordomo- dime quien está al frente de ésta empresa– le pregunta violento.
No zaber zeñorito, yo venir a por bocadillo y tiket de cáritas, pero de cerdo no que zoi muzulman- le responde el negro pausado, sin prisa , con una paz que solo está raza hijos de esclavos. y que engendrará más esclavos, tiene en la sangre.
Joe ventura furioso de no ver al encargado entra en un despacho.
Por favor, que significa esto- exclama furiosa una mujer de mediana edad con bata blanca y gafas que escribía en una hoja de test evaluativo.
¿Eres la encargada, o una enfermera? Pregunta Ratamplan al ver que lleva bata blanca.
Ni lo uno ni lo otro, soy psicóloga y estoy atendiendo a un enfermo- señala a un hombre de mediana edad , bien vestido, pulcro, con flequillo bien peinado, aspecto de tímido y que sonríe educado a los que han entrado. Por su aspecto pasa desapercibido.
Sabes quienes somos, nosotros somos los hermanos ventura, tenemos las principales empresas de Vall d' uixó y contactos con el alcalde, así que cuidado con lo que dices o llamamos a la guardia civil- amenaza Averall con los brazos cruzados frente a la mesa de la psicóloga.
Pero ¿ que es lo que quieren de mi? Les pregunta la mujer.
Estamos buscando gente para la obra, gente con minusvalías- le dice Joe inclinando su cuerpo hacia la mujer. Habla despacio cómo si la psicóloga fuera idiota, que efectivamente, aunque licenciada en psicología, lo es. Joe hace el gesto de la paciencia con las palmas de las manos semejando a Gandi.
La psicóloga evalúa la situación. La psicología que es una rama de la teoría de la evolución de Darwin y la aplicación de la ideología económica liberal, preconiza en su ciencia que los sujetos se deben adaptar a las situaciones, y nunca protestar con el que manda por que es inadaptativo. !Y cuanta razón tienen , de cuantos Lenin, Che Guevaras , Espartacos, nos ha librado la psicología en las facultades, en las empresas y en la calle!
Discúlpenme, verán, es que no sabia, yo… no sabia que ustedes regían. Es que soy interina novata, discúlpenme, tomen asiento por favor- se disculpa la asistenta señalando varias sillas, se levanta para ser más complaciente y bajo la bata se ven una piernas muy sexys que con sus gafas le dan el aspecto de las play mates de la revista porno play boy a la que está suscrita.
Bueno Norman ya seguiremos otro día la sesión, creo que es mejor que regreses a casa ¿ Y tu madre? Hace tiempo que no la veo.
Norman puesto en pie, exhibiendo su altura , de cuerpo delgado, vestido cómo de los años cincuenta pierde por un momento su timidez y su aspecto cándido ante la pregunta de la madre. Su mirada ahora asusta al contemplarla, se vuelve misteriosa, profunda y macabra, refleja un pensamiento obsesivo que incluso hace que los ventura se les pongan los pelos de punta.
Madre esta bien, madre me llama, madre voy, espera madre- Noramn se aleja despacio, sus palabras semejan cuchillos repleto de sangre deslizándose sobre violines que desgarran el mismo siniestro acorde una y otra vez: chan-chan-chan-chan-chan.
Joder- dice Joe ventura en el fondo de la silla donde se ha sentado acojonado y sin respirar, mira a la psicóloga perplejo- ! cómo esta el patio! Bueno, nosotros a lo nuestro. Mire encargada, queremos gente con discapacidades, pero ese que se ha ido no. Buscamos cojos, siameses, gemelos, ciegos, es para darles faena en la construcción del palace pádel, y para una granja de avestruces que tenemos. El trabajo no es duro, es poner ladrillos, montar andamios, y en la granja dar de comer a los animales y quitarle los huevos.
Pero, señores, me parece muy bien que está gente trabaje, es lo que necesitan. La mayoría que viene tienen cuento y son unos vagos. Yo soy seguidora de Adam Smit, Taylor y fanática de los recortes de Rajoy, sobre todo en las subvenciones a discapacitados, pero creo que estas cuestiones liberales las llevará el paro o el ayuntamiento. Aquí no se cómo podemos serviles, esto es un despacho de psicología municipal, no una gestoria.
Pues muy fácil encargada- replica Joe- nos da una lista de la gente con dependencia, que tienen taras físicas y mentales y nos los llevamos, usted se quita faena y nosotros ganamos.
No es tan fácil, por desgracia hay leyes todavía, necesito una autorización del alcalde- le dice la psicóloga.
¿Seguro?- Pregunta Ratamplan.
Seguro- responde la psicóloga sin quitar la vista de los tres hermanos y el mesonero que queda en el fondo desnudándola con la vista.
¿ Me permite su teléfono? el mio no tiene saldo- le dice Joe mirando el escote de la psicóloga.
La psicóloga le ofrece el teléfono. Leyendo desde el móvil de Joe marca en el fijo.
Oye Óscar, mira, soy Ventura, estoy aquí reunido con ésta preciosidad de psicóloga que tenéis- la psicóloga sonríe- quería un favor.
Lo que digas Joe- se cuadra la alcaldesa.
Veras, en el pelotazo del pádel los obreros no van a ser moros.
Nos arruinaremos, no podremos hacer sin su mano de obra barata, es hay donde está el recorte, que dices insensato, oye que yo tengo que sacar pasta de la pista- grita histérica la alcaldesa viendo que va a perder su fortuna.
No, no Óscar que va a ser mejor, vamos a contratar a subnormales y tullidos. Hay bonificaciones.
Ah, ah, me parece bien- se calma la voz femenina y flemática del alcalde que se ha vuelto afónica del disgusto, hace una pausa para respirar y prosigue- Ya lo veo, ademas eso será publicidad positiva, todo le mundo ama los tontitos, mi popularidad subió cuando me hice fotos con los mongos de los talleres de empleo. A parte de los que van al psicólogo, en estos momentos en Vall d'uixó tenemos una estafa a cargo del servef con los discapacitados del curso de agricultura ecológica que te vendrán bien. Allí hay buen cantera ¿cuantos necesitas?
Pues para la pista de pádel 120, y para la granja de avestruces unos 7.
Tanto- chilla Óscar- nos saldrá muy caro.
No hombre, si no van a cobrar la mayoría, además mira lo que te digo, cada trabajador cuenta como medio, y ten en cuenta los que la espicharan con los calores de mayo, julio y agosto. Yo creo que necesitaremos más engendros.
Tu sabrás Joe que eres experto en obra al haber trabajado 6 meses de peón, hasta que harto te hiciste contratista. Qué se ponga la psicóloga- Joe pasa el teléfono y se pone la encargada que espera las ordenes- mira Maite, dales lo que quieren. Y que esto quede en secreto, ya recibirás un cheque y pase gratuitos a la pista de pádel , de la piscina, y revisaremos tu contrato de interina en un concurso oposición que lleva el nombre de Maite.
Vale- responde la psicóloga chasqueando los dedos y con sonrisa de puta.
El obrero discapacitado .
Episodios nacionales de Angelillo de Uixó.
II parte.
Casas del barrio obrero de texas de Vall d' Uixo, se extiende clavado en un hoyo hecho en una montaña conocida cómo partida de penya creus.
Las viviendas, cómo sus moradores, chistosas, de mala planta, diversas. Brotan semejantes a guijarros del camino, unas pintadas de amarillo, otras de rojo, otras sin pintar rebozadas de cemento hasta que el signo de los tiempos cambien y tengan para pintura sus empobrecidos inquilinos. Las más: fachadas sucias ennegrecidas de soles, lluvias y tubos de escape. Los gitanos aplauden descalzos por las aceras catando flamenco y bulerías bajo la palmera enferma de picudo del parque. La fuente sufre incansable trasiego de mujeres cobrizas en bata llenado garrafas para el puchero.
Los golfos del lugar bajo la sabana tras la noche de toros en la que ha muerto un vecino empitonado cuando borracho hacia de torero. En todo en barrio solo hay dos familias que tienen a alguien trabajando. El resto se dedica a la holganza del mediterráneo, el vicio, y el contrabando de drogas. El café caliente, humeante, a traviesa los pequeños pasillos de las casas. Llega el aroma a los camastros de sendos trabajadores sin que se enteren.
Arnol- por favor despierta a tu hermano que llegara tarde a su primer día de trabajo.
Arnol, un joven de 25 años , extraordinariamente alto para ser de la cuenca del mediterráneo, dos metros altura, culturista de afición, cara de bruto, cuadrada cómo si fuera un vulgar austriaco o alemán, acude a la puerta de la habitación de su hermano. Golpea suave y le llama.
Forest, Forest, mama te llama- despierta.
Arnol frente a la puerta espera contestación, al no producirse entra.
Forest con babas chorreando por los labios, el pulgar en la boca, ronca cómo un cerdo. Duerme a pierna suelta con la cabeza entre los barrotes de la cabecera de la cama donde entre las convulsiones de su sueño inquieto ha ido a parar.
Página siguiente |