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La corrupción y la labor del revisor fiscal en Colombia


    Dícese que se dice y hasta se mal, dice, que el estrés es el mal del siglo pasado y lo que va del presente siglo. Pero dícese que se dice y hasta sé bien, dice, que el estrés quedó, y queda en palotes ante el fenómeno de la corrupción. Dentro de la economía, y ciertamente la administración y la contabilidad, y su profesión la contaduría pública funcional y financieramente fundamentada en la normatividad y la ley, implicado derecho, la corrupción se manifiesta a través del fraude y la desinformación contable empresarial, principalmente.

    Resulta que el fraude y la desinformación, en forma general, son tan viejos como la semejanza humana, es lo que cuentan las cuentas y los cuentos y leyendas folclóricas ricas y populares mitologías y las historias sagradas (no sangradas, aunque cuando se va a ver, los ingentes derramamientos de sangre también son consecuencia de la corrupción interna y externo ánimo de afirmarla o combatirla y al haber, dos candentes guerras mundiales y una guerra fría) y profanas de las diversas culturas con sus lenguas denunciando todo tipo de corrupción gubernamental, filosófica, religiosa y científica.

    Si se quiere auscultar sus orígenes, en realidad se tendría que retroceder a mucho antes de lo más antiguo, de la más antigua evolución creativa y creación evolutiva del fruto prohibido producto del árbol de la ciencia del bien y del mal simbolizado en la serpiente genésica engañando a Eva, que viene a ser lo mismo que defraudándola, desinformándola, y subsecuentemente Ad_n defraudado, desinformado (Reina, 1569).

    Tan viejos son estos asuntos de la corrupción, el fraude y la desinformación de diosas y dioses corrompidos engañando hombres y mujeres, mujeres y hombres engañando animales, animales engañando bestias, y a movimiento retrógrado de las mareas a punta de ego, bestias engañando animales, animales engañando hombres y hombres engañando a diosas y dioses provocando en venganza desolación, tristeza, dolor, sufrimiento, guerra, y entre una y otra guerra, efímeros períodos de paz de los seres preparándose para nuevas confrontaciones, como pasó con la guerra fría.

    Esta milenaria condición de ser o no ser más que antagónicos y conflictivos desde los principios, podría explicar en parte, y en otra parte las causas fundamentales de la problemática que ocupa el presente escrito, a eventos en relación con la revisoría fiscal. Y no tienen por qué relacionar de una vez la serpiente agenética y amoral con el revisor fiscal contador amigo, o enemigo de las empresas en esa insufrible paradoja de:

    Enemigo del estado si evade y entonces, amigo de la empresas fraudulentas que lo mantienen y lo sostienen como su héroe en finanzas públicas y privadas de ética y moral; o enemigo de las empresas fraudulentas públicas y privadas de ética y moral, precisamente a causa de su honradez, ética y moral, y a consecuencia, rechazado por dichas empresas como si se tratara del mismísimo patas y entonces, amigo…

    Te quedaste sin empleo porque el peor tipo de corrupción, fraude y desinformación contable empresarial pública y privada de ética y moral, en países como Colombia está en las altas esferas estatales (caso Samper y los Pretelt, por ejemplo), y tal como ocurrió con Calígula y Próculo en Roma, si el honrado, ético y moral insiste en su locura, no lo cura ni el cura y si se descuida…

    En efecto, la corrupción, en un sentido general, es el abuso de poder en una posición de confianza, que en forma deshonesta, busca beneficio en forma particular y egoísta, burlando la norma formal o implícita, no en balde comporta los siguientes elementos: interacción entre dos o más personas, una que induce y la otra(s) que acepta un beneficio de mutuo acuerdo; ausencia de víctimas directas, todos los que participan ganan, los que pierden son los que están fuera de la situación de corrupción (lo malo de la rosca es no estar en ella, dicen los expertos); y el secretismo, los corruptos se unen en secreto para delinear objetivos en la búsqueda de ventajas ilegales e inmorales de sus relaciones de intercambio (Antonio Argandoña, 2009).

    Lógicamente, con la corrupción se relaciona el fraude, que no es más que una acción contraria a la verdad y la rectitud, en aras de lograr una utilidad ilícita, regularmente contra las entidades de gobierno o contra las mismas empresas en que se labora, porque hay otros tipos de ilícitos y el peor es el que se hace contra sí mismo y la propia carne, o sea, contra la propia familia.

    Y así mismo, la desinformación contable empresarial necesariamente está ligada al fraude, porque para engañar al interior y exterior de la empresa, sobre todo a la autoridad, lo que se hace es ofrecer información falsa por parte de la persona o personas implicadas directa o indirectamente en la situación de fraude, o dicho de otra forma, es simplemente la adulteración de la información contable, mostrar la falsedad, la mentira, como si fuera fiel y verídica realidad económica.

    Casos de corrupción, fraude y desinformación contable empresarial que han impactado la economía mundial sobran, prendiendo las alarmas en los sectores tanto público como privado, llevados a intervenir en el asunto y lo más importante, a cuestionarse en cuanto a la labor de los profesionales intervinientes en los procesos económicos que marcan la pauta nacional e internacional, sobre todo hecha referencia al papel representado por contadores, auditores internos, externos y revisores fiscales, y es bueno aclarar que esta última figura solo se da en Colombia .

    A nivel internacional, hay cinco sonados casos que en cierta forma marcaron la pauta para que se moviera la investigación, no solo policiva en representación de las entidades de justicia, sino de los organismos de vigilancia y control contable, en la búsqueda de dar respuestas a causas y efectos del respectivo fallo en cuestionamiento: ¿Qué pasó? ¿Por qué? y en esencia ¿Qué hicieron o no hicieron los que tenían que hacer para evitar los descalabros?

    Está por ejemplo el caso de Carlo Ponzi, quien a la altura de los años 20 montó un negocio piramidal, en el cual pagaba las ganancias de los primeros inversores con recursos que iba obteniendo de otros, prometiendo ganancias de hasta el 100%; o el de Peter Young, encargado de la gestión de fondos de inversión, utilizaba precisamente el dinero de los fondos del banco Morgan Grenfell para comprar acciones, y cómo es que una compañía de tal talante, con un completo equipo financiero soportado por contadores y abogados, sólo viene a reaccionar precisamente cuando toca fondo.

    Está también el caso de Nick Leeson y la quiebra del Banco Barings de Gran Bretaña, quién abriera una cuenta con los mismos dineros que manejaba del banco aduciendo inversiones, supuestamente a beneficio de la institución, pues era parte de su trabajo, pero dichos dineros iban a una cuenta secreta de su propiedad.

    ¿Dónde consejeros, asesores contables y legales, la administración y el departamento de contabilidad? O uno de los casos más famosos, el de Enron Corporation, una de las empresas más importantes de energía a nivel mundial y que no escatimó en gastar energía en capacitación de estilistas o maquilladores de un sinnúmero de documentos contables, que les permitió mostrar ganancias a pesar de estar en la física quiebra. Ahí se sabía dónde estaban asesores, consejeros, administradores, abogados y contadores auditores y revisores fiscales, en cursos intensivos de maquillaje y corte y recorte de información contable, tributaria y fiscal.

    Finalmente está el caso Madoff, presidente de la firma creada por él en 1960 y hasta el año 2008 en que fue detenido, debido a un fraude piramidal por más de 50 mil millones de dólares (Letón, 2013), sobrepasada la Gran Pirámide de Egipto alego rica y meta "FO" rica mente, claro está.

    Lo común de los cinco casos, es que ninguno terminó bien para los directamente implicados y, teniendo en cuenta que detrás de todo individuo hay una familia, imagínese el impacto social y económico para los miembros de la misma y esto, sin contar otros órdenes como el psicológico, emocional y sensible. En Colombia, los casos abundan y con parecidos efectos y a ejemplo: Colombia, el país con mayor fraude empresarial en América Latina: Empresas nacionales siguen afectadas por prácticas corruptas para obtener beneficios en negocios" (NEGOCIOS, 2014)

    El anterior titular antecede los datos arrojados por la Encuesta Global de Fraude EY, en los que cabe destacar, que el 40% de un total de 2.700 entrevistados considera el soborno y la corrupción como lo más común del mundo empresarial. A pues la advertencia de Liudmila Riaño, líder de dicha encuesta en Colombia: los esfuerzos de las compañías no siempre están enfocados a mitigar los riesgos de fraude de una forma efectiva.

    A pesar de los esfuerzos que se vienen haciendo al respecto de la corrupción en sus variadas formas de soborno, fraude, desinformación y otros, a nivel nacional e internacional, a continuación, la encargada da a entender que los empresarios y representantes legales y sus equipos de administración, abogados y contadores, entre los que se cuentan auditores internos y revisores fiscales a según exigencia normativa y legal, no asisten a las prácticas de anticorrupción y además, se descubre del lado de la administración poca gestión de riesgo, control y lo peor, se está considerando normal algo que desde todo punto de vista es anormal y lesivo para cualquier interés empresarial, social y estatal y esto, a pesar de la norma, a pesar de la ley que muchas veces obliga.

    Es así como se han creado organismos mundiales cuya preocupación y trabajo gira en torno a dichos flagelos, como es el caso de Transparencia Internacional (TI) que cubre 183 países, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que cuenta a la fecha con 34 países; la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en esencia, luchando todos por proteger a la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos, en procura de mejorar el bienestar económico y social de las personas, el orden moral y la justicia, la seguridad y estabilidad de las sociedades, las instituciones, e incentivar los valores de la democracia, la ética y la justicia, comprometido el desarrollo sostenible y la ley (López Carvajal, 2011).

    En Colombia, hace poco salió el Estatuto Anticorrupción desplegado a lo largo y ancho de la ley 1474 del año 2011, con normas direccionadas a la prevención, investigación y sanción de los actos de corrupción. En ella se ve la modificación al artículo 26 de la Ley 43 de 1990, con la adición del numeral 5 a saber:

    Será causal de la cancelación de la inscripción de contador público cuando actuando en calidad de revisor fiscal no denuncie o ponga en conocimiento de la autoridad disciplinaria o fiscal correspondiente, los actos de corrupción que haya encontrado en el ejercicio de sus cargo, dentro de los seis meses siguientes a que haya conocido el hecho o tuviera la obligación de conocerlo, actos de corrupción. En relación con actos de corrupción no procederá el secreto profesional.

    Bien que, la revisoría fiscal en Colombia, se origina con la ley la Ley 58 del año 1931. Luego se fortalece con la Ley 73 de 1935 y la ya citada Ley 43 de 1990, para nombrar algunas. Así, a los revisores fiscales se les dieron funciones específicas y que se han ido modificando acorde a la evolución de las organizaciones en los distintos frentes del quehacer nacional e internacional, dotándoseles de un estatus de prestigio que lamentablemente no se ha podido sostener debido a lo malhadado de muchos practicantes de la contaduría pública y privada de ética y moral, dedicados a labores de auditoría y revisoría fiscal, principalmente.

    Al respecto de la revisoría fiscal, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública (Consejo Técnico de Contaduría Pública, 1999), dice:

    Un órgano de fiscalización que, en interés de la comunidad, bajo la dirección y responsabilidad del revisor fiscal y con sujeción a las normas de auditoría generalmente aceptadas, le corresponde dictaminar los estados financieros y revisar y evaluar sistemáticamente los componentes y elementos que integran el control interno, en forma oportuna e independiente en los términos que le señala la ley, los estatutos y los pronunciamientos profesionales"

    En cuanto a las funciones del revisor fiscal, el Código de Comercio, Decreto 410 de 1971 en su numeral dos, complementa: Dar oportuna cuenta, por escrito, a la asamblea o junta de socios, a la junta directiva o al gerente, según los casos, de las irregularidades que ocurran en el funcionamiento de la sociedad y en el desarrollo de sus negocios (Régimen Legal de Bogotá D.E, 1971).

    El funcionamiento de la sociedad, pero aquí la sociedad se refiere a ente económico u organización económica, dígase empresa. En un sentido global, es más completo el concepto del Consejo Técnico en cuanto a la revisoría, y que lógicamente se extiende a la persona del revisor fiscal con la inclusión de la comunidad (implícita las familias), y es base de sociedad, tal como sociedad es base de Estado y entonces, se amplía el campo de responsabilidad del revisor fiscal. A bien se lee en el concepto 5239 de la Procuraduría General de la Nación:

    La tarea de los revisores fiscales es relevante para cumplir las funciones y los fines del Estado. Por lo tanto, que esta tarea sea eficaz, permanente, integral, independiente, oportuna y objetiva, además de interesar a la sociedad comercial misma y a sus socios, interesa a los terceros, al Estado y a la sociedad política.

    Los revisores fiscales son garantes de la fe pública, pues su labor les permite dar fe pública de lo que revisan, como lo advierte la Corte en la Sentencia C-621 de 2003. Esta situación es excepcional, pues casi ningún otro profesional tiene tal atribución. Al tener esta competencia excepcional, los revisores fiscales tienen también una responsabilidad excepcional (Ordoñez Maldonado, 2011)

    A pesar de toda esta normatividad y ley llamando al orden a los revisores fiscales, con tanto énfasis que por uno y otro lado se hace en sus funciones, tanta aclaración que desde uno y otro frente nacional e internacionalmente hablando se hace sobre la revisoría fiscal, tanto llamado a la ética y la moral con verdaderos cartapacios en cuanto a la temática, desde la reactivación del Catecismo del Padre Astete (e inclusive desde los evangelios de Melquisedek a Jesús), hasta los últimos tratados de ética profesional a instancias nacionales promociones desde el IASB e IFAC, por esto de la convergencia a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IRSF, según siglas en inglés), que particularizan la información contable, no a las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), que generalizan la información contable, y el argumento de la Ley 1314 del año 2009, al respecto del Aseguramiento de la Información contable, reglamentada mediante la Ley 302 del año 2015…

    ¿Qué pasa? ¿Por qué sigue ocurriendo lo mismo? No cesan los escandalosos casos de corrupción, como el de hace poco protagonizado por miembros de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), de tinte internacional, y en Colombia, el medio añejo caso de los hermanos Nule y el carrusel de la contratación; o el de las catorce EPS y el cartel de la salud, y sigue la pregunta: ¿Dónde los auditores y revisores fiscales? A pesar del clamor nacional e internacional, siguen los casos de corrupción, fraude y desinformación contable empresarial. ¿Por qué?…

    Porque más que un asunto de normatividad y ley, de códigos de ética y moral que finalmente quedan en el papel y nada más, es más bien una cuestión de misericordia y justicia para consigo mismo y luego, para con otros individuos, familias, empezando por la propia, y para con las comunidades, el medio ambiente, y el otro medio también (la caspa, el mal aliento, la pecueca y los pedos de un enfermo de corrupción, contaminan el aire de tal forma, que es letal para cualquier naturaleza divina, humana y natural, e inclusive las piedras se duelen de tal comportamiento), las culturas, las sociedades, las empresas, los Estados y el mundo en forma general.

    Así que toda inmisericordia e injusticia parte del individuo, pero también toda misericordia y justicia, lo que pasa es que la gran mayoría se parcializa y mientras su carne no sea tocada, esto es, su núcleo familiar y a sí mismo incluido, se piensa ganar cuando en realidad se está perdiendo y cuando se cae en cuenta de la pérdida, regularmente es demasiado tarde, no queda más que el hospital (caso Young), la cárcel (caso Madoff) o el cementerio (el presidente de Enron Corporation no aguantó el batacazo al ser descubierto y condenado… Lo bien maquillo que quedó en el féretro)

    Pero la justicia que aquí se habla, no es la que piensa la gran mayoría sujeta a la normatividad y la ley escrita, es aquella que trasciende toda normatividad y ley, y que en realidad está inscrita en el corazón y la mente del hombre y la mujer como logro Gen Ético y Moral heredad[1]cimentada desde los procesos de gestación y embarazo, el nacimiento, la niñez, la juventud y la adultez, y que a consecuencia se relaciona con la misericordia que da al justo lo que es justo y con el pecador gusta precisamente de misericordia, pero sin que falle la justicia de la reacción acorde a la acción y que en el caso del corrupto es una serie de sucesos entrópicos antagónicos, conflictivos.

    Efectivamente, la misericordia y justicia a eventos está coordinada a la ley natural de acción y reacción, simple física matemática que algunos maestros traducen como karma y darma y a la cual están sujetos todos los seres sin excepción y entonces, sin excepción mucho más sujeto el corrupto, en el caso presente defraudador tolerante, promotor y patrocinador de la desinformación contable empresarial y enfatizando en auditores y revisores fiscales, el asunto se torna vil, abyecto y despreciable, debido al importante papel que cumple de fiscalizador en las empresas.

    Efectos que se traducen a la sociedad como dador de fe pública y si pública y república fe perdida en contadores, auditores y revisores fiscales, qué será del estado, qué de las empresa, qué de la sociedad, qué de las familias, y qué del hombre y la mujer Gen Ética y Moral

     

    FUENTES CITADAS

    (s.f.).

    Antonio Argandoña, R. M. (2009). LA LUCHA CONTRA. Cuadernos de la Cátedra "la Caixa" de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo, 8.

    Consejo Técnico de Contaduría Pública. (1999). Conceptos de revisoría fiscal. Bogotá: Taller jurídico.

    Letón, J. B. (21 de 10 de 2013). Brujula Financiera. Recuperado el 31 de julio de 2015, de Los cinco fraudes financieros mas famosos de la historia : http://www.brujulafinanciera.com/notas/curiosidades/156426/los-5-fraudes-financieros-mas-famosos-de-la-historia

    López Carvajal, O. R. (2011). La revisoría fiscal y la corrupción en Colombia. Contaduría Universidad de Antioquia, 185- 195.

    NEGOCIOS, E. Y. (11 de JUNIO de 2014). Colombia, el país con mayor fraude empresarial en América Latina. EL TIEMPO, pág. Párrafos 1 a 8.

    Ordoñez Maldonado, A. (2011). Revisor Fiscal. Bogotá D.C: Procuraduría General de la Nación.

    Régimen Legal de Bogotá D.E. (1971). Decreto 410 de 1971 Nivel Nacional. Bogotá, D.E.: Diario Oficial 33.339 de junio 16 de 1971.

    Reina, C. d. (1569). Génesis. En C. d. Reina, La Santa Biblia (págs. 2- 3- 4). Roma: Sociedades Bíblicas Unidas.

     

     

     

     

    Autor:

    Armando de Jesús Castañeda Clavijo

    [1] Aqu? se apoya el escrito en aquello de que el hombre nace bueno y que es luego que se corrompe, f?cilmente rebatible por el mismo peso de la afirmaci?n hecha, los fines del corrupto tambi?n se heredan y podr?a esto explicar la irracional, poco inteligente o brutal, ignorante antes y despu?s letal tendencia de muchedumbres a no ser + que corruptos. Que el revisor fiscal no sea una cruz m?s a cargar por la sociedad, ya es suficiente con los supuestos curas y sacerdotes de derecha y de izquierda la supuesta oposici?n guerrillera.