El exilio y la deportación
PREÁMBULO
Este guión está basado en el libro del mismo autor, en el cual narra las memorias y vivencias de unos exiliados españoles durante el período de 1937 a 1945. El lector podrá apreciar cómo las circunstancias de la época que les tocó vivir a los exiliados entre los que se encontraban FERMÍN ARCE y su familia, les obligaron a sufrir un penoso e inolvidable calvario, y este relato tiene por principal finalidad divulgar su conocimiento para que situaciones similares no se repitan jamás. Sin pretender que por sí solo esa ambición se logre, al menos en la esperanza del autor queda la satisfacción de contribuir a ello.
La historia comienza ya iniciada la Guerra Civil española, cuando eran reclutados voluntarios, jóvenes que no habían hecho el servicio militar y otros de la reserva. Entre estos últimos se encontraba Fermín Arce, de 37 años, residente en el País Vasco. Era una persona de una cultura superior a la media de aquella época y de un sentido ético muy profundo; sin creencias religiosas, pero con un amor al prójimo excepcional, que era captado inmediatamente por quienes le conocían.
ESCENA 1ª
La escena comienza en un barrio de Las Arenas (Romo), en el ático de una casita de la calle Caja de Ahorros donde viven Fermín Arce con su esposa Teresa Fernández y sus hijos José, Edmundo y Armando. Fermín tiene 37 años, Teresa treinta y cuatro y los hijos catorce, doce y diez respectivamente.
Están todos en la cocina y Fermín y Teresa ocupados en recoger algunos enseres colocándolos en una bolsa de viaje.
FERMIN
Bueno, Tere, ya ha llegado el momento. Como hemos dicho tantas veces yo no puedo quedarme aquí, con los brazos cruzados esperando que acabe esta guerra. Siempre he defendido la República y es hora de hacerlo más activamente.
TERESA
Fermín: Entonces ¿estás decidido? ¿ya te vas? ¿no cambias de opinión?
FERMIN
¡No!: voy a presentarme voluntario hoy mismo. Si se perdiera la guerra a mí me perseguirían igualmente. Ten en cuenta que yo voy por convicción. Los jóvenes soldados que la están defendiendo, lo hacen en su mayoría sólo por obligación.
TERESA
Bueno. Aquí te he preparado lo que creo más necesario
JOSE
Papá ¿tardarás en volver?
EDMUNDO
¿Irás lejos?
ARMANDO
¿Por qué te vas?
FERMIN
Mirad, hijos, no tengo respuestas para vuestras preguntas. Pero tenéis que saber que papá debe ir a una guerra que no debía haberse producido. Vosotros quedaos tranquilos, que pronto se acabará y volveré a casa. Sed buenos y no hagáis enfadar a vuestra madre.
JOSE
Eso sí que es difícil, porque no se enfada nunca…
Fermín y Teresa abrazándose
FERMIN
¡Bueno! Ahora no llores, que no me va a pasar nada. Pronto volveré.
TERESA
Despidiéndose
¿Nos volveremos a ver?
FERMIN
¡Pues claro! Tú cuídate y cuida de los peques…. ¡Adiós!
ESCENA 2ª
La acción comienza en el País Vasco, en un improvisado campamento en el que están reclutando milicianos.
Al corresponderle su turno, Fermín se acerca al oficial que está sentado junto con un ayudante en unas improvisadas mesas de campaña.
Dirigiéndose a Fermín le dice el oficial:
OFICIAL
O sea, que te llamas Fermín Arce Rioja, tienes 37 años y estás casado.
FERMIN
Sí, bueno… tengo mujer y tres hijos. El mayor de quince años.
OFICIAL
¿Y qué sabes hacer… además?
FERMIN
Soy ebanista
OFICIAL
Aquí eso no es muy útil, ¿sabes leer y escribir?
FERMIN
¡Ah! Eso sí. Yo suelo escribir panfletos de la CNT
OFICIAL
¡Hombre! Por fin alguien con cultura. Anarquista ¿no? Pues bien, desde ahora quedas nombrado reportero. Tú no necesitas fusil. Ten este vale para que te entreguen una pistola. Utilizarás sobretodo lápiz y papel.¡Ten!. La Historia se hace con las armas, pero se escribe con el lápiz.
Dirígete a aquel almacén.
FERMIN
¡Gracias, señor! Además a mí eso de matar no me agrada
en absoluto
OFICIAL
Ni a mí. Pero si hay que hacerlo, se hace.
FERMIN
Yo haré siempre todo lo posible por España y nuestra
República
OFICIAL
¡Vale! Yo no te voy a dictar todo lo que deberás hacer de ahora en adelante. Sólo te diré que nos acompañarás y tomarás notas de lo que observes. Aquí tienes un carnet de periodista, te será de utilidad; guárdalo bien.
No dejes de auxiliar a tus camaradas si lo necesitan.
Cada semana más o menos entregarás tus folios al Comisario Político o al oficial donde te encuentres.
También escribirás y transmitirás sus mensajes.
Si caes prisionero, destruye antes lo que poseas.
FERMIN
Pero ¿cómo?, ¿quemándolo?
OFICIAL
O comiéndotelo. Esas preguntas ni se hacen. ¡Puede retirarse!
FERMIN
¡A la orden, señor!
OFICIAL
…. A ver…. el siguiente……
Mientras Fermín se dirige hacia el almacén, otro de los que estaban en el grupo que le acompañó se acerca al oficial.
ESCENA 2ªA
La mañana de este 5 de Mayo de 1937 ha amanecido espléndida y apacible. Fermín y Carlos, un joven miliciano de unos veinte años, van caminando presurosos por el borde de una carretera del País Vasco, en las proximidades de un pueblo. Más lejos, a su izquierda, se ven los muros de un cementerio.
CARLOS
Así que tienes que tomar notas de lo que ves aunque parezca no tener importancia ¡Qué raro! ¿no?
FERMIN
Pues sí, Carlos, pero eso no es todo. También tengo que ayudar a los oficiales redactando y escribiendo sus mensajes y partes. Y a menudo, hacer de mensajero. Es mejor que estar en el frente. Te aseguro, Carlos, que en primera línea y en las trincheras se pasa muy mal. Piensas que en cualquier momento se van a acabar tus días. De todos modos nunca se sabe dónde estás más seguro.
CARLOS
Oye, Fermín ¿y tú crees que será posible que esos militares insurrectos lleguen a ganar la guerra?
FERMIN
Yo no lo veo nada fácil. Pero pienso que hay regiones que no presentarán resistencia. Aquí, en el País Vasco no nos derrotarán.. Nuestro Cinturón de Hierro parece que será una protección inexpugnable.
CARLOS
No ¡claro! Somos muchos a hacerles frente y además el territorio tan montañoso es una de nuestras mejores protecciones. Además Asturias, Cataluña, Valencia, Aragón y Madrid son regiones que también sabrán defenderse.
FERMIN
¡Hombre! Si los árabes no lograron conquistarnos, no lo van a hacer ahora unos militares fanáticos.
CARLOS
Y ¿qué me dices de esos comentarios que se oyen sobre el apoyo que reciben de los alemanes e italianos? Y dicen además que tienen aviación y barcos de guerra.
FERMIN
Pues que son ciertos; pero ni aun así, ya verás. Como dicen algunos, nosotros los republicanos somos tantos que hasta sólo con piedras les venceríamos.
ESCENA 2B
Se oyen repicar las campanas del pueblo. (Vista del pueblo, y de la torre con sus campanas volteando)
CARLOS
¿Oyes, Fermín? están repicando las campanas ¿Qué pasará?
FERMIN
Que anuncian peligro de bombardeo. Pongámonos a cubierto por si acaso, ahí, en esa acequia.
ESCENA 2ªC
Más adelante, una mujer y un niño van recogiendo hierbas del lindero de la carretera.
Cuando más interesados y atentos se encuentran en la busca de esas hierbas, oyen las campanas de la torre de la Iglesia del pueblo que comenzaron a voltear, anunciando la aproximación de los aviones. Dirigen sus miradas hacia la iglesia y a continuación hacia el horizonte.
ESCENA 2ªD
Mientras tanto Carlos y Fermín se han protegido en la acequia ocultándose en ella, pero asomando las cabezas para ver qué pasa.
CARLOS
Tienes razón. Eran aviones. Mira, allí vienen. Son cuatro.
FERMIN
Voy a tomar notas. ¡Fíjate, Carlos! son Junkers.
CARLOS
¿Los conoces?
FERMIN
Sí, no es la primera vez que los veo. Son alemanes. Pero normalmente los utilizan para bombardeo, y aquí no hay nada que les pueda interesar como objetivo militar. Irán de paso hacia las fábricas.
CARLOS
¡Que no, dices! Pues mira lo que están haciendo. ¡Vaya humaredas que se levantan!
FERMIN
¿Te das cuenta por qué es importante que tome notas de esto? Bombardean un pueblo. ¡Qué vil absurdo! ¡Si en él no quedan más que ancianos, mujeres y niños!. Esto no lo había visto yo antes.
Se oye un enorme estruendo que hace temblar la tierra, apareciendo una humareda negra en forma de espiral que se eleva hasta el cielo. Unas casas próximas aparecen envueltas en llamas. Madre e hijo quedan mudos de estupefacción.
CARLOS
Oye Fermín, fíjate en ese avión que viene hacia aquí…
Se esconden más aún
CARLOS
¿Viste aquella mujer y un niño que nos precedían? Por Dios que salgamos todos bien de esto.
ESCENA 2ªE
La madre y el niño, asustados, se mueven nerviosos buscando dónde protegerse. Aterrorizada, aquella madre grita a su hijo:
MADRE
¡Corre, hijo mío, corre a esconderte donde puedas, que ese avión viene con intención de matarnos!
NIÑO
Ya corro, madre, pero ven tú también, aunque no veo otro lugar más que el Camposanto para escondernos.
MADRE
Pues corre hacia él y escóndete, que ya llegaré yo también.
ESCENA 2ªF
Avión acercándose hacia ellos.
ESCENA 2ªG
Apenas había pronunciado estas palabras cuando una ráfaga de ametralladora disparada desde el avión la hace caer a tierra, no sin antes abrir la boca como para decir algo. Pero lo único que sale de ella es una bocanada de sangre.
Su hijo, al oír el tableteo de la ametralladora, instintivamente vuelve la cabeza al mismo tiempo que su madre cae muerta a tierra, y se para de correr en dirección al Camposanto; rápidamente se vuelve para socorrer a la que le dio el ser.
Cuando llega a ella ve que está envuelta en su propia sangre y sin vida. Las facciones de su rostro se contraen terriblemente, pero de su boca no sale un solo lamento ni un quejido de dolor.
Se yergue al oír que aquel maldito avión viene en dirección de donde él está. Levanta su brazo con el puño de su mano cerrado, amenazador, mientras que con el índice de la otra mano señala el cuerpo inerte de su madre.
Y cuando llega de nuevo el avión a situarse casi a su nivel, vuelve a oírse el tableteo de sus ametralladoras sembradoras de la muerte. Sus balas penetran en aquel frágil cuerpo y le hacen tambalearse primero y caer sin vida después, cercano al cuerpo de su madre, asesinada como lo ha sido él.
ESCENA 2ªH
En la cuneta, Carlos y Fermín comentan:
CARLOS
¿Oyes? Nos está ametrallando
FERMIN
Yo creo que no es a nosotros, además no nos han podido ver. Llevamos un rato en este escondite y al no habernos movido es muy difícil que nos hayan visto.
CARLOS
A nosotros no, pero a la mujer y al niño?…
FERMIN
¡Y siguen disparando!…¡no lo entiendo!
Momentos después, aun con el susto en el cuerpo y echando una ojeada hacia los alrededores, se deciden a salir.
FERMIN
¡Uff! Ya se ha ido. Pero ¿Por qué disparaba si estábamos solos y ocultos?
CARLOS
¡Que no, que no estábamos solos!…. piensa en la señora y el niño… y no los veo… se habrán escondido… quizás en el cementerio ese. Vamos, corre… ¡ojalá estén bien!.
ESCENA 3ª
Entretanto y dentro de aquel avión en el que van un piloto alemán y un copiloto franquista, se desarrolla una discusión a veces agria y a veces violenta entre los dos a causa de aquellas dos muertes.
COPILOTO
Pero ¿por qué?, ¿por qué has hecho eso? ¿Qué mal te hacían esa mujer y ese mozalbete que iba con ella, si no iban armados ni nos hacían ningún mal?
PILOTO
¿Por qué? Porque estos y otros actos corresponden a una razón táctica bien determinada por nuestro Führer en caso de guerra. Pero ya que la suerte o la desgracia nos ha hecho compañeros de esta campaña de guerra quiero hacerte una pregunta antes de contestar a las tuyas:
COPILOTO
Díme, díme
PILOTO
¿Por qué tu conducta de hoy, lamentándote de la muerte de esa mujer y de aquel mozuelo que supongo sería su hijo, no es igual a la que observabas el 26 de Abril cuando bombardeamos Guernica, destruyendo más de la mitad de esa ciudad y matando muchas personas que gozosamente tú me ibas comentando, ensañándote con las que intentaban salvarse, hasta terminar con sus vidas?
COPILOTO
Porque Guernica simboliza a un pueblo, una idea y una raza que hace muchos siglos vivía libre con sus costumbres colectivas y modalidades de solidaridad entre ellos, en las montañas de los Bajos Pirineos, de las que más tarde descendieron distribuyéndose entre Guipúzcoa, Vizcaya, Alava y Navarra, creando así las provincias llamadas Vascongadas, con su idioma y libertades.
PILOTO
¿Y qué?
COPILOTO
Te explico: Que en 1876 y por haberse solidarizado con los Carlistas, el gobierno del rey Don Alfonso XII, como castigo, les suprimió casi todos los fueros e independencia administrativa que hasta entonces gozaron los Vascos.
PILOTO
¿Entonces?
COPILOTO
Nuestro odio contra ellos es porque piden la separación de Euzkadi del conjunto español, y es precisamente en La Sala de Juntas, establecida en Guernica, junto al Arbol que simboliza sus creencias, donde se toman todos los acuerdos de la táctica a emplear por el Partido Nacionalista Vasco, creado en el siglo XIX por Sabino de Arana y Goiri, y que durante el comienzo de esta guerra, el Gobierno les concedió la Autonomía del Estatuto para el País Vasco, que solamente Navarra no quiso aceptarlo.
PILOTO
Me parece que empiezo a entenderlo
COPILOTO
Nosotros como españoles no podemos aceptar nunca ese peligro de desmembramiento Nacional, que sería el principio del fin de nuestra España. Por eso demostraba yo mi alegría de poder destruir Guernica y sus habitantes. ¿Está claro? ¿Lo comprendes ahora?
PILOTO
Francamente no: Es decir, comprendo que queráis destruir Guernica y apoderaros del poder político y ejecutivo de toda España, pero lo que no comprendo es que demuestres una gran alegría viendo morir a cientos de personas y te entristezcas, hasta el grado de insultarme, por haber matado a una mujer y un mozalbete.
¡Y aunque no me lo has dicho claramente, para tus adentros me consideras un asesino por haber matado madre e hijo, cuando olvidas intencionadamente que tú y yo y muchos cientos de seres más somos todos unos asesinos!
COPILOTO
Tómalo como quieras porque el hecho ya no tiene remedio. Pero si alguna vez comentas lo sucedido, quiero que tengas presente que enemigos o no de los que has matado, yo también tengo una esposa y un hijo de más o menos la edad que ellos tenían. Si un día llegara a sucederles la misma desgracia, creo que me volvería loco de dolor, porque los dos forman parte de mi propia vida.
PILOTO
Y los de Guernica, ¿no tenían padres, madres, hijos o hermanos? ¡Oh, los españoles; siempre románticos como el Quijote! Sin embargo y como al principio te lo prometí, quiero decirte algo fundamental que nos distingue en una guerra de vosotros los españoles. Vosotros matáis por odio o rencor, en tanto que nosotros lo hacemos a causa de una técnica bien concebida y determinada por nuestro Führer: la de ganar la guerra a base de puntualidad y disciplina.
COPILOTO
¿Qué tratas de decirme?
PILOTO
Que es necesario cambiar las tácticas empleadas en las guerras hasta ahora
COPILOTO
¿De qué manera?
PILOTO
Que para ello debemos herir al enemigo en aquello que más estima tenga, destruyéndole sus Museos, sus pueblos, sus centros de producción industrial, sus depósitos de cereales, sus familias; no dejando un momento de reposo a los soldados atrincherados, bombardeándoles o cañoneándoles día y noche sin interrupción alguna, impidiendo que el suministro de comida caliente pueda llegar hasta ellos, para que sus estómagos se vean afectados por malestares o diarreas. Esto es la táctica totalitaria de nuestro Führer, o si lo prefieres, una guerra total, porque todo cuanto te he enumerado merma la moral del enemigo y nos permite acometerle cuando y como nos lo ordene el Estado Mayor. ¡Ya; ya tendrás ocasión de apreciarlo por ti mismo muy pronto, si no nos mata algún obús antiaéreo y si terminamos esta guerra entre españoles antes del verano de 1939!.
COPILOTO
Y todo eso que acabas de explicarme, ¿está dispuesto…..?
PILOTO
¡Por nuestro Führer!,
(contesta enorgullecido).
ESCENA 4ª
Mientras tanto en tierra, Fermín y Carlos llegan jadeantes donde yacen inmóviles los cuerpos de la madre y el niño.
CARLOS
¡Oh, Dios mío, los han herido!
FERMIN
¡Qué horror! Están muertos. Los han asesinado.
(Gritando hacia el cielo)
¡Cobardes! ¡Criminales….., asesinos!
Dirigiéndose a Carlos:
Venga, ven, vamos al pueblo a buscar ayuda, seguramente serán conocidos o encontraremos familiares o amigos que se encarguen de su entierro.
Carlos se arrodilla junto a ellos y acaricia a ambos como para que se sientan acompañados. Las lágrimas corren por sus mejillas y se encuentra incapaz de incorporarse. Fermín le toma del brazo y le anima a seguirle.
FERMIN
¡Hala, vamos!
CARLOS
¡No Fermín!, déjame que les haga compañía. Ve tú solo.
FERMIN
Tienes razón. Quédate; enseguida vuelvo. No tardaré.
(Se dirige presuroso hacia el pueblo, volviendo la vista dos veces hacia ellos, como inseguro). La imagen se difumina, con el fondo del pueblo en llamas.
ESCENA 5ª
Entre columnas de soldados milicianos, de aspecto cansado, se ve a Fermín, con un fondo de itinerarios de España, yendo hacia Santander y Asturias, asediados por las bombas, los obuses y disparos. Como fondo la emisora de Radio Sevilla, desde la que el General Queipo de Llano dirige sus discursos:
APARATO DE RADIO
"Rojillos", y ¿ahora, qué? ¿Por dónde pensáis salvaros? ¿por la mar? ¡Cuidado, que está el agua muy fría y podríais resfriaros, sobre todo en la época otoñal en la que estamos! ¿Y cuántos os arrojaréis a ella? Seguramente que muy pocos por no decir ninguno. Y los que os atreváis a hacerlo no olvidéis que fuera del puerto del Musel hay embarcaciones que os harán el honor de recogeros para saldar las cuentas pendientes que tenéis con nosotros. Bien sabéis que cuando todavía os quedaba terreno para correr os avisaba con tiempo suficiente, diciéndoos que os atarais bien las alpargatas para que pudierais correr más a gusto. Pero ahora ni eso puedo hacer por vosotros. Estáis metidos en una ratonera de la que será muy difícil que podáis salir. Y lo peor es que al perder vuestra Asturias (La Roja) perdéis vuestra ridícula leyenda de "luchadores indomables".
(Al terminar, como fondo la canción del Cara al Sol)
ESCENA 6ª
Nueva visión de tropas dirigiéndose hacia Madrid, y en el Jarama en unas trincheras se ve a Fermín y otros soldados muy jóvenes, destacando la figura de un Comisario Político, alto, enfundado en un largo abrigo, moviéndose con ligereza. Se trata de Mauro Bajatierra, que presencia cómo un joven soldado cae herido por un disparo. Se acerca a socorrerle.
SOLDADO HERIDO
Señor, por favor, ayúdeme a rezar mi última oración para morir, que solo no lo sé.
El Comisario queda confuso y enternecido ante aquella súplica.
MAURO
¿Qué oración quieres que te ayude a rezar, hijo mío?
SOLDADO
El Padrenuestro, señor. Pero hágalo enseguida que me siento morir.
MAURO
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre………
El joven había seguido y pronunciado las primeras palabras. Luego, y como si aquellas solas le bastaban para estar satisfecho con su conciencia, expira en silencio. El Comisario que le había acogido entre su brazo y su pecho para que la sangre no lo ahogara, dándose cuenta del fin de aquella vida, lo deposita con todo miramiento en el suelo al tiempo que se desliza una lágrima por sus mejillas.
Un capitán se acerca a ellos
CAPITAN
¿Qué es eso, Bajatierra, lloras?
MAURO
Con toda sencillez le contesta
Eso me pregunto yo,¡No se puede ser sensible en una guerra donde mueren tantos hombres cada día!
FERMIN
Dirigiéndose a otro soldado
¿Hasta qué punto estaría convencido ese chaval que su sacrificio merecería la pena? A sus años ¿qué sabría de política?
SOLDADO
¡Qué razón tienes! Es para ponerlo en duda, porque al menos nosotros luchamos con un convencimiento fruto de nuestra experiencia… pero estos chavales…. ¿qué saben de la vida?
ESCENA 7ª
Otras escenas de tropas desplazándose hacia Zaragoza y de allí a Barcelona. Por el camino Fermín está comentando las noticias con otros soldados, leyendo en voz alta.
FERMIN
…. al parecer nuestro Jefe de Estado dirigiéndose a otros gobiernos extranjeros les ha dicho entre otras cosas y quejándose de su postura de no intervención en nuestra guerra, que…… "si sacrificando a España a las exigencias del fascismo internacional, único país hasta ahora que ha servido de muro de contención a su avance en Europa creéis que vais a evitar que él se lance al asalto y conquista de ella, os equivocáis de medio a medio.
El fascismo para que sea admitido con entusiasmo por las masas, necesita de conquistas y éxitos territoriales. Sin ellos, no tiene razón de ser, ni vida. Porque, ¿qué queda detrás de España para oponerse a ese avance? ¡Nada, o casi nada como fuerza verdadera! Y por vuestra ceguera para haberlo evitado, sufrirán muchos pueblos la destrucción y persecuciones a las que el fascismo está acostumbrado a aplicar cuando entra en ellos de triunfador".
ESCENA 8ª
Después de unas escenas de la guerra se presentan unas imágenes donde aparecen muchas personas en clara huída hacia la frontera francesa. Un grupo entona con cierta rabia una canción:
Si tus armas son mejores
Para matar a españoles
Que a tus amos les molestan…..
Van desaliñados y cargados con ropas, bolsas, enseres diversos… Entre un grupo vemos a Fermín con su esposa y dos de sus hijos. Se les ve entre preocupados, cansados, contentos.
TERESA
¡Qué bien que al fin hemos podido reunirnos y que estés sano y salvo después de todo lo que has recorrido, de batalla en batalla… No sabes lo preocupada que estaba. ¡Cuánto nos acordábamos de ti!… Y ¿tú? ¿ya te acordabas de nosotros?
FERMIN
¡Cómo no iba a acordarme, Tere! Sabiendo además que os encontrabais en una de las provincias más castigada por la aviación y por el continuo cañoneo de los barcos de guerra que os asediaban desde las proximidades. Y dime, es cierto que nuestro hijo Edmundo está bien. ¿Por qué no ha venido con vosotros? ¡No me ocultarás algo!
TERESA
¡Cómo voy a engañarte! No podría. Ya te he dicho que ha quedado con mi hermana Eulogia y con Luis en su casa de Portugalete. ¿Te crees que iba a estar yo aquí contigo tan feliz si le hubiera ocurrido algo? Así que ya sabes que está en buenas manos y que será atendido como un hijo. Además cuentan con el apoyo del resto de la familia. Y Luis, ya sabes, sigue trabajando en la botica y es una persona muy conocida y considerada en el pueblo. Como estuvo de enfermero en el frente, no ha sido perseguido.. Además mantiene buenas relaciones con toda la gente y aunque sea ateo y de izquierdas, todos le respetan. Hasta el Párroco gusta de discutir con él de religión.
FERMIN
Y de mis hermanos y hermanas de Sestao ¿tienes noticias?
TERESA
No; de ellos no supe nada,
(Cambiando de tema)
¿Sabes? Mi hermana Eulogia ha tenido otro niño. Nació el cinco de enero pasado. Intentaron ir en barco hacia Francia pero un barco de guerra les obligó a desembarcar.
FERMIN
No le habrán puesto Juan Carlos, como al nieto de Alfonso XIII, que también nació ese día.
TERESA
Claro que no. Se llama Oscar. ¿Es que no conoces bien a mi cuñado?
FERMIN
Tere, lo decía de broma.
A ver si nosotros llegamos bien a la frontera, porque ya ves que la cosa se pone fea.
TERESA
Lo que no entiendo es que siendo ateos como son se casaran por la iglesia y que piensen que nosotros debíamos haber hecho lo mismo. Como es obligatorio….
FERMIN
Pues yo en eso no pienso cambiar. Si no creo ¡no creo! Entonces ¿por qué me tengo que ver obligado a participar en esas pantomimas? Fíjate, los curas se sienten aún más orgullosos cuando ven que un comunista se arrodilla en la iglesia o al paso de sus procesiones y no digamos cuando además las esposas van a confesarse regularmente. Es un triunfo: les humillan y además se enteran de todo. Mira, quienes realmente han ganado la guerra, pues ya creo que la hemos perdido, han sido los curas y no Franco y sus militares.
TERESA
Es cierto. Esos sí que tienen controlado al pueblo. Su falsa humildad y todos sus preceptos y normas se cumplen mejor y pesan más que los impuestos por las leyes civiles.
ESCENA 8ªB
Mientras tanto siguen la comitiva con sus hijos José y Armando, que algunas veces se distancian jugando o buscando frutos secos de los árboles de los linderos. Hace frío y a veces la lluvia les obliga a cobijarse como pueden. Los lamentos se oyen más que las conversaciones. De tiempo en tiempo aparece algún avión ametrallando a la multitud y a veces hasta lanzándoles a mano, como proyectiles, objetos diversos.
FERMIN
¡Y nosotros que creíamos que Barcelona resistiría y no la podrían vencer!
TERESA
Por otra parte hay que reconocer que al declararla ciudad abierta se han evitado muchas muertes.
FERMIN
Pero también esto quiere decir que la guerra está perdida.
TERESA
Mira, lo que ahora tenemos que pensar es en pasar la frontera, y ya en Francia estaremos a salvo. ¿Tú crees que llegaremos?
FERMIN
¡Pues claro! Y ya sabes que los franceses son muy hospitalarios. Dentro de unos días nuestros sufrimientos pertenecerán al pasado: ya verás.
TERESA
¡Vaya tres años que llevamos! A ver si en este que estrenamos se acaban las calamidades.
De vez en cuando se paran para atarse los zapatos, sentarse e intercambiarse los equipajes, beber agua, comer algo, etc.
FERMIN
Y ¿qué me dices de Pío y de tu hermana Damiana?
TERESA
Pues sobre todo que cada año aumenta la familia. Y fíjate cómo son, a su última hija le han puesto por nombre Libertad. No sé cómo Pío se atreve a mostrar tanto sus ideas nacionalistas, pues yo creo que ahora son más perseguidos que los rojos, que ya es decir. ¡Ah! Han conseguido que tres de sus hijos sean acogidos por unas familias en Bélgica. A menudo reciben noticias de los "señores" como dicen ellos, y al parecer están muy bien.
FERMIN
Bueno, ya verás. Nosotros también lograremos establecernos en Francia. Se dice que son muy hospitalarios. Yo podré trabajar de ebanista o carpintero. Ya sabes, con un buen oficio se va a cualquier parte.. Por el idioma no debes preocuparte. Ves, los catalanes también hablan otro y les entendemos casi todo. En cambio el Vascuence nunca lograré aprenderlo
TERESA
Pues yo prefiero el Vascuence al Francés. Claro que en mi casa era lo que más se hablaba.
(Siguen en silencio durante un rato atentos a la posibilidad de más amenazas de aviones)
TERESA
¿Sabes? A Carlos Luengo, sobrino de Luis, que es un joven de unos 18 años, le nombraron Comisario Político
FERMIN
En fin, ¡qué cosas!. No le conozco, pero por muy listo que sea no es posible que tenga experiencia ni conocimientos suficientes.
TERESA
Sí, ya ves. Muchos de estos soldados que huyen también son unos críos, no tienen ni dieciocho años.
FERMIN
¿Dices que se llama Carlos?
TERESA
Sí. ¿Por qué?
FERMIN
No, por nada… es que me hace recordar….
TERESA
¿Qué?
FERMIN
¡Bah! Nada. No tiene importancia; ya te contaré otro día.. Ahora estate atenta a los niños y a ver si vemos algún manantial cerca del camino, porque sin algo que beber esta caminata se está haciendo insoportable para todos.
TERESA
(Con aire pensativo)
No sé si me da más pena ahora el dejar España que hace unos días cuando salí del País Vasco. Será porque entonces venía con la ilusión de encontrarte y que al fin íbamos a estar juntos.
Los hijos, José y Armando, van andando junto a ellos unas veces y otras, junto con otros niños y niñas de su edad, jugando y hablando de sus cosas. A veces se acercan para preguntar cuándo van a comer, si aun falta mucho, cuándo van a pararse a descansar, etc.
Así prosiguen su larga caminata rodeados de muchos emigrantes.
ESCENA 9ª
Comentarios entre personas de los grupos de exiliados, que están descansando sentados sobre unas piedras, comiendo algún bocadillo y algunos tiritando de frío y curándose sus heridas de los pies.
UNO
¡Uf! Por fin estamos en Francia. Aquí ya estamos a salvo de los ataques de los aviones.
FERMIN
(leyendo un periódico):
Mirad lo que todavía dicen nuestros gobernantes y concretamente el Jefe del Gobierno Republicano: "Hasta mí han llegado rumores que hay quienes están preparando la maleta para abandonar su puesto y marcharse al extranjero. Yo tengo la obligación de decir a los que de esa manera proceden, que ir al extranjero supone aceptar la pérdida de su personalidad que no será respetada"
UNO
Pues también se comenta que somos más del medio millón.
OTRO
¿Cómo creéis que el gobierno francés va a resolver los problemas que les vamos a crear?
FERMIN
Yo pienso que habrá trabajo para todos, y estamos dispuestos a hacer lo que sea.
EL OTRO
¡No!, los problemas los vamos a sufrir nosotros. Para empezar ya nos han confiscado las armas y muchas de nuestras pertenencias. Y el dinero que tenemos aquí no nos sirve: pocos lo aceptan.
OTRO MAS
Parece ser que los gendarmes tienen órdenes muy estrictas, pero ya veis, en general hacen la vista gorda.
FERMIN
Lo que pasa es que les damos pena. Fijaros cuántos heridos y enfermos nos acompañan. Y hambre y miseria tenemos todos. La disentería es habitual y nuestros vestidos son verdaderos harapos. Las medicinas escasean y a lo sumo nos dan aspirinas..
UN SEÑOR DE MUY BUENA PRESENCIA
¡Quién me iba a decir a mí que llegaría a esta situación con la buena posición que gozaba en España!
(Llega otro al grupo diciendo):
Se comenta que nos van a llevar a unas playas
UNO
Al menos tendremos agua.
OTRO
Sí, pero salada. Ya veremos para qué nos va a servir
FERMIN
Hombre, ya acondicionarán lo necesario. Además en estas playas en verano pasan sus vacaciones los más pudientes.
EL OTRO
Mira en verano se está bien en cualquier sitio, pero ahora estamos en invierno y a ver cómo nos protegemos.
ESCENA 10ª
Se sigue viendo la enorme comitiva de personas andando por una carretera costera francesa con el mar a su derecha, aproximándose a unas playas.
ESCENA 11ª
Ya en las playas las imágenes de la muchedumbre de refugiados es deprimente. Van disponiendo mantas y ropas sobre la arena para sentarse o acostarse y les llega la noche obligándoles a apiñarse en grupos para resguardarse en lo posible del frío.
ESCENA 11ªB
Al amanecer todos dirigen sus tristes miradas hacia pequeñas comitivas que envueltas en lamentos forman los entierros de aquellos familiares o amigos que no lograron sobrevivir. En los límites de la playa unos soldados senegaleses custodian la muchedumbre de refugiados, para impedir que salgan de ella. A veces se anuncia el reparto de algo de comida y medicinas, a las claras insuficiente para satisfacer todas las necesidades.
Estas situaciones se convierten en rutinarias durante semanas.
Todos se van desprendiendo paulatinamente de sus objetos más valiosos y del dinero que todavía aceptan los franceses para procurarse a cambio lo indispensable.
UNO
¡Oye! Fermín: ¿has visto semejante desfachatez? Andan por ahí unas fulanas y unos carteristas refugiados haciendo el agosto.
FERMIN
¡Qué vergüenza! Lo que nos faltaba. ¡Menuda imagen se van a hacer los franceses de los españoles.
OTRO
De momento la imagen que nos estamos haciendo de ellos tampoco se corresponde con sus cacareados principios de libertad, igualdad y fraternidad.
FERMIN
No me lo repitas. Estoy oyendo eso mismo a mi esposa a todas horas. Y lo malo es que tenéis razón.¡Qué equivocados estábamos!
OTRO
Ya me dirás. Fíjate cómo nos vigilan esos soldados senegaleses que han puesto para que nos custodien. Ni que fuéramos malhechores encarcelados.
FERMIN
Pues andad con ojo, porque lo único que saben es que tienen la orden de disparar al que intente escapar. Hay que entenderlo: ellos no saben quiénes somos ni por qué estamos aquí. Y la imagen que damos no es precisamente buena.
UN ANDALUZ
O sea que salimos de Málaga y entramos en Malagón
FERMIN
¡Bueno, bueno! En peores circunstancias nos hemos visto y aquí estamos.
OTRO
¿Sí? Pues no tienes más que mirar a nuestro alrededor. ¿Cuántos van muriendo? Si aquí los únicos que no mueren son las pulgas y los piojos.
ESCENA 12ª
Llega Teresa al grupo:
TERESA
Venga, venga, a comer la sopa que he preparado y dejaros de arreglar el mundo. Lo primero y principal ya sabéis que es oír misa y almorzar, y si la misa tiene prisa se almuerza y se deja la misa
UNO
Sí sí, para misas estamos
(Risas)
ANDALUZ
¡Ale, vamos! Bueno, esta Tere llama sopa a un caldo de agua y no sé qué más…. pero hay que reconocer que si no fuera por ella ni eso tendríamos, porque hay que ver lo que es capaz de preparar aunque sólo sea con nabos y abadejo. Cuando pasan por sus manos los convierte en exquisitos platos…
FERMIN
Sí eso. Ahora arregla lo que has empezado a decir, halagando su "cocina"
¡Vamos! ¡vamos!
ESCENA 13ªA
Comen y al terminar reinician la conversación
(Se repiten imágenes generales con diversos momentos diferentes, el anochecer, el frío, la lluvia, el viento…)
ESCENA 13ªB
Nuevamente el grupo charlando. Llega otro sonriente:
OTRO
¿Sabéis? Esto os va a gustar: El nuevo gobierno franquista ha anulado el valor del dinero republicano y han hecho otros billetes.
FERMIN
¡Qué vergüenza! Eso sí que es robar. ¿Por qué supones que nos vamos a alegrar?
OTRO
Porque hace tiempo que no nos servía aquí más que entre nosotros. Pero esto ha hecho que las putas y los rateros se hayan tenido que volver a España después de haber "trabajado" gratis durante esta temporada. Lo que habían conseguido no les servirá para nada.
FERMIN
¡Ah, claro! ¡Qué bien les está!
Todos ríen haciendo gestos parodiando las actividades de ellas y guardando el dinero de su "trabajo"
OTRO
Eso sí que es volverse con el bolsillo vacío y el rabo entre las piernas…
ANDALUZ
Bien merecido lo tienen. Que vuelvan con los franquistas.
FERMIN
Sí, pero ¿os dais cuenta de las consecuencias económicos que esa medida producirá en Francia a los empresarios que tenían relaciones con empresas españolas?.
UNO
¿Y a nosotros qué nos importa? Seguro que están mejor que nosotros
FERMIN
Sí pero de rebote se reflejará en el trato que el gobierno francés adopte para con los casi seiscientos mil españoles que les hemos invadido.
Llega Teresa haciendo girar la conversación:
TERESA
¡Ale, Ale! dejar ese tema que no llegaréis a resolver nada y no hacéis más que añadir preocupaciones.
ESCENA 13ªC
Teresa coge a Fermín del brazo y se despiden del grupo. Van paseando y se paran cerca de un grupo de andaluces conocidos que están en plena conversación. En ese grupo están Juan y Casimiro con otros jóvenes
ESCENA 14ª
JUAN
¡Oye! Casimiro: ¿pero por qué nos han traído a estas playas donde no encontramos más que humedad, frío, piojos y hambre? ¿Es justo esto?
CASIMIRO
¡Qué ha de ser, hombre, qué ha de ser! Mira, Juan: Esto se explica porque los políticos desean que conozcamos cómo es el invierno en este país y que gocemos del viento, la lluvia y de esos animalitos a los que hacías mención, que van absorbiendo poco a poco nuestra sangre. Así, para que cuando llegue el verano, si es que antes no nos hemos muerto de alguna pulmonía, sepamos apreciar toda la belleza y bienestar que él nos reserva. ¿No te gusta el programa?
JUAN
Hombre…… que me guste o no ya no tenemos más remedio que pasar aquí la vida matando estos endiablados animalitos, como tú les llamas, que no nos dejan de picar a cada instante. ¡Y si tan siquiera tuviéramos algún recipiente en el que meter nuestras ropas para cocerlas, a ver si de esa forma, al cocerlas, morían definitivamente y nos dejaban tranquilos!
CASIMIRO
Pero…Juan, ¿tú crees sinceramente que morirían si se les cuece?
JUAN
Naturalmente que sí. ¿No dicen que el fuego todo lo quema y purifica?
CASIMIRO
Sí, eso dicen. ¡Pero míralos la fuerza y vida que tienen para hacer mover la camisa que has dejado al sol para ver si se marchan de ella instigados por el calor! A lo mejor quieren llevársela a la sombra para esconderse mejor entre sus costuras y seguir mordiendo como ellos solos saben hacerlo!….
JUAN
¡Ahora comprendo por qué decía aquel andaluz facha que los "rojos" teníamos más vida que los piojos!
CASIMIRO
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