- Introducción
- Conceptos y Definiciones de la Apicultura
- Realidad de la apicultura ecuatoriana
- La capacitación apícola
- Características de las abejas italianas que viven en el Ecuador
- Zonas apícolas de la sierra ecuatoriana
- Multiplicación de colmenas
- Trashumancia
- Revisión de colmenas
- Cosecha de la miel
- Apicultura urbana con técnicas no violentas
- Las abejas citadinas
- Desarrollo de técnicas para el manejo de abejas citadinas
- Otras prácticas que deberían introducirse en las cosechas para evitar agresividad
- El comportamiento natural de las abejas
- Uso de la trampa de cosechar miel, para reducir el riesgo de picadura de las abejas
- Enjambrazón
- Uso adecuado de la temperatura y de espacios internos de la colmena
- El trasiego
- Calidad del producto
- Medio ambiente
- Seguridad y salud ocupacional
- Procesos de enseñanza- aprendizaje de la apicultura
- El perfil del apicultor
- Hacia una didáctica de la apicultura
- Cuento y leyenda de la abejita
- Relato de una crónica de terror
- El abejero de las barbas de oro
- La genética apícola y crianza de reinas
- La investigación científica en el ámbito de la apicultura
- Administración apícola
- Los productos de las colmenas y sus propiedades curativas y nutricionales
Introducción
Sin duda alguna, el título de este texto podría ser controversial y de hecho lo es; pero, dadas las circunstancias actuales de la Apicultura ecuatoriana, es necesario analizarla desde esta perspectiva que debería provocar una actitud crítica en el lector y especialmente en los apicultores a quienes va dirigida la discusión y la invitación cordial para el desarrollo de prácticas investigativas, orientadas a encontrar la verdad en el entorno apícola ecuatoriano.
No podemos, ni debemos negar la presencia de abundante material informativo a cerca de la Apicultura como Ciencia al servicio de la humanidad. La tecnología informática, en este sentido, es la que mas ha contribuido a la difusión de contenidos específicos, en términos de globalidad. Sin embargo, de nuestro entorno concreto, hay muy poco material científico divulgado y los foros especializados están en cero. No existe organismo alguno que se dedique a esta tarea tan importante para el desarrollo de la Apicultura ecuatoriana. Por su parte el Estado ecuatoriano no da indicios específicos de preocupación y peor de inversión en este campo tan significativo de la Ecología y del desarrollo.
En el argot popular hay mensajes que se transmiten a diario a cerca de las bondades de los productos apícolas en los campos de la nutrición y la medicina alternativa, lo que al parecer, ha sido aprovechado comercialmente para sacar beneficio e instituir prácticas deshonestas, entre ellas, la adulteración de la miel y la venta libre bajo cánones "legalizados".
En materia de genética apícola, es preocupante, toda vez que, quienes estamos más cerca de las abejas podemos observar a diario fenómenos no muy frecuentes y que, de alguna manera influyen en la vida de las abejas y por lo tanto en la producción. Aspecto parecido es la presencia de plagas y enfermedades y la escases de productos para los respectivos tratamientos.
Entre los aspectos positivos podemos enumerar algunos que se constituyen en motivaciones para el desarrollo de la actividad apícola: Existencia de regiones, zonas y microclimas aptos para la apicultura; presencia de especies melíferas y polinéferas a pesar de la deforestación indiscriminada; razas de abejas resistentes a enfermedades y con capacidad de adaptación a cabios climáticos; mercado local favorable en relación al precio de sus productos; desarrollo tecnológico local adaptado a la realidad del entorno apícola ecuatoriano; disposición positiva del sector apícola para la actualización y la aplicación de tecnologías alternativas; etc.
Como se podrá apreciar, hay motivos más que suficientes para abordar esta temática que se enmarca en el análisis de enunciados, teorías, supuestos, aseveraciones de apicultores de nuestro entorno y de textos publicados que están a disposición de los lectores.
En este texto el lector podrá encontrar temas de sumo interés que deben ser sometidos a su razonamiento lógico, a la comprobación científica, a la experimentación responsable para determinar si los enunciados corresponden a verdades o simplemente a mitos.
Los temas que se ponen a consideración del lector crítico son: Conceptos y definiciones de la Apicultura; Realidad de la Apicultura ecuatoriana, La capacitación Apícola; Características de las abejas italianizadas, Metamorfosis de las abejas, Partenogénesis; Zonas apícolas de la serranía ecuatoriana, Floración melífera y polinífera; Multiplicación de colmenas; La Trashumancia, Práctica de la apicultura itinerante, El calendario de floración; Revisión de colmenas, Cosecha de la miel; Apicultura urbana con técnicas no violentas, Las abejas citadinas, Uso de técnicas apropiadas para evitar la agresividad de las abejas, Uso de trampas para la cosecha de miel; Enjambrazón y Captura de enjambres; Manejo adecuado de temperatura y espacios internos de la colmena; El trasiego; Aplicación del Sistema de Protección integral en la Apicultura; Procesos de la enseñanza–aprendizaje de la apicultura, El apicultor y sus proyecciones, Formación apícola, Una actitud positiva, El miedo al cambio, El perfil del apicultor, Hacia una didáctica de la apicultura; Otros recursos didácticos: Cuento y leyenda de la abejita, Relato de una crónica de terror, El abejero de las barbas de oro; La Genética Apícola y la crianza de reinas, Selección Genética, Como Seleccionar los genes; Investigación Apícola, El porque de la Investigación Científica; Administración apícola, el Negocio de la Apicultura; El Proyecto; Los productos de la colmena y sus propiedades curativas y nutricionales.
El autor considera que ésta es una manera amena de adentrarse en el mundo de la Apicultura. No se trata de imponer criterios, al contrario, la intención es la de provocar la discusión y el discernimiento inteligente en quienes están inmersos e interesados en el tema y la evolución de actividad apícola.
Conceptos y Definiciones de la Apicultura
Hay varias definiciones y conceptualizaciones a cerca de la Apicultura: Unos dicen que es una Ciencia, otros aseguran que es un Arte. Hay quienes lo consideran como un Hobby, o como una actividad secundaria. En el argot apícola, se la considera como una actividad rentable que exige del conocimiento ponderado de técnicas para la explotación del recurso apícola. Hay una corriente ecologista que afirma que se trata del aprovechamiento racional y mesurado del trabajo de las abejas y su entorno apícola. Dígase de la manera como se diga, lo que se trata es de: aprovechar del trabajo y de la vida de las abejas melíferas que viven en colonias bien organizadas y que hacen un aporte importantísimo al entrono ecológico, especialmente a través de la polinización entomófila.
En innumerables escritos se certifica que la Apicultura es el resultado de muchas investigaciones realizadas y que los contenidos sistematizados son transmitidos a lo largo de la historia. Hay también quienes aseguran que los conocimientos son transmitidos de generación a generación. Varios textos aseveran que la mejor manera de aprender la Apicultura es a través de las prácticas apícolas, es decir, en gerundio: haciendo, experimentando el dolor de la picada de las abejas; pero también sin exhibicionismo, tomando todas las precauciones ajustadas a esquemas sugeridos por técnicas comprobadas.
Las prácticas de la investigación científica en el campo apícola se constituyen en una herramienta significativa para el desarrollo de esta Ciencia, que por cierto no es estática y que exige de un estudio permanente, sistematizado y científico.
Realidad de la apicultura ecuatoriana
La Apicultura ecuatoriana es una actividad demasiado restringida, es decir, circunscrita a un porcentaje mínimo de la población a pesar de la "exuberante vegetación melífera y polinífera de las regiones del país."
Por versiones inéditas, se conoce que las abejas melíferas que se explotan en el país, son originarias de Europa, las mismas que fueron introducidas por los colonizadores. Al parecer los primeros apicultores en el Ecuador fueron los Hermanos Cristianos de la Salle, que dedicaban parte de su tiempo a la explotación de la miel como un producto para el consumo al interior de sus conventos y el excedente para la venta al público.
Del análisis lógico se desprende que muchos enjambres que se han escapado a lo largo de la historia, fueron adaptándose con facilidad a la vida silvestre debido a las condiciones climáticas favorables del entorno. Supuestamente, ésta es una de las razones por las que existen en el país abejas silvestres con rasgos de la raza italiana y que predomina en el territorio nacional.
Es a partir de esta etapa de la historia apícola, que hay una cierta proliferación de contados aficionados de la Apicultura bajo condiciones muy precarias que han logrado capturar los enjambres y ponerlos en cajones rústicos, de jabón por ejemplo, bajo diferentes medidas, con sistemas rudimentarios del cuidado y de extracción de miel.
En el país, a partir de la década de los años sesenta, se inicia un proceso de promoción para la capacitación y explotación artesanal de las abejas a través de una Agencia de Desarrollo en el sector rural. Como consecuencia de esta influencia se integra a la Apicultura ecuatoriana la colmena Lanstrong americana, con medidas estandarizadas y elementos desmontables.
El Estado ecuatoriano, al parecer, no ha tenido ninguna injerencia relevante a través de la historia apícola. El incipiente desarrollo más bien obedece a la iniciativa privada, que lastimosamente se ha estancado a un nivel elemental y en estos últimos veinte años se puede hablar de una apicultura artesanal con buenas perspectivas, pero sujeta a las limitaciones provocadas por la tala indiscriminada de los bosques, al uso irracional de pesticidas, a la ausencia de Organismos de asesoría técnica, a la falta de investigación, a la ausencia de una Legislación apícola, entre tantas causas.
La presencia de contadas Asociaciones de Apicultores y de la Federación Nacional de Apicultores del Ecuador, es una muestra de la preocupación del sector apícola pero que no han logrado satisfacer las aspiraciones de sus asociados a través de la Organización. Por lo que es necesario iniciar un proceso de reingeniería de la estructura organizativa y operativa para actualizar la presencia atractiva de Organizaciones en función del desarrollo colectivo del sector.
En forma clandestina, por iniciativa privada, se ha venido introduciendo al país reinas de raza Italiana, desde EE UU e Italia. Este hecho se constata por la fijación acentuada del color amarillo en ciertas abejas sometidas a explotaciones más o menos tecnificadas. Sin embargo, es muy común encontrar abejas con rasgos italianas con coloraciones más obscuras, a consecuencia, al parecer, de los procesos de naturalización o de la vida silvestre, por la influencia del medio o el cruzamiento con razas de vida silvestre.
En todo caso, en el Ecuador, se cultivan razas mestizas o criollas con características predominantes de la raza italiana y que reúnen condiciones favorables dentro de las exigencias de una explotación técnicamente aceptable en relación a producción, resistencia a enfermedades, adaptación a climas y a vegetación melífera y poliniféra.
La capacitación, la Investigación Científica y la Difusión de Experiencias son temas que permanecen relegados, corriendo el riesgo de que la Apicultura ecuatoriana no se desarrolle, al no haber incentivos para su despegue.
La capacitación apícola es un tema preocupante, toda vez que por el momento no hay organismos especializados dedicados a esta tarea importante para impulsar el desarrollo de este sector económico que está en una fase de despegue y que tiene buenas perspectivas de progreso. Los pocos trabajos investigativos de Instituciones de Educación Superior no tienen más asidero que las cuatro paredes de sus bibliotecas; no son difundidos para el alcance de lectores interesados en la temática.
Los pocos apicultores existentes en el Ecuador son el resultado de su propia iniciativa. Unos han aprendido de sus progenitores; pocos a través de cursos de capacitación; contados por cuenta propia y muy escasos mediante procesos de investigación.
La presencia de Internet, se constituye en una oportunidad para la capacitación apícola, sin embargo es selectiva dada las limitaciones de acceso. Para quienes hacemos investigación es una alternativa válida para la difusión.
Características de las abejas italianas que viven en el Ecuador
De la revisión de algunos textos especializados, se puede extraer las siguientes afirmaciones:
"Las abejas que se crían en América, tienen tres bandas bordeadas de color negro. No obstante, algunas razas pueden presentar cuatro y hasta cinco, pero las cepas originarias de la Italiana tienen dos bandas y, como excepción, una tercera al lado del tórax.
Los zánganos y las obreras pueden tener bandas o no. En general, son de color más oscuro y suelen presentar una o más bandas.
La principal característica de esta raza, es su docilidad, condición muy importante en el manejo del apiario; además son laboriosas, de buena productividad y poco enjambradoras, con la ventaja de hacerlo muy regularmente, lo que facilita el control de dicha actividad de acuerdo a la conveniencia del apicultor. Se puede considerar como muy resistentes a las enfermedades.
Esta raza tiene el pequeño inconveniente de su predisposición al pillaje, pero esta faceta negativa en una apicultura racional y organizada se puede controlar con facilidad." De las observaciones realizadas en las abejas que se explotan en el país, podemos deducir que son de color amarillo, unas con mayor intensidad que otras, con bandas de color negro. Unas son de mayor tamaño que otras y en cuanto a agresividad, se puede certificar que las abejas de coloraciones mas oscuro son más agresivas, pero de mayor productividad y resistencia a las enfermedades, buenas para el pillaje y de fácil adaptación a climas y vegetación.
METAMORFOSIS DE LAS ABEJAS
Este tema hace relación a la transformación de los distintos estados de la cría, que va desde el momento en que la reina deposita el huevo en la celda, hasta llegar a su desarrollo total.
El huevo, entre las últimas horas del tercer día de puesto, eclosiona y se transforma en larva que dura de cinco a seis días, al final de este tiempo la larva se endereza y produce un capullo donde se encierra para pasar el período de pre ninfa y ninfa.
La duración de las etapas de la metamorfosis de las abejas son diferentes; así las obreras necesitan de 21 días, la reina de 12 a 15 días y los zánganos de 24 días.
Todas las larvas de las futuras obreras y de los zánganos reciben en sus tres primeros días jalea real, proporcionadas por las nodrizas; mientras que las larvas de la reina todo el tiempo que dura la metamorfosis. Las etapas que pasa el insecto para su crecimiento son: huevo, período larvario, hilado del capullo, período de reposo, cambio de crisálida y período de perfeccionamiento.
PARTENOGENESIS
Las abejas se reproducen de dos maneras, en forma sexual y asexual, es decir a través de la unión de las dos células, masculina y femenina, en el primer caso; y, a través de la célula o gameto femenino en el segundo. En otras palabras, una reina, luego del vuelo nupcial y de su respectiva fecundación está en condiciones de poner huevos fecundos que darán origen a obreras o a reinas y huevos infecundos que dan origen a zánganos. Este último fenómeno se conoce en Biología con el nombre de partenogénesis y que tiene como particularidad el de originar la vida por medio de la célula femenina como es el caso de los huevos infecundos de la pava que dan origen solo a pavos machos o el de las plantas caricáceas como la papaya, los chamburos o los babacos que en caso de no realizarse la polinización, crece el óvulo para dar origen al fruto que no tiene semillas.
Como se puede apreciar, la reina está facultada para poner huevos fecundos y no fecundos; pero estos últimos están en condiciones de reproducirse; pero que, al eclosionarse darán origen solo machos. Este último hecho se constata en el caso de las obreras que en ausencia de la reina se transforman en abejas ponedoras, cuyos huevos dan solo zánganos y son de un tamaño mucho menor que los hijos de reinas.
Para mayor facilidad en la comprensión del tema, propongo la aseveración de que el zángano es únicamente hijo de la reina, es decir que no tiene padre. Esta afirmación se comprueba con el hecho de que una reina fecundada por un zángano de otra raza y de otro color, da hijas obreras mestizas con caracteres de los dos, mientras que los zánganos hijos serán y tendrán sólo las características de la reina.
Zonas apícolas de la sierra ecuatoriana
Si nos regimos por el tipo de vegetación a la que, las abejas recurren para recolectar de sus flores el néctar y el polen o las resinas de las axilas de las hojas para la elaboración de propóleos, es necesario de la constatación repetida de estos hechos y así poder establecer la preferencia que tienen las abejas por una o varias especies vegetales y complementar mediante procedimientos comparativos con el olor, el sabor y el color tanto de las mieles como del polen.
Debido a la preferencia que tienen las abejas para visitar a las plantas y de ellas extraer tanto el néctar como el polen, podemos determinar las características de las zonas apícolas de la Sierra ecuatoriana, particularmente y de todo el país.
Si consideramos que el eucalipto, la alfalfa, el trébol, la mora, el aguacate, los cítricos, las crucíferas son plantas melíferas y poliníferas, tenemos las pautas para determinar con facilidad las zonas forestadas y cultivadas con las plantas mencionadas. No hay que olvidar de la presencia de ciertas plantas que crecen en forma silvestre, entre las que podemos mencionar: el diente de león, el ñáchag, el llantén, la chilca, la mora silvestre, el nabo y el rábano silvestres, entre tantas otras,
Tratándose de bosques con eucaliptos, la provincia de Pichincha sobresale en cuanto a superficie, le sigue la de Cotopaxi, la de Tungurahua y Chimborazo.
En relación a las extensiones de potreros, en donde hay una apreciable vegetación de trébol y diente de león, están encabezando igualmente las provincias de Pichincha y Cotopaxi.
Lastimosamente no tenemos información a cerca de la vegetación natural de las diferentes provincias, por lo que es necesario realizar una investigación específica a cerca del tema, que nos servirá para establecer el respectivo inventario y el calendario de floración.
Floración melífera y polinífera
Conocedores de que el olor y el sabor de la miel se origina en las flores de la vegetación predominante, debemos seleccionar el bosque o la vegetación del entorno en donde vamos a instalar al apiario y para ello deberíamos elaborar un inventario de las diferentes especies vegetales y sus épocas de floración con sus respectivos calendarios de épocas de temperaturas altas, que es el medio en el cual las flores secretan el néctar en las diferentes horas del día. Estos hechos nos permitirán cosechar mieles de diferentes procedencias con sabores, colores y olores característicos propios de cada floración.
Las plantas melíferas de la Sierra son varias, entre la cuales anotamos: el eucalipto, la alfalfa, el trébol, la mora, el aguacate, los cítricos, las crucíferas. Las abejas encuentran abundante polen en el maíz, girasol, en las cucurbitáceas y en muchas malas hierbas como el rábano y el nabo silvestres, el diente de león, etc.
Consiste en el conjunto de actividades encaminadas al aumento de colmenas al interior del apiario en función de satisfacer ciertos objetivos y metas predeterminadas.
Es preciso hacer algunas consideraciones antes de tomar la decisión de acrecentar el número de las colmenas:
1.- Es preferible tener pocas colmenas con una producción que responda a las exigencias
cuantitativas de una Apicultura racional.
2.- No conviene por ningún concepto provocar una competencia en una determinada zona
con el incremento indiscriminado de colmenas.
3.- La multiplicación de colmenas implica un manejo genético y por lo tanto exige de un conocimiento cabal y de responsabilidad profesional. Por lo tanto, la recomendación práctica se centra:
a.- En la revisión de la capacidad melífera de la zona,
b.- En el tipo de explotación que se está haciendo y las proyecciones, es decir, si se va ha realizar trashumancia en el futuro y si ya se tiene ubicadas las zonas con el respectivo calendario de floración,
c.- En la demanda de venta de colmenas para ser llevadas a otras zonas,
d.- En las exigencias de la Apicultura en relación a las características genéticas de las abejas que deben ser dóciles, productivas, resistentes a enfermedades, etc.
TÉCNICAS
Considero conveniente, describir las técnicas más usuales y fáciles de realizarlas.
Por enjambrazón artificial.- Es decir, se extrae un enjambre por colmena, la misma que debe ser seleccionada por su capacidad productiva, por la resistencia a enfermedades, por ser poco o nada enjambradora, por ser dócil en el manejo, por la coloración y tamaño de las abejas y de la reina.
Las ventajas de esta técnica se resumen en que se hace el momento más apropiado, antes del inicio de la mielada; mientras que, la enjambrazón natural se da en momentos del flujo de néctar y de la producción. Se puede seleccionar a las colmenas de calidad considerando a las exigencias anotadas, sobre todo en relación a la capacidad enjambradora.
Para hacerlo, se procede a retirar una fracción de las colmena seleccionadas y poner los cuadros en otras nuevas, con un panal de miel, uno de polen y dos o tres cuadros con crías y huevos recién puestos. Las colmenas nuevas se las ubica en el lugar de las colmenas madres para recoger el mayor número de pecoreadoras. Un detalle que no se debe olvidar es de aumentar el tamaño de las celdas de los huevos del día seleccionados para la crianza de las reinas. Este método permite hacer una selección natural de las reinas, sin embargo, se pueden aprovechar las celdas reales con crías para sustituir o introducir en caso de ausencia de reinas en las colmenas huérfanas.
Por repartición de colmenas en varios núcleos.- Este método es práctico, mientras se pueda trasladar los núcleos a una distancia de por lo menos tres Kilómetros del apiario. Para ello, igual que en caso anterior hay que seleccionar las colmenas de las mejores características y en el inicio de la mielada, se procede a dividir proporcionalmente las colmenas con los cuadros de polen, miel y las crías, se procede a cerrarlas y trasladarlas al lugar de la reproducción. La colmena madre se queda en el sitio de origen para recibir a las pecoreadoras. Es recomendado en estos casos, revisar a los núcleos la cría natural de reinas y en caso de no darse, hay que estar pendientes para poner reinas o celdas realeras con crías a tiempo, caso contrario las colmenas se harán zanganeras.
Por la obtención de un enjambre de dos o más colmenas.- En este caso hay que seleccionar la mejor colmena de la cual se extraerá el panal con la puesta de huevos del día para la crianza de la reina. La fusión es asunto de experiencia y de práctica; sin embargo hay varias alternativas. Una puede ser con el uso de separadores con papel periódico, otra con el uso de abundante humo para mezclar los olores de las abejas o el uso de alguna esencia de flores.
En los tres casos mencionados, el apicultor tiene las posibilidades de introducir reinas previamente criadas o de implantar celdas con reinas a punto del nacimiento. Además debería estar atento a la fecundación y a la puesta de la nueva reina.
Conocida con diferentes nombres y calificativos, de acuerdo a las zonas, culturas, origen de vocablos, etc. Pero en todo caso, no interesa su denominación; más bien nos regimos por los fines y las características de esta práctica, que es el resultado de las diversas necesidades del apicultor en función de lograr los objetivos de su negocio, es decir, producción y productividad.
Bien sea, porque la Apicultura, en la actualidad afronta problemas de ordenamientos legales, de desorganización gremial o problemas de diversa índole, quienes nos dedicamos a la explotación artesanal o semi industrial de las abejas, nos vemos avocados a buscar mecanismos alternativos para beneficiarnos del trabajo abnegado de los insectos productivos, de las bondades melíferas de la flora y de los microclimas de las diferentes zonas y regiones existentes en el Ecuador.
Esta práctica de transportar o trasladar abejas de un lugar a otro, que se conoce como Apicultura nómada, trashumante, móvil, itinerante, etc. y que está generalizándose en el país, tiene características de un desorden que perjudica con notoriedad a los apicultores, especialmente, en cuanto se refiere a los volúmenes de cosechas de los diferentes productos y a los propietarios de terrenos y animales domésticos atacados por abejas, de robos y de destrucción de colmenas, de picaduras a niños traviesos, de superpoblación de colmenas en determinadas áreas, de escape de enjambres y porqué no de agresividad de colonias establecidas a campo abierto, o de degeneración de la especie a causa de muchos fenómenos naturales o provocados.
Los enunciados anteriores sirven de justificación necesarios para la formulación de sugerencias prácticas con fundamentaciones científicas, fruto de la experimentación, para la realización de la práctica de la Apicultura Itinerante que tiene una serie de ventajas en comparación con la Apicultura Fija o Estacionaria.
Apicultura Itinerante
Es la práctica de explotar los productos apícolas en diferentes sitios o zonas de una región o del país, con el mismo grupo de colmenas en diferentes épocas del año, bajo el cumplimiento estricto de un calendario de floración melífera previamente elaborado en base a una investigación de campo, bajo normas y cánones legalmente establecidos para el efecto – cuando existen – y tomando todas las precauciones concernientes, a fin de evitar dificultades, conflictos, pérdidas económicas, contratiempos, etc.
En otras palabras, no es más que, llevar las colmenas de un lugar, en donde la floración melífera o nectarina ha cumplido con su ciclo a otro que inicia y nos garantice una abundante alimentación para las abejas en un período climatológico favorable para la actividad productiva. Esto último tiene relación con la luminosidad, humedad atmosférica, temperatura, vías de acceso, etc.
Esta actitud, que de por sí es exigente, tiene repercusiones en la productividad no solamente en el campo de la miel, el polen, el propóleo, la cera, la jalea real, sino en el crecimiento de la población de las colonias que es un fenómeno determinante para el éxito de la explotación a la que nos referimos. Sin embargo, no hay que ignorar los riesgos a que está sujeta esta actividad, generada por factores adversos. El apicultor experimentado conoce a plenitud las exigencias del manejo técnico y adecuado de las abejas en función de una producción, si no abundante, al menos satisfactoria, en el contexto económico. En otras palabras, para que se considere un negocio, la producción deberá arrojar utilidades luego de cubrir los gastos de inversión, manejo y mantenimiento del colmenar, transporte, comercialización del producto, etc.
Esto tiene relación con los temas de reproducción, ciclos biológicos, alimentación, mecanismos de defensa, espacios de vuelos y recorrido, docilidad o agresividad de los insectos, influencia de factores intrínsecos y extrínsecos, etc.
Cuáles son las exigencias de la Apicultura Itinerante ?…
Sin querer abundar en palabras, intento resumir algunos aspectos concernientes a la Apicultura Itinerante, con el fin de aportar elementos básicos sobre el tema para aquellas personas que se inician en esta actividad de perspectivas ilimitadas:
a.- Conocimiento ponderado a cerca del comportamiento biológico de las abejas en su ambiente natural como parte constitutiva de la naturaleza.
b.- Experiencia en el manejo de las colmenas. Tema que involucra varias actividades específicas tales como: ubicación e instalación del colmenar, revisión de colmenas, control de plagas y enfermedades, cosecha de productos, uso adecuado de implementos, extracción de miel, etc.
c.- Conocimiento real a cerca de la flora melífera o nectarina para la producción de miel, de las flores que contienen cantidades apreciables de polen, de las plantas que secretan resinas para la elaboración de propóleos, de las plantas tóxicas que pueden perjudicar a la vida de las abejas, de los cultivos agrícolas de la zona que necesitan fumigaciones y cuyos pesticidas son un peligro fatal, etc.
d.- Práctica en la transportación de colmenas: uso de materiales adecuados y de calidad, embalaje de colmenas y sus respectivas seguridades, embarque y desembarque, etc.
e.- Discernimiento a cerca de la cultura de los vecinos en donde se va a instalar los colmenares. Esto es de gran importancia en relación a la aceptación o rechazo a las abejas. En ciertas regiones del sub trópico y trópico sus pobladores no temen al picado de las abejas por citar un ejemplo, lo no sucede en la Sierra, etc.
Además de lo anotado hay que considerar algunos otros aspectos que deben ser tomados muy en serio si se desea hacer Apicultura Itinerante:
a.- Infraestructura disponible y utilizada: caballetes, remolques, camiones, salas móviles de extracción, etc.
b.- Personal especializado o trabajadores disponibles para el embarque y desembarque de las colmenas, etc.
c.- Mecanismos de seguridad para la transportación de colmenas: seguros, sunchos, cabos, etc.
d.- Calendario de floración, análisis financieros
Práctica de la Apicultura Itinerante
Si hablamos de la Apicultura en términos de negocio, debemos exigir que la actividad genere un flujo de ingresos provenientes de la producción y comercialización de sus productos. Es más, para que se considere rentable esta actividad, debemos lograr apreciables cantidades de los productos elaborados por las abejas, que nos garanticen una ganancia aceptable y por qué no romper record de producción, especialmente en miel.
Si tenemos claro nuestro objetivo de producción, si contamos con el calendario de floración de la zona; entonces, hay que tomar la decisión de trabajar en el marco de las exigencias de la Apicultura Itinerante.
El calendario de Floración
Es un instrumento valioso de apoyo a la producción apícola y que su uso o aplicación correctos repercute directamente en la economía de las personas o de las empresas dedicadas a la Apicultura.
Si partimos de los hechos comprobados de que no todas las plantas florecen en una misma época del año, de que una misma especie florece en diferentes épocas de acuerdo a la zona y características climáticas, de que existen microclimas con vegetación diversa, es aceptable la idea de que es posible producir miel y otros productos durante el año calendario, o por lo menos evitar alimentar a las abejas con productos elaborados para disminuir la mortalidad.
En el Ecuador está comprobado de que las plantas florecen de Sur a Norte. Sin embargo es recomendado que cada Apicultor elabore su propio Calendario a fin de aprovechar su zona de influencia, tomando en consideración ciertos elementos como: distancias de transportación, área de vegetación, vegetación melífera y polinífera, cultivos tradicionales, vías de acceso, posibilidades de contactos con propietarios de tierras, climatología, etc.
Como elaborar el Calendario de floración
En el Ecuador que contamos con las dos estaciones bien definidas: invierno y verano, no deberíamos suspender la producción apícola a consecuencia de la falta de alimentación natural de las abejas, fenómeno que no acontece en países que tienen las cuatro estaciones y que obligatoriamente los apicultores se ven en la necesidad de hacer invernar a sus colmenares. Utilizando para el efecto verdaderas instalaciones con aire acondicionado y alimentación adecuada por el tiempo aproximado de seis meses, fenómeno que hace subir los costos de mantenimiento de las abejas con las consabidas repercusiones económicas.
No es por demás sugerir que el apicultor progresista invierta, para establecer su calendario de floración, de acuerdo a la o a las zonas de su influencia, con la intención de aprovechar al máximo los recursos naturales que tienen relación con la actividad apícola. Para lo planteado conviene que se elabore un plan de investigación, en el cual hay que definir con exactitud los objetivos, el universo de la investigación, recursos disponibles y necesarios, instrumentos a utilizarse en la investigación, cronograma de actividades, presupuesto requerido, materiales a emplearse, anteriores trabajos realizados, bibliografía, etc.
Una vez establecido el calendario de floración, debidamente comprobado, el apicultor tiene a mano un instrumento útil que le servirá para desarrollar con eficacia su actividad haciendo una relación con su número disponible de colmenas, colmenares existentes en la zona y superficie territorial a explotarse. Además considerará otros aspectos aconsejados para la instalación del colmenar, que es un tema que no es materia de análisis en este texto.
Este es un trabajo técnico, especializado, clave para el éxito de la actividad apícola. Por lo tanto debe ser permanente, continuo, programado y oportuno, para responder a muchas exigencias de las colmenas, generadas por factores internos y externos, para garantizar la vida de las abejas y la producción, que en definitiva es nuestra meta.
Este es un tema importante en la actividad apícola. Toda vez que la práctica de la observación a las colmenas nos sirve de escuela eficiente para conocer todos y cada uno de los aspectos relacionados a la vida de las abejas, sus comportamientos, sus necesidades; la influencia de factores internos y externos de las colmenas, tanto en la conducta como en la producción y la genética; en el uso adecuado de los implementos y materiales; en el horario y tiempo adecuados para la revisión, cosecha y transporte; en el tipo de vegetación ; en el uso de instrumentos de control de las colmenas para evaluar el rendimiento de las colmenas y establecer resultados comparativos en determinadas épocas del año, sectores y regiones del país.
Entremos a la revisión de las colmenas, que consiste en poner en práctica todos los conocimientos teóricos enunciados a lo largo de este curso.
Debidamente protegidos y armados con las herramientas apícolas, nos aprestamos a destapar sigilosamente las colmenas: con el ahumador encendido. Con humo casi frío echamos dos o tres bocanadas en la piquera, luego en las paredes de la colmena, en la parte superior, junto a la tapa y cuidadosamente con movimientos lentos procedemos a retirarla; echamos unas tantas bocanadas de humo en la entre tapa y cuidadosamente procedemos a despegarla con la ayuda de la palanca y la retiramos. Unas pocas bocanadas más de humo, sobre la parte superior de los cuadros para que las abejas se retiren y sacamos un cuadro, de preferencia de uno de los costados, para depositarlo con cuidado luego de la observación respectiva, en el caballete. Uno a uno, iremos revisando cada panal y depositándolo en la colmena en la misma posición original, teniendo el cuidado de no aplastar a las abejas y peor a la reina.
Objetivos de la revisión
Tiene que ver con la actividad de las obreras, la presencia y la postura de la reina, el alimento disponible para las crías, la presencia de enemigos y enfermedades de la colmena.
Desglosemos un poco: A primera vista podemos descubrir si hay o no miel en los panales; si hay en época de mielada, podemos cosechar los panales operculados. También podemos observar en los panales de los extremos, la presencia o no de polen; si no hay miel y polen, debemos alimentar a las colmenas.
Una segunda observación va dirigida a constatar la puesta de la reina; en los cuadros del centro, si miramos a contra luz, podemos ver huevos en el interior de las celdas, éstos son de color marfil del tamaño de las llamadas comúnmente queresas de la mosca cacera. Si hay dos o más en cada celda, es prueba de que la reina ha muerto, no se ha fecundado o está vieja. En este caso hay que proceder a crear una nueva reina y para esto hay varios procedimientos. Si la población está mermando, es porque algo está pasando y habrá que descubrirlo en el interior. Si miramos con atención las celdas operculadas y si miramos que los opérculos están aplastados, es por que las crías están muertas y si exploramos más, seguramente encontraremos la presencia de larvas o insectos de baroa, que dicho de paso es el enemigo mayor de estos últimos años en el Ecuador.
Si nos encontramos con larvas secas y muertas en las celdas sin opercular, es porque tenemos problemas de micosis en la colmena, esto debido al exceso de humedad y si hay mal olor es porque hay una fuerte afección de Loque. Esto último es grave para la Apicultura, se corre el riesgo de perder las colmenas. Continuando con nuestra exploración y de pronto descubrimos la presencia de celdas reales operculadas, es el aviso de que la colmena pronto enjambrará .Hay que tomar las medidas necesarias para evitar la pérdida de enjambres. Cuando encontremos celdas reales vacías o en proceso de formación, es posible, la ausencia de la reina. Si en el interior de la colmena vemos que los zánganos son acosados y atacados por las obreras, es porque se acerca una época de crisis y de hambre, hay que tomar las medidas acertadas de alimentación y evitar por supuesto el pillaje, reduciendo la entrada en las piqueras.
En épocas de hambre y de descuido, no es raro encontrar en el interior de la colmena, la totalidad de la población muerta, a consecuencia del pillaje. Sin embargo este fenómeno también puede tener su origen en el envenenamiento de las abejas por la visita de las pecoreadoras a cultivos fumigados con pesticidas. Si las colmenas están integradas de varios pisos, y si uno o más están sin abejas, hay que desmontarlos para evitar el enfriamiento de la colmena y la destrucción de los panales. En este caso también hay que proceder a alimentar a las abejas.
En el espacio que queda entre la tapa y la entre tapa, generalmente nos encontramos con arañas, a éstas hay que eliminarlas, debido a que se alimentan de la linfa de las abejas, reduciendo la población. Caso muy similar es el de las hormigas y cucarachas.
En el caso de encontrarnos con colmenas con obreras zanganeras, podemos optar por fusionar con otra u otras colmenas. Utilizando para el efecto papel periódico, que sirve de límite entre las colonias que se reunirán luego de destruir al separador. También podemos introducir panales con nodrizas y huevos recién puestos para la crianza de la Reina.
La revisión de la colmena debe ser una ocasión de limpieza de todo elemento extraño que encontremos, pero también de las rebabas de cera o propóleos. También es ocasión de cambiar las piezas deterioradas de las colmenas o al menos hacer un inventario para una visita posterior.
Una vez que se ha revisado la colmena, se han tomado las medidas concernientes; con movimientos lentos, se procede a armar la colmena y continuar con el trabajo en la siguiente. Por ningún concepto se debe dejar destapada una colmena.
Si tenemos alguna novedad y no hemos podida dar solución inmediata, conviene señalar a la colmena. Se recomienda llevar un registro que se constituye en una ayuda muy valiosa. Las colmenas deberían estar numeradas.
Los panales viejos, deformados, o rotos deben ser sustituidos por nuevos, y los primeros llevados para la recuperación de la cera.
Para mayor seguridad, conviene revisar a las colmenas cada quince días en horas soleadas. De preferencia en la mañana, sin irnos más allá de las dieciséis horas, en que las abejas se vuelven agresivas. En lo posible hay que evitar la revisión en presencia de viento, porque perjudica al interior de la colmena.
En conclusión podemos asegurar que la revisión de las colmenas se concreta a establecer la realidad del interior de cada una de las colonias del apiario y se hace con el propósito de brindar los correctivos necesarios con criterios técnicos.
Centremos nuestra atención en este tema que nos lleva a la satisfacción, como una recompensa a nuestro trabajo constante, dedicado y por que, no decirlo, sacrificado en el cuidad de las abejas.
Una vez que hemos realizado las tareas periódicas de la revisión y hemos cumplido estrictamente con nuestro plan de trabajo, debido a la generosidad de la naturaleza y a la llegada de la época de la mielada, nos preparamos para la fiesta, es decir, para la cosecha de la miel, que constituye dos etapas bien diferenciadas: la primera relacionada al retiro de los panales llenos de miel debidamente operculados, sustituidos con cuadros con cera estampada o con panales vacíos, en óptimas condiciones; y, la extracción propiamente dicha en la sala de extracción. Para el traslado de la miel a la sala, utilizaremos cuerpos de colmenas con bandejas de cosecha que se ponen de pisos y de tapas, es decir, dos por cada cuerpo, para evitar que las abejas se vayan junto a la miel. Conviene utilizar recipientes cómodos para recoger trozos de panales que han sido prolongados y que están fuera de los cuadros o depositarlos en los respectivos comederos que están ubicados en la parte superior de la colmena.
Para la primera etapa de la cosecha de la miel, al igual que en la revisión, debidamente armados y equipados destapamos la colmena siempre con la ayuda del humo, el agua y la palanca, luego retiramos los cuadros llenos de miel con las debidas precauciones, evitando aplastar, matar, excitar a las obreras.
Una vez que el cuadro ha sido llevado en forma vertical hacia la parte superior de la colmena, sacudimos con fuerza al panal para que caigan las abejas en el interior de la colmena. Luego, delicadamente retiramos a las abejas reacias que quedan en el panal con la ayuda del cepillo y lo depositamos en las cajas de cosecha, que una vez llenas son cerradas, en espera de que la tarea se termine para ser trasladadas a la sala se extracción.
En la sala de extracción, nos espera un trabajo fuerte; con la ayuda de un trinche desoperculador, procedemos a retirar los opérculos de los panales, para depositarlos en la mesa de desoperculación y luego llevarlos al extractor para su respectiva extracción de la miel.
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