Las emociones del alumnado involucrado en la dinámica del maltrato (página 2)
Enviado por César Agustín Flores
Cuando el estudiantado se siente herido en sus aspiraciones al bienestar, o ve frustrados sus deseos de posesión, de poder o estimación, puede darse un impulso especial en contra de aquello que le impide obtener lo que desea, este impulso es el de la "revancha" y su objeto es satisfacer lo que no se ha podido conseguir de otra manera, tal como expresan las víctimas: "Yo si sí que me quiero vengar y hacerles lo que a mí me hicieron, por ahora me aguanto, y espero.." ; la espera apunta a que el diferencial de poder del agresor o agresora sea menos, cuando las personas [víctimas] sean más grandes. Max Scheler, (citado por Droste, 2004) distingue "dos caracteres que son esenciales para la venganza: 1) un refrenamiento y detención momentáneos al menos (o durante un tiempo determinado), del contraimpulso inmediato (y de los movimientos de cólera y furor enlazados con él) y 2) un aplazamiento de la contrarreacción para otro momento y situación más apropiada ("aguarda, que otra vez será") (p. 4).
La venganza, debido a que también a ellos y ellas se lo hicieron, nos explica su doble participación en los roles del maltrato entre iguales. Barragán (citada por Valadez Figueroa y cols., 2008) señalan, que "ser víctima, agresor o espectador son momentos en la vida de los estudiantes y que de hecho un mismo alumno puede pasar de víctima a agresor o de observador a agresor" (p. 105).
Las emociones compartidas por los alumnos ubicados en los tres roles la dinámica del maltrato entre iguales: observadores, agresores y víctimas
La culpa: atribuida a las víctimas por los observadores y agresores y la autoinculpación de la víctima
McCoy citado por García Martínez (2008) expone que "la culpa es la conciencia de que uno está dejando de actuar tal y como supone que debe hacerlo, según un punto de vista que es absolutamente relevante para el sujeto" (p. 366). Al respecto Escudero Nafs, Polo Uzaola, López Girones y Aguilar Redo (2005) plantean que: "la culpa en sus distintas manifestaciones, es una culpa movilizada y generada activamente por el maltratador, y el proceso del maltrato que es experimentado por la víctima y también por el observador". (párr. 32).
Refiriéndose a las acciones de los observadores ante el maltrato, Fernández Villanueva, Revilla Castro, Domínguez Bilbao y Almagro González (2008), resaltan que:
Los hechos que implican al observador como testigo de la realidad supondrían entonces la necesidad de aceptar la existencia de ciertas realidades, así como la imposibilidad de negar que existan los hechos, lo que necesariamente involucra la moral del espectador, porque las acciones de los implicados se evalúan dentro de un código ético, en correctas e incorrectas y le plantean qué hacer, tomar decisiones o justificar el no tomarlas. (p. 23)
Por un lado los chicos y chicas observadores nos dicen: "Vez estas cosas y te dices a ti mismo , no puedo hacer nada y pues se tiene como un sentimiento de culpabilidad". Entre los espectadores suele producirse una inhibición a intervenir ante las situaciones de maltrato aunque manifiestan que sienten que deberían hacerlo: "Siento que tengo que hacer algo, no me gusta no me gusta [refiriéndose a los procesos de victimización]".
En otro sentido, los observadores le atribuyen culpa a la víctima, por lo que se justifican (como si se lo merecieran) porque les caen mal por "mensos y dejados , no saben defenderse , porque si le dicen algo y se queda callado o se queda triste y si no contesta ya sabes que no va a hacer nada, y me da coraje que sean tan mensos" (observador). Cuando las situaciones del maltrato se dan en grupo, con aprobación o con poca oposición del resto de compañeros, la víctima termina viéndose como una persona a la que no importa que se le hagan cosas, con poco valor y de alguna manera merecedora de lo que le pasa (Avilés Martínez, 2001) esta percepción supone menos culpabilidad para las personas agresoras y observadoras. A este respecto Collell y Escudé (2004) conciben que "los sentimientos de culpa que experimenta el agresor, cuando ve en un compañero o compañera los efectos de su acción sea por agresión directa o indirecta, o por omisión, quedan diluidos en el grupo" (p. 6).
Autoinculpación
Las víctimas contemplan la causa de la agresión como algo interno y personal, así se sienten responsables de las agresiones y por tanto las justifican. En este tipo de cogniciones de autoinculpación las víctimas creen que son ellas las causantes de la violencia, por no ser capaces de detenerlos y por tolerar la violencia (García-Martínez, 2008; Trautmann, 2008), esto trae aparejado el sentimiento de vergüenza.
Polo Usaola, López Gironés, Olivares Zarco, Escudero Nafs, Rodríguez Vega y Fernández Lira (2006, p. 73), expresan que algunos autores distinguen dos tipos de autoinculpación, la conductual y la caracterial. En este grupo de estudio encontramos los dos tipos: 1) Las víctimas se asumen culpables por no haber reaccionado ante la situación de maltrato, con expresiones tales como "me lo merezco", "soy más débil, no me defiendo" el alumno siente que son sus conductas, los actos que realiza u omite son los que le producen el acto violento (autoinculpación conductual), 2) Se sienten culpables cuando consideran a los rasgos de carácter, diferencias físicas, o posición social, como causantes del acto violento, como fue relatado por las víctimas, "soy diferente"; "soy pobre"; "soy gordo" (autoinculpación caracterial).
El que lo vean y el verse a sí mismo como diferente, funciona como justificación, que puede ser efectivamente resultado de la culpabilidad internalizada que la persona maltratadora y la observador proyectan sobre la víctima, como una interiorización de la vergüenza, por la que esta última persona es juez y víctima a la vez. Se refieren a sí mismos o a sí mismas en términos descalificadores y autoacusadores, considerando estas características como hechos, como realidad que se impone, y no como resultado de juicios probablemente aprendidos del exterior, pero en todo caso revalidados por ellos mismos (Fernández Puig, 2000). Esta culpa inducida por las demás personas sitúa a la víctima en un estado de absoluta vulnerabilidad, con las consiguientes repercusiones negativas para su autoestima, lo cual incrementa la probabilidad de volver a ser víctima en aquel mismo contexto o en otros, cerrando el círculo de la victimización. En la culpa al igual que en la vergüenza, subyace como rasgo fundamental algún tipo de evaluación relativa al propio yo.
Las emociones que produce el maltrato entre iguales en los actores involucrados son muy variadas y con efectos complejos, de diversa duración y se encuentran subordinadas a la experiencia, posición social y a la identidad de los sujetos que participan, así como el rol que ocupan en la dinámica del maltrato, Luna afirma también que "tienen relación con las normas y valores sociales, las costumbres, las tradiciones, y las creencias en torno a las emociones mismas" (2010, p. 20), por ello las emociones vinculadas a cada situación serán distintas. Sin embargo, en los resultados de la población estudiada, se muestra un patrón emocional que es compartido entre los observadores con las víctimas, las víctimas con los agresores, y los observadores con víctimas y agresores. Un patrón integrado por emociones que forman parte del espectro de las relacionadas con la vergüenza. Al respecto Lansky (1999) expresa que:
la vergüenza es acerca del self (el sí mismo), se refiere no simplemente a un tipo de afecto, sino a un sistema emocional complejo que regula el vínculo social. Lo que uno es ante sí mismo y ante los otros, el estatus de uno mismo, el ser o no querible, sentirse aceptado o en inminente rechazo, ante el ojo del otro o ante el ojo autoevaluador del sí mismo. (p. 347)
Este mismo autor la describe como un acompañamiento inevitable de todas aquellas situaciones en las que uno/a queda expuesto o bajo la amenaza de quedar expuesto, y así mismo refiere que la vergüenza opera latente detrás de otros sentimientos que resultan provocados por una experiencia de humillación. A su vez Gómez (2005) señala que la vergüenza utiliza emociones más complejas como máscaras para ocultarse, en consecuencia es toda una familia de sentimientos y emociones que es conocida con diferentes etiquetas o apellidos y significados totalmente individuales. En palabras de Morrison, citado por Orange (2005) "la humillación representa la fuerte experiencia de vergüenza que refleja un avergonzamiento externo por un objeto altamente catectizado (un otro significativo)" (párr. 27).
En este grupo de estudio, de acuerdo a las emociones expresadas es posible apreciar que en todas ellas subyace la afrenta o la humillación percibida por los alumnos en el caso de los observadores por una victimización cercana y potencial, para las víctimas por una victimización situada en el presente, y para los agresores por una victimización sucedida en el pasado.
Tomando como referencia a Fernández Arregui (2008) se podría considerar en el grupo de los adolescentes estudiados tres formas de manifestación de la vergüenza en las cuales subyace una percepción de falta de valía propia: 1) por insignificancia (ser humillado por quien es), 2) por fealdad (por sus rasgos diferenciales, físicos o psicológicos) y 3) por incompetencia (interiorización de ideales no logrados, sensación de fallo o de fracaso), independientemente de los roles que juegan en la dinámica del maltrato.
Se concluye que esta situación de maltrato entre iguales puede tornar la violencia entre iguales en un círculo interminable (Figura 1) en el que alumnos y alumnas tratan de superar la vergüenza por la afrenta recibida utilizan la violencia en un intento de recuperar su propia valía ante sí mismos/as y ante los ojos del resto de sus compañeros de escuela y de esta forma recobrar el orgullo. Como se expresó en párrafos anteriores en palabras de Gómez "la violencia es la catarsis de la vergüenza" (Gómez, 2005, p. 131). Las personas agresores van descargando su resentimiento hacia otras; las víctimas que como se mencionó, a su vez, guardan su resentimiento en espera de una revancha, para cuando el diferencial de poder de su agresor sea menos, o cuando ellos estén más grandes, o en su caso la víctima deja de ser pasiva, para volverse una persona violenta, con la esperanza de que así no será nuevamente agredida; con respecto a los observadores, utilizan la agresión como una forma de evitar ser víctimas. Un hecho que nos parece claro es que la violencia aumenta la vergüenza y viceversa, es decir, se amplifican mutuamente
Prestar atención a las emociones generadas en el fenómeno del maltrato entre iguales es necesario, porque la humillación originada en la interacción de los pares envuelve a los alumnos independientemente de cual sea su rol en la dinámica del maltrato, como una situación a considerar en el diseño de estrategias de intervención, puesto que sabemos que las emociones constituyen un factor importante al momento de explicar o interpretar el comportamiento humano.
André, Christophe. (2005). Psicología del miedo: temores, angustias y fobias. Barcelona: Kairós.
Álvarez Jiménez, Juana María. (2010). Características del desarrollo psicológico de los adolescentes. Innovación y experiencias educativas, 28, 1-11. Recuperado de http://www.csi- csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_28/JUANA_MARIA_ALVARE Z_JIMENEZ_01.pdf
Aragón Borja, Laura Edna y Bosques, Elena. (2012). Adaptación familiar, escolar y personal de adolescentes de la ciudad de México. Enseñanza e Investigación en Psicología, 17(2), 263-282. Recuperado de http://www.cneip.org/documentos/16.pdf
Avilés Martínez, José María. (2001). Bullying: la intimidación y el maltrato en los centros escolares. Lan Osasuna, stee-eilas, (2), 13-24. Recuperado de http://tecno12- 14.info/pdf/bullying2.pdf
Avilés Martínez, José María y Monjas Casares, Inés. (2005). Estudio de la incidencia de la intimidación y el maltrato entre iguales en la educación secundaria obligatoria mediante el cuestionario CIMEI. Anales de Psicología, 21(1), 27-41. Recuperado de http://www.um.es/analesps/v21/v21_1/04-21_1.pdf
Barahona Plaza, Ángel. (1998). Educación, mimesis, violencia y reducción de la violencia.
Rvt. Bienestar y Protección Infantil, 4(2), 222-230.
Barahona Plaza, Ángel. (2006). El origen mimético de la violencia. Trabajo presentado en las Jornadas Universitarias. Acoso escolar: propuestas educativas para su solución, UNED, Madrid.
Beck, Aaron Temkin. (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders. New York: The International Universities Press.
Bedoya Dorado, Cristian y Velásquez Fernández, Andrey. (2014). Análisis de la incidencia del miedo en la organización desde la perspectiva psicobiológica. Revista Colombiana de Psicología, 23(2), 351-362. Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-54692014000200009
Belli, Simone e Íñiguez-Rueda, Lupicinio. (2008). El estudio psicosocial de las emociones: una revisión y discusión de la investigación actual. PSICO, 39(2), 139-151. Recuperado de http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/revistapsico/article/viewFile/4019/3034
Bleichmar, Hugo. (1997). Avances en Psicoterapia Psicoanalítica. Barcelona: Paidós.
Carnevali, Raúl y Källman, Eva. (2007). La importancia de los grupos en el comportamiento juvenil. Especial consideración con la pluralidad de malhechores del Art. 456 bis N° 3 del Código Penal. Polít. crim., 4, 1-24. Recuperado de http://politicacriminal.cl/n_04/d_1_4.pdf
Chóliz, Mariano. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Recuperado de http://www.uv.es/choliz/Proceso%20emocional.pdf
Collell, Jordi y Escudé, Carme. (2004). Rol de les emocions en els processos de maltractament entre alumnes. Ámbits de Psicopedagogia, 12, 21-26. Recuperado de http://www.xtec.cat/~jcollell/ZAP%2012.pdf
Defensor del Pueblo. (2007). Informe sobre violencia escolar: El maltrato entre iguales. En La educación secundaria obligatoria. Madrid: Oficina del Defensor del Pueblo.
Díaz-Aguado, María José, Martínez Arias, Rosario y Martin Seoane, Gema. (2002). Estudio sobre la génesis y el desarrollo de los adolescentes con problemas de conducta en centros de menores. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Programa de Mejora de Atención Social a la Infancia, Serie Estudios.
Dollard, John, Doob, Leonard, Miller, Neal, Mowrer, Hobart y Sears, Robert. (1939).
Frustration and aggression. New Haven: Yale University Press.
Droste, Klaus. (2004). Resentimiento y psiquismo, primera parte. Summa Psicológica UST, 2(1), 3-6. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4808679
Eresta, María Jesús y Delpino, María Antonieta. (2012). Adolescentes de hoy. Aspiraciones y modelos. Madrid: Liga española de la educación. Recuperado de http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/CA85EE8A-711C-4967-93BD- 362FBB0F2582/234022/Observatorio_Estudio_Aspiraciones_y_modelos_Parte1.pdf
Escudero Nafs, Antonio, Polo Usaola, Cristina, López Gironés, Marisa y Aguilar Redo, Lola. (2005). La persuasión coercitiva, modelo explicativo del mantenimiento de las mujeres en una situación de violencia de género. II: Las emociones y las estrategias de la violencia. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 25(96), 59-91. Recuperado de http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/n96/v25n4a05.pdf
Estévez López, Estefanía, Martínez Ferrer, Belén y Jiménez Gutiérrez, Teresa Isabel. (2009). Las relaciones sociales en la escuela: el problema del rechazo escolar. Psicología Educativa, 15(1), 5-12. Recuperado de http://www.uv.es/lisis/belen/psicolog-educt.pdf
Fernández Arregui, Saulo. (2008). Reflexiones sobre el significado social de la humillación. Psicología Política, (37), 29-46. Recuperado de http://www.uv.es/garzon/psicologia%20politica/N37-2.pdf
Fernández Puig, Victoria. (2000). Vergüenza profunda, corrosión interna. Emociones Thematica, 25, 201-207. Recuperado de http://institucional.us.es/revistas/themata/25/21%20fernandez%20puig.pdf
Fernández Villanueva, Concepción, Revilla Castro, Juan Carlos, Domínguez Bilbao, Roberto y Almagro González, Andrés. (2008). Los espectadores ante la violencia televisiva: funciones, efectos e interpretaciones situadas. Comunicación y Sociedad, 21(2), 85-
113. Recuperado de http://www.unav.es/fcom/communication- society/es/articulo.php?art_id=14
Freud, Anna. (1961). El Yo y los Mecanismos de Defensa. Barcelona: Paidós.
Galán Jiménez, Jaime Sebastián y Preciado Serrano, María de Lourdes. (2014). Desensibilización a la violencia una revisión teórica para la delimitación de un constructo. Rev. Uaricha, 11(25), 70-81. Recuperado de http://www.revistauaricha.umich.mx/Articulos/uaricha_1125_070-081.pdf
García Martínez, Jesús. (2008). La conciencia del otro: agresores y victimas desde una perspectiva constructivista. Apuntes de Psicología, 26(2), 361-378. Recuperado de http://www.cop.es/delegaci/andocci/files/contenidos/vol_26_2_17.pdf
Gómez, Efraín. (2005). El afecto olvidado. Revista de Neuro-Psiquiatria, 68(3-4). Recuperado de http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/neuro_psiquiatria/v68_n3-4/pdf/a01.pdf
Kenneth, Dodge. (1991). The structure and function of reactive and proactive aggression. In Debra J. Pepler y Kenneth H. Rubin (eds.), The development and treatment of childhood aggression (pp. 201-218). Hillsdale: Erlbaum.
Jahnen, Luz. (2014). Venganza, violencia y reconciliación. Investigación y reflexiones acerca del mecanismo de la venganza en la cultura occidental. Recuperado de http://sceacc31556e6cd92.jimcontent.com/download/version/1411655687/module/5919 599264/name/Venganza_Violencia_Reconciliacion_en_el_Occidente_LJ.pdf
Lansky, Melvin. (1999). Shame and the idea of a central affect. Psychoanalytic Inquiry, 19, 347-361. Recuperate from http://dx.doi.org/10.1080/07351699909534255
León, Ramón, Romero, Cecilia, Novara, Joaquín y Quesada, Enrique. (1998). Una escala para medir el resentimiento. Revista Latinoamericana de Psicología, 20(3). Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/805/80520302.pdf
López, Félix y Bernal, Jesús. (2007). La escuela infantil: observatorio privilegiado de las desigualdades. Barcelona: Graó.
Luna Zamora, Rogelio. (2010). La sociología de las emociones como campo disciplinario. Interacciones y estructuras sociales. En Adrián Scribano y Pedro Lisdero (Comps.), Sensibilidades en juego: miradas múltiples desde los estudios sociales de los cuerpos y las emociones (pp. 15-31). Córdoba: CEA-CONICET. Recuperado de https://rdu.unc.edu.ar/bitstream/handle/11086/1424/Sensibilidades%20en%20Juego.pd f?sequence=1
Malo, Antonio. (2007). Teorías sobre las emociones. En F. Fernández-Labastida y J. A. Mercado (eds.), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line. Recuperado de http://www.philosophica.info/archivo/2007/voces/emociones/Emociones.html
Marina, Antonio. (2006). Anatomía del miedo: un tratado sobre la valentía. Barcelona: Anagrama.
Martínez González, Agustín Ernesto, Inglés Saura, Cándido José, Piqueras Rodríguez, José Antonio y Ramos Linares, Victoriano. (2010). The importance of Friends and parents in health and academic performance. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 8(1), 111-138. Recuperate from http://www.investigacion- psicopedagogica.org/revista/new/ContadorArticulo.php?372
Nussbaum, Martha. (2004). Hiding from Humanity: Disgust, Shame and the Law. Princeton: University Press.
Orange, Donna. (2005). ¿Vergüenza de quién? Mundos de humillación y sistemas de restauración. Aperturas psicoanalíticas (20). Recuperado de http://www.aperturas.org/articulos.php?id=0000338
Palmero, Francesc y Martínez, Francisco (Coord.). (2008). Motivación y emoción. España: McGraw Hill.
Palmero, Francesc. (1997). Emoción. Breve reseña del papel de la cognición y el estado afectivo. Revista Electrónica de Motivación y Emoción, 2(2-3). Recuperado de http://reme.uji.es/articulos/apalmf245161299/texto.html
Pellegrini, Anthony, Bartini, Maria y Brooks, Fred. (1999). School bullies, victims, and aggressive victims. Factors relating to group affiliation and victimization in early adolescence. Journal of Educational Psychology, 91(2), 216-224. Recuperate from http://dx.doi.org/10.1037/0022-0663.91.2.216
Pérez Nieto, Miguel Ángel, Redondo Delgado, Marta María y León, Leticia. (2008) Aproximaciones a la emoción de ira: de la conceptualización a la intervención psicológica. Revista Electrónica de Motivación y Emoción, 11(28). Recuperado de http://reme.uji.es/articulos/numero28/article6/texto.html
Polo Usaola, Cristina, López Gironés, Marisa, Olivares Zarco, Daniel, Escudero Nafs, Antonio, Rodríguez Vega, Beatriz y Fernández Liria, Alberto. (2006). Autoinculpación en mujeres que sufren maltrato por parte de su pareja. Factores implicados. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 26(97), 71-86. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=265019656005
Redorta, Josep, Obiols, Meritxell y Bisquerra, Rafael. (2006). Emoción y conflicto. Aprenda a manejar las emociones. Barcelona: Paidós.
Rodríguez Kauth, Ángel. (2004). El miedo, el motor de la historia individual y colectiva.
Madrid: Eurotheo Universidad Complutense de Madrid.
Rosenzwieg, Saul y Adelman, Stuart. (1977). Construct Validity of the Rosenzweig Picture- Frustration Study. Journal of personality assessment, 41(6), 578-588. Recuperate from. http://dx.doi.org/10.1207/s15327752jpa4106_1
Schäfer, Mechthild, Korn, Stefan, Smith, Peter, Hunter, Simon, Mora-Merchán, Joaquin, Singer, Monika y van der Meulen, Kevin. (2004). Lonely in the crowd: Recollections of bullying. The British Journal of Developmental Psychology, 22, 379–394. Recuperate from http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1348/0261510041552756/pdf
Soler, Jaume y Conangla, Mercé. (2013). Ecología emocional. El arte de vivir vidas emocionalmente armónicas y sostenibles. Barcelona: Amat.
Schwartz, David, Dodge, Kenneth, Pettit, Gregory y Bates, John. (1997). The Early Socialization of Aggresive Victims of Bullying. Child Development, 68(4), 665-675. Recuperate from http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1467- 8624.1997.tb04228.x/pdf
Smith, Peter y Sharp, Sonia. (1994). School bullying: Insights and Perspectives. London: Routledge.
Taylor, Steve J. y Bogdan, Robert. (1986). Introducción a los métodos cualitativos en investigación. La búsqueda de los significados. Barcelona: Paidós.
Trautmann, Alberto. (2008). Maltrato entre pares o bullying. Una visión actual. Rev Chil Pediatr, 79(1), 13-20. Recuperado de http://faros.hsjdbcn.org/adjuntos/91.1- maltrato_pares.pdf
Valadez, Isabel, Amezcua, Raúl, González, Noé, Montes, Rosalba y Vargas, Vania. (2011). Maltrato entre iguales e intento suicida en sujetos adolescentes escolarizados. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 2(98), 783-796. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/773/77321592020.pdf
Valadez Figueroa, Isabel de la A., Barragán Ledesma, Laura Ernestina, González Gallegos, Noé Albino, Fausto Guerra, Josefina y Montes Barajas, Rosalba. (2008). Violencia escolar: Maltrato entre iguales en escuelas secundarias de la Zona Metropolitana de Guadalajara. México: Mar Eva. Recuperado de http://cvsp.cucs.udg.mx/drupal6/documentos/libros/libros/violencia_escolar_libro.pdf
Valadez Figueroa, Isabel de la A., González Gallegos, Noé, Orozco Valerio, María de Jesús y Montes Barajas, Rosalba. (2011). Atribuciones causales del maltrato entre iguales: la perspectiva de los alumnos y del personal de escuelas de enseñanza media básica. RMIE, 16(51), 1111-1136. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1405- 66662011000400005&script=sci_arttext
Vásquez Rocca, Adolfo. (2012). Sartre: teoría fenomenológica de las emociones, existencialismo y conciencia posicional del mundo. Nómadas Revista Critica de Ciencias Sociales y Jurídicas, 36(4). Recuperado de http://revistas.ucm.es/index.php/NOMA/article/view/42320/40280
Vázquez Valls, Ricardo, Maravilla Barajas, Guadalupe y Ramos Herrera, María Azucena. (2011). Una aproximación a la somatización de la violencia en el Centro Universitario de los Altos. Ponencia presentada en el XI Congreso Nacional de Investigación Educativa / 17. Convivencia, Disciplina y Violencia en las Escuelas. UNAM, Ciudad Universitaria, México, D.F. 10 de Noviembre del 2011. Consultada en http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v11/docs/area_17/2462.pdf
Autor:
Isabel de la A. Valadez Figueroa1
Laura E. Barragán Ledesma2
María Consuelo Ochoa Orendain3
1 Profesora Investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), México.
2 Investigadora de la Universidad de Juárez del Estado de Durango, México.
3 Profesora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara (UdeG), México.
Artículo recibido: 11 de junio, 2015 Enviado a corrección: 4 de agosto, 2015 Aprobado: 18 de enero, 2016
Enviado por:
César Agustín Flores
Revista "Actualidades Investigativas en Educación" Instituto de Investigación en Educación (INIE) Universidad de Costa Rica
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |