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Aproximación a una definición de liderazgo


  1. El emprendimiento social
  2. La lucha por un ideal
  3. Emprendedores de negocios, emprendedores sociales
  4. Papel del Gobierno
  5. Estrategias de los emprendedores sociales
  6. Los obstáculos de los emprendedores sociales
  7. Conclusión

Resulta inevitable en torno a este tema, el contacto con el término liderazgo, respecto a lo cual, opino que se trata de una actitud de una persona o grupo de ellas que gracias a sus características y cualidades, consigue capitanear una situación haciéndola más llevadera y que produzca unos resultados esperados, obviamente es un enfoque personal del concepto ya que en este caso no se trata del líder de competencia, sino que tiene una perspectiva de la situación social que se presenta; no puede dejarse de ver que el líder llama gente, llama a la acción, mueve, crece y hace crecer a los demás, se nutre e inyecta de su conocimiento y sensibilidad a aquellos que le rodean, tiene el empuje suficiente para partir de cero, su visión de las cosas le permite ser solución donde para los demás todo son penas y dificultades, ante la adversidad tiene elementos constructivos de creatividad que le permiten dar soluciones efectivas, no ve barreras infranqueables, goza de optimismo, no cae ante los infortunios o desatinos, es recursivo, el miedo no forma parte de su repertorio, tiene visión, es holístico en sus apreciaciones y preciso cuando es necesario. A un líder se le facilita conseguir lo que se propone porque genera estrategias que le permitan materializar sus ideales, normalmente el líder no es egoísta, mas bien suelen ser personas que buscan más el bien común que el beneficio personal, son muy sociales, lo cual les permite a su vez tener los contactos necesarios para llevar a cabo sus planes.

El emprendimiento social

El común de las personas se preocupa enormemente por su situación personal y la de su núcleo familiar; las personas emprendedoras sociales van más allá, se preocupan por su comunidad, su región, su país, el mundo, quieren dar soluciones macro a problemas que han tenido en algún momento de sus vidas o que de alguna manera han podido apreciar y se han sentido sensibilizados con ello.

El emprendedor social se caracteriza por un sentido humano, por ser sencillo, espontáneo, transparente en su pensamiento y en su actuar; de acuerdo con David Bornstein autor del libro Cómo cambiar el mundo, Peter Drucker se refiere a los emprendedores como aquellos que hacen suyo algo y por su parte, alude a Jean Baptiste Say, quien habla del agente económico no como quien hace el negocio sino que transfiere recursos económicos de un territorio de baja productividad a otro de mayor productividad y rendimiento.

Si se indaga más profundamente, se encontrará un número considerable de definiciones, cada una de las cuales se ajusta a "SU REALIDAD", es decir, las condiciones que se dan en determinado lugar no son iguales a las que se dan otro sitio, sin importar que sea en el mismo tiempo y en espacios geográficos cercanos, siempre habrá diferencias de diferente índole que determinan una diferencia en el momento de emprender acciones sociales, porque de hecho, los problemas no serán iguales, aunque lo parezcan.

El citado libro, alude situaciones de emprendedores sociales de diversas latitudes, que tienen de hecho aspectos comunes de comportamiento, pero que están rodeados de circunstancias disímiles, lo que genera formas de emprendimiento y liderazgo dadas de diferente manera; cuando se cita a Henry Ford y Steven Jobs, hace referencia a cómo el papel análogo en los diferentes campos modifica la capacidad de actuación de la sociedad, se refiere en el texto también al cómo el mal llamado movimiento antiglobalización no es otra cosa que una estrategia de los ciudadanos para recuperar parte del poder que sus gobiernos han cedido a diferentes compañías.

La lucha por un ideal

"Cuando luchamos por un ideal, nos enfrentamos a los estafadores, a los envidiosos y los incompetentes. El hombre fuerte no concede ninguna importancia a estas personas y no pierde el tiempo en contar con ellas, porque el camina hacia la luz no tiene porqué preocuparse por lo que pasa en la oscuridad", es lo que figuraba en la placa conmemorativa a Ennio Amaral, una de las personas implicadas en el caso narrado en el texto precitado.

El caso de la famosa Florence Nightingale, una joven de buena posición social, buena familia, estudiada, tuvo grandes aspiraciones y sentido humano al querer ayudar a los necesitados cuando en esa época esos oficios de enfermería eran vistos y ejercidos como de poca categoría y fue ella quien cambió el carácter entonces dado, su persistencia le hizo llegar muy lejos en su ideal, participar indirectamente en reuniones que entonces estaban vedadas a la mujer, hasta que finalmente su capacidad de entrega y sacrificio le llevaron a muerte en una lucha permanente.

A partir de una visión externa, o como dicen, lejos del ruedo, para Bill Drayton no era necesario tampoco emprender su fundación Ashoka, él no tenía esa necesidad, sin embargo fueron sus ideales, estuvo dentro de su propia convicción, pudo haberse quedado en el mundo de los negocios y las empresas, pero optó por el lado difícil, por el lado de la búsqueda, creyó en sí mismo , en los demás, se dio la oportunidad de desarrollar sus ideas y lo logró, perseveró y lo consiguió.

Jeroo Bilimoria, otro caso de ideales materializados, a muchos de los protagonistas les costó mucho llenar sus expectativas, cumplir con sus ideales, pero fue más fuerte la voz de su corazón y obtuvieron sus resultados planeados. El caso de Jeroo con Childline fue creciendo tanto que en 2002 había abarcado 42 ciudades y estaba preparándose para 12 más, en 1999 ya había pasado a ser una iniciativa gubernamental.

Emprendedores de negocios, emprendedores sociales

Es importante reconocer que un emprendedor de negocios tiene una orientación hacia la acción, el riesgo, el crecimiento, una propensión a promover y aprovechar cambios, su talento es promovido por sistemas de valores, políticas gubernamentales, apoyos institucionales, alianzas; en el caso de los emprendedores sociales han recibido poca atención, se les ve como personas humanitarias, o como santos, dice en el texto citado, hasta el punto que sus historias son narradas como cuentos infantiles, no como estudio de casos y quién puede analizar la metodología utilizada por un santo en lugar de analizar la metodología de un empresario. Las diferencias son más profundas entre estos dos que el sentido social y el comercial, bien se sabe que en el ámbito empresarial son reconocidos como promotores del cambio, vale la pena sacar a colación la posición de Ernile Durkheim, quien refiere al proceso mediante el cual los procesos mediante los cuales los hechos sociales, instituciones, costumbres, sentimientos colectivos, hacen mella en el individuo dando forma a su conducta; es así como los sociólogos identifican muchas y variadas fuerzas en el cambio social, político, tecnológico, sin embargo poco se dedica al aspecto individual de estos cambios en los gestores o emprendedores sociales; para los sociólogos son las ideas el estandarte, lo demás se va dando. Falta argumentar, consolidar y sobretodo estudiar el proceso y los personajes, hacer del ejecutor o emprendedor social el objeto de estudio, al parecer no es suficientemente importante el sentido humano y social como para dedicarle estudios más profundos en espera de que mañana la sociedad toda sea emprendedora social y no unos pocos esperando que lluevan del cielo las soluciones a sus necesidades.

Papel del Gobierno

Los casos que se citan en el texto analizado varían mucho desde la óptica de un gobierno participativo e impulsador de cambio positivo, hasta los gobiernos que por su forma particular, se oponen a cualquier forma de cambio y participación de las comunidades, muchas veces generando perjuicios a éstas.

Las condiciones que presentan los diversos países, como se dijo varían enormemente, incluso hoy en día las variaciones en la forma y ejercicio del gobierno no son iguales en las diversas latitudes, existen costumbres amañadas, existen intereses personales, lucha por el poder, deseo de sobresalir, manipulaciones, malos manejos, deseos de engrosas las arcas personales, grupos o "roscas" que se hallan posicionados y lo que menos desean es que se les derroque y se desmitifiquen sus actividades, en fin, cada circunstancia es tan particular como los individuos; así hay gobiernos bien intencionados, personas y líderes con verdaderos deseos de cambio, que muchas veces se ven estancados por la envidia e incluso la pereza al momento de la verdad.

Poco a poco, la perseverancia de los líderes emprendedores ha logrado bajo variadas circunstancias hacer mella y obtener algunos beneficios en pro de sus planes, cuando el Gobierno participa a favor de estos emprendimientos pueden facilitarse las acciones, pero muchas veces, las mismas leyes y normatividad existentes, son el principal impedimento en la ejecución de las mejores tareas para la comunidad.

En otras ocasiones, como el caso de Childline en 1999, el Gobierno se atribuye las iniciativas que los emprendedores a costa de su sudor y laboriosidad han conseguido incluso en oposición al mismo gobierno; en ocasiones se consigue que se les ablande el corazón y participen de manera desinteresada.

Por eso, en la gran mayoría de las veces es mejor recurrir a las alianzas estratégicas que permiten beneficios bipartitas o multipartitas: el político se posiciona frente a las comunidades para éstas voten por él en próximas campañas y el político debe viabilizar los proyectos emprendidos por las comunidades y sus emprendedores sociales.

Otras veces, y son en verdad muchas, los emprendedores sociales se ven opacados por los políticos, pues ellos temen que estos líderes les quiten participación en su afán de poder que muchas veces es el económico y personal<, en otras ocasiones es la comunidad enceguecida e ignorante que no llega a dimensionar y prospectar cómo a veces pequeños sacrificios y esfuerzos de trabajo como de unión, pueden repercutir en grandes avances en beneficio de ellos mismos o de las generaciones futuras.

Falta mucha capacitación y conocimiento, falta dimensionar y saber prospectar, pero sobretodo, hace falta dejar la mentalidad egoísta para empezar a ver cuánto mal se le está haciendo a nuestros hijos y a los hijos de éstos que aún no nacen y no saben el futuro incierto que les espera por la venda que tenemos puestos en los ojos y que no hemos querido quitarnos por el inmediatismo que ensordece el alma y endurece el corazón.

Las barreras que se deben romper son muchas: Cada país cuenta con una serie de normas para beneficio de los ciudadanos y crear situaciones armónicas y manejables en equilibrio y bienestar común, pero en algunos países intentar modificar estas pautas legales es toda una odisea, ya que además de que se contradicen las leyes, el tratar de crear su mejoramiento o modificación implica pasar por filtros como Congreso, Cámara, diputados, entre otros y éstos buscan sesionar infinitamente para justificar sus honorarios, sin que se llegue pues a una solución efectiva, por lo tanto, el problema sigue…y lo peor, se agrava.

Esto empaña la labor de los emprendedores. La labor de los gobiernos debería ser la de apoyo a las ideas innovadoras en lugar de enlodar u obscurecer el panorama de soluciones prestando ayuda institucional, estratégica o financiera en caso necesario, flexibilizando la legislación para favorecer los buenos emprendimientos sociales, esto no solamente mejoraría de forma sustancial la imagen del gobierno y de sus representantes, sino que llevaría a una solución certera de las desesperanzas.

Cada país cuenta, como ya se dijo con sus propias normas o pautas a seguir, esto es entendible y lógico de comprender, pero como se prometió en la introducción, cada entorno particular tiene sus propias realidades, las leyes se acatan según las comunas, las roscas, las pandillas, los labriegos, las formas de vida y de trabajo, los credos, las opresiones, la delincuencia, finalmente, esa normatividad, es una ley local que se aplica según el que mande, los países tienen sus estados o departamentos, comunas, corregimientos, ciudades, localidades o como quiera que sea sus divisiones territoriales administrativas y éstas se ejecutan de acuerdo al tradicionalismo e incluso a paradigmas locales.

Estrategias de los emprendedores sociales

Una gran parte de emprendedores sociales son personas del común, esto es desfavorable porque su condición de ciudadanos con necesidades no les abre las puertas fácilmente como fuera el caso de Florence Nightingale, del mismo Bill Drayton, se trata del simple José, Custodia madre cabeza de familia sin educación, con mala fama incluso, pero con altos ideales que se ven ahogados en la sociedad discriminadora.

Lo que tienen los emprendedores es una tenacidad inigualable, constancia, normalmente surgen sus ideas de las mismas necesidades que los rodean, suelen ser personas del común que se han visto en entornos con necesidades sentidas, pero lejos de caer en el desánimo tienen ideas dispares, que el promedio de quienes les rodean ven imposibles de realizar, son optimistas, tienen un imán especial para atraer a otros a trabajar en unidad, tienen el poder de convencer no solo a los suyos sino a personas o entidades que normalmente podrían ayudarles en el proceso pensado. Un emprendedor cree que la unión hace la fuerza, se apoya en los demás para las acciones a realizar.

No se dejan vencer por la envidia, utilizan los obstáculos como trampolines para llegar no sólo más arriba, sino más lejos; los emprendedores sociales no están interesados en figurar o destacarse sino en desarrollar las ideas para el bienestar común, son muy dinámicos en las actividades y suelen ser previsivos, es decir, exploran las posibilidades para tener un plan de contingencia y no fracasar, de ser así, lo siguen intentando, perseveran hasta que lo consiguen, están dispuestos a aportar no solo sus conocimientos e ideas, su mano de obra, sino también su capital o sus bienes, hacen tan suyos los emprendimientos que éstos forman parte de su vida y a veces de sus familias porque les transmiten esa energía motivadora para hacer las cosas.

Conocen los desafíos y en lugar de esconderse salen a hacerles frente, estudian las posibilidades para darles soluciones positivas y pacíficas; algunos de los emprendedores, como comentaba David Bornstein en su texto, han llegado a enfermar y hasta morir por su causa. El emprendedor social es apasionado por su causa, no declina, se alimenta de diversas fuentes.

Un emprendedor social "No tiene unas estrategias definidas", él simplemente las va creando, las sueña y las materializa, podría decirse que es un creador permanente, un recursivo total, el emprendedor no tiene miramientos de razas, de sexos, de credos, de oficios o trabajos, es un visionario, un loco con ideas, deben enfrentar un sinnúmero de barreras físicas, sociales, temporales, gubernamentales, psicológicas, según su emprendimiento y el lugar donde se encuentre; es muy diferente el que quiere hacer algo a quien quiere ser algo.

Una persona, decía el autor, debe tener una motivación muy pura para impulsar una idea con tanta continuidad durante tanto tiempo y con tan pocas alharacas. Es mucho más que la sensibilización por los problemas padecidos, ya que algunos de estos gestores son personas de buena posición, cuya única necesidad es aliviar el problema ajeno; se trata de un sentido de compromiso y responsabilidad muy profundo ya que se han visto los casos de los emprendedores no remunerados que lejos del egoísmo comparten cuanto tienen a toda costa con tal de salvar su proyecto.

Aunque muchos de los emprendedores sociales tenían conocimientos de su proyecto, algunos de ellos con estudios universitarios o profesiones de diversa índole, no siempre es así, el emprendimiento de estos personajes y su desenvolvimiento en su plan es empírico, los emprendedores buscan normalmente capacitarse, empaparse más del tema de interés y todas aquellas herramientas útiles en su plan, los emprendedores ponen efectivamente el conocimiento en práctica, buscan razones de peso en cada paso que dan, se valen de gráficos, cifras, estadísticas, estudios de casos, relatos, realidades.

De acuerdo con Nicolás Maquiavelo: "No hay cosa más difícil de tratar, ni más dudosa de conseguir, ni más peligrosa de conducir que hacerse promotor de la implantación de nuevas instituciones. La causa de tamaña dificultad reside en que el promotor tiene por enemigos a todos aquellos que sacaban provecho del viejo orden y encuentra unos defensores tímidos en todos los que se verán beneficiados por el nuevo", otra de las aportaciones del autor en consideración,

Un emprendedor tiene una fuerza interior sorprendente con la cual puede conseguir que otros acaten situaciones e ideas que tal vez antes no concebían, son libertadores porque en el desarrollo de sus trabajos permiten que sus colaboradores experimenten el hacer a voluntad, es decir, son libertadores políticos y libertadores psicológicos, pueden ayudar a los demás a tomar decisiones y determinaciones, impulsan a la acción y la mayoría de las veces lo hacen por medio del ejemplo.

David McClelland, un profesor de Bill Drayton, escribió acerca delas motivaciones de los emprendedores, y afirmaba que son tres: necesidad de poder, necesidad de afiliación, necesidad de logro y desarrollo; consideraba la necesidad de logro como la base del emprenderismo, se añade además que las personas con grandes necesidades de logro tendían a dejarse influenciar menos que los demás, son menos conformistas, pueden renunciar a los placeres inmediatos, les importa menos el reconocimiento público, les influyen las realidades o los hechos en el momento de abordar un problema, prefieren el consejo de un experto que el de un amigo; para Mc Clelland, los emprendedores no son jugadores, tienden a ser conservadores en los juegos de azar, pero osados en los de habilidad y allí sobreestiman sus posibilidades de obtener éxito.

Para el profesor, el emprendedor no se ve como el que asume riesgos y acepta desafíos cuando ven buenas posibilidades, más bien afirma este autor, que son motivados por el espíritu de logro más que por el dinero y les agrada sobremanera que el mundo se conforme de acuerdo con su voluntad.

Puede haber muchas apreciaciones respecto a los emprendedores, algunas mas elogiantes que otras, pero siempre apuntan al positivismo a la acción casi infalible, son medidores, calculan los costos, a veces caen en la austeridad ya que las necesidades suelen ser más grandes que las soluciones y saben el valor de cada recurso, otros emprendedores sociales más acomodados prefieren recurrir a la modernidad y al uso de las tecnologías, los que no pueden pero que tienen esa visión lo hacen acomodándose a las condiciones del entorno, de hecho los emprendedores sociales de buena posición y acomodados económicamente, tienden a despojarse de lo que tienen para dárselo a los demás en el desarrollo de sus empresas o proyectos, algunos enferman y deben enfrentarse socialmente a sus compatriotas, a sus familias, a las leyes, a la política, a los poderosos, a las Instituciones y quienes las representan, pero no les importa y lo hacen con tal de salir "avante" con su trabajo, normalmente no remunerado.

Los obstáculos de los emprendedores sociales

Al no haber estudios concretos respecto a los emprendedores sociales, contrario a los empresariales, debe comenzarse por lo esencial, es decir, el mismo emprendedor.

Un ser humano puede tener conflictos consigo mismo al darse cuenta que forma de pensar propia es distinta de la de quienes le rodean, o puede que esta misma situación le afiance en sus convicciones y sea esta la razón por la cual son como son y logran lo que se proponen, en fin, esta labor correspondería más bien a estudiosos de la psicología, de repente se encuentren muchas respuestas importantes al aplicar test definitorios científicos que permitan profundizar ene l comportamiento y el pensamiento humanos.

El siguiente posible conflicto puede surgir en el seno del hogar; normalmente el emprendedor social va mostrando sus cualidades desde pequeño como el caso de Florence Nightingale, a quien su hermana le rompía las muñecas y quien tuvo que sanar a su perro siendo pequeña, ya que instintivamente y de forma innata ya mostraba su carácter y proyección emprendedora como humanitaria, para luego tener que enfrentarse a su familia, a la sociedad, a las instituciones, a la política de aquel entonces, además de enfrentar el hecho de ocultar su voz tras los escritos de cartas y otros viendo que se hicieran efectivos sus aportes tras bambalinas pues el espacio de la mujer era otro para entonces.

Es decir que un emprendedor debe franquear barreras inimaginables, porque aunque "los tiempos cambian", hay cosas que sólo se disfrazan, como la supuesta participación de la mujer y la liberación femenina; hoy en día muchas mujeres emprendedoras deben enfrentar la realidad de la mujer no tiene el poder en su localidad como para mover cambios pues el machismo, el tradicionalismo, las apariencias son más poderosas que la solución a los problemas.

Otros emprendedores deben enfrentar los problemas de la edad. No sólo cuenta lo que narra el autor del libro, cada uno, cada lector de este escrito conoce personajes particulares de la vida real, ancianos, niños, que por su condición o edad no pueden desarrollar sus ideas emprendedoras, la sociedad misma, sus familias los amilanan, los arrinconan, la época de las cruzadas, de nacis, de los quemadores de brujas, de los defensores "del bien" no ha pasado, sólo ha cambiado de nombre, de métodos, de protagonistas, en cada lugar se encuentra cada cosa…

Ya se había mencionado la política como barrera para los emprendedores sociales, es una realidad y no sobra reiterarlo, lo que pasa es que los emprendedores son unos "magos", o como mencionaba el libro "unos santos", son como artistas que sortean las dificultades con la pericia de un equilibrista en su cuerda a metros de altura… pero sin un colchón que lo espere abajo. A veces parece que las leyes bloquearan en vez de facilitar las cosas; nadie es ajeno a que se deben cumplir con ciertos requisitos y papeleos, pero el sentido común nos dice que las cosas deberían ser más sencillas, somos humanos y como el agua deberíamos correr con transparencia y libertad, los caminos ya están trazados, solo se debe seguir la corriente, allí se encuentra el alimento, el asidero, la vida misma y las leyes parecen frenar los impulsos de salvar las cosas, la gente.

Duele decirlo pero, un obstáculo es la misma sociedad, aquellos para quienes trabaja el emprendedor social, aquellos que se van a beneficiar o que ya se están beneficiando de las ideas y el trabajo de los emprendedores. Deberíamos hacer un trabajo de toma de conciencia, una especie de lavado cerebral; no se trata de hacer que todos piensen como uno, se trata de que haya acuerdo o consenso en bien de todos. El hombre como ser social debe ser consciente que debe en ocasiones ceder ya que no siempre las cosas están a nuestro favor.

Las situaciones y soluciones a los problemas podrían estar más cerca, si en lugar de ser obstinados y obstaculizar los hechos de bien comunitario, pusiéramos todos un grano de arena en la solución a los problemas; la actitud egoísta y el deseo de figurar suelen ser los factores que mayormente frenan los procesos de desarrollo de las comunidades; así se a pequeña escala, el hombre ambiciona el poder, el liderar, pero no busca hacerlo de una manera limpia y aportante sino avasalladora, torpedeante y generadora de mal, pues lo que se consigue por la fuerza y pisoteando a los demás termina siendo luego una gran frustración; los adagio populares tienen aquí su razón de ser, por ejemplo "sube como palma y baja como coco", solo citando uno que bien puede aplicarse en cualquiera de los casos de emprenderismo social local que cada uno de los lectores conoce.

Las Instituciones internacionales que están de forma permanente dispuestas a colaborar con los antes llamados "países tercermundistas", presentan también algunos filtros en las solicitudes de ayuda, debe ser lógico para cualquiera comprender que éstas deben cuidar una imagen que les ha costado dinero y tiempo posicionar; algunos les tienen estigmatizados como oportunistas para vender su imagen y publicitarse a través de labores humanitarias incondicionales, pero hay también labores de las cuales no tenemos conocimiento en diferentes partes del mundo. No todo el que solicita ayuda, es ayudado; las solicitudes deben ir respaldadas de razones de peso, cifras, realidades, evidencia, todo tiene que tener su conducto regular, sus plazos, sus términos de vencimiento.

Un obstáculo innegable es el económico, sobre todo para los emprendedores sociales locales, cuya voz ni siquiera alcanza a ser oída por los políticos de la región, un emprendedor con hijos o familia que atender, pobre y con necesidades, debe posponer sus proyectos sociales por dar paso a la atención de las necesidades primarias que se encuentran lejos de sus posibilidades y allí se frustran cientos de emprendimientos. La imposibilidad de financiación de proyectos, las zancadillas que hacen los poderosos a quienes están surgiendo para evitar la competencia, muchas veces debe sumarse a ello la actitud "enferma" de aquellos que hacen el mal para evitar que se desarrollen proyectos de carácter social porque no les conviene dejar de someter a la población, ya que perderían vigencia y poder.

Ni que decir de las situaciones sociales que solo Colombia puede tener reunidas en un solo lugar: la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, los secuestros, los asesinatos, los robos y alarmantemente resulta tan difícil explicar cómo los mencionados llegan a ser solución para ciertos grupos sociales.

Como se ha venido mostrando, el emprenderismo social, desde una cierta comunidad o localidad, tiene su tinte especial, puede llegar tan lejos como lo permita el entorno inmediato ó como lo trasciendan las colectividades.

Conclusión

Los emprendedores sociales, esos que con exactitud describiera el maestro Bertolt Brecht en su frase acuñada: "Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay unos que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles", son los que a partir de pequeñas ó grandes ideas, pero impregnadas de un gran entusiasmo han cambiado el mundo, lo han revolucionado de manera tal, que su esfuerzo personal ha modificado en enormes sectores sociales la manera de percibir la realidad colectiva, por ende de enfrentar las vicisitudes con que el diario vivir desafía el hacer social unánime.

El grado de conciencia de las personas asciende de acuerdo a su madurez, así esa crece hasta el ámbito rebasante de lo personal, familiar y grupal, pero la conciencia social se adquiere sumando lo anterior a un infinito amor por la humanidad, hasta el punto de entenderlo a veces como santo, pues al emprendedor social le duele el dolor de otros y los triunfos y logros comunes lo satisfacen hasta agradar su vida; el autor mediante ejemplos concretos nos hace esta demostración, es así como se marcan las diferencias con el emprendedor de negocios, pues este tiene una orientación hacia la acción, el riesgo, el crecimiento, una propensión a promover y aprovechar cambios, su talento es promovido por sistemas de valores, políticas gubernamentales, apoyos institucionales, alianzas; bien se sabe que en el ámbito empresarial son reconocidos como promotores del cambio, connotación que no se da en esos términos al gestor social; de pronto la diferencia está en lo económico que en algún sentido es lo que mueve la sociedad actual.

La actitud de los gobiernos es determinante para el desarrollo de ideas colectivizadoras, pues hay normativas en diferentes países que incluso por iniciativa estatal se promueve la participación ciudadana, pero en esencia es una estrategia para que el ciudadano se sienta llamado ó participante, mientras el gobierno desarrolla sus directrices trazadas, a veces contraria a la iniciativa popular, como también hay gobiernos participativos e impulsadores del cambio positivo.

El mundo sería más agradable para vivir si estuviera gobernado o simplemente asesorado por emprendedores sociales, pues el gran escoyo para que la sociedad como tal sea más justa es la falta de el sentido humano en el manejo de las directrices del mundo.

 

 

Autor:

Ramiro Murcia Peña