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Evaluación del nivel de explotación (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Para darle cumplimiento al problema nos trazamos la siguiente Hipótesis: El hecho de que sea posible un uso racional y efectivo en el aprovechamiento de las potencialidades de la maquinaria agrícola en las entidades productoras de tabaco del municipio de Consolación del Sur, estará relacionado con los indicadores para un adecuado uso y manejo de la maquinaria agrícola que satisfacera el 100% de las operaciones mecanizadas.

Objeto.

"Indicadores Productivos"

El objetivo determinar el nivel de mecanización de que disponen cada una de las entidades productoras de tabaco en el municipio Consolación del Sur, a través de un conjunto de indicadores en función del logro de una adecuado uso y manejo de la maquinaria agrícola.

Estado Actual del Tema Objeto de Estudio y Fundamentación del problema

En los últimos años las actividades agrícolas tradicionales comienzan a perder terreno progresivamente, lo cual es mucho más drástico en los países industrializados; pero este fenómeno aunque a una menor escala, también ocurre en el resto del mundo. Aparecen nuevas tecnologías agrícolas que emplean una gran cantidad de insumos industriales, adoptan una mecanización motorizada y emplean nuevas variedades vegetales y razas animales progresivamente más especializadas, (Chirgwin, 1994 y Cheze, 1994).

El desarrollo de la mecanización agrícola en el Mundo.

Las tecnologías de mecanización en el modelo agroindustrial en muchos países, no han logrado los resultados esperados y la combinación de factores económicos, energéticos, ecológicos, culturales, sociales y políticos, condicionaron la crisis mundial del modelo de Revolución Verde, (De Hause, 1993; Chirgwin, 1994; Otero, 1994; Masera y Ostier, 1996;), y lo convierten en un modelo insostenible a ser generalizado a todos los países.

La aparición de los tractores en zonas donde tradicionalmente se emplea la energía animal para la labranza, ha llevado la desaparición paulatina de los bueyes (Galindo, 1994). Esta mecanización aunque ha producido beneficios económicos y mejorado la calidad de vida, también ha contribuido al deterioro ambiental, pues ha provocado la ampliación de la frontera agrícola, incrementando la erosión de los suelos y se han talado árboles en sistemas agroforestales para facilitar el trabajo mecánico.

Otro efecto negativo para muchos países de orientación capitalista principalmente, lo representa la grave consecuencia sobre el empleo rural (De Hause, 1993). Cada tractor reemplaza el trabajo de 4 obreros agrícolas y se reporta que en América Latina, la mecanización ha eliminado 2.5 millones de empleos en el campo, provocando factores sociales negativos de desempleo.

La mecanización agropecuaria eleva la productividad (Ezcurra, 1990), sin embargo, una mecanización agrícola sustancial sólo puede lograrse con un aseguramiento económico importante basado en cambios sociales que traigan aparejado un desarrollo agrícola general. La mecanización exigirá, no obstante, una gama completa de costosos insumos agrícolas básicos y una infraestructura junto con personal especializado para mantener y facilitar la sustitución del equipo. Además, otro problema es que con frecuencia hay dificultades en el suministro de combustibles, lubricantes, piezas de repuesto y equipos pesados para sostener el mantenimiento de la maquinaria.

Muchos autores aseguran que se demuestra que la mecanización sostenible en la agricultura sólo se alcanzará con la combinación idónea de la tracción animal y la mecanización (Bello, 1996 y Sotto et al, 1997).

Por estas razones, es necesario aplicar un modelo de desarrollo de la producción agrícola que se base en los principios de la agricultura sostenible (Tratado de Agricultura Sustentable de las ONGs suscrito en RIO"92, 1992), por lo que es necesario introducir tecnologías agrícolas sostenibles en la producción agropecuaria, lo cual influye significativamente en el diseño, construcción, administración, explotación y mantenimiento de toda la maquinaria agrícola moderna.

La mecanización agrícola en Cuba

La producción agrícola en Cuba la desarrollaron los aborígenes, empleando como fuente energética solo la de sus músculos, hasta el siglo XVI, cuando los conquistadores españoles exterminaron prácticamente a toda la población nativa, introduciendo el trabajo de los negros esclavos y, más adelante, la tracción animal. El empleo de los tractores en el presente siglo, fue limitado hasta el triunfo de la Revolución, cuando sólo existían en 1959 menos de 9 000 unidades (García et al, 1999).

A partir del triunfo de la Revolución (Garrido, 1984), con la aplicación de la Reforma Agraria, la socialización de las tierras y otros recursos, entre ellos la propia maquinaria, se acometieron amplios planes de diversificación e intensificación agrícola. Dicha reforma provocó conjuntamente con otros planes de desarrollo en otras ramas de la economía, un déficit sustancial de la fuerza de trabajo y se hizo necesario un incremento importante en la productividad del trabajo del hombre. Para resolver esta situación, una de las vías fundamentales que se utilizó fue el incremento de la fuerza de trabajo mecanizada, mediante la importación de máquinas y la construcción de algunas. Los planes acometidos permitieron lograr en 1969 un total de 37 807 tractores de distintos tipos y capacidades.

Según datos estadísticos (Ruiz et al, 1996; Valdivia y Días, 1996), (ver Tabla 1.a), en 1960 sólo existían 9 000 tractores, en 1995 hubo 705 000 tractores en la producción agropecuaria, para un incremento de 7.83 veces, aunque en 1990 el incremento fue de 9.5 veces. Mientras la masa de animales de tiro fue decreciendo en el mismo periodo hasta 1990, se resuelve incrementar el producto principalmente del llamado Período Especial, donde comenzó a disminuir significativamente la disponibilidad de combustible a partir del petróleo. La potencia de los tractores pasó de 29.8 kW. (40HP) a 55.9 kW. (75HP), lo que representa del total de la potencia existente, entre las principales fuentes no eléctricas de energía empleadas en la agricultura, el 30.15 y el 92.39 %, respectivamente, mientras que en el mismo periodo la tracción con bueyes pasó a ser del 20.94 al 3.5 %; siendo 1990 el año de más bajo uso de esta, con un 1.22 %, mientras que la de los tractores representó el 95.95 % (ver Tabla 1.b).

Tabla 1.a. Cantidad de tractores y animales de tiro en Cuba; unidad

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Fuente: Ruiz et al, 1996; Valdivia y Días, 1996

Durante toda la etapa desde el triunfo de la revolución, se fomentó la creación de grandes empresas agrícolas estatales con una alta mecanización (Wong et al, 1988 y Sims et al, 1993). En función de ello el país llegó a mantener importaciones anuales de 8 000 tractores y 15 000 implementos agrícolas, para mantener altos índices de mecanización agrícola (Ruiz, 1995). La producción agropecuaria en Cuba experimentó cambios significativos en su estructura y en las tecnologías de producción, convirtiéndose en un sistema de producción agropecuario al estilo de los países desarrollados, ocupando un papel relevante en la mecanización de los cultivos con tracción motorizada y altos insumos de energía fósil (Valdivia y Días, 1996).

Tabla 1.b. Potencial energético de los tractores y los animales; MW y %,

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Fuente: Ruiz et al, 1996; Valdivia y Días, 1996

Lo anterior se logra producto a que, se han invertido más de 1 000 000 000 de pesos en equipamiento, disponiéndose de más de 70 000 tractores; más de 164 300 implementos de todo tipo para los tractores y más de 125 000 para los bueyes; cerca de 2 500 combinadas de caña de azúcar, 2 000 combinadas de otros tipos, 2 400 equipos de ordeño mecánico, más de 1 500 equipos de riego, con 40 000 motores y turbinas de riego (MINAG., 1993 y García et al, 1996;). Todo lo anterior está distribuido en alrededor de 3 300 unidades de base de la producción, considerando que el 67.3 % de la tenencia del suelo agrícola está en manos del sector no estatal, (Tabla 2.) (Vascos, 1996), disponiendo el país de un total de 827 talleres de base para el mantenimiento técnico y las reparaciones, 488 talleres centrales de empresa, 16 empresas de talleres provinciales y 6 plantas de reparación nacionales (Shkiliova, 1995; ISCAH, 1996).

El desarrollo alcanzado en el medio rural fue significativo y Cuba en reporte de la FAO (FAO, 1986), llegó a poseer el décimo segundo lugar en cantidad de tractores por cada 100 ha., con un alto nivel de unidad de potencia por superficie cultivable.

Con la aplicación de este modelo de desarrollo, se logra en corto plazo un cambio acelerado de transformaciones en la agricultura en Cuba después de 1959, cuando el gobierno realizó esfuerzos para llevar a cabo la transformación de las relaciones feudales capitalistas a socialistas (Freyre y Ramos, 1994).

Tabla 2. La utilización de la tierra (suelo agrícola) en Cuba

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Fuente: Vascos, 1996.

El incremento de la mecanización de la agricultura se posibilitó por las condiciones para la adquisición de maquinaria en los países del área socialista, especialmente en la URSS (Ríos, 1997).

A partir de 1988, cuando se producen cambios en las relaciones comerciales que se desarrollaban en el campo socialista, el país quedó privado de la entrada de combustibles, maquinaria agrícola, piezas de repuesto y otros insumos que se necesitaban para mantener el sistema de producción alcanzado, dando como resultado una disminución de la producción agropecuaria hasta niveles del 30 % con relación a los años anteriores y obligando al país a introducir cambios estructurales y tecnológicos dentro de la producción agrícola (Valdivia y Días, 1996).

Después de 1990 con la desaparición del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo económico al país, la situación económica se torna más difícil, y sostener el nivel de motorización alcanzado en la agricultura era imposible (Sotto et al, 1996 y Vento, 1997).

El gran parque de maquinaria que se explota en Cuba ha envejecido en la actualidad y no es posible su rápida renovación, producto de la falta de recursos económicos por la aguda caída de la producción nacional en los años 1990-1995 (Shkiliova, 1995; ISCAH, 1996); solo se podrá renovar dentro de varios años. A partir de 1995 se comienzan a recibir pequeñas cantidades de nueva técnica y reconstruir otra parte, adaptándosele nuevos motores y de mayor fiabilidad, potencia y más económicos; para esto ultimo es necesario mantener las características traccionales de los tractores originales, lo que permite el acoplamiento a estos de la maquinaria existente. Estos cambios de la técnica exigen la creación de condiciones correspondientes en la esfera de la explotación de la técnica en el campo, que permitan la realización completa de las potencialidades de la misma.

En los últimos años disminuyó el nivel y la calidad en el cumplimiento de las normas y exigencias para la explotación y el mantenimiento de la maquinaria agrícola, lo cual favoreció un acelerado deterioro de esta. En la práctica se cumplen todos los requisitos de explotación sólo durante el periodo de garantía. Por lo tanto, es necesario rescatar la disciplina tecnológica en la explotación de la maquinaria en Cuba (García et al, 1999).

La reparación de la maquinaria agrícola también fue afectada en gran medida en los últimos años. La falta de piezas de repuesto y materiales, una gran fluctuación de la fuerza laboral, la imposibilidad de realizar la reestructuración de los talleres planificada anteriormente, influyeron negativamente en el desarrollo de esta importante actividad. Lo anterior se ha agravado aún más por no existir la documentación técnica y tecnológica en la mayoría de los talleres, la falta y el mal estado técnico de los instrumentos de medición y control de los accesorios y dispositivos; la no correspondencia y falta del equipamiento tecnológico para las operaciones de reparación, el envejecimiento y la falta de exactitud de las máquinas herramientas existentes, el incorrecto cumplimiento de las operaciones tecnológicas; tales como el defectado, el fregado, el completamiento, etc.; la organización no óptima de las tecnologías de reparación y los puestos de trabajo; la no existencia de un sistema de gerencia por la calidad, y otros (Shkiliova, 1995; ISCAH, 1996).

Con la saturación energética de los tractores crece su masa y, por lo tanto, la compactación del suelo hasta profundidades de 0.5 a 0.7 m. Principalmente sufre daños la capa laborable del suelo, compactándose y destruyéndose la fracción más valiosa agrotécnicamente: los agregados con dimensiones de 0.01 a 0.025 m. La presión sobre el suelo alcanza hasta de 120 a 360 kPa, cuando la permisible se encuentra entre 40 a 80 kPa. La compactación del suelo no solo disminuye los rendimientos agrícolas, sino también, disminuye la productividad de la maquinaria de un 3 a un 5 %, aumentándose los gastos de combustible de un 5 a un 7 % y más, por unidad de superficie elaborada (Shkiliova, 1995; ISCAH, 1996).

Situación actual de la mecanización agrícola

A partir de 1988, cuando se producen cambios en las relaciones comerciales que se desarrollaban en el campo socialista, el país quedó privado de la entrada de combustibles, maquinaria agrícola, piezas de repuesto y otros insumos que se necesitaban para mantener el sistema de producción alcanzado, dando como resultado una disminución de la producción agropecuaria hasta niveles del 30 % con relación a los años anteriores y obligando al país a introducir cambios estructurales y tecnológicos dentro de la producción agrícola (Valdivia y Días, 1996).

Después de 1990 con la desaparición del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo económico al país, la situación económica se torna más difícil, y sostener el nivel de motorización alcanzado en la agricultura era imposible (Sotto et al, 1996 y Vento, 1997).

El gran parque de maquinaria que se explota en Cuba ha envejecido en la actualidad y no es posible su rápida renovación, producto de la falta de recursos económicos por la aguda caída de la producción nacional en los años 1990-1995 (Shkiliova, 1995; ISCAH, 1996); solo se podrá renovar dentro de varios años. A partir de 1995 se comienzan a recibir pequeñas cantidades de nueva técnica y reconstruir otra parte, adaptándosele nuevos motores y de mayor fiabilidad, potencia y más económicos; para esto ultimo es necesario mantener las características traccionales de los tractores originales, lo que permite el acoplamiento a estos de la maquinaria existente. Estos cambios de la técnica exigen la creación de condiciones correspondientes en la esfera de la explotación de la técnica en el campo, que permitan la realización completa de las potencialidades de la misma.

El cálculo del balance de maquinaria y de tracción animal de las empresas agropecuarias, se establece por una metodología basada en un software, a través del sistema Microsoft Excel, que permite no sólo la confección del plan de explotación de la maquinaria para las diferentes labores, sino que también posibilita consolidar la cantidad de equipos y combustibles necesarios para cada labor, así como la comparación de la existencia de equipos con la necesidad, que permite definir el balance de maquinarias por estructuras (Sotto et al, 1997).

A finales de la década del 90 (99) y principios del año 2000 se comenzó a utilizar el software ANAEXPLO para calculo y determinación del balance de la maquinaria para las diferentes entidades de la agricultura y sobre este, perfeccionado en el año 2004 aparece el CEMAQ, el cual se esta utilizando en diferentes empresas agropecuarias, con el objetivo de determinar la necesidades de maquinas para los procesos agrícolas.

En Cuba, se han realizado investigaciones relacionadas con el uso de la maquinaria agrícola. Definir un correcto plan de explotación del parque de máquinas, tractores y tracción animal es vital para garantizar el uso eficiente de las fuentes de energía e implementos y máquinas agrícolas en el proceso de producción agropecuaria de las empresas agrícolas. Pero aún es insuficiente el nivel logrado en las investigaciones que permitan una mejor gestión del uso de la maquinaria agrícola por parte de las empresas agropecuarias.

El cálculo del balance de maquinaria y de tracción animal de las empresas agropecuarias, se establece por una metodología basada en un software, a través del sistema Microsoft Excel, que permite no sólo la confección del plan de explotación de la maquinaria para las diferentes labores, sino que también posibilita consolidar la cantidad de equipos y combustibles necesarios para cada labor, así como la comparación de la existencia de equipos con la necesidad, que permite definir el balance de maquinarias por estructuras (Sotto et al, 1997).

Con el empleo de un sistema automatizado para determinar los parámetros y el régimen óptimo de explotación de los medios mecanizados agrícolas, luego del proceso de ¨remotorización¨ de los tractores, que permite analizar un número grande de formación de agregados para la proyección y desarrollo del sistema de máquinas utilizados en los cultivos agrícolas y en especial los cítricos cubanos, se brinda la posibilidad de determinar la fuente energética óptima para la formación de agregados, así como la máquina más eficiente para cada fuente energética (Álvarez y Paneque, 1998).

La mecanización agrícola en el cultivo del tabaco

A diferencia del cultivo de la caña de azúcar, jamás en el tabaco se empleó al esclavo africano, como fuerza de trabajo para la producción. El cuidado y la experiencia que requiere el tratamiento de las vegas tabacaleras no permitían el trabajo esclavista. Fueron pues, labradores blancos, venidos de Canarias y de Andalucía, donde existía tradición y experiencia agraria, los primeros en cultivar los tabacales de Cuba (García, 1961).

El cultivo del tabaco al igual que la mayoría de los demás, estaba caracterizado antes del triunfo de la revolución por la utilización de métodos rudimentarios en la preparación de suelos, producto de que era realizado en pequeñas parcelas, por pequeños agricultores en casi su totalidad.

Hoy en día, el tabaco es uno de los principales productos de exportación y fuente de divisas para nuestro desarrollo económico, pero tanto en lo nacional como en lo internacional es uno de los cultivos de más bajo nivel de mecanización (Garrido, 1984).

Las exportaciones de tabaco y sus manufacturas (1990-1996) se reflejan en la Tabla 3.

Tabla 3. Exportaciones de tabaco en las diferentes manufacturas

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Fuente: O.N.E., 1998

En el cultivo del tabaco, el 8.3 % de la superficie está en manos del sector estatal y el 91.6 % del no estatal, Tabla4.

Tabla 4. Formas de tenencia de la tierra en Cuba para la producción tabacalera

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Fuente: O.N.E., 1998.

El cultivo del tabaco se caracteriza por la gran demanda de fuerza de trabajo por unidad de área, agudizándose ésta durante los meses de Noviembre, Diciembre y Enero. En este trimestre se producen grandes picos por ser este cultivo de ciclo vegetativo corto, y tener que realizarse todas las labores en corto tiempo, de aquí la necesidad de aumentar cada día más el nivel y grado de mecanización.

El aumento del grado de mecanización debe basarse en el ahorro de fuerza de trabajo, lo que implica un incremento de la productividad de las labores mecanizadas y la mecanización de las labores manuales.

Actualmente en el tabaco se mecanizan las labores de mejoramiento de suelo, preparación de tierra, presiembra, siembra, plantación, cultivo y protección de plantas, excepto en tabaco rubio que también se mecaniza la preparación para el curado y la curación. Quedan por mecanizar labores de desflorado, deshije, cosecha y preparación para el curado y curación en el tabaco negro de sol (MINAG, 1983).

En la Tabla 5 aparece las veces que se puede aumentar la productividad con la mecanización de las diferentes fases comparadas con el trabajo manual.

Tabla 5 Análisis de Productividad

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Fuente: MINAG, 1983.

En la producción tabacalera hay múltiples labores que siempre se han hecho exclusivamente a mano para garantizar la calidad de la hoja o por otros requerimientos y no se abandonó el uso de los animales, (Ríos y Valdivia, 1999). Pero por otra parte, a pesar de sus características de cultivo familiar, en su proceso agroproductivo no escapó a la fuerte influencia de artificializar su producción, alcanzando altos niveles de aplicación del modelo de agricultura industrial, (Vento, 1997), con una elevada introducción de la maquinaria agrícola basándose en sistemas de máquinas, empleo de tecnologías de secado artificial y amplias infraestructuras de sistemas de riego.

Los equipos mecanizados utilizados en el cultivo del tabaco al igual que en los demás cultivos, no sólo se incrementaron en cantidad de tractores sino que aumentó su potencial energético, con la introducción de tractores cada vez más potentes.

Con el uso de tractores de mayor grado de saturación de energía, se incrementa la productividad, y el número de equipos físico debe comenzar a disminuir por unidad de superficie, lo que garantiza una mayor eficiencia en la técnica agrícola (Petrov, 1987; García, 1989 y Meier, 1993).

Con el inicio del período especial se provocan serias afectaciones en la introducción y conservación de la maquinaria, lo cual trae como consecuencia una disminución de las posibilidades de mecanización de las labores con tecnología basado en tractores y se dejan de ejecutar muchas labores tradicionales mecanizadas, por ello en estos momentos el mayor nivel de mecanización se logra en las operaciones de preparación de suelos, disminuyendo los niveles en trasplante, cultivo, fertilización y protección de plantas.

Esta situación incide en mayor medida en la limitada eficiencia del uso de la maquinaria agrícola, al disminuir significativamente la posibilidad de utilización del parque de tractores en mayor número de actividades, lo que disminuye los niveles de mecanización del cultivo (Vento, 1999).

La necesidad de establecer un sistema sostenible en el cultivo del tabaco, que garantice la ausencia de todos los factores que directa o indirectamente resulten perjudiciales a este tipo de producción, impone la conveniencia de establecer una organización adecuada de la maquinaria agrícola que permita explotar al máximo los recursos disponibles y encontrar alternativas para alcanzar la eficiencia en la utilización de estos medios.

El efecto de tecnologías agresivas a los ecosistemas tabacaleros

Se entiende por degradación del suelo cualquier proceso que conduzca a una reducción gradual o acelerada, temporal o permanente, de su capacidad productiva, o al incremento de los costos de producción. La degradación no solo depende de la intervención del hombre, sino del clima y de la naturaleza de los suelos (Pla, 1989).

La erosión, compactación, salinización y sodificación están entre los procesos de degradación del suelo, que pueden ser, directa o indirectamente, provocados o acelerados a través de la actividad agrícola.

Actividad del hombre: El hombre es uno de los principales factores de la degradación de los suelos cuando alteran las condiciones ecológicas del medio sin tomar precauciones o medidas conservacionistas al explotar la tierra y permitir la acción directa del agua y el viento, así como de cualquier otro agente que degrade los suelos (FAO, 1994).

La compactación, según Pla (1989), es la degradación del suelo provocada por las labores mecánicas de cultivo y tráfico de maquinaria, la cual provoca un aumento de la densidad, bien en la superficie o más comúnmente a la profundidad de las repetidas labores de cultivo. Alfonso (1987), considera que la compactación es el proceso de degradación de la estructura donde pueden formarse terrones densos que se sueldan para constituir capas compactas en el interior del suelo o en superficie y Manichon (1982) plantea que la compactación es la formación de estructuras masivas de los materiales del suelo sean en parte o en el conjunto del perfil.

Pedogénica o Natural: Es provocada por saturación temporal, cambios de humedad en suelos arcillosos, desecamiento del perfil, lixiviación de partículas finas y transformación de óxidos.

Antrópica o Artificial: Es la compactación producida por el peso y fuerza excesiva de los equipos y maquinaria, vibración de los equipos, manejo del cultivo, intensidad del suelo agrícola, uso inadecuado del riego y elevado coeficiente de pérdida de materia orgánica.

Labranza como factor de degradación del suelo.

La labranza convencional, según Puentes (1980) y Hernández et al. (1980), tiene un efecto ecológico y económico negativo, elevado número de labores, altos gastos de energía y mano de obra y lo más importante, el perjuicio que produce a las propiedades físicas e hidrofísicas del suelo.

El sistema convencional de labranzas invierte el prisma del suelo, resultando que en el medio climático tropical, influyen negativamente en la fertilidad, ya que mezcla el horizonte superficial de mayor reserva natural de nutrientes, con las capas profundas menos fértiles. Además, forma piso de arado, capa compacta subsuperficial que disminuye la capacidad de infiltración del agua y favorece los procesos erosivos, unido al alto costo de los discos y rodamientos que utilizan los arados (Hernández y Hernández., 1999).

Efectos negativos de la labranza convencional

Físicos: Formación de costras, compactación general de la capa arable, formación de pisos de arados, mayor susceptibilidad a la erosión, menor infiltración de agua de lluvia, disminución del intercambio gaseoso, problemas de germinación en los cultivos y dificultades del desarrollo radical (FAO, 1994).

Biológicos: Los arados al invertir el prisma de tierra ubican los organismos superficiales en condición menos oxigenada, sucediendo lo contrario con las capas inferiores, al pasar nuevamente estos arados tienden a disminuir la población que viven en el suelo, quizás más importante aún es el encostramiento superficial que reduce la aireación del perfil, perjudicando a los organismos vivos (FAO, 1994).

Los sistemas de labranza para controlar los efectos degradantes del suelo deben evitar o reducir el sellado mediante la protección (cobertura de residuos, vegetación, etc.) y la estabilización (roturación adecuada del suelo superficial en etapas críticas del suelo y desarrollo del cultivo), producir una rugosidad superficial, roturación en terrones grandes y estructuras (camellones en contornos, terrazas de absorción, etc.) que retienen temporalmente el exceso de agua para facilitar la infiltración o proveer el drenaje superficial para evacuación de los excesos de agua, capaces de provocar escorrentía y erosión (Santana et al, 1999).

La FAO, (1994) ha identificado que una de las causas principales de la degradación de tierras, en varias partes del mundo, es la aplicación de técnicas de preparación de tierras y labranza inadecuadas; que conducen a un rápido deterioro físico, químico y biológico de gran proporción de suelo, trayendo como consecuencia un fuerte descenso en la productividad de los cultivos y el deterioro del medio ambiente.

El poco uso de implementos de corte horizontal como el multiarado e implementos mejorados de tracción animal afectan grandemente los suelos ya que no se realizan las labores en correspondencia con las nuevas tecnologías de preparación de suelo, cuyo objetivo es buscar una agricultura conservacionista.

En las áreas afectadas por procesos degradantes de los suelos, los cultivos disminuyen su rendimiento y producción. Los procesos de degradación se originan en un alto porcentaje por manejo inadecuado y explotación de los suelos que dan lugar a la erosión, salinidad, compactación, acidez y otros procesos limitantes de su productividad. (Tabla 6).

Tabla 6. Principales factores edáficos limitantes y áreas afectadas en Cuba.

Factores

Millones de hectáreas

% del Área

Salinidad y Sodicidad

1.00

14.9

Erosión (de fuerte a media)

2.90

43.3

Mal Drenaje

2.70

40.3

(con mal drenaje interno)

1.80

26.9

Baja fertilidad

3.00

44.8

Compactación elevada (natural o provocada)

1.60

23.9

Acidez (pH KCL 6.0)

2.70

40.3

PH KCL 4.6

0.70

12.2

Muy bajo contenido de MO

4.66

69.6

Baja retención de humedad

2.50

37.3

Pedregosidad y rocosidad

0.80

11.9

De ellas muy rocosas y/o pedregosas

0.45

6.7

Desertificación (zonas subhúmedas)

0.81

12.1

Zonas secas

0.71

10.6

Fuente: Instituto de Suelos, 2001

Más del 40 % de los suelos de Cuba presentan afectaciones por erosión actual y si se refiere a la erosión potencial, este porcentaje se eleva hasta el 56 %, lo cual es alarmante si se considera que el primer signo de la reacción en cadena desatada por la erosión es la disminución del rendimiento agrícola (Instituto de Suelos, 2001).

Entre los problemas más graves que afectan la agricultura cubana se encuentra la degradación de los suelos y este a su vez está íntimamente ligado a la salinidad y el uso y manejo del agua, así como del uso de tecnologías tradicionales, las que se consideran agresivas por la ineficiencia e ineficacia de las mismas, ocasionan deterioros considerables a los ecosistemas agrícolas y productivos tanto tabacaleros como de otros cultivos.

La amplia mecanización existente en la década de los 80 y la influencia de una agricultura industrializada y posteriormente en la década de los 90 hasta la fecha la falta de piezas de repuesto y el envejecimiento de la maquinaria ha traído consigo un des-balance en el uso adecuado de la maquinaria a nivel nacional.

Características de la Empresa Tabacalera de Consolación del Sur

El presente trabajo fue realizado en la Empresa Tabacalera de Consolación del Sur, ubicada en el centro de la llanura sur de la Provincia en dicho municipio.

La empresa cuenta con una superficie total de 28 628,34 ha, de estas solo de superficie cultivable 21 356,72 ha y se dedican al cultivo del tabaco 4 428,6 ha y fundamentalmente a los tipos:

  • Virginia

  • Burley

  • Negro de sol en palo

  • Negro de sol ensartado

  • Tapado

La estructura organizativa de producción en la empresa está caracterizada de la siguiente forma:

Características de la Llanura Sur Occidental que contemplan los suelos del municipio Consolación del Sur.

La llanura sur occidental se ubica aproximadamente entre los 2300 y 2700 de latitud norte y los 1500 y 2000 de longitud oeste, limitando al sur con el Mar Caribe, al norte con la Cordillera de Los Órganos y al oeste con la Península de Guanahacabibes, que no se incluye dentro de la llanura por las características propias que posee.

La situación actual de los suelos de la Llanura Sur de Pinar del Río es extremadamente alarmante, dada la gran degradación que éstos han sufrido. Estos suelos, por la naturaleza de su proceso de formación, son poco fértiles y de baja productividad para algunos cultivos; no obstante han sido tan severamente explotados, que en la actualidad sus cosechas son irrentables, dada la disminución aún más drástica de sus índices de fertilidad y la incidencia de la salinidad y/o sodicidad, determinados por Rivero et al. (2000).

En estudios realizados por el Instituto de Suelos en el año 1994 en el sur de la provincia Pinar del Río se ha comprobado un aumento progresivo de la salinidad, factor a considerar ya que el mismo es capaz de destruir nuestros suelos, provocar cambios en el agroecosistema y propiciar características de semiaridez, por ejemplo, en un sector de referencia ubicado en el municipio San Cristóbal (Brigada 38 del Contingente Blas Roca Calderío) se realizaron muestreos de suelo y se determinó aumento de la salinidad y afectación en los rendimientos entre un 25% y 50%, esto ha sido corroborado en otras áreas afectadas con caña de azúcar.

Las investigaciones realizadas en el país, indican que el problema de

Para la caracterización de la empresa se tomaron los siguientes indicadores como información primaria (según Sotto, P.; M. Wong)

  • Parque de tractores de la empresa por modelos o marcas.

  • Parque de implementos para tractores.

  • ? Cantidad total de yuntas de bueyes.

  • ? Cantidad de implementos para la tracción animal.

  • ? Superficie cultivable por sector.

  • ? Historial del consumo de combustible.

  • ? Agrotécnia aplicada al cultivo.

  • ? Costo de equipos e implementos.

  • ? Plan de siembra por entidades.

  • ? Rendimiento histórico del cultivo principal.

  • ? Normas establecidas para las labores mecanizadas.

  • ? Organización estructural de la maquinaria agrícola.

Para el análisis del parque maquinaria se realizó un levantamiento del parque físico y compatibilizó con los registros determinando su estado técnico actual, las causas de la paralización en el caso de los inactivos y las posibilidades de solución.

Determinación de los parámetros de nivel de mecanización de la empresa. Se tuvo en cuenta metodología (según Vargas, G.; J. Collado y C. Saíz)

Para la determinación de los parámetros de nivel de mecanización de la empresa se desarrolló un Software a través del sistema Microsoft Excel, partiendo de la información primaria siguiente:

  • ? Parque de tractores de la empresa por modelos o marcas.

  • ? Parque de implementos para tractores.

  • ? Cantidad total de yuntas de bueyes.

  • ? Parque de implementos para la tracción animal.

  • ? Superficie cultivable por sector.

  • ? Capacidad de potencia por fuente energética.

El potencial disponible por modelo de tractor se calcula por la formula siguiente:

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La cantidad de tractores por cada 100 ha se obtiene por la fórmula siguiente:

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Determinación del plan óptimo de explotación

En la planificación de la explotación de la maquinaria en la Empresa Tabacalera de Consolación del Sur para tractores y tracción animal, se debe tener en cuenta la tecnología utilizada en cuanto a la secuencia de labores y plazo agrotécnico entre estas, así como las fechas de ejecución; de forma tal que las necesidades de fuentes energéticas queden distribuidas durante el ciclo de producción con la mayor estabilidad posible, y queden eliminados los picos de necesidades.

La secuencia entre labores y las fechas en que deben ser ejecutadas se distribuyen de la forma en que se muestra en la Tabla 7. y Tabla 8.

Las labores de preparación de suelos tienen entre sus objetivos, la eliminación de las plantas indeseables, por lo que entre las mismas debe transcurrir un determinado tiempo para que se descomponga la vegetación y se incorpore como materia orgánica al suelo, además para que las semillas existentes germinen, y antes de que la nueva vegetación reproduzca otras semillas, debe realizarse la labor posterior hasta dejar el suelo con el menor grado posible de fuentes de propagación de arvenses.

Tabla 7. Distribución de las labores por decena para la tecnología utilizada con tractores.

Labor

3ra/Jul.

1ra/Ago

2da/Ago

3ra/Ago

1ra/Sep

2da/Sep

3ra/Sep

1ra/Oct

2da/Oct

3ra/Oct

1ra/Nov

2da/Nov

3ra/Nov

1ra/Dic

2da/Dic

3ra/Dic

1ra/Ene

2da/Ene

3ra/Ene

Rotura

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Grada 1 y 2

X

X

X

X

X

X

X

X

Cruce

X

X

X

X

X

X

X

X

Grada 3 y 4

X

X

X

X

X

X

X

X

Recruc.

X

X

X

X

X

X

X

X

Tiller

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Surcar

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Cultivo

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

 

Tabla 8. Distribución de las labores por decena para la tecnología utilizada con tracción animal.

Labor

3ra/Jul.

1ra/Ago

2da/Ago

3ra/Ago

1ra/Sep

2da/Sep

3ra/Sep

1ra/Oct

2da/Oct

3ra/Oct

1ra/Nov

2da/Nov

3ra/Nov

1ra/Dic

2da/Dic

3ra/Dic

1ra/Ene

2da/Ene

3ra/Ene

Rotura

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Peine 1 y 2

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Cruce

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Peine 3 y 4

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Recruc.

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Peine 5 y 6

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Surcar

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Cultivo

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Para lograr lo antes expuesto, la planificación debe realizarse con un intervalo entre labores de 20 a 30 días para la labor de Grada 1 y 2 con relación a la Roturación y de 10 a 20 días entre el resto de las labores. Esto se hace en función de lo establecido por la empresa para la planificación y para una mayor flexibilidad en la distribución de las labores con relación al tiempo, para facilitar la disminución de las necesidades de equipos en el período de máxima demanda. Esto esta de acuerdo a la tecnología utilizada.

Las labores de surcado deben quedar distribuidas en las diferentes etapas de plantación del cultivo de la manera siguiente:

  • Etapa temprana: 35.63 % de la superficie total.

  • Etapa normal: 35.92 % de la superficie total.

  • Etapa tardía: 28.45 % de la superficie total.

Esto se hace para lograr que la mayor cantidad de superficie posible quede plantada en la etapa temprana y normal para evitar la incidencia de plagas y enfermedades, y de forma tal que se aprovechen las capacidades de curación y se garantice una estabilidad en las necesidades de fuerza de trabajo.

Las labores de binado o cultivo deben ser realizadas, un pase 10 días después de la siembra para facilitar el tape de surco, y otro pase a los 20 días para facilitar el aporque.

Para determinar la necesidad de equipos al realizar las diferentes labores es necesario conocer su productividad, las horas de trabajo diarias y la cantidad de días efectivos en cada decena Tabla 9; Tabla 10 y Tabla 11.

Tabla 9. Productividad por labor para tractores.

Labor

Rotura

Grada 1 y 2

Cruce

Grada 3 y 4

Recruce

Grada 5 y 6

Tiller 1 y 2

Surcar

Cultivar

Productividad (ha/h)

0.37

0.76

0.35

0.83

0.35

0.87

0.79

0.47

0.91

Duración del turno

10

10

10

10

10

10

10

8

8

Tabla 10. Productividad por labor para tracción animal.

Labor

Rotura

Peine 1 y 2

Cruce

Peine 3 y 4

Recruce

Peine 5 y 6

Surcar

Cultivar

Productividad (ha/h)

0.04

0.29

0.05

0.29

0.05

0.29

0.14

0.15

Duración del turno

6

6

6

6

6

6

6

6

 

Tabla 11. Cantidad de días efectivos en cada decena para ambas fuentes energéticas.

Fuente

3ra/Jul.

1ra/Ago

2da/Ago

3ra/Ago

1ra/Sep

2da/Sep

3ra/Sep

1ra/Oct

2da/Oct

3ra/Oct

1ra/Nov

2da/Nov

3ra/Nov

1ra/Dic

2da/Dic

3ra/Dic

1ra/Ene

2da/Ene

3ra/Ene

Tractor

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

8

Tracc. animal

6.67

6.67

6.67

6.67

6.33

6.33

6.33

6.67

6.67

6.67

6.33

6.33

6.33

6.67

6.67

6.67

6.67

6.67

6.67

La superficie que deben ejecutar los tractores será 2 874.05 ha. y 1 554,55 ha por la tracción animal, en dependencia de las diferentes formas organizativas de producción.

La forma óptima en que deben ejecutarse estas labores en cada decena, con cada tipo de fuente energética, considerando todas las limitantes expuestas y escogiendo como criterio económico la minimización del tiempo total utilizado, o lo que es lo mismo la necesidad total de estas fuentes, es posible únicamente con la aplicación de técnicas rigurosas que sean capaces de conjugar de manera armónica todos los elementos y escoger la mejor solución.

Metodología para el plan de explotación y el balance de maquinaria se analizo según (Vargas, G.; J. Collado).

Para la elaboración del plan de explotación se desarrolló un Software a través del sistema Microsoft Access, partiendo de la información primaria siguiente:

  • ? Nombre de la empresa.

  • ? Unidades y sectores que la componen.

  • ? Parque de máquinas, tractores y animales de tiro por sector.

  • ? Agrotécnia aplicada al cultivo principal y los volúmenes de labores indirectas a la producción que requieren de equipos.

  • ? Tipo de tractor y de implemento empleado para cada labor.

  • ? Indicador de productividad.

  • ? Unidad de medida empleada.

  • ? Índice de consumo de combustible por labor y por agregado.

  • ? Índice de consumo de lubricante por modelo de equipo.

  • ? Días efectivos.

  • ? Duración de la jornada.

  • ? Distribución de las labores a efectuarse para cada cultivo por meses.

En el Modelo 2.4.1 se registra todo el parque de equipos, implementos y animales de tracción previa compatibilización del físico con el registrado y su estado técnico actual, señalando en caso de los inactivos el tiempo de paralización y las causas fundamentales.

Modelo 2.4.1

Equipo

Índice combustible

Total

Activo

Inactivo

Causa de la paralización

A partir de los resultados de la solución del modelo matemático, se completa el Modelo 2.4.2, el cual recoge por cultivos y por meses los volúmenes de trabajo a realizar por labores y por agregados, y el resto de los indicadores que sirven de base de cálculo que son:

Indicador de productividad: Puede ser la norma de productividad en jornadas de 8 ó 10 horas (cab/jornada, ha/jornada) o las horas necesarias para realizar un volumen de trabajo dado (horas/ha, horas/t, etc.)

Duración de la jornada (h): Se plantea este indicador como base de cálculo para definir realmente las posibilidades productivas del agregado.

Días efectivos de trabajo: Se sabe que los días efectivos de trabajo son los días dentro del período calendario en que realmente la maquinaria labora, y esto se obtiene afectando a los días calendarios con los índices de paradas por causas climatológicas, técnicas o tecnológicas y organizativas, y descontando los días feriados; pero estos índices no se actualizan a menudo por las condiciones de producción. Con un alto grado de aproximación se plantea emplear según el agregado, el cultivo, la región y la época del año entre 24 y 26 días efectivos al mes para el cálculo de la necesidad de agregados.

Índice de consumo de combustible (l/um): Tiene que coincidir la unidad de medida conque se relaciona el consumo de combustible con la del volumen por meses.

Modelo 2.4.2

Composición del

agregado

Ind.

Días

Ind

Dur.

Enero

Febrero

Labor

tractor

implemento

u.m

Comb

Efect.

Prod

Turn.

Volumen

Volumen

2.5. Estimación de los gastos de explotación de las tecnologías que se aplican en las entidades productivas.

Para la realización del análisis económico de las tecnologías que se aplican en las unidades productivas tabacaleras es preciso utilizar la NC-34-38, (Cuba, 1986) y mejorada en el 2004 donde se ponen de manifiesto los indicadores económicos que más inciden dentro del proceso productivo agrícola, esta metodología se adapta también a las tecnologías de tracción animal que se utilizan

Gastos totales de trabajo.

edu.red

edu.red

edu.red

Determinación de las necesidades de mecanización

Para la realización de los cálculos correspondientes nos hemos basado en las expresiones matemáticas vigentes en la Metodología del plan de explotación de la maquinaria (MINAG., 1986).

La necesidad de agregados se determina por la formula siguiente:

edu.red

Al sustituir en la formula 10 la necesidad de agregados queda del modo siguiente:

edu.red

edu.rededu.rededu.rededu.rededu.redEl empleo de una u otra forma de cálculo dependerá del modo en que se tenga el indicador de productividad.

La necesidad de cada equipo o implemento se obtiene como resultado de la suma de las necesidades mensuales del mismo, tomándose como necesidad, la máxima que se refleje en el período de tiempo dado (necesidad pico), una vez analizada la posibilidad de su disminución que puede realizarse:

  • ? Distribuyendo de otro modo los volúmenes de trabajo dentro del período agrotécnico.

  • ? Aumentando la duración de la jornada.

  • ? Sustituyendo ese agregado por otro que realice la misma labor.

  • ? Contratando el servicio en el período pico.

El análisis comparativo de la existencia física de maquinaria activa, con la necesidad nos da el balance de maquinaria a partir del cual se puede trazar la estrategia para su organización y uso más racional.

En dependencia de los intereses que se tengan se puede obtener la necesidad de combustible y lubricante: por cultivos, por labores, por meses, por campañas o total. La necesidad de combustible se determina por la formula siguiente:

edu.red

Características de la Empresa Tabacalera de Consolación del Sur, Distribución según áreas

El presente trabajo fue realizado en la Empresa Tabacalera de Consolación del Sur, ubicada en el centro de la llanura sur de la Provincia en dicho Municipio.

La empresa cuenta con una superficie total de 2.133,26 Cb, (28 628,34ha) de ellas solo 330 Cb (4 428,6ha) son dedicadas para el cultivo del tabaco, es de las de mayor producción en la Provincia.

La Empresa Tabacalera según su superficie por unidades productivas, se distribuye de la siguiente forma.

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Fig. 1: Distribución de las tierras en las CPA.

Como se aprecia este es el volumen de superficie que tienen las 13 CPA a las cuales la Empresa le presta servicio. el 45% representa la superficie Agrícola (6265,66ha), solo el 10% la Superficie no agrícola (1339,98ha), el 31% la superficie cultivada (4310,36ha) y el 14% la superficie no cultivada (1950,73ha).

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Fig. 2: Distribución de las tierras en las UBPC.

El volumen de superficie que tienen las 7 UBPC a las cuales la Empresa le presta servicio. El 43% representa la superficie Agrícola (862,36ha), un 15% la Superficie no agrícola (306,91ha), el 35% la superficie cultivada (721,05ha) y el 7% la superficie no cultivada (140,91ha).

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Fig.3: Distribución de las tierras en las CCS.

Como se aprecia en la Fig. 4 el volumen de superficie que tienen las 29 CCS a las cuales la Empresa le presta servicio, el 49% representa la superficie Agrícola (18785,18ha), solo el 3% la Superficie no agrícola (1186,99ha), el 42% la superficie cultivada (16325,29ha) y el 6% la superficie no cultivada (2441,50ha).

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Fig.4: Distribución de la superficie cultivables por unidad de producción.

En esta figura se muestra que existe un 77% de la Superficie cultivable en las CCS con respecto alas CPA un 20% y las UBPC un 3% por lo que se puede inferir que la mayor fuerza recae en las CCS Tabacaleras ya que poseen el mayor % de superficie cultivable.

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Fig. 5: Distribución de la Tierra por superficie.

Observándose en la figura 5 el total de la superficie con que cuenta la Empresa el 48% de esta Superficie Agrícola (25909,18 ha), solo un 5% de la Superficie es no agrícola (2833,90 ha), y el 39% la superficie cultivada (21356,72ha) y el 8% la superficie no cultivada (4533,14ha).

De este análisis podemos concluir que la mayor parte de la producción se va a desarrollar en las CCS y en la CPA, organizaciones estas que están integradas por campesinos y los mismos tienen una cultura arraigada en el cultivo del tabaco.

Hay que destacar que no toda la superficie cultivable que se recoge según nuestro análisis se utiliza en la siembra del cultivo del tabaco, solo un 20,73% que representa (4 428,6ha), la restante se utiliza en otros cultivos de interes forestal, para el ganado y además en los autoconsumos de las entidades productivas.

El suelo que predomina en la zona de Consolación del Sur según la (Segunda Clasificación Genética de los suelos de Cuba Hernández 1985) es Ferralítico Cuarcitico Amarillo Lixiviado, con una profundidad efectiva menor de 30 cm. no constituyendo esto factor limitante en el suelo.

Las características que mas predominan es que son suelos de poca capa arable y de niveles ácidos de ph, con muy bajo contenido de materia orgánica, así como en fósforo y potasio, lo que indica que son suelos pobres desde el punto de vista del valor agrícola y de la fertilidad de los mismos.

La erosión, compactación, salinización y sodificación están entre los procesos de degradación del suelo, que pueden ser, directa o indirectamente, provocados o acelerados a través de la actividad agrícola.

El hombre es uno de los principales factores de la degradación de los suelos cuando alteran las condiciones ecológicas del medio sin tomar precauciones o medidas conservacionistas al explotar la tierra y permitir la acción directa del agua y el viento, así como de cualquier otro agente que degrade los suelos (FAO, 1994).

La compactación, según Pla (1989), es la degradación del suelo provocada por las labores mecánicas de cultivo y tráfico de maquinaria, la cual provoca un aumento de la densidad, bien en la superficie o más comúnmente a la profundidad de las repetidas labores de cultivo. Alfonso (1987), considera que la compactación es el proceso de degradación de la estructura donde pueden formarse terrones densos que se sueldan para constituir capas compactas en el interior del suelo o en superficie y Manichon (1982) plantea que la compactación es la formación de estructuras masivas de los materiales del suelo sean en parte o en el conjunto del perfil.

Para la caracterización de la empresa se tomaron los siguientes indicadores como información primaria:

  • Parque de tractores de la empresa por modelos o marcas.

  • Parque de implementos para tractores.

  • ? Cantidad total de yuntas de bueyes.

  • ? Cantidad de implementos para la tracción animal.

  • ? Superficie cultivable por sector.

  • ? Historial del consumo de combustible.

  • ? Agrotécnia aplicada al cultivo.

  • ? Costo de equipos e implementos.

  • ? Plan de siembra por entidades.

  • ? Rendimiento histórico del cultivo principal.

  • ? Normas establecidas para las labores mecanizadas.

  • ? Organización estructural de la maquinaria agrícola.

Para el análisis del parque maquinaria se realizó un levantamiento del parque físico y compatibilizó con los registros determinando su estado técnico actual, las causas de la paralización en el caso de los inactivos y las posibilidades de solución.

La esrtuctura de la maquinaria en la empresa se representa a continuación:

Fig. 6. Estructura organizativa de la maquinaria en la empresa.

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edu.redComo se muestra en la Figura 6, la Empresa cuenta con un taller central donde se realizan los mantenimientos técnicos y reparaciones medias de todas las estructuras de producción; así como un pelotón de apoyo que presta servicios para complementar las necesidades de maquinaria.

Las estructuras de producción cooperativa (CPA y UBPC), así como las UBPE cuentan con su propio pelotón de maquinaria y su propio taller donde realizan algunos mantenimientos y reparaciones menores.

Las CCS están formadas por campesinos individuales, de los cuales algunos poseen su propio tractor, otros solamente cuentan con animales de tiro para realizar las labores mecanizadas. También existe una nueva forma de organización de CCS, que se denominan ¨Fortalecidas¨, las cuales cuentan con un pelotón de maquinaria, (entre otros beneficios), para prestar servicio a los campesinos dentro y fuera de la CCS.

La estructura organizativa de la maquinaria en la empresa tiene como objetivo garantizar los requerimientos de los medios mecanizados en el momento oportuno y con la calidad requerida para lograr una eficiencia económica y productiva.

Para lograr este objetivo cada entidad cuenta con su propio pelotón de maquinaria y taller, con excepción de las Cooperativas de Créditos y Servicios.

También cuenta con un pelotón de apoyo que presta servicios a las distintas formas organizativas de producción, según los requerimientos. En las Unidades Básicas de Producción Estatal el 75 % de las labores agrícolas mecanizadas son realizadas por este pelotón de apoyo; en las Unidades Básicas de Producción Cooperativas el 20 %;en las Cooperativas de Producción Agropecuaria el 15 %; y el 5 % en las Cooperativas de Créditos y Servicios.

Partes: 1, 2, 3
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