Apuntes sobre el origen y evolución de la Extensión Universitaria en América Latina (página 2)
Enviado por Lic. Marisel Pedroso Paula
Desarrollo
La evolución del proceso de Extensión Universitaria a partir de su surgimiento, ha estado muy relacionada con el grado de pertinencia y vinculación a la sociedad que han tenido las universidades a través del tiempo, a partir de los principios filosóficos que sustentaron el proceso educativo en ellas, en los diferentes contextos socioeconómicos. A través de la historia se han desarrollado diversas teorías educativas de base filosófica idealista objetiva, como es el caso de las teorías anti autoritarias, autogestionarias y liberadoras y las teorías pedagógicas de sustentación trascendente, que junto a otras, han caracterizado el proceso docente educativo de las universidades en diferentes contextos y países.
Según Gil Ramón González en su tesis presentada en opción al grado científico en Ciencias Pedagógicas, en el contexto latinoamericano, la Extensión Universitaria ha transitado por cuatro etapas:
- Etapa de Aislamiento: Desde su surgimiento hasta la Reforma de Córdoba.
- Etapa de la Ruptura: Desde la Reforma de Córdoba hasta finales de 1940.
- Etapa de la Conceptualización: Desde principios de la década de los años 50 hasta mediados de la década del 70.
- Etapa inicial de la Integración: Desde mediados de la década del 70 hasta la actualidad (teniendo en cuenta que este trabajo se culminó en 1996).
En su trabajo, el autor refleja como el aislamiento en que se encontraban las universidades en su primera etapa, por lo que se les denominó "Torres de Marfil", con una enseñanza caracterizada por el escolasticismo, fue eliminado paulatinamente a partir del surgimiento de la Revolución Industrial en Europa, comenzando entonces su interacción con la sociedad.
Sin embargo, en Europa, este proceso de apertura de la enseñanza universitaria, posibilitada por el desarrollo de los medios masivos de comunicación y de otros recursos técnicos, no se efectúa con el objetivo de responder a intereses comunitarios, si no a los intereses de la clase en el poder, reafirmando su carácter elitista. La actividad extensionista se inicia como respuesta de las universidades al crecimiento industrial de las grandes potencias de la época.
En las colonias americanas, de forma general, este fenómeno se refleja con un carácter diferente, debido al contexto en que tuvo lugar. Las ideas progresistas de los movimientos independentistas que se desarrollaban tuvieron su reflejo en la finalidad con que se concibió la extensión universitaria, con la aspiración de que las clases marginadas pudieran acceder a la enseñanza superior, poniendo esta en función del desarrollo social de las comunidades. Estas ideas, por supuesto, no pudieron ser llevadas a la práctica, por su carácter contradictorio con los intereses de la clase en el poder. Sólo algunos hechos extensionistas aislados tuvieron lugar en América Latina en esta etapa, hasta 1918, en que surge La Reforma de Córdoba, en Argentina, considerada como uno de los antecedentes históricos de la Pedagogía Autogestionaria en Latinoamérica.
Este movimiento origina una ruptura con los viejos cánones de la universidad en Latinoamérica, con su grado de vinculación al pueblo, el viejo anhelo de próceres anteriores, planteando el fortalecimiento de la función social de la Universidad a través de la Extensión Universitaria.
"Se planteaba en esencia que la universidad pública, en última instancia pagada por el esfuerzo de la comunidad, aportara a la sociedad por medio de la extensión universitaria llevada a cabo fundamentalmente por los estudiantes. Proyectar la labor universitaria en el seno de la comunidad dió origen a una nueva función como regularidad para la universidad latinoamericana: la función social, que significa en opinión de los estudiosos, poner el saber universitario al servicio de la sociedad y hacer de sus problemas un aspecto importante de su ocupación" (1).
Estas ideas renovadoras que se extendieron por toda América Latina hicieron posible el acceso de las masas a la enseñanza universitaria, un ejemplo de lo cual es el surgimiento en esta época de las universidades populares. Se produjo un acercamiento entre los estudiantes universitarios y los intelectuales con los sectores obrero y campesino, así como diversas manifestaciones de integración entre las universidades latinoamericanas con el objetivo de hacerle frente a males sociales, políticos y económicos comunes.
A partir de la década del 50 se desarrolla un período caracterizado por la orientación hacia la conceptualización de la Extensión Universitaria, que garantizara la sistematicidad y coherencia de su función social. En este sentido se hicieron aportes importantes en las I y II Conferencias Latinoamericanas de Extensión Universitarias y Difusión Cultural. En esta epata se logra una evolución del concepto y el contenido de la Extensión Universitaria, al menos teóricamente, hasta concebirla como un factor de cambio, a partir de su contribución al desarrollo sociocultural de las comunidades latinoamericanas.
Consideramos que en este proceso paulatino de conceptualización, sin dudas tuvo mucho que ver, el desarrollo de la Pedagogía Autogestionaria, desde su perspectiva de considerar la autogestión no como un medio de individualización anárquica del aprendizaje, sino como un medio de cambio social a través de la escuela.
—En la Pedagogía autogestionaria, según Ojalvo y Castellanos (1996; 57) la escuela "constituye un grupo social con vida propia, a partir de la participación directa de todos sus miembros en la organización y funcionamiento. En el contexto escolar la autogestión se valora no solo como modelo de relación pedagógica, sino también como modelo de relación social". ( 2 )
Sin dudas, para concebir el proceso de extensión universitaria, es imprescindible partir de la concepción de la escuela como institución donde se ponen de manifiesto relaciones sociales entre todos los factores implicados en el proceso docente educativo, no solo dentro de la escuela, sino visto desde su concepción más amplia, en una interacción retroalimentadora con el resto de la comunidad.
Una de las vertientes de la Pedagogía Autogestionaria, la Pedagogía Libertaria, tuvo en el educador brasileño Paolo Freire un importante representante, cuyas concepciones responden al contexto económico y sociopolítico de su país en aquella época. Desarrolló su obra a partir del reconocimiento del carácter ideológico de la educación y del compromiso con las masas oprimidas.
Como gran exponente de la Pedagogía Popular, Freire propició el desarrollo de importantes actividades extensionistas, como la primera alfabetización de adultos en la ciudad de Recife, por parte de la Universidad Federal de Pernambuco, donde se puso de manifiesto el protagonismo estudiantil, junto a la participación profesoral.
"En franca oposición a la pedagogía tradicional, a la que denomina como bancaria, las concepciones pedagógicas de Freire buscan desde sus inicios el desarrollo del pensamiento reflexivo de los estudiantes y de manera particular, la formación de su pensamiento a partir de la interacción con el medio natural y social que le rodea …" (2)
Sin embargo, la concepción de Freire de que solo con la educación es posible lograr una transformación en la sociedad, en favor de los desposeídos, sin tener en cuenta la necesidad de la lucha de clases, del cambio revolucionario, constituye en nuestro criterio la principal limitación de su teoría.
En contraposición con la teoría libertaria de Freire, existen otras teorías pedagógicas cristianas contemporáneas, las llamadas teorías de sustentación trascendente, que tiene el objetivo de formar al hombre como individuo de personalidad intemporal, al margen de los acontecimientos sociales, encaminado a la adoración a Dios.
Dentro de ellas se encuentran las teorías neo-escolásticas, cuyo antecedente más antiguo es el escolasticismo medieval. Un ejemplo de ellas es el neo tomismo, que constituye la base filosófica que sustenta los principios de la educación en las instituciones católicas y que en esencia supedita a la voluntad de Dios el desarrollo del conocimiento humano y la evolución social. Desconoce la existencia de leyes objetivas que rigen el desarrollo social y la necesidad de la acción constante del hombre para propiciar el mismo y por tanto la función social de la educación.
El personalismo también incluye teorías de corte religioso, donde el hombre como individuo es lo único que cuenta. La persona se educa sólo para ella misma, para su auto perfeccionamiento espiritual regido por Dios.
Debemos destacar dentro de estas teorías personalistas a uno de sus representantes más destacados, Octavio Fullat, con su método escultista.
Fullat si reconoce el carácter social de la educación y de la necesidad de que esté al servicio de la comunidad, pero desde su óptica cristiana no comprometida con la transformación de la sociedad en pos de su desarrollo pleno.
"Fullat reduce el papel social del educando (1960, 205) a acciones netamente caritativas como la de impartir clases en los suburbios, enseñar a planchar, a zurcir, a bordar, a lavar platos, a cuidar de los pequeños, a barrer las barracas, recoger mantas para los pobres, medicinas y otras acciones similares. No reconoce el protagonismo socioeducativo del estudiante ni de los docentes, dentro o fuera del marco escolar, pese a reconocer la necesidad de transformar la sociedad". (2)
En el contexto de un centro de educación superior, esta sería una actividad extensionista "ingenua", al margen de la concepción que desde su surgimiento ha existido, al menos teóricamente, en América Latina, con respecto a la extensión universitaria y su función como promotora del desarrollo social de las comunidades.
Dista mucho el concepto de educación personalizada de Fullat, donde los educadores tiene la función de formar personalidades cuyo objetivo supremo es acercarse a Dios a través del auto perfeccionamiento espiritual, de la educación personalizada que se desarrolla en nuestro país, en el contexto de la nueva universidad cubana, donde se desarrolla un modelo de auto educación con la participación directa y orientadora del tutor, figura clave del modelo pedagógico de la Universalización, donde el hombre se forma para lograr su pleno desarrollo personal, a la vez que contribuye al desarrollo socioeconómico de su comunidad, a través de su participación activa en tareas de impacto social. Se ha podido constatar los cambios positivos que se generan nuestros estudiantes, tanto en su desempeño como tales como en su calidad humana.
En la década de los 90 se observó una tendencia a la integración entre diferentes países en este campo, pero en general, los avanzados conceptos generados en la II Conferencia, no se pudieron llevar a la práctica debido a las limitaciones impuestas por el contexto socioeconómico y político existente. __" La falta de presupuesto, la marginación, la relación con las demás funciones de la universidad, la falta de preparación de los recursos humanos para su desarrollo, la inexistencia de políticas culturales, la insuficiente estructura, la falta de correspondencia entre la planificación y la acción extensionista, entre otros elementos, han caracterizado la situación de la extensión universitaria en la región. En la mayoría de los casos, las tendencias que se manifiestan son las siguientes: un desvirtuamiento conceptual, carencia de sistematización y esporádicos programas y proyectos, que no pasan de ser utopías que generalmente no se concretan por la situación real de estos países" (1).
La transformación social revolucionaria, sienta las bases y crea inmensas potencialidades para que la Universidad como institución social cumpla con su función de promotora de una cultura general integral a través de la Extensión Universitaria. La Pedagogía cubana, con una base filosófica dialéctico materialista, ha traspasado las limitaciones de otras teorías pedagógicas, creando sólidas bases teóricas para el desarrollo de la educación en nuestro país, con un carácter eminentemente humanista, en aras del desarrollo integral de la sociedad.
En los últimos años gracias al surgimiento de gobernantes de una gran vocación humanista (algunos progresistas y otros radicalmente revolucionarios) en diferentes países de América Latina, la integración latinoamericana se hace realidad a través de proyectos sociales de gran alcance como el ALBA, en los cuales Cuba tiene un gran protagonismo y donde nuestros centros de educación superior desempeñan una encomiable labor extensionista, participando activamente en diferentes misiones tanto dentro de nuestro país, como en otros países de la región.
La cuarta etapa que caracterizó Gil R. González sobre el desarrollo evolutivo del proceso de extensión universitaria como período inicial de la integración ha alcanzado una línea ascendente de desarrollo, en nuestro criterio irreversible y ya abarca en mayor o menor medida a una gran parte de las naciones latinoamericanas, de tal forma que pudiéramos llamar en estos momentos a esta etapa como período de la integración, porque ya superó su etapa inicial y se encuentra en franco desarrollo.
La situación actual de integración latinoamericana nunca hubiera sido posible, sin la existencia de Cuba, como bastión imbatible del socialismo en nuestra región y en el mundo.
Conclusiones
En la evolución del proceso de Extensión Universitaria en los países de América Latina se ha puesto de manifiesto la influencia que sobre éste como proceso inherente a la educación en los centros universitarios, han tenido diversas teorías educativas de diferente base filosófica, que han sustentado en ellos el proceso docente educativo.
En Cuba, en los momentos actuales, existen las mayores potencialidades para que la Extensión Universitaria cumpla a cabalidad con su función promotora de la cultura general integral sustentada por nuestra ideología marxista leninista y martiana, que hace de la Pedagogía cubana un punto de mira y ejemplo en toda Latinoamérica.
Bibliografía
- González, G. R. Un Modelo de Extensión Universitaria para la Educación Superior Cubana. Su aplicación en la Cultura Física y el Deporte. Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Ciudad de la Habana, 1996.
- Pereda, J. L.; Neto, C. B. C. Sociología, Educación y Sociología de la Educación. Ed. Livro Técnico, Fortaleza. 2005.
Autora:
Lic. Marisel Pedroso Paula1
1. Labora en la Sede Universtaria Municipal de Viñales, institución que pertenece a la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, desempeñándose como directora.
Estudios realizados: Graduada de Licenciatura en Microbiología en la Universidad de la Habana en 1981. Su trabajo científico se ha desarrollado fundamentalmente en el campo de los productos naturales procedentes de plantas medicinales, así como en aspectos relacionados con la Didáctica de la Educación Superior.
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