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Análisis literario de la novela Corrector de estilo, de Milton Quero Arévalo (Venezuela) (página 2)


Partes: 1, 2

  • La reflexión de Nicasio de que una ciudad por el "habla" de la gente, es lo que la caracteriza a ella y a sus habitantes, y su convicción de que el habla es lo que al final los aleja de todo lo demás.
  • El nombre de los barrios "El Hediondito" sólo para justificar el comportamiento de sus habitantes, y Nicasio llega a pensar que los nombres de esos barrios son una metáfora para que la gente pueda subsistir.
  • La creencia de Nicasio de que en Maracaibo no somos individuos, sino que nos comportamos como un colectivo, el cual puede ser plasmado por un alumno, no de cualquier escuela de pintura, sino de la Escuela Neptalí Rincón, la cual es conocida por casi todos los habitantes de esta urbe. Pareciera que el escritor, al usar el nombre de esa escuela, quisiera ponerle un sello al comportamiento de los habitantes de esta ciudad, como deseando señalar que no puede ser plasmada por un pintor cualquiera de otra escuela o corriente, sino de la Neptalí Rincón acuñando con ello el acerbo cultural de la región.
  • La ingenuidad de Nectario de querer invadir la vida de Misleidy, y el escritor, a través de Nectario, fusiona la soledad con la imaginación cuando Nectario quiere agregar, en el libro que corregía, el capítulo final que a él lo habría llevado a ser feliz, lo cual descubrió a sus 65 años y se da cuenta de que nunca había hecho nada que realmente lo llenara y llega a la conclusión, citando al autor de la obra de que "nos toma toda la vida entender lo que siempre buscamos y cuando ya lo encontramos, resulta que ya no nos queda tiempo."

REFUERZO DE LAS ACCIONES

Las acciones se siguen reforzando a medida que la obra avanza. Esto lo hace el escritor a través de la actuación de los personajes principales y secundarios de la obra y de escenas tomadas de los diferentes escenarios sociales que forman parte de la ciudad de Maracaibo. Vemos, entonces, la desgracia de Magio Fernández (El Barón de la Enjuta Figura). Creo que la desgracia que signó al Profesor Magio Fernández fue recogida en su apodo del "Barón de la Enjuta Figura". Según el escritor, el título nobiliario de "Barón" le fue "dado" por sus ancestros, y el de "Enjuto", por su tamaño. Sin embargo, si el lector asocia la palabra "enjuta" con la desgracia vivida por el Profesor Fernández quien siendo un gran catedrático fue reducido, académicamente hablando, por el odio de un ser miserable, hasta el punto de hacerlo perder su trabajo. El lector pudiera pensar que el calificativo de "enjuto" es un lenguaje metafórico usado para enfatizar la impotencia espiritual y psicológica que tanto el escritor como el lector llegan a sentir por no poder hacer nada, ante un acto tan despreciable como el que experimentó el Barón de la Enjuta Figura al ser reducido a la nada por alguien que, a lo mejor, no llegaba a la estatura humana del personaje mancillado. La escena más conmovedora y humana es, según mi criterio, cuando el Barón se abalanza sobre ese ser miserable, el Profesor Wenceslao Urrutia, uno de los que firmó el acta para "sacarlo del claustro universitario y lo convirtió en sombra". A estas alturas de la lectura de la obra, ya el lector odia tanto a Urrutia como lo odia el Barón, y por ello, el lector se convierte en protagonista del relato cuando el Barón de la Enjuta Figura, descargando toda la ira guardada por décadas, le escupe a la cara aquél poema del cual se aferraron los sin esencia humana para reducirlo a nada y le espeta en su cara todas las siglas que a gente como Wenceslao Urrutia lo mantuvieron en el poder material. Sin embargo, lo magistral de este momento es cuando, finalmente, Urrutia toma consciencia de que su deterioro espiritual (incomprendido por él hasta ese momento) es el Karma que tuvo que pagar por tanta bajeza humana. El lector siente que se hizo justicia, y casi se traslada al "Bar el Conejo Loco" para brindar con el Barón su vuelta al mundo de la libertad de la esencia humana. Sin embargo, la liberación de la esencia como ser del Barón de la Enjuta figura, no es lo único que el escritor destaca en relación con este personaje, sino que dibuja algunas características propias y peculiares de este ser como es su comportamiento singular.

El autor de la obra usa recursos geniales como, por ejemplo, el acto de darle tres vueltas a la bolsa de pan, ya que, según el Barón de la Enjuta Figura, cada vuelta representaba un pan. Un lector habido de imágenes se transporta a la panadería y puede visualizar al personaje pequeñito, frente al mostrador, tratando de que la vendedora tomara consciencia de la importancia de hacerle las "necesitadas orejitas" a una bolsa de pan. El lector pudiera pensar que esa manía de hacerle las orejitas a la bolsa de pan ayuda al personaje a mantenerse en sus raíces, a conservar sus costumbres, que al final fue lo único que le quedó después de haber sido destruido de una forma tan ruin. El escritor, también, a través de este mismo personaje, toca finamente el dolor y el miedo que experimentan las prostitutas a través de la reflexión que hace el Barón de Enjuta Figura en relación con la "liberación" de Katiuska (una prostituta), ya que según él, cuando ella llegue a revelar su verdadero nombre, o sea, "el que aparece en la cédula de identidad", y no el que ella usa para protegerse, ese día se acabará el dolor para ella y se abrirán las puertas para el verdadero amor.

El escritor continua reforzando la trama y sigue usando sus personajes como recurso primordial para enriquecer la intriga planteada, se observa ahora al Rafa de la Girondina (Rafael Tubalcaín Palmar) invitando a Nectario Medrano a contemplar las corridas de toro que se llevarían acabo en La Monumental plaza de Toro de Maracaibo, la ciudad surrealista y anárquica tan odiada por Nectario. Nectario no puede dejar de expresar la impotencia que le produce tanto subdesarrollo exacerbado en una ciudad como ésta: el tipo de música (los vallenatos) que se oyen en los carritos "por puestos" que son el medio de transporte de la ciudad y que no son más que latón oxidado que de puro tocarlos pueden producir tétano, los accesorios que decoran este medio de transporte público: zapaticos de bebé, rosarios. La conducta típica y burlona asumida por Nectario y por el Rafa de la Girondina, pero que a la vez es la misma conducta desafiante que asumirían los "untuarios untuosos" cuando son desafiados por su adversario, la cual es recogida magistralmente en sólo cuatro palabras: "Ay sí, qué miedo" cuando el chofer, ya obstinado de tanta ofensa, decide bajarlos del carro. La figura literaria de la imagen que usa el escritor para expresar la repulsión que le causa a Nectario la ciudad en pleno "habrá que ponerle sabanas no solamente a los terrenos baldíos sino también a todas estas cursis edificaciones que afean a la ciudad" recoge todo el sentir de un Nectario ahogado con tanta marginalidad.

A pesar de lo dicho anteriormente, toda esta podredumbre que para Nectario significa la ciudad en pleno, la repugnancia que le produce el espectáculo dantesco de una corrida de toros, desaparece en la mente de éste cuando logra vislumbrar el objeto de su amor: una Misleidy vestida con una camisa roja que enciende la pasión que Nectario siente por ella. Cuando la ve, Nectario deja a un lado la desazón que le produce tanto descalabro y empieza a elucubrar una historia paralela: Nectario mata a su contendiente (el esposo de Misleidy), llevándose él el premio deseado: a una Misleidy con todas sus redondeces. Al final, la visión de Misleidy desplaza cualquier desgracia en la esencia de Nectario; y éste llega hasta a alcanzar una erección provocada por toda su convicción de que alguna vez "su amor" sería suyo.

Otro personaje singular que le da un sello característico a la obra, y que refuerza aún más la trama, es el profesor Nicanor Antúnez (Nicasio Abreviatura).

La capacidad que tiene el escritor de describir la esencia humana, se plasma de una forma admirable en este personaje cuando dice: "así era Nicasio el Abreviado, abreviado de vida, de vivencias, de sentimientos, ya que su vida fue la aspiración de algo."

Este personaje le da a la narrativa un toque encantador de fino humor, pero también se siente el desarraigo de tantas personas que como él tienen que trabajar en un sitio que le es ajeno a su espíritu. El fino humor se percibe cuando Nicasio empieza a pasar la lista y comienza a decir en voz alta los nombres de sus alumnos: "Madamleidy Acosta… Qué complejo tan neo-colonial de tus padres… ponerte a ti… ¡justo a ti! Con esa cara de wayúu (grupo indígena) que te gastas… un nombre que sabe a lady inglesa…" Así lo hace con cada nombre que aparece en la lista, y el escritor logra que el lector se desternille de la risa con cada imagen literaria que va utilizando para ir describiendo la locura de unos nombres que, a simple vista, ni sus mismos dueños saben de dónde provienen.

El desarraigo del personaje se plasma en la rabia contenida de esta figura por tener que trabajar en un sitio que odia tanto como esos nombres pronunciados por él, porque todo ello encarna la agonía del personaje. Los nombres personifican lo inadaptado que se siente este sujeto autor en una sociedad ajena a él, lo cual el escritor precinta con sus propias palabras cuando señala: "el mismo Nicasio intuye que es el sopor de lo cotidiano, la recurrencia del fracaso que se agolpa en él y en cada una de las caras de sus colegas, caras de quince y último." Esto último, a mi manera de ver, es deslumbrante.

Otro recurso genial que el autor utiliza para reforzar la trama que está desplegando es el comportamiento de una clase social que mira por encima de los hombros a cualquiera que se atreva a cruzar sus fronteras bien delineadas y bien marcadas para que nadie ose traspasarla. Esto lo estampa el escritor en la escena de la piscina del club privado donde se baña Misleidis Graterol de Urdaneta, cuya gracia natural (a los ojos de un Nectario enamorado), sin embargo, "torpe" por falta de roce social (a los ojos personajes de la alta clase social con los cuales ella ahora frecuenta) y cuyos nombres "la Nena Puppio", "La Muñeca Bello" de por sí reflejan lo artificial de la esencia humana de dichos personajes. El autor corona este comportamiento, si se quiere inhumano, con el trato despótico de estas niñas de sociedad cuando al dirigirse a los mesoneros (simple mortales) lo hacen con una distancia tal, como para que ellos tomen consciencia de los años luz que los separan desde el punto de vista de la clasificación de las capas sociales.

A medida que la lectura avanza, se delinea a una Misleidis que pagó su precio de humillación para ganarse un puesto en una sociedad que nunca la aceptó. A pesar de ello, de pronto, Misleidis empieza a despertar de esa realidad superflua buscada y aceptada por ella y cansada ya de tanto maltrato psicológico, su mente recita un gran poema: "Abolengos", cuyos últimos versos timbran el material del cual está compuesto esa clase social que tanto la criticó: "las he visto en lo grandes supermarkets, con carritos alumbrados de productos importados, arrastrados por guajiras piel cují, y en el fondo de los mismos el higiénico papel: Uno Scott de doble hoja, otro Cruz Blanca de Paveca."

DESENLACE DE LA OBRA

A medida que Nectario corregía la obra "literaria" escrita por Misleidy se sentía más cerca de ella, ya que sin tener toda la fortuna material que poseía el esposo de ésta, Nectario sabía, que a través de esa lectura, él podía convertirse en el ser más importante para ella, hasta llegar a transformarse en lo que él realmente deseaba: en el amor de su vida.

Nectario era consciente del brollo (chisme) que se tejía alrededor de su relación con ella, sin embargo, enamorado como estaba disfrutaba de éste y no le importaba que los "verbales untuosos" dijeran lo que quisieran, y usando el recurso de unas palabras tomadas de otra escritora, María Calcaño, se dice asimismo: "que se rían de nosotros, pero que se rían con envidia"

Esos mismos chismes sirven para darle la culminación a la trama, ya que no hay que perder de vista que el personaje principal de esta obra es la ciudad de Maracaibo. El escritor haciendo gala del uso de imágenes hermosamente escritas define el chisme como una características más de los ciudadanos de esa ciudad y señala: "el brollo tiene esa cualidad: ambicionar lo que no se tiene; es un hecho comunicacional que, a falta de poder manosear los cuerpos, manosea los nombres."

El desenlace se sigue desarrollando con todo el recorrido que hacen Nectario y Misleidy, precisamente en otro medio de transporte tan popular de la ciudad como lo es la Ruta 6 ¿Quién no conoce la Ruta 6 en Maracaibo, aunque nunca haya subido a ella? ¿Quién no sabe en Maracaibo que la Ruta 6 tiene como característica primordial que recorre casi toda la ciudad como no lo hace ninguna otra ruta? Ellos, juntos con el brollo armado, pasan por todas las calles que son conocidas y que forman parte del acervo cultural de Maracaibo: El Empedrao, Bella Vista, la Carretera Unión.

El escritor habla de la historia de la ciudad de una manera casi ingenua y hace mención a lo jeroglíficos escritos por el loco Atilio (un personaje popular de Maracaibo), que por estar tan loco, es el único que puede escribir en ese asfalto tan caliente de las calles de Maracaibo. Luego, haciendo gala de su gracia natural de escritor que sabe manejar bien el discurso escrito, hace mención de un hotel que es un icono en la ciudad descrita: el hotel Granada, donde se hospedó Gardel – acota- y menciona un cuento que recoge la historia de dicho hotel y que fue escrito por un tal Milton Quero; ese recurso de trasladar al propio escritor al futuro, estando en el presente, le da un toque mágico a la obra.

En el desenlace de la obra se señala que finalmente, Nectario decide contratar al taxista Valmore Concho (nombre muy singular) para que remodele su carro, y él pueda "hacer de las suyas" con su amada, imitando un capítulo de un libro de Madame Bovary cuando León hace el amor con Emma en un carruaje. La imaginación de Nectario está tan desbordada que compara la florecita que salía del sostén negro de Misleidy para sentirse él como si fuera Louis XIV, por lo de la flor de Lis.

La historia del romance de Misleidy y Nectario que se regó por todos los cofines de la ciudad, en sitios como el Club Comercio y el billar de caballeros, sitios tan lejanamente opuestos como las clases sociales que Misleidy trataba de imitar y de vivir. Se juzga un amor desmedido sin ni siquiera saber lo que realmente sucedía ente ellos. Interesante la alegoría de como corren los chismes de continente a continente cuando el autor se refiere al hombre bajito de la peluca verde que se encargó de traer el brollo de la capital de Suiza, vía Europa, Nueva York, Caracas, Maracaibo en vuelo de American Airlines, toda la especulación que se teje alrededor del mismo acontecimiento.

También, es digno de mencionar, en este desenlace de la obra, la ira contendida que sienten las niñas de clase alta de la sociedad de Maracaibo porque alguien tan insignificante como Misleidy hiciera lo que ellas, a lo mejor, han hecho, pero sin tanta promoción como la recibida por Misleidy.

Digno de señalar, en esta parte final de la obra, es el enfrentamiento de Misleidy con sus padres cuando le informó su decisión de dejar a su esposo Echeto e irse con un "Don Nadie", como Nectario. Para enfrentar a sus padres, Misleidy usa una frase copiada de Nectario: "la reputación es un invento social, una ficción de la conveniencia social que nos impide avanzar." Los padres de Misleidy quedan atónitos ante esas palabras pronunciadas por ella, ya que sabían que éstas no provenían de una persona como su hija. Misleidy tiene el coraje de tomar esa decisión porque ella estaba convencida de que su destino junto a Nectario estaba inscrito en la leyenda del cuento "Una muchacha Reclusa Raptada por Juya" que a ella se le antojó causal, y no casual, y la ayudó a tomar su decisión de escaparse con Nectario.

Grandioso es el acto conclusivo de cómo Echeto, el esposo de Misleidy, enfrenta su realidad en relación con su esposa: deseando matar al hombre que lo estaba haciendo infeliz o a la mujer que le era infiel, acaba con toda la colección de avioncitos que para él significaban sus restos de la historia de su niñez, y luego, llora como un niño su frustración y su dolor.

En la cúspide de la obra, el escritor vuelve a retomar la clase alta para mostrar como ésta se ensaña con figuras como Echeto y Misleidy ya que no les perdonan que ellos osaran meterse en su esfera social que éstos consideran única y exclusivamente de ellos.

Para rematar el conflicto de esta obra, el autor también hace mención a la imposibilidad de ser anónimos en una ciudad como Maracaibo. Esto refuerza el odio que este personaje siente hacia esa ciudad.

En esta parte final de la novela, volvemos a descubrir una faceta del Barón de la Enjuta Figura cuando, finalmente, decide pasear con su "puta-novia, o su novia-puta". La mujer de la cual se enamora, pero él, al igual que cualquier hombre de nuestra sociedad o de cualquier otra, le da terror que lo reconozcan cuando sale a caminar con aquella mujer de doble identidad: Katiuska (en su profesión de prostituta) y Mariola Jiménez Pedráñez ("la verdadera, la de la cédula"). El juego que ambos jugaban, pretendiendo ser lo que no eran: él haciéndose el desprejuiciado, y ella jugando a ser Mariola ("la normal, la ejecutiva, la señora, la que no era"). El escritor de forma magistral recoge en sus letras un acto social vergonzoso que el Barón quería que la puta Katiuska presentara ante sus amigos, para deshacerse de ella, y así quedar libre, ya que los prejuicios no lo dejaban disfrutar de aquello, que sea como fuere, para él era amor, mientras que en el caso de ella, ese acto del Barón de dejarla descubierta ante sus amigos la llenó de bravura para seguir adelante. La Expresión "sólo el dolor te lleva al conocimiento" signa el coraje de la mujer para enfrentar su condición social.

La obra concluye cuando Nectario revela a sus amigos, primero, el amorío con su amada, y segundo, el nombre de ella, por todos desconocidos. Él termina explicándoles a sus amigos cómo se adentró al mundo de la dama, corrigiéndole y cambiándole toda la estructura del texto y convirtiéndose en el personaje principal de la historia, pasando así a conquistar a una mujer casi que inalcanzable para él. Nectario decide irse a vivir a otra ciudad para poder liberarse del brollo que corría de boca en boca, y que él sabía que no los iban a dejar vivir su romance a plenitud.

El escritor corona el conflicto integrando la situación inicial que parecía meramente jocosa, representada ésta por la desesperación de Nectario al no poder soportar el inclemente sol de Maracaibo ni poder entender el comportamiento de los habitantes de una ciudad odiada por él, con otra situación cómica simbolizada por los giros y expresiones idiomáticas usadas por unos jóvenes estudiantes que frecuentaban el mismo bar que "el grupo de la testosterona". Estos mozos llamaban al grupo que formaban los cuatro amigos: "los cuatro del Liverpool" por ser personas sesentonas. Finalmente, el grupo de amigos vuelve a recontarse para leer una carta de Nectario donde explica su esperada muerte. El grupo de la testosterona, como todo en la vida, desaparece con la partida definitiva de Nectario. De esta forma, el autor pone punto final a su obra y el lector queda atrapado, maravillado, conmocionado, emocionado ante una realidad que no puede ser transmutada ni por un Maestro del Misticismo Oriental.

CONCLUSIÓN

Desde el punto de vista de la narrativa, esta novela cumple con los parámetros de una obra bien lograda: el escritor hace una presentación del relato de forma relevante y precisa para situar al lector en la trama que va a desplegar. Orienta al público lector en la intriga de la trama principal del relato con una excelente disposición interna, a través de las acciones que soportan la trama, refuerza cada una de esas acciones haciendo que el lector se identifique con el conflicto planteado y se motive para que lea con avidez hasta llegar al desenlace final de la pieza literaria. Las estrategias discursivas utilizadas como son la temporalidad que no es otra cosa que la sucesión de acontecimientos que transcurren en un tiempo que avanza; la unidad temática, garantizada por los sujetos autores (en este caso animados e inanimados de la obra); la transformación, me refiero a los estados de animo presentados a través de los personajes de la obra (tristeza, alegría, desgracia, felicidad); la unidad de acción, es decir, la forma tan magistral como el escritor, a través de una situación inicial llega a una situación final, y por medio de las relaciones causales de los acontecimientos, logra el proceso integrador que hace de la esta narrativa algo completo, ya que las ideas presentadas están bien desarrolladas. El escritor demuestra el dominio de la forma, ya que no solamente sabe transmitir un significado, sino que conoce cómo se estructura y se presenta, convencionalmente, este tipo de texto. Por otro lado, el contenido de la obra es interesante porque el escritor, a través de su observación, presenta una realidad de la conducta humana de personajes analizados en su contexto histórico y entorno social. Se encuentra en ese contenido reflexiones de tipo filosófico, humorístico, social, religioso, entre otros.

BIBLIOGRAFÍA

Mendoza, Nila (2007) Los Tipos de Textos en Español: Forma, Técnica y Producción. Serie Desarrollo del Lenguaje y la Comunicación. No.6. Caracas, IESALC. UNESCO. Disponible en (Serie Formación Docente)

Quero Arévalo, Milton (2005) Corrector de Estilo. Novela. Grupo Editorial Norma, Venezuela.

DATOS SOBRE EL ESCRITOR DE LA OBRA CORRECTOR DE ESTILO. MILTON QUERO ARÉVALO nació en en Coro Estado Falcón, Venezuela. Licenciado en Letras, egresado de la Universidad del Zulia. Egresado de la Escuela de Teatro Porfirio Rodriguez, Venezuela. Ha obtenido varios reconocimientos por sus obras literarias, entre ellos: Primer Premio de Narrativa en la Bienal de Literatura Antonio Arraíz (2002); Orden al Estimulo Literario Andrés Mariño Palacios otorgado por la Secretaría de la Cultura del Estado Zulia, Maracaibo, Venezuela; (2002); Mención de Honor en la Bienal de Literatura Miguel Ramón Utrera (2004); Primer Premio en la Bienal de Literatura Eduardo Sifontes (2004); Ganador del Premio de Novela Adriano González León Patrocinado por el Grupo Norma, el Pen Club de Venezuela y Econominvest Casa de Bolsa (2004) en la obra analizada Corrector de Estilo.

DATOS DE LA AUTORA:

NILA MENDOZA DE HOPKINS nació en Maracaibo, Venezuela. Profesora Emerita de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela. Obtuvo su maestría en Lingüística Aplicada en la Universidad de Lancaster, Inglaterra. Profesora invitada para dictar la cátedra Metodología en la Enseñanza de Idiomas con Propósitos Específicos en la Universidad de Concordia, en Canadá. Conferencista y panelista invitada a la Universidad de Puerto Rico en el I Congreso Bilateralidad Cerebral e inteligencias Múltiples. Invitada especial como panelista y conferencista sobre las estrategias de aprendizaje, en Cuba, en 1995. Ha publicado varios artículos a nivel nacional e internacional relacionados con Estrategias de Aprendizaje y la Enseñanza de Idiomas. Tiene dos libros de textos publicados: uno para enseñar inglés con Propósitos Específicos; y el otro, para enseñar a leer y escribir el inglés como lengua extranjera. Ganadora del 1er. Concurso de libro texto auspiciado por el Vicerrectorado Académico de la Universidad del Zulia (LUZ), en Venezuela. Actualmente, imparte la Cátedra Competencia Comunicativa en Lengua Escrita del Español, como profesora invitada en La Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA).

 

Nila Mendoza de Hopkins

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