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Parábola del buen samaritano


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. A modo de conclusión
  4. Citas bíblicas
  5. Bibliografía

Introducción

Como lo decíamos en el tema: "JESÚS NOS ENSEÑA POR MEDIO DE PARÁBOLAS"[1], donde Jesús afirma que las parábolas[2]"son aquellas breves narraciones dichas por Jesús de Nazaret que encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa". No son fábulas[3]pues en estas no intervienen personajes animales con características humanas, ni alegorías[4]pues se basan en hechos u observaciones creíbles, teniendo la mayoría de estos elementos de la vida cotidiana. Las parábolas se encuentran contenidas en los evangelios canónicos, aunque también se pueden encontrar en los evangelios, como el de Tomás y de Santiago, libros considerados apócrifos.

La finalidad de las parábolas de Jesús[5]es enseñar cómo debe actuar una persona para entrar al Reino de los Cielos y, en su mayoría, revelan también sus misterios. En ocasiones Jesús usó las parábolas como armas dialécticas contra líderes religiosos y sociales, como por ejemplo la Parábola del fariseo y el publicano; los usaba dependiendo de la ocasión.

Jesús dice que enseña usando parábolas para que comprendan su mensaje sólo aquellos que han aceptado a Dios en su corazón y para que los que tienen "endurecidos sus corazones" y han "cerrado sus ojos" no puedan entender[6]Por lo tanto comprender el mensaje de Jesús significaría ser un verdadero discípulo suyo y no entenderlo supone que no se está realmente comprometido con Él y por ende no podemos recibir su ayuda ni la de su mensaje. Existen algunos debates sobre si este es el significado original del uso de las parábolas o si en realidad fue agregado por Marcos para reforzar la fe de sus lectores, tal vez cuando se vio perseguido. Esta explicación parece ser esencial para comprender del todo el mensaje real de las parábolas de Jesús, ya que deja claro que es necesario tener fe en Él para entenderlas, o de otro modo se ven confusas.

En el presente tema, trataremos de la "Parábola del Buen Samaritano[7]redactada en las Sagradas Escrituras, (1) Lc. 10:25-37.

Desarrollo

La "parábola del buen samaritano" es una de las parábolas de Jesús más conocidas, relatada en el Evangelio de Lucas. Se la considera una de las parábolas más realistas y reveladoras del método didáctico empleado por Jesús de Nazaret, un ejemplo expresivo e incisivo de su mensaje exigente.

Presenta el tono que caracteriza a las llamadas  "parábolas de la misericordia" propias del Evangelio de Lucas. La parábola es narrada por el propio Jesús a fin de ilustrar que la caridad y la misericordia son las virtudes que guiarán a los hombres a la piedad y la santidad. Enseña también que cumplir el espíritu de la ley, el amor, es mucho más importante que cumplir la letra de la ley. En esta parábola, Jesús amplía la definición de prójimo. La elección de la figura de un samaritano, considerado un herético para los sectores más ortodoxos de la religión hebrea, sirve para redefinir el concepto de prójimo que se manejaba entonces. Jesús, mediante esta parábola muestra que la fe debe manifestarse a través de las obras, revolucionando el concepto de fe en la vida religiosa judía, entre los cuales resaltaban grupos como el de los fariseos a quienes Jesús en numerosas ocasiones llama hipócritas por su excesivo apego a la letra de la ley y su olvido por cumplir el espíritu de la ley. El contraste establecido entre los prominentes líderes religiosos inmisericordes y el samaritano misericordioso, es un recordatorio a los maestros de la ley (como es el caso del interlocutor de Jesús) de que estaban olvidando el principio de la verdadera religión y Jesús emplea un personaje despreciado por ellos para mostrarles su error.

La narración comienza cuando un doctor de la ley le preguntó a Jesús con ánimo de ponerlo a prueba qué debía hacer para obtener la vida eterna. Jesús, en respuesta, le preguntó al doctor qué está escrito en la ley de Moisés. Cuando el doctor cita la Biblia, y precisamente: "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (2), y la ley paralela "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (3), Jesús dijo que había respondido correctamente y lo invitó a comportarse en consecuencia. En ese punto, queriendo justificar su pregunta, el doctor preguntó a Jesús quién era su prójimo. Jesús le respondió con la parábola.

"Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle, y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio lo vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gusta algo más, te pagaré cuando vuelva.". ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?".

El doctor dijo: "El que practicó la misericordia con él." Díjole Jesús: "Vete y haz tu lo mismo." (4) Lc. 10:37.

Es de notar que Jesús no definió, tal como pretendía el doctor de la ley, quién es el prójimo: solo preguntó quién obró como prójimo del herido. Por la respuesta del legista queda implícito que se considera "prójimo" a todo aquel que obra compasivamente con otro hombre, es decir, la definición se da en función de la obra. Asimismo, el legista no respondió a Jesús directamente ("el samaritano"), sino indirectamente, al decir "el que tuvo compasión de él", lo que en general se interpreta como una dificultad de su parte en reconocer que no fueron el sacerdote o el levita quienes observaron el espíritu de la ley sino alguien que, en el ambiente judío, era considerado un hereje, un paria.

Estructura del pasaje.

El pasaje del Evangelio de Lucas -mostrativo del método didáctico usado por Jesús de Nazaret- consta de los siguientes elementos: (5)

  • 1) Pregunta de un maestro de la ley (Lc. 10:25).

  • 2) Contra pregunta de Jesús (Lc. 10:26).

  • 3) Respuesta del maestro de la ley (Lc. 10:27).

  • 4) Mandato de Jesús (Lc. 10:28).

  • 5) Nueva pregunta del maestro de la ley (Lc. 10:29).

  • 6) Contra pregunta de Jesús que contiene la parábola del buen samaritano (Lc. 10:30-36).

  • 7) Respuesta del maestro de la ley (Lc. 10:37).

  • 8) Mandato de Jesús (Lc. 10:37).

Contexto geográfico: el camino de Jerusalén a Jericó.

En la época de Jesús, era notorio el peligro y la dificultad que caracterizaba al camino de Jerusalén a Jericó, conocido como "Camino de Sangre", en razón de la sangre que allí se derramaba, de las muertes que ocurrían por causa de los ladrones. El camino se iniciaba a unos 750 metros sobre el nivel del mar, y bajaba unos mil metros hasta alcanzar Jericó, en el valle del Jordán, a 258 metros bajo el nivel del mar.

Martin Luther King, en su último discurso, pronunciado el 3 de abril de 1968 -el día anterior a su asesinato- y popularizado bajo el título "I've Been to the Mountaintop", traducido al español: "He estado en la cima de la montaña", donde describió el camino de Jerusalén a Jericó.

Personajes de la parábola.

El Sacerdote y el levita.

El sacerdote y el levita son los dos personajes que primero pasan por delante del judío apaleado y lo ignoran, siguiendo su camino a Jerusalén. Normalmente pensaríamos que esa actitud se debía a una pobre compasión y a una indiferencia al dolor, pero el significado va más allá. Es muy probable que ambos clérigos fueran rumbo a Jerusalén a oficiar en el Templo. La ley establecía que quien tocara un cadáver ensangrentado quedaría impuro hasta la noche, y alguien impuro no podía participar de los rituales religiosos. Estos dos destacados representantes de la observancia de la ley no ayudan al hombre que había sido totalmente despojado y se encontraba aparentemente muerto, por temor a contaminarse. Es por ello que el simbolismo del sacerdote y el levita no es de impiedad ni de crueldad, sino de anteponer formalismos rituales a la misericordia y el perdón. Esta imagen de la balanza entre el espíritu de la ley y la letra de la ley es uno de los pilares de la enseñanza de Jesús, y también del Antiguo Testamento: "misericordia quiero y no sacrificios". (6)

El samaritano.

La imagen del samaritano como el piadoso salvador del judío apaleado constituye toda una fragua al concepto de "prójimo". Los samaritanos y los judíos constituían rivales irreconciliables; unos a otros se consideraban herejes. Los judíos fundamentaban sus razones en que los samaritanos hacían su culto en el monte Garizim (o Gerizim) en lugar del Templo de Jerusalén. Además, solamente aceptaban a Moisés como único profeta, y no reconocían la tradición oral del Talmud, el libro de los Profetas ni el de los Escritos. Por su parte, los samaritanos odiaban a los judíos por las veces que estos habían destruido y profanado el santuario de Garizim.

Ciertamente no están mencionados sin intención el sacerdote y el levita. A buen seguro que tampoco es casual atribuir al hombre misericordioso condición de samaritano. Todo ello está muy deliberadamente escogido para subrayar la nueva noción de prójimo que Jesús quiere promulgar. Porque esta es la escuela y acerada enseñanza de su parábola: el amor al prójimo es hacer esto, y el prójimo es éste, un samaritano, un extraño.

Enseñanza fundamental.

El pasaje, presenta dos significados:

Una lección de "misericordia" hacia los necesitados, y un anuncio de que los no judíos pueden también observar la ley y, en consecuencia, entrar en la vida eterna.

Jesús no hace distinciones entre los hombres en este aspecto: todos son "prójimos", sin importar nacionalidad, religión, ni ideas políticas; porque prójimo es sinónimo de próximo, cercano. Asimismo, el sujeto tampoco reconoce límites, significando que la práctica del mandamiento del amor es para todos.

Jesús escoge a un "samaritano" para ilustrar el concepto de un sujeto cuya extensión es ilimitada.

En efecto, el objetivo de la parábola es "detener la atención del lector para obligarlo a imitar el comportamiento de un paria, de un samaritano".

Simbología e importancia.

Esta parábola es una de las más famosas del Nuevo Testamento, y su influencia es tal que el significado actual de samaritano en la cultura occidental es el de una persona generosa y dispuesta a ofrecer ayuda a quien sea que lo requiera. El "buen samaritano" se convirtió en símbolo típico de la fraternidad humana y del humanitarismo.

A modo de conclusión

Jesús utilizó parábolas frecuentemente para enseñar las verdades más elevadas en una forma que estuviese al alcance de todos. Su enseñanza contrastaba por su sencillez y sus imágenes con el estilo complejo de los antiguos filósofos.

Jesús, después de enseñar al pueblo en parábolas, continuaba enseñando a los discípulos en privado más directamente y con más profundidad de lo que era posible para el pueblo. Así los formaba para después encargarlos de divulgar esas verdades. (7)

Cuando los discípulos le preguntaron por qué enseñaba con parábolas, Jesús les respondió:

"Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: "Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis." ". (8)

No cabe duda, que la presente parábola está relacionada con la "caridad[8]y la "misericordia[9]de parte del "samaritano"; donde Jesús comparte estas virtudes a través de las parábolas que enseñaba, donde aproximadamente fueron 35.

Citas bíblicas

  • (1)  Lc. 10:25-37; (2) Dt. 6:5; (3) Lv. 19:18; (4) Lc. 10:37; (5) Lc. 10:25-37; (6) Os. 6:6; (7) Mr. 4:33, 34; (8) Mat. 13:11-15; (9) 1 R. 3:26; (10) Jer. 31:20, Sal. 103:13; (11) Gn. 43:30; (12) Sal. 106:45; (13) Dn. 9:9.

Bibliografía

  • 1) LA SAGRADA BIBLIA. Versión Reina Valera. 1995.

  • 2) DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2013. Madrid, España.

  • 3) LONGENECKER, Richard N.: "The Challenge of Jesus Parables", traducido al español: "El desafío de las parábolas de Jesús". 1994. New York.

  • 4) NAVARRETE OBANDO, Luis Alberto: "Jesús nos enseña por medio de parábolas". 2014. Cajamarca, Perú.

  • 5) RHEA JONES, Peter: "Studying the Parables of Jesus", traducido al español: "Estudio de las parábolas de Jesús". 2002. Cambridge, EE.UU.

Wikipedia: "Parábola del Buen Samaritano". Disponible en: http://www.es.wikipedia.org/wiki/Parábola_del_buen_samaritano.

Parábola del buen samaritano - Bible: Lucas 10:25-37NVI. Disponible en: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Lucas+10%3A25.

LA PARABOLA DEL BUEN SAMARITANO. Disponible en: www.adorasi.com/temas/parabolas-de…/parabola-buen-samaritano.php.

(9) Disponible en: Wikipedia, la enciclopedia libre – Caridad (virtud), http://www.es.wikipedia.org/wiki/Caridad_(virtud).

(10) Disponible en: Wikipedia, la enciclopedia libre – Misericordia, http://www.es.wikipedia.org/wiki/Misericordia.

(12) Disponible en: Vocabulario bíblico: Misericordia, http://www.hjg.com.ar, http://www.hjg.com.ar/vocbib/art/misericordia.html.

  • 11) Video en Youtube: "La Parábola del Buen Samaritano". URL: http://youtu.be/K0A9u4kaM1g.

  • 12) Video en Youtube: "La Parábola del Buen Samaritano". URL: http://youtu.be/4JnHzxY8w9A.

  • 13) Video en Youtube: "La Parábola del Buen Samaritano". URL: http://youtu.be/CMz4M__VLTM.

Cajamarca, 29 de Agosto del 204.

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* Dr. Luis Alberto Navarrete Obando; Abogado; Docente Universitario Investigador; Ensayista, Escritor y Poeta; Magister en Educación Universitaria, con especialidad en Investigación Universitaria; especialista y con estudios de post grado en Filosofía y Humanidades. Colaborador de la Revistas Virtuales de las Universidades de La Habana – Cuba, http://[email protected]; Universidad Nacional Autónoma de MéxicoUNAM – D.F. México, http://www.unam.mx; Universidad de Madrid – España, http://www.monografias.com; consultor permanente de la UNESCO, en Temas de Educación, Cultura y Desarrollo Social para América Latina y El Caribe, http://www.es.unesco.org?.

Nota.- El autor del presente trabajo es Columnista periodístico: "Derecho y Sociedad", de los Diarios "La República", http://www.larepublica.com.pe; "El Comercio", http://www.elcomercio.com.pe; Diario Oficial "El Peruano", http://www.elperuano.com.pe; Diario Oficial de Cajamarca, "Panorama Cajamarquino", de circulación Regional (Cajamarca), http://[email protected].

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"Con el mejor recuerdo, a don José Quirino Araujo Chávez, quien fuera como una padre para mí, por sus acertados y sanos consejos; quien además deseaba que la gente sea como el buen samaritano, llenos de bondad, compañerismo, caridad y misericordia."

 

 

Autor:

Dr. Luis Alberto Navarrete Obando*

ABOGADO – DOCENTE UNIVERSITARIO – ESCRITOR

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[1] NAVARRETE BANDO, Luis Alberto: “Jesús nos enseña por medio de parábolas”. 2014. Cajamarca, Perú. pp. 12 – 27.

[2] Según el Diccionario de la Real Academia Española, describe que las “parábolas” es una: “Narración de un suceso fingido, de que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral.”

[3] Ob. Cit. “fábulas”, es un: “Breve relato ficticio, en prosa o verso, con intención didáctica frecuentemente manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados.”.

[4] Ob. Cit. “alegorías”, es una: “Ficción en virtud de la cual algo representa o significa otra cosa diferente. Obra o composición literaria o artística de sentido alegórico.”

[5] LONGENECKER, Richard N.: “The Challenge of Jesus Parables”, traducido al español: “El desafío de las parábolas de Jesús”. 1994. New York. pp. 129 – 202.

[6] RHEA JONES, Peter: “Studying the Parables of Jesus”, traducido al español: “Estudio de las parábolas de Jesús”. 2002. Cambridge, EE.UU. pp. 123 – 133.

[7] Según el Diccionario de la Real Academia Española, Ob. Cit., describe que: “samaritano”, “es una persona compasiva que ayuda a otra. También se dice que las personas que son de Samaria, o relativo a esta región y ciudad de Asia Antigua. Lengua hablada en Samaria”. Pero el interés del desarrollo de nuestro tema, representa la primera descripción.

[8] La “caridad” es una de las tres virtudes teologales, junto con la “esperanza” y la “fe”. Tanto el DRAE en su primera acepción como la Iglesia católica consideran que la caridad es aquella virtud teologal por la cual se ama a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y al prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios (Catecismo de la Iglesia católica, 1822). La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión (Catecismo de la Iglesia católica, 1829). Disponible en: Wikipedia, la enciclopedia libre – Caridad (virtud), http://www.es.wikipedia.org/wiki/Caridad_(virtud).

[9] “Misericordia” es la disposición a compadecerse de los trabajos y miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente de perdón y reconciliación. Es más que un sentido de simpatía, es una práctica. En el cristianismo, es uno de los principales atributos divinos. La misericordia es también un sentimiento de pena o compasión por los que sufren, que impulsa a ayudarles o aliviarles; en determinadas ocasiones, es la virtud que impulsa a ser benévolo en el juicio o castigo. En latín: misere (miseria, necesidad); cor, cordis (corazón) e ia, hacia los demás. Tener un corazón solidario con aquéllos que tienen necesidad. Disponible en: Wikipedia, la enciclopedia libre – Misericordia, http://www.es.wikipedia.org/wiki/Misericordia. Según la interpretación bíblica, podemos afirmar, que: El lenguaje corriente, influenciado sin duda por el latín de iglesia, identifica la misericordia con la compasión o el perdón. Esta identificación, aunque valedera, podría velar la riqueza concreta que Israel, en virtud de su experiencia, encerraba en la palabra. En efecto, para él la misericordia se halla en la confluencia de dos corrientes de pensamiento, la compasión y la fidelidad. El primer término hebreo (ra'hamim), expresa el apego instintivo de un ser a otro. Según los semitas, este sentimiento tiene su asiento en el seno materno, “rehem” (9), en las entrañas (rahamim) -nosotros diríamos: el corazón- de un padre (10), o de un hermano (11), es el cariño o la ternura; inmediatamente se traduce por actos: en compasión con ocasión de una situación trágica (12), o en perdón de las ofensas (13). El segundo término hebreo (hesed), traducido ordinariamente en griego por una palabra que también significa misericordia (eleos), designa de suyo la piedad, relación que une a dos seres e implica fidelidad. Con esto recibe la misericordia una base sólida: no es ya únicamente el eco de un instinto de bondad, que puede equivocarse acerca de su objeto o su naturaleza, sino una bondad consciente, voluntaria; es incluso respuesta a un deber interior, fidelidad con uno mismo. Las traducciones de las palabras hebreas y griegas oscilan de la misericordia al amor, pasando por la ternura, la piedad o conmiseración, la compasión, la clemencia, la bondad y hasta la gracia (hebreo: len), que, sin embargo, tiene una acepción más vasta. A pesar de esta variedad, no es, sin embargo, imposible circunscribir el concepto bíblico de la misericordia. Desde el principio hasta el fin manifiesta Dios su ternura con ocasión de la miseria humana; el hombre, a su vez, debe mostrarse misericordioso con el prójimo a imitación de su Creador. Disponible en: Vocabulario bíblico: Misericordia, http://www.hjg.com.ar, http://www.hjg.com.ar/vocbib/art/misericordia.html.