- Objetivo
- Marco teórico I
- Marco teórico II: Diagnóstico
- Marco teórico III: Epidemiológico
- Incidencias del Cáncer de Colon en el mundo
- Conclusiones individuales
- Conclusión General
- Bibliografía
Todos los días la ciencia nos demuestra que cada vez hay más para ver y saber.
Entonces cuando hablamos de ciencia hacemos referencia a todo el conocimiento que se obtiene mediante la observación de patrones regulares o todos los razonamientos y la experimentación posible.
¿Por qué entonces esto es tan importante?
Sencillamente porque es el punto de partida posible para que los temas relacionados con la investigación y la epidemiologia vayan de la mano.
Y donde si no en temas como el cáncer de colon pueden aplicarse todo ese bagaje basado en la evidencia y en la observación.
"CANCER DE COLON" cuánto hay detrás de esa palabra, ¿Cómo se produce? ¿Cuál es su evolución? ¿Existen métodos de prevención posible? ¿Es verdad que tiene una carga hereditaria importante?
¿Cuál es su prevalencia? ¿Podemos contar con datos importantes que nos muestre si la "prevención es la clave" para este tipo de afecciones?
¿Sabemos cuál es el oncogén que lo produce y los genes afectados?
Se toma en cuenta lo investigado, lo estudiado y lo determinado por fuentes confiables, el resto es el camino que queda por recorrer.
1. ¿Qué es el Cáncer de Colon?
El cáncer de colon es una enfermedad que se desarrolla debido a que la mucosa del colon contenida en un pólipo existente evoluciona por diferentes causas hasta convertirse en un tumor maligno. Normalmente las células malignas se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso.
Este tipo de cáncer es uno de los más comunes a nivel mundial y también de los más fáciles de diagnosticar. Además, las tasas de curación son elevadas si se detecta precozmente y tarda mucho en desarrollarse.
El colon, junto con el recto (porción final del intestino grueso) es el lugar donde se almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano. Al encargarse de esta labor, acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la aparición de un cáncer. Por eso es importante reducir el tiempo de acumulación al mínimo adoptando una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal adecuado evitando el estreñimiento.
El cáncer de colon puede crecer de tres formas:
- Crecimiento local: En este caso el tumor invade profundamente todas las capas de la pared del tubo digestivo. En primer lugar, el tumor maligno crece desde la mucosa, se expande por la serosa y llega a las capas musculares. En el momento que el cáncer traspasa la pared del intestino puede diseminarse a todos los órganos.
- Diseminación linfática: Cuando el tumor va profundizando en la pared del intestino puede llegar a los órganos utilizando la red de vasos linfáticos que permiten el acceso a múltiples regiones ganglionares. Una de las características de esta difusión es que se realiza de forma ordenada alcanzando primero a los ganglios cercanos hasta llegar a los más alejados.
- Diseminación hematógena: Aquí el tumor se sirve del torrente sanguíneo para diseminar las células cancerígenas al hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro, principalmente.
2. ¿Cómo se produce?
La mayoría de cánceres de colon y recto se desarrollan a partir de un pólipo adenomatoso o adenoma. Un pólipo es una tumoración o protuberancia circunscrita visible macroscópicamente que se proyecta en la superficie de una mucosa.
Aunque la mayoría de pólipos no progresa a cáncer -se estima que menos del 20% lo harán-, más del 80% de los cánceres de colon y recto posiblemente han pasado por esta fase en algún momento de su desarrollo.
Dentro de los adenomas, se distinguen entre los de bajo riesgo y los de alto riesgo, en función de la probabilidad de progresión a cáncer. Los factores que condicionan este riesgo de progresión son el número de pólipos (más elevado cuando son 3 o más), el tamaño del mismo (más elevado cuando es superior a 1 cm), y la presencia de componente velloso o displasia de alto grado (ambas son características microscópicas evaluadas por el patólogo tras la resección del pólipo, y cuya presencia se asocia a un incremento de riesgo de progresión a cáncer)
Dado que es difícil distinguir entre los distintos tipos de pólipos desde un punto de vista macroscópico, es decir, a partir de la imagen que proporciona la colonoscopia, se recomienda la extirpación de todos los pólipos para su posterior estudio anatomopatológico. Una excepción a esta norma pueden ser los pólipos de escasos milímetros detectados en el recto, ya que su potencial de degeneración es nulo.
El tiempo estimado para la progresión desde la mucosa normal hasta la aparición del cáncer, pasando por la etapa de pólipo, es de más de 10 años. En algunas circunstancias, como por ejemplo en determinadas formas hereditarias de cáncer colorrectal (síndrome de Lynch), la progresión puede ser más rápida.
3. Oncogén que lo produce y genes afectados:
La activación de oncogenes se produce mediante una mutación de un solo de los alelos. Los oncogenes que con más frecuencia se han implicado en la génesis del CCR son c-myc y c-K-ras; se han hallado con menos frecuencia c-src, c-myb y c-erb-b2.
El oncogén K-ras interviene en la transducción de los estímulos nitrógenos de la membrana al núcleo. Se han detectado mutaciones puntuales en el 40 – 71% de los CCR y en el 40% de los pólipos adenomatosos. Curiosamente, la mutación de 1 cm y solo en el 10% de los menores de 1 cm, por lo que parece estar implicado en la evolución de los adenomas de pequeños a grandes, lo que supone mayor riesgo de malignizacion.
El oncogén c-myc se encuentra sobre expresado en el 60% de los adenomas y en el 70% de los CCR. Su principal función es la de codificar una fosfoproteína necesaria para la síntesis del ADN.
Respecto a la inactivación de genes supresores, a diferencia de los oncogenes, en los que con una mutación en uno de los alelos es suficiente para que se sobre expresen, en los genes supresores se requiere la inactivación de ambos alelos para que pierdan su función.
El gen APC (Adenomatous Polyposis Coli) se localiza en el brazo largo del cromosoma 5. Cuando una mutación lo inactiva se produce una acumulación de ß-Caterina, proteína involucrada en el citoesqueleto celular y en los sistemas de adhesión celular. La inactivación del gen APC se detecta en el 35 – 80% de los CCR esporádicos y adenomas. Además las mutaciones de este gen en la línea germinal son responsables de la poliposis adenomatosa familiar (FAP). Es una enfermedad que se transmite de forma autosómica dominante y responsable del 1% del total de CCR. Típicamente debuta en torno a los 20 años con cientos de pólipos adenomatosos en colon y recto, que evoluciona hacia la transformación maligna en el 100% de los casos antes de los 45 años, a menos que se practique una colectomia total profiláctica.
El gen MCC (Mutated in Colon Carcinoma) es otro gen localizado en el brazo largo del cromosoma 5. Se cree que puede interaccionar con el gen APC y forma complejos biológicos que pueden regular la proliferación y la diferenciación. Se detectan delaciones de este gen en el 55% de los casos de CCR.
El gen DCC (Deleted in Colorectal Cáncer) se localiza en el cromosoma 18 y se detecta en el 11% de los adenomas y en el 73% de los CCR. Está implicado en la síntesis de moléculas de adhesión celular.
El gen P53, se localiza en el brazo corto del cromosoma17. La deleción de 17p se observa en el 75 – 95% de los CCR; resulta poco frecuente en adenomas.
4. Síntomas:
El cáncer colorrectal tiene una larga evolución y sus síntomas pueden variar dependiendo de la localización del tumor en el intestino grueso. Las molestias más frecuentes aparecen en la fase avanzada de la enfermedad. Sin embargo, estos síntomas no son exclusivos del cáncer de colon y pueden producirse en otras patologías como las hemorroides o determinados trastornos digestivos. Los especialistas recomiendan acudir al médico en cuanto aparezcan para facilitar que el diagnóstico se realice de forma adecuada. Los más comunes son:
Cambios en el ritmo intestinal
Los pacientes que tienen cáncer de colon pueden, en algunos casos, tener diarrea y, en otros, estreñimiento. La segunda opción es común en aquellas personas que previamente a la enfermedad tenían un ritmo intestinal normal. Sin embargo, la opción más frecuente es que el paciente sufra periodos de estreñimiento combinados con periodos en los que padece diarrea.
Sangre en las heces
El síntoma más frecuente de este tumor maligno es que el paciente presente sangre en las heces. El color de la sangre puede ser roja o negra. La presencia de la sangre roja se da principalmente cuando la persona presenta tumores de la parte más distal del colon y recto. En el caso de la sangre negra, éste color aparece porque la sangre está digerida y procede de tramos más próximos del colon dando lugar a haces negras que se conocen con el nombre de melenas. Si este síntoma no se diagnostica pronto y el paciente no recibe el tratamiento adecuado puede agravarse y dar lugar a la aparición de una anemia. En estos casos el paciente puede sufrir mareos, cansancio o tener la sensación de que le falta el aire, entre otros síntomas.
Por otro lado, el enfermo puede detectar que sus deposiciones cambian de tamaño y son más estrechas. Esto se produce porque el intestino se está estrechando.
Si los tumores están situados en la parte distal del colon, el paciente también puede tener la sensación de que no se completa la deposición y que la evacuación es incompleta.
Dolor o molestia abdominal
Las molestias y los dolores abdominales suelen ser muy comunes. Esto se debe a que el tumor obstruye en parte el tubo intestinal y se produce un dolor y una situación parecida a la de los cólicos. En algunos casos el cierre del tubo puede llegar a completarse y se produce una obstrucción intestinal, en estas situaciones es necesario que el paciente reciba atención médica quirúrgica urgente.
Pérdida de peso sin causa aparente, pérdida de apetito y cansancio constante
Al igual que otras enfermedades relacionadas con el estómago, el cáncer de colon, especialmente cuando se encuentra en un estado avanzado presenta estos síntomas.
5. ¿Se puede prevenir? ¿Cuáles son sus factores de riesgo?
Existen diferentes acciones que las personas pueden adoptar para la prevención del cáncer de colon. Las medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo son:
Consumir más alimento ricos en fibras como las frutas, verduras, arroz integral y salvado.
Consumir más crucíferas como el repollo, brócoli, coliflor.
Aumentar la ingesta de leche y otros lácteos de bajo contenido graso que aportan calcio, también se pueden ingerir suplementos de calcio con vitamina D con supervisión médica.
Incrementar la ingesta de pescados como el salmón y también mariscos.
Disminuir la ingesta de grasas, manteca y carnes rojas.
Limitar la ingesta de alimentos a la parrilla con carbón y evitar alimentos curados con sal.
Realizar ejercicios periódicamente
Evitar el tabaco
Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas
Evitar el sobrepeso
Estas recomendaciones son de carácter general y constituyen lo que se denomina como prevención primaria del cáncer de colon. A partir de los 50 y hasta los 75 años es fundamental que todas las personas, aunque carezcan de síntomas, se realicen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. Esto se denomina prevención secundaria de la enfermedad. Diversos estudios han demostrado que la prevención primaria y secundaria son los instrumentos más efectivos para reducir la incidencia y la morbimortalidad de este padecimiento.
Con todo lo expuesto hasta el momento, se deben consultar con un profesional:
Personas que presenten síntomas tales como sangrado o cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia o pérdida de peso y se deberán realizar exámenes del intestino, como la colonoscopia, para detectar la causa y proceder a su tratamiento
Los varones y mujeres entre 50 y 75 años, sin síntomas ni antecedentes familiares para efectuarse alguno de los exámenes preventivos
Las personas con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (sin importar su edad)
Los familiares cercanos (padres, hermanos o hijos) de una persona que ha tenido cáncer de colon o pólipos adenomatosos (sin importar la edad)
Las personas que han tenido pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal
En caso de existir antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse con un médico especialista debido a que puede ser necesaria la realización de exámenes a más temprana edad.
6. Factores de riesgo de cáncer colorrectal:
El cáncer de colon es el resultado de una interacción entre la susceptibilidad genética y los distintos factores biológicos y ambientales.
Factores Ambientales
Dieta:
Es uno de los factores de riesgo más significativos. Una dieta que es alta en contenido de carne suele ser alta en grasa y en la ingesta calórica, mientras que las dietas ricas en frutas y verduras también son altas en fibra y en micronutrientes.
La carne, la grasa y la ingesta de calorías:
Los países que tienen una dieta occidentalizada, la cual es alta en contenido de carne, grasas animales y baja en fibra, tienen una mayor incidencia sobre dicho cáncer. Los constituyentes que parecen tener mayor influencia son la ingesta de carne de vaca, grasas saturadas y calorías. Los tres tienen una correlación positiva con la incidencia de cáncer colorrectal. Además, las dietas con un alto consumo de calorías, sobre todo si una gran proporción (> 40%) provienen de la grasa animal, se asocian con una mayor incidencia. En países como Japón, donde la dieta tradicional baja en grasa se ha sustituido por una dieta más occidentalizada, la incidencia de cáncer colorrectal se ha incrementado en 2,5 veces.
Fibra:
La fibra dietética reduce el tiempo de tránsito colónico, limitando la exposición a agentes carcinógenos. La fibra afecta la concentración de ácidos biliares en las heces, en primer lugar por los ácidos biliares y en segundo lugar mediante la reducción de pH, que inhibe la conversión a los ácidos biliares secundarios que son potencialmente más cancerígenos. La fibra dietética se divide en dos tipos, la soluble que está presente en frutas y verduras (pectinas, gomas y mucílagos) y la insoluble que se encuentran principalmente en los cereales (Celulosa, hemicelulosa y ligninas). Un gran número de estudios se han realizado para evaluar la influencia de la fibra en la dieta sobre el cáncer colorrectal, los cuales determinaron que la fibra soluble en frutas y verduras es más protectora que la fibra insoluble se encuentra en los cereales.
Vitaminas y oligoelementos:
Las vitaminas A, C y E, y el oligoelemento selenio tienen una acción antioxidante. Las dietas que son ricas en estos factores se asocian con un riesgo menor de cáncer colorrectal. La ingesta de calcio también está inversamente correlacionada con la incidencia de cáncer colorrectal. Hay una disminución del 75% en el cáncer colorrectal en poblaciones con ingesta de calcio mayor que 1200 mg / día. La vitamina D también es protectora del cáncer colorrectal. El aumento de la latitud se asocia con la disminución de la exposición al sol y también con mayor incidencia de cáncer colorrectal. La tasa de cáncer colorrectal se redujo a la mitad en los pacientes que ingieren más de 3,75 gramos / día de vitamina D.
Factores del paciente:
Los pólipos:
El 70 a 90% de los cánceres colorrectales se desarrollan en pólipos preexistentes, por lo general adenomas, que pueden ser tubular, túbulo-velloso o vellosidades. El riesgo de progresión maligna en los pólipos está determinada por cuatro factores: tamaño, tallo, la arquitectura y la displasia. Pólipos de menos de 6 mm de tamaño tienen menos del 1% de posibilidades de cambio maligno. Esta se eleva a 5% en los pólipos 1-2 cm de tamaño, a más de 10% en los pólipos más de 2 cm. Los adenomas vellosos son más propensos que los tubulares para convertirse en invasores
Enfermedad Inflamatoria Intestinal:
La enfermedad de Crohn se asocia con un mayor riesgo de malignidad tanto intestino delgado y grueso. El riesgo de cáncer colorrectal suele ser de 4 a 20 veces mayor que la de la población general. Hay un alto porcentaje de tumores que surgen en las secciones inflamadas, estenosis y fístulas.
Estilo de vida y ocupación:
Las personas que fuman tienen tres veces mayor riesgo de desarrollar adenomas, en comparación con los no fumadores. El alto consumo de alcohol también está asociado con niveles más altos de cáncer colorrectal. Hay una fuerte correlación con el consumo de cerveza y el cáncer rectal que no se ve con otros tipos de bebida alcohólica. El ejercicio también ha sido implicado como protectora del cáncer colorrectal. Las personas que tienen ocupaciones extenuantes tienen la mitad del riesgo de desarrollar lesiones de colon unilateral izquierdo, que las personas con ocupaciones sedentarias.
Se puede tener un riesgo medio o mayor de cáncer colorrectal dependiendo de la edad y de la historia médica familiar.
Riesgo medio: Cuando se tiene 50 años o más y ningún antecedente familiar de cáncer de colon.
Factores de mayor riesgo: Este riesgo aumenta si se presentan antecedentes personales de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos.
Historia familiar de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos en uno o los dos padres y/o en uno o más hermanos o hijos.
Antecedente familiar de varios tipos de cáncer, que afectan la mama, ovarios, útero y otros órganos.
Antecedente personal de enfermedad inflamatoria intestinal, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
Si heredó el síndrome de Poliposis Adenomatosa Familiar (PAF), en el que se presenta cientos de pólipos en el colon o recto durante los años de la adolescencia; generalmente puede desarrollar cáncer a los 30 años.
Síndrome de Lynch (Síndrome hereditario de cáncer de colon no polipósico), el cual, a diferencia del PAF, no se caracteriza por la presencia de un gran número de pólipos.
Cabe destacar que el género no es un factor de riesgo.
Existe una percepción falsa de que las mujeres tienen menos probabilidad de padecer cáncer colorrectal que los hombres, pero tanto los hombres como mujeres son igualmente afectados por este cáncer.
7. Estadios de la enfermedad y opciones de tratamiento en cada uno de ellos:
Las opciones para el tratamiento de esta enfermedad dependen de la etapa del tumor, es decir, cuánto se ha diseminado o a qué profundidad ha llegado en la pared intestinal y otros tejidos así como también si se ubica en el colon o en el recto. En general, los estadios 0, I, II y III pueden curarse mediante cirugía. Sin embargo, muchos pacientes con cáncer colorrectal en estadio III, y algunos en el estadio II, reciben quimioterapia después de la cirugía para aumentar las probabilidades de eliminar la enfermedad. Los pacientes que tienen ganglios positivos o tumores que se extienden en los tejidos grasos que rodean al recto reciben quimioterapia y radiación, comúnmente antes de la cirugía. El tratamiento también depende de la edad, la historia clínica, el estado de salud general del paciente y su tolerancia a determinados medicamentos y tratamientos. Por lo general, el estadio IV no puede curarse, pero sí tratarse, y es posible controlar el crecimiento del cáncer y los síntomas de la enfermedad.
Etapa 0
También llamado carcinoma in situ, se caracteriza por la presencia de células anormales en la mucosa (capa más interna) de la pared del colon. Estas células anormales se pueden volver cancerosas. En este estadio, el cáncer no creció más allá del revestimiento interno del colon, por lo tanto lo único que se necesita es cirugía para extirparlo. Esto se puede lograr en la mayoría de los casos con una polipectomía (extirpación del pólipo) o escisión local a través de un colonoscopio. Si el tumor es demasiado grande es posible que sea necesario realizar una resección del colon (colectomía).
Fuente: www.cancer.gov
Etapa I
El cáncer se formó en la mucosa (capa más interna) de la pared del colon y se diseminó a la submucosa (capa de tejido debajo de la mucosa). También se puede haber diseminado a la capa muscular de la pared del colon pero no se propagó fuera de la pared del colon en sí (ni hacia los ganglios linfáticos adyacentes). Si el cáncer fue parte de un pólipo, el mismo se extrae completamente, y si no había presencia de células cancerosas en los bordes (márgenes), puede que no sea necesario administrar otro tratamiento. Si el cáncer en el pólipo era de alto grado, había células cancerosas en los bordes, no se pudo extirpar completamente o si tuvo que ser extraído en muchos fragmentos, dificultando ver si había células cancerosas en los bordes, se puede recomendar realizar más cirugía. Para los cánceres que no están en un pólipo, el tratamiento consiste en colectomía parcial (cirugía para extirpar la sección del colon que contiene cáncer y los ganglios linfáticos cercanos). No se necesita terapia adicional.
Fuente: www.cancer.gov
Etapa II
En este estadio, el cáncer se divide en partes:
Estadio IIA: el cáncer se diseminó a través de la capa muscular de la pared del colon a la serosa (capa más externa) de la pared del colon.
Estadio IIB: el cáncer se diseminó a través de la serosa (capa más externa) de la pared del colon, pero no a los órganos cercanos.
Estadio IIC: el cáncer se diseminó a través de la serosa (capa más externa) de la pared del colon a órganos cercanos.
Fuente: www.cancer.gov
La colectomía parcial podría ser el único tratamiento que se necesita. Aunque las tasas de cura para la cirugía por sí misma son bastante buenas y los tratamientos adicionales ofrecen pocos beneficios para las personas con cáncer de colon en este estadio, si el cáncer tiene un mayor riesgo de regresar debido a factores como:
El cáncer luce muy anormal cuando se observa con un microscopio (es de alto grado).
El cáncer ha crecido hacia los órganos cercanos.
El cirujano no extirpó al menos 12 ganglios linfáticos.
Se encontró cáncer en o cerca del margen (borde) de la muestra quirúrgica, lo que significa que algo de cáncer pudo haber quedado.
El cáncer ha bloqueado (obstruido) el colon.
El cáncer causó una perforación (orificio) en la pared del colon.
El médico puede recomendar el uso de quimioterapia después de la cirugía (quimio adyuvante).
Si el cirujano no está seguro de que el cáncer se extrajo totalmente debido a que estaba creciendo hacia otros tejidos, puede recomendar radioterapia para tratar de destruir cualquier célula cancerosa remanente.
Etapa III
Se divide, a su vez, en tres estadios: IIIA, IIIB y IIIC.
En el estadio IIIA:
El cáncer se diseminó a través de la mucosa (capa más interna) de la pared del colon a la submucosa (capa de tejido debajo de la mucosa) y se puede haber diseminado a la capa muscular de la pared del colon. El cáncer se diseminó a por lo menos uno, pero no más de tres ganglios linfáticos cercanos, o se formaron células cancerosas en los tejidos cercanos a los ganglios linfáticos.
El cáncer se diseminó a través de la mucosa (capa más interna) de la pared del colon a la submucosa (capa de tejido debajo de la mucosa). El cáncer se diseminó a cuatro, pero no a más de seis, ganglios linfáticos cercanos.
Fuente: www.cancer.gov
En el estadio IIIB:
El cáncer se diseminó a través de la capa muscular del colon a la serosa (capa más externa) de la pared del colon o se diseminó a través de la serosa, pero no a órganos cercanos. Se diseminó a uno, pero no más de tres, ganglios linfáticos cercanos o se formaron células cancerosas en los tejidos cercanos a los ganglios linfáticos.
El cáncer se diseminó a la capa muscular de la pared del colon o a la serosa (capa más externa) de la pared del colon. Se diseminó a por lo menos cuatro, pero no más de seis, ganglios linfáticos cercanos.
El cáncer se diseminó a través de la mucosa (capa más interna) de la pared del colon a la submucosa (capa de tejido debajo de la mucosa) y se puede haber diseminado a la capa muscular de la pared del colon. Se diseminó a siete o más ganglios linfáticos.
www.cancer.gov
En el estadio IIIC:
El cáncer se diseminó a través de la serosa (capa más externa) de la pared del colon, pero no se diseminó a órganos cercanos. Se diseminó a por lo menos cuatro, pero no más de seis, ganglios linfáticos cercanos.
El cáncer se diseminó a través de la capa muscular de la pared del colon a la serosa (capa más externa) de la pared del colon o se diseminó a través de la serosa, pero no se diseminó a órganos cercanos. Se diseminó a siete o más ganglios linfáticos cercanos.
El cáncer se diseminó a través de la serosa (capa más externa) de la pared del colon y se diseminó a órganos cercanos. Se diseminó a uno o más ganglios linfáticos cercanos, o se formaron células cancerosas en los tejidos cercanos a los ganglios linfáticos cercanos.
Fuente: www.cancer.gov
El tratamiento común es la colectomia parcial seguida de quimioterapia adyuvante. El régimen FOLFOX (5-FU, leucovorín, y oxaliplatino) o el régimen CapeOx (capecitabina y oxaliplatino) se usan con más frecuencia, aunque algunos pacientes pueden recibir 5-FU con leucovorín o capecitabina sola según la edad y sus necesidades de salud.
Al igual que en la etapa anterior, el médico también puede recomendar la radioterapia si el cirujano cree que pudieron haber quedado algunas células cancerosas después de la cirugía.
La radioterapia y/o la quimioterapia pueden ser opciones para las personas que no están lo suficientemente saludables como para someterse a cirugía.
Etapa IV
Se divide en dos estadios: IVA y IVB.
Estadio IVA: el cáncer se puede haber diseminado a través de la pared del colon y se puede haber diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos. Se diseminó a un órgano que no está cerca del colon, como el hígado, un pulmón o un ovario, o a un ganglio linfático lejano.
Estadio IVB: El cáncer se puede haber diseminado a través de la pared del colon y se puede haber diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos. Se diseminó a más de un órgano que no está cerca del colon o al revestimiento de la pared abdominal.
Fuente: www.cancer.gov
En este estadio el cáncer se propagó desde el colon hasta órganos y tejidos distantes. Con más frecuencia, el cáncer de colon se propaga al hígado, aunque también se puede propagar a otros lugares, tal como a los pulmones, el peritoneo (la membrana que recubre la cavidad abdominal) o a los ganglios linfáticos distantes.
En la mayoría de los casos, es poco probable que la cirugía cure estos cánceres. Sin embargo, si sólo hay presentes pocas y pequeñas áreas de propagación (metástasis) en el hígado o los pulmones y se pueden extirpar completamente junto con el cáncer de colon, la cirugía puede ayudar a que el paciente viva más y hasta podría llegar a curarlo. Esto significaría realizar una colectomía parcial, además de la cirugía para eliminar las áreas de propagación del cáncer. Por lo general, también se administra quimioterapia después y/o antes de la operación.
Si las metástasis no se pueden extirpar quirúrgicamente debido a que son muy grandes o hay demasiadas, se puede administrar quimioterapia antes de cualquier cirugía. Luego, si el tamaño de los tumores se reduce, se puede tratar una cirugía. Entonces, se puede administrar nuevamente quimioterapia después de la cirugía. Otra opción sería destruir los tumores en el hígado con ablación o embolización.
Si el cáncer se ha propagado muy ampliamente como para tratar de curarlo con cirugía, la quimioterapia es el tratamiento principal. A veces, la cirugía es necesaria si el cáncer está bloqueando el colon, o es probable que lo haga. Se puede evitar tal cirugía al insertar un "stent" (un tubo hueco de metal o plástico) en el colon durante la colonoscopia con el fin de mantenerlo abierto. De lo contrario, puede que en algunos casos aún se lleven a cabo operaciones, tales como una colectomía o una colostomía de derivación, ésta consiste en una abertura quirúrgica, o estoma, a través de la cual el colon se conecta a la superficie abdominal para proporcionar una vía por la que puedan salir los excrementos del cuerpo y puedan ser recolectados en una bolsa que lleva el paciente. En ocasiones, la colostomía es solo temporal, para permitir que el recto sane. En otros casos, puede ser permanente. Gracias a las modernas técnicas quirúrgicas y al uso de radioterapia y quimioterapia antes de una cirugía, cuando es necesario, la mayoría de las personas que reciben tratamiento para el cáncer de recto no requieren de una colostomía permanente.
El objetivo de la cirugía: puede ser tratar de curar el cáncer, o prevenir o aliviar los síntomas de la enfermedad.
La mayoría de los pacientes con cáncer en etapa IV recibirá quimioterapia y/o terapias dirigidas para controlar el cáncer. Los regímenes más comúnmente usados incluyen:
Para los cánceres avanzados, la radioterapia también se puede usar para ayudar a prevenir o aliviar síntomas, como el dolor. Aunque puede reducir el tamaño de los tumores por un tiempo, es poco probable que cure la enfermedad.
Novedades de tratamiento:
Se están creando nuevos medicamentos que aumentan la eficacia de la radioterapia y la quimioterapia para eliminar tumores. Estos medicamentos tienen varios mecanismos de acción, pero a menudo mejoran los procesos normales del cuerpo para matar las células.
IMRT: Se está investigando el uso de la radioterapia de intensidad modulada, la cual podría permitir un tratamiento con una chance reducida de desarrollar complicaciones intestinales a largo plazo.
Se están formulando medicamentos que detienen la angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan al tumor. Esto puede reducir el tamaño del tumor o prevenir su diseminación.
Inmunoterapia: Mejora el sistema inmunológico del cuerpo y aumenta la probabilidad de eliminación de las células cancerosas.
Anticuerpos monoclonales: Son proteínas producidas en un laboratorio que pueden identificar un cáncer para destruirlo o evitar que sus células se multipliquen.
Vacunas: Se están creando vacunas que podrían hacer que el cuerpo forme más anticuerpos para eliminar las células cancerosas.
Genoterapia: consiste en modificar el material genético, ya sea introduciendo un gen nuevo para aumentar la capacidad del cuerpo de eliminar células cancerosas, o administrando un gen directamente en las células cancerosas para matarlas. Lo difícil es hacer llegar el gen correcto a las células correctas. Este tratamiento es aún experimental y está en fases tempranas de formulación.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de colon en la República Argentina?
Tanto los pólipos colorrectales como el cáncer de colon no siempre producen síntomas en las etapas tempranas de la enfermedad, razón por la cual se recomienda la realización de diferentes estudios para su detección temprana en todas aquellas personas que tengas los síntomas características de esta patología. Pero dichos síntomas no son específicos de este tipo de cáncer, sino que pueden ser causa de otra enfermedad. Se recomienda consultar con un especialista, el cual ordenará el examen intestinal más adecuado para el estudio del colon en su totalidad.
A continuación se comenta brevemente los diversos estudios recomendados por las guías de prevención nacionales:
COLONOSCOPIA: Implica el examen del colon mediante el uso de un colonoscopio, a través del cual el especialista puede observar el colon y recto detectando pólipos, los cuales pueden ser extirpados, detectando cáncer colorrectal y realizando biopsias para un futuro diagnóstico. El colonoscopio tiene una cámara en un extremo, que puede captar y proyectar las imágenes en una pantalla
Es el único método que combina la detección temprana y prevención mediante la eliminación de los pólipos pre-cancerosos. Si se halla un pólipo, puede extirparse mediante el uso de asa de alambre que se pasa a través del colonoscopio y se enlaza alrededor de la base del pólipo. El especialista envía una corriente eléctrica a través del asa y corta el pólipo de la pared del colon y de esta forma extrae el pólipo. El pólipo será enviado a un laboratorio para determinar si es pre-canceroso (adenoma) o canceroso (carcinoma).
Dicho procedimiento requiere que el paciente esté sedado, la duración es de aproximadamente 30 minutos y no requiere hospitalización.
PRUEBA DE SANGRE OCULTA EN MATERIA FECAL: Se detecta sangre en la materia fecal. Se realiza con un kit con el que puede recoger las muestras de heces en su casa. Se deberá realizar una dieta especial, en la cual se debe evitar consumir estos alimentos durante tres días antes de la recolección de las heces, ya que pueden afectar los resultados: Coliflor, Rábanos, Nabos, Carnes rojas, Suplementos de vitamina C, Hierro, Aspirina y otros analgésicos. Es relativamente fácil y económica y está diseñada para detectar cáncer y pólipos grandes del colon. Si la prueba es positiva, el médico debe recomendar una colonoscopia.
PRUEBA DE SANGRE OCULTA EN MATERIA FECAL INMUNOQUMICO: El test inmunoquímico responde sólo a la hemoglobina humana y no detecta hemoglobina de origen animal, por lo cual no requiere dieta previa. La realización de estos test en forma anual o bienal ha demostrado ser un método efectivo para reducir la mortalidad por este tipo de cáncer.
SIGMOIDEOSCOPIA: Se utiliza un tubo corto, flexible e iluminado para detectar pólipos y cáncer en el recto y el extremo inferior del colon (sigma). Si se encuentra una lesión requerirá una colonoscopía para completar el examen del resto del colon. Esta prueba puede realizarse en un consultorio y no requiere anestesia o sedación general. Debe realizar un enema de limpieza antes del procedimiento. Si el médico tomó una biopsia, puede haber eliminación de escasa cantidad de sangre en las heces durante unos días después del procedimiento.
COLONOSCOPIA VIRTUAL: Consiste en un examen del colon y recto mediante una tomografía computarizada de alta resolución. Creando imágenes de 2 y 3 dimensiones permitiendo hallar pólipos y cáncer. Dura 10 minutos y no requiere sedación. Debe tener una preparación previa para limpiar el colon, lo mismo que para una colonoscopía, Al comienzo del procedimiento, se insertará un pequeño tubo flexible en el recto para introducir aire en su colon. El estudio es ambulatorio. Si se descubre un pólipo u otras lesiones durante la colonoscopía virtual se requiere una videocolonoscopía para detectar y biopsiar o incluso extraer dichas lesiones.
RADIOLOGIA DE COLON POR ENEMADE BARIO: Se observa el colon y el recto introduciendo sulfato de bario. Luego se obtienen radiografías para lograr una buena visión del colon y del recto. Si al bario se le agrega la inyección de aire (técnica de doble contraste) se obtienen imágenes de mucho mejor calidad que aumentan la detección de lesiones polipoideas. En caso de hallarse alguna patología debe complementarse con una colonoscopía convencional.
ENDOSCOPIA DIGESTIVA CON CAPSULA: Considerando la alta incidencia del cáncer colorrectal en el mundo y en nuestro país, surge la colonoscopía con cápsula como una alternativa en pacientes de alto riesgo para recibir una anestesia general, con colonoscopías incompletas previas, obesos mórbidos, o aquellos que no desean correr el riesgo de un método invasivo. Se utiliza la nueva cápsula de colon Pillcam 2 (CCE-2) de la firma Given Imaging que tiene 1 cámara en cada extremo de la cápsula, permitiendo visión prograda y retrograda con un ángulo de 172 grados cada una (abarca 344 grados), y emitiendo hasta 34 fotos por segundo. La cápsula es estéril y descartable, emitiendo la información por radiofrecuencia a unos sensores y a un registrador de datos. El sistema permite una visión in vivo del estudio. El registro es evaluado por un software inteligente que aporta información aproximada de la topografía de las lesiones y selecciona automáticamente imágenes entre otras múltiples funciones como magnificación y visión. Previa preparación del colon siguiendo los protocolos internacionales, al paciente se le colocan los sensores y el registrador de datos e ingiere la cápsula. Luego de instruidos sobre los detalles del estudio, todos los pacientes se retiran a su domicilio donde desempeñan sus tareas habituales mientras transcurre el estudio. Uno de los autores monitorea personalmente el curso normal del estudio, concurriendo personalmente al domicilio del paciente o por teléfono. El estudio finaliza al expulsar la cápsula o luego de 12 horas de ingerir la misma
¿Cuál es el rol que juega el médico en dicha prevención? Creación del "Programa nacional de prevención y detección temprana del cáncer colorrectal"
Si el paciente presenta cualquier signo o síntoma que sugiere la posibilidad de que pueda tener cáncer colorrectal, su médico tomará sus antecedentes médicos completos para analizar los factores de riesgo y los síntomas, incluyendo antecedentes familiares.
El médico hará el examen físico completo, examinará cuidadosamente su abdomen para tratar de detectar masas u órganos que estén agrandados, y también examinará el resto del cuerpo.
Luego de examinar cuidadosamente al paciente, tomará la decisión de ordenar ciertas pruebas de sangre de rutina y pruebas específicas para ayudar a determinar el diagnostico. En relación a la cantidad de casos en la República Argentina y de ser el segundo cáncer en mayor mortalidad, representa un grave problema de salud para la población.
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