Conceptos básicos del análisis de los sueños desde la obra de C. G. Jung
Enviado por Alfredo E. Jiménez A.
- Introducción
- Aspectos generales del análisis de los sueños
- Aspectos teóricos del análisis de los sueños
- Aspectos prácticos del análisis de sueños desde la perspectiva de C. G. Jung
- Cierre
- Bibliografía
Introducción
El análisis de los sueños, como toda obra cultural, ha tenido diferentes ciclos a lo largo de la historia. Después del empuje de las primeras obras psicoanalíticas y sus segundas generaciones, algunos escritores opinaron que la técnica había disminuido considerablemente como método de exploración psicoterapéutico. Esto sin contar, que las escuelas que lo avalan son muy escasas, ya que en sus presupuesto teóricos aceptan que los contenidos psíquicos del ser humano van mas allá de la conducta, los pensamientos, las emociones o las relaciones.
El siguiente escrito presenta una recopilación de las ideas más sobresalientes, en relación al tema de los sueños, de uno de los precursores del psicoanálisis, como lo es el psiquiatra suizo Carlos Gustavo Jung. A lo largo de su obra podemos encontrar varias definiciones sobre la naturaleza del sueño. Una de estas la hallamos en su libro "Psicología Analítica y Educación" (1926/1946), donde expone que "Los sueños… son la manifestación sin falsificar de la actividad creativa inconsciente". Muchos autores han ofrecidos sus conclusiones a este respecto, destacando entre ellas la obra del Dr. Sigmund Freud. Según el suizo, la gran divergencia de opiniones se debe, a que el terapeuta no posee la ventaja del psicólogo empírico de manipular las condiciones aisladas de un laboratorio. Por el contrario, tienen que enfrentarse a un ser humano real, completo y complejo, lo que ofrece una dificultad mucho más elevada para su investigación. Adicionalmente de su experiencia en el consultorio, el Dr. Jung, apoyó sus investigaciones con el estudio de la mitología, el folklore, las religiones comparadas y la antropología.
Debido a la amplitud del tema, el escrito ha sido divido en tres partes: los aspectos generales, los aspectos teóricos y los aspectos prácticos del análisis de los sueños. Se podría decir que el valor de esta recopilación es principalmente didáctico ya que el lector podrá encontrar en su contenido información valiosa en este respecto, que en ningún momento sustituiría la lectura de sus fuentes originales. Por otro lado, aunque las nuevas propuestas del autor son muy reducidas, su aporte podría apreciarse en la recopilación y organización de la información desplegada.
Aspectos generales del análisis de los sueños
a. Definición de Símbolo.
C. G. Jung, en su obra "El Hombre y sus Símbolos. Acercamiento del Inconsciente" (1946), expresó que símbolo es "un término, un nombre o una pintura que puede ser conocido en la vida diaria aunque posea connotaciones específicas además de su significado corriente y obvio". Cuando la mente consciente intenta acercarse al símbolo, se encuentra en un terreno que va más allá de los límites de la razón y la lógica. Presenta una dimensión inconsciente, vaga, oculta, seductora, atemorizante, que no está definida o explicada totalmente y que representa algo más de su significado inmediato. Por mucho esfuerzo que el consciente realice, se dará cuenta que no puede explicar o definir la amplitud desconocida del símbolo. La psiquiatra Magaly Villalobos, en su obra "Apuntadas" (2006), completa esta visión exponiendo que "Un símbolo siempre presupone que la expresión elegida es la mejor descripción posible o formulación de un hecho relativamente desconocido, que se sabe que existe, o que es postulado como existente. Es una realidad dinámica cargada de valores emocionales". La Dra. Villalobos continúa presentando que el símbolo es un unificador de contrarios, organizador de sistemas complejos, conciliador de elementos polares, abrazando lo físico y lo metafísico.
Jung afirmaba que "toda expresión psicológica es un símbolo si asumimos que establece o significa algo más que ella misma, lo cual escapa a nuestro conocimiento actual" (Darryl Sharp citando a C. G. Jung, 1994). Una imagen o palabra es simbólica cuando su significado va mas allá del entendimiento humano, no se puede definir o comprender. Los símbolos son una expresión de algo esencialmente desconocido.
Después de captados, los datos sensoriales, se convierten en sucesos y fenómenos psíquicos, cuya naturaleza final no podemos conocer, por lo que cada experiencia u objeto contiene un sin número de dimensiones desconocidas. Por otro lado, existen otros sucesos que por su intensidad han sido absorbidos subliminalmente, es decir han permanecido bajo el umbral de la consciencia. Una vía para que estos acontecimientos lleguen al umbral de la consciencia, es a través de los sueños, donde el aspecto inconsciente de tal fenómeno nos seria revelado, apareciendo como una imagen simbólica.
b. Precursores del análisis de los sueños en la Modernidad.
Precisamente fue el estudio de las imágenes, en los sueños, asociaciones, recuerdos y fantasías, lo que permitió a los psicólogos y filósofos suponer la existencia y estudiar la psique inconsciente. Sin embargo, aunque la idea del inconsciente es ampliamente aceptada en nuestros días, tenemos muy poca información de su extensión, profundidad y naturaleza. Antes de las propuestas teorías y clínicas de Sigmund Freud y C. G. Jung, otros autores como Carus ya habían acuñado el término Inconsciente, Kant habló del "inconmensurable campo de las representaciones oscuras", Leibniz hablo del alma inconsciente y otros tantos como Janet y Flournoy. El científico que exploró por primera vez los contenidos del inconsciente desde un punto de vista empírico fue Sigmund Freud. Basado en las investigaciones de otros neurólogos, como el francés Pirre Janet, que afirmaban que la psiconeurosis estaba asociada a ciertas experiencias conscientes, Freud supuso que los sueños no eran algo casual y que su contenido estaba asociado a contenidos de la consciencia.
A finales del siglo XIX, Freud y Josef Breuer, había reconocido el significado simbólico de los síntomas neuróticos y psicosomáticos. Llegaron a la conclusión que estos síntomas son una manifestación de contenidos inconsciente al igual que los sueños. Freud utilizó los sueños como punto de partida para explorar los conflictos inconscientes de sus pacientes a partir del proceso de "asociación de palabras". En el desarrollo de su práctica psicoterapéutica, observó que si motivaba a sus pacientes a hablar de las imágenes oníricas y los pensamientos asociados a dichas imágenes, llegaba un momento en que el paciente se encontraba en un callejón donde revelaría el fondo de sus conflictos. Ya fuera por lo que decía o por lo que omitía. Al principio podía parecer una situación caótica e irracional pero tarde o temprano el paciente revelaba las razones de su malestar. Estas experiencias motivaron a Freud a crea su teoría de la represión y satisfacción de deseos como causante de las imágenes de los sueños.
c. Relación entre la consciencia y el inconsciente desde la perspectiva de C. G. Jung.
Explicar la relación de los contenidos conscientes e inconscientes en la dinámica psíquica no es nada fácil, los autores han planteado diferentes modelos a este respecto. El Dr. Freud como precursor en este campo, planteó en su teoría de la represión, que los contenidos psíquicos incompatibles al yo, debido a su contenido emocional, eran reprimidos y enviados al inconsciente. Así como eventos traumáticos, existen emociones vetadas por la cultura que igualmente son reprimidas hacia el mismo lugar apartado de la psique. Usualmente la represión es un mecanismo que se inicia en la infancia temprana del individuo, bajo las condiciones morales de su entorno, y continúan el resto de su vida. La teoría de la represión de Freud, convertía al inconsciente en el reducto del material que una vez fue consciente, pero que por su carga afectiva se había convertido en inconsciente. Posteriormente, el Dr. Jung en su obra, planteó que los contenidos psíquicos, no solamente eran reprimidos desde arriba, si no que tenían libertad de disminuir su nivel de intensidad y pasar por si mismos al inconsciente. A este mecanismo el Dr. Jung lo denominó supresión. Por esta razón denominó a los complejos afectivos como autónomos. El no estaba de acuerdo que el inconsciente era solamente el reducto de la consciencia, afirmaba que tenía vida propia, la capacidad de creación de símbolos e imágenes de forma autónoma y la posibilidad de auto curación.
Los complejos afectivos, así como tienen la libertad de disminuir su nivel de intensidad y pasar al inconsciente (desligándose del yo), también tiene la autonomía de elevarla, haciéndose conscientes o perturbando al individuo desde el inconsciente. El efecto negativo de un complejo usualmente se manifiesta a través de la disociación de alguna de las funciones psíquicas (sentimiento, pensamiento, intuición y sensación) (Darryl Sharp, 1994). La autonomía y libertad de los complejos en la teoría junguiana quedo sellada con la afirmación de su autor cuando dice "hoy en día, todos saben que las personas tienen complejos. Lo que no sabe, a pesar de que teóricamente es mucho más importante, es que los complejos pueden tenernos a nosotros" ("Consideraciones Generales sobre la Teoría de los Complejos", 1934). El Dr. Freud opinaba que la vía regia de acceso al inconsciente eran los sueños, mientras que Jung afirmó que lo era el complejo, ya que estos eran los "arquitectos de los sueño". Sin embargo sostenía que esta vía, tampoco era muy "real" ya que el camino indicado por el complejo era tortuoso debido al contenido afectivo del mismo.
El material psíquico está compuesto por imágenes, sentimientos, deseos, pasiones, emociones, intuiciones, percepciones, pensamientos racionales e irracionales, análisis, conclusiones, estados de ánimo, preocupaciones y esperanzas. Gran parte de este material pertenece al reino del inconsciente. Una de las razones del oscurecimiento de este contenido es la falta de atención, pero debemos recordar que los elementos psíquicos tienen vida propia. En el inconsciente no solo se encuentran elementos del pasado, en el se haya el "germen de la nueva vida". La capacidad de creación de nuevos símbolos, imágenes e ideas que nunca fueron conscientes pero que forman parte integral del crecimiento de todo ser humano. De hecho el inconsciente es el más grande reservorio de la imaginación y allí se encuentra la capacidad de florecimiento de la genialidad.
Recordemos que toda idea, sentimiento o percepción mantiene una relación con su dimensión psíquica, que varía de intensidad y significado emocional en cada individuo. Toda nuestra personalidad influye en la textura con que manejamos la información que nos rodea. Son estos maticas personales, el ingrediente utilizado por el analista para penetrar en el lenguaje del sueño. Esto explica que durante la actividad onírica los objetos y situación de la cotidianidad adquieran una importancia emotiva sorprendente para el soñante. Nuestros muros racionales han bloqueado el contacto primordial de nuestras emociones, por lo tanto la intensidad psíquica que revisten las imágenes oníricas, obligan a poner nuestra atención sobre ellas.
d. Importancia del análisis de los sueños.
La vida cotidiana, racional y civilizada ha desentrañado las emociones de la mayoría de los objetos, personas y situaciones que nos rodean, al punto que nos comportamos indiferentes ante ellos. Las influencias externas como el trabajo, la sociedad, la cultura, la familia, el dogma, la política o la economía nos influyen de muchas formas y la mayoría de las personas no tenemos ninguna defensa ante tales embates. Estas influencias nos conducen por un camino alejado de nuestra profunda y verdadera individualidad. En última instancia el mensaje de los sueños, pueden alertarnos o enrumbarnos de nuevo por este camino hacia nuestra naturaleza única y original.
Según el Dr. Jung, el objetivo principal durante el tratamiento de la neurosis es restablecer el equilibrio entre el consciente y el inconsciente. Esta tarea que se puede conseguir de diferentes maneras comenzando con "los modos de vivir naturales, las objeciones fundadas en la razón, la fortificación de la voluntad, hasta el análisis de lo inconsciente" ("De la Esencia del Sueño", 1945/1948). En muchos casos las etapas iniciales del tratamiento fracasan y las imágenes compensadoras de los sueños presentan un punto de apoyo para el análisis. Los sueños pueden traer recuerdos, ideas, vivencias y expectativas despertando potenciales o aclarando relaciones. Por esta razón muchas personas invierten largo tiempo analizando sus sueños asistidos por un profesional, con la motivación de enriquecer y aclarar su horizonte.
e. Recomendaciones ofrecidas por C. G. Jung ante el análisis de los sueños.
En todo caso la interpretación de los sueños es una empresa arriesgada y siempre deben tomarse precauciones. Muchos creemos y deseamos encontrar un manual donde nos presenten, en forma de flujo grama, la mecánica para la interpretación de cualquier sueño. Más aun si este flujo grama fuera realizado por una analista junguiano. Esta ilusión va desapareciendo en la medida que nos vamos dando cuenta la inmensa cantidad, variedad, profundidad y en ocasiones dificultad del material simbólico. Por otro lado la relación de un individuo con un psique es única, el ofrecimiento, lenguaje y disposición de las imágenes varían en cada caso. Definitivamente trabajar con el material onírico no es nada sencillo, tanto por su análisis como por su carga emocional.
Es importante una observación que realiza el psiquiatra suizo ante la interpretación de un sueño. El plantea dos puntos fundamentales en el tratamiento del material onírico: primero, el hecho que no deben realizarse suposiciones previas ante un análisis, excepto que el sueño, tenga un sentido claro; y segundo que el sueño es una expresión específica del inconsciente. Por otro lado hay que tener en cuenta, que los sueños son algo normal en la vida de cualquier ser humano, y que estos son causados, esto no quiere decir que pueden ser explicados solamente a través del principio de la causalidad, sino que presentan una razón de ser o una intencionalidad por muy sencillo o confuso que este parezca.
Por esta razón el Dr. Jung narra cómo le recomendaba a sus alumnos que: "Aprendan cuanto puedan acerca del simbolismo; luego olvídenlo todo cuando estén analizando u sueño". Esta frase sintetiza gran parte de la investigación que cimentó el enfoque analítico de la psicología junguiana. Es a través del estudio de la mitología, el simbolismo y el folklor que se fundamente el "método" de amplificación propuesto por el Dr. Jung, desplazando la visión reductiva del Dr. Freud.
El Dr. Jung hizo hincapié que el análisis de un sueño no debe ser realizado como la aplicación de un metodología mecánica, por el contrario exige el conocimiento intimo de todo el cuerpo analítico, que solo es digerido a través del análisis didáctico. "El error más absurdo que puede cometer un terapeuta es suponer en el analizando una psicología similar a la suya propia. Semejante proyección puede ser acertada en algún caso dado, pero la mayoría de las veces será pura proyección. Todo lo que es inconsciente es, por eso mismo, proyectado; de ahí que el analista deba tener consciencia al menos de los principales contenidos de su inconsciente, a fin de que no se enturbie la claridad de su juicio con las proyecciones inconscientes" ("Puntos de vista Generales acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). El autor continúa diciendo que cualquiera que pretenda analizar un sueño, debe comprender que no existe ninguna teoría sencilla para describir la naturaleza psíquica, del cual no sabemos nada cierto. Según el mismo, el estudio de la psique desde una óptica solo puede ofrecer destellos, pero difícilmente será una teoría concluyente.
Debido a la susceptibilidad que puede presentar el soñante en relación al contenido de un sueño, aunado a la dificultad que esta tarea representa, el Dr. Jung opinaba que cuando alguien le contaba un sueño y le preguntaba a cerca de su opinión, ante todo se decía a sí mismo "No tengo ninguna sospecha de que significa este sueño" ("De la Esencia de los Sueños", 1945/1948). Después de esta afirmación podía entrar en análisis.
El Dr. Jung concluyó afirmando que no se puede pretender estar en posesión de una teoría general satisfactoria a cerca de la naturaleza del alma, ya que esta es aún demasiado desconocida e incomprensible para el intelecto. El autor afirma que el objetivo de la investigación es ir aproximándose poco a poco a la verdad a través de los tanteos de diferentes puntos de vista teóricos.
Aspectos teóricos del análisis de los sueños
a. Método de asociación y análisis de contexto.
Como lo han expresado diferentes autores, enfrentarse con el material onírico no es nada sencillo. El Dr. Jung en su libro "De la Esencia de los Sueños" (1945/1948) expuso que el primer paso después de observar el relato de un sueño es realizar las asociaciones con las diferentes imágenes o elementos del mismo. Estas asociaciones solamente las puede hacer en primera instancia el soñante, que busca en su memoria los recuerdos de días pasados (o de su vida) relacionados directa o indirectamente con lo experimentado durante el sueño. Este método se ha denominado "asociación libre". El resultado de esta rememoración es la recolección de un material heterogéneo que en la mayoría de los casos no parece tener nada en común, excepto el contenido del sueño. El psiquiatra suizo hace la observación que se debe ser muy cuidadoso en esta exploración y saber en qué punto detenerse, ya que estas asociaciones pueden desembocar en toda la vida del soñante. Por lo tanto debemos investigar solo el material esencial para el análisis del sueño. Por lo tanto la extensión y profundidad de este material queda a consideración del analista, teniendo en cuenta que este sea necesario para ofrecer un significado útil para el soñante.
Según el Dr. Jung uno de los mayores meritos del Dr. Freud fue haber observado que sin la colaboración del soñante no se podría realizar ninguna interpretación, ya que el relato del sueño no presenta un solo sentido sino muchos. Cada imagen del sueño ofrece una relación directa con la vida del soñante, por lo tanto, este es el único que puede ofrecer el rastro de los elementos indispensables para realizar el análisis. Precisamente es la ayuda del sonante la que permite reducir la multiplicidad de significados que presentan las imágenes oníricas llevándolas a su esencia. Esta experiencia llevó al Dr. Jung a la conclusión que el análisis de un sueño es una vivencia que solo para dos personas, soñante y analista, está libre de objeción.
Basándose en esta noción, el Dr. Jung practicó un procedimiento que llamo "examen de contexto" y consistía en rastrear a través de las asociaciones del soñante, que matiz emotivo tiene cada detalle manifiesto en el sueño. Usualmente esta técnica no ofrece un drama totalmente comprensible sino importantes pistas de varias posibilidades. El examen de contexto suele ser un trabajo sencillo que presenta una importancia preparatoria. Elaborar este material y ofrecer la final interpretación del sueño requiere una "preparación psicológica, capacidad de combinación, intuición, conocimiento del mundo y del ser humano y sobre todo sabiduría especifica que depende tanto de un amplio conocimiento como de cierta inteligence du coeur" ("De la Esencia de los Sueños", 1945/1948). Según el autor todos estos requisitos son necesarios para el delicado arte del diagnostico medico y afirma que no se necesita un sexto sentido para esta tarea. Es necesario rechazar las explicaciones estereotipadas y concentrarse en la interpretación particular, concluida a través del examen de contexto. Esto se logra confesando la propia ignorancia ante cada sueño y renunciando a las ideas preconcebidas. Las raíces de los sueños ahondan en el trasfondo inconsciente, por la tanto el sueño ofrece la mayor fuente del material empírico para el estudio de la psique.
Debemos tener en cuenta que el objetivo de esta rememoración es aproximarnos a conocer por que el sueño trajo a una o a otra persona, porque eligió tal o cual escenario, de donde viene esta u otra situación y qué significado tiene para el soñante esta o aquella conversación. Por lo tanto después que el material asociativo es recolectado, este debe ser sometido a una selección y elaboración, cuyo objetivo es la reconstrucción "histórica" o "científica" de este material. Este procedimiento llamado "método comparativo", depende en gran parte de la experiencia, propósito y destreza del analista.
b. La causalidad y la finalidad en el análisis de sueños.
C. G. Jung dentro del cuerpo teórico que forma su obra, presentó que existen dos visiones de enfocar la dinámica psíquica, a saber desde un punto de vista causal mecanicista o desde otro energetista finalista. El psicólogo explica como la visión de la psique planteada por el Dr. Freud responde a una visión causal mecanicista, ya que describe "un evento como el efecto de una causa, en el sentido de que las sustancias inalterables cambian sus relaciones entre sí según leyes fijas" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). El Dr. Jung introdujo la visión energetista finalista basándose, en parte, en las leyes de conservación de la energía pertenecientes al campo de la física. En esta visión "el evento se reconstruye desde el efecto a la causa, suponiendo que algún tipo de energía sustenta los cambios de los fenómenos, que se mantiene como una constante en todos estos cambios y finalmente conduce a la entropía, estado de equilibrio general" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). Esta nueva visión llevó al psiquiatra a pensar que una neurosis es un intento de la psique para su auto sanación ("Lexicón Junguiano", 1994).
Sin embargo el autor hace la observación que al referirse a finalidad esta denotando "la tensión psicológica inmanente hacia un fin" u "orientación hacia un objetivo" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). Esta aclaratorio la realiza con el objetivo de no crear confusión con el concepto de teleología, que designa el sistema filosófico orientado en el poder que presenta una meta para el proceso de desarrollo en miras de un fin determinado ("Introducción a Jung", 1999).
Las conclusiones obtenidas del análisis de un sueño dependerán en gran medida del enfoque con que se trabaje el material onírico, este enfoque contempla someter el sueño a una visión causalista o finalista. Cuando se examinan las asociaciones generadas por el sueño a una investigación causal solo es posible analizar el origen pasado del mismo, pero no permite conseguir el objetivo intrínseco de la manifestación onírica, es decir podemos decir: Ah! De allí vino el sueño, pero si el objetivo del análisis es la sanación del paciente esta conclusión es, en definitiva, insuficiente. El Dr. Jung aclara que no pone en duda las causas que generan el sueño, ya que las asociaciones originarias son las mismas, simplemente va mas allá preguntándose "para que sirve este sueño? o "que resultado persigue? El autor alega que la visión finalista puede ser aplicada a cualquier fenómeno psíquico o inclusive físico.
Según la visión del Dr. Freud, las imágenes oníricas se presenta en forma simbólica, ya que existe una instancia psíquica llamada "censura", que matiza todas aquellas emociones, ideas o sentimientos que son incompatibles a la conciencia moral, producto de la educación cultural recibida por un individuo a lo largo de su vida. Por lo tanto estos deseos no pueden alcanzar a la conciencia sin ser disfrazados ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). Esto quiere decir que un símbolo será analizado de forma completamente diferente si es sometido a un examen causalista o finalista. La teoría del Dr. Freud, cimentada en la visión causal, plantea la existencia de "un anhelo, de un deseo reprimido que se expresa en el sueño", anhelo que según otros autores es sencillo, aunque puede tomar múltiples formas. Por esta razón, para la teoría freudiana existen un gran cantidad de símbolos que significan exactamente lo mismo, al llegar al punto que la escuela ortodoxa afirma la popular frase que todos los objetos alargados o en punta son símbolos fálicos , y todos los objetos redondeados o huecos son símbolos femeninos.
Para la visión finalista, el análisis es totalmente diferente, cada símbolo presenta su propio valor y significado. En primera instancia, al ofrecer una imagen u otro, el material asociativo será diferente y por lo tanto se contemplará la situación consciente de forma diferente. Es precisamente en esta diversidad que reside la riqueza de las imágenes oníricas, riqueza que llevó la Dr. Jung a plantear un método de amplificación de estos contenidos, en lugar a la manera reductiva original del psicoanálisis, es decir a la interpretación fija de los mismos.
Para esta concepción ningún símbolo presenta una interpretación estática, ya que cada imagen contiene un valor intrínseco que la lleva a ser expuesta en el sueño. Para este enfoque la función del símbolo no es matizar o esconder, sino enseñar. En último caso, la visión finalista contempla la educación del paciente para que transite una vida más completa. En la práctica es de vital importancia tener clara ambas visiones, ya que la aplicación de una u otra alternativa llevará al análisis por caminos distintos. Por su puesto esto invita a discernir cual es la visión más apropiada. Para algunos autores el objetivo de la psicoterapia es la educación del paciente para su reinserción en la sociedad de una forma más saludable, reflexionando e incorporando a su vida posturas que antes no tomaba en consideración. La vía más expedita para esta integración es la comunicación natural ofrecida por el sueño, que busca la "plenitud y autonomía" de la personalidad de cada individuo.
Desde la aparición de los movimientos científicos impulsados por la teoría newtoniana, la causalidad ha sido la llave para la explicación de los fenómenos naturales, por lo tanto no es de sorprender que también reine en la psicología. Pero si queremos buscar una explicación completa que oriente al paciente y amplié su horizonte, debemos tomar en cuenta el objetivo del material ofrecido. Por lo tanto para la psicología junguiana la visión causalista es incompleta y recomienda abordar el problema desde ambos puntos de vista para tener una aproximación global.
Hasta este punto podemos decir que los sueños ofrecen una perspectiva de la dinámica psíquica inconsciente en lenguaje simbólico. La mayoría de los autores coinciden en esta apreciación, pero si nos preguntamos: siendo la vida psíquica tan amplia, profunda e ilimitada por que aparecen en un sueño algunos contenidos y otros no? El Dr. Jung respondió a esta pregunta con la observación que los sueños no representan un contenido inconsciente generalizado, sino solo aquellos que se encuentran asociados, actualizados y correlacionados con el estado momentáneo de la consciencia. Me gustaría realizar una opinión personal en esta última afirmación, ya que no podemos hablar de una conciencia autónoma de la dinámica inconsciente ni viceversa. Podemos constatar en la práctica, abismos muy grandes entre ambas posiciones, que podrían llegar a ser polares, pero aun en este caso, va a existir un mecanismo regulador, que intente equilibrar ambas posturas. El ego se encuentra en dependencia con todo el sistema psicosomático.
Por lo tanto para analizar adecuadamente el sueño de un individuo debemos investigar en profundidad la situación consciente del mismo, ya que el sueño viene a ilustrar el lado inconsciente de aquel material que por su nivel de intensidad se ve aparentemente desligado del ego pero continúa en una relación afectiva.
c. Funciones del sueño según la perspectiva de C. G. Jung.
Según la visión de la psicología junguiana, podríamos clasificar las funciones del sueño de la siguiente manera:
Función Compensadora.
Función Prospectiva.
Función Reductiva.
Función Reactiva.
Función Telepática.
Función compensadora.
Cuando mencionamos los mecanismos reguladores de la psique hablamos del sentido compensatorio del sueño, ya que este reúne todo lo que ha sido reprimido, descuidado e ignorado por la consciencia. El sueño busca rectificar la apreciación, completar la omisión y mejorar la posición general del individuo. Según el Dr. Jung todos los sueños presentan una relación compensadora con la posición de la consciencia, pero esta no puede verse tan claramente en todos los casos, ya que admite que aun es muy poco el conocimiento científico del alma humana. El mismo afirma que existen compensaciones muy remotas, pero debemos recordar que cada persona es un representante de toda la humanidad, y lo que es posible en gran escala en la historia evolutiva es posible en cada individuo. La función compensadora del sueño no es una invención nueva, ni una interpretación tendenciosa, ya que podemos observar diferentes ejemplos históricos que sostienen esta apreciación.
El autor hace la observación que la visión finalista de lo inconsciente tiene poco en común con las intenciones conscientes. En muchos casos la posición del inconsciente se contrapone al consciente, sobre todo en aquellas situaciones donde la consciencia toma direcciones extremas, que desequilibran y representan una amenaza vital para las necesidades individuales. "Cuanto más unilateral y alejada del optimun de las posibilidades vitales se halle la actitud consciente, tanto más habrá que contar con la aparición posible de sueños vivaces y penetrantes, de contenido fuertemente contrastante, pero convenientemente compensador, como expresión de la autorregulación psicológica del individuo" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). Sigue el autor señalando que en su opinión el sueño es una reacción adecuada, que auto regula y aporta a la consciencia, mediante una comunicación simbólica, los contenidos inconscientes en dependencia a la situación consciente.
En los contenidos inconscientes se encuentran todas las asociaciones que por su baja intensidad, no alcanzan el umbral de la consciencia pero presentan suficiente energía como para presentarse en el sueño. Aquí se pueden depositar todos los elementos que en el día anterior han permanecido infra conscientes producto de la represión o la supresión. Como podemos apreciar, el contenido latente del sueño es muy difícil de observar a primera vista, por lo tanto es necesario un análisis exhaustivo para llegar a su contenido manifiesto y por ende a sus elementos compensadores. Debemos hacer hincapié que las compensaciones se hallan estrechamente ligadas a la "naturaleza total del individuo" y su variabilidad es incalculable.
Si aceptamos que el inconsciente presenta al menos una importancia igual que la consciencia, entonces no solo el inconsciente es relativo a la consciencia, sino que la consciencia es también relativa al inconsciente. Entonces no podemos hablar solo de una orientación consciente hacia un objetivo, ya que el inconsciente también presentaría esta capacidad. Por lo tanto el sueño podría representar una visión conductora orientada hacia algún fin de una importancia vital superior a la posición consciente temporal. El Dr. Jung hizo la aclaratoria que en ningún momento sostiene que la teoría de la compensación sea la única admisible para explicar la naturaleza del sueño.
Función prospectiva.
Es bien conocido que desde tiempos remotos, se ha atribuido al sueño un carácter revelador de eventos futuros. Si tamizamos esta "superstición" y eliminamos de ella las extravagancias, increíblemente podríamos encontrar algo de realidad. Algunos autores han defendido la hipótesis prospectiva y finalista del sueño, como una función inconsciente orientada a la solución de un conflicto o problema presente, representado simbólicamente. Aquí podemos observar otra función del sueño que acompaña a la compensadora y se ha llamado función prospectiva.
La función prospectiva constituye un "ensayo", un "plan" o un "esbozo" de las posibles acciones futuras de la consciencia, representadas en el inconsciente. En ocasiones ofrece un boceto de la solución a un conflicto presente. Según el Dr. Jung no podríamos tildar como proféticos a estos sueños, ya que simplemente son un pronóstico, un cálculo de probabilidades que pueden concordar o no con el desarrollo de los eventos futuros. En la mayoría de los casos el anuncio de la función prospectiva, supera con creces la capacidad consciente. Debemos recordar que la consciencia es orienta por medio de una función principal, pero en el inconsciente se depositan todas aquellas apreciaciones que han sido desechadas o simplemente no pueden ser alcanzadas por la consciencia. El autor indica que es posible que el inconsciente se encuentre en una mejor posición que la consciencia, al momento de prever el desenvolvimiento de situaciones futuras.
Aunque la función prospectiva es una condición natural del sueño, es importante no sobrestimarla. El investigador de la vida onírica podría caer en la ilusión que el sueño representa una "consciencia superior" o un oráculo infalible, por lo tanto sobrevaloraría el peso del inconsciente para la vida cotidiana. "Pero nuestra experiencia actual nos autoriza a suponer que lo inconsciente posee una importancia aproximadamente igual a la de la consciencia" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948). El psicoterapeuta tiene la capacidad de observar que existen actitudes conscientes tan mal adecuadas a la naturaleza individual del paciente, que la actitud inconsciente ofrecida por el sueño, presenta una constelación superior. Hay que señalar que lo mencionado no representa una regla inamovible. Cuando la actitud consciente del sujeto se encuentra parcialmente adaptada a sus condiciones reales y a su naturaleza individual, el sueño solo ampliará algunos fragmentos de esta actitud. Sin embargo, es necesario evaluar la situación consciente del individuo, ya que consideraciones exclusivas presentadas por el sueño, podrían alterar negativamente la vida consciente. "Solo en presencia de una actitud consciente a toda luces insuficiente y defectuosa, se puede atribuir a lo inconsciente una validez superior" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948).
El estudio profundo del sujeto y el conocimiento del carácter individual posibilitan medir cuan desadaptada se encuentra la actitud consciente, pero cuando hablamos de individualidad no podemos dejar a un lado las exigencias colectivas, ya que el ser humano es un ente social. En este punto podríamos observar dos categorías, aunque en la realidad esta clasificación no es muy verídica. En el caso de sujetos en condiciones relativamente normales interna y externamente, el sueño se limitara a su función compensadora, pero en aquellos casos donde el sujeto se aparta de la media, tanto interna como externamente, la función de los inconsciente gana en importancia y profundidad, no solo fungiendo como compensadora, sino convirtiéndose en una función prospectiva y conductora, ofreciéndole a la consciencia un nuevo rumbo, más saludable y adaptado que la anterior.
Función reductora.
Pasemos ahora a otro aspecto del sueño. Existen personas, cuya actitud consciente, aunque se encuentran adaptadas a su entorno, no encajan adecuadamente con su carácter. Los esfuerzos de la consciencia por adaptarse a su medio, van más allá de sus posibilidades individuales. Ellas se presentan o se aprecian más grandes de lo que realmente son. Podríamos incluir en este caso personas que experimentan constantemente una inflación del ego para compensar conflictos inconscientes. Este excedente de actitud extravertida, no es alimentado de sustentos individuales, ya que viven dependiendo de la sugestión colectiva. Estas personas suelen ascender a niveles socio económicos, profesionales o familiares, más allá de sus capacidades, gracias a objetivos comunes, beneficios colectivos o protecciones sociales.
La persona no se encuentra al nivel de su entorno, por lo que el sueño viene a representar un papel compensatorio negativo, es decir una función reductora. En estos casos la desvalorización constituye una autorregulación de la psique, donde puede presentar adicionalmente un carácter prospectivo. Usualmente la noción prospectiva alienta a algo "constructivo, preparatorio y sintético", pero que en la práctica se presentan como imagen que "disgregan, desunen, desvalorizan y hasta destruyen y aminoran". El autor señala que la asimilación de un contenido reductivo no debe ejercer un efecto destructivo sobre toda la personalidad del sujeto, si no que tal asimilación tiene un efecto más bien saludable, ya que es reducida solo esta actitud desadaptada. Este tipo de sueño no podría catalogarse como prospectivo; para diferenciarlos de estos el Dr. Jung los llamó sueños reductivos o función reductiva de lo inconsciente, aunque como podemos observar igualmente se trata de un modalidad de la función compensadora. El autor realiza la siguiente conclusión:
"Podemos en consecuencia afirmar hoy día, con seguridad, que la función reductiva del sueño actúa sobre un material compuesto esencialmente por los deseos sexuales infantiles reprimidos (Freud), por los anhelos infantiles de poderío (Adler) y por residuos de instintos, pensamientos y sentimientos arcaicos y colectivos"
("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología del Sueño", 1916/1948).
El psicólogo suizo afirma que aquellos contenidos que presentan un carácter retrospectivo, presentan gran eficacia al momento de regular un orgullo inflado, o contacta al individuo de la fragilidad humana, reduciéndolas a funciones fisiológicas e históricas. La grandeza falaz de una persona se ve socavada ante un sueño reductor, contactándolo con imágenes vergonzosas y despiadadas. No podemos catalogar esta función como prospectiva, ya que el material ofrecido es totalmente retrospectivo, conduciendo a un pasado, que se creía olvidado o superado. El autor afirma que es posible que el paciente logre apreciar cómo se relaciona el material onírico con su situación consciente, ya sea compensador, prospectivo o reductivo. Pero este no siempre es el caso, ya que el ego tenderá a manejar el material inconsciente desde su propia óptica patológica.
Función reactiva.
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