Quizá sea la norteamericana la que haya logrado la mejor síntesis de estas tres grandes instituciones, haciendo realidad, por una vez, la famosa y sobrada frase de que su tierra es crisol de culturas diversas. Las escuelas eslavas, por otra parte, tan ricas en el manejo y emisión de las voces graves, muestran una espantosa tendencia a no saber controlar la emisión de sonidos agudos, casi todos desfigurados por un marcado trémolo, principalmente en las cuerdas de soprano y tenor. No debe descartarse tampoco la impronta que sobre estas características ejercen las diversas lenguas del este de Europa.
El canto es una forma de utilizar la voz humana que exige un funcionamiento especial de los órganos de la formación, en relación, por otra parte, con la sensibilidad auditiva. Así, pues, se aprende a "cantar" imponiéndose una gimnasia vocal particular, controlando los músculos que intervienen en la producción de los sonidos, la respiración, etc. Ese aprendizaje puede hacerse espontáneamente, por imitación, en un medio social determinado (como es el caso del canto "popular" o "folklórico" y, de una manera más general, el de la etnomúsica vocal), o por una especie de adiestramiento, acústico o tónico, en una escuela de canto, según convenciones muy definidas, y diferentes según los lugares y las épocas. No se les enseña a cantar del mismo modo a un muecín, a un chantre de la iglesia romana y a una diva de la ópera de Milán.
En lo que se refiere a su estructura, los órganos de la fonación son iguales en el hombre que en la mujer, sólo difieren por sus dimensiones (cuerdas vocales más largas y más sólidas en el hombre que en la mujer; diferente volumen de las cavidades de resonancia, etc.). Por término medio, entre adultos, las voces de mujer están a una octava más alta que las de hombres.
La clasificación de la voz humana se hace en función de los límites entre los que una voz se mueve sin dificultad (es lo que se llama tesitura; tenor, barítono, bajo, etc.), de las calidades de timbre (el registro: voz de pecho, voz de cabeza) y cualidades más específicas (tenor lírico, tenor dramático, bajo cantante, bajo profundo, etc.)
Criterios de clasificación
Se clasifican las voces por los siguientes criterios: clasificación por sexo y edad, por tesitura, características acústicas y características anatómicas.
1.- Clasificación por sexo y edad.
La clasificación bajo estos parámetros no es la de mayor relevancia, por obvia y posiblemente por simplista; y posee relación directa con cuestiones anatómicas.
De todos modos, a grandes rasgos comentamos que la voz de mujer se halla condicionada por las características anátomo-fisiológicas propias y que la laringe de la mujer presenta unas medidas que oscilan entre 3,6 cm de altura, 4,3 cm. de anchura y un diámetro anteroposterior de unos 2,6 cm.; y la longitud de las cuerdas vocales se sitúa entre los 1,5 y 2 cm.
Respecto al hombre, observamos una laringe de mayor tamaño, situándose esta entre los siguientes parámetros; una altura de unos 4,9 cm. y otros tantos de anchura y un diámetro antero-posterior de unos 3,5 cm. Las cuerdas vocales acusan una longitud de unos 2 hasta 2,5 cm.
Las voces infantiles se corresponden a laringes de pequeñas dimensiones y se puede considerar, como voz de tránsito hasta que sobreviene la muda vocal.
Durante la adolescencia, todas las voces cambian de un ámbito agudo a un ámbito más grave, debido al cambio hormonal. Esa mutación es más marcada en voces masculinas que en voces femeninas. Mientras que una voz femenina muta alrededor de una tercia mayor, la voz varonil muta comúnmente alrededor de una octava. Antes de la mutación, un niño puede cantar como soprano o alto.
Otras voces a tener en cuenta, pero que solo las describimos como clasificación teórica, son las voces eunucoides o voz de castrado. Se obtienen por la falta del desarrollo de los carácteres secundarios sexuales, ya que se han extirpado las glándulas sexuales antes de la pubertad. En el barroco, niños cantores fueron castrados para mantener la voz de niño en el cuerpo adulto. Los castratos fueros las verdaderas estrellas de la ópera barroca.
En estos casos, la laringe se queda con un tamaño reducido; por ello la voz estará relacionada en cuanto al ámbito, con las voces femeninas y de los niños (que en términos generales se ubican una octava por encima de los registros masculinos), pero cabe destacar las diferencias que sobrevendrán por los restantes parámetros anatómicos, en las cavidades de resonancia principalmente.
2.-Clasificación por Registro y Tesitura.
El ámbito vocal es el marco total de frecuencias que puede generar un tracto vocal. Se mide por la frecuencia más grave y más aguda posibles. Dentro de un ámbito de dos octavas aproximadamente, el volumen sube de la nota grave a la nota de arriba, siendo las notas graves comúnmente no aplicables por la falta de volumen, las notas más agudas por el volumen descontrolado.
Por eso, para la música clásica, se define una zona apta para el uso musical que se llama tesitura. Esa es más pequeña que el ámbito y consiste de las notas que se pueden producir con una calidad apta para el uso musical, la tesitura.
Los ámbitos vocales son los siguientes:
Soprano: desde el do4 (el do central del piano) hasta el la6
Mezzosoprano desde el la3 hasta el fa5.
Contralto: desde el fa3 hasta el re5.
Tenor: desde el si2 hasta el sol4.
Barítono: desde el sol2 hasta el mi4.
Bajo: desde el mi2 hasta el do4.
La voz se divide en tres registros básicos.
a) La voz de pecho
b) La voz media
c) La voz de cabeza o La voz de silbido.
Estos registros son definidos por la zona de resonancia que predomina durante su emisión siendo la cavidad toráxica el resonador mas importante en la voz de pecho, las cavidades de resonancia rinofaciales las del registro de cabeza, y una mixtura de ambos polos, en la voz de registro medio
La práctica del bel canto persigue el ideal de una voz que pueda mezclar las dos funciones vocales sin un punto de quiebre notable (mezza di voce). El ideal de una voz mezclada es el registro único.
De esta manera hay voces en las que predomina el registro de pecho y otras en las que predomina el de cabeza, asi como voces de tesitura aguda, y también grave. Es menester saber reconocerlas a tiempo y respetarlas, pues pueden surgir fatigas vocales consecuencia de una mala clasificación.
Así, una voz con un carácter grave tiene una gran sonoridad y si el cantante quiere encuadrarla como aguda o así se la ha clasificado, aumentan las posibilidades de producir lesiones en las cuerdas vocales citando como ejemplos: nódulos, pequeños edemas, zonas de induración y otras lesiones dentro de este tipo de patología laríngea, que lesiona las cuerdas vocales. Y
si contrariamente la voz es aguda y es clasificada o encasillada como grave, los efectos vocales deseados de una voz aguda, como son los sonidos redondeados o filados, son imposibles de conseguir, y además existe la posibilidad de lesionar también el órgano laríngeo.
Por lo general, las voces enfermas y fatigadas, son las voces mal clasificadas.
3.- Clasificación por Características Acústicas.
El timbre se puede definir como la cualidad que nos permite diferenciar dos sonidos que acusen una misma intensidad y frecuencia. Los sonidos no son puros, es decir, no tienen un movimiento armónico simple (como el sonido del diapasón). Los sonidos provienen de movimientos vibratorios complejos.
El sonido audible corresponde a la frecuencia fundamental, y contiene dentro los denominados "armónicos", estos presentan un espectro de aparición constante dependiendo de la presión sonora y de las características del cuerpo sonoro. Se denomina armónico a cada sonido puro, correspondiendo el primer armónico al sonido más grave del período. El timbre esta formado pues, por muchos armónicos, éstos son producidos en la glotis. La abundancia de armónicos de un ámbito respecto de otros influirá la percepción auditiva del sonido fundamental.
Es dicho espectro de armónicos de un sonido, el que dará configuración al timbre.
El sonido vocal se produce en una acción física combinada. Las partes son el apoyo, la función combinada de mucosidad, cuerdas y músculos vocales (mezza di voce) y de la resonancia y supresión de los armónicos del sonido emitido del laringe al tracto vocal (boca, cabeza).
Este es individual en cada persona ya que en parte depende del tipo de cuerdas vocales del individuo, de su modo de vibración, y de las cajas de resonancia.
En la pedagogía de canto, el proceso de despertar ciertos armónicos para hacer la voz brillante se denomina comúnmente resonancia. Sin embargo, del sonido inicial de la laringe solo un 20% es emitido efectivamente como sonido vocal, el resto esta suprimido por el tracto vocal. Por lo tanto, es más correcto hablar de filtración parcial del sonido inicial. Mientras que la formación osea de cada persona es predefinida, la forma correcta de emitir el sonido al tracto vocal se puede aprender a través de entrenamiento constante. Resulta que las voces percibidas como prominentes y brillantes son las que tienen una fuerte proporción del formante entre 2.800 hz y 3.200 hz.2
La conformación individual de laringe y tracto vocal es la razón por la cual el cantante individual es más distinguible por su sonido vocal, que un instrumento musical de otro del mismo tipo. La técnica vocal no enfoca primariamente el virtuosismo instrumental, sino la formación de la emisión correcta del sonido.
Desde 1956, Husson, ha distinguido (por estudios fisiológicos realizados en Paris. Universidad de la Sorbona), dos timbres en cada voz humana. Timbre vocálico y timbre extravocálico.
El timbre vocálico se corresponde a circunstancias fisiológicas condicionables, incluyendo aquí todas la técnicas de aprendizaje; y el timbre extravocálico depende en exclusividad de la constitucionalidad laríngea, y es el que caracteriza la voz de cada individuo.
En el canto o arte lírico las cualidades del timbre son las siguientes:
1. Color
2. Volumen
3. Espesor
4. Mordiente
5. Vibrato
1.- Color
Básicamente, es la técnica empleada o bien es la conducta vocal, la que determina el color del canto, siendo este claro u oscuro. Dentro del color, tenemos la eufonía, siendo esta, el matiz que el cantante emplea en la emisión vocálica, así pues, un cantante puede presentar una eufonía clara u oscura.
El color se puede analizar, si se estudia mediante los analizadores del espectro sonoro vocálico. En este estudio las coordenadas son la intensidad y la frecuencia, y según se desplazca la gráfica, obtenemos diversos timbres. También en esto, en relación con la producción de armónicos de un sonido.
2.-Volumen
Se encasillan las voces en pequeñas o en voluminosas. Las primeras no son válidas para grandes interpretaciones o salas de concierto. Quizá este punto tiene su importancia en la sensación de acercamiento o lejanía que se quiere ofrecer o transmitir a lo largo de una interpretación.
El volumen de la voz, depende casi exclusivamente de la presión del flujo aéreo ascendente, que incide en la subglotis de la laringe del cantante.
3.-Espesor
El origen del espesor de la voz, lo situamos en las características de las cavidades de resonancia y principalmente en la cavidad orofaríngea. Son las sensaciones de inflados, a mayor abertura de la cavidad orofaríngea, mayor es el espesor de una voz.
4.- Mordiente
Se sitúa el mordiente según el grado de elasticidad y tonicidad de la musculatura laríngea. El mordiente es también el grado de brillantez de la voz.
Una buena tonicidad implica que en la emisión del canto, el cierre de las cuerdas vocales o del espacio glótico se presenta firme. De todos modos la afectividad y otros factores durante el canto, condicionan el grado de brillantez o mordiente de la interpretación.
5.- Vibrato
El vibrato es cuando el cantante apoya su voz, es decir, existe una modulación de frecuencia más baja, con su intensidad y frecuencia, que se superpone a la del cantante. No debe confundirse el vibrato con el "trémolo", que sería una cierta inestabilidad vocal.
En una voz formada de cantante hay una oscilación notoria de amplitud y frecuencia del sonido que se denomina vibrato. Hay vibratos con frecuencias entre 3 y 9 hz. La frecuencia óptima, percibida como agradable y orgánica, es de 4.5 – 5.5 hz. El vibrato controla la coordinación entre voz de cabeza (vibración de la capa mucosa) y voz de pecho (vibración de ligamento y musculus vocalis). Según Fischer (1993), se distinguen tres formas de vibrato:3
a) onda espirativa, inducida por el diafragma
b) onda de glotis, inducida por la glotis y
c) onda compleja, tremor combinado entre glotis y diafragma.
De modo esquemático, según el timbre podemos observar voces claras; pequeñas o voluminosas (grandes); débiles (delgadas) o espesas (gruesas); destimbradas (lisas) o timbradas (brillantes); y con mayor o menor vibrato.
La clasificación por timbre afecta directamente al estilo de la voz, y a las posibilidades expresivas del cantante, además debe escucharse el gusto del público.
Para finalizar, el timbre es sutil e indefinible, siendo el responsable de que dos voces conserven su individualidad y sean inconfundibles; es, en definitiva, la personalidad de cada voz.
4.- Clasificación por Características Anatómicas.
Por lo general, a distintas voces les corresponden distintas características físicas anatómicas, de las cuerdas vocales y del paladar óseo, senos paranasales y demás resonadores.
En lo que respecta a las características anatómicas, se puede decir que los sujetos de baja estatura, de cuello corto y grueso y cara redondeada son propensos a ser dueños de voces agudas y de registro amplio, mientras que personas altas, delgadas y de tórax amplio son propensas a las voces graves.
Las características de las cuerdas vocales también nos pueden dar un indicio del registro de su dueño.
Responden en analogía con las características anatómicas anteriormente descriptas, ya que las cuerdas vocales cortas y gruesas tienden a generar voces agudas, mientras que las cuerdas largas y delgadas, voces graves.
Un estudio de las características de los resonadores también puede ser orientativo a la hora de definir un registro.
Es importante tener en cuenta que de ninguna manera, estas características físicas definen de manera exacta posregistros de las personas, existiendo infinidad de variantes, e incluso, sujetos con características físicas y vocales que contradicen por completo lo anteriormente explicado.
UNA PROPUESTA DIDÁCTICA PARA VOCES INFANTILES:
Organización de coros y clasificación de voces en la escuela primaria.
Para poder trabajar coralmente a voces en la escuela primaria es necesario haber sentado las bases para ello. En los primeros grados se inicia el cultivo del sentido rítmico y auditivo de los niños, cuidando la correcta emisión vocal y utilizando un buen cancionero, tanto desde el punto de vista didáctico como del estético.
El modo de expresión de un coro es la voz. Si esta se maneja mal, se emite con defectos o no tiene buen sonido, cualquier canción que se aprenda nos dejara insatisfechos al no lograr su interpretación cabal. Debemos entonces cuidar que la voz del niño sea emitida naturalmente, sin ningún esfuerzo y en una agradable media voz, controlando la dicción clara y bien articulada de las palabras. El mejor modelo será la voz del profesor de música, para lo cual es siempre imprescindible que este la maneje con conocimiento y seguridad. El profesor de música debe cuidar celosamente su órgano vocal, ya que este es su más preciosa herramienta de trabajo, perfeccionando día a día si cabe la emisión de su voz y velando porque se conserve sana.
En esta primera etapa de la formación vocal de los niños es conveniente utilizar cantos breves, construidos en base a dos, tres o cinco sonidos hasta completar gradualmente la octava. La estructura de estos cantos será tonal y su línea melódica bien construida musicalmente. Los versos del canto no serán extensos y sus palabras y conceptos adecuados a la edad y mentalidad infantil. El acompañamiento pianístico, discreto, no cubrirá en ningún momento la débil voz infantil. Se cantara también mucho a capella, siguiendo con la mano la representación espacial de la melodía (uso de la fononimia). Los ejercicios y juegos de ejercitación auditiva en base al sonido, considerando sus tres cualidades: altura, timbre e intensidad, ayudaran mucho también para agudizar la percepción auditiva, la concentración y por ende la afinación correcta. La introducción a la lectura musical que se comienza a practicar en tercer grado, contribuirá a dar mayor seguridad a los cantos que mas tarde podrán aprenderse por lectura entonada. Los resultados rítmicos corales, los cánones rítmicos y utilización de ostinatos, sentaran también las bases necesarias para iniciar luego, a partir de cuarto grado, la practica del canto coral a voces.
Clasificación de Voces:
A partir de cuarto grado y luego de un tiempo destinado a unificar las voces, se procederá a clasificar las voces según su tesitura, extensión de la voz, afinación, calidad y color o timbre en distintos registros (medio, agudo y grave). Esta clasificación vocal no será en modo alguna definitiva; deberá revisarse en los años siguientes y aun en el mismo año, según los niños y con sumo cuidado y atención por parte del profesor para no fracasar a posteriori en todo el trabajo vocal que realice.
Procedimiento para clasificar las voces:
1) Para clasificar la voz se hará entonar al niño un breve trozo que le sea bien conocido, escrito en un registro central (por ej. alguna canción popular infantil o un breve diseño melódico aprendido con el ejercicio de emisión vocal).
2) Se escuchara si la afinación del trozo vocal propuesto ha sido correcta, lo que es muy importante para determinar el oído musical del niño. Puede suceder que:
a) Afine correctamente en la altura propuesta. Así podemos determinar ya el timbre y calidad de la voz. Repetiremos el motivo musical uno o dos tonos más agudo y también más grave, para comprobar la tesitura y la calidad en los diferentes registros. El timbre puede ser claro cristalino y puede ser oscuro, calido, redondo: puede cantarse con liviandad y puede cantarse con cierta pesadez; puede observarse buena calidad de voz, correcta emisión, y, por el contrario, pese a cantarse afinando, se puede emitir mal el sonido, encontrándonos en presencia de voces roncas, ligeramente afónicas, veladas, estridentes, gangosas, etc. Los casos que se observan al escuchar individualmente a los niños son numerosos. En realidad, cuando un niño presenta anomalías en la emisión vocal o afecciones de índole patológica es difícil que pueda afinar correctamente, aunque escuche bien el motivo que le ha sido propuesto.
b) Reproduzca la melodía en las relaciones de sus intervalos, pero en un registro mas grave o mas agudo que el propuesto (este ultimo caso es menos frecuente). En el primer caso seguiremos probando pero desde el registro donde el ha cantado, para llevarlo gradualmente al que nosotros habíamos propuesto. A veces se logra así la afinación deseada; otras veces el niño sigue cantando en el mismo lugar. Con ejercicios graduales de emisión vocal, articulación y vocalizaciones podremos ampliar el registro restringido de estos niños.
c) Afine correctamente solo algunas notas de la frase musical. Observamos un atisbo de afinación; no afina todas las notas de la frase musical, pero si algunas, lo cual es alentador, pues si puede afinar dos o tres notas es seguro que con entrenamiento auditivo adecuado podrá mejorar su voz, su afinación y su oído musical. Es conveniente en este caso proponerle para su afinación un esquema melódico mucho más simple y breve, pues puede existir falta de concentración auditiva y por ende mala reproducción.
d) No afine ninguna nota. Esto puede obedecer a cualquiera de las siguientes causas o a varias de ellas:
- inhibición momentánea que le impide cantar solo. Se lo hará cantar acompañado por otro niño o con la ayuda del maestro.
- distracción mental que le impide escuchar con la necesaria concentración la frase musical propuesta. Se simplificara el trozo musical que debe entonar reduciéndolo a solo dos notas solamente (puede ser una 5ta. Justa ascendente o descendente o una 3ra. menor descendente).
- el niño posee buena voz, sana, sin vicios evidentes de emisión, pero oye mal, ya sea porque su oído no ha sido suficientemente educado o porque existe una afección que disminuye o anula su percepción auditiva. En consecuencia oye mal, reproduce mal.
Ejercicios de percepción auditiva graduados con criterio pedagógico darán excelentes resultados reeducativos si la causa no es de índole patológica.
- el niño oye bien, posee sentido rítmico y esta consciente de que ha cantado mal, pero fallas de diversa índole le impiden reproducir cantando lo que el ha escuchado muy bien. En presencia de este caso que puede obedecer a enfermedades del aparato respiratorio, pasajeras o crónicas, más o menos comunes en la niñez, debemos ponernos en contacto con sus tutores para que nos informen sus causas y diagnostico ya que estas anomalías deben ser vigiladas y tratadas. En cierto modo se forma un círculo vicioso, ya que la afección vocal le impide cantar utilizando correctamente su voz y el mal uso de ella perjudica su aparato respiratorio. Corresponde conocer, en todo caso, el dictamen de un profesional. Ante un caso así será conveniente que hasta tanto no se haya solucionado, la participación en clase de música no se realice por medio del canto, sino escuchando, haciendo ritmos ejecutando algún instrumento.
La extensión vocal del niño puede estar contenida entre estas notas extremas: un SI2 (a distancia de semitono del do central del piano) hasta un SOL-LA4 (a distancia de decimotercera del do central), que deberán ser abordadas según los casos con debida precaución. La tesitura del niño mezzo-soprano va de SI2 hasta el MI4, la del niño soprano; desde el RE3 hasta el SOL4. Es excepcionalmente raro encontrar un niño con autentica voz de contralto. Para comenzar el trabajo coral en la escuela convendrá, sin embargo, atenerse al siguiente registro: SI2 – FA 4. Si bien con ejercicios de vocalizacion adecuados y graduados es posible alcanzar los extremos de la voz infantil, en la práctica coral convendrá no abordarlos con el debido cuidado y preparación. Ellos constituirán la reserva necesaria que permita entonar sin problemas las notas centrales vecinas; solo esporádicamente puede ser necesaria su utilización en una obra coral escrita para niños.
Es evidente que cuando el niño tenga dificultades para cantar afinando las notas MI4 y FA4 entonando correctamente el resto del registro hasta estas notas, lo clasificaremos en segunda voz (mezzo-soprano).
Si por el contrario canta con relativa facilidad estas notas MI4-FA4-SOL4 lo clasificaremos como primera voz (soprano). Esto en cuanto a la tesitura se refiere, porque si entona el registro casi completo será el timbre y la calidad de la voz lo que nos decida a ubicarlo en primera o segunda. Conviene hacer notar que en general, cuando el niño no posee una técnica vocal correcta no puede entonar las notas por encima del RE 4 con exactitud, pues experimenta una especie de inhibición que lo anula y que solo un entrenamiento vocal adecuado puede vencer dándole la seguridad necesaria. Esto hace que sea conveniente volver a revisar la clasificación vocal, después de tres o cuatro meses, para reconsiderar a niños que nos dejaron con dudas en cuanto a su capacidad y extensión vocal.
Hecha esta primera clasificación vocal, observaremos que nos quedan tres grupos de niños: los de primera voz (niños soprano); los de segunda voz (niños mezzo-sopranos) y los que presentan anomalías o problemas.
En los dos primeros grupos los niños serán siempre afinados, pero habrá indudablemente unos mas seguros que otros, que nos serán muy útiles cuando trabajemos en cánones o en obras a voces, ya que se constituirán en alumnos guías. En el tercer grupo, el de los niños que presentan problemas de afinación, de oído, o patológicos, los distribuiremos según una relativa y aproximada discriminación de altura, en primera o en segunda voz. Nunca colocaremos a estos niños al lado de otros poco seguros, sino al lado de los muy seguros que les puedan servir de guía y apoyo, recomendándoles que canten muy suave y escuchando bien a sus compañeros vecinos.
Ejercicios de emisión Vocal.
Es muy conveniente comenzar las clases de canto coral con un ejercicio de emisión vocal. Estos ejercicios tienen por finalidad lograr una correcta emisión vocal, ampliar la tesitura en los extremos, tanto grave como agudo, y aprender a utilizar los resonadores naturales. Señalaremos las etapas que debemos observar para que estos ejercicios de emisión vocal cumplan ampliamente con las finalidades que les hemos asignado.
El primer requisito necesario para cantar es la correcta respiración. Mucho se ha hablado sobre este tema, pero en la práctica no se realiza como corresponde en la gran mayoría de los casos. La respiración para cantar debe ser como la que realizamos cuando dormimos, un poco mas amplia. En la posición acostados boca arriba y con el cuerpo bien relajado es como mejor podemos observar y controlar la respiración normal correcta. Comprobamos entonces que respirando normalmente, cuando inspiramos se eleva la zona costal inferior y el abdomen mientras que cuando espiramos estas partes se aplanan, recobrando su posición normal. Esto quiere decir que la respiración debe ser costal inferior, casi abdominal. Si por el contrario inspiramos como lo hace la mayoría de las personas cuando quieren "respirar bien", levantando los hombros y el pecho, contraeremos los músculos perjudicando la emisión de la voz y el aire inspirado no alcanzara a llenar completamente los pulmones hasta su base. Si en cambio inspiramos suave y silenciosamente por la nariz, dejando bien relajados los músculos del cuello, sin alzar los hombros ni el pecho, pero expandiendo las costillas inferiores, es decir, las llamadas "falsas", y el abdomen hacia delante y hacia los costados, haciendo trabajar bien el diafragma llenaremos completamente de aire los pulmones hasta su base. El aire correctamente inspirado busca salida al exterior y realizando el camino en sentido inverso atraviesa la laringe, donde se encuentran las cuerdas vocales que vibran al paso del aire convirtiéndose en sonido cantado o en palabra hablada. El sonido producido al nivel de las cuerdas vocales es débil e insuficiente, debiendo ser ampliado por medio de la utilización de los resonadores. En realidad, todas las partes óseas del cuerpo actúan a modo de caja de resonancia, pero es a los huesos de la cabeza donde con mayor frecuencia se debe dirigir el sonido para que se amplifique. La posición ideal de la boca, para cantar, es la que tiene al reprimir un bostezo. En esta forma esta bien abierta en su interior y la lengua ocupa el lugar que debe mantener cuando no articula, que es bien plana en el fondo de la boca, rozando con la punta los incisivos inferiores. Se canta con las vocales, pero se articula con las consonantes. La consonante debe pronunciarse rápidamente, descansando el sonido por completo en la vocal.
Cuando recién se comienza a trabajar, la correcta emisión vocal se hará preceder siempre a las vocales de una consonante. En esta forma se mejorara el ataque del sonido, se lo afinara mejor que si se canta exclusivamente sobre vocales, pues se articulara naturalmente, por medio de la consonante, cada sonido con su correcta afinación.
Cuando recién se inicia al niño en el canto no cabe darle ninguna indicación al respecto. En Jardín de Infantes o en 1er. grado el mejor modelo, como de costumbre, será la voz del maestro. Se tratara de que el niño imite, dándole importancia a la pronunciación correcta y trabajando con cantos de muy pocos sonidos (de do a la preferentemente), utilizados en forma gradual a fin de que todos los niños puedan afinar correctamente todas las canciones.
Clasificaciones de voces en el canto lírico
La voz es el único instrumento musical connatural al hombre. Su clasificación ha sido, es, y será siempre materia de encendidas discusiones. No existen dos teóricos que estén de acuerdo ni siquiera en lo que podría llamarse su extensión normal. En realidad, las diferentes ordenaciones varían de una escuela a otra, y en la mayoría de las ocasiones (refiriéndonos al canto lírico) se tiene más en cuenta el carácter del personaje que se va a cantar que la extensión vocal del cantante. En Francia, por ejemplo, esta es la regla inconmovible. Además, no hay que olvidar que casi ningún compositor ha calificado las voces en sus partituras, limitándose únicamente a señalar su esencia: soprano, tenor, contralto, etc. Sólo hay una clasificación válida e indiscutible: la que divide a las voces según su género en dos grandes grupos: femeninas y masculinas. Partiendo de un criterio tan sencillo, intentaremos ordenarlas.
Voces Femeninas
1) Soprano: es la voz más aguda y suele dividirse en los siguientes tipos:
Ligera: si bien el volumen no tiene tanta importancia como en otros tipos de soprano, su extensión es la más amplia; voz idónea para realizar todo tipo de virtuosismos vocales, como son los ornamentos y adornos diversos.
Doubrette: muy parecida a la anterior, aunque su timbre y tesitura suelen ser más graves.
Lírico – ligera: voz intermedia capacitada para acometer gran parte de los papeles de sopranos ligeras y líricas.
Lírica: más expresiva y con mayor volumen que las ligeras, no tiene, sin embargo, agudos tan firmes.
Lírico – spinto: supera en potencia y expresión a la lírica.
Dramática: posee unos graves más ricos que la lírico – spinto y el timbre es también más poderoso; cuando puede cantar ornamentos, se le suele llamar soprano dramática con agilidades.
Falcon: voz intermedia entre soprano dramática y mezzosoprano, casi equivalente a la mezzo ligera.
2) Mezzosoprano: de timbre rotundo y bastante más grave que el de la soprano, puede acometer agilidades muy complicadas. Suele dividirse en dos grupos:
Mezzo ligera: casi equivalente a la soprano dramática con agilidades y a la soprano falcon; debe estar capacitada para resolver agilidades auténticamente virtuosistas.
Mezzo dramática: casi equiparable a la soprano dramática, aunque sus graves son mucho más ricos y potentes.
3) Contralto: es la voz femenina más grave. De singular rareza, supera a la mezzo dramática en la potencia de sus graves. A veces puede hacer agilidades. En Alemania, país donde más se ha subdividido y estudiado la clasificación de la voz, se suele distinguir la contralto cómica, con capacidad para cantar ornamentos (conocida en otra época en Italia como contralto buffa) de la dramática.
Voces Masculinas
1) Tenor: es la voz masculina más aguda. Se puede dividir en:
Ligero: voz muy ágil capacitada para una perfecta vocalización y para entonar agilidades.
Cómico: equiparable al anterior. En Francia también se le conoce como tenor trial.
Lírico: de mayor potencia y firmeza en la proyección de la voz que los tipos anteriores.
Lírico – spinto: de mayor potencia y expresión que el tenor lírico. Cuenta con el repertorio más amplio de esta cuerda.
Dramático: de gran potencia en la octava central y en los graves; pobre en los agudos.
2) Barítono: voz más grave y aterciopelada que la de los tenores, casi nunca cuenta con agilidades.
Ligero o cantante: voz atenorada en los agudos; graves no muy potentes.
Buffo: muy parecido al anterior.
Bajo Verdi: característico en las óperas maduras de Verdi. Debe poseer agudos brillantes y graves aterciopelados.
Barítono – Bajo: voz de color oscuro que, sin embargo, puede emitir agudos brillantes. En Alemania, además, se considera como un tipo aparte el llamado bassbariton.
3) Bajo: es la voz masculina más grave. En determinados papeles cómicos tiene que acometer agilidades más bien difíciles.
Cantante: además de poseer un timbre relativamente ligero, debe resolver agilidades.
Helden: equivalente al barítono bajo.
Profundo: octava grave muy rica, agudos firmes.
Caractère y Hoher: tipos de voces que no se usan fuera de los repertorios francés y alemán. El primero está cercano al cantante y el segundo es un profundo corto.
4) Contratenor, Altus y Sopranista: hacen uso del registro de falsete para emitir un sonido semejante al canto femenino. En el castrato, se suprimía la mutación de la voz, a través de la amputación de los testículos. El castrato no existe ya en la práctica musical de hoy en día.
También existe la voz de tiple, que es la voz de un varón que aún no ha llegado a la mutación (voz).
Conclusión
La voz no es igual para todas las personas, así pues no puede participar con sus mismas cualidades. La voz es una de las expresiones humanas en donde más se pone de manifiesto las características del individuo, englobándose en ellas tanto las constitucionales, anatómicas como anímicas.
Es en el canto, donde las características de la voz, como son el timbre, tono e intensidad se ponen de manifiesto y determinan las diferencias de cualidad, que esperamos hallar en la voz cantada.
Debemos entender, que una voz no puede servir para interpretar toda la música existente, toda voz tiene y debe ser conocedora de sus limitaciones.
La clasificación de la voz, sirve para que se obtenga de un modo óptimo sus posibilidades en la interpretación, evitando un esfuerzo muscular impropio, que terminaría dañando la laringe.
En el canto popular, de grandes posibilidades en el manejo de los recursos vocales para la interpretación, el conjunto de características que nos permitirán clasificar una voz podrán presentarse aleatoreamente e incluso algunos parámetros no actúan como excluyentes de su opuesto (sino que pueden ampliar los recursos expresivos del artista). En el canto lírico, por las necesidades propias del repertorio, muchos de dichos recursos serán recortados, aún estando dentro de las posibilidades del cantante. Siendo la clasificación por lo general circunscripta al repertorio que se puede enfrentar más que al conjunto de posibilidades vocales.
Adjuntamos a continuación una lista con los ejemplos sonoros presentados en el material auditivo.
BIBLIOGRAFÍA:
Coloratura, "Manual sonoro de las voces de ópera" Selección de arias. Diversos autores e intérpretes – Decca
Fischer, Peter-Michael (1993), Die Stimme des Sängers, Wiesbaden: Metzler. 3-476-00882-7.
http://www.sinfomed.org.ar/mains/publicaciones/lavoz.htm
http://www.weblaopera.com/voces/lavoz.htm
Kloiber, Rudolf, ed altri (2002), Handbuch der Oper, Kassel: Bärenreiter. 3-761-81605-7.
Serra, Mariel. Apuntes de Cátedra de diferentes autores – Bloque 1 y 2
Alumnos:
Fernández, María Verónica
Fontana, Lourdes
Gaiazzi, Jorge
Marcón, Celeste
Sarquís, Guillermo
Alumnos del Profesorado en Educación Musical del Departamento de Música de la Escuela de Artes de la F.F.yH. de la UNC.
Octubre de 2007 – CÓRDOBA – ARGENTINA
Contacto:
Jorge Gaiazzi
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