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Bullying: La realidad y los hechos

Enviado por Felix Larocca

  1. La obra de Dan Olweus
  2. Bullying: De lo que todos hablan y pocos saben
  3. Bullying y el desarrollo del ser humano
  4. Causas del bullying
  5. En resumen
  6. Bibliografía

En la prensa norteamericana se registran de manera cotidiana los relatos de jóvenes de ambos sexos, quienes recurren al suicidio para evitar las agresiones de los "bullies" (o matones).

El acoso entre niños no es nuevo…FEFL en: El Matón: La Patografía de un Carácter de la Juventud que nunca muere…

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos92/maton-patografia-caracter-juventud-que-nunca-muere/maton-patografia-caracter-juventud-que-nunca-muere#ixzz3HCrr1CTt

En su obra clásica El Señor de las Moscas, Sir William Golding laureado con el Premio Nobel de Literatura, nos introduce vívidamente a una comunidad de adolescentes, abandonados en medio, de una selva desolada, muchos de entre ellos, quienes practicaran el "arte" de la intimidación tribal que hoy reconocemos bajo el nombre de bullying adaptado del inglés.

El bullying es omnipresente, parece ser…

Para el propósito de esta lección, en lugar de uno de los términos equivalentes que existen en español, como son matón (por bully) y hostigar o acosar por el acto mismo de hacer mofa del más débil, continuaremos utilizando el término con la raíz anglosajona, ya que otros tipos de bullying han ganado vigencia reciente como es el de cyberbullying, que indica el uso de los medios sociales para lograr el mismo propósito. (Véanse mis ponencias al respecto).

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La obra de Dan Olweus

Por casi cuarenta años, el susodicho psicólogo escandinavo ha estado en la vanguardia de la investigación en esta área del comportamiento humano. Escribiendo libros, publicando innumerables artículos al respecto y desarrollando programas para remediar y prevenir esta actividad que repercute negativamente en las víctimas y que afecta igualmente en quienes, con ellas, se asocian.

El mencionado investigador ha colaborado en el desarrollo de sistemas preventivos y de intervención clínica que han sido adoptados por varios países para proveer información en el entendimiento de estos problemas y de sus derivados coligados.

En mi artículo, recientemente publicado, Violencia y el mango de la bomba (Recordando a John Snow y Malala) destaco el poder de los medios sociales en perpetuar ciertas tendencias y comportamientos que debemos, sino erradicar, por lo menos, contener.

Bullying: De lo que todos hablan y pocos saben

Bullying ha sido sujeto a numerosas clasificaciones e interpretaciones basadas en observaciones empíricas que son mejor descritas en el portal del programa de prevención diseñado por Olweus y sus asociados.

Para quienes deseen la dirección electrónica:

http://www.violencepreventionworks.org/public/faqs.page#Answer_numberCbQ3

El propósito de esta ponencia es explorar las dinámicas de estos comportamientos que trascienden la niñez y que parecen formar parte esencial de la constitución psíquica del ser humano, ya que el vapuleo verbal (como en gay bashing) es otra forma de bullying ampliamente generalizada.

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Instructor militar reprimenda un recluta, a quien llamara "cerdo" y apodara el nombre de mujer "Sally"

Bullying y el desarrollo del ser humano

Desde el punto de vista psicosocial podemos llegar a un acuerdo en las fases del desarrollo que deben de ser completadas antes de que el bully se torne capaz de desplegar sus actividades.

Veamos

Bullying es algo que se descubre, precisamente en la tercera etapa de Erikson, la Edípica de Freud o la IV de soldado de Shakespeare.

Desde el punto de vista del desarrollo epistemológico esta época correspondería a la Etapa de Operaciones Concretas del investigador Jean Piaget.

El bully no actúa solitariamente, ni agrede a quien es capaz de responder con una defensa eficaz que puede minimizar sus designios. El bully necesita una víctima indefensa y una audiencia que lo estimule para actuar sus bravuconadas.

Con la introducción de la noción de los medios sociales es fácil victimar a personas a la distancia, con el chisme, la extorsión y la falsificación de informaciones negativas como si fuesen comportamientos execrables.

Por ello, muchas mujeres jóvenes y vulnerables optan por el suicidio en lugar de confrontar la humillación, producto del ciberbullying.

El matón (léase bully) del artículo de mi juventud, estaba bien pertrechado con un cuadro de tres hermanos mayores quienes se unían a sus ataques, y, en su defensa, cuando las circunstancias lo requirieran.

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Nací bizca y hoy soy modelo

¿Recuerdan la canción Yo tengo mis cinco hijos?

Lo que el matón referido, en su caso, tristemente careciera, fue de una figura paterna sólida y decidida que le hiciera cumplir el ejemplo de lo que fuera permisible y deseable en todas las circunstancias.

El papá (en retrospección) parecía sufrir de ergofobia, ya que nunca tuvo ocupación conocida o trabajo alguno, hasta que (por obra de Trujillo, dijeron las malas lenguas de entonces) se sacó el premio mayor de la lotería en dos domingos consecutivos, logrando una fortuna que dilapidó jugando póker en tiempo que batiera los récords del despilfarro monetario.

Causas del bullying

Cuando hacemos la pregunta crucial: ¿Qué causa el bullying? Tenemos que conformarnos con la simple respuesta de que es un comportamiento mal-adaptativo, determinado por factores tan variables como múltiples, sin que exista una causa específica para explicarlo.

Nosotros no creemos que lo antedicho satisfaga totalmente nuestra curiosidad científica.

Leamos

Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se pueden clasificar los tipos de personalidad según se reacciona ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se auto inculpan de lo que sucede, quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie. Bien porque no se atreven a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.

Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al rechazo o al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción puedan sobre caer en ellos.

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El bully no enfrenta la fuerza

Por otro lado, las reacciones que sistemáticamente inculpan a otros de todo lo negativo que sucede se deben a que el individuo no soporta la carga de la propia responsabilidad cuando surgen las frustraciones, y dirige a los demás la sensación de su error. Es una forma de liberación que los demás perciben como una conducta agresiva, pero que revela la incapacidad del individuo para criticarse de forma objetiva y serena. El origen de estas conductas está en estilos de educación permisivos en los que la persona no ha experimentado los límites de su conducta ni las consecuencias de sus errores. Sucede frecuentemente en familias en los que la autoridad de padres y adultos, y el respeto a unas ciertas normas de convivencia han sido mal o insuficientemente elaborados con los niños y adolescentes. La educación en libertad y responsabilidad es nuestra asignatura primaria.

Esta actitud de reaccionar ante las malas noticias no echando la culpa a nadie se asocia a dos tipos de perfil: quienes mantienen actitudes frívolas y no le dan importancia a nada y, por otra parte, quienes mostrándose responsables y conscientes, optan por no teñir las relaciones interpersonales de sentimientos negativos para evitar la tensión que ello acarrea.

Entonces, existen aquéllos que nos hablan de sus defectos, haciéndonos sentir que son virtudes inauditas y excusables en todos los sentidos — porque siendo sus faltas — para ellos son virtudes.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos92/verguenza-sentimientos-culpa-deber-y-estres/verguenza-sentimientos-culpa-deber-y-estres#ixzz3HFWs1bGT

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¿Cacón, eh?

Los bully tratan de encontrar en la vida otros que aparenten ser más miserables que ellos para sentirse felices.

El bully pregona sus inferioridades en su ataque al indefenso y en su burla a los defectos que en otros percibe. Es como si el pensamiento mágico los gobierna, resultando en que, es como si fuera, si me opongo y hago mofa de los defectos de otros, éstos nunca podrán afectarme.

En los días de mi juventud conocí a una víctima del bullying. Era un muchacho judío afeado por ser muy delgado, de corta estatura, de cabeza grande, y, por supuesto, por ser judío.

Lo del cráneo desproporcionado le ganó el apodo de Cacón. Lo de judío se resolvió cuando nuestro matón lo escupía durante la semana santa, porque, supuestamente "los judíos escupieron a Cristo camino a la cruz".

Lo que aun me parece insólito es que los mismos clérigos que fueran testigos del abuso proferido, se hacían la vista gorda. En este caso nuestro amigo estaba enrolado en un colegio protestante.

Prosiguiendo. En otro colegio con el que fuera familiar durante mi niñez, el director, refugiado de la Guerra Civil Española, cuando detectaba que algún párvulo no avanzaba de acuerdo a sus rígidas expectaciones, exhortaba a la clase a que entonaran un estribillo que iba de esta manera: "A, E, I, O, U: Más sabe un burro que tú…" No es difícil colegir quien sería el asno de la semana, con aprobación de la autoridad vigente.

Traigo lo dicho a colación porque los bully gozan del apoyo implícito de quienes pudieran detenerlos. O, por lo menos, mostrar su oposición a sus comportamientos.

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Pero, no existe razón para detenerse en la niñez. Políticos y, a veces prelados, alientan los votantes por la exposición burlona de fallas personales, como es la de tildar un candidato de ser homosexual o la un diplomático extranjero de ser gay, como, recientemente hiciera, nuestro cardenal.

En resumen

Bullying y sus consecuencias son parte del repertorio de los comportamientos comunes de nuestro género.

El poder de los grupos y su impacto social es enorme, como todos bien sabemos.

La exclusión social y económica se practica en todas partes, lo que, parcialmente explica la proliferación exitosa de causas destructivas.

El bullying tiene un remedio, y ese remedio comienza en el hogar. Comienza el instante en que padres responsables instruyen a sus hijos en que este fallo moral existe y que, ni ellos, ni los docentes van a tolerar su aparición y progreso en su medio.

No necesitamos reinventar la rueda para descubrir sus causas y sus remedios. No importa lo que afirmen los expertos.

Fin de la lección.

Bibliografía

  • Larocca, FEF: El Matón: La Patografía de un Carácter de la Juventud que nunca muere en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Vergüenza, sentimientos de culpa, el deber y el estrés en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Ergofobia o fobia al trabajo en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Abecedario "L" es por ludopatía: La adicción al juego es otra enfermedad en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Del chisme y de la persona chismosa en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Self-Help, auto-ayuda o asistencia mutua: La magia curativa del poder singular de los grupos en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:

  • Academia.Edu

  • ResearchGate.net y

  • Monografías.com

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No bullying para el considerado pingüino

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca