Los organofosforados tienen antídoto; sulfato de atropina. Aplique dosis de l mg subcutáneo para casos leves; para casos moderados 1 mg intravenoso cada 20-30 min hasta la desaparición de los síntomas y/o aparición de datos sugestivos de atropinización (midriasis, enrojecimiento facial, diaforesis y taquicardia) y en casos severos, 5 mgs cada 20-30 min.
Una amplia variedad de insecticidas órgano fosforados están disponibles en el mercado
De amplio espectro de actividad: Paratión metílico, fentión, diazinón.
Sistémicos para vegetales: demetón, disulfotón, dimetoato.
Sistémico para animales: triclorfón, crufomato, famfur, coumafos.
De corta vida residual: mevinfós, TEPP, naled.
De acción residual: azinfós metílico.
Contra larvas acuáticas: temefós.
De uso doméstico: malatión, diazinón.
En granos almacenados: malatión, diazinón, clorpirifós.
De uso en el suelo: difonato, forato, diazinón.
Fumigantes: TEPP, Diclorvos.
Salud pública: malatión, fentión.
Nematicidas: tionacín, fenamifós.
Para fines médicos: paraoxón, DFP, armine.
Todos los insecticidas organofosforados han sido proscritos en EU y la Unión Europea, sin embargo una amplia gama de ellos se comercializan en los países en vía de desarrollo. Debe tenerse en cuenta que las aplicaciones de organofosforados afectan particularmente a los niños.
El malatión es ampliamente conocido y ha sido usado frecuentemente en campañas de salud pública, todavía se sigue usando a pesar de ser bien particular; su particularidad estriba en que no es un insecticida puro sino un "complejo", que incluye además del Malathión propiamente dicho, impurezas como los trimetil fosfatos y el Malaoxón e incluso ingredientes "inertes" de alto riesgo. Además de "complejo" es por lo tanto "variable", y de variación poco predecible. En muchos casos los derivados de su propia molécula son varias decenas de veces más tóxicos que el Malathión puro. Lamentablemente, los marbetes de las formulaciones comerciales se refieren, por lo general, al Malathión puro y no al "complejo" Malathión.
El DDVP o Diclorvos (2,2-Diclorovinil dimetil fosfato) es comercializado en diversos países bajo los nombres: Apavap, Benfos, Cekusan, Cypona, Derriban, Derribante Devikol, Diclorvos, Didivane, Doom, Duo-Kill, Duravos, Marvex, Nogos, No-Pest, Nuvan, Prentox, Vaponite, Vapona, Verdican, Verdipor, Verdisol, etc. Este es el principio activo de "Shelltox con Vapona no perdona".
Este insecticida es bien particular además de sumamente toxico. A concentración de 1cc por litro, es usado para baños de animales en veterinaria, contra garrapatas y otros insectos de la piel. Sin embargo a concentraciones por encima de 10cc por litro, este producto hace fase gaseosa, o sea, la mezcla diluida pasa de líquido a gas emitiendo gases tóxicos capaces de malograr a cualquier ser humano o animal. Se usa para tratar almacenes o sitios cerrados. Evite su uso por todos los medios.
Este es el último de los insecticidas organofosforados, Muy efectivo para tratamientos contra termitas y de protección de maderas. Hasta hace poco permitido para aplicaciones domesticas. Ya los Estados Unidos lo prohibieron en su territorio al comprobarse que es sumamente toxico para niños; no obstante se comercializa en el tercer mundo.
c) Los Carbamatos.
Los Carbamatos son ésteres de ácidos carbámicos, relacionados con grupos alcoholes cuaternarios o amonios ternarios. Sus características principales son su alta toxicidad y su baja estabilidad química. Los carbamatos son compuestos biodegradables mediante la exposición a los rayos solares, no son bioacumulables y son liposolubles. Su acción letal la efectúan igual que los organofosforados, inhibiendo la acción de la colinesterasa. Los síntomas de intoxicación y las medidas de auxilio son los mismos que en el caso de los fosforados.
Los hay de mediana y baja toxicidad como el Metomil (Landrin), el Propoxur (Baygón), y el Carbaryl (Sevin).
El Aldicarb (Temik) y el Carbofurán (Furadán), carbamatos contra insectos de suelo, son por su parte, sumamente peligrosos para el hombre y animales de sangre caliente.
El Aldicarb es el plaguicida mas toxico del mercado. Comercializado bajo el nombre de Temik, es un potente insecticida granulado de suelo. Su toxicidad la define su DL50, de 0.5 a 1.5 mg por kilogramo de peso (promedio mg. /kg); esto quiere decir que 1 miligramo de Aldicarb puede matar un ratón de un kilo de peso o sea de 2.2 libras. Diez miligramos bastarían para matar un niño de 22 libras y cien miligramos (0.1 gramo) podría matar un hombre de 220 libras.
Este producto se usa como raticida mezclado con algo de comida y ha sido bautizado popularmente con el mote de "tres pasitos" por lo rápido que acaba con el ratón.
Los carbamatos a pesar de seguirse vendiendo, transitan la misma ruta de prohibición que los organofosforados. No recomendados para uso domestico.
d) Insecticida Fipronil
El Fipronil pertenece a la clase de plaguicidas denominada fenil pirazola; se trata, principalmente, de productos químicos con efecto herbicida. El Fipronil, sin embargo, actúa como insecticida; su acción se realiza por contacto y a través del estómago.
En pequeñas cantidades es soluble en agua; es estable a temperatura normal durante un año, pero no es estable en presencia de iones metálicos. Con la luz solar se degrada y produce diversos metabolitos, uno de los cuales (fipronil-desulfinil [MB 46513]) es más tóxico que el compuesto original y además extremadamente estable.
Aunque es efectivo contra diversas plagas, existe preocupación acerca de sus efectos en el ambiente y la salud humana.
Se ha podido determinar que la vida media del Fipronil es de 3-7 meses en vegetación tratada, dependiendo del substrato y del hábitat en el cual se aplique.
El fipronil ha sido clasificado como carcinógeno del Grupo C (Posible humano), sobre la base de un aumento en los tumores de la célula folicular tiroidea en ratas de ambos sexos.
Su introducción en el mercado es relativamente joven, su venta ha sido promocionada activamente en muchos países industrializados y en vías de desarrollo y su utilización a nivel mundial está aumentando. Se utiliza en el control de ectoparásitos de animales domésticos incluso por administración oral. También, se usa como base de cebos contra cucarachas domésticas.
Los síntomas de la intoxicación con fipronil pueden ser similares para los casos de inhalación, contacto dérmico o ingestión oral.
El afectado puede manifestar, falta de aliento, temblor involuntario, convulsiones, excitación e irritabilidad. Suele empeorar los problemas del tracto respiratorios y de la piel.
No tiene antídoto y el tratamiento es sintomático. Se puede inducir el vómito en pacientes conscientes, mediante la introducción de los dedos en la garganta.
Para sobredosis, se puede utilizar diazepán o fenobarbital contra los estados convulsivos.
e) Insecticidas mercuriales. El calomel.
El calomel o calomelanos es una sal del mercurio, cloruro de mercurio, cuya presentación es en polvo de color blanco y cuyo uso se remonta al siglo XVI cuando era utilizado en medicina como laxante así como para tratar síntomas relacionados a cualquier problema del hígado y en tratamientos contra la sífilis.
Sin embargo, en ciertas condiciones, el cloruro mercurioso puede reaccionar dentro del organismo potenciando su capacidad de acción letal. Antiguamente era utilizado, asociado al arsénico, por expertos envenenadores.
En agricultura se utiliza como fungicida e insecticida y en dermatología contra ectopárasitos y afecciones de la piel y espinillas.
Para entender el peligro del uso doméstico de este producto se deben analizar las características particulares de su componente principal, el mercurio (Hg).
El mercurio o azogue es el único metal líquido a temperatura del ambiente. Los alquimistas antiguos consideraban que a partir de él podían producirse todos los demás metales; su color es plateado y su peso atómico 80 lo define como metal pesado. A pesar de que ha sido usado por cientos de años, ahora es cuando han aflorado los peligros para la salud y el ambiente que puede provocar su utilización. Posee las mismas características de los contaminantes orgánicos persistentes con la particularidad de que produce emanaciones que transportan su constitución y que penetran al organismo animal por inhalación o contacto. Al contacto con el organismo animal, el mercurio mineral reacciona a mercurio orgánico y se queda formando parte integral del organismo, además, aumenta su concentración inicial, provocando con el tiempo daños en el sistema nervioso y en el funcionamiento de los órganos del cuerpo.
La intoxicación por mercurio se conoce como Hidrargirismo, término derivado de la palabra griega hidrargyros, hydros agua y argyros plata, con el que se nombraba al mercurio antiguamente (hidrargiro) y del cual procede su símbolo Hg. Los síntomas de esta intoxicación están definidos y se les ha concedido el nombre de enfermedad de Minamata.
Minamata es un puerto pesquero japonés donde en 1956 se detectó una rara enfermedad que producía alteraciones en el sistema neurológico de personas, animales y aves marinas. Con el tiempo se aceptó que dicho mal era causado por contaminación de metil mercurio, sub producto de una petroquímica que vertía sus desechos en las aguas del entorno marino de Minamata. La concentración del mercurio en esas aguas presentaba índices considerados tolerables, sin embargo, en el organismo del pescado que las habitaban y que consumían personas, mascotas y aves, este valor era hasta 50 veces mayor; esto demostró la capacidad del mercurio de reaccionar con el organismo y multiplicar su concentración. Al 1965 se habían contabilizado 111 muertes y más de 400 casos de daños neurológicos; en 1996 se convino la indemnización a los afectados. Este caso representó el primer ejemplo del nexo causal de una enfermedad por el consumo de alimentos contaminados.
La contaminación por mercurio produce dificultad en el movimiento, dificultad sensorial en manos y pies, alteración de la vista y el oído y debilidad general. El daño cerebral crónico que produce, difícilmente se revierte. Sobre dosis de mercurio pueden producir sangrado profuso y pérdida de líquidos, insuficiencia renal y muerte.
No hay antídoto para este envenenamiento; la base del tratamiento debe estar orientado a limpiar la sangre del afectado, a extraer el mercurio de la sangre, acción que se logra por medio del proceso conocido como quelación, el cual consiste en promover, la formación de sales de mercurio solubles, a nivel sanguíneo, que puedan ser eliminadas por la orina.
d) Insecticidas naturales sintéticos
Moldeados sintéticamente a partir de productos naturales con acción insecticida intrínseca.
Piretroides
Estos insecticidas son producidos a partir de la estructura de los piretros naturales que se encuentran en las flores del crisantemo (Crisantemun cineranefolium).
El piretroide, aunque ejercen se función letal de la misma forma que los clorados, no se acumula en el organismo del animal de sangre caliente, por lo que el peligro de intoxicación por piretroides es mucho menor, diferente al peligro que representa para el organismo animal la acumulación de los órgano clorados y el paso de los fosforados y los carbamatos
Se caracterizan por su rápida acción letal sobre el insecto y su poca acción residual.
Como los clorados, no tienen antídoto y las medidas contra una posible intoxicación son similares. La intoxicación por piretroides es poco común, pues son metabolizados rápidamente por el organismo humano y expelidos a través de la orina. Cuando son inhalados el organismo los rechaza mediante estornudos. La dosis letal para estos productos es elevada. (Ver cuadro)
En animales de experimentación a altas concentraciones producen ataxia, falta de coordinación, hiperexcitación, convulsiones y parálisis. Predominan unos u otros fenómenos según el tipo de molécula. En humanos es raro que se alcance la dosis tóxica. Algunos han producido parestesias, náuseas, vómitos, fasciculaciones, convulsiones, coma y edema de pulmón.
Se han descrito alteraciones cutáneas en los trabajadores, aunque su seguridad es alta en la exposición profesional. Pueden producir reacciones alérgicas y dermatitis por contacto. Entre los piretroides más comunes son entre otros, deltametrina, permetrina, cipermetrina, lamda cialotrín, sifutrina, etc. Sucede con ellos lo que con todos los insecticidas del mercado, el mismo principio activo aparece con múltiples denominaciones comerciales. Los piretroides a la dosis de aplicación son no ofrecen mayor peligro en aplicaciones domesticas.
Nicotinoides
Los nicotinoides son un nuevo grupo de insecticidas modelados a partir de la nicotina natural, presentan características sistémicas de penetración por las hojas y las raíces hacia el torrente circulatorio de las plantas y una notable acción por contacto. Su modo de acción está relacionado con los receptores nicotinérgidos pos sinápticos de la acetilcolina (Imidacloprid, Acetamiprid y Tiametoxan). Anteriormente se les ha denominaba nitroguanidinas, neonicotinilos, neonicotinoides, cloronicotinas, y más recientemente cloronicotinilos. Los insecticidas nicotinoides presentan una modalidad de acción diferente a la de los insecticidas tradicionales, la cual consiste en el bloqueo de la sinapsis nerviosa al unirse al receptor colinérgico de acetilcolina (Huang et al., 1999; Maienfisch et al., 2001).
La intoxicación por nicotinoides es también poco común y el tratamiento es sintomático. Los síntomas son disminución de la capacidad respiratoria, fatiga, contracción y debilidad muscular, calambres. Si la contaminación es cutánea, lavar con agua abundante; si es por inhalación, colocarla paciente en ambiente fresco y aireado; si es por ingestión seguir las instrucciones para intoxicación por clorados.
e) Insecticidas naturales
Ciertas plantas en la naturaleza poseen efectos letales para los insectos. De ahí lo natural de su origen. Su preparación o producción no conlleva procesos químicos. Son los insecticidas ideales para la protección de la salud y el ambiente
La azidirachtina.
Este insecticida natural es producido espontáneamente por el árbol del neem (Azidirachta indica); actúa como inhibidor de los procesos metabólicos de los insectos. Totalmente inofensivo para el ser humano, el componente del neem actúan tanto por ingestión como por contacto y gracias a su
efecto translaminar y sistémico, producen la muerte del insecto bloqueando el proceso alimenticio, inhibiendo la reproducción y causando esterilidad; la muerte se verifica entre los 4 y 6 días. La azidarachtina también se comporta como un potente regulador del crecimiento al inhibir la ecdisona (hormona de la muda del insecto), perjudicando los estados inmaduros (larva, ninfa y pupa), lo que bloquea el ciclo de mudas, provocando su muerte. El efecto de este insecticida natural sobre los insectos es en pocas palabras, bloqueador de los procesos metabólicos; el insecto no crece, no come, no se reproduce, no digiere, no se mueve, muere por obligación.
El árbol del neem es inofensivo para el hombre y los animales, y ha sido considerado por miles de años como un árbol sagrado por culturas orientales. Además se usa con fines médicos,
principalmente la infusión de sus hojas, para problemas estomacales y contra parásitos, como desinfectante, antibacteriano, etc. A su madera no le caen polillas.
La acción insecticida del árbol del neem se puede aprovechar de diferentes maneras. La quema de sus hojas secas afecta los insectos incluido el mosquito al cual esteriliza. El té de las hojas es un excelente repelente para untarse en la piel.
Con las semillas se puede preparar un efectivo insecticida contra insectos en general; las semillas se despulpan y se dejan secar, se muelen o machacan (puede hacerse en un pilón) y se ponen en agua a razón de 20 gramos de semilla en un litro de agua. Se deja la mezcla en reposo para al día siguiente utilizarla después de colarla. Asimismo se puede preparar insecticida con un puñado de hojas frescas, batirlas en una batidora con agua, se deja unas horas en reposo y se cuela. El insecticida del árbol del neem es efectivo contra mosquitos, moscas y plagas agrícolas y de jardín como la mosquita blanca (Bemisia tabaci).
El neem no afecta las arañas, las mariposas y los insectos tales como las abejas que ayudan a la polinización, las mariquitas que comen pulgones y las avispas que actúan como depredadores de insectos indeseables. También controla ácaros; en Cuba se comercializa un preparado para el control de la sarna en perros, cerdos, conejos, gatos, etc.
También las hojas machacadas con un poco de agua son un excelente remedio para los hongos de los pies y de la piel humana.
Para evitar las plagas que afectan granos de almacenamiento y harina, introducir hojas del neem dentro del producto.
El limoneno
El limoneno es un insecticida natural que se extrae de la cáscara de los cítricos, especialmente del limón (Citrus limonium).
El uso de este insecticida está tomando auge en la producción de invernaderos, tanto para consumo, como para ornamentales; es utilizado para repeler o matar hormigas, pulgones, cochinillas, cucarachas, moscas, ácaros y avispas; no es tóxico para los seres humanos y animales domésticos, ni perjudicial para el medio ambiente, por lo que se puede usar en el ámbito doméstico sin ningún riesgo.
Estos insecticidas actúan causando una enfermedad al insecto al que van dirigidos. Son insecticidas de variada composición. Pueden estar compuestos por esporas de alguna bacteria causante de una determinada enfermedad en un determinado insecto; pueden ser algún compuesto de toxinas que afecta a ciertos insectos, etc. Son insecticidas ideales ya que solo atacan especies especificas, por lo que no causan daños al hombre, animales o especiales a los que no van dirigidos Los microorganismos comunes en el control biológico de insectos pueden ser: bacterias, hongos y virus. Entre los géneros de bacterias más conocidos, el Bacillus thuringiensis (B.th) es uno de los más importantes en el control de larvas de mosquito; y las avermectinas que son derivados de la bacteria Streptomices avermetilis.Mientras que entre los hongos los géneros: Beauveria, Metarhizium, Paecilomyces tienen un amplio mercado por su especificidad y efectividad.
Los virus del tipo baculovirus son una alternativa de control, cuando bacterias u hongos no son efectivos.
La aplicación de los plaguicidas
La aplicación de un insecticida está condicionada por su formulación: sea sólido (polvo, granulo), liquido o gaseoso. Toda aplicación de un plaguicida genera una relación con el hombre. Sea con el aplicador, sea con el vendedor, fabricante, etc. Ese contacto que se verifica entre el hombre y el plaguicida debe guardar una serie de precauciones tendentes a minimizar los efectos nocivos del producto sobre la salud humana.
Ciertos tipos de venenos son tolerados en dosis bajas por el organismo humano, con el agravante de que se acumulan en las grasas o el tejido animal. Si esa pequeña dosis se repite consecutivamente, la acumulación podría alcanzar en algún momento niveles letales y terminar inhabilitando o matando al individuo. Se verifica también un fenómeno con ciertos insecticidas, los cuales reaccionan dentro del organismo y potencializan su capacidad letal. (Ver Cronología de la utilización de los venenos). Estos tipos de envenenamiento se dan con el cianuro, DDT y los órgano clorados, igualmente con los órgano fosforados y los carbamatos. No así con los naturales sintéticos, los naturales y los biológicos.
a) Espolvoreo (polvos).
Los productos en polvo, para ser aplicados en polvo, ameritan de un aparato o maquina para su aplicación, cuyo proceso básico de acción resulta de la producción de una corriente de aire, la cual arrastra el producto desde algún tipo de depósito y lo dispersa. Esta aplicación es prácticamente de uso agrícola, y constituye el método de aplicación del DDT. Se puede hacer con aparatos manuales, motorizados y desde aviones y helicópteros.
b) Voleo (gránulos).
El voleo se practica con productos formulados en gránulos. Los productos que vienen en gránulos se usan para plagas de suelo (hormigas, gusanos, nematodos). El voleo es básicamente manual y es un método de uso muy generalizado en la fertilización. Hay unas maquinas (abonadoras) que aseguran un voleo homogéneo, eficiente; no obstante, un "voleador" experimentado puede hacer mejor trabajo que un inexperto con una abonadora.
c) Aspersión, pulverización, nebulización (líquidos)
En sentido general la aplicación de un plaguicida liquido se define por el diámetro de la gota generada por el equipo aplicador. Según el diámetro, las aplicaciones pueden ser de alto volumen, de bajo volumen o de ultra bajo volumen.
Aplicaciones de alto volumen
a) Pulverizaciones finas. Diámetro de la gota, 100 a 250 micras.
b) Pulverizaciones gruesas. Diámetro de la gota, 400 micras.
Aplicaciones bajo volumen
a) Nebulización bajo volumen. Diámetro de la gota 60 a 90 micras.
b) Nebulización ultra bajo volumen. Diámetro de la gota, menor 50 micras.
d) Fumigaciones
El concepto fumigación se refiere a la aplicación de un plaguicida gaseoso. La utilización de este término se ha generalizado erróneamente para referirse a cualquier aplicación de plaguicida, hasta las yerbas se "fumigan". Los productos gaseosos, son eficientes en el tratamiento de mercancías que han de exponerse en un momento determinado a una inspección sanitaria (furgones, bodegas de barco, cargamento de maderas, granos o cereales), y la cual conlleva la expedición de un certificado sanitario. Son muy utilizados en el control de termitas y de plagas de suelo. La manipulación de este tipo de plaguicida es sumamente riesgosa y su uso viene siendo prohibido progresivamente alrededor del planeta ya que además de peligrosos, son altamente contaminantes. Lo más recomendable es abstenerse de la utilización de este tipo de productos.
Precauciones para la aplicación de insecticidas
La manipulación o la aplicación de cualquier plaguicida debe acompañarse de una serie de medidas precautorias que eviten cualquier posible efecto nocivo sobre el hombre y sus alrededores.
Con sinceridad objetiva y sin querer desestimular la toma de precauciones, ha de considerarse que la utilización de unos productos puede resultar más peligrosa que el uso de otros. Es necesario
repetirlo, evite el uso de todo producto que no sea de origen natural o biológico. Todos lo demás, clorados, fosforados, carbamatos, mercuriales, arsenicales, etc., ameritan de medidas precautorias extremas y su uso ha sido prohibido en los países que los fabrican.
A continuación algunas consideraciones generales.
Es conveniente colocarse guantes de goma antes de abrir un envase de cualquier tipo en los cuales se presentan los plaguicidas. En caso de no usar guantes tratar de que el producto no haga contacto con la piel, ojos o boca. Esta manipulación debe hacerse preferiblemente cerca de una fuente de agua para poder lavar cualquier derrame o contacto accidental. Para plaguicidas granulados usar guantes al aplicarlos o en su defecto envolverse la mano en una funda plástica algo gruesa.
No comer, beber o fumar durante la relación con el plaguicida y su aplicación.
Usar una mascarilla es conveniente al abrir el producto puro y al aplicar la preparación, para evitar respirar el olor o especie de vapor que emanan estos productos. Hay muchos tipos de mascarillas unas sirven otras no, todo depende del tipo de plaguicida. Evite los lugares donde el plaguicida huela, aléjese, espere que se disipe y no vuelva hasta que pase el olor. Los niños son particularmente susceptibles a los plaguicidas no naturales. Es importante saber que mientras más toxico y peligroso es el producto, más mal olor tiene (expresamente para que se conozca) y generalmente es más barato.
A la hora de hacer la mezcla del producto líquido puro con agua, hacerse de una medida consecuente con la cantidad a medir. Para cantidades pequeñas se puede utilizar una jeringuilla.
Para aplicaciones liquidas mediante pulverizaciones, la vestimenta dependerá de la magnitud de la aplicación y del tipo de plaguicida. Para el peor de los casos vestir bata de manga larga u overol, gorra, y botas de goma. Quitárselo todo después de terminar la aplicación.
Las aplicaciones al aire libre hacerlas de espalda al viento. Las de interior si no son localizadas entonces hacerlas de arriba hacia abajo o de atrás hacia delante.
Los plaguicidas deben guardarse en un lugar especial y retirado de cualquier tipo de alimentos, niños y animales.
El equipo de aplicación debe lavarse con agua abundante al finalizar su uso.
Como regla general, si olemos el producto aplicado, estamos bajo los influjos de sus efectos.
Mientras existan en el mercado la cantidad y variedad de plaguicidas prohibidos en los países a que pertenecen quienes los fabrican, es lícito que el ciudadano común conozca los riesgos a los que se enfrenta cuando tiene necesidad de utilizar o relacionarse con un plaguicida.
1. http://www.mipediatra.com/pediatras/organofosforados.htm. Intoxicación por organofosforados.
2. http://www.ubp.edu.ar/todoambiente/salud/vectores.html
3. http://www.respyn.uanl.mx/vii/4/ensayos/modo_accion.htm Modo de acción de los plaguicidas.
4. http://www.argenpapa.com.ar/default.asp?id=70 Control químico de insectos
5. Efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud humana. II Simposio internacional III Nacional. Universidad Nacional de Colombia. Ede Palmira.
6. http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2009-03/28/content_847076.htm Un árbol medicinal extermina el mosquito del dengue.
7. http://www.rap-al.org/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php. Red de acción en plaguicidas y sus alternativas para America Latina.
8. Alternativas al uso de plaguicidas. El origen de los plaguicidas orgánicos sintéticos y consecuencia de su uso. La Voz del Consumidor. Organización Internacional de Uniones de consumidores.Vol. VI No. 3 jul. /sep.
9.http://www.ecoportal.net/Contenido/Temas_Especiales/Contaminacion/Insecticidas_peores_que_los_insectos
10. http://webs.chasque.net/~rapaluy1/malation/informe1.html 11. Informe sobre los riesgos sanitarios y ambientales del Malathión.
12.http://www.fao.org/fileadmin/templates/lead/pdf/03_article02_es.pdf Carta Agropecuaria Azucarera
13. Alfau Ascuasiati, Antonio. Plagas domesticas. Historia.Patologias.Plaguicidas.Control. 2011.
Autor:
Antonio Carlos Alfau Ascuasiati.
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