- La confusión taxonómica universal
- La pica, ¿qué es?
- Nuestro propósito en esta lección
- El mal de amores
- El caso de Angelique
- Oneida
- En resumen
- Bibliografía
- Apéndice
La pica es una tendencia de origen obscuro que se caracteriza por un deseo compulsivo al consumo de sustancias que no nos alimentan y que pueden, en algunas situaciones, producirnos daño (como es el caso del saturnismo o envenenamiento por el plomo, común en los niños que ingieren la pintura de muebles y juguetes.)
La pica aquí se estudia, porque como disorexia es una de las más poco entendidas, aunque su reconocimiento, como actividad se remonte a tiempos inmemorables.
Definición
"La pica es un tipo de fagia que, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM 307.52), un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria. Conocido como una variante de un tipo de trastorno alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura, bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos, papel o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor alimenticio." (Definición, la más genial, proveniente de las "eruditas" páginas de Wikipedia Es.)
La confusión taxonómica universal
Los así, impropiamente llamados, "trastornos de la alimentación" no son lo mismo que las disorexias o los trastornos del comer, como ya hemos esclarecido en otras ocasiones.
Una alteración genuina — como trastorno específico de la alimentación — es la enfermedad de la celiaquía, donde el nutrimento ingerido, por razones físicas, no puede ser debidamente absorbido, resultando en síntomas de anemia, y en otras complicaciones concomitantes.
La bulimia, la anorexia nervosa, la obesidad, el mal del dietar y aún las gastrectomías son trastornos — por definición y carácter — de la actividad de comer; o si se prefiere, "trastornos del comer" y no de la alimentación.
La pica, ¿qué es?
La pica es una enfermedad legítima, que, llena todos los criterios médicos para ser como tal justamente considerada.
Veamos:
"Enfermedad:
"Una enfermedad es una disrupción de la homeostasis de un organismo causada por un agente o proceso nocivo incidental. (El agente o proceso nocivo, los representan las sustancias incomestibles en el caso de la pica)
"Este elemento puede ser reconocible o indeterminado.
"La condición manifiesta un cuadro clínico similar en todos a quienes afecta.
"Posee un curso característico establecido.
"Existen pruebas de laboratorios para confirmar el diagnóstico.
"Si se determina tratamiento específico, éste aplica igualmente a todos los casos.
Basados en los criterios enumerados en las líneas precedentes, la pica es una enfermedad.
(Véase: Los Enigmas de la Obesidad: Sus Curas en http://www.monografias.com/trabajos87/enigmas-obesidad-sus-curas/enigmas-obesidad-sus-curas)
Tiza
Aunque, para esta tesis, y, por asuntos de conveniencia prácticos, esta entidad será estudiada exclusivamente como uno más de los trastornos del comer, comprendido entre las tantas disorexias que ya hemos descrito en lecciones previas.
Prosiguiendo
En nuestros estudios acerca de todas estas entidades clínicas nos hemos empeñado en distinguir las actividades del comer como función y asimismo como proceso; ya que resulta siendo el único método práctico para lograr discriminar con certeza entre todas las variedades y posibilidades de "exias" existentes.
Alexander von Humboldt
Sin registrar escarmiento por recurrir al uso de sus definiciones sinuosas, hiperbólicas, redundantes y confusas retornaremos a Wikipedia Es, para dos definiciones adicionales:
La alimentación
"Alimentación es la ingestión de alimento por parte de los organismos para proveerse de sus necesidades alimenticias, fundamentalmente para conseguir energía y desarrollarse."
Propósitos de la alimentación y el comer
Los animales y otros heterótrofos deben comer para poder sobrevivir, como los carnívoros, que comen a otros animales, los herbívoros comen plantas, los omnívoros consumen tanto plantas como animales, o los detritívoros, que se alimentan de detritos. Los hongos realizan una digestión externa de sus alimentos, secretando enzimas, y que absorben luego las moléculas disueltas resultantes de la digestión, a diferencia de los animales, que realizan una digestión interna."
"Las reacciones químicas necesarias para la vida dependen de la aportación de nutrientes. En los organismos superiores éstos nutrientes son sintetizados por fotosíntesis (vegetales), o elaborados a partir de compuestos orgánicos (animales y setas). Existen otras fuentes energéticas para los microorganismos: por ejemplo, algunas arqueas obtienen su energía produciendo metano o por oxidación de ácido sulfhídrico o azufre." (No mucho mejor…)
Puesto de manera diferente, no nos alimentamos, en el sentido estricto de la función, cuando lo que comemos es incomible y, por ende, no nos sirve el propósito básico de sustentarnos — aunque a pesar de así ser, a veces, lo seguiremos comiendo con igual fruición con que ingerimos las sustancias que nos nutren y prolongan la vida.
Nuestro propósito en esta lección
Esta tesis es acerca de la pica una condición que, por tiempos inmemorables, ha estimulado la atención de la ciencia por sus características extraordinarias.
Clorosis por Marlene Dumas
Hoy, la pica es una enfermedad que pocos incluyen dentro de la taxonomía médica formal.
Un poco de su historia
En un artículo reciente se traza la ruta de Alexander von Humboldt (1769-1859) durante su jornada científica por Sud América donde el naturalista teutón describe sus experiencias con tribus amazónicas cuyos miembros comían barro y otras sustancias no comestibles.
Era el mes de junio del 1800 cuando von Humboldt, acompañado por su colega el botánico Aimé Bonpland, visitaron una aldea habitada por una tribu perteneciente a los "indios" Otomac.
Esta tribu representaba una de las estirpes más primitivas y poco desarrolladas que los científicos hubiesen encontrado en sus viajes.
Los Otomac eran malolientes, sucios, salvajes, vengativos, y extremadamente inclinados al uso del alcohol.
En medio de su entorno, el científico descubrió que los nativos ingerían con complacencia y deleite cantidades enormes de barro.
Légamo, este último, que fuera tan especial para ellos que, lo almacenaban para que no escaseara durante el invierno.
Cuatro años después de su retorno a Europa, en la primera edición de su libro Aspects of Nature, publicado en el 1808, von Humboldt describe los otomacs, su consumo de barro, y las cualidades especiales del fango que los aborígenes prefirieran. A éste lo llamaban "poya": que consistiera en tierra suave, empalagosa, de color amarillosa — y "muy sabrosa", de acuerdo al gusto de los aborígenes.
En ese entonces, von Humboldt ya era uno de los científicos más famosos del continente europeo, y, por ello, su reporte en el consumo del barro, como "alimento", no pasó desapercibido.
Urraca, la patrona santa de la pica
Para reafirmar sus ideas, el naturalista citó otros ejemplos de geofagia entre las tribus de los aborígenes de Guinea, los pasteles de fango de los nativos de la Nueva Caledonia y las mujeres del Rio Magdalena que comen el material con que hacen sus tinajas.
"Lobos — él escribió — comen barro en el invierno."
Así, que nuestro género no estaba solo en la ingesta de sustancias no nutritivas.
De hecho, existen otras especies que practican hábitos peculiares de comer.
Pero, no solamente los nativos consumían el barro, sino que apetecían ciempiés, la carne de algunos monos, las resinas de algunos árboles, hormigas (yo sé de algunos de mis pacientes que se deleitan en comerlas como parte del cereal que ha envejecido. Mientras que otras comen gorgojos), algunas personas disfrutan las ancas de rana, las ostras y manjares de naturaleza similar — que no califican, como tampoco lo hace el consumo de la carne de perro, como si fueran parte del espectro de la pica.
Pagofagia
Continuando con sus reflexiones acerca del consumo de fango, von Humboldt, el naturalista, musitó en alguna ocasión: "¿Es la tierra capaz de ser asimilada, o es simplemente [este barro] lastre para el estómago para disimular el hambre? Estas son preguntas que no estoy preparado a contestar."
Para el resto del artículo vayan a:
http://www.laphamsquarterly.org/essays/balanced-diets.php?page=all
El mal de amores
Durante esos tiempos se llegaría a creer que la pica, cuya aparición se reportaba mayormente en las mujeres, constituía (como la histeria en tiempos de Hipócrates) una expresión más de las pasiones carnales, propias del (improbable) "sexo débil."
En lugar del útero errante de la histeria, en la pica sería el caso de un estómago sufriendo los síntomas del mal de amores, como algunos médicos ilustres — como más adelante veremos — pensarían.
Prosiguiendo
La ingestión de sustancias no consideradas alimento (note el detalle de que aquí no uso el término "comestibles") se denomina actualmente, por el uso la locución latina "pica" que señala la urraca, un ave que antes se considerara "inclinada a gusto promiscuos."
Una enamorada promiscua…
Como sucede con muchos de los vocablos utilizados en el campo de los trastornos del comer, este último denota una falta de precisión característica.
Pica, en su acepción más común consiste de la geofagia, comer tierra o barro, seguida por otras: la amilofagia o almidón, pagofagia o hielo, tricofagia o cabello, xilofagia o madera y papel, tiza, detergentes, polvo talco, carbón, y otras sustancias — aún las cenizas de los cigarrillos — entre tantas.
Para este estudio, lo importante, es el hecho de que existe algo absorbente y misterioso, que magnetiza el interés, tanto para quienes gozan de estas preferencias comestibles, como para quienes las estudian.
Mujer embarazada por Ron Mueck
Antes de que von Humboldt la hiciese famosa con sus descripciones anecdóticas, esta condición ya era bien conocida a la medicina occidental
Se reportaba especialmente en mujeres — substancialmente en las que estaban encintas — y en niños pequeñuelos, habiéndose asociado, desde los tiempos de Hipócrates, con un síndrome particularmente femenino conocido como la clorosis (o anemia hipocrómica.)
La clorosis estuvo lejos de ser entendida hasta que el distinguido Ambroise Paré, médico celebrado y famoso, galeno para cuatro de los reyes de Francia, nos describe cómo ésta fuera concebida:
"Y cuando [estas mujeres] son maduras y listas para el matrimonio, si la menstruación comienza, pero el matrimonio se pospone por mucho tiempo, siempre encontramos que ellas se sienten profundamente atormentadas, hecho demostrado por los desmayos provocados por el corazón, especialmente si ellas se enamoran.
"Si lo último es el caso, sus genitales se sienten calientes [¿cómo lo constataría el galeno?], lo que incrementa sus deseos y las excita, resultando en la expulsión de sus propias semillas [sic.]
Envenenamiento por plomo
"Esta semilla si se deja permanecer en los vasos espermáticos [¿de la mujer?] o en la matriz, se descompone y se torna en veneno… causando que sus vapores pútridos se escapen hacia las partes más elevadas del cuerpo y entren dentro de la sangre…
"Ellas, entonces, lucen meditabundas y tristes y pierden todo el apetito. Lo que es reemplazado por un nuevo apetito corrupto llamado "pica"…
"Ellas parecen más muertas que vivas y, a menudo, sucumben edematosas, lánguidas o insanas."
Felizmente, no todos creyeron que esta visión apocalíptica — amén de confusa — bastaría como explicación fidedigna de los eventos que el genio de Paré, en su sagacidad sin par, trataría de ilustrar para la posteridad.
Lo que, hasta entonces, fuera incontestable era el hecho de que las víctimas de la pica eran mujeres con estómagos femeninos, nervios femeninos y mentes femeninas.
El impacto de los descubrimientos de Humboldt entre los Otomacs no fue que la tierra la comen mujeres saludables, sino que ésta asimismo, la consumen los hombres.
Pero, no sería el renombrado naturalista alemán quien fuese el primero que hiciera esta observación.
Hipócrates ya había notado la clorata ponera (mala coloración) en ambos sexos.
Aunque, más adelante, en los años de avances ginecológicos del siglo XVII, Thomas Sydenham, "El Hipócrates Ingles", argumentaba que la histeria en las mujeres era la hipocondriasis de los hombres.
Sydenham, por su parte, se alejó de los otros médicos que creyeran que el tratamiento de la pica estaba resumido en la consumación de la ceremonia del himeneo. Intuyendo, de manera acertada, que la ruta a seguir, era el uso de suplementos de hierro, ya que a sus pacientes este galeno administraría elíxires fortificantes ricos en este mineral.
La pica muy pronto se diseminó por toda Europa donde adquirió la reputación de ser algo de hacer porque otros así lo hicieran.
"Vamos a comer comida china. No, comamos fango del Duero que dicen que es muy rico…"
Mal de amores
Pica muy pronto se encontró establecida, aun en los países escandinavos, donde su aparición sería difícil de explicar como si su presencia fuera contagio de origen africano, o condición proveniente de las regiones tropicales del Nuevo Mundo, con las que dichos países tuvieran contactos exiguos.
Con el aislamiento de la hemoglobina por Otto Funke en el 1851, un reconocimiento de la importancia de las deficiencias férricas y de zinc en el desarrollo de las anemias se estableció, y con ello, un nuevo remedio para la pica se encontró: el uso de suplementos minerales para el tratamiento de esta curiosa condición. (Sydenham estuvo adelante de sus tiempos.)
Muchos científicos en un esfuerzo a clarificar esta necesidad inexplicable por el consumo de barro, propusieron que, la mezcla de sustancias que retardaban la absorción de alimentos desde el tracto gastrointestinal permitiría a miembros de nuestro género, como en efecto es en el caso con otros animales, experimentar con nuevas comidas, durante períodos de escasez, disminuyendo el riesgo del envenenamiento accidental.
Otros creyeron que era manifestación de la falta de hierro, aunque el barro carece de este elemento.
En otras palabras esta preferencia por sustancias no comestibles, muchos opinaron, que fuera un módulo de adaptación. Pero sería uno tan extraño que nunca se propagó universalmente por todo nuestro género, ni avanzó al estado de haber sido seleccionado evolutivamente como mutación genética.
Lo que sería muy improbable de ser adaptación.
Lo cierto es que a través de nuestra historia, hemos encontrado esta inclinación a comer lo incomible, sin saber por qué lo hacemos y sin que aun exista una razón científica que lo justifique.
En ese sentido, muchos han propuesto que los vómitos del embarazo son medida profiláctica de higiene preventiva natural, para que la mujer preñada no asumiera riesgos innecesarios para ella o para el producto de su gestación comiendo lo indebido.
Lo que no se ha constatado por medio del método científico.
El caso de Angelique
Cumpliría los dieciséis años dentro de pocos meses cuando nos conociéramos en la Consulta Externa de Saint Louis Children"s Hospital.
"Comida" de dieta
La habían referido del departamento de Medicina Interna, donde el diagnóstico de pica se había establecido en base de la historia, de los resultados de pruebas hematológicas y de la presencia de radio opacidades indicativas de la presencia de barro estomacal en placas abdominales.
Adolescente tímida, delgada y — por todas apariencias — bien ajustada, admitió que había comido barro desde muy pequeña, lo que hiciera con sus amigas más íntimas, quienes, entre ellas, compartieran esta actividad que para otros mantuvieran secreta. El consumo de la tierra lo hacían sin reservas, ya que no creyeran que fuera algo excepcional o peligroso. Y porque en cierta manera, su "secreto", las hiciera únicas, además de que disfrutaban de la experiencia gustativa.
Su familia era de origen puramente afroamericano, observando muchas creencias religiosas características de las acostumbradas en las santerías, para nosotros poco conocidas.
En otras palabras que no creían mucho en los médicos, y menos en los psiquiatras.
El tratamiento se propuso de la siguiente manera:
Educación de la paciente y sus parientes inmediatos acerca de los peligros asumidos, si esta actividad continuaba
Suplementos férricos fueron indicados
Y psicoterapia de soporte se estructuró para la joven, aunque se reconociera el detalle de que careciera de conflictos que necesitaran ser resueltos por medio de este método. (La cura por el habla, entonces, siempre encontraba su camino en las vidas de todos los pacientes que fueran referidos a las clínicas psiquiátricas, si tan sólo fuera para mantener a los trabajadores sociales felices.)
El resultado
La madre y una tía, que acompañaron a la paciente durante la consulta, se mostrarían escépticas a seguir lo poco que recomendáramos, pero nos dieron la impresión de asentir, a lo — por nosotros — aconsejado, sí sólo para salir del paso.
Nunca más las volveríamos a ver.
Papel
Oneida
Había tenido muchos problemas con el sobrepeso desde su niñez, lo que se complicaba con el detalle de que todos en su inmediata familia eran corpulentos.
Su origen étnico era danés, lo que a todos convenciera de que su gordura era "genética."
"Los daneses son gordos", le indicó su médico de cabecera.
"Yo engordo, no sólo si veo la comida que me apetece… yo engordo, si tan sólo, pienso en comerla…"
Habiendo seguido, sin éxito alguno, el derrotero acostumbrado que señala el curso de las dietas industriales, decidió que, ya que cumpliera los veinticinco años y que fuera gerente de una tienda de comidas de salud, que era necesario que perdiera las cincuenta libras que reconocía acarreaba en exceso.
Un IMC hecho en su establecimiento de negocios arrojó el resultado alarmante de 38, lo que la indujo a adoptar una actitud determinada hacia su pérdida de peso.
Leyendo una novela descubrió que la heroína comía papel sanitario cuando sintiera hambre, bajando libras con este método.
¡Maravilloso! Pensó, y comenzó a practicar subrepticiamente el procedimiento recién descubierto.
"Al principio me daban náuseas — admitiría — pero luego descubrí que las diferentes marcas de papel sanitario tienen distintas consistencias y aromas, resultando en que encontrara la que me cuadró.
Diagnóstico à la DSM
"Lo único que resultaría ser un problema inesperado para mí, fue que mi mamá, con quien vivo, comenzaría a quejarse de que los rollos de papel higiénico se estaban consumiendo muy pronto en nuestro hogar.
"Para encubrirlo, compraba mis propias provisiones de este artículo, las que almacenaba en el baúl de mi vehículo.
"Una vez, que mi madre tuvo que abrirlo para buscar una compra se sorprendió al espectáculo de que éste estaba rebozado con rollos de papel higiénico. Llorando, confesé."
Habiendo perdido mucho peso y sufriendo complicaciones gastrointestinales y hematológicas, se decidió que tratamiento vía la ruta de admisión a la unidad de trastornos del comer era la única opción.
El curso de la terapia, en este caso, fue difícil, porque la paciente había alcanzado un logro que de antes le pareciera utópico: ser delgada.
Por la razón especificada, Oneida resistía y temería todo cambio en su tratamiento, para evitar la maldición de volver a ser gorda.
En su caso, la paciente necesitaría, del uso de suplementos —férricos y de zinc — consultas dietéticas y la aplicación de la psicoterapia intensiva, antes de alcanzar una remisión total.
En resumen
La pica como síntoma y la pica como entidad clínica delimitada no son una y la misma circunstancia.
Como entidad, DSM-IV-TR la diagnostica — como hace con todo lo que encuentra — por medio de una cuadrícula donde los síntomas se catalogan y se marcan hasta lograr una suma total de lo chequeado.
¡Bingo! Y el diagnóstico, en este caso, es…
Con esta simple operación sintetiza y asigna un nombre a cualquier categoría clínica, concluyendo — como Grand finale — un ejercicio médico donde el cerebro, el ojo clínico y la intuición resultan superfluos. ("¿Para hacer esto fue que nos entrenáramos por cuatro años?" Un colega lamentaba.)
Finalmente, la pica como presentación, puede tener muchas connotaciones clínicas, incluyendo la de ser una enfermedad y no, meramente un capricho como hemos gozado de la oportunidad de constatar en este ensayo.
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: Las Parorexias en monografías.com
Larocca, FEF: Ageusia y Parageusia: Un caso Difícil del Espíritu Burlón de las Disorexias en monografías.com
Larocca, FEF: La Neurociencia del Metabolismo Férrico en monografías.com
Larocca, FEF: El Síndrome de Rapunzel en monografías.com
Larocca, FEF: Los Enigmas de la Obesidad: Sus Curas en monografías.com
Apéndice
Criterios para el diagnóstico de F98.3 Pica (307.52)
A. Ingestión persistente de sustancias no nutritivas durante un período de por lo menos 1 mes.
B. La ingestión de sustancias no nutritivas es inapropiada para el nivel de desarrollo.
C. La conducta ingestiva no forma parte de prácticas sancionadas culturalmente.
D. Si la conducta ingestiva aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej., retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia) es de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.
Autor:
Felix Larocca