Principales fases en el desarrollo del sistema de partidos de Venezuela
Desde 1958-88: Se da una progresiva conformación de una democracia bipartidista con características de un autentico duopolio (1958-88). Es importante destacar que a la misma le precedió la experiencia hegemónica del partido Acción Democrática, la cual duro tres años (1945-48), luego de ser derrocada por el gobierno dictatorial de Pérez Jiménez quien estuvo en el poder los siguientes 10 años (1948-1958).
Desde 1988-2000: Es la etapa del declive bipartidista (1988-98), que va a desembocar en la constitución de una democracia plebiscitaria (1998-2000).[1]
Sobre esta base histórica, nosotros nos centraremos en las últimas dos etapas del desarrollo del sistema de partidos venezolano.
El Pacto de Punto Fijo como acuerdo del nuevo orden
El derrocamiento en 1958 de la dictadura perezjimenista, régimen avalado por Estados Unidos, no hubiera sido posible sin la intervención de los militares en acuerdo con las principales fuerzas partidistas en la clandestinidad, las cuales reafirmaron sus identidades y se consolidaron como tales durante los diez años que estuvieron en el exilio. A este derrocamiento también lo llamamos golpe cívico– militar, ya que nos referimos a la unión, inverosímil pero real, de la izquierda, la derecha y de los militares para luchar por una mayor apertura del régimen.
Tanto el partido Acción Democrática, como la Unión Republicana Democrática (portavoz de una clase media radicalizada que no se identificaba con AD) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (orientado hacia posiciones de derecha y anticomunista) estaban ávidos de militancia dentro del nuevo contexto de una democracia competitiva. Este nuevo clima que se impone recoge lo que algunos autores han denominado "el espíritu del 23 de enero" en el cual se expresaba la necesidad perentoria de llegar a acuerdos básicos consensuales que comprometan a las elites partidistas en políticas de democratización efectivas. [2]
El gran acuerdo que fundó este "nuevo orden democrático" fue el que se expresó en el "Pacto de Punto Fijo" en el cual los partidos AD, URD y COPEI se comprometían a respetar los resultados electorales y asegurar un programa de gobierno en el que concurrieran todos los partidos involucrados. Si bien sectores como el militar y la Iglesia apoyaron este acuerdo, no así lo hizo el Partido Comunista de Venezuela (PCV) que, al quedar excluido del Pacto, adoptó una línea dura de oposición que lo llevo a incorporarse a la lucha armada.
Este acuerdo hace especial a Venezuela, no solo porque es un acuerdo de tipo único en América Latina sino también porque, increíblemente, duró 40 años (hasta 1998). Este Pacto muestra cómo el clivaje político ya no se encuentra en las ideologías, como lo era en los orígenes de los partidos tradicionales, sino que se centra en una concepción política de administración, de gestión, donde tanto la izquierda como la derecha se tornan hacia el centro por cuestiones "pragmáticas", volviéndose ambos cada vez más neutros ideológicamente.
Elecciones de 1958
En las elecciones de diciembre de 1958 ganó Rómulo Betancourt de AD con un amplio margen sobre sus oponentes. Si bien la URD, bajo la conducción de Jóvito Villalba, había quedado en segundo lugar poco a poco fueron dejando su lugar de segunda fuerza a COPEI, quienes sí contaban con las simpatías del liderazgo adeco. La vocación hegemónica de AD debió ceder de éste modo a la presión de sectores de la oposición ganados para la construcción democrática, reafirmando así la tendencia hacia el bipartidismo, excluyendo de entrada a eventuales terceras fuerzas.
Gobierno de AD
Una vez en el poder, Acción Democrática afrontó varios conflictos al interior del partido, los cuales trajeron varias fragmentaciones en el mismo. El partido enfrentó desde el comienzo las aspiraciones de un sector juvenil radicalizado, muy influido por la revolución cubana, que exigía al partido una política más revolucionaria. El hecho de que las primeras decisiones gubernamentales de AD en el poder hayan sido vistas como antipopulares y conservadoras provocaron la primera división del partido con la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, 1960).
Una segunda división se produjo en 1962 con la salida del partido de un grupo de dirigentes medios comandados por Raúl Ramos Jiménez. Dos años más tarde, este grupo se constituyo como Partido revolucionario Nacionalista (PRN).
La tercera división de AD, en las elecciones de 1968, poseía un contenido ideológico mayor que en las precedentes. El liderazgo de Luis Beltrán Prieto Figueroa y su frustrada candidatura presidencial Adeca está en el origen del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), partido que nació inclinándose hacia las posiciones de una izquierda radical, que no se ajustaba a la política pragmática de AD en el poder.
COPEI en el poder por primera vez
A partir de la tercer fragmentación de AD, es que encontraremos la causa decisiva del primer triunfo electoral de Caldera y COPEI en 1968, hecho que reafirmó el carácter bipartidista de la democracia venezolana.
La experiencia de COPEI en el gobierno presentó como principales conquistas la pacificación y reinserción de la izquierda guerrillera en la política democrática y reformas institucionales de corte modernizante. Asimismo, la coyuntura estaba dada por la extensa penetración social de los partidos y una emergencia importante de los mismos, elementos que crearon una arena política más pluralista.
Dentro de este bipartidismo surgió un nuevo "tercer partido" con capacidad para transformar este sistema en uno de "dos partidos y medio" de la mano del Movimiento al Socialismo (MAS). El mismo nació de la fragmentación del PCV en 1970 en un contexto de surgimiento de grandes coaliciones de izquierda en Cono Sur. El MAS, muy lejos del socialismo soviético, puso énfasis en la necesidad para el país de superar la dependencia del capitalismo, queriendo plantear así un socialismo democrático o "socialismo a la venezolana".
Elecciones de 1973
En estas elecciones gana el adeísta Carlos Andrés Pérez con un 48% de los votos frente a un COPEI que si bien quedó en segundo lugar dejo muy atrás a la tercera fuerza. Es aquí donde se inaugura un periodo de "voto castigo" al interior del bipartidismo desde el año 1968 al 83. Es decir, el éxito de Ad se debió exclusivamente al descontento con el primer gobierno de COPEI.
El gobierno de Pérez, con políticas de corte populista, se dio en un contexto de bonanza petrolera y crecimiento de la burocracia estatal que acentuaron significativamente el carácter clientelar del aparato burocrático partidista.
En esta época el sistema de partidos venezolano se configuró de la siguiente manera: las dos principales fuerzas adoptaron orientaciones menos ideológicas, convirtiéndose en auténticos partidos atrapatodo que constituyeron estructuras más cerradas que antes, adoptando un "centralismo democrático". Claramente éste centralismo gestado en 1973 consolidó el duopolio partidista hasta las elecciones de 1988, y dentro de éste fortalecimiento la relación bilateral entre ambos, va a ir poco a poco desdibujando las diferencias ideológicas que los separaron en sus orígenes, tendiendo así a defender cada vez más los mismos intereses. A este sistema Juan Carlos Rey lo ha denominado "populista", en la medida en que para los dos partidos "el ideal es un gobierno que responda máximamente a los deseos y preferencias de la mayoría de los electores y en el que estos ejercen máximo control sobre los elegidos".[3]
Triunfo de COPEI en elecciones de 1978
En 1978 gana el copeista Luis Herrera Campins, quien se impone por amplio margen al candidato de AD. De más esta decir, como vengo diciendo a lo largo de esta etapa, que esta alternancia en el poder sirvió una vez más para consolidar el posicionamiento de los dos principales partidos frente a fuerzas de la oposición.
Retorno de AD en 1983
AD retorna al poder en el año 1983 de la mano de Jaime Luschini, quien pese a su alta popularidad, la sucesión del año 1988 se presentó desde el principio como un reacomodo de fuerzas en el seno del partido del gobierno. Esto respondió al profundo declive del bipartidismo que se gestó desde el gobierno de Campins.
Ocaso del sistema bipartidista
Me es necesario aquí hacer un paréntesis para poder explicar el porqué del declive del sistema bipartidista venezolano. Teniendo una estabilidad política ya alcanzada y a la oposición totalmente débil, dicho duopolio se apoderó del aparato del Estado, creando en él un profundo crecimiento de corrupción administrativa; ineficiencia en los servicios públicos; control del Ejecutivo sobre los poderes Legislativo y Judicial; a esto se le suma el excesivo centralismo de las decisiones políticas, las cuales empezaron a resentirse no solo por la oposición leal sino también al interior de ambos partidos. Esta fricción de debe a que, como comenté anteriormente, los partidos de la coalición bipartidista no solo comenzaron a sufrir un costoso desgaste sino que también se dió una progresiva desideologización de ambos, al punto de crear un vacio de representación política.
AD devuelta en el poder
Fue en este periodo de ocaso económico y político en donde el histórico cuadro adeísta, Carlos Andrés Pérez, triunfó con el 56% de los votos, por segunda vez, en las elecciones presidenciales de 1988. Si bien el porcentaje con que ganó fue importante, este nuevo gobierno lucía cargado de peligros para la estabilidad del sistema.
Se podría decir que existieron varios elementos que sirvieron para la pronta inestabilidad del sistema. El primer elemento que encontramos es que Pérez, desentendiéndose de las expectativas normales de los dirigentes de su partido, designó un equipo de tecnócratas para aplicar medidas de ajuste antipopulares[4]marcando así un claro distanciamiento de lo que fue hasta aquí una "democracia de partidos". A esto se le suma la descentralización político-administrativa que arrancó con la primera elección directa de gobernadores y alcaldes. Estos liderazgos regionales como efecto debilitaron aún mas la estructura nacional partidista, ya que la centralización de la decisión en la política pública pronto chocó con los intereses de los candidatos de las provincias. Coetáneamente, emergió una nueva lógica de intereses, proveniente del espacio extrapartidario.
Como claro indicador del declive definitivo del fracasado gobierno de Pérez, agrego la conocida protesta masiva del "Caracazo", del 27 de febrero de 1989, que se gestó espontáneamente por una masa popular totalmente descontenta con dicho gobierno y el golpe de Estado del año 1992, en donde se concreta la destitución de Pérez, trayendo consigo una nueva relación de fuerzas que configuró un nuevo mapa en la arena política venezolana.
1993: Primer gobierno de Convergencia Nacional
En 1993 se da un proceso electoral disímil a los precedidos, ya que las dos grandes fuerzas estaban tan disminuidas como desacreditadas y se presentaron otros tres partidos (Causa radical, MAS y Convergencia Nacional) quienes compitieron significativamente en la competencia interpartidaria. Así fue como Rafael Caldera, presentándose como candidato extrapartidario, ganó holgadamente las elecciones.
Si bien Caldera contaba a su favor con elementos que le eran favorables para una mayor concentración del poder, como apoyos políticos heterogéneos y que los dos partidos tradicionales estaban desgastados, esto no alcanzó para hacer frente a la crisis coyuntural. Asimismo y en total contradicción con sus promesas electorales, sus decisiones en materia política pública no pudieron ser más impopulares.
Caldera intento así por todos los medios fortalecer desde el gobierno a su nuevo partido Convergencia Nacional, incorporando a unos cuantos ex dirigentes de COPEI. No habiendo obtenido los resultados deseados, tuvo que buscar apoyo de AD, partido que nostálgico del poder se propuso recuperar sus posiciones perdidas. Bajo la conducción del pragmático y autoritarista Luis Alfaro Ucero, AD, ofreció su apoyo al gobierno calderista, a fin de fortalecer sus propias aspiraciones presidenciales con miras a 1998. Así fue como AD cumplió en la práctica las funciones de partido de gobierno.
Muy lejos de constituirse como "la promesa de cambio" por ser el primer gobierno no partidista de la etapa democrática, el gobierno calderista, a mi entender, resulto "más de lo mismo".
Elecciones de 1998: Coyuntura y configuración del sistema de partidos
Llegadas las elecciones, como dije en reiteradas oportunidades, los partidos ya habían perdido gran parte de su tradicional liderazgo, particularmente el control que ejercían sobre las campañas electorales. De modo tal que, la presencia de candidatos extra-partido (como Hugo Chávez) obedecía en buena parte al clamor general de un electorado propenso hacia otras alternativas políticas. [5]
Sobre el ocaso de este bipartidismo se refirió Manuel Caballero, quien dijo que "es un hecho que el desprestigio del partido político nunca había llegado tan bajo desde 1958. Aquí conviene separar dos cosas: una es el desprestigio del bipartidismo, tal como se había presentado desde el Pacto del Punto Fijo; y otra es el desprestigio de la institución partidista en general que, al confundirse democracia y régimen de partidos y política a secas, conduce a un rechazo de la democracia y de la política."[6]
Cuando el Congreso tomó la decisión de separar las elecciones parlamentarias (en noviembre de ese año) de las presidenciales (en diciembre), las primeras cumplirían la función de "primera vuelta" permitiendo así a todos y cada uno de los partidos contarse a fin de proceder en la "segunda vuelta" presidencial a los delineamientos requeridos. Esto se debe a que ya era muy evidente la creciente polarización del electorado.
Los resultados de noviembre constituyeron una base firme para advertir la insuficiencia electoral del bipartidismo, ya que AD obtuvo 24% y COPEI el 12%, para imponerse al candidato adversario. Puesto que los dos partidos tradicionales conservaban un numero apreciable de escaños en el nuevo parlamento, la necesidad de sumar votos frente a la "amenaza Chávez" los condujo directamente a la conformación de un "Polo Democrático" en torno de la candidatura presidencial de Salas Roemer, quien fue fundador de Proyecto Venezuela (PV) y ex militante de COPEI, a fin de confrontar al tan temido "Polo Patriótico" de Hugo Chávez.
El contexto de las elecciones presidenciales fue tan virulento para los equipos dirigentes, que cuando llegó el momento de designar candidatos para presidente y de armar listas para el Congreso, una buena parte de los candidatos que quedaban afuera se iban autoexcluyendo del partido correspondiente. Este fenómeno se extendió mas allá de AD y COPEI, afectando aquellos partidos que recién habían alcanzado posiciones relevantes, como Causa Radical, la cual se divide, dando origen así a un partido mas belicoso y sostén invalorable del chavismo naciente: Patria Para Todos (PPT). Hacia la izquierda, el MAS se divide, marginando a casi toda la dirigencia histórica que a su vez funda un nuevo partido: la Izquierda Democrática que no se identifica con la candidatura de Chávez. La Convergencia Nacional queda reducida al entorno más cercano a Caldera. A tal punto había llegado el descrédito de los partidos que el candidato del antichavismo, salas Roemer, hizo todo lo posible para no ser identificado como el candidato de AD y de COPEI.
Resultado de las elecciones presidenciales de 1998
La estrategia bipartidista de apoyar una candidatura extra-partido, que se presentaba adelante en las encuestas, estuvo rodeada de tal incoherencia que la presentación conjunta de los candidatos, enemigos de la víspera, tuvo resultados totalmente contraproducentes que alimentaron en el electorado las voces del rechazo a los "40 años de bipartidismo y corrupción", precipitando el éxodo masivo de los votantes hacia la "solución Chávez". [7]Cuando Chávez obtuvo un número considerable de escaños, desde las filas del bipartidismo el desconcierto fue aun mayor respecto a qué pasaría.
Aún sabiendo que el chavismo, en sus orígenes, canalizaba aspiraciones políticas de un grupo de militares, el electorado no vaciló en votarlo. Esta decisión, a mi entender, responde a la conjetura que plantea Caballero de que, el electorado "metió en una misma bolsa" a la desprestigiada institución partidista con política y democracia, rechazando a esta última con la elección a Chávez. Asimismo, mientras que durante la etapa del bipartidismo, fundamentalmente entre 1968 y 1983, el electorado votaba a un partido como mecanismo de castigo hacia el otro (que comúnmente estaba en funciones) creo que en estas elecciones de 1998 se eligió a Chávez como castigo, pero esta vez hacia ambos partidos puntofijistas. Hugo Chávez no solo que siempre se quiso diferenciar de los 2 partidos tradicionales, sino más bien que adhería y comulgaba con ideas expresadas y ejecutadas por marcos Pérez Jiménez durante su dictadura militar (1952-1958), gobierno que precedió a la era de los "duopolios" puntofijistas[8]Así como ambos partidos emergieron como el acuerdo de "un nuevo orden", así también creo que Chávez surgió con la misma dinámica sistémica.
En sus orígenes, el chavismo se manifestó como una fuerza que canalizaba las aspiraciones políticas de un grupo de militares. El Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR 200) era una logia militar que desde sus inicios, en 1983 con 200 miembros, se había preparado por largos años para tomar el poder a fin de terminar con la corrupción y la pobreza. De hecho, tuvieron un fallido golpe en febrero de 1992, hecho que si bien no logró el objetivo que se plantearon, sí sirvió para que se organizaran al interior del mismo y para que se constituyeran en una futura alternativa cívico-militar.
En la campaña electoral de 1998 el MBR 200 creó el Movimiento Quinta Republica (MVR) como estructura electoral que le permitiría establecer alianzas con grupos y organizaciones de signo ideológico diverso que deseaban apoyar la candidatura de Chávez. Aquí me es necesario hacer un pequeño paréntesis para explicar la curiosa composición multicolor del MVR. Según Arvelo Ramos, el MVR esta constituido por: 1) "el chavismo popular y democrático"; 2) El de sus militaristas a ultranza, grupo antidemocrático, culturalmente homogéneo, con unidad de mando y objetivos inequívocos; 3) el de los "leninistas", grupo antidemocrático promotor de la dictadura de un solo partido.[9]
Frente a esta variada, por no decir rara, mezcla no es inaudito pensar que tendría poca esperanza de vida. Aunque la realidad demostró lo contrario, ya que poco a poco el MVR fue recogiendo el creciente voto castigo ante el vacío dejado por los dos principales partidos, entrando a competir con éstos en el terreno nuevo de una política neopopulista[10]que se fue ampliando con el creciente descontento hacia la vieja clase política. La conformación impostergada de un Polo Patriótico, en el que además del MRV entraron como socios menores el MAS, PPT y PCV, se presentó en diciembre ante el electorado como la fórmula efectiva para acabar de una vez con la democracia bipartidista. De hecho fue éste triunfo electoral el que terminó por crear condiciones para que el MVR terminara por relevar del todo al MBR 200.
Fue así como Hugo Chávez Frías obtuvo un importante margen de victoria, el cual fue ayudado no sólo por el declive de los partidos tradicionales, sino también por la abstención[11]sin precedentes que hubo en dichas elecciones (de toda la etapa democrática).
Clivajes Sociales para entender la etapa Chavista
La ofensiva político-militar de Hugo Chávez comenzó por identificarse con una "idea general" más abstracta que real, de democracia participativa y protagónica incorporada en el esfuerzo por desplazar a la democracia representativa de los partidos corruptos del "puntofijismo". De aquí que un nuevo clivaje se haya ido conformando a partir de las elecciones regionales y presidenciales de 1998. Trátese del clivaje encarnado en la oposición "democracia de partidos/democracia plebiscitaria". Y es que desde sus orígenes, a mi entender, en 1992 el chavismo ya se ha venido presentando como la expresión de una "nueva democracia" que, a partir del líder, llamémosle: revolucionario, sustituiría la hegemonía bipartidista del pasado reciente.
La constitución sociológica de una democracia plebiscitaria marca para Venezuela la época del "retorno al líder", fenómeno que ha caracterizado en la década de los ´90 a experiencias neopopulistas en varios países de América Latina: como Fujimori en Perú o Bucaram en Ecuador.
Según el autor Felipe Burbano de Lara, este fenómeno obedece al surgimiento, en ciertos países, de una forma de liderazgo muy personalizada que emerge de una crisis institucional de la democracia y del Estado, de un agotamiento de las identidades conectadas con determinados regimenes de partidos y ciertos movimientos sociales, de un desencanto generalizado tras la crisis de la "década perdida". El neopopulismo correspondería, por un lado, según Burbano de Lara, a la mayor o menor dificultad que tienen los países latinoamericanos para adaptar sus culturas políticas a las instituciones de la democracia, y por otro lado a la imposibilidad de las instituciones para procesar conflictos que escapan a su propio marco cultural".[12]
Ahora bien, ¿qué es una democracia plebiscitaria? En términos de Guillermo O"Donnell, la misma debe entenderse como una forma de democracia que, oponiéndose al carácter representativo o delegativo es asumida por sus principales actores como la expresión personalizada del "pueblo soberano", excluido de la competición democrática de los partidos. Trátese de una formula política caracterizada por un marcado antipartidismo y por la invocación abstracta del contenido democrático, reflejado en un ilusorio "plebiscito de todos los días". En esta concepción de la política queda también excluido el propio partido o movimiento, el mismo que ha canalizado el esfuerzo del líder que afirma contar con el mandato popular expreso en sus triunfos electorales.
De aquí es que puedo afirmar con seguridad que Chávez prescindió de los partidos y el "movimiento" que resulta, sólo es aceptado como un instrumento para el fortalecimiento de la figura presidencial que conduce al llamado "proceso revolucionario".
Gestión de Hugo Chávez (1999-2002)
Ya al principio de su gestión, hubo factores claves que determinaron una clara tendencia "cesarista"[13] en el gobierno de Hugo Chávez Frías. Por empezar, el movimiento que integraba, MVR, constituía una estructura electoral vertical y centralizada plenamente al servicio de la figura de Chávez, la cual al ser tan heterogénea lo colocaba como el único capaz de mediar o acallar diferencias internas, reforzando así su carácter de líder imprescindible, marcando un fuerte personalismo y total concentración de poder en su figura.
De acuerdo a Ramos Jiménez, si utilizamos el continuum derecha-izquierda resulta operativo si nos detenemos a observar el juego de actitudes y practicas políticas efectivas en el sistema político venezolano ante el "fenómeno Chávez". Por ejemplo, en cuanto a los partidos de la oposición de centro (como AD; COPEI; CR; Convergencia) y derecha (PV y PJ) el distanciamiento con el gobierno de Chávez adquiere matices, más ideológicos que de intereses, desde el momento en que estas fuerzas de la oposición se plantean como tarea prioritaria la defensa de la conquista democrática (descentralización político-administrativa, preeminencia del poder civil sobre el militar, etc.) frente a la deriva autoritaria del nuevo régimen.
Primeros años de gobierno
De aquí que las elecciones en los primeros años de la gestión de Chávez (particularmente las relacionadas a la Constitución) se hayan planteado como una serie de plebiscitos, en los que entraba en juego, nada más y nada menos que el apoyo a la persona del presidente Chávez. Aquí es donde coincido con el autor Ramos Jiménez, el cual plantea que en el caso de Venezuela "la alta polarizacion del electorado ha favorecido e impulsado el funcionamiento de una democracia plebiscitaria que se va construyendo en torno de la personalidad del presidente carismático".[14]No obstante lo anterior, creo que la realidad cruza a la polarización contrarrestándola con la imposición de la fuerza hegemónica del presidente, dejando toda posibilidad de negociación trunca.
1999: Sanción de la CRBV
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), sancionada en 1999 por referendo popular, se incorporó al texto: 4 tipos de referendos (consultivo, aprobatorio, abrogatorio y revocatorio); que los partidos políticos pierden su nombre y pasan a llamarse "organizaciones con fines políticos", prohibiéndoles su financiamiento con dineros públicos. Respecto a derechos humanos, la CRBV los amplió, incluyendo derechos de los pueblos indígenas a su autodeterminación y al respeto de sus culturas.
En lo institucional, se reafirmó la centralidad del Estado y se reasentó la propiedad estatal del recurso petrolero, deteniendo así las tendencias privatizadoras abiertas por la política de Apertura, tan criticada por Chávez. Sobre este tema, es importante explicar que en su política petrolera, el proyecto bolivariano reafirma la propiedad estatal sobre el subsuelo y busca recuperar para el Estado el control de esa industria, planteando en las "Líneas Generales del plan de la Nación 2001-2007" una renovada industrialización mediante un proceso aguas debajo de esta industria. Asimismo, Chávez planteó una conexión orgánica de PDVSA con el resto de la economía, en contraste con el funcionamiento con que esta había funcionado tanto antes como después de la nacionalización.
Básicamente, "la CRBV respondía a una propuesta estatista moderada en lo económico, distributiva en lo social, independiente en lo internacional y a medio camino entre la moderación y la radicalidad en sus instituciones democráticas"[15].
La CRBV no es una ruptura con la Constitución de 1961, al contrario, expresa una reafirmación de las orientaciones del anterior proyecto nacional desarrollista y democrático, ajustado a los nuevos tiempos de la globalización. Recordemos que el contexto regional en donde se planteó la propuesta bolivariana, era bastante opuesto a estas ideas, ya que predominaban enfoques neoliberales de reducción del papel interventor del Estado y privatización de servicios públicos en los gobiernos latinoamericanos de turno.
A partir de 2001, se empezaron a producir fuertes tensiones entre los diversos y heterogéneos grupos al interior del MVR. Dichos conflictos provocaron escisiones al interior de los partidos que integraban el MVR, como el PPT y MAS, entre otros. A este vacío dejado por grupos civiles lo tomaron grupos de militares que, en su mayoría provenientes del MBR 200, acentuaron su presencia en la arena política, avalados por Hugo Chávez, por supuesto. No solo el chavismo se ensanchó por la presencia castrense, sino también por la participación de organizaciones populares como los tupamaros, Alexis Vive, movimientos indígenas y afrodescendientes, entre otros más variados.
No minimizando los importantes logros políticos respecto del cambio del marco constitucional y el positivo desarrollo económico de los primeros años, en lo concreto, el desempeño gubernamental hasta el 2001, fue realmente modesto reinando un clima de intensa polarizacion y tensiones, las cuales crearon condiciones para el golpe de estado de abril del 2002.
2006: Segundo gobierno chavista
En diciembre de 2006, Chávez fue reelecto para un segundo mandato de seis años. Recibió el voto de más de siete millones de venezolanos, el 63% de los votos, resultando así una victoria sin precedentes. Esta victoria fue posible, principalmente gracias a la combinación de un vigoroso y sostenido crecimiento económico desde 2004, producto del auge de los precios petroleros en el mercado internacional y a la reforma petrolera que pudo desarrollarse una vez que el gobierno pasara a controlar PDVSA, lo cual hizo ingresar al fisco crecientes cantidades de renta petrolera.
Con estos triunfos, Chávez lanzó una nueva fase del proceso de cambios a la que calificó de transición acelerada hacia el "socialismo del siglo XXI". Para hacer real dicha transformación, el presidente presentó un proyecto de reforma constitucional, el cual era una estrategia para avanzar rápidamente hacia un modelo socialista con orientación recentralizadota del Estado, concentración de atribuciones y poderes en el presidente como la reelección indefinida del ejecutivo, debilitamiento de la alternancia y el pluralismo político, entre otros aspectos. Esta propuesta, que evidentemente radicalizaba y profundizaba el proyecto bolivariano en su máxima expresión, no logro
convencer a las mayorías, de modo que el 2 de diciembre de 2007 la propuesta fue rechazada formalmente.
El motivo por el que tres millones de simpatizantes del bolivarianismo prefirieran el día de las elecciones quedarse en sus casas y que el resto votara por el no, responde a que comenzaron a verse procesos de resistencia que apuntan al inicio de una dinámica política distinta a la de años anteriores.
Uno de esos procesos fue el desencadenado por el autoritario cierre de Radio Caracas Televisión (RCT); el distanciamiento de un importante flujo de oficiales de las Fuerzas Armadas no solo hacia Chávez, sino también hacia la institución, ya que un gran numero pidió la baja de sus actividades en la misma[16]la estigmatización de partidos como PCV, PODEMOS o el PPT, por no querer disolverse. Estos procesos, entre muchos más, fueron los factores que pusieron en evidencia una clara propensión autoritaria por parte del gobierno de Chávez Frías.
Luego del revés político del 2 de diciembre de 2007, el presidente buscó recuperar apoyos perdidos (haciendo un par de cambios en el gabinete y anunciando el relanzamiento del PSUV) para repuntar lo que quedaba del 2007 y así entrar con el pie derecho al siguiente año. Aunque, en la medida en que fue evolucionando el 2008, demostró ser tan convulsionado como el 2007.
El año 2008, se inició con una cadena de eventos que profundizaron la crisis del gobierno chavista. Dichos eventos estuvieron caracterizados por intensos roces entre el gobierno y la oposición. En primer lugar, por la entrega por parte del Controlador General de la República, al Consejo Nacional Electoral, de una lista de más de 400 inhabilitados políticos que no podrían postularse para las elecciones de gobernadores, alcaldes o diputados. Luego, la situación política se fue caldeando aún más a mediados de año, cuando un conjunto de decretos con rango de Ley del Ejecutivo Nacional, autorizado por la "Ley Habilitante"[17] aprobada en 2007, surgieron introduciendo cambios en los principios y estructuras del Estado. Lo paradójico es que estos decretos habían sido rechazados en la propuesta de diciembre del 2007. La crisis financiera de Estados Unidos, producida hacia fines de septiembre, viró hacia la baja del precio del barril petrolero en el mercado mundial, haciendo así que el precio de la cesta venezolana baje a 40 dólares, perdiendo en seis meses más del 50% de su valor. Fue aquí donde el gobierno bolivariano, por primera vez, comenzó a hablar de austeridad en sus gastos.
La consecuencia de éstos hechos hizo que el resultado de las elecciones regionales y locales del 2008 no se viera como un hongo que salió después de la lluvia, sino más bien que fuera la clara expresión de estos hechos. Dicho año fue para Venezuela un año movido porque todas las gestiones de partidos y del gobierno estuvieron organizadas teniendo en mente las elecciones para las alcaldías y las gobernaciones, cuyos cupos serían votados el 23 de noviembre. Es importante destacar la importancia que significaban los resultados de las elecciones ya que, por un lado Chávez se estaba jugando el mantener las redes estructurales de poder a nivel nacional, para seguir legitimándose democráticamente, y por otro lado, la oposición tenía la difícil tarea de demostrar al menos que el chavismo, que según ellos estaba en decadencia, no ganaría las principales gobernaciones, lo que significaría el triunfo de fuerzas alternas al gobierno central.
Por su parte la oposición fue realizando varios proyectos entorno a las elecciones como la implementación de un programa llamado Tu Voto, que capacitaría una suerte de fiscales para que el día de la votación se vigile que no haya fraude y si los hay como denunciarlos[18]Además han cerrado acuerdos entre fuerzas de la oposición para sumar potencial electorado que les permitiera estrechar la diferencia de puntos con respecto al oficialismo. Se vislumbraba una peligrosa ventaja para los partidos opositores en la ciudad capital, Caracas, lo que preocupaba a Chávez porque se vería que su figura, su administración, ya no es tan fuerte como supo serlo en sus comienzos. Es decir que debía satisfacer mayores demandas sociales si anhelaba asegurarse más votos.
La oposición sin embargo contaba con una desventaja. Luego de que en Venezuela la política estuvo personalizada en una figura particular por tantos años (Chávez) el grupo de fuerzas opositoras no tenía un líder claro, sino líderes, y tal vez ello les jugara en contra a la hora de elegir a un gobernante o alcalde.
Los resultados de las elecciones[19]dieron en la mayoría de las gobernaciones como ganador al oficialismo, triplicando el número de espacios cooptados. Sin embargo fue un gran triunfo para la oposición ya que las tres alcaldías donde salieron ganadores, Miranda, Zulia, Carabobo, representan el 37%[20] de los ciudadanos, ajustando el margen de maniobra de Chávez a la hora de hacer políticas públicas. También demostró que el PSUV tiene y mantiene una muy amplia cantidad de votantes, aludiendo a su consolidación paulatina, y que ahora el Presidente deberá seguir prestando atención a esos 6 millones de votantes que lo eligieron, teniendo en cuenta que el 65,45% de la población ha participado de las elecciones[21]
Conclusiones
Venezuela es uno de los países más especiales de América Latina porque paradójicamente tuvo una emancipación tardía y en fases, hasta encontrar su consolidación, pero una vez establecida fue una de la naciones que más rápido se desarrolló para competir a nivel internacional, alcanzando en menor tiempo al resto de los países de la región, incluso superando a la mayoría.
Otro elemento que hace distintivo a dicho país es el acuerdo del Pacto de Punto Fijo, no solo porque fue un acuerdo de tipo único en América Latina sino también porque, increíblemente, duró 40 años (hasta 1998). Este Pacto muestra cómo el clivaje político ya no se encuentra en las ideologías, como lo era en los orígenes de los partidos tradicionales, sino que se centra en una concepción política de administración, de
gestión, donde tanto la izquierda como la derecha se tornan hacia el centro por cuestiones "pragmáticas", volviéndose ambos cada vez más neutros ideológicamente.
En los años ochenta se hace una ampliación en la ley electoral (que vale decir que fue una de las leyes más alteradas de Venezuela en su historia). Se separan entre gobierno y los municipios. Sin embargo estas alteraciones no hacen mejorías sociales, muy por el contrario incrementan los niveles de pobreza, creando una fuerte exclusión social. Esto explica cómo en el año 1998 Hugo Chávez Frías gana las elecciones presidenciales, planteándose como una suerte de "salvador", que sabe cooptar al sector excluido, que "casualmente" eran la mayoría de la población. Con la llegada de Chávez se da una refundación de Venezuela como Nación, cambiando, por ejemplo, sus bases más profundas, como el cambio de los íconos nacionales, del nombre del país, los símbolos patrios, su marco constitucional, entre otros elementos. Si bien estos cambios fueron incesantes durante los diez años del gobierno bolivariano en lo estructural, poco es lo que ha cambiado la economía venezolana, que siempre necesitó para sostenerse de la intervención del "PetroEstado".
Bibliografía
1) "El asedio a la política. Partidos y sistemas de partidos en Venezuela". Alfredo Ramos Jiménez. Páginas 381-409.
2) "Diez años de revolución en Venezuela". El movimiento bolivariano: ascenso al poder y gobierno hasta el 2008. Margarita López Maya. Páginas 98-130. Editorial Maipue.
3) "El futuro de la democracia en Venezuela". Juan Carlos Rey. IDEA, 1989. Página 289.
4) "La gestación de Hugo Chávez. 40 años de luces y sombras en la democracia venezolana". Manuel Caballero. Editorial Catarata. Página 129.
5) "El dilema del Chavismo, una incógnita en el poder". Alberto Arvelo Ramos. Editorial Centauro 1998. Paginas 33-51.
6) "El fantasma del populismo. Aproximación a un tema (siempre) actual." Felipe Burbano de Lara. Editorial Nueva Sociedad. Pagina 10-22.
Autor:
Silvina Ruiz Boyadjian
[1] “El asedio a la política” Partidos y sistemas de partidos en Venezuela. Alfredo Ramos Jiménez. Página 381.
[2] “El asedio a la política” Partidos y sistemas de partidos en Venezuela. Alfredo Ramos Jiménez. Página 386.
[3] “El futuro de la democracia en Venezuela”. Juan Carlos Rey. IDEA, 1989. Página 289.
[4] Es aquí donde surge un subclivaje: Estado/mercado, más bien estructural que funcional, que se expresa claramente en el gobierno perezista donde se aplican políticas de corte neoliberal tendientes a reducir el intervencionismo estatal.
[5] “El asedio a la política” Partidos y sistemas de partidos en Venezuela. Alfredo Ramos Jiménez. Página 399.
[6] “La gestación de Hugo Chávez. 40 años de luces y sombras en la democracia venezolana”. Manuel Caballero. Editorial Catarata. Pagina 129.
[7] “El asedio a la política” Partidos y sistemas de partidos en Venezuela. Alfredo Ramos Jiménez. Página 395.
[8] Ver en carilla 1 del presente trabajo el titulo “El pacto de Punto Fijo como acuerdo del nuevo orden”.
[9] “El dilema del Chavismo, una incógnita en el poder”. Alberto Arvelo Ramos. Editorial Centauro 1998. Paginas 33-51.
[10] Respecto a política neopopulista vuelvo a hacer referencia al autor ya citado que explica muy bien esta situación: “El fantasma del populismo. Aproximación a un tema (siempre) actual.” Felipe Burbano de Lara. Editorial Nueva Sociedad. Pagina 10 y 22.
[11] Dicho fenómeno creció a partir de 1989, por causas tales como: 1) Escepticismo frente a la autoridad electoral que ha permitido manipulaciones fraudulentas tendientes a favorecer a los dos principales partidos, que cuentan con una mayor representación en órganos electorales nacionales y locales. 2) Parte del gran rechazo de los partidos, en tanto principales actores en las campañas electorales. 3) La desmovilización de los jóvenes electores, reacios a incorporarse al Registro Electoral Permanente.
[12] “El fantasma del populismo. Aproximación a un tema (siempre) actual.” Felipe Burbano de Lara. Editorial Nueva Sociedad. Pagina 10-22.
[13] “Diez años de revolución en Venezuela”. El movimiento bolivariano: ascenso al poder y gobierno hasta el 2008. Margarita López Maya. Página 101. Editorial Maipue.
[14] “El asedio a la política” Partidos y sistemas de partidos en Venezuela. Alfredo Ramos Jiménez. Página 405.
[15] “Diez años de revolución en Venezuela”. El movimiento bolivariano: ascenso al poder y gobierno hasta el 2008. Margarita López Maya. Página 107. Editorial Maipue.
[16] Dicha acción se debió a que Chávez propuso reducir la importancia del ejército profesional en aras de una milicia popular. Asimismo, el presidente decidió que la Fuerza Armada debía gritar como saludo, siempre, “Patria, socialismo o muerte” como nuevo slogan gubernamental. Estos dos elementos molestaron rotundamente al núcleo duro de las Fuerzas Armadas.
[17] Dicha ley le permitiría a la Asamblea Nacional delegar en el Ejecutivo por un periodo delimitado la capacidad de elaborar leyes. Chávez la consideró la “Ley de Leyes revolucionaria; madre de todas las Leyes”. Finalmente se aprobó por unanimidad en la Asamblea Nacional.
[18] www.eluniversal.com/2008/05/15/pol_art-insta-a-abordar_861435
[19] “Venezuela elige gobernadores y pone a prueba el poder de Chávez” Diario Clarín, páginas 20 a 27, Lunes 24 de Noviembre de 2008.
[20] www.eluniversal.com/2008/11/24/pol_art_tres-estados-clave-s_1161486
[21] www.eluniversal.com/2008/11/24/pol_art_reconozco-victorias_1161516