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Desarrollo sexual femenino

Enviado por Frankelizha


  1. Desarrollo infantil
  2. Adolescencia y/o pubertad femenina
  3. Hormonas del aparato reproductor femenino
  4. Desarrollo sexual en la adultez
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

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Desarrollo sexual de la mujer

El desarrollo sexual femenino se caracteriza por tres etapas: infancia, madurez y senectud. Los límites entre ellas están marcados por la pubertad y el climaterio, que son por tanto periodos de transición, y cursan con importantes cambios endocrinológicos y físicos.

Desarrollo infantil

Los psicólogos freudianos suponen que el ser humano tiene sexo desde que es un feto en el vientre materno, y posee, originalmente características sexuales femeninas. Llaman a esa condición "esbozo sexual primitivo". Según su opinión, solo hasta después de 40 días de que el feto es concebido se define el sexo definitivo del futuro bebé.

Durante la niñez, hay dos hormonas encargadas de regular el crecimiento: la hormona tiroidea y la hormona del crecimiento (GH).

Durante la infancia, niños y niñas tienen un aspecto muy similar, y prácticamente la única diferencia visible existente entre ambos es la de los genitales. Sus cuerpos tienen aproximadamente la misma forma, y se encuentran cubiertos por un vello fino y aterciopelado. Ambos sexos alcanzan una estatura media de 130 centímetros a los 10 años.

Adolescencia y/o pubertad femenina

La adolescencia es un largo proceso que transcurre en forma gradual entre la niñez y la madurez sexual.

Ésta se caracteriza por despertar la función ovárica, el crecimiento somático y la aparición de los caracteres sexuales secundarios.

La adolescencia se extiende entre los 10 y los 20 años de edad. La inestabilidad y el desequilibrio característico de este periodo las hace vulnerables a alteraciones de origen psico-social. Existe una intima correlación entre cambios físicos y psicológicos que conforman una totalidad indivisible.

La pubertad es el tiempo en el cual las características físicas y sexuales maduran y se presenta debido a cambios hormonales.

La adolescencia es el período entre la pubertad y la edad adulta.

2.1 Etapas de la pubertad femenina

La pubertad de la mujer está dividida en tres etapas.

  • A. Prepuberal: tiene lugar entre los 7 y 10 años de edad. Se produce una especialización de la hipófisis, con liberación de GH (Growth Hormone), que provoca el aumento de la talla. Crece el bello pubiano, seguido de la aparición del bello maxilar gracias a la producción de estrógeno.

  • B.  Puberal: aproximadamente a los 13 años de edad, dura alrededor de 3 años. Se desarrollan las mamas y aumenta el tamaño de los pezones, junto con el engrosamiento del sistema de conductos. Estos cambios están mediados por los estrógenos.

  • C. Postpuberal: se adquiere la fertilidad. El ovario aumenta de tamaño y se vuelve sensible a FSH, que secretado en mayor cantidad produce la ovulación. Las primeras ovulaciones se producen 10 meses después del comienzo de la menarquia.

2.2 Cambios endocrinos de la pubertad:

Consisten en dos procesos diferentes:

Gonadarquia: es la maduración de la función gonadal. El gonadostato (hipotálamo medio basal) se encuentra activo en la vida intrauterina. Al comienzo de la infancia se ve inhibido por el SNC y por una retroalimentación negativa de los estrógenos. La secreción de GnRH se reanuda al acercarse la pubertad: la sensibilidad del gonadostato a la retroinhibición disminuye progresivamente hasta que se necesitan altas concentraciones de estrógenos para inhibirlo, con lo que se incrementa la secreción de GnRH y gonadotropinas.

Por tanto, con el comienzo de la pubertad se produce un aumento de hormonas esteroideas. La retroalimentación positiva madura en los estadios intermedios de la pubertad, y da lugar al pico de LH que se produce a mitad del ciclo y permite el comienzo de la ovulación. La administración exógena de GnRH tiene una respuesta mínima de LH en niñas prepuberales, mientras que dicha respuesta aumenta durante la pubertad y es aún mayor en mujeres adultas.

Como respuesta a la función hormonal ovárica surgen las menstruaciones.

Adrenarquia: el aumento de producción de andrógenos comienza años antes del aumento de gonadotropinas, y continúa a lo largo de la pubertad.

2.3 Cambios físicos en la pubertad.

Los cambios endocrinos provocan un incremento en los niveles de hormonas sexuales, resultando en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, cambios en la composición corporal, e incremento puberal de la talla.

2.4 Cambios Psicológicos en la pubertad

En la adolescencia se producen cambios psicológicos muy importantes como consecuencia de la inestabilidad del sistema nervioso. En contraposición con los días apacibles de la infancia, se presentan disturbios en la esfera psíquica. Como son:

  • Cambios en la Conducta.

  • Aislamiento.

  • Melancolía.

  • Alteraciones del humor.

  • Caprichos, Impaciencia, etc.

El rápido crecimiento somático, crea un desajuste en su anterior esquema corporal, de ahí cierta torpeza en los movimientos, su curiosidad ante el espejo, y el cambio de actitud ante sus nuevas formas.

La jerarquía de los valores se altera durante la adolescencia, y el sentimiento de independencia lleva a subestimar la autoridad de los padres.

La heterosexualidad se hace consciente y se experimenta timidez hacia el sexo opuesto. La apariencia del ciclo sexual femenino casi siempre motiva un trauma psíquico, que es atenuado por su conocimiento previo, el cual debe ser impuesto por la madre.

Hormonas del aparato reproductor femenino

FSH (hormona estimulante del folículo): estimula el crecimiento del folículo ovárico conduciéndolo hasta los diversos grados de maduración, lo que suscita proliferación muy rápida de las células epiteloides que rodean al ovulo. Estas células comienzan a secretar estrógenos. Así pues, sus dos funciones principales son causar proliferación de las células foliculares ováricas y estimular la actividad secretoria. Tan pronto como el folículo ha alcanzado aproximadamente la mitad de su volumen máximo, la hipófisis inicia la secreción de hormona luteinizante, en lugar de hormona estimulante del folículo.

LH (Hormona luteinizante): aumenta aun más la secreción de las células foliculares y por su acción un folículo pronto crece en tal medida que se rompe y expulsa el ovulo a cavidad abdominal. Al mismo tiempo, la hormona luteinizante hace que las células foliculares aumenten de volumen y tomen aspecto amarillo grasoso. Estas células se llaman células luteínicas, y en conjunto reciben el nombre de cuerpo lúteo.

LTH (Hormona luteotrópica): la hipófisis anterior secreta una tercera hormona, llamada hormona luteotrópica. Esta favorece al desarrollo del cuerpo lúteo, y junto con la hormona luteinizante, produce grandes cantidades tanto de estrógeno como de progesterona. El cuerpo lúteo persiste unas dos semanas y después degenera. Luego la hipófisis anterior empieza otra vez a producir grandes cantidades de hormona estimulante del folículo, y se inicia un nuevo de crecimiento folicular.

3.2 Hormonas ováricas

Andrógenos: son hormonas sexuales masculinas que influyen sobre la respuesta sexual en ambos sexos.

Progesterona: La acción de la progesterona es de preparar el útero para la anidación ovular. Cuando la progesterona comienza a actuar, el crecimiento del endometrio cesa y se inicia la fase secretora. A nivel del ovario impide el desarrollo de un nuevo folículo. Inhibe la producción de LH y estimula la liberación de FSH. Además ejerce una función sedante sobre los centros nerviosos del hambre, de la sed y del humor, y disminuye la necesidad de actividad. En ocasiones, las variaciones de la conducta y del humor durante el periodo que precede a la menstruación, se deben a una situación de desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona.

Los niveles de progesterona son relativamente bajos durante la fase preovulatorio del ciclo menstrual, aumentando después de la ovulación, y se encuentra elevada durante la fase lútea.

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La progesterona es una de las hormonas implicadas en el ciclo menstrual.

Estrógenos: son las hormonas femeninas responsables de las características sexuales femeninas, la formación de las mamas y la aparición del ciclo menstrual. En la pubertad es cuando aumenta el nivel de estrógenos en los ovarios lo que estimula la maduración de la vagina, el útero y las trompas uterinas.

La fuente productora de los estrógenos son el ovario y la corteza suprarrenal. Las modificaciones somáticas y psíquicas producidas en la adolescencia se deben en gran parte a esta hormona.

3.3 La importancia de las hormonas.

El cerebro regula el funcionamiento del sistema hormonal femenino para que exista una perfecta coordinación entre los ovarios, que producen las hormonas, y los órganos femeninos, que las reciben.

En la mujer, las glándulas encargadas de mantener la circulación de las hormonas sexuales son los ovarios, el hipotálamo y la hipófisis.

El hipotálamo se encuentra situado en la base del cerebro y rige todo el sistema hormonal, pues controla la producción de las hormonas puestas en circulación en el organismo e interviene en otros fenómenos como la regulación de la temperatura corporal, el peso, el apetito y las emociones. Además el hipotálamo restablece el equilibrio en caso de exceso o insuficiencia de secreción hormonal.

La hipófisis es una pequeña glándula endocrina ubicada bajo el hipotálamo que dinamiza la producción hormonal de los ovarios.

Los ovarios son las glándulas sexuales femeninas que rigen el ciclo menstrual: los ovarios albergan en su interior un gran número de folículos, cada uno de los cuales contiene un óvulo. Cada 28 días aproximadamente madura un folículo del ovario y libera un óvulo (se trata de la ovulación). Dicho folículo fabrica las hormonas estrógeno y progesterona y además prepara la mucosa uterina para la implantación del óvulo en caso de que sea fecundado. Si esto no ocurre, el óvulo y la mucosa son expulsados al exterior, produciendo la hemorragia conocida como menstruación.

El funcionamiento de estas tres glándulas es el siguiente: el hipotálamo envía una sustancia química (el LHRH) a la hipófisis, que transmite dos hormonas llamadas gonadotropinas (FSH y LH) a los ovarios. Éstos producen las hormonas estrógenos y progesterona, que posibilitan la existencia de ciclos regulares, menstruaciones normales, ausencia de dolores, un adecuado moco ovulatorio y un buen desarrollo de las mucosas.

La acción de las hormonas sobre el organismo se inicia mucho antes del nacimiento: por ejemplo, la determinación sexual es resultado de una secuencia de procesos celulares y hormonales que comienzan durante la gestación. Así, durante el desarrollo fetal, las glándulas sexuales, ovarios o testículos, segregan hormonas que controlan el desarrollo de los órganos sexuales.

La acción de las hormonas es crucial durante toda la vida, pues excitan, inhiben o regulan la actividad de numerosos órganos. Puesto que intervienen de forma muy significativa en la vida de la mujer, se aludirá a ellas al describir las diferentes etapas de su desarrollo sexual.

Desarrollo sexual en la adultez

La ovogénesis: Esto corresponde al proceso de formación y diferenciación de las células sexuales femeninas u óvulos.

Este proceso comienza en la etapa gestacional de una niña (desde el tercer mes de desarrollo fetal), período en que ocurren dos importantes modificaciones celulares. En la primera de ellas, los óvulos se dividen por mitosis y originan las ovogonias (fase de multiplicación), mientras que en una segunda instancia, las células sexuales crecen y se transforman en ovocitos de primer orden.

Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de ovocitos, los cuales permanecen inactivos hasta la llegada de la pubertad. En la pubertad, la hipófisis empieza a fabricar hormonas que estimulan a los ovarios a producir hormonas sexuales femeninas, incluyendo los estrógenos.

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Menstruación.

Dos días antes que termine el ciclo mensual, el cuerpo lúteo involuciona repentinamente, y la secreción de las hormonas ováricas disminuyen drásticamente y se produce la menstruación.

La menstruación se debe a la reducción repentina de estrógenos y progesterona, al final del ciclo ovárico mensual.

Esto produce la disminución de la estimulación de las células endometriales y luego la involución del endometrio, disminuyendo su espesor.

  • Glándulas que influyen en el desarrollo sexual de la mujer.

Glándulas suprarrenales: son dos. Estas producen hormonas de tipo esteroide iguales a los estrógenos y los andrógenos. La producción de estas hormonas, como en el caso de las ováricas, depende de la acción estimulatoria de la hipófisis y el hipotálamo. El desarrollo excesivo de las suprarrenales puede ocasionar síntomas masculinizantes en a mujer, como exceso de vellosidad.

Glándulas mamarias: con el embarazo, los alveolos son estimulados por un descenso del nivel de hormonas gonadales, para producir leche. Cada lóbulo tiene un ducto lácteo que desemboca en un deposito principal situado debajo de la aureola que conecta a su vez con conducto del pezón, que en las mujeres lactantes servirá para conducir la leche hacia el exterior y alimentar el bebe.

Glándulas tiroides: es vital para conservar el buen funcionamiento de la mayoría de los órganos y sistemas corporales. Participa en los procesos de ovulación y concepción. Su intervención es tan importante que la ausencia de hormonas tiroidales impide la ovulación.

  • La menopausia

La menopausia supone el final de la capacidad reproductora de la mujer. Generalmente tiene lugar entre los 48 y los 52 años de edad, aunque en la actualidad tiende a producirse en edades cada vez más tardías. La raza, el peso, la vida sedentaria y la edad en la que la madre y otras mujeres de la familia cesaron de menstruar, son factores determinantes del momento de aparición de la menopausia.

Además, una mujer llega antes a la menopausia si se le extirpan los ovarios a causa de alguna enfermedad, lo que se denomina "menopausia quirúrgica", o bien si recibe radioterapia en estos órganos.

El principal signo de la llegada de la menopausia es la irregularidad del ciclo menstrual; meses o años más tarde se produce la última menstruación. No obstante, aunque la fertilidad declina gradualmente durante los años previos a la menopausia, se recomienda el empleo de algún método anticonceptivo durante los 12 meses posteriores al último periodo menstrual, puesto que en esta época todavía es posible que la mujer quede embarazada.

Con el paso de los años los ovarios dejan de responder a las gonadotropinas enviadas por la hipófisis, por lo que la producción de estrógeno y progesterona decae. Esta deficiencia de estrógeno provoca cambios físicos como la pérdida de elasticidad y tonicidad en la piel y en los músculos, la reducción de los órganos sexuales y la posibilidad de sufrir osteoporosis y algunas enfermedades cardiacas. Además, la mayoría de las mujeres experimenta síntomas molestos como acaloramientos, sudores nocturnos, picores y sequedad vaginal.

También a causa de las alteraciones hormonales, en ocasiones se presentan trastornos emocionales y psicológicos que pueden incluir depresiones, irritabilidad o ansiedad, que pueden ser agravados por cambios en la situación familiar (emancipación de los hijos, cuidado de los ancianos, etc.) o por una dificultad de la mujer para asumir su reciente infertilidad y las molestias que suponen las transformaciones de su cuerpo.

Sin embargo, la mayoría de estos problemas puede resolverse médicamente. El tratamiento más conocido para los síntomas de la menopausia es la terapia de sustitución hormonal, cuya finalidad es la de reemplazar el estrógeno, con o sin progesterona sintética, para prevenir o paliar los síntomas asociados a la deficiencia de estas hormonas. Este tratamiento puede efectuarse a través de comprimidos, inyecciones, implantes, parches cutáneos, cremas o supositorios. Algunos de sus efectos más importantes son:

– prevención y tratamiento de acaloramientos, sudores y sequedad vaginal

– reducción de la incidencia de depresiones

– disminución del índice de adelgazamiento de los huesos y un menor riesgo de ruptura de la cadera

– mayor protección contra enfermedades cardiacas

La menopausia supone el final de la capacidad reproductora de la mujer, pero no de su actividad sexual. Las hormonas masculinas estimulan el deseo sexual, y éstas las sigue produciendo la mujer durante toda la vida; tanto su apetencia sexual como su capacidad orgásmica no tienen por qué experimentar ninguna variación. Así, muchas mujeres se mantienen sexualmente activas cuando son mayores, e incluso algunas consideran que el sexo es más gratificante en los años posteriores a la menopausia, puesto que ya no han de preocuparse por los anticonceptivos o el embarazo. Los cambios hormonales que tienen lugar durante y después de la menopausia pueden causar sequedad vaginal, por lo que puede hacerse necesario el uso de un lubricante vaginal para facilitar el coito.

Por último, la mujer a lo largo de toda su vida debe someterse a exámenes ginecológicos regulares y hacerse una mamografía anual a partir de los 65 años para verificar la inexistencia de un cáncer de mama.

Conclusión

El desarrollo sexual de la mujer está dividido en tres etapas que son la niñez, la pubertad y la senectud. Cada etapa posee sus características que la diferencian de las demás. La niñez se caracteriza por el trabajo de dos hormonas que son la GH y la hormona tiroidea. La pubertad se caracteriza por la revolución de hormonas que ocurren en el cuerpo preparando a la mujer para ser fértil. Y al final, la senectud se caracteriza por el cese o disminución de hormonas en la mujer.

El desarrollo sexual de la mujer desde el punto de vista endocrinólogo es un tema que debe ser acompañado con la educación sexual que se dan en las escuelas para que así se pueda entender lo que ocurre en nuestro cuerpo y estar preparadas para el cambio que ocasiona, ya sea positivo o negativo.

Bibliografía

  • http://www.ferato.com/wiki/index.php/Progesterona

  • http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/774/1/Evolucion-de-la-vida-sexual-de-la-mujer.-Fisiologia-de-la-pubertad-y-del-climaterio.-Apuntes-de-ginecologia.-Apuntes-de-medicina

  • http://www.pediatraldia.cl/01BODEGA1/reproductores_internos_femeninos.htm

  • http://www.sexologia.com/index.asp?pagina=http://www.sexologia.com/ella/desarrollom.htm

  • http://www.pediatraldia.cl/pubertad_adolescencia.htm

  • http://www.umm.edu/esp_ency/article/001950.htm

  • http://www.monografias.com/trabajos20/ciclo-sexual-femenino/ciclo-sexual-femenino

 

 

Autor:

Yleana Peña

Frankelizha Ynoa

Natividad Pichardo

Mildre Javier

Luisa María Eduardo

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO

(UASD)

CENTRO UNIVERSITARIO REGIONAL DE SANTIAGO

(CURSA)

edu.red

Facultad de Humanidades

Escuela de Psicología

Materia:

Bases Neurobiológicas de la conducta (BIO-130)

Presentado al:

Lic. Lorenzo Vargas

Fecha de entrega:

Viernes, 27 de noviembre de 2009