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Intervención educativa sobre parasitismo intestinal en madres de niños menores de dos años

Enviado por Miguel Ismael Infante


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Método
  4. Desarrollo
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Bibliografía
  8. Anexo

Resumen

Se realizó una intervención educativa con el objetivo de aumentar el nivel de conocimiento acerca de las parasitosis intestinales en las madres de niños menores de dos años pertenecientes al sector la Esperanza, Parroquia Catia la Mar, durante los meses de Enero a Marzo del 2012. El universo se constituyó por el 100% de las madres de niños menores de dos años del área atendida por el Consultorio Popular. La obtención del dato primario se realizó mediante la aplicación de un cuestionario que recogió la información general y abordó aspectos como: etiología, vías de transmisión, sintomatología y formas de prevención de las parasitosis intestinales. Al aplicarlo por primera vez encontramos pocos conocimientos en casi todas las participantes, quienes en su mayoría eran amas de casa, con predominio de la primaria sin terminar. De acuerdo a las principales dificultades encontradas implementamos un programa educativo, al finalizar aplicamos nuevamente el cuestionario, encontrando un aumento significativo del nivel de conocimiento (p<0.05), El procesamiento de la información se llevó a cabo utilizando el programa estadístico Epi Info 2004 calculando el porcentaje como medida de resumen Finalmente arribamos a conclusiones y ofrecimos las recomendaciones pertinentes. Palabras Claves: Promoción en salud, Prevención de enfermedades, intervención educativa, parasitismo.

Introducción

El parasitismo se conoce desde épocas tan remotas, que miles de años antes de nuestra era ya se tenían nociones reales de las tenias, filarias y lombrices intestinales, esa fue precisamente la razón por la que se escogió al gusano como símbolo de enfermedad; concepto que se extendió a los indostánicos, chinos, árabes y judíos. Se considera parásito todo ser vivo, animal o vegetal, que pasa una parte o toda su existencia en el interior de otro ser vivo a expensas del cual se nutre, y provoca daños aparentes o inaparentes (1, 2).

Las enfermedades parasitarias son responsables de una morbilidad considerable en el mundo entero; se presentan frecuentemente con síntomas no específicos y altas tasas prevalencia. Las ascariosis, tricocefalosis, giardiosis, y amebiosis se encuentran entre las diez infecciones más comunes observadas en el mundo. Actualmente los autores prefieren sustituir la terminología de parasitismo intestinal por el de enfermedades causadas por protozoarios y helmintos. En general tienen baja mortalidad, pero igualmente ocasionan importantes problemas sanitarios y sociales debido a su sintomatología y complicaciones (3, 4).

Las enteroparasitosis pueden transcurrir durante largo tiempo asintomáticas sin diagnosticar, pero también pueden llegar a provocar cuadros digestivos, inclusive con severa repercusión sobre el crecimiento y desarrollo en los niños (5). El comportamiento humano tiene gran importancia en la transmisión de las infecciones intestinales por parásitos, por lo tanto el éxito de las medidas de control que se implementen dependerá en gran medida de la modificación que se obtenga de los hábitos en el sentido de promover la salud y no contribuir a deteriorarla (6).

Las infecciones y enfermedades parasitarias en el niño constituyen un importante problema de salud en la mayoría de los países Latinoamericanos, por su frecuencia, por los problemas diagnósticos y terapéuticos que plantean y, en ocasiones, por su gravedad. (7).

El poliparasitismo es frecuente y a partir del segundo año abundan las infecciones con tres y cuatro especies de protozoarios. La intensidad de la infección agrava esta situación. Los estudios realizados en regiones rurales de Centroamérica, mediante técnicas de conteo de huevos, demuestran porcentajes elevados de niños con infecciones severas por Áscaris, Tricocéfalos y Uncinarias, en términos de concentración de huevos por gramo de heces. En América del Sur la situación es igualmente seria, y como un ejemplo se menciona los hallazgos hechos en una zona agrícola de Colombia, donde el 29,2% de las enteritis del niño reconocía como agente etiológico algún parásito. En otra región del mismo país se demostró que, a partir de los seis meses de edad, las enteroparasitosis inician una curva ascendente que las coloca en un lugar destacado como productores de diarrea (8).

A las puertas del siglo XXI las parasitosis intestinales continúan siendo un problema de salud importante en Venezuela, Especialmente para las zona pobres atendidas por los médicos Cubanos, donde el parasitismo intestinal esta entre las enfermedades más atendidas en consultas y terrenos (9).

En el contexto Venezolano actual se reconoce la existencia de inequidades en salud, el concepto mismo de equidad en salud es controversial y relativo, pues esta sujeto al contexto social en el que se ubique. Para la OMS, equidad significa que las necesidades de la gente, más allá de sus privilegios sociales, sean quienes guíen la distribución de oportunidades para su bienestar, lo cual requiere reducir las desigualdades injustas según los estándares aceptables para cada uno, con principios de justicia e imparcialidad. Equidad en salud significa, entonces, tratar de reducir las brechas evitables en el estado de salud y en los servicios de salud entre los grupos con diferentes niveles de privilegios sociales, reflejados en las diferencias del nivel socioeconómico, género, localización geográfica, étnicas, religiosas y edad. Por lo tanto, promover equidad en salud busca reducir la injusticia y las brechas sociales innecesarias en salud y atención de la salud, mientras se trabaja eficientemente para obtener mejoras para todos (10).

La labor de los Médicos Cubanos en las zonas más pobres, atendiendo fundamentalmente a la población de menos recursos económicos, es de gran ayuda para mejorar el grado de equidad en salud en relación a los más desfavorecidos.

El trabajo de nuestros médicos tiene no solo una dimensión salubrista, sino social, al promover salud, proporcionando a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma (11).

El Consultorio popular de La Esperanza no escapa de esta realidad, ya que en nuestra experiencia personal constituye una de la principal causa de morbilidad, especialmente en los niños. Todo esto nos motivó a realizar una intervención con fines educativos dirigida a las madres de niños menores de dos años, para de esta forma contribuir no solo a elevar el nivel de conocimientos sobre parasitismo intestinal, sino a que de forma gradual y progresiva se instauren en ellas comportamientos saludables, que perduren y sean transmitidos al resto de la comunidad y a las generaciones venideras.

OBJETIVOS

  • General:

Incrementar el nivel de conocimientos sobre parasitismo intestinal en las madres de niños menores de dos años pertenecientes al Sector La Esperanza, parroquia Catia La Mar en el periodo comprendido de Enero – Marzo del 2012.

  • Específicos:

  • 1. Caracterizar el grupo en estudio según edad, nivel escolar y ocupación.

  • 2. Identificar el nivel de conocimientos sobre las parasitosis intestinales antes de la intervención, relacionados con: etiología, vías de transmisión, sintomatología y prevención.

  • 3. Aplicar la intervención capacitante según las necesidades identificadas.

  • 4. Evaluar el nivel de conocimientos adquiridos después de la aplicación de la intervención.

Método

Se realizó una intervención capacitante sobre el conocimiento de las parasitosis intestinales en las madres de niños menores de dos años en el Sector La Esperanza, parroquia Catia La Mar en el periodo comprendido de Enero a Marzo del 2012, dirigida a modificar la información y los conocimientos acerca de los principales aspectos relacionados con dichas parasitosis. El universo estuvo constituido por 73 madres que representó el cien por ciento del mismo.

Metódica:

La investigación se subdividió en tres etapas: Diagnóstica, Intervención y Evaluación Final.

Etapa Diagnostica.

Se explicó el propósito científico de la investigación, así como los beneficios que reportaría para los participantes, sus familias y toda la comunidad, así mismo se aseguro el carácter anónimo y confidencial de las encuestas.

Para la realización de este estudio, después de una amplia revisión bibliográfica, se confeccionó un cuestionario dirigido a las madres, con lenguaje asequible, que recoge diferentes aspectos acorde a los objetivos propuestos (Ver anexo 2). El mismo fue respondido de forma individual, asegurando la total confidencialidad de la información obtenida.

Para dar salida al primer objetivo se utilizaron las siguientes variables: edad, nivel escolar y ocupación, dividiéndose en los siguientes grupos, (Edad: se utilizaron grupos quinquenales 15-19, 20-24, 25-29, 30-34, 35-39, 40-44), (Nivel escolar: analfabeta, primaria sin terminar, primaria terminada, secundaria sin terminar y secundaria terminada), (Ocupación: Ama de casa y trabajadora).

El segundo objetivo se cumplimento mediante un cuestionario que contempla las variables necesarias que dan salida al mismo, abordando temas como: Principales agentes causales de las parasitosis intestinales, vías de transmisión, síntomas más frecuentes de las parasitosis intestinales y principales formas de prevenirlas.

Intervención.

Para lograr el tercer objetivo se llevó a cabo un programa de capacitación donde se tuvieron en cuenta los resultados obtenidos tras la aplicación del cuestionario, y las bases psicopedagógicas de la educación para la salud.

El mismo tuvo lugar en una sesión semanal por un periodo de 6 semanas, sin exceder de 45 minutos en cada encuentro y siempre comenzando con una técnica de animación para mejorar el flujo de comunicación dentro del grupo. Se conformaron dos grupos de 24 participantes cada uno y uno de 25. Se emplearon las técnicas afectivo-participativas como el análisis grupal, discusión en grupo, lluvia de ideas.

Temas impartidos

Semana

Tema

Tiempo

1

1.-Parasitismo intestinal. Concepto.

Causas.

45 minutos

2

2.-Oxiuriasis y Ascarisis.

Concepto, vías de transmisión, sintomatología.

45 minutos

3

3.-Amebiasis y Giardiasis.

Concepto, vías de transmisión, sintomatología.

45 minutos

4

4.-Tricocefaliasis y Uncinarias.

Concepto, vías de transmisión, sintomatología.

45 minutos

5

5.-Teniasis.

Concepto, vías de transmisión, sintomatología.

45 minutos

6

6.- Prevención y tratamiento del Parasitismo Intestinal

45 minutos

Evaluación.

Esta etapa permitió cumplimentar el cuarto objetivo. Transcurridas seis semanas después de concluir el programa de capacitación se volvió a aplicar el cuestionario a fin de precisar los cambios en el nivel de conocimientos, se utilizó el mismo instructivo para la evaluación.

Los datos fueron procesados en una computadora SONY VAIO, valiéndonos del sistema Epi info. 2002 donde se creó la base de datos. Se calculó el porcentaje como medida de resumen. Los resultados se expresaron en cuadros de frecuencia simple y de asociación.

Desarrollo

La adecuada caracterización del universo con que se trabaja es indispensable en una buena investigación. En el caso de las intervenciones educativas debemos siempre cumplir con este principio, pues no es posible influir en un grupo de personas si no conocemos a fondo sus características. Las variables demográficas estudiadas fueron reflejadas en los tres primeros cuadros.

El grupo etáreo que predominó fue el de 20-24 años con el 44 % de las señoras seguidos de los de 25-29 y 15-19 con 22 % y 14 % respectivamente. Coincidimos en este aspecto con lo encontrado por otros investigadores de Centroamérica y el Caribe (9, 11, 13) al tiempo que nuestros resultados difieren de los encontrados en Madrid por Fukumoto y Águila (14), donde la mayor cantidad de madres de niños menores de dos años estaba entre 25 y 29 años seguidos por las de 30-34.

En los países en desarrollo de Sudamérica y el Caribe las posibilidades de estudio y superación para las mujeres son muy limitadas, situación más marcada en las áreas rurales, de ahí que la edad promedio del primer parto sea menor que en aquellos países donde las jóvenes tienen mejores expectativas educacionales y laborales.

Asimismo en esta área las mujeres tienen en promedio mayor número de hijos, inclusive después de los 40 años, lo que se debe a estilos de vida arraigados, creencias religiosas, falta de empoderamiento de la mujer respecto al hombre, no existencia de posibilidades para interrumpir embarazos e insuficiente cobertura de los programas de planificación familiar

Cuadro 1. Distribución según edad.

Grupo de edades

Nro.

%

15-19

16

22

20-24

32

44

25-29

10

14

30-34

8

11

35-39

4

5

40- 45

3

4

TOTAL

73

100

En el segundo cuadro mostramos la distribución según escolaridad, existiendo predominio de la primaria sin terminar con el 37 % y la primaria terminada con el 29 %. Dichos resultados coinciden con otros autores y difieren de lo encontrados en un estudio similar desarrollado en Guatemala donde predomina el analfabetismo.

Cuadro 2. Distribución de las madres según escolaridad.

Escolaridad

Nro.

%

Analfabeta

3

4

Primaria sin terminar

27

37

Primaria terminada

21

29

Secundaria sin terminar

12

16

Secundaria terminar

10

14

TOTAL

73

100

El 83.5 % de las mujeres que participaron en el estudio son amas de casa, aunque también se dedican a otras ramas de la economía "informal" como el comercio de productos agrícolas y alimentos, venta de prendas de vestir, etc. Solo 12 de las participantes en el estudio tienen ocupaciones laborales estables.

Cuadro 3. Distribución de las madres según ocupación.

Ocupación

Nro.

%

Ama de Casa

61

83.5

Trabajadora

12

16.5

TOTAL

73

100

El análisis de estas variables demográficas nos lleva a suponer el alto riesgo en que están los niños de la comunidad de adquirir enteroparasitosis u otras enfermedades transmisibles; factores como la baja escolaridad materna, el hecho de ser trabajadora informal o ama de casa con el consiguiente menor ingreso percápita familiar en la mayoría de los casos y la maternidad temprana, entre otros, Favorecen la aparición de malos hábitos higiénicos y alimentarios, creando las condiciones propicias para estas entidades nosológicas. Dicha asociación ha quedado demostrada en diferentes trabajos como los de Castillo et. al. en Guantánamo, Cuba y Borda et. al. en San Cayetano, Argentina (17, 18).

A continuación mostramos como nuestra investigación influyó en los conocimientos de las madres acerca de las parasitosis intestinales.

En el cuadro # 4 analizamos el conocimiento acerca de los principales agentes causales de parasitosis intestinales antes y después de la intervención educativa. Inicialmente 14 madres fueron calificadas como conocedora (19 %), posteriormente el 77 % contestó correctamente. A pesar de que no todas las madres respondieron positivamente al final de la intervención, los resultados fueron estadísticamente significativos con un valor de p<0.05 demostrándose una vez más que la educación es un factor elemental en la meta por la salud. En este aspecto concordamos con el trabajo realizado Hernández Merino en Madrid (19) mientras que Rodrigo J. et. al. En Santa fe de Bogota, encontró un mayor número de madres evaluadas no satisfactoria en la primera fase (20).

Cuadro 4. Distribución de las madres según nivel de conocimiento sobre agentes causales de parasitosis intestinales antes y después de la intervención.

edu.red

p<0.05

En el quinto cuadro se representa el conocimiento acerca de las vías de transmisión de las parasitosis intestinales, encontrándose inicialmente un 26 % de respuestas positivas y después de la intervención un 88% valor de p<0.05, coincidiendo con otros estudios realizados en América Latina (21, 22, 23) cuyos autores encontraron que muchas madres no reconocían adecuadamente las formas en que sus hijos podían adquirir una enteroparasitosis, lo que repercutía negativamente en la salud de los infantes al quedar expuestos a situaciones de riesgo.

Este fue uno de los temas en que más se enfatizó durante el desarrollo de la intervención educativa, no solo por el bajo nivel de conocimiento existente al inicio de la misma, sino por la importancia de esta información para así reconocer y evitar aquellas prácticas de riesgo, algunas bastante frecuentes en la población en estudio como andar descalzos, no lavar adecuadamente los alimentos ni protegerlos de los vectores y permitir que niños pequeños estén en contacto con tierra y heces de animales.

Cuadro 5. Nivel de conocimiento sobre vías de transmisión de las parasitosis intestinales antes y después de la intervención.

edu.red

p<0.05

Al analizar el conocimiento acerca de los síntomas de las parasitosis intestinales antes y después de la intervención, ver cuadro # 6, obtuvimos que el 58 % de las madres respondieron correctamente, este porcentaje se elevó al 86 % después de la intervención.

Durante el desarrollo de las actividades de capacitación se abordaron de manera asequible aquellas formas en que pueden expresarse las parasitosis intestinales en los infantes, ya fuesen hallazgos físicos que ellas pudiesen notar, conductas anormales o manifestaciones referidas por el niño. Coincidimos con otros investigadores como Costa-Macedo et al en Río de Janeiro (24) y Bradley S. en Miami (25).

Cuadro 6. Nivel de conocimiento sobre sintomatología de las parasitosis intestinales antes y después de la intervención.

edu.red

p<0.05

La prevención constituye un pilar esencial en la disminución de la incidencia de las enfermedades transmisibles. En el cuadro #7 se evaluó el nivel de conocimiento acerca de como prevenir las parasitosis intestinales, encontrándose antes del programa educativo un 18.75% de calificaciones positivas, mientras que después de intervenir el 75% de las madres respondió adecuadamente, lo que nos da un por ciento de variación del 300% y resultados estadísticamente significativos con p<0.05. Otro trabajo donde se encontraron resultados similares en este aspecto fue el de Rodrigo J. et al en Santafe de Bogota (19).

Los elementos que brindamos a las madres durante esta etapa del curso fueron más allá de la enfermedad en cuestión, trabajando por desarrollar una cultura saludable, capaz de promover la adopción de estilos de vida favorables, que eviten o limiten factores de riesgo frecuentes, con la consiguiente mejoría del estado de salud de los niños y toda la familia. En tal sentido enfatizamos en medidas higiénicas sanitarias como el lavado de las manos, el tratamiento del agua, la adecuada cocción de los alimentos, etc., a la vez que desmitificamos creencias erróneas como la administración indiscriminada de antibióticos a los infantes para desparasitarlos o evitar las diarreas.

Cuadro 7. Nivel de conocimiento sobre formas de prevenir las parasitosis intestinales antes y después de la intervención.

edu.red

p<0.05

Conclusiones

  • 1. Predominó la edad materna entre 20 y 24 años, seguido por las de 15-19 años.

  • 2. La primaria sin terminar y terminada predominaron en el grupo de estudio así como las amas de casa.

  • 3. El nivel de conocimiento inicial acerca de las parasitosis intestinales fue bajo.

  • 4. La intervención educativa logró modificar significativamente este criterio en casi todas las participantes.

Recomendaciones

  • 1. Continuar desarrollando programas educativos con las madres, dirigidos a modificar conocimientos y actitudes sobre las parasitosis intestinales y otras enfermedades transmisibles.

  • 2. Fomentar las labores de promoción y prevención que involucren a la familia, la comunidad y la sociedad en la lucha contra las enfermedades transmisibles.

Bibliografía

1. Silva NR, Silva HJVPP. Socio-economic and behavioural factors affecting. The prevalence of geohelminths in pre-school children. Asian J. Trop. Med. Public. Health, 1999; 27(1): 36-42.

2. Guyatt HL, Chan MS, Medley GF, Bundy DAP. Control of ascaris infection by chemotherapy:which is the most cost-effective option?. Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene 2000; 89: 16-20.

3. Watkins EW, Cruz JR, Pollit E. The effects of deworming on indicators of school performance in Guatemala. Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene 2001; 90: 156-61.

4. Riffkin M, Seow H, Jacson D, Brown L, Wood P. Defense against the inmune barrage: helminthes survival strategies. Immunology and cell biology. California, 1996: 564.

5. Balcells G. A. La clínica y el laboratorio, Decimoctava edición, Editorial Masson, Barcelona-España; 2001:733.

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7. Grillo M, Lengomín ME, Caballero A, Castro A, Hernández AM. Análisis de las enfermedades transmitidas por los alimentos en Cuba. Rev Cubana Aliment Nutr 1996;10(2):100-4

8. Maldonado YA. Epidemiology of intestinal infection in Children and adolescents A: Long 55, Pickering LK, Prober CG, eds, Principles and Practice of Pediatric Infectious Diseases. Nova York: Churchill Livingstone, 2001; 739-752.

9. Misión Barrio Adentro. Estadísticas del Estado Vargas.2006.

10. Mora R., Rosero L. Investigación en Salud Pública, Documentos Técnicos, Proyecto ELAC. Guatemala, 2001.

11. Álvarez Sintes R. Temas de medicina General Integral, tI. Editorial Ciencias Médicas, La Habana. 2001:39-43

12. Vargas Oscar René. Once años después del ajuste. Publicaciones CNU. Nicaragua. III edición 2001: 11-14

13. Intervida. Proyectos en El Salvador. Programa 01: Atención primaria en Salud. 2003: 7-24. www.intervida.org/recursos/Nuestos_proyectos.pdf

14. Fukumoto M, Águila R del, Kendall C, Pederson D. ¿Por qué las madres se lavan las manos? Diálogo sobre la diarrea. Rev. Española de Pediatría 1999: 38:9.

15. Mora Castrillo R. Rosero Bixby L. Equidad y salud materno-infantil en Guatemala. Investigaciones en Salud Pública Documentos Técnicos. División de Salud y Desarrollo Humano Organización Panamericana de la Salud. 2001: 25-34.

16. Intervida. Proyectos en Guatemala. Programa 01: Atención primaria en Salud. 2003: 11-32. www.intervida.org/recursos/Nuestos_proyectos.pdf

17. Castillo Núñez B. Iribar Moreno M. Segura Prevost R. Salvador Álvarez M. Prevalencia de parasitismo intestinal en la población infantil perteneciente al Policlínico "4 de agosto" de Guantanamo. Centro Provincial de Higiene y Epidemiología. MEDISAN 2002; 6(1):46-52

18. Borda C, Rea M, Rosa J, Maidana C. Parasitismo intestinal en San Cayetano, Corrientes, Argentina. Bol Sanit Panam 1999; 120: 110-5.

19. Rodrigo J. Salamanca L. Sánchez M. Venegas F. Sierra P. Capacitación en parasitismo y estado nutricional a madres de niños preescolares de Santafe de Bogota. Universidad Nacional Bogota. 2003.: 42-9.

20. Hernández Merino A. Programa de capacitación en enfermedades de transmisión digestiva a madres de preescolares. Centro de Salud "Granero Vicedo", c/ Valladolid, Alcorcón, Madrid. Instituto Madrileño de Salud, Área 8 Atención Primaria. Rev. Pediatr Aten Primaria 2003; 4: 463-494 Disponible en URL: http://www.dinarte.es/pap

21. Lic. Isidra de la Caridad Cervantes Baute, Lic. Mariela Bosch Govea y Dra. Graciela Armero Pérez. Valoración del conocimiento de las madres sobre las diarreas y su prevención. Rev Cubana Enfermer 2001;17(1)56-9.

22. Abrego Bles R, Sandoval Prieto A, Tenoceloll Hernández MI. Enfermedad diarreica aguda: impacto de la capacitación. Rev Med IMSS 1996; 34(4):293-6.

23. María Elena Lengomín Fernández,1 Ángel Caballero Torres,2 Milsa Cobas Selva3 y Fé de Sola Rodríguez. Cómo educar en higiene de los alimentos. Rev Cubana Aliment Nutr 1998;12(1):51-4.

24. Costa-Macedo LM, Machado-Silva JR, Rodrigues-Silva R, Oliveira LM, Vianna MSR. Enteroparasitoses em préescolares de comunidades favelizadas da cidade do Rio de Janeiro, Brasil. Cadernos de Saúde Pública 1998:851- 855.

Anexo

ANEXO 1

Consentimiento informado:

Fecha: _____________________.

Yo, _____________________________________, con numero de cédula de identidad: _____________________, y madre venezolana del sector La Esperanza, estoy de acuerdo en participar en la intervención educativa Conocimientos sobre Parasitismo Intestinal, que se llevara a efecto en nuestro sector como parte del trabajo de la misión Barrio Adentro.

Y firmo para que conste:

_______________________________

Firma

ANEXO 2

Encuesta:

Edad: ______________

Escolaridad: _____________________

Ocupación: ______________________

  • 1. ¿Conoces cuales son los parásitos intestinales?

No: ___

Si: ___ ¿Cuáles?

  • 2. ¿Sabes como se transmiten los parásitos intestinales?

No: ___

Si: ___ Explica brevemente.

  • 3. ¿Conoces los síntomas que presenta un niño con algún tipo de parasitismo intestinal?

No: ___

Si: ___ Menciona los que conozcas.

  • 4. ¿Conoces la forma de evitar que tu niño adquiera algún tipo de parasito intestinal?

No: ___

Si: ___ Explica brevemente.

Muchas gracias.

 

 

Autor:

Dr. Miguel Santiago Ismael Infante.

Especialista de primer grado en Medicina General Integral.

Dra. Yaneydys Viltres Oris.

Especialista en Estomatología General Integral.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MISIÓN BARRIO ADENTRO.

ESTADO VARGAS.

Vargas, 10 de Septiembre de 2012.