Sócrates. –Quizá, querido Teodoro, en lugar de un extranjero, me traes algún dios. Homero refiere que los dioses y, particularmente el que preside a la hospitalidad, han acompañado muchas veces a los mortales justos y virtuosos, para venir entre nosotros a observar nuestras iniquidades y nuestras buenas acciones. ¿Quién sabe si tienes tú por compañero alguno de estos seres superiores, que haya venido para examinar y refutar nuestros débiles razonamientos, en una palabra, una especie de dios de la refutación?
Teodoro. –No, Sócrates; no tengo en tal concepto a este extranjero; es más indulgente que los que tienen por oficio el disputar. Pero, si no creo ver en él un dios, le tengo, por lo menos, por un hombre divino, porque para mí todos los filósofos son hombres divinos.
Aquí, Sócrates sabe perfectamente quién es el huésped, pero a las palabras de Teodoro es un verdadero filósofo, Sócrates diría "vamos a examinarlo", para así ver con quien se habla. El pensador no se guía por opiniones.
Kenning
Kenning (en plural es kenningar), en el nórdico antiguo, significa símbolo, el hecho de nombrar. Relacionado con el verbo en nórdico antiguo kenna que significa "conocer" (como en la expresión kenna við, "nombrar a partir de algo").
La kenning es una figura retórica usada en las producciones literarias del siglo IX a XII de los actuales países de Noruega e Islandia. Tiene la particularidad de nombrar la cosa por una palabra que lo caracteriza debido a una anécdota (si la kenning es referente a un dios escandinavo), reemplazando la parte de la cosa por el todo, o bien simplemente haciendo la asociación por contigüidad.
Metalepsis
La metalepsis (del griego µet??????, 'participación') es una figura retórica que consiste en expresar una acción mediante otra relacionada metonímicamente con ella. Por ejemplo, la exhortación Recuerda el juramento que me hiciste significa en realidad Cúmplelo. La pregunta ¿Tienes hora? funciona como un ruego (Dime qué hora tienes).
La metalepsis, en el mundo de la retórica audiovisual, también es entendida como la ruptura de la lógica. Por ejemplo, un personaje empieza una frase en un lugar y un personaje diferente termina dicha frase en otro sitio y tiempo, estableciendo de esta forma una relación entre los dos o entre lo que están diciendo. O el salto brusco de un nivel narrativo a otro. Es el caso en que un personaje está viendo la televisión en un escenario concreto dentro de la ficción, supongamos que está viendo las noticias, y dentro de la misma ficción, la persona que presenta el telediario se dirige al protagonista. Se encuentran varios ejemplos de metalepsis en el capítulo número 21 de la primera temporada de House o en la película Funny Games, entre otros.
Nonsense
Nonsense es un género jocoso y figura literaria que puede ser expresado en verso o en prosa e incluso de un modo «libre » normal, buscando generar, juegos de palabras que trasgreden las formas comunes de la sintaxis y la semántica, juegos que resultan extraños, comúnmente humorísticos y absurdos. Literalmente el galicismo "nonsense" significa "sin sentido".1 También puede llamarse trabucación cuando se unen lexemas y morfemas de distintas palabras y jitanjáfora cuando se juega con la rítmica y la pronunciación. (Coloma. F, 1993)
Patáfora
La patáfora es una figura retórica conseguida al otorgar una nueva extensión a la metáfora. Creada por el movimiento patafísico de Alfred Jarry, fue desarrolla, después, por el autor estadounidense Pablo López.
Así como la metáfora va más allá del significado literal, la patáfora añade una nueva dimensión a la metáfora misma.
Ejemplo: La luna se levantó sobre el mar donde navegaban los piratas. La luna era un plato de leche que bebía un gato, el gato de Axelle.
La luna, los piratas y el mar existen en la realidad.
El plato de leche existe en la metáfora.
El gato, Axelle y el mundo donde ellos viven existen en la patáfora. (Maqueo A 2001)
Écfrasis
El escudo de Aquiles. «Tetis espera en la forja de Hefesto las armas de su hijo Aquiles», fresco en yeso del tercer cuarto del siglo I. Proveniente del triclinium de la casa IX, I, 7 en Pompeya. Conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
La écfrasis o ecfrasis (en plural: écfrasein; en griego antiguo, ??f?as??, 'explicar hasta el final')3 es la representación verbal de una representación visual. Es un tipo de intermedialidad; puede ser real o ficticia y, a menudo, su descripción está insertada en una narración. La écfrasis clásica puede corresponder en el plan del estilo a la hipotiposis (descripción animada).
Humberto Eco (2003:110) considera que «cuando un texto verbal describe una obra de arte visual, la tradición clásica habla de écfrasis». (Maqueo A 2001)
UNIDAD II:
La literatura como componente socio cultural en la enseñanza del español
¿Es la literatura generadora de conciencia social?
Expresado por Coloma. F, (1993) La literatura es social por naturaleza se aprende en situaciones donde se debe compartir con los otros. El lenguaje en los textos encierra el conocimiento del mundo y de las personas, pues crea una red de relaciones con los demás a través de actividades lingüísticas que se desarrollan en entornos sociales y culturales. El lenguaje de los textos es un proceso constante de crear y recrear cultura; es uno de los medios que da cuenta de la forma en que la cultura crece y se enriquece. Porque la literatura es el arte poético de interiorizar el mundo consigo mismo y con los que nos rodean diferentes contextos.
La Literatura en la enseñanza del español
Así también en 1993, Coloma manifiesta que todos sabemos que adquirir una segunda lengua es adquirir la capacidad de comprenderla y usar su sistema sígnico para comunicarse con los sujetos que, participan de ese mismo sistema. Este sistema de signos se realiza en diferentes planos y niveles, básicamente en el discurso. La comunicación lingüística es un hecho complejo donde intervienen el lenguaje, la acción y el conocimiento con el horizonte cultural como referente preciso. Ya en 1955 J.L. Austin (How to Do Things with Words, ed. de J.O. Urmson, Londres, 1962) insistía en que la palabra son acciones en el seno del acto de interacción social y que la comunicación es imposible si el hablante y el oyente no participan de ciertos conocimientos y suposiciones. (Maqueo A 2001)
Todo ello en el marco de la intencionalidad del signo y del valor del usuario en el acto de habla. Como afirma H. P. Grice, (A theory of human action, Nueva York 1970), el hablante utiliza una serie de determinados procedimientos que se corresponden con un repertorio convencional y que le permite conseguir el objetivo propuesto. Los actos de comunicación están sometidos a una estructura de contenido; entendiendo por tal el conjunto de reglas fonéticas, sintácticas y semánticas. También, a una funcionalidad en los contextos dinámicos en que se produce. Esto es lo que da el significado real al mensaje
Géneros literarios
Hablando de literatura J.J. Gumperz (1992) dice que:
Se denomina género literario a cada una de las clases en que se dividen los textos literarios, escritos por los autores con una finalidad determinada. Cada género literario comprende, a su vez, otros subgéneros literarios.
Cada género tiene sus rasgos característicos: (p. 56)
Y lo expresa de esta manera:
Género lírico: Se usa para expresar sentimientos y para ello, emplea generalmente el verso.
Género narrativo: Se utiliza para presentar historias realizadas por personajes que pueden intervenir mediante el diálogo. El narrador cuenta la historia y para ello puede utilizar distintas formas de elocución, esto es, la narración, la descripción, la exposición o la argumentación.
Género dramático: Es aquél destinado a ser representado ante unos espectadores. Los personajes intervienen sin la mediación de ningún narrador, siguiendo las indicaciones sobre vestuario, gestos, movimientos, etc. que contienen las acotaciones del texto teatral. (p. 56)
Subgéneros literarios
Llamamos subgéneros literarios a cada uno de los tipos de textos que se incluyen en los anteriores géneros señalados, caracterizados porque todos tienen rasgos comunes del género al que pertenecen.
Los principales subgéneros son los siguientes:
Subgéneros líricos
Canción: poema de tema amoroso.
Elegía: poema en el que se llora la muerte de un ser querido.
Oda: poema que trata un tema serio y elevado.
Sátira: poema utilizado para ridiculizar a alguien o a algo.
Égloga: poema extenso con temas de la naturaleza y ambiente pastoril.
Subgéneros narrativos:
Cuento: narración breve con pocos personajes y con el tiempo y espacio escasamente desarrollados.
Novela: narración más extensa y compleja que el cuento donde aparece una trama complicada o intensa, personajes sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, con lo que se crea un mundo autónomo e imaginario.
Poema épico: Relata las hazañas heroicas con el propósito de glorificar a una patria. Por ejemplo, La Eneida, de Virgilio.
Cantar de gesta: Poema escrito para ensalzar a un héroe. Por ejemplo, el Poema de Mío Cid.
Romance: Poema épico-lírico usado para narrar hazañas o hechos de armas.
Subgéneros dramáticos:
Comedia: Desarrolla conflictos divertidos y amables, con personajes pertenecientes al mundo de la normalidad.
Drama: Los personajes luchan contra la adversidad, que suele causarle gran daño. Pueden intervenir elementos cómicos y entonces toma el nombre de tragicomedia.
Tragedia: Presenta terribles conflictos entre personajes de alta alcurnia – reyes, héroes- que son víctimas de terribles pasiones que les llevan a la destrucción y a la muerte.
Otros subgéneros dramáticos: el auto sacramental, el entremés, el paso, el melodrama, etc.
El cuento
Para Delfín L. G, (1993) El cuento tiene como rasgo principal la brevedad, la intensidad y la simplicidad en el tratamiento de sus elementos: personajes, espacio, tiempo, acción, etc. Así, los personajes suelen ser perfilados de forma simple y esquemática y se dan pocos detalles de ellos. La acción también es sencilla y suele mostrar un orden lineal, es decir, se desarrolla siguiendo un orden cronológico. El espacio en que se ambientan suele ser muy escasamente caracterizado.
En cuanto a su modo de composición y autoría, podemos distinguir dos clases de cuentos, fundamentalmente:
Cuento tradicional y popular:
Cuento literario:
Por su estructura, podemos hablar de:
Cuentos con marco: narraciones independientes relacionadas entre sí por otra historia que las encuadra, como por ejemplo, Las mil y una noches.
De acuerdo a la intención, nos encontramos los siguientes tipos de cuentos:
Leyendas: Mitos:
Ejemplos y apólogos: Son relatos alegóricos de los que se desprenden una enseñanza o consejo. A este tipo pertenecerían las fábulas, es decir, narraciones generalmente en verso, en las que sus personajes son animales que hablan y se comportan como personas.
En cuanto a la técnica empleada, distinguimos:
El cuento fantástico, que cuenta historias situadas fuera de los límites de lo cotidiano.
El cuento realista, que nos muestra un mundo semejante al real.
La novela
Para Delfín L. G, (1993) La novela integra de forma más compleja que el cuento los elementos narrativos que la forman: personajes, acción, espacio, tiempo, desarrollo, etc. Así los personajes son caracterizados tanto por sus acciones como por sus reflexiones; la acción no siempre es única, sino que se multiplican o intercalan; el orden adquiere diversas formas, dándose anticipaciones o retrocesos en la historia.
Podemos señalar varios tipos de novelas: novelas de aventuras, históricas, de ciencia-ficción, novelas policíacas, de amor, de detectives, de terror, fantásticas…
Elementos de la narración
El punto de vista
El narrador es el sujeto que, desde un punto de visto concreto, cuenta los hechos de la historia, presenta a los personajes, los sitúa en un espacio y tiempo determinados, observa los hechos que le rodean y muestra su forma de pensar y su forma de comportarse. La manera de contarlo todo es importante para la comprensión de la historia.
Para Delfín L. G, (1993) dice que entre los distintos tipos de narrador, señalamos los siguientes:
Narrador en 1ª persona: Cuando quien cuenta lo hechos participa en la historia que cuenta. Distinguimos dos clases:
Narrador-protagonista: La historia la narra el personaje principal.
Narrador-personaje secundario: Narra la historia un personaje secundario, que participa en la historia pero no es el protagonista.
Narrador en 2ª persona: Cuando el narrador cuenta los hechos a un tú que a veces puede ser él mismo, de tal manera que se desdobla. Es una técnica que aparece en la novela contemporánea.
Narrador en 3ª persona: Cuando quien cuenta la historia está fuera de ella. Encontramos aquí, también, dos clases:
Narrador objetivo: El narrador es un mero testigo de los hechos y se limita a narrar aquello que ve, sin poder entrar en el interior de los personajes.
Narrador omnisciente: El narrador describe lo que los personajes ven, sienten o piensan. Lo conoce todo sobre el personaje. (p. 34-56)
La acción
La acción está formada por todos los acontecimientos y situaciones que componen una historia. Dichos acontecimientos se pueden organizar en núcleos con cierta autonomía, llamados episodios.
El conjunto de acontecimientos y hechos de la historia se denomina también argumento. La forma de organizar dichos acontecimientos se denomina trama.
Los personajes
Los personajes son aquéllos que realizan las acciones que relata el narrador. Por su importancia en el desarrollo de dicha acción, los personajes pueden ser principales o secundarios. Dentro de los principales se encuentra el protagonista, que es el personaje más importante de todos. A su oponente se le denomina antagonista.
La caracterización de los personajes se puede realizar de diversas maneras:
Por caracterización directa: El narrador, el mismo personaje u otro personaje, bien en bloque, bien gradualmente, describen directamente el físico, el carácter o cualquier otro dato del personaje.
Por caracterización indirecta: El personaje va siendo conocido por el lector mediante sus reacciones, su forma de hablar, sus actuaciones, etc., sin que nadie lo describa.
La estructura
Para Hidebrand, 2005) Los elementos de la narración se organizan para forma un todo interrelacionado. De manera general, distinguiremos tres partes en una narración:
Planteamiento: Es la parte inicial del relato donde se proporciona la información necesaria para que se desencadene la acción posterior.
Nudo: Es el momento de mayor complejidad de la historia y donde se continúa lo iniciado en el planteamiento.
Desenlace: Es el episodio final en el que se resuelve o finalizan los conflictos. A veces el final puede quedar abierto. (p. 45)
El tiempo
El tiempo es el elemento de la narración que tiene en cuenta la duración, sucesión y ordenación en que se producen los distintos acontecimientos.
La duración del tiempo puede ser diverso: varios años, un día, unas horas…:
El tiempo es largo cuando se presenta un período de tiempo muy amplio, muchas veces de años.
El tiempo es corto cuando lo narrado ocupa pocas horas.
El orden temporal de los acontecimientos puede presentarse de diversas maneras:
Desarrollo lineal: Los hechos se presentan con el orden cronológico en que se produjeron.
In media res: La narración se inicia en un punto intermedio de la historia y se van relatando hechos anteriores y posteriores.
Flash-back: La narración empieza por el final y retrocede al pasado.
De acuerdo a la percepción que se tiene del tiempo, éste será:
Tiempo objetivo: Es el tiempo que se puede medir por el reloj: horas, días…
Tiempo subjetivo: Es la percepción que se tiene del paso del tiempo; a veces, una hora se hace interminable.
En cuanto al ritmo de la historia, es decir, la relación entre lo narrado y la forma de narrarlo, podemos hablar de: Ritmo rápido: cuando los hechos o acontecimientos se suceden con rapidez y abundancia. Ritmo lento: cuando la narración se demora en descripciones y reflexiones, de tal modo que los acontecimientos son escasos.
Tipos de elocución en la narración
Cuando nos expresamos por escrito, podemos hacerlo utilizando las siguientes formas de elocución:
Narración: Para contar hechos.
Diálogo: Para reflejar las palabras que los interlocutores pronuncian en una conversación.
Descripción: Para expresar cómo es algo.
Exposición: Para presentar nuestras ideas.
Argumentación: Para defender, razonándolas, nuestras ideas.
Tópicos literarios
Se denomina tópico literario o lugar común a un motivo temático que se originó en la antigüedad y se ha ido transmitiendo en el tiempo.
Iriarte T (1936) Los presenta así:
Carpe Diem: Expresión latina que significa «atrapa el día», es decir, vive el momento. Aconseja aprovechar los beneficios de la juventud antes de llegar a la vejez.
Ubi Sunt: Tema medieval que consiste en recordar («¿Dónde están?») a personas o sucesos ya pasados para destacar la fugacidad de la vida y el paso del tiempo.
Beatus Ille: Se utiliza para alabar los placeres del campo frente a la vida atormentada e inquieta de la ciudad.
Locus Amoenus: Consiste en la descripción idealizada («lugar ameno») de la naturaleza. (p. 2)
Introducción a la literatura española
Mantenemos este epígrafe siguiendo el criterio utilizado en 1º de ESO, el cual no nos lleva a una exposición cronológica de las obras y autores de la literatura española, sino que, dado el carácter práctico de estos materiales y el curso en que nos encontramos, se incluyen únicamente las referencias a obras y autores necesarias para la realización de las actividades.
Teatro
Lope de Rueda (Sevilla, 1505 – Córdoba, 1565) fue uno de los autores de teatro más famosos del siglo XVI. Especialmente conocidos son sus pasos, piezas breves y cómicas que se incluían en sus comedias de mayor extensión, con las que no guardaban ninguna relación argumental. Aunque muchos parten de fuentes italianas, tienen muchos elementos populares (refranes, chascarrillos, anécdotas, burlas, chistes, etc.) que le proporcionaron un éxito popular.
Poesía
Si bien temáticamente pertenecen al género narrativo, puesto que narran historias o peripecias entre unos animales que hablan y se comportan como humanos, formalmente, las fábulas, en su mayoría, adoptan el verso para su materialización.
Félix María Samaniego (Laguardia, Álava, 1745 – 1801) es, junto con Tomás de Iriarte (1750-1751), el fabulista por excelencia del siglo XVIII. Sus Fábulas morales, publicadas en 1781 para instruir a sus alumnos es una colección de 137 poemas que toma sus temas de Esopo, Fedro, La Fontaine y John Gay.
Narrativa
Wenceslao Fernández Flórez (A Coruña, 1879- Madrid, 1964) se desvió de la vertiente realista de la narrativa que se producía en España en el primer tercio del siglo XX, tal como lo demuestra con El bosque animado (1943) donde nos muestra una visión idílica y romántica de Galicia, con sus curanderas, bandoleros y leyendas.
Antonio Martínez Menchén (Linares, Jaén, 1930), autor adscrito a la vertiente del realismo social de los años 50 y 60, comienza a escribir obras juveniles en 1985, entre las que se incluyen, además de Con el viento en las velas, otras como La espada y la rosa, ambientada en la Edad Media. Con el viento en las velas se sitúa al comienzo del siglo XVIII. Allí, Guzmán, un joven andaluz, se embarca como polizón en un barco negrero huyendo de su madrastra. A partir de ese momento vivirá peligrosas aventuras al tiempo que descubre un mundo más avanzado que el suyo gracias a un particular pirata, el Capitán Williams y su ayudante, el doctor Godwin. En la novela se mezcla la aventura y la reflexión sobre temas filosóficos y sociales enmarcados dentro de los parámetros de la ideología del siglo de las Luces.
LA NARRACIÓN
Como todos sabemos narrar significa contar algo y, por tanto, la narración consistirá en encadenar una serie de acciones o sucesos. La narración puede realizarse desde dos puntos de vista distintos: un punto de vista objetivo, donde la opinión personal del narrador no aparece y suele empelarse la tercera persona, o un punto de vista subjetivo, donde sí encontramos las valoraciones y juicios del autor y se utiliza la primera persona. Dentro de la narración, el narrador constituye una figura clave, este puede ser: un narrador omnisciente, es decir, un narrador que posee más información que los personajes que aparecen en la narración, lo sabe todo; o bien, un narrador autobiográfico que no posee más información que le resto de los personajes y va descubriendo el mundo narrado al mismo tiempo que el resto porque él mismo es un personaje más de la narración. El primero de estos tipos de narradores es el que se considera el narrador tradicional que usa la tercera persona, mientras que el narrador autobiográfico emplea la primera persona y podemos encontrarlo en géneros como la novela picaresca.
Lingüísticamente, en la narración, podemos resaltar el empleo profuso de verbos en tiempos de pasado como el pretérito imperfecto, el pretérito perfecto simple, etc.
Ejemplo: María llegó a Madrid muy temprano, salió corriendo del autobús y cogió el metro que la llevaría hasta casa de su hermano.
LA DESCRIPCIÓN.
Cuando enumeramos una serie de características estados o cualidades, que nos ofrecen una visión detallada de algo concreto como una habitación, un paisaje, una persona, etc., estamos haciendo una descripción. A partir de las palabras empleadas por el emisor somos, pues, capaces de construir en nuestra mente una imagen, más o menos fiel, de lo descrito.
Al igual que ocurre en la narración, dependiendo de la actitud tomada por la persona que describe algo podemos encontrar dos tipos de descripciones: la descripción objetiva, donde el emisor no incluye sus apreciaciones personales, sino que trata de reproducir una imagen rigurosamente fiel de lo descrito; y la descripción subjetiva, donde la realidad es manipulada por la mirada del emisor, es decir, los juicios, sentimientos y opiniones de la persona que describe empapan la descripción.
El rasgo lingüístico principal de la descripción es la aparición de numerosos adjetivos, que aportas esas cualidades y características de lo descrito. También es frecuente en la descripción la aparición de verbos en presente de indicativo, en pretérito imperfecta o en gerundio.
Ejemplo: La casa era muy bonita, estaba pintada de un color azul que recordaba al mar. Las escaleras que llevaban hasta la puerta de entrada eran de mármol y ambos lados de la barandilla crecían preciosas rosas blancas.
LA EXPOSICIÓN.
Para que exista la exposición debe tratarse un tema de forma que las ideas aparezcan de modo claro, ordenado y coherente; y, por supuesto, en ningún momento ha de parecer reflejada la opinión del autor, ya que la exposición es un tipo de expresión donde se vierten contenidos, datos, etc. totalmente objetivos. Como rasgos lingüísticos propios de la exposición, que a su vez también lo son de los textos objetivos, tenemos el uso de verbos en presente de indicativo y el empleo de la tercera persona. (Delfín L. G, 1993)
Ejemplo: El sintagma es una parte de la oración que realiza una función sintáctica concreta dentro de la misma.
Hoy hemos visto los tres primeros tipos de expresión textual que podemos encontrar al tratar de analizar un texto desde un punto de vista lingüístico, mañana continuaremos exponiendo los tres restantes.
Tipos de textos literarios
Los textos literarios se caracterizan por tener una finalidad poética. En estos textos los autores pueden expresar sus emociones sin ningún tipo de restricción.
Estos textos pueden ser clasificados en tres grandes grupos:
Textos narrativos: en este tipo de textos un narrador narra hechos donde participan personajes, dentro de un determinado tiempo y espacio, siempre en forma de prosa. Algunos ejemplos de estos tipos de textos son cuentos, novelas e incluso narraciones de hechos históricos. (Delfín L. G, 1993)
Su estructura suele estar dividida en tres grandes partes, una introducción, un nudo y un desenlace. A su vez pueden diferenciarse tres tipos de narradores:
Narrador testigo: este se halla presente en la narración, pero solo detalla datos perceptibles como movimientos, pero sin conocer absolutamente todo lo que sucede o sucederá. (Matus Lazo, 2012)
Narrador omnisciente: este tipo de narradores se caracteriza por conocer y saber todo lo que sucede y sucederá, mismo los sentimientos y pensamientos de los personajes involucrados. Normalmente es utilizada la segunda o tercera persona.
Narrador protagonista: el personaje principal y el narrador es el mismo. La primera persona puede ser tanto plural, como singular.
Textos líricos: este tipo de textos tiene como finalidad expresar sentimientos, generalmente personales. Suele haber un narrador que es el personaje principal, al que se le pueden adherir otros personajes.
Habitualmente estos textos se presentan en forma de verso. A partir de los mismos las frases son separadas y dan lugar al ritmo. La métrica fue establecida según el número de silabas que contienen, se distinguen aquellas que posee ocho, diez o catorce. (Matus Lazo, 2012)
Además los versos pueden ser diferenciados según la rima con la que finalizan en: asonante y consonante.
Algunos elementos específicos de éstos son:
Escena: estas son las subdivisiones de los actos. Dentro de cada escena se presentan los mismos personajes. Al entrar o salir algún personaje, se cambia de escena.
Acto: es la división de mayor importancia en estas obras. Son delimitadas por el cierre y apertura del telón.
Cuadro: estos también son divisiones pero, determinadas por la escenografía. Al cambiarse el escenario, se cambia de cuadro.
¡ADIÓS! DE ALFONSINA STORNI
Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán…
¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón… silencia!… ¡Cúbrete de llagas!…
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!…
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! …
DOS PATRIAS DE JOSÉ M
Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira su majestad el sol, con largos velos y un clavel en la mano, silenciosa Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento que en la mano le tiembla! Está vacío mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora de empezar a morir. La noche es buena para decir adiós. La luz estorba
y la palabra humana. El universo habla mejor que el hombre.
Cual bandera
que invita a batallar, la llama roja de la vela flamea. Las ventanas
abro, ya estrecho en mí. Muda, rompiendo las hojas del clavel, como una nube
que enturbia el cielo, Cuba, viuda, pasa…
LA CAMPANA DE FEDERICO G
En la torre amarilla,
dobla una campana.
Sobre el viento amarillo,
se abren las campanadas.
En la torre amarilla,
cesa la campana.
El viento con el polvo, hace proras de plata.
LOS HERALDOS NEROS DE CESAR V
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
POEMA VII PABLO N
Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes a tus ojos oceánicos.
Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes que olean como el mar a la orilla de un faro.
Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.
Inclinado en las tardes echo mis tristes redes a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.
Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas que centellean como mi alma cuando te amo.
Galopa la noche en su yegua sombría desparramando espigas azules sobre el campo.
LA RATA DE G.M
Una rata corrió a un venado y los venados al jaguar,
y los jaguares a los búfalos, y los búfalos a la mar…
¡Pillen, pillen a los que se van!
¡Pillen a la rata pillen al venado, pillen a los búfalos y a la mar!
Miren que la rata de la delantera
se lleva en las patas lana de bordar, y con la lana bordo mi vestido,
y con el vestido me voy a casar.
¡Suban y pasen la llanada,
corran sin aliento, sigan sin parar. Vuelen por la novia, y por el cortejo, y por la carroza y el velo nupcial.
Nocturno de G.M
Padre Nuestro, que estás en los cielos,
¡por qué te has olvidado de mí!
Te acordaste del fruto en febrero, al llagarse su pulpa rubí.
¡Llevo abierto también mi costado, y no quieres mirar hacia mí!
Te acordaste del negro racimo, y lo diste al lagar carmesí;
y aventaste las hojas del álamo, con tu aliento, en el aire sutil.
¡Y en el ancho lagar de la muerte aun no quieres mi pecho oprimir!
Caminando vi abrir las violetas; el falerno del viento bebí,
y he bajado, amarillos, mis párpados, por no ver más enero ni abril.
Y he apretado la boca, anegada
de la estrofa que no he de exprimir.
¡Has herido la nube de otoño y quieres volverte hacia mí!
Me vendió el que besó mi mejilla; me negó por la túnica ruin.
Yo en mis versos el rostro con sangre, como Tú sobre el paño, le di,
y en mi noche del Huerto, me han sido Juan cobarde y el Ángel hostil.
Ha venido el cansancio infinito a clavarse en mis ojos, al fin:
el cansancio del día que muere y el del alba que debe venir;
¡el cansancio del cielo de estaño y el cansancio del cielo de añil!
Ahora suelto la mártir sandalia y las trenzas pidiendo dormir. Y perdida en la noche, levanto el clamor aprendido deTi:
¡Padre Nuestro, que estás en los cielos, por qué te has olvidado de mí!
Coloma, F. et al. La literatura como ciencia y cultura
Delfín Leocadio Garasa (1993) La literatura hacia los nuevos cambios, México, Distrito Federal.
Fernando Lázaro Carreter, (19976) La literatura como madre de las ciencias, s 2da edición, Bogotá, Colombia.
Hidebrand (2005) Importancia de la literatura/ et al / 2dª Edición. Managua, Vanguardia 1993. 442 pp.
Iriarte de T (1736) La literatura un arte, 3ra edición, España, Madrid.
J.O. Urmson, (1962) La importancia de la literatura universal, 1ra edición, Inglaterra, Londres.
J.J. Gumperz, (1992) La literatura universal EE.UU, Nueva York.
Maqueo. A (2001) Lengua y Literatura
Rangel Cárdenas (1994) Español Básico.
Rodríguez Rosales, I. (1998). La expresión escrita. Managua, Nic. Editorial UCA, 3ª edición, 1996.
Autor:
Lic. Fredy Antonio Orozco Manzanares
UNIVERSIDAD DE LAS REGIONES AUTÓNOMAS DE LA COSTA CARIBE NICARAGÜENSE
URACCAN
Carrera: Licenciatura en Ciencias de la Educación con Mención en Español
Waslala, RACCN, Abril, 2017
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