Función de los museos de arte religioso
Para Mons. Marchisano (1999), el patrimonio eclesial, depositado en los Museos "tiene tres funciones: la de culto, la catequética y la de ejercicio de la caridad". Además todo Museo de Arte Religioso, aún al recibir un tratamiento especial, debe cumplir la misión de almacenar, exhibir, promocionar, estudiar, investigar y restaurar los objetos en él reunidos; También debe cumplir tres funciones que según Mons. Damián Iguacen (1983), son básicas:
FUNCIÓN PASTORAL:
Es importante señalar que la Iglesia busca sobre todo que los Museos Diocesanos, Sacros, Marianos, o según sea su especificidad, realicen un verdadero servicio pastoral; teniendo en cuenta que los objetos que presentan en sus colecciones continúan conservando su carácter sagrado, sobre todo ilustrar los conocimientos de la fe y alimentar la devoción en la vida cristiana. Estos Museos deben trascender al ser una fuente de valor en la evangelización y cultura del público al que se le debe presentar la colección de manera tal que sean capaces de observar la realidad espiritual que esta posee.
FUNCIÓN INTERMEDIA:
"Se puede decir que la Iglesia para ser fiel a sí misma y poder cumplir su misión, no puede menos que convertirse en la depositaria de los testimonios de fe y culto". Este papel lo puede realizar a cabalidad los Museos Tanto Religiosos como Eclesiásticos, pues son los más capacitados debido a su perfil, en resguardar el patrimonio cultural de la Iglesia y sobre todo para darlo a conocer.
FUNCIÓN CULTURAL
"No se puede olvidar la misión cultural de los Museos Eclesiásticos, que nace de las mismas obras expuestas, esto se da como producto del hombre de cada época o etapa histórica, en las que se revela su idiosincrasia, varios tipos de creencias y diversas mentalidades". En pocas palabras, estos Museos han de recoger la historia de cada pueblo, ciudad o nación donde se encuentran, para así a través de su colección, exhibir la historia del lugar y su relación con la Iglesia Católica en cada época.
MUSEOS ECLESIÁSTICOS.
Dentro de la concepción de Museos Eclesiásticos, englobamos todo lo relacionado con lo que Mons. Marchisano (1999), ha indicado como el Patrimonio histórico-artístico de la Iglesia, el cual "Es un instrumento imprescindible para su misión evangelizadora y pastoral", además del Arte Sacro y el Arte Religioso, bien sea procedente de una diócesis, Catedral, convento, templo, monasterio, parroquia, etc.
Para Iguacen (1983), estos deben reflejar la cultura del hombre, por el hombre y para el hombre, a través de la catequesis y evangelización, tienen que: "trasmitir didácticamente un mensaje evangelizador, pero hay que tomar muy en cuenta que la obra de arte sacro, es la que es, y si se prescinde del sentido religioso, ya que no considera en su totalidad y aunque ésta no está expuesta al culto o a la piedad de los fieles, ella sigue siendo testimonio de fe y de vida cristiana por lo que representa en sí".
Por consiguiente, los Museos Eclesiásticos deben ser verdaderos centros educativos, pedagógicos, catequéticos y evangelizadores, demostrando que pueden exhibir con gran acierto, la idiosincrasia y la fe cristiana, y al mismo tiempo admirar la belleza de las obras artísticas que presentan. Entendiendo como lo plantea Mons. Marchisano, (1999), que "De la pura contemplación exterior y estética de un patrimonio tan precioso, pasamos a darnos cuenta de que este es el inicio de un camino que nos lleva muy lejos".
MUSEOS PARROQUIALES Y CONVENTUALES: De la misma autora, estos museos "equivalen a los locales y monográficos". Pueden exhibir desde la historia de una congregación, hasta el crecimiento y evolución de una parroquia.
MUSEOS DIOCESANOS: La autora antes mencionada, los define de la siguiente manera "albergan colecciones procedentes de toda la circunscripción territorial de la diócesis y pueden compararse a los museos provinciales. Pueden compararse con los museos estatales y/o regionales.
MUSEOS CATEDRALICIOS:
Según Hernández F. (1998), estos Museos son los "ubicados en las respectivas catedrales, cuya misión es muy semejante a la de los museos municipales", pero destaca la evolución e historia de la catedral.
EL EDIFICIO.
La infraestructura de las instituciones museísticas en su origen son muy diversas, La Normativa Técnica para Museos (1993-94), establece que en nuestro país, instituciones "operan en edificaciones cuyos espacios son insuficientes e ineficientes, generalmente porque no fueron concebidos para tal fin". A pesar de todo, "deben ofrecer una infraestructura adecuada para albergar, conservar y exhibir correctamente los objetos artísticos y culturales, patrimonio de la sociedad". Es por tal razón, que estas instituciones buscan constantemente tratar de consolidar, ampliar y/o crear nuevas sedes y salas dignas para el trabajo museológico.
LAS COLECCIONES.
Se definen como el conjunto de varias cosas de la misma clase. También es el conjunto de objetos o bienes culturales o naturales reunidos por cualquier razón, generalmente seleccionados por similitudes en su naturaleza, clasificados según criterios matemáticos, técnicos, cronológicos, etc., para fines utilitarios, científicos, de instrucción o recreación.
EL PERSONAL.
Las funciones del personal que trabaja en el museo deberán ser ajustados según las características particulares de cada una de las instituciones. Es importante aclarar que la intención no es ofrecer una estructura estándar de cargos administrativos, técnicos y/o profesionales, sino establecer una referencia general. El personal del museo debe estar familiarizado con la historia de la institución, sus funciones y metas, además de conocer las leyes que protegen el patrimonio nacional, las recomendaciones nacionales e internacionales sobre la protección de bienes culturales tanto muebles como inmuebles, las reglas éticas de ejercicio profesional, etc., con el objetivo de cumplir su misión de protección del patrimonio.
Según el Consejo Internacional de Museos (2000), "los miembros de la profesión docente requieren una adecuada formación académica, técnica y profesional con el fin de cumplir sus funciones, relacionadas con la operación del museo y el cuidado de su patrimonio". Por tal razón se debe contar con un personal calificado y capacitado y así desarrollar un recurso humano competente y eficaz.
La cantidad de personal, así como su naturaleza, sea remunerada o voluntario, permanente o temporal, dependerán de las dimensiones del museo, sus colecciones y sus responsabilidades. Como quiere que sea, deben ejecutarse los lineamientos o normativas para que el museo cumpla con sus funciones en relación al cuidado de las colecciones, los servicios, la investigación, la seguridad y la atención del público.
EL PÚBLICO.
Son las personas que asisten al museo, y a los que estos deben todo su trabajo. Los Museos deben conocer a su público visitante, puesto que esto establece las actividades que serán desarrolladas, además, deben establecer una diferenciación entre ellos, pues existen diferencias tanto de edades, credos y niveles de educación, ya que la exposición debe satisfacer los gustos de cada uno de ellos.
La Normativa Técnica para Museos (1993-94), clasifica al público según las siguientes categorías:
"A) Según su procedencia:
Los vecinos al museo.
Los que proceden de otros lugares del mismo país.
Los que vienen del extranjero.
B) Según la edad:
Niños.
Adolescentes.
Adultos.
C) Según el uso que dan al museo:
Como complemento de la educación formal.
Como cultura general y/o esparcimiento.
Como complemento de actividades científicas.
D) Según la frecuencia de la visita:
Muy frecuentes.
Regulares.
Ocasionales.
E) Según el nivel de educación:
Sin educación formal.
Con educación formal.
Especializada: investigadores, científicos, artistas y profesionales.
Estudiantil: escolar, media y universitaria.
– Especial: invidentes y minusválidos.
Es importante que los museos tomen en cuenta esta clasificación para poder así atender al público de una manera más efectiva, creativa, y satisfacer las expectativas que estos poseen al momento de la visita, bien sea académicas, y/o recreacionales.
Los Museos deben cumplir ciertas funciones que son su eje principal, y que al mismo tiempo establece su funcionamiento, estas funciones son las siguientes: COLECCIONAR. Es el elemento definitivo de un museo, del cual se genera su perfil y objetivos. Son los objetivos colectados por el museo por su valor tanto cultural, estético, histórico o científico. La colección del museo define su tipología, las actividades que realiza y hasta el tipo de visitantes que este puede tener. Aunque muchos museos nacen sin una colección propia, con el pasar del tiempo y a medida que se van desarrollando y van creando la misma INVESTIGAR. A través de esta función se estudia y da coherencia a las colecciones. Es la función responsable del ordenamiento, conocimiento, interpretación, interpretación científica y preservación de todos los objetos pertenecientes al Museo o de aquellos que se encuentran en calidad de comodato o préstamo. Esta función no solo se debe realizar para la obtención de información sobre los objetos de la colección, sino que debe ser punto de partida para fundamentar las exposiciones, las actividades y conocer al público visitante.
CONSERVAR. Es el conjunto de disciplinas mediante las cuales se garantiza la supervivencia y preservación del patrimonio cultural en toda su autenticidad e integridad, con el objeto de aprovecharlos racionalmente y transmitirlo al futuro sin falsificar el contenido histórico-artístico del mismo. La conservación es importante, pues tiene como finalidad evitar el deterioro de los objetos y la prolongación de disfrute y conocimientos de estos bienes a través de la implementación de técnicas como la limpieza, traslado y manipulación correcta de las obras, etc.
DIFUNDIR. Es una de las funciones que trata de promocionar al Museo, invitando al público a participar en las actividades organizadas por este, tal como las exposiciones permanentes o temporales, su recorrido expositivo, horarios de atención al público, ciclos de cine, charlas al público, facilitar la relación con el Museo. A través de la difusión, logramos dar a conocer el museo, sus actividades, características, etc., dentro del entorno local, regional y nacional. Al mismo tiempo, EDUCAR. Es la función encargada de procesar en forma didáctica a través de visitas guiadas, charlas, talleres de entretenimiento, etc.
Para Screven (1988), La educación informal, propia del museo, se caracteriza porque "no sigue rígidamente una línea o estructura, sino que es voluntario, exploratorio y adaptado al interés propio de cada persona". Por otro lado, "en las escuelas el instrumento básico de la enseñanza es el profesor, que basa principalmente en la palabra, mientras que en los museos el primario es la exposición, fundamentada en los objetos u otros elementos visuales". Por tanto, la educación e interpretación de los fenómenos culturales es una de las tareas más importantes del museo.
El componente educativo en los museos es el que permite al público desarrollar su conocimiento en relación a los objetos que estos exhiben, además al facilitar la interacción con los objetos, se experimentan vivencias nuevas que refuerzan los nuevos conocimientos.
Función educativa de los museos
Como lo establece Herrera (1971), "el papel primordial del Museo es la educación de las gentes dirigiendo su pensamiento y su curiosidad a través de los objetos expuestos hacia otras consideraciones y estudios más sistemáticos". Debido a que los museos no son más que centros de documentación, la educación en estos consiste en animar al individuo (público visitante) a servirse de sus facultades intelectuales, enseñándole los medios para desarrollar su saber y para habituar su razonar. En los museos, el área de educación es la encargada de procesar información y organizarla de manera tal que pueda ser procesada por cualquier grupo etario que visite el museo. Tomando en cuenta que esta información no debe ser solo de carácter informativo, sino que debe ofrecer una capacitación pero desde el punto de visto de la educación informal ya que el museo debe romper con los métodos tradicionales utilizados en las escuelas.
Por otra parte, en los últimos años, se ha observado un cambio en el público que visita los museos, debido a que estos también han experimentado un cambio en los servicio que prestan, esto se debe a la incorporación de programas educativos que ofrecen una gran variedad de actividades que permiten a la vez de disfrutar la visita, enriquecer los conocimientos fuera del ámbito de la educación formal.
Por lo tanto, la meta fundamental de la educación en los museos es facilitar al público la compresión de los temas y experiencias propuestas y promover el desarrollo de una actitud positiva hacia la preservación del patrimonio cultural, además de contribuir a que la visita sea agradable y memorable.
Departamentos de educación, difusión y acción cultural
Para León A. (1978), "la misión educativa es la fuerza primordial de las actividades museológicas ya que radica en el desarrollo y perfeccionamiento de las facultades humanas (intelectuales, culturales, artísticas, ideológicas, perceptivas, afectivas, etc.)".
Los Departamentos y Unidades de Educación de los Museos, nacen como respuesta a la demanda de la educación formal. Específicamente como lo expresan Cañizales y Logreira (1997) "para organizar y controlar las visitas de los grupos escolares cuyos docentes comienzan a considerar a los museos como un recurso para el aprendizaje".
Por tal razón, los departamentos de educación son los encargados de organizar y programar una serie de actividades tendentes a satisfacer las expectativas y exigencias educacionales y recreativas de los grupos escolares y del público visitante en general.
Dentro de las tareas o actividades que deben llevar a cabo los departamentos de educación de los museos, se encuentran la planificación de visitas guiadas, cursos, charlas, conferencias, talleres, videos, material didáctico y publicaciones que los ayuden a cumplir la función educativa.
Los Departamentos y Unidades de Educación deben trabajar con el investigador o curador para aportar sus puntos de vistas, contribuir a la selección y nivel de la información que será expuesta. Además deben trabajar conjuntamente con los demás departamentos, tales como museografía, pues debe tener ciertos conocimientos de la producción del material audiovisual que sirve de apoyo a las exposiciones, ya que puede aportar ideas para el diseño final y sobre las necesidades y características de los diversos tipos de público.
Funciones de los departamentos de educación
Estos departamentos deben llevar a cabo una serie de funciones y actividades, las cuales justifican su existencia dentro de las instituciones museísticas. Estas actividades deberán estar reflejadas a través de programas educativos coherentes y efectivos, cumpliendo las siguientes funciones:
1. Elaborar programas educativos: a través de la investigación, revisión bibliográfica, consulta a expertos, síntesis de la información, adaptación de actividades a los diversos grupos etarios, preparación de textos y diseños de materiales didácticos. Además del reclutamiento y adiestramiento del personal guía.
2. Servicios de apoyo al visitante y actividades de extensión: por medio de la planificación, organización, coordinación de visitas guiadas, elaboración de planos y señalización dentro del museo para orientación, diseño y coordinación de actividades de extensión, diseño y coordinación de centros de recursos (servicios de biblioteca, videoteca, multimedia, maletas, kits, etc.).
3. Investigación de público: tal como estudio de visitantes y evaluación de exposiciones, servicios, materiales de apoyo, etc.
4. Información y relaciones públicas: ser enlace entre el museo y el público, las instituciones, personalidades, medios de comunicación, etc., diseño, selección y producción de material didáctico e informativo.
Estructuración de los departamentos
Los departamentos de educación de los museos, deben estructurarse de acuerdo a la relación entre público-museo, su clasificación tipológica, objetivos, misión y metas. Como lo establece Sagués (1985), la estructuración de los departamentos debe responder a tres niveles:
a) Análisis y diagnóstico de la situación del museo, elaboración de programas y proyectos y la definición de los sistemas de intervención.
b) Elaboración de proyectos específicos, traducción en técnicas y procedimientos concretos y realización formal de aquellas acciones derivadas de cada tipo de especialidad.
c) Ejecución de las tareas auxiliares y complementarias derivadas de los anteriores.
Aclarando que para todo esto se debe contar con un equipo multidisciplinario que reúna las condiciones óptimas para realizar el trabajo para el tipo de museo dentro del cual están laborando.
De lo antes planteado, podemos decir que los departamentos de educación aparecen como la entidad responsable de la planificación, realización y evaluación de los programas educativos culturales que se impartan en o desde el museo. Un programa de este tipo comprende un conjunto de actividades que se proyectan directa e indirectamente en todos los núcleos museológicos con el fin de ayudar a los visitantes actuales o potenciales a un disfrute y aprovechamiento adecuado del patrimonio del museo, tomando en cuenta su nivel intelectual y sociocultural.
Para la estructuración de estos departamentos, se debe contar con una infraestructura dentro del espacio museal: sala de lectura, sala de proyecciones, talleres o aulas de aprendizajes, auditorio o teatrito, biblioteca y despacho u oficina de trabajo. También puede habilitar espacios fuera del museo a través del Museobus, de exposiciones itinerantes en museos flotantes o a través del préstamo de piezas a los museos escolares.
La organización interna del Departamento de educación debe ser funcional, aprovechando las habilidades de cada persona, y si es posible, contar siempre con un pedagogo capas de adaptar la tecnología educativa al lenguaje museístico.
Por último, la estructura organizativa de estos departamentos, dependerán de la misión establecida por la institución, sus recursos y características, para Logreira (1997), una posible propuesta a considerar es:
Propuesta de unidad de educación para museos esclesiasticos
La Unidad de Educación para Museos Eclesiásticos, es una unidad creada para desarrollar una serie de programas de carácter didáctico, cuyo propósito es acercar el lenguaje del Arte Religioso y Sacro, Patrimonio Cultural de la Iglesia, Relación Iglesia-Museos e Historia Religiosa de una Ciudad, para todo tipo de público. Los programas, actividades y/o recursos realizados, tienen un alto interés social y sus objetivos se adecuan a las necesidades y expectativas de los participantes en sus diversos grupos etarios y niveles educativos.
Además de la programación de estás actividades, La Unidad de Educación desarrollará investigaciones destinadas a exposiciones, publicaciones y audiovisuales de carácter didáctico, basados en estos temas antes mencionados.
ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DE LA UNIDAD DE EDUCACION
La utilización de diversos colores en el organigrama responde a diversas instancias dentro de la propuesta, tal como se presenta a continuación a través de la utilización de círculos concéntricos que especifican la relación de trabajo dependiente dentro de la Unidad de Educación.
ESTRUCTURA FUNCIONAL DE LA UNIDAD DE EDUCACION.
Los círculos concéntricos permiten explicar la interdependencia de una actividad o departamento con la otra, bien sea, la Unidad de Educación establece los parámetros de las investigaciones, posteriormente se realiza la investigación determinada. Luego se establece la pertinencia de los resultados para cada uno de los programas, se diseñan las publicaciones pertinentes y se programan las distintas actividades a realizar tomando en cuenta para ello el personal necesario para llevarlas a cabo.
Siendo el Museo un espacio de referencia cultural, eclesiástica, patrimonial y social. El mismo servirá para desarrollar un conjunto de actividades dirigidas al área de formación museológica, histórica, artística, religiosa y educativa, con actividades tales como: visitas guiadas, cursos, talleres, charlas, conferencias, presentación de videos, concursos de pintura y dibujo, literatura infantil, actividades musicales, obras de teatro, performances, conciertos, festivales de corales y música sacra, cursos catequéticos, etc.
El conocimiento de toda una fundamentación teórica nos permite definir lo que es un museo, conocer su clasificación tipológica y los lineamientos, funciones y estructuras que los departamentos de educación de los museos deben tener podemos concluir lo siguiente:
Sea cual sea la clasificación tipológica, perfil, de un museo, este posee unas funciones principales que debe cumplir, y que al mismo tiempo la función mas importante es la educación, por tanto todo museo debe desarrollar actividades basadas en programas educativos que respondan los requerimientos del público visitante, cualquiera sea su grado de instrucción y su grupo etario.
Además, es sumamente importante que cada museo conozca su historia, establezca sus posibilidades, limitaciones y sus funciones, para así poder realizar una buena planificación de sus actividades y organizar los servicios que presten al público. Estos museos no deben funcionar sin poseer en su estructura organizativa departamental y funcional, un departamento de educación, además que de esta manera se cumpliría la función más importante de cualquier museo como lo es la educación, este debe estar a la orden del publico para satisfacer sus expectativas y responder el proceso de enseñanza-aprendizaje que dentro de el museo debe generarse.
Partiendo de la investigación realizada y las conclusiones a las que se llegaron, se presentan las siguientes recomendaciones:
Los Museos deben tener definida su clasificación tipológica, su misión, visión, objetivos, funciones y organigrama funcional.
Dentro de la estructura organizacional, a pesar de no poseer un amplio presupuesto, ni una estructura física amplia, deben tener un Departamento de Educación.
El Departamento de Educación debe estar organizado, con una estructura propia, funciones y objetivos es decir, con sus propios lineamientos, adicionalmente a los del museo como institución.
El Departamento de Educación debe organizar y planificar las actividades, tomando en cuenta las necesidades del público visitante, los diversos grupos etarios y el nivel de instrucción al cual va dirigido, fundamentados en teorías de aprendizaje especiales para su implementación en los museos.
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Autor:
MSc. Ruth Delgado De Pool.
ruth_delgado[arroba]cantv.net ruthmariadelgado[arroba]hotmail.com
Licenciada en Artes Plásticas mención Educación, egresada de la Universidad Católica Cecilio Acosta, Maracaibo, Venezuela.
Magíster Scienciarium en Museologia, egresada de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, Coro, Venezuela.
Profesora de Museologia de la Universidad Católica Cecilio Acosta.
Directora del Museo Arquidiocesano Obispo Lasso, Maracaibo, Venezuela.
Asesora de Proyectos Museológicos.
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