Introducción
La concepción cubana sobre el desarrollo desde 1959, ha transitado por diferentes etapas pero siempre ha tenido como núcleo central; el logro de la total independencia nacional, la justicia social y la equidad, donde el mejoramiento continuo del bienestar de las personas ha sido el objetivo supremo. La condición de Cuba de pequeño país subdesarrollado ha servido de base para sustentar el Proyecto Socialista, convirtiéndose este último en una alternativa viable o vía para el desarrollo.
Así, el carácter esencialmente socialista de nuestro proyecto social pone en el centro de atención a los seres humanos y su entorno, como gestores directos de su destino y, por otro lado, como beneficiarios directos de los resultados del mismo.
Así, la contradicción fundamental que se da en el seno de la estructura de las relaciones sociales de producción; productor-propietario es específica del modo de producción socialista en transición, caracterizando al sistema desde su origen y diferenciándolo del resto. Dicha contradicción, por primera vez en la construcción del socialismo encuentra en su seno parte de su solución a través de la posibilidad de participación real del productor y comienza el proceso hacia la plena emancipación y la desenajenación del hombre por sí mismo (autodesarrollo).
La participación se convierte entonces en la vía de realización plena, emancipada y libre del productor como miembro de la sociedad (colectivo) y permitiría que se identifique e implique real y efectivamente en la construcción de su propio destino.
Los principios del desarrollo: eficiencia, equidad, sostenibilidad, cooperación, seguridad, potenciación y participación, expresan en su interdependencia recíproca, los valores que en última instancia contiene el modelo de transición al socialismo que se despliega en Cuba, los cuales lo caracterizan desde su origen y lo diferencian del resto de los paradigmas de desarrollo.
La cooperación y participación son principios rectores del desarrollo en la sociedad cubana actual. Su potenciación convierte a los actores en los protagonistas principales del desarrollo a través de su participación directa.
Desarrollo
A partir de este análisis el diseño teórico-metodológico que se pretende investigar propone lo siguiente:
Título: ¨ Lo comunitario en el desarrollo del liderazgo colectivo. Una aproximación desde el Trabajo Social en Cienfuegos.
Capítulo 1: Fundamentos teóricos del liderazgo colectivo desde lo comunitario.
Epígrafe 1.1: Lo comunitario en la emergencia del liderazgo colectivo.
Epígrafe 1.2: Cienfuegos como espacio para generar procesos de participación y cooperación.
Capítulo 2: La práctica del liderazgo colectivo en el Trabajo Social en Cienfuegos.
Epígrafe 2.1: El colectivo de Trabajadores Sociales en Cienfuegos.
Epígrafe 2.2: Tratamiento de los problemas sociales que atiende el colectivo de trabajadores sociales en Cienfuegos.
Epígrafe 2.3: Propuesta para gestar el tratamiento comunitario a estos problemas sociales de modo que devenga en liderazgo colectivo.
Problema de investigación: ¿Cómo contribuir al desarrollo del liderazgo colectivo desde el paradigma del autodesarrollo comunitario, en el Programa de Trabajadores Sociales, del Municipio Cienfuegos?
Idea a defender: La potencialidad del tratamiento comunitario de los problemas sociales a resolver en el municipio de Cienfuegos por los profesionales del trabajo social contribuirá al desarrollo del liderazgo colectivo de estos frente a otras profesiones.
Objetivo General: Propiciar el liderazgo colectivo de los trabajadores sociales en el municipio Cienfuegos desde la potencialidad del tratamiento comunitario de los problemas sociales a resolver.
Objetivos Específicos:
Fundamentar desde los referentes teóricos-metodológicos del enfoque del autodesarrollo comunitario el fenómeno del liderazgo colectivo.
Diagnosticar el estado del liderazgo colectivo de los trabajadores sociales del municipio Cienfuegos.
Valorar las potencialidades de los trabajadores sociales para el liderazgo colectivo a través del tratamiento comunitario de los problemas sociales a resolver.
Por lo que en este sentido se contribuirá en alguna medida al perfeccionamiento del proyecto de socialismo en Cuba que no se trata de un modelo totalmente nuevo y distinto al que tenemos hoy, resultante del modelo que se ha venido conformando con la Reforma desde los noventa y que se debe entender como el proceso de cambios estructurales y funcionales propuestos en los Lineamientos; como "actualización" del modelo resultante de dicha Reforma económica.
La ruptura y la continuidad con la Reforma de los noventa equivaldría a profundizar y extender los cambios estructurales en la base económica y en el funcionamiento de la economía y la sociedad en su vínculo con la superestructura, iniciados en aquello años, sin que se cambie la naturaleza intrínseca del socialismo en Cuba, lo que es expresión de que se realizarán dentro del socialismo para perfeccionarlo. La "Actualización del Socialismo" en Cuba es por tanto, una nueva etapa de cambios estructurales y funcionales en la economía que requieren de medidas.
Entender este proceso de "Actualización del Socialismo" cubano equivale a explicar las relaciones sociales de producción (la estructura económica, la base real) en el Período de Transición del Capitalismo al Socialismo en nuestro país, lo cual debe permitir no solo entender nuestra realidad socioeconómica, sino también transformarla con el fin de construir el socialismo.
Para entender, explicar y transformar el entramado contradictorio de relaciones socioeconómicas en Cuba, es necesario tener en cuenta un conjunto de particularidades y retos de la construcción práctica y de la "Actualización del Socialismo" cubano, para las ciencias sociales que pudieran resumirse en los siguientes:
Primero: Comprender la transición del capitalismo al socialismo como el período que abarca toda una época histórica de construcción del socialismo, o sea, de formación de las nuevas relaciones sociales de producción. (En Cuba han existido y existen aún las condiciones objetivas propias de una economía y sociedad "que no ha rebasado la etapa de transición en el sentido marxista del término, lo que fue erróneamente rechazado por algunos hacia los años ochenta del siglo pasado.)
Segundo: la heterogeneidad socioeconómica, es decir la diversidad de tipos y formas de economía coexistentes en un mismo espacio y tiempo históricos. Esto genera un sistema de contradicciones reflejo de la diversidad de intereses económicos entre los sujetos, las clases y grupos sociales también diversos que componen nuestra sociedad en transición.
Tercero: Cuba: país subdesarrollado y lo que nos ha caracterizado y nos caracteriza aún es el bajísimo desarrollo de las fuerzas productivas y la deformación estructural en buena medida heredadas del pasado prerrevolucionario. (En el curso de la historia ha quedado demostrado únicamente que la toma del poder por las clases y grupos sociales más desposeídos y la construcción del socialismo se ha iniciado solo en países subdesarrollados, que todavía no han podido rebasar ese estadio de sus fuerzas productivas lo que influye en todas las dimensiones de su desarrollo.) A ello se suma que estamos en presencia de un sistema de relaciones sociales de producción y leyes económicas además de subdesarrolladas; en formación, en germen y por tanto inmaduras. (Marx en su obra "Contribución a la crítica de la economía política (1859) señala: "Así como no se juzga a un individuo por la idea que él tenga de sí mismo, tampoco se puede juzgar tal época de revolución por la conciencia de sí misma; es preciso, por el contrario, explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto que existe entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción.)
Cuarto: "el comunismo, empíricamente, solo puede darse como la acción "coincidente" o "simultánea de los pueblos dominantes, lo que presupone el desarrollo universal de las fuerzas productivas y el intercambio universal que lleva aparejado".[1]
Quinto: la construcción socialista como fenómeno real existente se ha limitado hasta ahora a unos pocos países que continúan la orientación socialista del desarrollo. En el mundo domina el régimen del capital y su forma superior; el Capitalismo Monopolista Transnacional.
Sexto: la propiedad social socialista que ha emergido ha sido fundamentalmente estatal y dichas relaciones de producción (estatales) se han extendido a lo largo y ancho de la estructura económica nacional sin que siempre se hayan correspondido con la socialización real dado el relativamente bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas muy distantes en muchos casos de sus homólogas mundiales.
Séptimo: cada país se encuentra o puede encontrarse en distintos momentos del período de transición del capitalismo al socialismo y por tanto está obligado a utilizar distintas vía y métodos a fin de lograr los avances económicos y sociales que lo relance a la altura de las demandas de esta época.
Octavo: el enfoque y la solución de los problemas sociales se anticipan al crecimiento de la economía como una necesidad. La utilización de los escasísimos recursos y potencial económico en la esfera social se traduce en el largo plazo en impactos relanzadores del crecimiento económico. Esta relación contradictoria entre el desarrollo social y el crecimiento económico y el enfoque social prevaleciente en su solución, se convierte en un reto.
Noveno: Las sociedades en transición al socialismo como Cuba no son urnas de cristal o parcelas autárquicas, sino que tienen que enfrentar sus economías abiertas e inevitablemente polidependientes a las agresiones económicas, políticas y militar en su contra por parte del imperialismo, incluyendo el bloqueo o guerra económica.
Décimo: a Cuba habría que agregarle el hecho de ser un pequeño país subdesarrollado, con escasísimos recursos naturales, generador de un PIB muy pequeño, un mercado interno muy reducido y una economía abierta, altamente dependiente del sector externo. El proceso de desarrollo económico y social es de muy largo plazo y su trayectoria no es ni puede ser lineal como tampoco el crecimiento económico bajo el impacto de diversos obstáculos y contradicciones internas y a la interdependencia con el mercado globalizado transnacional con sus ciclos recurrentes.
Por eso se ha calificado el proceso o periodo de transición socialista cubano como extraordinario, teniendo en cuenta que:
a) se trata de un pequeño país periférico y subdesarrollado,
b) a partir de las condiciones extraordinarias o especiales en que la construcción del socialismo en Cuba se convierte en una alternativa o vía para alcanzar el desarrollo,
c) por el tipo de desarrollo que se ha propuesto poner en práctica en el país desde 1959: proceso multidimensional sustentado en principios y/o valores esenciales que nos diferencia de los "otros modelos de desarrollo"; entre los que se encuentran: la independencia y soberanía nacionales, los seres humanos son el centro y objetivo final, la justicia social y la solución de los problemas sociales, la Equidad, la participación de las personas en los procesos sustantivos del desarrollo, es decir en los procesos de cambios y por último, el internacionalismo, el antiimperialismo y el latinoamericanismo,
d) por las capacidades de generación del PIB, mercado interno y apertura exterior. (dos rupturas y dos reinserciones en la economía mundial),
e) por su condición de país asilado (islote) en que construye el socialismo, junto a solo poquísimos países que se han propuesto este rumbo, donde prevalece el capitalismo transnacionalizado.
En los años noventa se dieron determinados escenarios que influyeron de cierta manera en el proceso de Reforma y Ajuste Económica:
Derrumbe del Socialismo Eurosoviético. Crisis del Modelo de "Socialismo Real"; crisis de los paradigmas.
Ruptura de nuestras relaciones con el campo socialista y la URSS y necesidad de reinsertarnos en la economía internacional sobre la base de la División Internacional Capitalista del Trabajo (DICT) de la cual estábamos altamente desconectados y repelidos.
Agotamiento del modelo de desarrollo económico social que funcionaba en Cuba. Como se ha dicho anteriormente, se comienza a reconocer dicho agotamiento a través del denominado proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas desde el año 1986.
Hacia los años 90ta, la economía cubana entra en el denominado "Período Especial" o crisis económica.
Auge del modelo neoliberal de desarrollo y propuesta de introducción del mismo.
Bonanza o esplendor de la economía internacional.
Recrudecimiento del Bloqueo de Estados Unidos contra Cuba; lo que significó más aislamiento, sin recursos, financiamientos y mercados.
Crecimiento del proceso migratorio sobre todo hacia Estados Unidos de personal altamente calificado por razones económicas, lo que ha incidido en la "descapitalización" de los recursos humanos del país.
Realización de actos Terroristas en Cuba, sobre todo en el sector turístico.
Como consecuencia y evolución de los escenarios antes descritos, el Producto Interno Bruto cubano (PIB) cae en alrededor de un 35 % de 1989 a 1994. En tales condiciones se interrumpe el proceso de "Rectificación de Errores y Tendencias Negativas" iniciado en 1986 y se inicia el proceso de supervivencia y Reforma de la economía cubana.
Hacia el 2010 comienza el proceso de "Actualización" del Socialismo en Cuba:
Los países de Europa del Este y de la ex – Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se reorientaron hacia el capitalismo o modelo neoliberal de desarrollo. Aunque se han venido restableciendo los vínculos, están muy por debajo de los niveles y calidad que alcanzaron hacia los años 80ta.
Reinserción (Ver Grafico en Anexos) en la Economía mundial, sobre todo en América Latina y el Caribe e integración en el ALBA desde el 2000. El grado de apertura de la economía cubana hoy es del 40 %.
Determinado nivel de reinserción en la región Latino caribeña.
Desde el año 1993-1994, comienza un proceso de Reforma Económica: cambios estructurales y funcionales y por tanto de conformación de un nuevo modelo de desarrollo económico y social, distinto al de la ex – URSS, opuesto al modelo Neoliberal en boga, distinto a nuestro propio modelo de los años 80, y que permitiera superar la crisis y no hipotecar el desarrollo futuro del país. El mismo no se ha dejado de perfeccionar, o reajustar en aquellos elementos que lo han requerido y ha sido posible hacerlo. En realidad ha habido elementos de avance y de retroceso en el curso de estos 20 años.
Se mantiene el Bloqueo recrudecido y los Carriles I y II.[2] El costo del Boqueo se ha estimado en 751 mil millones de USD.[3]
El impacto de los fenómenos atmosféricos. El costo estimado Huracanes entre 1998-2008: 2 564 Millones de USD.[4]
Crisis de la Economía Mundial, cuyos impactos nos llegan directamente a pesar de no pertenecer al BM y el FMI.
Variación de los precios de las exportaciones y las importaciones entre 1997-2009, se traducen en pérdidas neta de 10 mil 149 millones de USD.[5]
Crisis del Neoliberalismo.
Derrota del aislamiento total de Cuba.
Una visión del Modelo de Desarrollo 2011 a partir del Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social.
En cuanto a la base o estructura económica de la sociedad se percibe:
Mayor nivel de heterogeneidad vs menos estatización en relación a los años 90ta, cuando ya se la había reducido el sector estatal de economía respecto a los años 80ta. Ahora "Formas socialistas y No socialistas."
Reestructuración del Empleo, lo que significa o conduce a la apertura y ampliación de nuevas formas de producción socialistas (cooperativas y otras formas organizativas colectivas en sectores hasta ahora no incluidos). Además, se amplían las formas privadas e individuales no socialistas: privadas individuales y familiares y, por último, formas mixtas con el capital extranjero. La reestructuración del empleo no puede verse como simples cambios superficiales y de forma, sino que al "reestructurarse el empleo", cambia la relación de los productores con respecto a la apropiación de los medios de producción fundamentales y los resultados; es decir que cambia y se transforma el sistema de relaciones sociales de producción, la base económica de la sociedad cubana.
No permitir la concentración de la propiedad bajo las formas privadas individual pequeñas y medianas.
Conclusiones
A partir de todos este análisis reflexivo sobre la importancia del proceso de actualización del modelo socioeconómico cubano como continuidad del proceso de reforma y ajuste económica iniciado en los años noventa y entendido como un proceso de perfeccionamiento del proyecto de socialismo en Cuba, nuestra investigación debe entender primeramente al conjunto de trabajadores sociales como unidad o colectivo que defienda la idea del tratamiento comunitario de los problemas sociales a resolver como una potencialidad para el desarrollo del liderazgo colectivo de estos frente a otras profesiones.
Es por ello la necesidad de entender la emergencia del liderazgo desde las necesidades grupales y cómo la identificación del líder es efecto, es decir, primero las necesidades del grupo y después la identificación y asignación del rol a la persona.
Para ello es importante tener en cuenta aspectos socioeconómicos de nuestra realidad histórico concreta donde se desarrolla nuestra profesión y donde se desenvuelven necesidades y demandas sociales que deben ser tratados desde el autodesarrollo comunitario donde se potencien la participación real, la plena emancipación y la desenajenación del hombre por sí mismo lo que permitiría que se identifique e implique real y efectivamente en la construcción de su propio destino, siendo esta una posible solución a la contradicción fundamental que se da en el seno de la estructura de las relaciones sociales de producción específica del modo de producción socialista en transición.
La realización plena del Proyecto Social de la Revolución Cubana supone la participación activa, creadora y transformadora de cada cubano en su realización. Este proyecto social supone la realización plena de la esencia social humana genérica. Las comunidades que asumen su autodesarrollo en la dirección de la consolidación de nuestro modelo de sociedad más justa y humana y de la lucha por un mundo mejor posible, incrustarían en su cotidianidad valores e ideales esenciales vinculados con el ideal de hombre. Y eso, porque se transformarían de comunidades consumidoras de modos de pensar, sentir y de actuar que no se corresponden con las problemáticas del mundo actual en comunidades productoras de una nueva praxis articuladora de una conciencia critico reflexiva.
El trabajo dirigido al autodesarrollo comunitario, debe integrar los tres momentos en el momento de la praxis transformadora de la sociedad que no es otra cosa que contribuir al desarrollo ininterrumpido del Proyecto Social de la Revolución Cubana, es decir, desarrollo de la conciencia crítica de la comunidad sobre su cotidianidad y los obstáculos que plantea para el desarrollo pleno de su esencia humana; transformación de su actitud hacia esa cotidianidad y realización de una praxis transformadora, creadora sobre ella.
La función básica del profesional del trabajo social comunitario, en síntesis, debe estar marcada esencialmente por el compromiso de éste con su pueblo, lo que significa contribuir a la concienciación de sus necesidades, ofreciéndole al mismo tiempo las herramientas necesarias que faciliten su autonomía y protagonismo.
La construcción de una sociedad de nuevo tipo es por naturaleza un proceso eminentemente contradictorio y esa particularidad le fue impregnada también al trabajo comunitario. De ahí que en nuestros días tanto en los países capitalistas como en los que tomaron un rumbo diferente sea necesario, salvando las diferencias, avanzar en la definición de aspectos teóricos y prácticos asociados a esta actividad profesional.
Autor:
Maestrante: Lic. Giselle Ricabal Cañedo
Lic. Lisandra Hernández Aprea
Provincia Cienfuegos
Municipio Cienfuegos
[1] Idem, p. 37
[2] Cuba sufre en treinta años dos Bloqueos y dos reestructuraciones, lo que no ha sucedido en ningún otro país del mundo. La Ley Torricelli de 1992, concibe los Carriles I y II los cuales son promovido por la Derecha Norteamericana, la Fundación Cubano Americana, la Central de Inteligencia Americana (CIA) y Organizaciones Contrarrevolucionarias de Miami. El Carril I, se relaciona con el recrudecimiento del Bloqueo con prohibiciones adicionales como el comercio con Cuba a subsidiarias norteamericanas radicadas en terceros países y el arribo a puerto norteamericano a barcos de cualquier nacionalidad que haya tocado puertos cubanos por un término de seis meses. Por su parte el Carril II, se refiere a la liquidación de la Revolución mediante la penetración y el reblandecimiento ideológico de la población por medio de: 1) Creación de todo tipo de organizaciones contrarrevolucionarias internas, 2) el fomento del descontento popular y, 3) propiciar el intercambio con sectores de la población que consideran proclives a sus intereses.
[3] Granma.
[4] Ídem.
[5] Ídem.