La historia de los Oblatos nos permitirá tener en cuenta el sentido de su existencia, la importancia que tienen para la Iglesia, en la nueva evangelización tan querida por el Santo Papa Juan Pablo II y Madre Albertina Ramírez M, para la sociedad y para sus propias vidas; los diferentes momentos por los que han pasado, y el trabajo que han realizado de la mano con los monasterios.[98]
b. Bases Escriturística de la de la Oblación: Antiguo y
Nuevo testamento
Es de suma importancia tener como base, los primeros cinco libros del antiguo testamento, (Génesis, Éxodo, levítico, Numero y Deuteronomio) y los Evangelios sinópticos y de Juan, en el Nuevo Testamento, para vivir a profundidad la "oblación"[99]. No se puede entender la entrega de un cristiano a Dios, sin antes haber encontrado el "verdadero sentido"[100]de sacrificio en la Santa Biblia.
c. Los Oblatos Albertinianos
Los Oblatos Albertinianos como ya hemos mencionado anteriormente son laicos y consagrados que han querido seguir a Cristo, después de un largo proceso de discernimiento en espiritu de oración, de estudio y de un adecuado acompañamiento con su director espiritual. Estos al momento de hacer sus promesas se insertan en una tradición con más de XV siglos de existencia y de modo particular asumiendo la espiritualidad de los Monjes Contemplativos Albertinianos, con quienes están llamados a orar por los que no oran y a ofrecer sus sacrificios por los más necesitados. Serán el brazo de La caridad monástica y vivirán conforme a sus propios estatutos. Conocer esta realidad por medio del estudio les permitirá adquirir su propia identidad.
Siendo que los Oblatos Albertiniano asumirán la espiritualidad de los Monjes contemplativos Albertinianos, deberán conocer los temas a cerca de la espiritualidad de San Agustín, Maestro y Padre y de la Sierva de Dios, Madre Albertina Ramírez, Maestra y Madre, además los temas propios, íntimamente relacionados con sus vidas de laicos consagrados. Veamos:
Inquietud-Búsqueda
La inquietud búsqueda es propia de la espiritualidad de nuestro Padre San Agustín y mecanismo indispensable de todo ser humano, para alcanzar la perfección, (fin último al que todos tendemos). A través de la inquietud búsqueda el oblato albertiniano asume de la experiencia de San Agustin, una constante inquietud por encontrar la Verdad: "buscar para encontrar y encontrar para seguir buscando", ( San Agustin). El Oblato Albertiniano no puede en ningún momento instalarse, estará en el mundo pero sin ser del mundo: por mucho que haya avanzado su ideal siempre estará más allá. (San Agustin)
Interioridad Trascendencia
La Interioridad- trascendencia es propio de la espiritualidad de nuestro Padre San Agustín y es un proceso fundamental, puesto que del grado de conciencia que el oblato tenga acerca de sí mismo y de las realidades trascendentes en las que está involucrado existencialmente, llevará a cabo su proceso de conversión, del hombre viejo al hombre nuevo, del hombre según la carne al hombre según el espiritu, del hombre exterior al hombre interior.
Otium Sanctum y Negotium iustum del oblato, binomio propio de la espiritualidad de los Monjes Contemplativos Albertinianos.
En este apartado se abordará el método y la importancia que conlleva la lectura orante de la sagrada escritura para la vida interior del oblato y el brazo de la caridad fraterna. Esta formación será muy necesaria, pues aquí el oblato podrá descubrir el verdadero sentido de estar al servicio de Dios y de su prójimo, lo primero por lo cual se llega al Monasterio Albertiniano (Regla de san Agustín 1). Podrá descubrir sus dones y habilidades para ponerlos al servicio de los necesitados a través de diferentes proyectos ya sean intelectuales o prácticos. Como es el caso del Diaconado permanente o de la troja Divina Providencia. [101]
La passio en la vida del Oblato – espiritualidad de la cruz, propio de la espiritualidad de Madre Albertina.
La espiritualidad en el Monasterio Contemplativo Albertiniano, ha recibido de Madre Albertina un elemento esencial que le da el verdadero sentido a cada uno de los acontecimientos que cada día vive el Monje y el Oblato. La passio. Es experimentar el Amor de Dios en cada instante de nuestra existencia, es contemplar al Cristo en la Cruz, y ser partícipe de ese misterio de amor que redime y transforma. Madre Albertina exclama: Quiero ser Una Crucificada viviente una Cruz viviente y una Crucifixión viviente por tu amor oz adoro desde el abismo de mi nada. (Madre Albertina) En este sentido el oblato deberá profundizar en este aspecto de la espiritualidad albertiniana al interior de un mundo hedonista que excluye de su vida la dimensión oblativa del amor. [102]
Vida familiar del Oblato Albertiniano – Pequeña Iglesia Domestica como la definió el Beato Juan Pablo II
Una de las mayores dificultades del hombre actual, es la pérdida del sentido del hogar. Por la disfuncionalidad de las familias se está construyendo una sociedad anárquica sin principios de autoridad, donde todos quieren hacer lo que les da la gana (relativismo) y relativizar la verdad. En este sentido el oblato está llamado a hacer conciencia, para no repetir la mentalidad de la sociedad en que vive. El beato Juan pablo II nos decía que la familia es una pequeña Iglesia Domestica; así es como se debe profundizar en este tema, para ser testigo de la belleza que se esconde en el seno familiar.
Vida sacramental del oblato
La vida Sacramental del Oblato, es lo que le da total Consistencia a su ser, la madures de su fe se definirá por la intensidad de su vida sacramental: la oración, el silencio, la eucaristía etc. Profundizar en este tema llevará al oblato a descubrir la importancia de su consagración y dejar a Dios que le transforme en un instrumento de salvación.[103]
La caridad monástica, una manera de vivir el Evangelio
La caridad Monástica está expresada en el otium sanctum de San Agustin y tiene sus raíces en estudio de las Escrituras. Cuando el oblato a través de su entrega a Dios, le sirve a una sociedad fragmentada por el egoísmo, cumple con el mandamiento evangélico de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, asume la parábola del buen Samaritano: sanarle las heridas del otro y le ayuda a recuperarse. El oblato no sirve por servir, él no es un filántropo o un ideólogo sino un consagrado a Dios que quiere vivir el evangelio a radicalidad. De ahí la importancia de profundizar en el tema, para no caer en el peligro de desviarse de la centralidad que es el Evangelio.
Conclusión
Todo hombre y toda mujer están llamados a encontrar el verdadero sentido de su vida. En la actualidad vivimos en una sociedad secularista que le ha dado la espalda a Dios, se piensa que con las bondades de la tecnología y el confort se pueden solucionar todas las necesidades propias del ser humano, sin embargo la necesidad que acontece en el interior del hombre (la vocación) sólo puede ser saciada por Dios, como dice San Agustín: "nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti". (Conf. 1.1,1).
En este trabajo monográfico he planteado la llamada "crisis" vocacional del hombre contemporáneo ante la disminución progresiva de las vocaciones religiosa y sacerdotal.
Sin embargo he constatado que no es la vocación en cuanto llamado de Dios la que está en crisis, más bien es el hombre concreto quien atraviesa la crisis de las crisis (X Xubiri); a saber, el progresivo deterioro de la capacidad de amar y el frecuente olvido de Dios; por tal razón el hombre de la cotidianidad es incapaz de escuchar la voz de Dios que lo llama desde dentro.
En este sentido he apelado a la interioridad agustiniana, como el camino antropológico que el ser humano de nuestros días debe asumir para encontrarse con el Maestro Interior "que es más íntimo que su propia intimidad" (Comentario al Salmo 65,22). La interioridad agustiniana le devuelve al hombre la capacidad de escucha-repuesta en el seguimiento de Jesús, modo concreto de responder y orientar la vocación a la trascendencia.
San Agustín es uno de tantos hombres que han seguido a Jesús con radicalidad; se actualiza en las culturas de todos los tiempos y de modo especial en la nuestra; en él encontramos un modelo, un camino, una manera concreta de encontrarnos y escuchar la voz de Jesús que resuena en nuestro interior. Muchas personas han seguido su modelo y han llegado a la Santidad. (Santa Teresa De Ávila, San Fulgencio de Ruspe, La Sierva de Dios Madre Albertina Prudencia Ramírez etc.)
La interioridad Agustiniana le permitirá al hombre que está estancado en la inmanencia de las cosas, descubrir una realidad que sobrepasa todo cuanto pueda comprender y poseer. Esta herramienta propia del itinerario agustiniano le permitirá descubrir "la verdad, que habita en su interior." (Comentario al Evangelio de Juan 18,10).
Propongo este modelo de interioridad en el seguimiento de Jesús, como itinerario de los Oblatos del Monasterio Albertiniano Inmaculada Concepción de María, para que vivan el seguimiento de Jesús, de una manera concreta, puesto que el seguimiento de Jesús es un acontecimiento real, que penetra toda la existencia humana. Sólo a través del seguimiento de Jesús puede existir una nueva humanidad.
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Autor:
Exequiel
[1] Entre los diversos ataques que la iglesia ha recibido por parte de los imperios, personajes ideologías y otros detractores en las diferentes etapas de la historia, tenemos al imperio romano en los primeros siglos del cristianismo, la revolución francesa a finales del siglo XVlll; personajes como Adolf Hitler, Napoleón Bonaparte; ideologías como el nazismo, y el comunismo; detractores como el liberalismo y el materialismo ateo, que lleva al relativismo, consumismo, secularismo etc. Esto para dar un ejemplo, pero en la realidad son muchos más los obstáculos que la iglesia ha enfrentado a lo largo de historia.
[2] Cfr. CHESTERTON, G., San Francisco de Asís, Asociacion de libros libre, Costa Rica 1989, p. 44.
[3] Cf. BRAVO, A., seguir a Cristo. De la vocación a las vocaciones, Sígueme Salamanca 2009,p 30.
[4] Cf. MALAVIA, M., El torno del convento se habre al mundo. En, http://www.fundacionhumanitate.org/Declausura_en_Vida_Nueva.pdf
[5] Fr. Carlos A. Espinoza Iba Cache, O. de M. mercedario. En, http://www.ocd.pcn.net/doc/chile_conf3_es.htm
[6] GONSALES, L., Ideas y creencias del hombre actual, Sal Terrae. 1991, p.120.
[7] Cf. VISCAINO, P., Caer hacia lo alto. San Agustín y la Orden de San Agustín, Escuela nueva S.A.C, Perú 2005, p. 115.
[8] Cf. Ibíd. GONZALES, L; pp. 43-46.
[9] Ibíd. GONSALES, L., 74.
[10] Cf. Diego F. Ortiz Parra., Martín Buber Y El Reconocimiento De La Alteridad. BuenasTareas.com. Recuperado 08, 2012, de http://www.buenastareas.com/ensayos/Mart%C3%ADn-Buber-y-El-Reconocimiento-De/4913013.html
[11] Confort, “hago referencia al placer del lujo, al hedonismo que va aparejado al materialismo del dinero.
[12] Ibíd. GONSALES, L., p. 77.
[13] PAGOLA, J., ensayo sobre silencio y escucha frente a la cultura del ruido y la superficialidad. en http://mercaba.org/FICHAS/Vida_consagrada/silencio_y_escucha_frente_a_la.htm
[14] Al referirme a que el papa Benedicto es dueño de su tiempo, pretendo hacer énfasis en la capacidad que él tiene para, vivir cada instante de su vida de manera plena, aun con los grandes problemas que en la actualidad aquejan al hombre.
[15] Mantenerse fiel a sus convicciones, aquí nos referimos a su lucha contra las ideologías de su tiempo, particularmente, contra el Nazismo. También la permanencia dentro de la Iglesia católica y su opción por el sacerdocio desde temprana edad, aun cuando fue llevado forzadamente a cumplir con el servicio militar.
[16] Cf. MOYNIHAN, R., La visión espiritual del Papa Benedicto XVI. Que brille la luz de Dios, Vintage español, Nueva York 2005. 6-11
[17] Cf. Ibid, MOYNIHAN, R., 145, 146.
[18] decimos que Su actitud profética se puede expresar con gran claridad en la reforma a la reforma litúrgica, ya que es en la liturgia donde él ve que los signos y símbolos que remiten a lo sagrado, a lo trascendente, están desapareciendo. Ante esta situación el papa se adelanta a lo que pueda suceder si se pierden los referentes trascendentes y, retoma la liturgia como el punto de partida para devolverle al hombre su centralidad en Cristo. Cfr. MADRIGAL, S., El pensamiento de Benedicto XVI, Teólogo y Papa, San Pablo, España 2009. PP, 297-304
[19] Ibid. MOYNIHAN, R., p 64
[20] Estos teologumenos han sido asumidos en las constituciones de los Monjes Contemplativos Albertinianos.
[21] Benedicto XVI, Orar, Planta S.A Barcelona España 2008. p17.
[22] Ibid. J, RATZINGER., p16
[23] Cf. Ibid. J, RATZINGER., p. 221.
[24] Cf. Ibid. MOYNIHAN, R., p. 88.
[25] Cf. VALDIVIA, J., Conferencia sobre la Interioridad Agustiniana, Camino para ser persona en Dios. Archivo Monasterio Albertiniano Inmaculada Concepción de María, Estelí, Nicaragua 2013.
[26] Cf. Ibíd. MOYNIHAN, R., 18,129.
[27] Cf. RATZINGER J., homilía de la misa "pro eligendo pontifice"
[28] Cfr. MONGES CONTENPLATIVOS ALBERTINIANOS., Novena a la devoción de María Rosa Mística, Monasterio Inmaculada Concepción de María, Estelí, Nicaragua. 20011.
[29] Cf. BENEDICTO XVI., Pensamientos Espirituales, San Pablo Bogotá-Colombia 2007. p 12.
[30] Cf. Ibíd. MOYNIHAN, R., pp, 154-156.
[31] Cf. Ibid. BRAVO, A., p, 26.
[32] Cf. Benedicto XVI., Homilía, para la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia 2005.
[33] BENEDICTO XVI; Mensaje para la jornada mundial de oración por las vocaciones, 21 DE ABRIL DE 2013. http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi.
[34] Cf. VARIOS., Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra 1999. 135,136.
[35] Cf. García- L- Fernando., Ensayo sobre “El sustrato existencial de una teoría antropológica.http://www.personalismo.org/recursos/articulos/garcia-cano-lizcano-fernando-el-sustrato-existencial-de-una-teoria-antropologica/
[36] Cf. Valdivia, P., El seguimiento de Jesús como antropología. “Hacia una lectura crítica de los excluido y oprimidos”. Antropos ltda, Bogotá Colombia 2003, pp. 54-55.
[37] Al referirme a la importancia que tiene el conocer el seguimiento del Jesús histórico, no pretendo reducir la explicación de su llamado a meros estudios históricos, sino más bien a encontrar el verdadero sentido de su llamado, ya que ÉL en calidad de hombre nuevo, hace saltar nuevos parámetros que rompen con los esquemas propios de su tiempo y de su cultura.
[38] Cf. HENGEL, M., Seguimiento y carisma. La radicalidad del seguimiento de la llamada de Jesús. Sal Terrae Santander 1981, 20-30.
[39] Cf. Ibíd.HENGEL, M., 68,76
[40] Cf. Ibíd.HENGEL, M., 76
[41] Cf. Ibíd. VALDIVIA, J., 169
[42] Cf. Ibid, HENGEL, M., 80,82
[43] Cf Ibid, HENGEL, M.,110
[44] Cf. Ibid. VALDIVIA, J., p, 74
[45] Cf. Ibid.
[46] Cf. Ibid., p, 75.
[47] Cf. Ibid., p, 183.
[48] Cf. Ibid. 181
[49] Cf. Ibid, HENGEL, M., 80
[50] Cf. Ibíd. VALDIVIA, J., 172
[51] Cf. Ibíd. 179
[52] Cf. Ibíd. p, 190
[53] PAGOLA JOSÉ., Jesús de Nazaret. Editorial Diocesana , san Sebastián, 1987, p. 81
[54] Cf. Ibíd. VALDIVIA, J., p, 193
[55] Cf. Ibíd.
[56] http://www.vicariadepastoral.org.mx/3_magisterio_pontificio/redemptoris/redemptoris_03.htm
[57] Ibid, PAGOLA, J., p. 83
[58] Ibid, PAGOLA, J., p. 84-102
[59] Ibid, VALDIVIA, J., p. 206
[60] Ibid., p 207.
[61] El binomio Fraternidad/sororidad, hace referencia a la relación profunda que establece Jesús no solo con el hombre sino también con la mujer. Para Jesús tanto el Hombre como la mujer son hijos de Dios lo que le permite tratar a ambos con el mismo respeto Y, así construye una perfecta relación comunitaria.
[62] Cfr. Ibid. VALDIVIA, J., 205
[63] Cfr. Ibid, VALDIVIA, J., 205.
[64] Cfr. Ibid, FERNÁNDEZ, B., 284
[65] Cfr. FERNÁNDEZ, B., El Cristo del seguimiento, Publicaciones Claretianas. Madrid 1998. 260.
[66] Cfr. Ibíd. FERNÁNDEZ, B., P. 263.
[67] Cfr. Ibíd. FERNÁNDEZ, B., P. 259.
[68] Cf. Ibíd. FERNÁNDEZ, B., p, 301.
[69] Al referirnos a los mínimos antropológicos que se desprenden del seguimiento de Jesús y que el hombre está llamado a descubrir, estamos hablando de las estructuras que el ser humano está compuesto desde el momento de su creación, y que, por el pecado las desconoce.
[70] Cfr. Ibid. VALDIVIA., 223
[71] Cfr. Ibid. VALDIVIA., pp. 223-235
[72] Cfr. Ibid. VALDIVIA., pp.
[73] Cfr. Ibid. VALDIVIA., pp. 236-242.
[74] Proexistencia es la capacidad de darse al otro. Esto se entiende en Jesús, partiendo del misterio pascual: Pación, Muerte y Resurrección. Entrega que realizo para la salvación de los hombres.
[75] Cf. Ibid., p. 258-263.
[76] Ibid MEZA, J., P 146.
[77] Cfr. MEZA, J., La antropología de Raimon Panikkar y su contribución a la antropología teológica cristiana. Bogotá – Colombia 2009. P 133.
[78] Ibid. VALDIVIA, p. 299.
[79] BENEDICTO XVI., Homilía sobre la asunción de la Virgen María. http://www.zenit.org/es/articles/benedicto-xvi-maria-estrella-que-nos-guia-hacia-su-hijo-jesus
[80] Cfr. Ibid. BENEDICTO XVI., Homilía sobre la asunción de la Virgen María.
[81] Cfr. Ibid. BENEDICTO XVI., Homilía sobre la Asunción de María.
[82] Cfr. NIGG, W., El Secreto de los Monjes. Dinnor San Sebastián. P. 147
[83] Cf. INGENIERO, J., El hombre mediocre. Losada Buenos Aires 1961. P. 7
[84] Cf. Ibíd. NIGG, W., p p. 148-149.
[85] Cf. CÁMPELO, M., Agustín de Tagaste, un hombre en camino, Estudio Agustiniano, Valladolid, 1983, p.9.
[86] Cf. Ibid. NIGG, W., p. 149.
[87] Cf. OROZ, J. GALINDO, J., El pensamiento de San Agustín para el hombre de Hoy. La filosofía Agustiniana. GUADA litografía S.L Valencia -España 1998. P. 93.
[88] Cf. Ibíd. OROZ, j. Galindo, j., P 94.
[89] Cf. Ibíd. OROZ, j. Galindo, j.
[90] Cf. Ibid. NIGG, W., p. 149
[91] Cf. Ibíd. OROZ, j. GALINDO, J.
[92] Cf. Ibid. NIGG, W., p. 149
[93] Cf. Ibid. OROZ, j. Galindo, j. p 96
[94] Cf. Ibid., p 100
[95] Cf. Ibid. OROZ, j. Galindo, j. Pp. 72-75.
[96] Monasterio Albertiniano., Regla y constituciones , archivo del Monasterio Albertiniano Inmaculada Concepción de Maria, 2007
[97] Monasterio Albertiniano., Estatutos, archivo del Monasterio Albertiniano Inmaculada Concepción de Maria, 2007
[98] Los oblatos en toda su historia han sufrido los vaivenes de los monasterios, siempre han estado de cerca y han contribuido al crecimiento espiritual y social.
[99] La oblación en la Sagrada escritura es la entrega que la persona hace a Dios. Particularmente en el libro del génesis, podemos darnos cuenta de esa donación, cuando se le ofrece un sacrificio, o un regalo simbolizando su propia donación; entre ellos tenemos la ofrenda de Abel. La entrega de Abraham y la ofrenda de su único hijo en sacrificio. Y en el nuevo testamento principalmente en los evangelios, nos encontramos con la plenitud de toda oblación, El mismo Dios que se hace Hombre, se ofrece en sacrificio por nuestro bien, en Él encontramos el verdadero sentido de entrega, en Él encontramos el modelo del oblato.
[100] El verdadero sentido de sacrificio son las virtudes teologales Fe Esperanza y Caridad, desde estas virtudes teologales Es que El hombre en la biblia establece una relación sincera con Dios dándose a sí mismo y ofreciéndole sacrificios y ofrendas.
[101] “El amor y la verdad busca el ocio santo; la necesidad de la caridad acepta el negocio justo si nadie nos impone esta tarea debemos dedicarnos a la búsqueda y contemplación de la verdad pero si se nos impone debemos aceptarla por necesidad de la caridad. Pero ni siquiera en este caso debemos abandonar el deleite de la verdad, no sea que privado de su deleite, nos oprima la necesidad.” (De Op. Monach.29, 37).
[102] Crucificar el yo egoísta es parte del camino acético tanto del monje como del oblato. Cuando entramos a formar parte de la vida monástica, venimos arrastrando nuestro modo de ser egoísta con sus expresiones ecológicas y egolátricas de tal manera que sin una ruptura con ese modo de ser sería imposible el seguimiento de Jesús en la vida del monje o el Oblato. Entendiendo ruptura como el proceso de conversión. Cfr. Constituciones de los monjes contemplativos Albertinianos. P, 60.
[103] En la oración del huerto, Jesús, verdadero hombre, exclama: “Padre si es posible aparta de mi este Cáliz sin que yo lo beba”; sin embargo, Jesús trasciende su humanidad y la pone en las manos de su Padre: “pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”. Así el Monje y el oblato, que asume el camino de Jesús, es habilitado por la gracia para colocar su libertad en las manos del Padre y amar como Jesús amo, creer como Jesús creyó y esperar como Jesús esperó. Con
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