- ¿ADHD o TDAH?
- Definición del Desorden Deficitario de la Atención
- ¿Qué causa el TDAH?
- ¿Cuáles son las indicaciones del TDAH?
- Falta de Atención
- Hiperactividad
- Impulsividad
- Evaluación
- Tratamiento
- Intervención psicopedagógica
- Consideraciones adicionales: La autoestima
- En resumen
- Bibliografía
En cuanto al TDAH, la actividad excesiva queda medida por el criterio y la tolerancia de quien la califique, especialmente si la persona es una maestra en cargo de un número excesivo de alumnos o de una madre deprimida y desolada. FEFL en: (ADHD) (TDAH): Un proyecto para el nuevo milenio en researchgate.net
El propósito de esta publicación es el de servir de orientación para asistir a padres y educadores a reconocer el Trastorno por el Déficit de la Atención (TDA), explorar lo que se debe indagar, y saber cómo proceder. Aunque se cree que los adultos también pueden sufrir TDA, en este espacio nos concentraremos en el desorden y su relación a los niños y personas jóvenes.
Personas famosas que de niños sufrieron de TDAH
¿ADHD o TDAH?
Debido a su amplia aceptación americanizada el término ADHD goza de mucho reconocimiento y popularidad para designar ambos trastornos.
¿Qué es ADHD?
Son las siglas en inglés por Attention Deficit Hyperactivity Disorder. En este artículo usaremos la adaptación hispánica de TDAH por Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
¿Es algo nuevo el TDAH?
A través de los últimos 100 años se han encontrado en los libros médicos referencias a varios síntomas de tipo TDAH.
De todos los desórdenes de la niñez, este síndrome es uno de los más estudiados y más debatidos. Los expertos científicos han comprendido durante mucho tiempo que el TDAH es una incapacidad que — aun siendo imprecisa — puede causar serios problemas para quienes se dicen padecerlo.
A través de todos estos años de investigación, los niños con TDAH no han cambiado. Las características del TDAH que eran evidentes hacen más de sesenta años, son iguales a aquéllas que son indiscutibles hoy. Lo que ha evolucionado, es nuestra comprensión del TDAH. El conocimiento que hemos obtenido a través de la investigación ha dado lugar a un cambio en la designación del desorden y la manera en la cual lo consideramos.
¿Algún candidato para sufrir de TDAH?
Parte 1:
Definición del Desorden Deficitario de la Atención
El TDAH se conoce oficialmente como Desorden Deficitario de la Atención/Hiperactividad.
TDAH ahora se divide en tres subtipos, de acuerdo a las principales características asociadas con el mismo: falta de atención, impulsividad, e hiperactividad. Las tres subdivisiones taxonómicas son:
TDAH de Tipo Predominantemente Combinado,
TDAH de Tipo Predominantemente Inatento, y
TDAH de Tipo Predominantemente Hiperactivo-Impulsivo.
Estos subtipos toman en cuenta el hecho de que a muchos niños con TDAH no les cuesta mucho sentarse tranquilos ni mostrar conducta de inhibición, pero pueden ser predominantemente inatentos y, como resultado, tienen mucha dificultad al mantenerse enfocados en una tarea o actividad. Otras personas con TDAH pueden prestar atención a una labor pero pierden el enfoque porque pueden ser predominantemente hiperactivos-impulsivos y, por lo tanto, pueden experimentar dificultad en controlar sus impulsos y movimientos.
El subtipo más prevalente es el Tipo Combinado. Estos niños tendrán significantes síntomas de las tres características.
Otras características diagnósticas fundamentales del TDAH incluyen:
Los síntomas de falta de atención, hiperactividad, o impulsividad deben persistir durante por lo menos seis meses y ser mal adaptativos;
Algunos de los síntomas que causan impedimentos deben estar presentes antes de los 7 años de edad;
Se encuentra presente algún estorbo de los síntomas en uno o más ambientes (por ejemplo, en la escuela, y en el hogar);
Hay evidencia de la presencia de dificultad clínicamente significante en el funcionamiento social, académico, o personal;
Los síntomas no ocurren exclusivamente durante el curso del trastorno generalizado del desarrollo no especificado, esquizofrenia, u otro desorden psicótico y no se puede explicar mejor mediante otro desorden mental.
¿Qué causa el TDAH?
TDAH es una discapacidad del desarrollo con base neurobiológica, la cual se estima afecta de 3 a 5 (muchos proponen que es cerca del 11) por ciento de todos los niños de edad escolar en los Estados Unidos.
Nadie conoce exactamente la causa del TDAH. La evidencia científica sugiere que en muchos casos el trastorno es transmitido genéticamente y es resultado de un desequilibrio o deficiencia en ciertos neurotransmisores o substancias químicas que ayudan al cerebro a regular la conducta.
Otros, como Larocca, implican como causación trastornos de las funciones del Sistema de Activación Reticular (SAR). (Ver más: https://www.academia.edu/6441496/ADHD_TDAH_Un_proyecto_para_el_nuevo_milenio).
Aunque la causa exacta del TDAH se aún desconoce, sabemos que el TDAH es un problema físico con base neurológica. Ni los padres ni lo maestros causan el TDAH directamente; sin embargo, hay muchas cosas que ambos pueden hacer para asistir al niño a manejar sus dificultades relacionadas al TDAH. Antes de estudiar lo que se necesita hacer, debemos considerar lo que es el TDAH y cómo se puede diagnosticar.
¿Cuáles son las indicaciones del TDAH?
Los profesionales que diagnostican el TDAH utilizan los criterios de diagnósticos establecidos por la American Psychiatric Association en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Las conductas que aparecen en el DSM-IV y las otras características de criterios mencionados en esta cuadrícula, constituyen las señales del TDAH que todos acatan.
Tal como se puede ver, las características principalmente asociadas con la discapacidad incluyen la falta de atención, hiperactividad, e impulsividad. La discusión siguiente describe cada una de estas características y define los pormenores.
Falta de Atención
Generalmente se describe a un niño con TDAH de ser corto de atención y de distraerse fácilmente. En la realidad, la distracción y falta de atención no son sinónimas. La distracción se refiere a una falta de enfoque y lo fácilmente con que algunos niños se distraen de cualquier tarea.
Falta de atención: Normal en un aula atiborrada de alumnos
La atención, por otra parte, es un proceso que comprende diferentes elementos.
Cuando nos referimos a alguien como una persona que se distrae fácilmente, queremos decir que una parte del proceso de la atención de aquella persona ha sido desorganizada.
Un observador cuidadoso puede no perder de vista a un niño y ver dónde se interrumpe el proceso de la atención sostenida.
Los síntomas de la falta de atención, incluyen:
(a) a menudo no presta cuidado a los detalles o comete errores impensados en el trabajo escolar u otras actividades;
(b) a menudo tiene dificultad en sostener la concentración en las tareas u ocupaciones de juego;
(c) a menudo no aparenta escuchar cuando se le habla directamente;
(d) a menudo no sigue las instrucciones y no completa la labor escolar, quehaceres, o deberes en el lugar donde vive;
(e) a menudo tiene dificultad al organizar sus tareas y obligaciones;
(f) a menudo esquiva, le disgusta, o es reacio a participar en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como son los trabajos escolares);
(g) a menudo pierde las cosas necesarias para las actividades asignadas (por ejemplo, cuadernos de notas, apuntes escolares, lápices, libros, o pertrechos);
(h) a menudo se distrae fácilmente por estímulos triviales;
(i) a menudo se confunde fácilmente en las actividades diarias.
Hiperactividad
Hiperactividad
La señal más perceptible del TDAH es la actividad excesiva. El infante o niño pre-escolar hiperactivo se describe de "siempre está en movimiento" o "movido por motor eléctrico." Con la edad, el nivel de actividad puede disminuir. Al madurar como adolescente o adulto, la actividad excesiva puede aparentar y confundirse con una conducta rebelde, impaciente o excitable.
Los síntomas de la hiperactividad, son los siguientes:
(a) a menudo mueve las manos o los pies o se contorsiona en suelo o en el asiento del pupitre;
(b) a menudo deja su butaca dentro del salón de clases o en otras situaciones en las cuales se espera que se mantenga en su lugar;
(c) a menudo corre o se sube a los árboles u otras situaciones peligrosas, poniéndose en circunstancias de aprieto las cuales es incapaz de solventar;
(d) a menudo tiene dificultad en disfrutar o participar en actividades de juego apaciblemente;
(e) a menudo está "en movimiento desorganizado incesante" o con frecuencia se comporta como si fuera "movido por fuerzas incontrolables;"
(f) a menudo chacharea incesantemente.
Impulsividad
Impulsividad
Cuando consideramos la impulsividad, lo primero que nos viene a la mente es la descarga irreflexiva, es decir, el actuar sin pensar. En el niño con TDAH la impulsividad es un poco diferente. Estos niños actúan antes de reflexionar, porque tienen dificultad en esperar o con posponer la gratificación inmediata. La impulsividad conduce a estos niños a hablar fuera de turno, a interrumpir a los demás, y a participar en lo que aparenta ser una conducta comprometida. El niño puede atravesar la calle sin mirar, tocar alambres eléctricos de alto voltaje o subirse a un árbol muy alto, arriesgando su vida.
Precisamente es a lo que Larocca aduce en su entendimiento de que estos comportamientos son resultados de disfunciones del SAR.
Los síntomas de la impulsividad son:
(g) a menudo deja escapar las respuestas antes de que las preguntas hayan sido completadas;
(h) a menudo tiene dificultad en esperar su turno;
(i) a menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros (por ejemplo, obstaculiza las conversaciones o juegos de los demás).
Es importante notar que, actualmente, la hiperactividad e impulsividad ya no son consideradas como características apartes.
Además de problemas con la falta de atención o hiperactividad e impulsividad, el desorden comúnmente se acompaña por otras características asociadas. Dependiendo de la edad del niño y el nivel de desarrollo, los padres y maestros pueden notar una baja tolerancia ante las frustraciones, estallidos de indignación, una actitud dominante, dificultad en seguir las reglas, desorganización, rechazo general, bajo nivel de autoestima, poco desarrollo social, pobre rendimiento académico, y auto-aplicación inadecuada.
Síndrome de Tourette
Nos preguntamos
¿No es cierto que todos los niños exhiban estas señales de vez en cuando?
Todos los niños son desatentos e impulsivos y exhiben altos niveles de energía de vez en cuando. En el caso de TDAH, esta conducta es evidente casi todo el tiempo. Cuando el niño exhibe los comportamientos descritos más arriba, típicos del TDAH, aún si lo hace en forma consistente, no debe concluirse erróneamente que el niño sufre de este desorden. Hasta que no se complete una evaluación apropiada, sólo puede suponerse que el niño puede padecer TDAH.
Parte 2:
Evaluación
¿Cómo se determina si un niño tiene TDAH?
Desafortunadamente no existe ningún examen simple como, por ejemplo una prueba de sangre u orina para establecer si el niño tiene este problema. Es bastante complicado diagnosticar el TDAH. Se puede comparar a un rompecabezas. Para llegar a un diagnóstico preciso se requiere una evaluación conducida por un profesional competente docto sobre TDAH y todos los otros desórdenes que pueden tener síntomas similares a aquéllos del TDAH.
El diagnóstico de TDAH se hace en base a síntomas que han sido observados en situaciones múltiples. Esto significa que la persona que hace la evaluación deberá usar fuentes variadas para recopilar la información necesaria.
Pruebas psicológicas
El diagnóstico adecuado de TDAH incluye los siguientes elementos:
1. Un historial médico y familiar completo
2. Un examen físico y neurológico
3. Entrevistas con los padres, el niño, y el maestro del niño
4. Cuestionarios para medir la conducta, completados por los padres y docentes
5. Observación directa del niño
6. Una variedad de pruebas psicológicas para medir la inteligencia y ajuste socio-emocional, y para establecer la presencia de discapacidades específicas del aprendizaje. Existen hallazgos en el WISC-R (Escala Wechsler de Inteligencia para Niños) que se consideran diagnósticos de esta condición.
Debemos reiterar que el proceso de evaluación es eminentemente un ejercicio subjetivo de orden mayor, por lo que está sujeto a errores que, con frecuencia, resultan en sobre-inclusión de casos.
Tras completar el examen, el experto en hacer el diagnóstico hará una de las tres determinaciones siguientes:
1. el niño tiene TDAH (lo que ocurre en la mayoría de los casos, por la tendencia a detectar estos niños bajo presión de los maestros);
2. el niño no tiene TDAH aunque sus dificultades son el resultado de otro desorden u otros factores (lo que casi nunca sucede); o
3. el niño tiene TDAH y (además) otro desorden (una condición coexistente).
Claramente, el diagnóstico de acuerdo DSM consiste en leer y chequear un inventario de síntomas llamados "criterios diagnósticos" corroborados con una lista de comprobación.
Así se hace el diagnóstico
Parte 3:
Tratamiento
No existe cura ni tratamiento específico para el TDAH. Sin embargo, los síntomas pueden ser controlados a través de una combinación de esfuerzos, los cuales deben ser diseñados para asistir al niño en cuanto a conducta, educación, psicología, y en muchos casos, farmacológicamente.
Este sistema, conocido como enfoque multimodal, consiste de cuatro partes básicas: educación acerca y conocimiento de TDAH, manejo de conducta, intervenciones educativas apropiadas, y (con frecuencia excesiva) el uso de medicinas. En todos los casos, se recomienda soporte familiar.
Medicamentos
Para muchos niños con TDAH los fármacos han sido eficaces. Sin embargo, muchos expertos están de acuerdo que los medicamentos no deben ser la única forma de tratamiento, como tantos erróneamente proponen.
Los estimulantes son los medicamentos más recetados para el tratamiento de TDAH. Se cree que las siguientes drogas — Ritalina (la más común), Dexedrina, y Cylert — estimulan la acción de los neurotransmisores del cerebro, lo cual permite que este órgano regule mejor la atención, impulsos, y conducta motora. En general, los medicamentos estimulantes de acción corta (por ejemplo, Ritalina y Dexedrina) producen efectos limitados y de breve duración.
Los medicamentos antidepresivos, como los del orden de los tricíclicos se utilizan para los niños que no pueden tolerar drogas estimulantes.
Finalmente, el uso de estas sustancias es una decisión muy personal, la cual debe ser tomada tras la completa evaluación del niño y luego de mucha consideración entre los padres y médico.
Para que te comportes bien
De interés para nuestros lectores es el hecho de que el tratamiento farmacológico de TDAH aumenta el riesgo de la obesidad durante el desarrollo de los niños. (Ver más:
http://www.medicalnewstoday.com/articles/274146.php?tw)
Intervención psicopedagógica
Es la intervención más exitosa, la más apropiada y la que ha demostrado los mejores chances de ser exitosa.
Muchos niños con TDAH experimentan dificultades graves en la escuela, donde una mayor atención y control de impulsos y habilidades motoras son requisitos para el éxito. Aunque TDAH no interfiere con la facilidad de aprender, sí interfiere con el rendimiento académico.
Los procedimientos psicopedagógicos centran sus esfuerzos en remediar las dificultades del niño en el ámbito escolar.
Mientras más pronto comiencen las intervenciones psicopedagógicas, mejor. Estas deben ser iniciadas de inmediato cuando los problemas de rendimiento académico se hacen evidentes y no se deben retrasar simplemente porque al niño le va bien en las pruebas estandarizadas de adelanto académico.
Consideraciones adicionales: La autoestima
¿Cómo puede ayudarse al niño a mejorar su autoestima?
La mayoría de los niños con TDAH que no han sido diagnosticados ni han recibido ningún tratamiento sufren de baja autoestima. Muchos exhiben señales de depresión. Estos sentimientos nacen del sentido de fracaso personal. Un diagnóstico y tratamiento temprano ayudan a coartar el desarrollo de una baja autoestima.
Para que el niño desarrolle un buen sentido de autoestima, se le debe auxiliar en reconocer y desplegar sus potencialidades personales.
¿Génesis de TDAH?
En resumen
Con esta ponencia esperamos haber asistido a tantos padres de familia y educadores que desean conocimientos específicos acerca de esta cuestión, aunque esta categoría diagnóstica, en mi opinión, será sujeta en un futuro cercano a una revisión crítica que puede, sino descartarla totalmente, por lo menos perfeccionarla.
En cuanto al uso de medicinas psicotrópicas en una población tan vulnerable como es la infantil. Permanece asunto de la mayor controversia, y, uno el que una gran mayoría de expertos cuestionan, por su incierta validez.
Éticamente, puede añadirse que un niño que recibe medicaciones sufre en su autoestima por creerse diferente a los demás y sentirse defectuoso.
Fin de la lección.
Detalle Kinders piele por Pieter Brueghel El Viejo
Bibliografía
Larocca, FEF: (ADHD) (TDAH): Un proyecto para el nuevo milenio en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Diagnóstico diferencial en el síndrome de Tourette en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Detalle del Carro de heno por Hieronymus Bosch
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca