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Geografía de México

Enviado por MARIA ELENA DURAN


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Introducción a la geografía
  3. Geografía de México
  4. Morfología del territorio nacional
  5. El agua en México
  6. Climas y regiones naturales de México
  7. La población de México
  8. Las actividades económicas de México
  9. Conclusión
  10. Bibliografía

Introducción

Las Ciencias Sociales son de enorme importancia en el contexto actual, el valor de las mismas es amplísimo, y su utilidad más que para responder a cuestionamientos técnicos, responde a inquietudes que engloban al ser humano en el centro de la sociedad como la médula de la cual él es. Las Ciencias Sociales han contribuido al desarrollo de la humanidad como la conocemos hoy, y gracias a estas hoy podemos conocer y entender el medio en el cual vivimos y entender la sociedad en la que estamos y avanzamos.

De entre éstas la Geografía, constituye un pilar fundamental para gracias a ella conocer el medio en el cual el ser humano, creador y centro de la sociedad se desenvuelve. Comprender la Geografía es vital para ser partícipes de ella, puesto que engloba un sinnúmero de aspectos que involucran en su totalidad al ser humano.

Esta ciencia está definida como aquella que estudia y analiza las continuas y recíprocas relaciones entre el ser humano y el planeta, es decir no simplemente abarca el estudio del medio físico, sino que analiza también la unión entre los seres humanos y ese medio físico en el cual se desarrollan. Comprender la Geografía no solo abarca estudiar el relieve físico, sino también a todas esas manifestaciones humanas, propias de cada sociedad, y que la convierten en única.

Geografía es una ciencia de gran valor en el desarrollo de la humanidad, el ser humano en su búsqueda de responder a dudas y cuestionamientos fue perfilando a ciencias que contribuyeron al progreso y desarrollo de los pueblos, de ellas la Geografía le enseñó a conocer su lugar de vida.

Saber de la Geografía es preciso para así sentirnos identificados con nuestra Patria; con lo que es y posee. Nuestro suelo, que es herencia de nuestros antepasados y aborígenes, nuestras costumbres y tradiciones, nuestro patrimonio cultural y natural, nuestra población, nuestros problemas sociales, económicos y políticos, todos estos son realidades que se nos presentan y ante las cuales no podemos ser indiferentes, eso nos enseña la Geografía, esa importancia de ver, conocer y entender nuestro país, continente y planeta.

Así esta importante ciencia; ayuda en gran medida a que seamos conocedores de todo el medio en el cual nos desarrollamos, comprendamos su importancia para involucrarnos en todos sus aspectos, y así seamos participes directos de nuestra realidad social, económica, política, cultural, etc.

Introducción a la geografía

La geografía comienza desde el principio del hombre sobre la tierra, el hombre empieza a hacer geografía desde que tiene noción de la realidad que lo rodea, se interesa acerca de los fenómenos que afectan su vida tratan de explicarse los fenómenos de la lluvia, los movimientos del sol, la temperatura de los animales, las plantas el fluir de los ríos, el día y la noche; la geografía es una de las ciencias de mayor noción.

A los primeros geógrafos les interesaba explorar los territorios y describir los rasgos que observan en los diferentes lugares, los geógrafos de la antigüedad realizaron largos viajes y anotaban sus observaciones sobre las tierras desconocidas, uno de los primeros, Homero (siglo VII a. de C.) es considerado como uno de los fundadores de la Geografía. De sus escritos La Ilíada y la Odisea es posible deducir los conocimientos geográficos de la época. Si bien es cierto que resulta difícil distinguir en los poemas homéricos la leyenda de la realidad, en ellos se citan narraciones de viajes marítimos y la ubicación de lugares en referencia a los cuatros vientos que representan los puntos cardinales: Boreas -norte-, Euros —este-, Noto -oeste- y Zephyrus -sur-.

A lo largo de la historia de esta disciplina destacan estudiosos que, con sus aportaciones, han establecido las bases del quehacer geográfico. Sus obras, siempre influidas por el momento histórico que vivieron, han contribuido a incrementar el campo de estudio de la Geografía, tan diverso y complejo, pero siempre ligado a nuestras actividades cotidianas.

La Geografía estudia la organización del espacio terrestre, entendido éste como el conjunto dinámico de relaciones entre el territorio y la sociedad que actúa en él. Por tanto, el espacio es para la Geografía actual una realidad relativa, dinámica y heterogénea que resulta de los procesos protagonizados por la estructura social, sin olvidar que esos procesos pueden estar condicionados, a su vez, por el propio espacio preexistente. Así pues, la Geografía se preocupa de la localización y de la distribución de los fenómenos espaciales, de la asociación y de la interacción entre ellos, y realiza análisis y síntesis de las diversas estructuras y organizaciones espaciales estudiando los procesos que los han ocasionado.

La aportación específica de la Geografía al proceso educativo consiste en enseñar a comprender la organización espacial y su pluralidad, a percibir y estudiar los problemas desde un punto de vista territorial y a relacionar el medio y la sociedad que lo conforma; ayuda a conocer la situación objetiva de los recursos naturales para utilizarlos con inteligencia y responsabilidad y, también, la Geografía proporciona ciertas habilidades y destrezas, de las que la más relevante es la capacidad para actuar en el espacio, pero sin desatender otras que constituyen lo que se ha dado en denominar competencia o conciencia.

El objeto de estudio de la Geografía es el espacio geográfico. Este espacio es el soporte y la base de las relaciones energéticas y de materia que se experimentan en la naturaleza, así como de la acción humana sobre el medio.

Para Ficheux, George Chabort y André Meyniher definen la Geografía como "La localización, la explicación y la comparación de los paisajes y de las actividades humanas en la superficie de la tierra" (ALVA). El objeto de estudio de la Geografía es el Fenómeno Geográfico, que viene a ser la acción del hombre y la naturaleza sobre el paisaje.

Emmanuel De Martone (1964:37), nos explica la conexión entre hecho y fenómeno geográfico, cuando dice que: "todo fenómeno geográfico se inicia con un hecho geográfico y al ocurrir el cambio se da el fenómeno que una vez registrado, pasa a ser nuevamente un hecho geográfico".

Por otro lado George Chabort citado por Alva, Walter dice que "La Geografía es la localización, la explicación y comparación de los paisajes y de las actividades humanas en la superficie de la Tierra". Siendo esta definición aprobada por el Seminario Internacional, que se llevó en Montreal, organizado por la UNESCO en 1950.

Geografía de México

México es una República Federal situada al sur de América del Norte, en su parte más angosta; limita al norte con Estados Unidos, al este con el golfo de México y el mar Caribe, al sureste con Belice y Guatemala, y al oeste y sur con el océano Pacífico.

Su nombre oficial es "Estados Unidos Mexicanos". La jurisdicción federal mexicana se extiende, además del territorio continental de la república, sobre numerosas islas cercanas a sus costas. La superficie total del país es de 1.964.382 km2, suma de la superficie continental e insular. La capital y ciudad más grande es la Ciudad de México.

La complejidad geográfica y geológica de México resulta en una gran diversidad de ecosistemas que forman el territorio mexicano, entre los que encontramos bosques, selvas, volcanes, grandes sistemas montañosos, costas y desiertos. La rugosa topografía que le caracteriza contribuye profundamente en la definición de las principales zonas geográficas. Tres grandes sistemas montañosos atraviesan el país, de norte a sur encontramos la Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental; como una continuación de la Sierra Madre de América Central, la Sierra Madre del Sur atraviesa el suroeste del país; estos tres sistemas están unidos por el llamado eje volcánico, el cual se conforma de una cadena de numerosos volcanes que presentan gran actividad e incluye algunas de las más grandes elevaciones en México como son, el Pico de Orizaba, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, famosos entre los amantes del alpinismo alrededor del mundo.

En el norte del país se encuentra la zona más árida y seca de todo México, en ella se localizan los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango y Sonora. Los desiertos y llanos que aquí encontramos presentan las temperaturas más altas (por arriba de 43ºC durante el día) y la menor cantidad de lluvia del país. En cuanto a la vegetación y fauna del lugar, esta corresponde a la de el desierto y el llano, siendo los armadillos, zorrillos, víboras, cactus, las especies más comunes y vistas en sus alrededores; sin embargo, animales más grandes como venados, gatos montañeses y lobos son difíciles de encontrar pues han sido desplazados a los lugares más alejados de la civilización.

En el noroeste, los estados de Baja California Sur y Baja California Norte, rodeados por las aguas del Pacífico y del Golfo del California, están siendo lentamente separados de la plataforma continental por la falla de San Andrés, una falla geológica que afecta también al estado norteamericano de California. En este Golfo, también conocido como el Mar de Cortés, la vida marina es tan diversa que una tercera parte de todas las especies mamíferas marinas del mundo se han identificado en sus aguas; además, la observación de ballenas y delfines es una solicitada actividad turística del lugar.

La costa este de México, delimitada por el Golfo de México, es una amplia planicie que comprende todos los estados costeros, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y la Península de Yucatán, la cual divide el Golfo del Mar Caribe.

En el centro histórico se encuentran el Estado de México y La Capital Mexicana, y los estados de Michoacán, Guerrero, Puebla, Morelos y parte de Nayarit. Todos ellos registran temperaturas frescas y agradables la mayor parte del año, y es que esta zona se caracteriza por estar rodeada del eje volcánico mexicano comprendido por volcanes y altos puntos montañosos, algunos de los cuales son llamados "nevados" pues se mantienen así desde Noviembre hasta Marzo. Con grandes centros turísticos y también numerosas playas aún vírgenes, la costa mexicana del Pacífico es un lugar ideal para los turistas, las famosas playas de Puerto Vallarta, Mazatlán, Ixtapa y Acapulco, están comprendidas en esta planicie costera mexicana. El clima es muy húmedo y caliente durante la mayor parte del año seguido de la época de huracanes -junio – septiembre-.

En el sureste del país, el estado de Chiapas es uno de los estados más ricos naturalmente, ya que se encuentra delimitado por una cadena montañosa conocida como la Sierra Madre de Chiapas y a la vez cuenta con una densa selva, la selva Lacandona. Esta selva es la más grande del país y alberga miles de variedades de plantas tropicales y animales como cacatúas, changos, pericos, jaguares y ocelotes entre otros.

Morfología del territorio nacional

Según la teoría de la tectónica de placas, la corteza terrestre está dividida en placas rígidas -llamadas placas tectónicas-, las cuales descansan sobre el manto de la capa interna de la Tierra, formada de material líquido en movimiento, lo cual provoca que, en ocasiones, en dichas placas se produzcan desplazamientos, choques fracturas o pliegues.

El territorio mexicano es afectado por cinco de estas placas: la de Norteamérica, la de cocos, la del Pacifico, la Caribeña y la de Rivera.

Los movimientos tectónicos, orogénicos y epirogénicos, son causantes de los sismos.

Sin embargo, existe otra causa que produce movimientos en la superficie de la tierra: La actividad volcánica.

4.1 Sismicidad

Los terremotos ocurridos en México los días 19 y 20 de septiembre de 1985 no fueron de origen volcánico, sino tectónico. Éstos tuvieron su epicentro -lugar donde se origina el sismo en la superficie-, en las costas del estado de Guerrero; sin embargo, una de las zonas más afectadas fue la Ciudad de México, localizada a cientos de kilómetros, lo cual ocurrió porque los movimientos telúricos se transmiten de un lugar a otro por medio de ondas sísmicas.

Las consecuencias de los sismos sobre la geografía y la economía de los pueblos son:

1. Desviación de las corrientes fluviales -ríos-.2. Aparición o desaparición de manantiales.3. Grietas en la superficie terrestre.4. Desgajamientos de montañas y deslizamientos de tierra.5. Agitación violenta de las aguas del mar.6. Destrucción de ciudades.7. Pérdida de vidas humanas.8. Zonas sísmicas

La zona sísmica. Se conoce con este nombre al lugar que está más expuesto a un sismo. Allí se han localizado los epicentros de numerosos sismos de graves consecuencias.

En México, se localiza al sur y suroeste de la República, abarca los estados de México, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, sur de Veracruz, Chiapas, Jalisco, Puebla y Distrito Federal.

La actividad volcánica puede ser altamente peligrosa para el hombre, pero también se debe mencionar que su fuerza y sus materiales han sido utilizados para beneficio de los pueblos.

En la República Mexicana existen volcanes considerados activos, porque en cualquier momento pueden reiniciar su actividad, algunos de ellos son: Pico de Orizaba o Citlaltépetl, Popocatépetl, Tacaná, Volcán de Fuego de Colima, San Martín Tuxtla, Chichón o Chichonal.

El agua en México

Nuestro país posee aproximadamente el 0.1% del total de agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina que un porcentaje importante del territorio esté catalogado como zona semidesértica. Esto implica, también, la necesidad de considerar al agua no sólo como un elemento vital, sino como un factor estratégico para el desarrollo global del país. 

En la clasificación mundial, México está considerado como un país con baja disponibilidad de agua. En todo el país llueve aproximadamente  mil 511 kilómetros cúbicos de agua cada año, lo que equivale a una piscina de un kilómetro de profundidad del tamaño de su capital, el Distrito Federal. El 72% -1084 km3- de esa agua de lluvia se evapora.

México es un país semiárido -56%-. El 67% de las lluvias mexicanas cae en los meses de junio a septiembre. En promedio, el país recibe unos 711 milímetros de lluvia cada año -1 mm de lluvia = 1 litro por m2-. No es mucho comparado con otros países. 

En el norte, México es muy ancho pero con poca lluvia -árida o semiárida-; en el sur es angosto, pero llueve más. El 50% de la superficie la tienen los estados norteños, y ahí llueve tan sólo 25% del total. En la parte angosta del país, que ocupa 27.5% del territorio, cae la mayor parte del agua de lluvia -49.6%-, esto es en los estados del sur-sureste -Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco-. Entre los estados más secos está Baja California: tan sólo llueve un promedio de 199 mm por año. En contraste está Tabasco, que recibe 2588 mm de agua cada año. En México llueve cada vez menos. De 1994 a la fecha ha llovido menos del promedio histórico anterior.

Mientras que en la frontera sur la disponibilidad promedio es mayor a 155 km 3, en la región del Río Bravo no llega a los15 km 3, y en Baja California es inferior a los 5 km 3.

La extensión territorial de México es de 1.964 millones de km2. Por su ubicación en el globo terráqueo así como por su accidentado relieve, existen una gran variedad de climas en México. Dos terceras partes del territorio nacional son áridas o semiáridas, con precipitaciones menores a 500 mm. El sureste del país, en contraste, es húmedo, con precipitaciones promedio mayores a 2,000 mm.

En México llueve una media de 1,489 km3 al año, de los cuales se evapotranspira el 73.1% regresando a la atmósfera, el 22.1% escurre por ríos y arroyos, y el 4.8% restante se infiltra al subsuelo de forma natural y recarga los acuíferos. Tomando en cuenta las exportaciones e importaciones de agua con países vecinos, así como la recarga incidental -consecuencia de la actividad humana, sin estructura específica para recarga artificial-, anualmente el país cuenta con 460 mil millones de metros cúbicos de agua dulce renovable. Dividiendo este valor entre la población se tiene el agua renovable per cápita. La precipitación normal en México es del orden de 760 mm al año, distribuidos de forma irregular en el territorio y en el tiempo. El 68% del total de la precipitación normal ocurre entre los meses junio y septiembre

México cuenta con una red hidrográfica de 633 mil kilómetros de longitud, donde destacan 50 ríos principales por los que fluye el 87% del escurrimiento superficial y cuyas cuencas cubren el 65% de la superficie nacional. El agua subterránea proporciona el 37% del volumen total concesionado para usos consuntivos. De los 653 acuíferos en que está subdividido el país, a diciembre de 2009 se tenían publicadas las disponibilidades de 282 acuíferos -403 a diciembre de 2010-. Se consideran sobreexplotados los acuíferos cuya extracción es mayor que su recarga total en un periodo determinado, en esta condición para el año 2009 se tenían 100 acuíferos, de los cuales se extrae el 53.6% para todos los usos.

A si mismo Dieciséis acuíferos en zonas costeras presentan fenómenos de intrusión marina y 32 se encuentran bajo el fenómeno de salinización de suelos y aguas subterráneas salobres.

La Ley de Aguas Nacionales establece que el uso o aprovechamiento de las aguas nacionales se realizará mediante concesión o asignación otorgada por el Ejecutivo a través de la Conagua por medio de los Organismos de Cuenca. De igual manera, para la descarga de aguas residuales a cuerpos de agua nacionales es preciso contar con permiso expedido por la Conagua. Los títulos de concesión y asignación y los permisos de descarga se inscriben en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA).

Conagua es un órgano administrativo, normativo, técnico, consultivo y desconcentrado de SEMARNAT con la misión de administrar y preservar las aguas nacionales y sus bienes inherentes para lograr su uso sustentable, con la corresponsabilidad de los tres niveles de gobierno y la sociedad en general.

Climas y regiones naturales de México

En México el clima está determinado por varios factores, entre los que se encuentran la altitud sobre el nivel del mar, la latitud geográfica, las diversas condiciones atmosféricas y la distribución existente de tierra y agua. Por lo anterior, el país cuenta con una gran diversidad de climas, los cuales de manera muy general pueden clasificarse, según su temperatura, en cálido y templado; y de acuerdo con la humedad existente en el medio, en: húmedo, subhúmedo y muy seco.

El clima seco se encuentra en la mayor parte del centro y norte del país, región que comprende el 28.3% del territorio nacional; se caracteriza por la circulación de los vientos, lo cual provoca escasa nubosidad y precipitaciones de 300 a 600 mm anuales, con temperaturas en promedio de 22° a 26° C en algunas regiones, y en otras de 18° a 22° C.

El clima muy seco registra temperaturas en promedio de 18° a 22° C, con casos extremos de más de 26°C; presentando precipitaciones anuales de 100 a 300 mm en promedio, se encuentra en el 20.8% del país.

En relación al clima cálido, éste se subdivide en cálido húmedo y cálido subhúmedo. El primero de ellos ocupa el 4.7% del territorio nacional y se caracteriza por tener una temperatura media anual entre 22° y 26°C y precipitaciones de 2,000 a 4,000 mm anuales. Por su parte, el clima cálido subhúmedo se encuentra en el 23% del país; en él se registran precipitaciones entre 1,000 y 2,000 mm anuales y temperaturas que oscilan de 22° y 26°, con regiones en donde superan los 26°C.

Finalmente, el clima templado se divide en húmedo y subhúmedo; en el primero de ellos se registran temperaturas entre 18° y 22°C y precipitaciones en promedio de 2,000 a 4,000 mm anuales; comprende el 2.7% del territorio nacional. Respecto al clima templado subhúmedo, se encuentra en el 20.5% del país, observa en su mayoria temperaturas entre 10° y 18° C y de 18° a 22°C, sin embargo en algunas regiones puede disminuir a menos de 10°C; registra precipitaciones de 600 a 1,000 mm en promedio durante el año.

 Se conoce como regiones naturales al conjunto formado por el clima, el relieve, el tipo de suelo, la flora, la fauna y la vida humana que se presentan en forma natural en una región determinada.

     En las regiones naturales donde el clima es adecuado para el florecimiento de la vida hay abundante población humana y las actividades económicas, como: agricultura, ganadería, comercio, recursos forestales, etc., se desarrollan; en las regiones donde el clima es inadecuado para la vida -es decir, donde existe frío o calor extremo- existe una disminuida población y las actividades económicas son poco desarrolladas.

Clasificación de regiones naturales:

Regiones tropicales: La zona tropical abarca cerca del 15% de la superficie del país, con una temperatura media anual superior a los 18°C. La selva tropical (Af) y el bosque tropical (Am), así como la sabana, son ejemplos de regiones tropicales. La selva tropical y el bosque tropical se localizan en los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche y Quintana Roo.

     Existen árboles que alcanzan hasta 50 m. La vegetación es exuberante principalmente en plantas hidrófilas -que almacenan mucha agua-. Debido a la abundancia de la vegetación y a las frecuentes lluvias, el suelo es fangoso.

     Existe una gran variedad de animales pequeños, como aves, animales trepadores -ardillas, monos, etc.- y reptiles -como serpientes e iguanas-, además de numerosos insectos (arañas, gusanos, hormigas, etcétera).

     También la sabana es una región tropical con lluvias en verano (Aw). Se extiende en casi toda la parte norte de la península de Yucatán, Veracruz y la región costera del Pacífico, desde Sinaloa hasta Chiapas.

Regiones templadas: las regiones de clima templado cubren aproximadamente 25% del territorio nacional; se caracteriza porque sus meses más calurosos tienen una temperatura mayor a los 18 °C, y aunque en invierno baja notablemente, por lo general se mantiene por encima de los 0 °C.

En la zona de clima templado destacan dos tipos de región, que son la pradera -clima templado con lluvias de verano- y los bosques mixtos y de coníferas -clima templado con lluvias todo el año-.

     Las praderas (Cw) se localizan principalmente en la región central del país, en la Mesa Central o de Anáhuac, que por ser la región más densamente poblada es una de las que más transformaciones han sufrido, pues muchos pastizales se han transformado en zonas agrícolas. Las formas de vida naturales también han cambiado, e incluso tienden a desaparecer, en algunos casos.

     En estado natural hay algunos reptiles y roedores, incluyendo conejos. La región es adecuada para el desarrollo de los diferentes tipos de cría de ganado de forma extensiva (donde los animales pastan libremente).

Regiones secas: el desierto -Bw- y estepa -BS- son regiones secas. Estas regiones abarcan casi el 60% del territorio nacional. Las precipitaciones en promedio se encuentran entre 200 y 600 mm al año, aunque existen regiones con niveles inferiores a los 100 mm, como el desierto de Altar, en Sonora, y la costa oriental de Baja California.

     Existen zonas donde la falta casi total de agua impide la aparición de cualquier tipo de vida, aunque en zonas donde la escasez no es tan marcada hay plantas xerófitas, como ixtle de lechugilla, jojoba, huizaches y candelilla.

     Entre los animales característicos de estas regiones podemos mencionar reptiles -víboras, iguanas, etc.-y roedores, insectos como las arañas y mamíferos pequeños como el coyote.

     Hasta la fecha el aprovechamiento de las plantas y el suelo de estas regiones han sido muy limitados. La falta de recursos económicos impide que el campo, hasta hoy improductivo principalmente por la falta de agua, se incorpore a las actividades económicas.

6.1 La biodiversidad de México y su importancia mundial

Se llama biodiversidad a todas las formas de vida animal y vegetal que existen en nuestro país y en nuestro planeta.

     La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente fue establecida por el gobierno federal con la intención de proteger la biodiversidad en nuestro país, haciendo énfasis en aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción.

     Las selvas tropicales cuentan con la mayor riqueza de formas de vida en el planeta. Así, por ejemplo, en una hectárea de terreno -10 000 m2- es posible encontrar hasta 900 especies de plantas y 200 de animales, mientras que en un solo árbol tropical pueden descubrirse hasta 40 especies diferentes de hormigas -más de las que encontraríamos en toda Inglaterra-.

     Las selvas, donde se concentran diferentes clases de vida, pues lo mismo se encuentra gran variedad de árboles y plantas que insectos, aves y mamíferos, presentan en nuestro país una grave explotación de sus riquezas.

     Gran parte de nuestro territorio llegó a estar cubierto por selvas tropicales. En la actualidad, este tipo de vegetación y vida sólo se limita a algunas pequeñas regiones, entre las que destacan la selva Lacandona y los Chimalapas, en el sureste mexicano.

     Al ir disminuyendo las regiones selváticas, principalmente por el crecimiento poblacional y la tala inmoderada -explotación irracional-, las formas de vida animal también han disminuido considerablemente, a tal grado que muchas especies se encuentran, en la actualidad, en peligro de extinción.

     Por otra parte, la caza, que durante muchos años se ha realizado sobre ciertas especies animales -para obtener su carne o su piel-, ha provocado reducción en sus poblaciones.

     La utilización de la piel de algunos animales -sobre todo en la industria del vestido- y las ideas equivocadas que han atribuido poderes curativos, vitamínicos o afrodisiacos a otros, son causantes de que cada vez aumenten nombres en la lista de animales en peligro de extinción.

     En México, los grupos de animales más amenazados con la extinción son los felinos, tales como el jaguar, el ocelote, el puma o el tigrillo; los monos, las guacamayas, algunas aves, los tucanes, las tortugas, los cocodrilos, las iguanas, los caimanes, así como algunas víboras, arañas y anfibios.

     En nuestro país el contrabando que se realiza con los animales y plantas es un problema grave. Pese a que se han emprendido campañas para su combate, esta actividad ilegal aún persiste.

     En México, existen más de 300 especies de plantas y animales en peligro de extinción. Entre ellas están el manatí, el águila real (la del Escudo Nacional), el águila arpía, el berrendo -animal rumiante parecido al ciervo-, el mono araña, el quetzal, todas las guacamayas, el ocelote, las iguanas, casi todas las tortugas, el jaguar e infinidad de plantas, peces e insectos.

     Los insectos tienen gran importancia en las cadenas alimenticias y en la reproducción de las plantas.

     Por estas y otras razones es importante conservar todas las formas de vida de nuestro país, pues de ellas depende nuestra propia existencia.

      Actualmente, la selva Lacandona, ubicada al este de Chiapas, está expuesta a una grave explotación de sus recursos naturales, lo que pone en peligro la variedad de especies que en ella habitan -algunas de ellas son únicas en el mundo-.

     El santuario de la mariposa Monarca, ubicado en la sierra de Angangueo, Michoacán, es un sitio al que anualmente llegan millones de estos ejemplares procedentes de Canadá, con la finalidad de reproducirse durante la temporada invernal. Esta región, debido a la tala inmoderada de árboles, se encuentra en peligro de desaparecer.

La población de México

En el último siglo, México ha sufrido una profunda transformación demográfica. En 1900 había poco más de 13 millones de habitantes, para el 2000 casi se alcanzaron los 100 millones y de acuerdo con los resultados del II Conteo de Población y Vivienda 2005 la población mexicana en el 2005 era de 103.3 millones de habitantes. A pesar de la reducción en la tasa de crecimiento, el incremento neto de la población en el periodo 2000-2005 fue de casi 5.8 millones de personas, es decir, se tuvo un crecimiento del 1% anual. Según las proyecciones elaboradas por el Conapo, la población seguirá creciendo hasta alcanzar cerca de 130 millones en el año 2040, para posteriormente iniciar lentamente su descenso.

Por otra parte, también la estructura de edades de la población ha cambiado. Se está pasando de una población con un marcado predominio de menores de edad a uno donde los jóvenes son la proporción más importante. El índice de dependencia demográfica cambió de cerca de 1.0 en los años 70 a 0.59 en el año 2005, por lo que se dice que México disfruta del llamado "bono demográfico" -proporción baja de dependientes en relación con el número de individuos potencialmente productivos-. El país mantendrá por varios años más esta condición ventajosa, alcanzando alrededor del año 2020 su valor más bajo (0.45), para después comenzar a incrementarse por la acumulación de personas mayores.

Urbanización En el último siglo, México cambió de ser un país rural a uno donde la mayor parte de la población vive en localidades urbanas -mayores a 2 mil 500 habitantes- Las entidades federales predominantemente urbanas son el Distrito Federal, Nuevo León, Baja California y Coahuila; en contraste, en Oaxaca, Chiapas e Hidalgo, menos de la mitad de su población habita en localidades urbanas. La migración del campo a las ciudades, y más recientemente, el intenso movimiento de personas entre ciudades son dos de las fuerzas que definen el patrón de distribución actual de la población en México. La Zona Metropolitana del Valle de México se mantiene como el mayor asentamiento urbano con 19.2 millones de residentes -18.6% de la población nacional-, aunque su tasa de crecimiento es ahora muy lenta en comparación con otros centros urbanos del país. Hasta el año 2000, en México existían nueve ciudades o zonas metropolitanas que rebasaban el millón de habitantes. Las ciudades intermedias -100 mil a 999 mil 999 habitantes- son las que muestran la mayor tasa de crecimiento. A pesar de que el número de localidades rurales -menores a los 2 mil 500 habitantes- creció de manera importante durante el periodo de 1970-2000, pasando de cerca de 100 mil a 196 mil habitantes, su número bajo ligeramente a cerca de 185 mil en el 2005.

Migración La población de México mantiene un intenso movimiento interno y externo. Durante el periodo 1995-2000, los principales flujos migratorios -47.8%- se dieron entre las grandes ciudades y las ciudades intermedias, mientras que la migración del campo a las grandes ciudades representó tan sólo el 18.3% del total. En 2005, Distrito Federal, Tabasco, Chiapas y Guerrero fueron los estados que registraron el saldo migratorio más negativo del país, mientras que Quintana Roo y Baja California Sur fueron los estados que recibieron proporcionalmente más inmigrantes. La migración neta al exterior, principalmente hacia los Estados Unidos, es numéricamente muy importante. En el año 2000 se calculó que el flujo neto fue de 390 mil individuos -la mayoría en edad productiva-. En el 2003, dicho flujo provocó que la tasa de crecimiento total real fuera de tan sólo 1.11%, en lugar de 1.49 % que correspondería a la tasa de crecimiento natural. Si bien la migración se presenta en todo el territorio nacional, en los estados de Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas es más intensa, lo que explica, al menos en parte, sus bajas tasas de crecimiento poblacional.

El concepto de desarrollo humano está estrechamente relacionado con la capacidad de sus habitantes para desarrollar su potencial productivo y creativo; en ese sentido, el desarrollo humano es mucho más que un criterio económico. El concepto que está detrás es que para que los individuos puedan desarrollarse requieren, además de un ingreso digno que les permita cubrir sus necesidades básicas, de una educación adecuada y de una vida larga y saludable. En la última evaluación del 2004, México se situaba en el lugar 53 de 177 países evaluados y era el penúltimo lugar dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo por encima de Turquía. Al interior del país existen diferencias muy notables. Mientras que el Distrito Federal tiene un Índice de Desarrollo Humano (IDH) alto similar al de la República de Corea, Chiapas muestra un IDH similar al de países como Argelia o Uzbekistán. A nivel de municipio, las diferencias son todavía mayores: la Delegación Benito Juárez en el Distrito Federal tiene un valor de IDH similar al de Alemania, mientras que municipios marginados de Guerrero y Oaxaca tienen IDH similares a los encontrados en los países africanos. Existe una relación negativa entre el IDH y la población indígena: los municipios con IDH bajos tienen niveles altos de población indígena.

Marginación y pobreza

Asociado al concepto de desarrollo humano está la marginación. El índice de marginación (IM) permite medir diferencias entre las entidades federativas y municipios de acuerdo a las carencias que padece la población como resultado de la falta de acceso a la educación, ingresos monetarios insuficientes y viviendas inadecuadas, principalmente. Así, los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero son los que presentan las condiciones más desfavorables, mientras que el Distrito Federal, Nuevo León y Coahuila presentan mejores condiciones de vida. A nivel municipal, la marginación se concentra en aquellos con más población indígena. Otra condición de la población muy importante en lo que se refiere a su nivel de bienestar es la pobreza. A pesar de que en los últimos años se ha reducido la pobreza en el país, sigue siendo inaceptablemente alta. Según las últimas estimaciones, en el año 2004 existían en el país 48.9 millones de personas en pobreza -47% de la población-. De las personas consideradas en pobreza, 18 millones -17.3%- se encontraban en la categoría de pobreza más extrema (alimentaria). La mayoría de las personas en pobreza se encuentra en zonas urbanas (26.4 millones), aunque la mayor cantidad de pobres extremos viven en zonas rurales (10.9 millones).

Población indígena

La estimación de la población indígena en el país varía según el criterio que se considere. En 2005, según el II Conteo de Población y Vivienda 2005, en el país residían poco más de 6 millones de personas mayores de 5 años de habla indígena; si se considera a la que formaba parte de los hogares, ascienden a 9.5 millones de personas. La mayor parte de los indígenas vive en los estados de sureste: Yucatán, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Hidalgo y Campeche. Los municipios con mayor proporción de población indígena son también los que presentan mayor marginación e índices de desarrollo humano más bajos.

Las actividades económicas de México

Las actividades económicas implican la utilización y transformación del medio geográfico que los habitantes de un país emprenden a lo largo de su historia. Agrupadas para su mejor comprensión en actividades primarias, secundarias y terciarias, se diferencian por sus características, previamente definidas, en la interacción sociedad–naturaleza, al separar los recursos naturales de sus leyes originales de formación (procesos físicos, químicos y biológicos) e incorporados a procesos productivos , donde el hombre determina su forma y significado económico final. Así, se utilizan los variados minerales extraídos de extensos yacimientos formados a lo largo de millones de años por la influencia de factores como las altas temperaturas, la presión de toneladas de rocas y suelo.

También son recursos importantes los suelos, los bosques y selvas, el clima, los animales no domesticados y aquellos que forman parte de las relaciones productivas como la agricultura y la ganadería, actividades imprescindibles para la economía de una nación.

La distribución territorial de las actividades productivas ejemplifica geográficamente el nivel de interacción regional que un país tiene, así como los contrastes de su desarrollo económico entre las zonas que previamente se hayan impulsado: Áreas urbanas o áreas rurales.

Las actividades económicas son aquellas que permiten la generación de riqueza dentro de una comunidad mediante la extracción, transformación y distribución de recursos naturales o de algún servicio, con la finalidad de satisfacer las necesidades humanas.

El hombre es capaz de producir alimentos, vestimenta, calzado y bienes materiales, es obvio que toma de la naturaleza los recursos capaces de proporcionales satisfacción. Para que un recurso tenga un valor económico y social debe transformarse a través de fuerzas productivas y los medios de producción.

Las actividades económicas como ya se menciono anteriormente se dividen en primarias, secundarias y terciarias

• Actividades primarias. Incluyen agricultura ganadería, pesca, pastoreo y explotación forestal

• Actividades secundarias. Abarca minería, explotación petrolera e industria ligera y pesada.

•Actividades terciarias. Están representadas por transporte, comercio y servicios.

a) Agricultura

Es el cultivo de diferentes plantas, semillas y frutos, para proveer de alimentos al ser humano o al ganado y de materias primas a la industria.

En el país la superficie agrícola sembrada es de 21.9 millones de hectáreas que presenta poco más de la onceava parte del territorio nacional.

Tipos de agricultura por su forma de abasto de agua:

De riego. Es cuando hay disponibilidad de agua a través de canales, u otros sistemas de riego artificial y permite la siembra, al menos dos veces al año.

De temporal. Depende exclusivamente de las lluvias y permite sembrar una vez al año.

En el 2006, México tuvo el primer lugar mundial en la producción de aguacate con 1 136 600 toneladas y primer lugar mundial en la producción de limones y limas, con 1 865 900 toneladas. En el 2008, uno de los productos vegetales que más importó México fue el maíz amarillo.

La agricultura mexicana abarca numerosos productos, que constituyen el grueso de la alimentación popular y por otro sirven en forma sustancial a la exportación que aporta grandes ingresos en divisas.

b) Ganadería

Es una actividad del sector primario que se refiere al cuidado y alimentación de cerdos, vacas, pollos, borregos, abejas, etcétera, para aprovechar su carne, leche, huevos, lana, miel y otros derivados.

México tradicionalmente se ha caracterizado por ser un país ganadero. Cuenta con grandes áreas donde se crían bovinos, ovinos, porcinos, entre otros, que proporcionan la producción de proteínas para la población del país.

En el 2008, el ganado que más se criaba en México era las aves. En segundo lugar está la cría de cerdos. También se crían vacas -ganado bovino-, cabras-ganado caprino- borregos -ganado ovino-, y abejas.

Partes: 1, 2
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